ÃNDICE ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL. • Descripción • Incidencia • Aparato reproductor femenino • Parte externa • Parte interna • Aparato reproductor masculino • Parte externa • Parte interna • El embarazo y las ETS • Tipos de ETS 6.1) El VIH/SIDA • Etapas • Diagnóstico • Tratamiento • Prevención 6.2) LA SÃFILIS • Etapas • Diagnóstico • Tratamiento • Prevención 6.3) LA GONORREA • SÃ-ntomas • Diagnóstico • Tratamiento • Prevención 6.4) LA HEPATITIS B • SÃ-ntomas • Diagnóstico • Tratamiento • Prevención • PatologÃ-a • Protección ante las ETS • Conclusión • BibliografÃ-a 1 ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL 1. DESCRIPCIÓN Las enfermedades de transmisión sexual o también llamadas enfermedades venéreas son un conjunto de entidades clÃ-nicas infectocontagiosas agrupadas por tener en común la misma vÃ-a de transmisión: de persona a persona a través de un contacto Ã-ntimo (que se produce, casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales). Como la actividad sexual brinda oportunidad para que los microorganismos encuentren nuevos huéspedes, una gran variedad de microorganismos infecciosos pueden transmitirse de este modo. Éstos abarcan desde virus microscópicos (por ejemplo, el virus de la inmunodeficiencia humana) a insectos visibles (por ejemplo, la ladilla o el piojo púbico). El contagio de algunas enfermedades venéreas no requiere penetración genital. A pesar de que dichas enfermedades suelen ser el resultado de las relaciones sexuales vaginales, orales o anales con una persona infectada, ocasionalmente pueden ser transmitidas al besar o mantener un contacto corporal estrecho. Ciertos agentes de enfermedades de transmisión sexual pueden ser contagiados a través de los alimentos y el agua o bien de las transfusiones de sangre, los instrumentos médicos contaminados o las agujas utilizadas por los adictos a las drogas. Los agentes productores de las infecciones de transmisión sexual incluyen bacterias, virus (como el del herpes), hongos e incluso parásitos, como el "ácaro de la sarna" (Sarcoptes scabiei). Una gran parte de estas enfermedades se centran en los genitales de ambos sexos. Pero, en algunos casos, también pueden verse afectados otros órganos o zonas, como el hÃ-gado, el intestino, las articulaciones, el sistema inmunológico, etc. Algunas pueden llegar a ser graves, causando dolor crónico, esterilidad e incluso la muerte. En cambio otras, si se tratan a tiempo, no son perjudiciales. La clave está en diagnosticarlas a tiempo, ya que se propagan rápidamente. 2. INCIDENCIA Las enfermedades venéreas figuran entre las infecciones más frecuentes del mundo. En los paÃ-ses occidentales, el número de personas con estas afecciones ha aumentado de forma estable desde la década de 1950 hasta la década de 1970, pero por lo general se ha estabilizado en la década de 1980. Al final de la década de 1980, sin embargo, el número comenzó a aumentar de nuevo en muchos paÃ-ses, particularmente los casos de sÃ-filis y gonorrea. Más de 250 millones de personas en todo el mundo se infectan cada año con gonorrea. En cuanto a la sÃ-filis, las cifras indican 50 millones de personas en todo el mundo. Otras enfermedades de transmisión sexual, como la tricomoniasis y el herpes genital, probablemente son más frecuentes, pero como los médicos no tienen la obligación de comunicarlas a los microorganismos públicos, las cifras son menos fiables. 2 En la actualidad, los tratamientos curan rápidamente la mayorÃ-a de las enfermedades de transmisión sexual y evitan que se propaguen. Sin embargo, ciertos microorganismos más antiguos, resistentes a los medicamentos, se han diseminado ampliamente, en parte debido al transporte aéreo. Esta movilidad fue responsable parcialmente de la rápida propagación del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Las ETS afectan a los hombres y a las mujeres de cualquier nivel social y económico. Sin embargo, hay investigaciones que sugieren que las ETS pueden tener una mayor incidencia entre adolescentes y adultos jóvenes porque: •  Los adolescentes están teniendo relaciones sexuales cada vez con mayor precocidad. •  Tiene una tendencia a cambiar de pareja con mucha frecuencia. •  Generalmente no usan preservativos o espermicidas que los protegen. • Muchas veces están contagiados y no tiene sÃ-ntomas, lo que los hace portadores de la enfermedad Aunque casi todas tienen tratamiento, algunas de ellas, como las producidas por virus, nunca curan de manera definitiva, sino que el agente causal permanece en estado latente, sin manifestarse, dentro del organismo al que ha infectado, reapareciendo cÃ-clicamente. Este tipo de relación entre el organismo y el agente infeccioso facilita la transmisión de éste, es decir, su infectividad. 3. APARATO REPRODUCTOR FEMENINO Los órganos sexuales femeninos primarios o gónadas son los ovarios; los secundarios se desarrollan en la etapa prenatal. Parte Externa: El conjunto de órganos externos se denomina VULVA: • ClÃ-toris: Es un pequeño cuerpo eréctil, el cual posee receptores táctiles que pueden ser estimulados • Los Labios Mayores y los Labios Menores: se encuentran debajo del ClÃ-toris. Estos rodean la abertura de la vagina y cumplen la función de protección. • El Meato Urinario: este se encuentra en la parte superior de la abertura vaginal. • El Himen: es un delgado anillo tejido que cubre la abertura vaginal Parte interna 3 Los órganos internos están ubicados en la región pelviana de la cavidad abdominal. • La Vagina: Es un conducto músculo membranoso de unos 10 cm. De longitud. Esta separada de la vulva y del exterior por una membrana llamada himen. • Útero: Es el órgano encargado de recibir el óvulo fecundado procedente de la trompa de Falopio. La pared del útero esta cubierta por una capa mucosa llamada endometrio. • Trompas de Falopio: Son dos conductos de unos 20 cm. de longitud. En este tiene lugar la fecundación del óvulo por el espermatozoide. • Ovarios: Son la glándula genital femenina. Este posee una función de secreción interna y otra externa. Por la primera vierte a la sangre las hormonas femeninas: estrógenos y progesteronas. La segunda función da lugar a la formación de óvulos. En cada ovario hay 200.000 óvulos. 