Pedagogía del primer anuncio { El reto de la increencia y la indiferencia religiosa en la catequesis tiene un rol fundamental el primer anuncio o «kerygma», que debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora y de todo intento de renovación eclesial. Kerigma: Hilo conductor Cuando a este primer anuncio se le llama «primero», eso no significa que está al comienzo y después se olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y ese que siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis, en todas sus etapas y momentos Evangelii Gaudium 164 «Jesucristo te ama, dio su vida para salvarte, y ahora está vivo a tu lado cada día, para iluminarte, para fortalecerte, para liberarte» Anunciar el nombre de Jesús Principios antropológicos Propuesta pedagógica Acompañamiento eclesial Profundización del kerigma El paso de la indiferencia a la disposición religiosa que hace receptivo el anuncio de Jesucristo. Punto de arranque de la iniciación cristiana ¿Cómo servir la presencia de Dios en tiempo de idolatría? Díalogo evangelizador El kerigma y los diversos modos de pronunciarlo Indiferencia • ¿Dudas? Apertura • Al infinito • Al absoluto Anuncio • Acogida del Evangelio De la indiferencia a la apertura. De la apertura al anuncio El ser humano es creación de Dios No tiene en sí su origen No se da a sí mismo su meta HA SIDO CREADO PARA PARTICIPAR DE LA VIDA DIVINA Un destino mayor a sus fuerza Relación naturaleza-gracia El ser humano es INTERLOCUTOR con Dios, no una MARIONETA de Dios. Es libre: Puede vivir en referencia a Dios o no (pecado) El ser humano es capaz de tomar su propia postura de frente a sí mismo, ante Dios, ante los otros y el mundo en general. Relación naturaleza-gracia A pesar del pecado: la oferta de Dios “puja” con otras y le recuerda al ser humano que Él es la respuesta a sus anhelos. La experiencia de contingencia y limitación es la ocasión para que el ser humano viva su vida como un interrogante y para que busque un fundamento “fuera de sí”. La aceptación de dependencia lo lleva a descubrir en Dios una posibilidad para la expansión de su propia vida Relación naturaleza-gracia PELIGRO: Que el ser humano siga buscando fundamento en sí mismo, o Que se reconozca necesitado de Dios, pero se niegue a Él. Relación naturaleza-gracia VENTAJA: La oferta de Dios es gratuita y PERMANENTE Relación naturaleza-gracia Dios no está determinado por nuestras respuestas A Dios no le falta el amor del ser humano, por lo que su actuar es fruto de su inmensa MISERICORDIA, y no de una deficiencia de su parte Dios es libre El proyecto es de DIOS, no del ser humano Es un proyecto unitario, unidireccional: DIOS CREA AL SER HUMANO CON LA INTENCIÓN DE QUE, POR MEDIO DE SU HIJO JESÚS EN EL ESPÍRITU SANTO, ENTRE EN RELACIÓN FILIAL CON EL PADRE Y PARTICIPE DE SU NATURALEZA DIVINA (DV 2). Dios nos creo para la “divinización” El ser humano debe cooperar con el proyecto: AQUEL QUE TE HA HECHO SIN TI, NO PUEDE SALVARTE SIN TI (…) TE HIZO SIN QUE TÚ LO SUPIERAS, NO TE JUSTIFICA SIN QUE TÚ LO QUIERAS” (San Agustín) Dios es fiel El ser humano no puede lograr por sí mismo la comunión con Dios: NO ES UNA EXPANSIÓN DE SU HUMANIDAD: ES NECESARIA LA GRACIA “LA GRACIA ES UN DIOS DE DIOS TOTALMENTE INDEBIDO, QUE HACE PARTÍCIPE AL HOMBRE DE LA VIDA MISMA DE DIOS Y LO ELEVA ASÍ A UN ESTADO SOBRENATURAL, ES DECIR, A UN ESTADO QUE SOBREPASA EL PODER Y LAS EXIGENCIAS NATURALES DE LA CRIATURA” Proceso de divinización REALIZA EL DESEO MÁS PROFUNDO DEL SER HUMANO: El libre albedrío permite al ser humano volverse a Dios, cuando este lo permite, y así es como Dios concede su don Efecto de la gracia Participar de la vida divina = visión beatífica de Dios Para que el ser humano no caiga en la tentación de hacer de su relación con Dios una función que venga a cubrir sus necesidades, es preciso que: RECONOZCA Y AME A DIOS POR SÍ MISMO!!!!!!!!!!! Único destino del ser humano Hito fundamental para que el ser humano alcance plenitud: ACEPTAR A DIOS COMO UN DIOS REAL!!! Recibir lo que Dios le quiere dar y no encerrarse en sus necesidades Aceptar que Dios esté en el centro Permitir que sea Dios quien lo eleve y le ponga a la altura de recibir su don y de poder responder con la respuesta debida Conversión El ser humano hace libremente suya la voluntad de Dios: “ENSEÑAME A BUSCARTE, MUESTRATE AL QUE TE BUSCA, PORQUE NO PUEDO BUSCARTE SI NO ME ENSEÑAS EL CAMINO. NO PUEDO ENCONTRARTE SI NO TE HACES PRESENTE. YO TE BUSCARÉ DESEÁNDOTE, TE DESEARÉ BUSCÁNDOTE. TE ENCONTRARÉ AMÁNDOTE, TE AMARÉ ENCONTRÁNDOTE” (San Anselmo) Conversión Dios se aproxima en Jesús En Jesucristo el ser humano es adoptado como hijo de Dios y alcanza su consumación. Jesús es la determinación histórica de la relación del ser humano con Dios Jesucristo: punto culminante En Jesús se glorifica a Dios y al ser humano En Jesús Dios y el ser humano aparecen como amigos Sólo fieles al anuncio del misterio de Jesucristo se puede propiciar el encuentro entre el ser humano y Dios Jesús: punto de encuentro entre Dios y el ser humano El ser humano sólo se conocerá plenamente al descubrir su vocación en Jesucristo. La revelación está en relación con el amor. Descubrirse es descubrir la capacidad de una relación amorosa con Dios y por ende con los hermanos. Sin Cristo una relación con Dios puede verse reducida a un mero sentimiento o a una ideología. Jesús: revela el misterio de Dios y el misterio del ser humano Es necesario que el ser humano sea rescatado por el misterio luminoso de Cristo y le conceda la gracia para llegar al seno del Padre. NECESITAMOS SER SALVADOS La PASCUA atrae y libera: introduce en la comunión divina El anuncio de la Pascua alcanza a una persona concreta, para que sea seducida por Cristo Conversión al misterio de Cristo En Cristo se nos ofrece una posibilidad de plenitud y vida nueva: Configurar la vida con Jesús: sentir como él Identificarse con su causa y su destino Configurarse por los sacramentos con la humanidad de Cristo Acción del Espíritu: permite una verdadera inserción en Cristo y no una mera imitación de un modelo externo. Cristo es el Salvador