Hoy nos presentamos ante la ciudadanía vasca un

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Nos presentamos mediante este escrito ante la ciudadanía vasca un grupo de
militantes de izquierdas con un largo recorrido al servicio de las clases trabajadoras y
desheredadas de la tierra. Hemos militado, militamos y militaremos. No renunciamos a
hacer política a través de movimientos sociales y otras organizaciones de izquierda. No
cejamos en el empeño de construir otra sociedad más justa, libre, solidaria y pacífica, y
siempre desde la firmeza de unos fundados principios éticos y democráticos. Y tal vez
por eso, porque siempre nos hemos creído aquello de que “Otro mundo es posible” y
sobre todo, porque estamos comprometidos en la lucha por su consecución, firmamos
esta carta abierta a la ciudadanía.
Con la más profunda tristeza ante el naufragio sin paliativos del que un día fue un
proyecto ilusionante en la transformación de nuestra sociedad queremos comunicar
públicamente nuestra baja como miembros de Ezker Batua. En principio, esto puede
parecer un asunto interno, propio de las dinámicas internas de una organización, o
particular, de las personas que un día asumieron la responsabilidad de militar en EBBerdeak. Sin embargo, creemos que el sistema democrático tiene en las organizaciones
políticas y sociales uno de sus cimientos fundamentales y, por ello, los elementos
relevantes que acaecen dentro de ellas no son ajenos a la ciudadanía a la que se
dirigen y a quien deberían servir y representar desde los respectivos proyectos que
cada uno defiende.
En cuanto a los motivos, queremos citar, entre otros, una grave deriva política
consecuencia de un apego enfermizo al poder que ha socavado la democracia interna
de la organización, votaciones en contra de iniciativas legislativas populares, apoyo a
políticas que en nada ayudan a superar los frentismos, a propuestas descafeinadas de
participación ciudadana, censos internos llenos de enchufados en el Gobierno Vasco,
reparto masivo de prebendas institucionales y silencios cómplices con las políticas
liberales y conservadoras del PNV. Este panorama nos lleva a que hoy afirmemos
públicamente que el oportunismo, el clientelismo y el autoritarismo de la actual
dirección encabezada por Javier Madrazo han frustrado Ezker Batua de una manera,
creemos, irrecuperable.
La deriva política
Hace ocho años se nos vendió “El Tripartito” como un aspecto táctico. Hoy sabemos
que este, así como formar parte de “cualquier gobierno”, se ha convertido en una
obsesión para la dirección de Ezker Batua. Entendemos, desde luego, que hoy las
tareas de una “izquierda de izquierdas” no pasan por ahí, ni por el plegamiento a las
políticas de derechas del PNV, ni por los bandazos ideológicos en aspectos tales como
el soberanismo que han servido para que no consiguiéramos ser esa `txalupa´ entre
nacionalismos que se pretendió en algún momento. Entre los momentos de mayor
descrédito político se cuentan, únicamente por citar algunos, la bochornosa
negociación del gobierno de la Diputación Foral de Bizkaia o el voto en contra de la
Iniciativa Legislativa Popular “Carta de Justicia y Solidaridad con los países
empobrecidos”.
Corruptelas
Uno de los más graves hechos que han acompañado el acceso de Ezker Batua a
responsabilidades de gobierno ha sido la generalización del clientelismo político y del
enchufismo de una parte de nuestra afiliación en la administración. Estas han sido
prácticas habituales e indisimuladas que aparte del quebranto ético que han supuesto,
han hecho a nuestra organización incapaz de tomar decisiones que en algún caso
lesionaran los intereses de permanecer en el gobierno, aunque haya sido a costa de
nuestra coherencia ideológica.