4. APARATO REPRODUCTOR MASCULINO El aparato genital masculino está integrado por los testÃ-culos −gónadas con función exócrina y endocrina−, un sistema de vÃ-as espermáticas que evacua los espermatozoides (túbulos intratesticulares, conductos deferentes, conductos eyaculadores), las glándulas exocrinas anexas (próstata, vesÃ-culas seminales y glándulas bulbo uretrales) que facilitan la supervivencia de los espermatozoides y un órgano copulador o pene. Parte Externa: • Escroto o Bolsa Escrotal: Sistema de refrigeración para la formación de espermatozoides. • Pene: Es el órgano copulatorio, capaz de llevar los espermatozoides hasta la vagina de la mujer. Parte interna: • Uretra: Canal que conduce la orina fuera de la vejiga, también conduce los espermatozoides. • Cuerpo Cavernoso y Cuerpo Esponjoso: Estos órganos le confieren la capacidad de erección la cual le permite penetrar en el interior de la vagina y depositar en ella el semen. • Prepucio: Es un repliegue que recubre el glande. • Glande: Parte terminal del pene. • TestÃ-culos: Dos órganos de 5cm. Aproximadamente cada uno. Están ocupados por tubos seminÃ-feros, entre los que se encuentra células intersticiales que producen la hormona sexual masculina. Por su secreción interna vierte a la sangre las hormonas sexuales masculinas (testosterona y androsterona, las cuales son responsables de la aparición en el hombre de los llamados caracteres sexuales masculinos. • EpidÃ-dimo: Almacena provisoriamente los espermatozoides. • Conducto Deferente: Recorre el escroto, sigue en la pelvis, allegar a la vejiga urinaria se curva y termina encima de la próstata. • VesÃ-culas Seminales: Se encuentran a continuación del conducto deferente, su función principal es colaborar en la formación del semen. • Conductos Eyaculadores: Estos se encargan de llevar el semen hasta la uretra para luego ser vertido al exterior. 4 • Próstata: Es una glándula que rodea la vejiga. Su función principal es secretar un lÃ-quido que se mezcla con el contenido de las vesÃ-culas seminales, en el momento de la eyaculación. 5. EL EMBARAZO Y LAS ETS. Las mujeres embarazadas pueden infectarse con las mismas enfermedades de transmisión sexual (ETS) que las mujeres que no lo están. El embarazo no ofrece a las mujeres ni a sus bebés ninguna protección contra las ETS. De hecho, si una mujer contrae una ETS mientras está embarazada, las consecuencias para ella y su bebé son significativamente más graves y hasta pueden ser mortales. 5 Las mujeres embarazadas pueden sufrir muchas de las mismas consecuencias de las ETS que las mujeres que no lo están. Las ETS pueden causar cáncer cervical y otros tipos de cáncer, hepatitis crónica, enfermedad inflamatoria pélvica, infertilidad y otras complicaciones. Muchas ETS que afectan a las mujeres son silenciosas, es decir, que se presentan sin mostrar signos o sÃ-ntomas. Una mujer embarazada que tiene una enfermedad de transmisión sexual puede también presentar un parto anticipado, ruptura prematura de las membranas que rodean al bebé en el útero e infección uterina después del parto. Las ETS pueden ser transmitidas de una mujer embarazada a su bebé antes, durante o después del nacimiento del bebé. Ciertas ETS (como la sÃ-filis) cruzan la placenta e infectan al bebé mientras está en el útero (matriz). Otras ETS (como gonorrea, clamida, hepatitis B y herpes genital) pueden ser transmitidas de la madre a su bebé cuando el bebé pasa por la vÃ-a del parto durante el nacimiento. El VIH puede cruzar la placenta durante el embarazo, infectar al bebé durante el parto y, a diferencia de la mayorÃ-a de las otras ETS, puede infectar al bebé a través de la lactancia. Los efectos dañinos de las ETS pueden incluir el nacimiento de bebés muertos, bebés con bajo peso al nacer (menos de cinco libras), conjuntivitis (infección de los ojos), neumonÃ-a, sepsis neonatal (infección en la sangre circulante del bebé), daño neurológico (como daño cerebral o falta de coordinación en los movimientos del cuerpo), ceguera, sordera, hepatitis aguda, meningitis, enfermedad hepática crónica y cirrosis. Algunos de estos problemas pueden prevenirse si la madre recibe cuidado prenatal de rutina, que incluye la realización de pruebas de detección de ETS temprano en el embarazo y la repetición de las pruebas cerca del final del embarazo, si es necesario. Otros problemas pueden ser atendidos si la infección se detecta al momento del parto. Enfermedades como clamidia, gonorrea, sÃ-filis, tricomoniasis y vaginosis bacteriana (VB) pueden ser tratadas y curadas con antibióticos durante el embarazo. No hay cura para las ETS virales como el herpes genital y el VIH, pero el uso de medicamentos antivirales para el herpes y el VIH puede reducir los sÃ-ntomas en las mujeres embarazadas. Si la mujer tiene lesiones activas del herpes genital al momento del parto, se puede realizar un parto por cesárea para proteger al recién nacido contra la infección. La cesárea también puede ser una opción para algunas mujeres infectadas con el VIH. Las mujeres cuyas pruebas de detección para la hepatitis B arrojaron resultados negativos, pueden recibir la vacuna contra la hepatitis B durante el embarazo. 6. TIPOS DE ETS Muchas personas son conscientes que la más prominente de las ETS es el VIH. Sin embargo, muchas otras ETS afectan a millones de hombres y mujeres cada año. Muchas de estas ETS causan inicialmente ningún sÃ-ntoma, especialmente en las mujeres. Los sÃ-ntomas, cuando sÃ- se desarrollan, quizá se confundan con los de otras enfermedades que no se transmiten a través del contacto sexual. Las ETS todavÃ-a pueden ser transmitidas de persona a persona aunque no muestren sÃ-ntomas. Además, los problemas de salud causados por las ETS tienden a ser más graves para las mujeres que para los hombres. Actualmente existen 30 tipos de ITS, de las cuales 26 atacan principalmente a las mujeres y 4 a ambos sexos. Entre todas las enfermedades existentes destacamos: el VIH (sida), la gonorrea, la sÃ-filis, y la Hepatitis B, en las que voy a profundizar. A parte de éstas existen otras como el herpes genital, las verrugas genitales, la sarna, el chancro blando, la clamidia... 