México, D.F., a 12 de diciembre de 2012. A la Comunidad Universitaria A la Asamblea Legislativa de D.F. A la Comisión de Derechos Humanos del D.F. Al Gobierno del Distrito Federal El Tercer Consejo Universitario, instalado legal y legítimamente el 29 de noviembre de 2012 en el Museo de la Ciudad de México a las 12:35 horas ha dado cumplimiento puntual de cada uno de los Acuerdos suscritos en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, de tal modo que el lunes 10 de diciembre, como estaba previsto, se iniciaron las actividades académicas en los cinco planteles de la Universidad, mismas que se han ido regularizando en los siguientes días. Sin embargo, la Rectora, la administración a su cargo y los consejeros universitarios afines a su gestión han colocado una serie de obstáculos que impiden recobrar plenamente la vida académica e institucional, violan sistemáticamente los Acuerdos suscritos en Casa Lamm (05/10/2012), el proyecto de Recomendación de la Comisión Mixta (16/10/2012), los Acuerdos signados en la ALDF (26/11/2012), así como los acuerdos tomados por el Tercer Consejo Universitario (29/11/2012) publicados en dos periódicos de circulación nacional. Con diversas acciones y comunicados públicos, la Rectora y su administración cuestionan el proceso de negociación, la palabra empeñada, el compromiso con la comunidad universitaria, el respeto a la legislación universitaria e incluso desconocen el papel de la coadyuvancia formada por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la Comisión de Derechos Humanos del D.F. y el Gobierno del Distrito Federal. Asimismo, desconocen el carácter vinculatorio de los Acuerdos suscritos por las partes, en consecuencia la obligatoriedad de los compromisos adquiridos. La Rectora no ha asistido a las sesiones del Tercer Consejo Universitario, avala con su presencia y apoya las reuniones de algunos consejeros realizadas usurpando el nombre del Tercer Consejo Universitario, en las que participan también universitarios que no son consejeros. El encargado del despacho de la Secretaría General, la Coordinadora Académica, el Coordinador de Servicios Administrativos, la Coordinadora de Comunicación, la Coordinadora de Certificación y el Coordinador de Informática se niegan a acatar los mandatos del máximo órgano de gobierno de la Universidad. De esa manera, la Rectora contraviene su palabra, su firma y su compromiso, promueve la prolongación del conflicto y criminaliza a los miembros de la comunidad universitaria, ejemplo de ello son las llamadas “Disposiciones Generales Obligatorias (…)” publicadas en la página oficial de la UACM el 11 de diciembre del año en curso que además de ilegales e inválidas son notoriamente improcedentes porque fueron emitidas por quienes no tiene atribuciones para ello, transgreden la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley Federal del Trabajo, la legislación universitaria y el Contrato Colectivo de Trabajo de la UACM. El Tercer Consejo Universitario refrenda su compromiso de hacer valer los acuerdos emanados del proceso de diálogo y negociación en todos sus términos. Al mismo tiempo mandata a la Rectora y a la administración que encabeza acatar todas y cada una de las decisiones tomadas por este máximo órgano de gobierno y hace un llamado a la comunidad universitaria a vigilar el cumplimiento de las mismas y de las disposiciones que conllevan al fortalecimiento de la vida académica e institucional de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Atentamente Tercer Consejo Universitario