Falta de democracia interna
La democracia interna se ha convertido en una pantomima. La manipulación de
censos, el personalismo y la difamación del discrepante, así como una política de
liberaciones basada en la sumisión al coordinador están convirtiendo la organización en
un puñado de personas asalariadas, que en la mayoría de los casos ven ésta como un
trabajo más que como una responsabilidad militante. Todo esto, en grado máximo, se
ha podido observar en la VII Asamblea en la que el coordinador general fue reelegido
tras un inexplicable pacto con el hasta entonces hipercrítico PCE-EPK y una política de
afiliaciones irregulares que han sido objeto de denuncia en los tribunales y admitida a
trámite. Todo este conjunto de prácticas han impedido cualquier debate en igualdad de
condiciones o la posibilidad de refundar o reorientar la organización.
En definitiva, Ezker Batua se ha convertido en una organización sin coherencia política,
apegada al poder y con un interno sumiso al coordinador general. Ezker Batua ha
renunciado a ser un agente por el cambio social. El fin de Ezker Batua ha dejado de ser
la lucha por un nuevo modelo social anticapitalista para ser una mera gestora del
actual sistema, sin cuestionarlo en ningún momento.
Consideramos que esta deriva ideológica y de práctica política, más cercana a un
holding de poder y al marketing que a una organización de izquierdas, ha ido dejando
en el camino a muchas compañeras y compañeros, muy importantes para las tareas de
la izquierda y que ya, al igual que en nuestro caso, no ven en Ezker Batua la fuerza
plural que podía haber aglutinado las diferentes sensibilidades de la izquierda
transformadora y anticapitalista vasca. Incluso quienes firmamos este escrito hemos
dejado paulatinamente de acudir a los actos organizados por Ezker Batua, muchos de
ellos carentes de coherencia y credibilidad.
Ante esta situación, quienes durante mucho tiempo hemos dado la cara por Ezker
Batua-Izquierda Unida en la calle, con las amistades, en la familia, el centro de trabajo
o en nuestras dobles militancias, necesitábamos desvincular radicalmente nuestros
nombres del engaño político y social que representa actualmente. Sabemos que no
tardarán en volver a su práctica habitual de difamación personal e, incluso, que podrán
tratar de hacernos pagar nuestra lealtad a nuestras ideas y principios.
Nos vamos, además, queriendo resaltar que tenemos el convencimiento de que dentro
de Ezker Batua continúan muchas personas que, de forma individual u organizada, son
imprescindibles para la formulación de una izquierda alternativa construida desde y con
los movimientos sociales. Sin embargo, este es el momento de decir adiós y abandonar
no a estos compañeros y compañeras que continúan, sino a una organización que hoy
no está preparada para dar una respuesta contundente, desde abajo y a la izquierda, a
la crisis de civilización que nos toca hacer frente.
Las gentes que por todo el cúmulo de motivos ya expuestos, nos vemos obligadas a
salir de Ezker Batua creemos que otra izquierda, para lograr otro mundo, es posible y
cada vez más imprescindible, y por eso cada cual se compromete, desde el lugar
donde esté, por conseguirla; ya sea desde los movimientos sociales o bien desde otras
organizaciones que representen a una izquierda política anticapitalista, republicana,
transformadora, pacifista y valiente que recojan el testigo de lo que algún día pudo ser
Ezker Batua y que hoy no ha sabido o no ha querido representar.
FIRMAN:
Marí Paz Amezaga
Ritxar Bacete
Iñaki Bolinaga
Isabel Cadenas Cañón
Diego Calvo Sanz
Sergio Campo Lladó
Iratxe Casal
Miriam del Río
Gorka Fayos Miruri
Joseba Fernández González
Gorka Galende Cuadra
Montse González Torm
Iñaki Gortazar
Kepa Hernández
Mikel Labeaga
Jone Martínez Palacios
Oscar Moledo
Alicia López de Muniaín
Emi Luque
Fernando Oses
Txemi Peñas
Javier Pérez Hoyos
Pablo Prado
Agustín Romero Sanz
Yuri Rueda Estévez
Luis Ángel Sánchez de Lachina
Pedro Ugarte
Iñaki Valentín Pérez
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