6.1 EL VIH/SIDA El sÃ-ndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), descrito por primera vez en 1981, es una enfermedad infecciosa que afecta al sistema inmunológico humano, encargado de proteger el organismo de las agresiones 6 externas. Con las defensas debilitadas, queda a merced del ataque de numerosos virus, bacterias, hongos, etc., capaces de provocar graves enfermedades e incluso la muerte. Al agente causante del SIDA se le denomina Virus de la inmunodeficiencia Humana (VIH). El SIDA es la última etapa de la infección por VIH. Lacausa más frecuente de muerte entre enfermos del SIDA es la neumonÃ-a por Pneumocystis carinii, aunque también es elevada la incidencia de ciertos tipos de cáncer como los linfomas de células B y el sarcoma de Kaposi. Hasta el momento, sólo se han demostrado y documentado tres formas de transmisión: • Sexual. (Acto sexual sin protección). El contagio se produce por el contacto de secreciones infectadas con la mucosa genital, rectal u oral de la otra persona. • Parenteral (por sangre). Es una forma de contagio a través de jeringuillas contaminadas que se da por la utilización de drogas intravenosas o cuando los servicios sanitarios, como ha ocurrido a veces en paÃ-ses pobres, no usan las mejores medidas de higiene; también en personas, como hemofÃ-licos, que han recibido una transfusión de sangre contaminada o productos contaminados derivados de la sangre; y en menor grado trabajadores de salud que estén expuestos a la infección en un accidente de trabajo como puede ocurrir si una herida entra en contacto con sangre contaminada; también durante la realización de piercings, tatuajes y escarificaciones. • Vertical (de madre a hijo). El contagio puede ocurrir durante las últimas semanas del embarazo, durante el parto, o al amamantar al bebé. De estas situaciones, el parto es la más problemática. Se puede tratar a la madre con antivirales en torno al parto para reducir la probabilidad contagio del bebé al 1%. En la saliva, las lágrimas y la orina hay cantidades muy pequeñas del VIH. Pero el riesgo de que el VIH pueda ser transmitido a través de estos 3 últimos lÃ-quidos del cuerpo es muy, muy bajo debido a que la cantidad de virus que contienen es tan pequeña. ETAPAS • La infección primaria o infección aguda:  Es la primera etapa de la enfermedad por VIH, generalmente dura de una a dos semanas, cuando el virus se instala por primera vez en el cuerpo. Algunos investigadores usan el término infección aguda con VIH para describir el perÃ-odo de tiempo entre la infección y el desarrollo de anticuerpos contra el virus (generalmente de 6 a 12 semanas) y que puede ser detectado con una prueba de VIH. Hasta un 70% de las personas recién infectadas con VIH experimentarán sÃ-ntomas "similares a los de la gripe"(Fiebre, dolor de cabeza, ganglios inflamados, cansancio, músculos doloridos y dolor de garganta) durante esta etapa. El 30% restante de las personas no tiene sÃ-ntomas de infección aguda o los sÃ-ntomas son tan leves que ni se dan cuenta. Durante la infección aguda del VIH, el virus llega hasta los ganglios linfáticos, se cree que este proceso tarda de tres a cinco dÃ-as. Luego el VIH se replica activamente (hace copias de sÃ- mismo) y libera partÃ-culas virales nuevas al torrente sanguÃ-neo. Esta explosión de replicación rápida del VIH generalmente dura dos meses. Las personas tienen una "carga viral" (cantidad de virus en el cuerpo) muy alta durante esta etapa. Sin embargo, las personas con infección aguda por VIH no obtendrán un resultado positivo en la prueba de anticuerpos, ya que el cuerpo demora aproximadamente de uno a tres meses para producir los anticuerpos anti−VIH. • La etapa asintomática: 7 Después de la etapa aguda de infección con el VIH, las personas infectadas se siguen viendo y sintiendo bien por mucho tiempo, generalmente años. Durante esta etapa, lo único que indica que usted está infectado con el VIH es que su resultado será positivo para la prueba de anticuerpos y podrÃ-a tener ganglios linfáticos inflamados. Sin embargo, esto no quita el hecho de que la persona pueda contagiar a otros. Durante esta etapa, continúa debilitando el sistema inmunológico. En algunas personas, el virus parece dañar lentamente al sistema inmunológico, lo que lleva varios años. En la mayorÃ-a de las personas, sin embargo, en algún momento se produce un descenso rápido del sistema inmunológico y el virus se multiplica rápidamente. • Etapa sintomática temprana y media: Cuando el sistema inmunológico se ve comprometido por la infección con VIH, muchas personas comienzan a experimentar sÃ-ntomas leves, como erupciones en la piel, fatiga, sudores nocturnos, pérdida de peso, úlceras en la boca, infecciones por hongos en la piel y en la uñas, antes de desarrollar enfermedades más graves. En general se cree que lleva de cinco a siete años para que aparezcan los primeros sÃ-ntomas leves de enfermedad. Estos sÃ-ntomas marcan las etapas tempranas y media de la etapa sintomática de la enfermedad por VIH A medida que la enfermedad avanza, algunas personas pueden enfermarse mucho, aunque no hayan sido diagnosticadas con SIDA (la etapa tardÃ-a de la enfermedad por VIH). Los problemas tÃ-picos incluyen candidiasis oral o vaginal crónica, lesiones herpéticas recurrentes en la boca o en los genitales, fiebres continuas, diarrea persistente y pérdida significativa de peso. Generalmente, los sÃ-ntomas ocurren cuando el virus ya ha causado un daño considerable en el sistema inmunológico. • Etapa tardÃ-a de la enfermedad por VIH (SIDA): Cuando el daño al sistema inmunológico es más grave, las personas VIH positivas pueden padecer infecciones oportunistas (se llaman "oportunistas" porque son causadas por organismos que generalmente no producen enfermedad en personas con un sistema inmunológico normal, pero que se aprovechan para emerger en las personas con un sistema inmunológico comprometido). Algunas de las infecciones oportunistas más comunes incluyen la neumonÃ-a por Pneumocystis carinii (PCP), el complejo Mycobacterium avium (MAC), el citomegalovirus (CMV), la toxoplasmosis, y la candidiasis. Es importante tener en cuenta que esta definición de SIDA puede aplicarse a personas VIH positivas que nunca experimentaron sÃ-ntomas de enfermedad por VIH. DIAGNÓSTICO Mediante un simple análisis de sangre, llamado prueba de anticuerpos contra el VIH, se puede determinar si estás infectada con VIH. Tu cuerpo reacciona al VIH produciendo anticuerpos dentro de un perÃ-odo de 2 a 8 semanas después de la exposición. La prueba muestra si tienes estos anticuerpos en la sangre. Si los tienes, quiere decir que estás infectada con el VIH. Es posible que obtengas un resultado negativo a pesar de estar infectada con el VIH porque los anticuerpos contra el VIH pueden tardar 12 semanas o más en aparecer. Por consiguiente, si obtienes un resultado negativo de la prueba, tendrás que volver a hacerte una prueba de seguimiento para estar segura de que no estás infectada con el VIH. TRATAMIENTO Actualmente no hay ninguna cura para la infección por VIH o el SIDA. El virus se queda en tu cuerpo por el resto de tu vida. Los investigadores están intentando encontrar una droga para curar el VIH/SIDA. Se han 8 creado muchas drogas que ayudan a tratar el VIH/SIDA, pero no lo curan. PREVENCIÓN Las maneras más fiables de evitar contraer o transmitir el VIH son: • Abstenerse a las relaciones sexuales (es decir, relaciones sexuales orales, vaginales u anales) • Estar en una relación estable (a largo plazo), mutuamente monógama con una pareja no infectada. • Abstenerse a compartir agujas y/o jeringas usadas para los medicamentos de venta sin receta medica. 6.2 LA SÃFILIS Es una enfermedad de transmisión sexual ocasionada por la bacteria Treponema pallidum. Esta bacteria necesita un ambiente tibio y húmedo para sobrevivir. Penetra en el organismo a través de las membranas mucosas, como las de la vagina o la boca, o bien a través de la piel. Horas después, llega cerca de los ganglios linfáticos y luego se propaga por todo el organismo a través de la sangre. La sÃ-filis también puede infectar a un feto durante el embarazo, causando defectos congénitos u otros problemas. El número de afectados con sÃ-filis alcanzó su punto máximo durante la Segunda Guerra Mundial, para luego caer de modo espectacular hasta la década de 1960, cuando los Ã-ndices comenzaron a subir nuevamente. Durante este perÃ-odo, un gran número de casos de sÃ-filis se produjeron entre varones homosexuales. Tales cifras permanecieron relativamente estables hasta mediados de la década de 1980, porque debido a la epidemia de SIDA y la práctica de sexo seguro, la incidencia entre éstos decreció. En consecuencia, el número general de personas con sÃ-filis también disminuyó. Sin embargo, esta reducción fue seguida por un rápido incremento de los casos entre los consumidores de cocaÃ-na, principalmente entre las mujeres o sus hijos recién nacidos. Recientemente, los programas de control han vuelto a reducir la incidencia en algunos paÃ-ses desarrollados. Una persona que ha sido curada de sÃ-filis no se vuelve inmune y puede volver a infectarse. ETAPAS • Estadio primario En el estadio primario, aparece una llaga o úlcera indolora (chancro) en el sitio de infección, generalmente sobre el pene, la vulva o la vagina. El chancro también puede aparecer en el ano, el recto, los labios, la lengua, la garganta, el cérvix, los dedos o, rara vez, en otras partes del cuerpo. Por lo general, se presenta una sola llaga, pero en ocasiones pueden ser varias. El chancro comienza como una pequeña zona roja abultada que pronto se convierte en una llaga abierta (úlcera), pero sigue siendo indolora. La llaga no sangra, pero al rozarla desprende un lÃ-quido claro altamente infeccioso. Los ganglios linfáticos cercanos suelen aumentar de tamaño, pero son indoloros. Como la lesión produce tan pocos sÃ-ntomas, suele ser ignorada. Alrededor de la mitad de las mujeres infectadas y un tercio de los hombres infectados no sabe que la tienen. Ésta suele curarse en 3 a 12 semanas, después de lo cual el afectado parece encontrarse perfectamente bien. • Estadio secundario: El estadio secundario suele iniciarse con una erupción cutánea, que suele aparecer de 6 a 12 semanas después de la infección. Alrededor del 25 por ciento de los infectados aún tiene una llaga que se está 9 curando durante esta etapa. Esta erupción puede durar poco tiempo o bien prolongarse durante meses. Aunque la persona no reciba tratamiento, suele desaparecer. Sin embargo, puede aparecer de nuevo semanas o meses más tarde. En el estadio secundario, son frecuentes las úlceras en la boca que afectan a más del 80 por ciento de los enfermos. Alrededor del 50 por ciento presenta ganglios linfáticos inflamados en todo el cuerpo y aproximadamente un 10 por ciento tiene inflamación en los ojos. Esta inflamación no suele producir sÃ-ntomas, aunque, ocasionalmente, el nervio óptico se inflama y entonces la visión se vuelve borrosa. Aproximadamente el 10 por ciento presenta inflamación de huesos y articulaciones que produce mucho dolor. La inflamación renal puede hacer que se encuentren proteÃ-nas en la orina y la del hÃ-gado puede provocar ictericia. Un reducido número de personas desarrolla una inflamación de la membrana que recubre del cerebro (meningitis sifilÃ-tica aguda), que se traduce en dolor de cabeza, rigidez en el cuello y en ocasiones sordera. Ocasionalmente, aparecen formaciones algo abultadas (condilomas planos) en las que la piel se une a una membrana mucosa, por ejemplo, en los bordes internos de los labios y de la vulva y en las zonas húmedas de la piel. Estas lesiones extremadamente infecciosas pueden aplanarse y adoptar un color rosa oscuro o gris. El pelo suele caerse a mechones, lo cual le da una apariencia apolillada. Otros sÃ-ntomas incluyen sensación de malestar (indisposición), pérdida del apetito, náuseas, vómitos, fatiga, fiebre y anemia. • Estadio latente: Una vez que la persona se ha recuperado del estadio secundario, la enfermedad entra en un estadio latente en el que no se producen sÃ-ntomas. Esta etapa puede durar años o décadas o durante el resto de la vida. Durante la primera parte del estadio latente, a veces recurren las llagas infecciosas. • Estadio terciario: Durante la tercera etapa (estadio terciario), la sÃ-filis no es contagiosa. Los sÃ-ntomas oscilan entre leves y devastadores. Pueden aparecer tres tipos principales de sÃ-ntomas: sÃ-filis terciaria benigna, sÃ-filis cardiovascular y neurosÃ-filis. La sÃ-filis terciaria benigna es muy rara en la actualidad. En varios órganos aparecen bultos llamados gomas, que crecen lentamente, se curan de forma gradual y dejan cicatrices. Estas lesiones pueden aparecer en casi todo el cuerpo, pero son más frecuentes en la pierna justo debajo de la rodilla, la parte superior del tronco y el cuero cabelludo. Los huesos pueden resultar afectados, provocando un dolor profundo y penetrante que suele empeorar durante la noche. La sÃ-filis cardiovascular suele aparecer de 10 a 25 años después de la infección inicial. El enfermo puede desarrollar un aneurisma (debilitamiento y dilatación) de la aorta (la principal arteria que sale del corazón) o insuficiencia de la válvula aórtica. Estos trastornos pueden producir dolor de pecho, insuficiencia cardÃ-aca o la muerte. 10 La neurosÃ-filis (sÃ-filis del sistema nervioso) afecta a alrededor del 5 por ciento de todos los sifilÃ-ticos no tratados. Las tres clases principales son neurosÃ-filis meningovascular, neurosÃ-filis parética y neurosÃ-filis tabética. DIAGNÓSTICO El médico sospecha que una persona tiene sÃ-filis a partir de sus sÃ-ntomas. El diagnóstico definitivo se basa en los resultados de las pruebas de laboratorio y la exploración fÃ-sica. Se utilizan dos tipos de análisis de sangre. El primero es un análisis de control, como la llamada VDRL (laboratorio de investigación de enfermedades venéreas) o el RPR (reargina rápida del plasma). Dichos análisis son fáciles de hacer y no resultan costosos. En ciertos casos dan resultados falsos positivos, pero tienen la ventaja de negativizarse cuando se repiten después de un tratamiento correcto. Es posible que el médico necesite repetir este tipo de pruebas porque los resultados pueden ser negativos en las primeras semanas de sÃ-filis primaria. El segundo tipo de análisis de sangre, que es más exacto, detecta anticuerpos contra la bacteria que produce sÃ-filis; sin embargo, una vez que se obtiene un resultado positivo, los subsiguientes siempre serán positivos, incluso después de un tratamiento exitoso. Una de estas pruebas, llamada FTA−ABS, se utiliza para confirmar que el resultado positivo de un análisis de control realmente esté causado por la sÃ-filis. En los estadios primario o secundario, es posible diagnosticar la enfermedad tomando una muestra de lÃ-quido de una llaga de la piel o la boca e identificando las bacterias al microscopio. También se puede utilizar el análisis de anticuerpos realizado sobre una muestra de sangre. Para la neurosÃ-filis se efectúa una punción lumbar para realizar un análisis de anticuerpos. En el estadio latente, la sÃ-filis se diagnostica sólo mediante pruebas de anticuerpos realizadas con muestras de sangre y lÃ-quido espinal. En el estadio terciario, se diagnostica a partir de los sÃ-ntomas y el resultado de un análisis de anticuerpos. TRATAMIENTO La penicilina, que en general es el mejor antibiótico para todos los estadios de la sÃ-filis, suele administrarse por vÃ-a intramuscular durante el estadio primario, aplicándose en cada nalga sólo una vez. En casos de sÃ-filis en estadio secundario, se aplican dos inyecciones adicionales con intervalos de una semana. La penicilina también se utiliza en casos de sÃ-filis latente y en estadio terciario, a pesar de que puede ser necesario un tratamiento intravenoso más intenso. Las personas alérgicas a la penicilina pueden recibir doxiciclina o tetraciclina oral durante 2 a 4 semanas. Más de la mitad de las personas con sÃ-filis en sus primeros estadios, especialmente en el estadio secundario, desarrolla una reacción (llamada reacción de Jarisch−Herxheimer) de 2 a 12 horas después del primer tratamiento. Se cree que ésta es el resultado de la muerte repentina de millones de bacterias. Los sÃ-ntomas incluyen: sensación de malestar general, fiebre, dolor de cabeza, sudoración, escalofrÃ-os con temblores y un empeoramiento temporal de las llagas sifilÃ-ticas. En raras ocasiones, las personas con neurosÃ-filis pueden tener convulsiones o sufrir parálisis. Las personas con sÃ-filis en estadios latente o terciario deben ser examinadas con intervalos regulares una vez finalizado el tratamiento. Los resultados de los análisis de anticuerpos suelen ser positivos durante muchos años, a veces durante toda la vida. Éstos no indican que exista una nueva infección. También se realizan otras pruebas para verificar que no existan nuevas infecciones. Después del tratamiento, el pronóstico para los estadios primario, secundario y latente de la sÃ-filis es excelente. Pero el pronóstico es malo en los casos de sÃ-filis terciaria que afecte al cerebro o al corazón, ya que las lesiones existentes por lo general son irreversibles. 11 PREVENCIÓN La manera más segura de evitar contraer enfermedades de transmisión sexual, incluida la sÃ-filis, es absteniéndose del contacto sexual o tener con una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien le han hecho las pruebas y se sabe que no está infectada. Abstenerse de consumir alcohol y drogas puede también ayudar a evitar la transmisión de la sÃ-filis ya que estas actividades pueden conllevar a adoptar una conducta sexual peligrosa. Es importante que las parejas sexuales hablen entre ellas si tienen el VIH y si en el pasado han tenido otras ETS, de manera que puedan tomar acciones preventivas. Las úlceras genitales que provocan ciertas enfermedades, como la sÃ-filis, pueden aparecer tanto en las áreas genitales masculinas como las femeninas, estén o no cubiertas o protegidas con un condón de látex. El uso correcto y habitual de los condones de látex puede reducir el riesgo de contraer la sÃ-filis, asÃ- como los herpes genitales y los chancros, solamente si el área infectada o el área de posible contacto están protegidas. 6.3 LA GONORREA La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), provocada por la Neisseria gonorrhoeae, una bacteria que puede crecer y multiplicarse fácilmente en áreas húmedas y tibias del tracto reproductivo, incluidos el cuello uterino (la abertura de la matriz), el útero y las trompas de Falopio (también llamadas oviductos) en la mujer, y en la uretra (conducto urinario) en la mujer y en el hombre. Esta bacteria también puede crecer en la boca, la garganta, los ojos y el ano. La gonorrea se transmite por contacto con el pene, la vagina, la boca o el ano. No es necesario que se dé la eyaculación para transmitir o contraer la gonorrea. La gonorrea también puede transmitirse de madre a hijo durante el parto. Las personas que han tenido gonorrea y han sido tratadas pueden infectarse nuevamente si tienen relaciones sexuales con una persona que tiene la enfermedad. SÃNTOMAS En los hombres, los primeros sÃ-ntomas suelen aparecer de 2 a 7 dÃ-as después de la infección. Comienzan con una ligera molestia en la uretra, seguida, a las pocas horas, de un dolor leve o intenso al orinar y una secreción de pus proveniente del pene. El hombre tiene una necesidad imperiosa y frecuente de orinar, que empeora a medida que la enfermedad se extiende a la parte superior de la uretra. El orificio del pene puede adoptar un color rojizo e hincharse. En las mujeres, los primeros sÃ-ntomas suelen aparecer entre 7 y 21 dÃ-as después de la infección. Las mujeres infectadas no suelen presentar sÃ-ntomas durante semanas o meses y la enfermedad se descubre sólo después de que a su pareja masculina se le diagnostica la misma y ella es examinada por haber estado en contacto con él. Si aparecen sÃ-ntomas, suelen ser leves. Sin embargo, algunas mujeres tienen sÃ-ntomas graves, como una frecuente necesidad de orinar, dolor al orinar, secreción vaginal y fiebre. El cérvix, el útero, las trompas de Falopio, los ovarios, la uretra y el recto pueden resultar infectados y provocar un gran dolor pélvico o molestias durante el coito. El pus, que aparentemente proviene de la vagina, puede provenir del cérvix, de la uretra o de las glándulas próximas al orificio vaginal. Las mujeres y los varones homosexuales que mantienen relaciones sexuales por vÃ-a anal pueden contraer gonorrea rectal. La enfermedad puede causar malestar alrededor del ano y secreciones provenientes del recto. La zona que rodea el ano se enrojece y queda en carne viva, mientras que las heces se cubren de mucosidad y 12 pus. Cuando el médico examina el recto con un anoscopio (tubo de visualización), es posible distinguir moco y pus sobre la pared del mismo. El sexo oral con una persona infectada puede producir gonorrea de garganta (faringitis gonocócica). Por lo general, la infección no provoca sÃ-ntomas, pero en ciertos casos produce dolor de garganta y malestar al tragar. Si los humores infectados entran en contacto con los ojos, puede producirse una infección externa del ojo (conjuntivitis gonorreica). Los recién nacidos pueden infectarse con gonorrea a través de su madre en el momento del parto, lo que les provoca hinchazón de ambos párpados y una descarga de pus proveniente de los ojos. En los adultos suelen producirse los mismos sÃ-ntomas, pero por lo general sólo un ojo resulta afectado. Si la infección no recibe tratamiento puede derivar en ceguera. La infección vaginal en las niñas pequeñas y jóvenes suele ser el resultado de un abuso sexual por parte de adultos, pero en raras ocasiones se produce por manipular artÃ-culos del hogar infectados. Los sÃ-ntomas incluyen irritación, enrojecimiento e inflamación de la vulva, con secreción de pus proveniente de la vagina. La niña suele padecer molestias en la zona vaginal o sentir dolor al orinar. El recto también puede resultar inflamado y las secreciones pueden manchar su ropa interior. DIAGNÓSTICO Existen varias pruebas de laboratorio para diagnosticar la gonorrea. Un médico o una enfermera puede tomar una muestra de las partes del cuerpo que pudieran estar infectadas (cuello uterino, uretra, recto o garganta) y enviarla a un laboratorio para que sea analizada. La gonorrea presente en el cuello uterino o en la uretra puede ser diagnosticada en el laboratorio con un sencillo análisis de una muestra de orina. Una prueba rápida de laboratorio que puede realizarse en algunas clÃ-nicas y consultorios médicos es la prueba de tinción de Gram. La tinción de Gram de una muestra de la uretra o del cuello del útero permite al médico visualizar la bacteria en el microscopio. Este examen funciona mejor en los hombres que en las mujeres. TRATAMIENTO La gonorrea suele tratarse con una sola dosis de ceftriaxona intramuscular o bien con una semana de antibióticos orales (por lo general doxiciclina). Si la gonorrea se ha dispersado a través del flujo sanguÃ-neo, el enfermo recibe habitualmente tratamiento en un hospital, a menudo con antibióticos intravenosos. Debido a que la infección con Chlamydia es frecuente tanto en los hombres como en las mujeres con gonorrea, es difÃ-cil de diagnosticar, los pacientes reciben un tratamiento de una semana con doxiciclina o tetraciclina o bien una dosis única de azitromicina, otro antibiótico de acción prolongada. Si los sÃ-ntomas recurren o persisten al final del tratamiento, se pueden obtener especÃ-menes para su cultivo con el fin de asegurarse de que el paciente esté curado. En los hombres los sÃ-ntomas de uretritis pueden recurrir, causando una enfermedad llamada uretritis posgonocócica. Está casi siempre causada por Chlamydia y otros microorganismos que no responden al tratamiento con ceftriaxona y se produce particularmente en pacientes que no siguen el plan de tratamiento PREVENCIÓN La manera más segura de evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual es absteniéndose del contacto sexual o tener una relación duradera, mutuamente monógama, con una pareja a quien se le han hecho pruebas y se sabe que no está infectada. 13 Los condones de látex, cuando se usan de manera habitual y correcta, pueden reducir el riesgo de transmisión de la gonorrea. Todo sÃ-ntoma genital, como por ejemplo secreción o ardor al orinar, una úlcera poco usual o una irritación, debe ser razón para dejar de tener relaciones sexuales y consultar a un proveedor de atención médica de inmediato. Si a una persona se le ha diagnosticado gonorrea y ha recibido tratamiento contra esta enfermedad, debe informarle de esto a todas sus parejas sexuales recientes para que éstas vean a un proveedor de atención médica y reciban tratamiento. Esto reducirá el riesgo de que las parejas sexuales presenten complicaciones graves por la gonorrea y reducirá el riesgo de reinfección en una persona. La persona con gonorrea y todas sus parejas sexuales deben evitar tener relaciones sexuales hasta que hayan terminado su tratamiento contra la enfermedad. 6.4 LA HEPATITIS B La hepatitis B es una enfermedad hepática causada por el virus de la hepatitis B (HBV). El virus de la hepatitis B fue el primer virus de hepatitis que se identificó. Es una enfermedad que afecta a 300 millones de personas en el mundo y se estima que es responsable de entre 250.000 y 500.000 muertes al año. La prevalencia de la infección por el virus de la hepatitis B varÃ-a en forma importante en diferentes partes del mundo. Las tasas más altas de infección se encuentran en el sudeste asiático, China y el sur de Africa. FotografÃ-a electrónica de partÃ-culas virales del virus B La mayorÃ-a de las personas que adquieren el virus de la hepatitis B se recupera sin consecuencias. Esta forma de infección, que dura menos de 6 meses, se conoce como hepatitis B aguda. Por el contrario, cuando la infección perdura por más de 6 meses, se conoce como hepatitis B crónica. Aproximadamente el 5% de los adultos que adquieren la infección desarrollan la forma crónica. La probabilidad de desarrollar una hepatitis B crónica depende de la edad y del estado inmunitario (defensas) del sujeto, como se puede apreciar en la tabla. Las manifestaciones clÃ-nicas de la infección por el virus de la hepatitis B son muy variadas, y es importante recalcar que frecuentemente esta infección puede no dar ningún sÃ-ntoma por muchos años lo cual no significa necesariamente que la infección esté controlada. El daño que produce el virus de la hepatitis B en el hÃ-gado es también variable y depende de la capacidad de reparación del hÃ-gado y de la capacidad del organismo de controlar la infección. Las consecuencias más importantes de esta infección en el largo plazo son el desarrollo de cirrosis hepática y de carcinoma hepatocelular. SÃNTOMAS • Hepatitis B aguda: Los sÃ-ntomas de la hepatitis B aguda se presentan después de 1 a 4 meses de la adquisición del virus. Muchas personas pueden no presentar ningún sÃ-ntoma. Entre los sÃ-ntomas se incluyen: • Cansancio 14 • Disminución del apetito (anorexia) • Náuseas • Ictericia o coloración amarillenta de la piel • Dolor en la zona superior derecha del abdomen • Dolor o inflamación de las articulaciones Estos sÃ-ntomas habitualmente desaparecen en un lapso de 3 meses. Una proporción muy baja de las personas con hepatitis B aguda (0.1 a 0.5%) desarrollan una forma más grave de la enfermedad caracterizada por falla del hÃ-gado (hepatitis fulminante). • Hepatitis B crónica: La hepatitis B crónica frecuentemente es asintomática o sólo se manifiesta por sÃ-ntomas inespecÃ-ficos como cansancio o disminución del apetito. Ocasionalmente se presentan exacerbaciones de la actividad inflamatoria del hÃ-gado que pueden traducirse en exacerbaciones de los sÃ-ntomas. En la medida que la infección produce un daño mayor en el hÃ-gado, pueden manifestarse los sÃ-ntomas de la cirrosis hepática. Un 10 a 20% de los pacientes pueden tener manifestaciones extra−hepáticas de la enfermedad, más frecuentemente vasculitis y glomerulonefritis. DIAGNÓSTICO La infección por el virus de la hepatitis B habitualmente se diagnostica en una persona que tiene los sÃ-ntomas de una hepatitis aguda, o a través de la investigación de alteraciones de las pruebas hepáticas en un paciente sin sÃ-ntomas. En cualquier caso, el médico interrogará al paciente acerca de factores de riesgo para adquirir el virus y buscará en el examen fÃ-sico los signos que puedan orientar hacia la presencia de cirrosis hepática. Debido a que muchas enfermedades hepáticas pueden tener manifestaciones clÃ-nicas similares a la hepatitis B, habitualmente los exámenes de laboratorio son los que dan el diagnóstico definitivo. • Aminotransferasas: También conocidas como transaminasas, son exámenes que permiten estimar el grado de inflamación hepática. La ALT (alanino−transferasa o SGPT) y la AST (aspartato−transferasa o SGOT) pueden elevarse a valores sobre 1000 U/L en una hepatitis aguda y varÃ-an desde el rango normal (menos de 40 U/L) hasta algunos cientos en la hepatitis crónica. • Bilirrubina: La bilirrubina es un producto de degradación de la hemoglobina de los glóbulos rojos que es eliminada por el hÃ-gado. Su elevación indica una falla más importante de la capacidad excretora hepática y se manifiesta como ictericia. • Albúmina: Es la principal proteÃ-na del plasma y es producida en el hÃ-gado. Su disminución habitualmente indica un daño importante del hÃ-gado. • Tiempo de protrombina: La protrombina es una proteÃ-na producida por el hÃ-gado que sirve para la coagulación. Su medición se expresa como porcentaje del valor normal o como INR (international normalized ratio). El INR normal es 1. A medida que disminuye la producción de protrombina el INR aumenta. • Marcadores virales: El virus de la hepatitis B puede detectarse a través de una serie de exámenes que detectan directamente proteÃ-nas producidas por el virus (antÃ-genos) o la respuesta inmunológica producida por el organismo contra el virus (anticuerpos). El antÃ-geno de superficie de hepatitis B (HBsAg) está presente tanto en la infección aguda como crónica. Su permanencia por más de 6 meses define a la hepatitis B crónica. Los anticuerpos anti−core pueden ser de tipo IgG o IgM (IgM anti−HBc). La presencia de IgM anti−HBc generalmente indica una infección 15 aguda. La detección del antÃ-geno e (HBeAg) es un indicador de infección activa y de replicación viral. Su detección es importante durante el tratamiento, ya que su desaparición indica que la replicación viral ha sido controlada. En algunos pacientes puede haber variantes del virus que sufren una mutación (mutantes pre−core) y no producen HBeAg, a pesar de existir infección activa. • DNA viral: La detección y cuantificación del DNA (material genético) viral es una excelente forma de monitorizar el grado de replicación viral. Se usa frecuentemente para monitorizar la respuesta a terapia. • Biopsia hepática: La obtención de un trocito de hÃ-gado para análisis microscópico es una excelente manera de determinar el grado de daño existente en el hÃ-gado, importante para decidir la terapia. TRATAMIENTO a hepatitis B aguda no requiere tratamiento especÃ-fico, ya que el 95% de los adultos se recuperan espontáneamente. Es importante recordar que los contactos de la persona con hepatitis B aguda deben ser evaluados y eventualmente vacunados. La hepatitis B aguda es altamente contagiosa, por lo que deben tomarse las medidas para evitar su transmisión. Las personas que desarrollan hepatitis B crónica deben ser evaluadas por un médico con experiencia en el manejo de esta enfermedad (gastroenterólogo o hepatólogo). Las decisiones de tratamiento son individualizadas. El objetivo del tratamiento es mantener controlada la replicación del virus para evitar el daño progresivo del hÃ-gado. • Medidas generales: Los pacientes con hepatitis B crónica deben recibir la vacuna contra la hepatitis A si no son inmunes. Se recomienda evitar el consumo de alcohol y de medicamentos que no sean claramente necesarios. El sobrepeso y la obesidad pueden ser factores que contribuyan a dañar el hÃ-gado.n los pacientes con cirrosis habitualmente se recomienda una ecografÃ-a abdominal y medir niveles de alfafetoproteÃ-na cada 6 meses. • Tratamiento antiviral: Existen al menos 5 opciones de tratamiento para la hepatitis B crónica, incluyendo el interferón y los antivirales lamivudina, adefovir, entecavir y clevudina. La decisión sobre el momento de iniciar el tratamiento y sobre qué tipo de medicamento usar debe considerar todos los antecedentes clÃ-nicos y de laboratorio del paciente y habitualmente es una decisión compartida entre el médico y el paciente. ♦ Interferón: El interferón alfa es una sustancia normalmente producida por las células inmunes del organismo frente a infecciones, particularmente virales. Este medicamento se usa en inyecciones subcutáneas (bajo la piel). En los últimos años se ha aparecido una formulación llamada interferón pegilado o peginterferón que permite su administración una vez por semana. La duración del tratamiento es de entre 4 y 12 meses. Es un tratamiento que puede tener bastantes efectos adversos, pero tiene la ventaja de que cuando se logra una respuesta, ésta habitualmente es sostenida en el tiempo. No se debe usar cuando el paciente tiene una cirrosis descompensada. ♦ Lamivudina: Es un medicamento que se toma oralmente en dosis de 100 mg al dÃ-a. Este compuesto inhibe directamente al virus interfiriendo con los mecanismos de replicación viral. Es un medicamento muy bien tolerado, casi sin efectos adversos. El inconveniente mayor de este tratamiento es que requiere ser usado por perÃ-odos largos de tiempo y puede causar la aparición de virus resistentes (mutación de la región YMDD de la polimerasa), que se asocian a falta de respuesta al tratamiento. ♦ Adefovir: Funciona de manera similar a la lamivudina, inhibiendo la polimerasa viral. Es un medicamento más nuevo que la lamivudina. Es bien tolerado en general, sin embargo tiene el potencial de dañar la función renal, por lo que ésta vigilarse con exámenes periódicos. Se usa en dosis de 10 mg al dÃ-a. Su ventaja sobre la lamivudina es que la posibilidad de generar mutantes resistentes es mucho menor. 16 ♦ Entecavir: Un potente medicamento antiviral cuya principales ventajas son su potente actividad antiviral y bajo desarrollo de resistencia. Es bien tolerado. Debido a que se ha demostrado que tiene actividad contra el virus HIV, no debe usarse en personas co−infectadas con HIV si no están con terapia antiretroviral (ver co−infección hepatitis B−HIV). ♦ Clevudina: Es el más nuevo de los antivirales orales inhibidores de la polimerasa viral, sin embargo, su potencia antiviral no parece ser superior al adefovir y entecavir. ♦ Otros antivirales: Una serie de medicamentos nuevos está en fase bastante avanzada de desarrollo o aprobados para uso contra HIV, incluyendo emtricitabina, famciclovir, telbivudina, tenofovir y otros. • Trasplante hepático: Es una opción de tratamiento para algunos pacientes cuando se ha establecido una cirrosis descompensada. El trasplante hepático para personas con hepatitis B es más complejo que para otras indicaciones, ya que requiere tratamientos de alto costo para controlar la replicación del virus luego del trasplante. PREVENCIÓN El virus de la hepatitis B se transmite a través del contacto con sangre o fluidos corporales contaminados. Las vÃ-as de transmisión incluyen: • Relaciones sexuales: Probablemente la forma más frecuente de contagio en Chile. La transmisión puede ser través de relaciones tanto hetero como homosexuales. • Transfusiones de sangre: Actualmente es una forma de transmisión prácticamente inexistente debido a los exámenes practicados rutinariamente a la sangre que es empleada para transfusiones. • Transmisión perinatal: Consiste en la transmisión del virus de la hepatitis B de la madre al hijo, habitualmente cercano al momento del parto. Es una importante vÃ-a de contagio en paÃ-ses de alta prevalencia como China. • Drogas inyectables: El uso de jeringas y/o agujas contaminadas es una importante vÃ-a de contagio. • Tatuajes, perforaciones o piercing realizadas con material no desechable. • Contacto cercano: La infección puede producirse si sangre de una persona infectada entra en contacto con las membranas mucosas (ojos, boca, genitales) o con pequeñas heridas de otra persona. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se comparte una hoja de afeitar, un cepillo de dientes o un cortaúñas. • Procedimientos médicos: El virus de la hepatitis B puede transmitirse por instrumentos contaminados durante procedimientos médicos invasivos como cirugÃ-as si no se aplican las precauciones necesarias. 7. PATOLOGÃA Muchas ETS se transmiten a través de la membrana mucosa del pene, de la vulva, y (menos a menudo) de la boca. La membrana visible que cubre la cabeza del pene es una membrana mucosa. Las membranas mucosas se diferencian de la piel en que permiten que ciertos patógenos (los virus o las bacterias) entren en el organismo. Ésta es una razón por la que la probabilidad de transmitir muchas infecciones es bastante más alta debido a las relaciones sexuales que a otros medios más ocasionales de transmisión, tales como entrar en un contacto no sexual, compartiendo la cuchillerÃ-a, estrechando las manos, pero no es la única razón. Aunque existen membranas mucosas tanto en la boca como en los órganos genitales, muchas ETS parecen transmitirse más fácilmente a través de sexo oral que con besos profundos, muchas infecciones que se transmiten fácilmente de la boca a los órganos genitales o de los órganos genitales a la boca son mucho más difÃ-ciles de transmitir de una boca a otra. Con el VIH, los lÃ-quidos genitales suelen contener mucho más del patógeno que la saliva. Algunas infecciones etiquetadas como ETS se pueden transmitir por el contacto directo de la piel. El herpes y el VPH son dos muy buenos ejemplos. 17 Dependiendo de la ETS, una persona puede o no contagiar la infección si no hay sÃ-ntomas de la enfermedad presentes. Por ejemplo, para una persona es mucho más probable contagiar la infección del herpes cuando las ampollas están presentes que cuando están ausentes. Sin embargo, una persona puede transmitir el VIH (ETS) en cualquier momento, incluso si no ha desarrollado los sÃ-ntomas del SIDA. ebe considerarse que todos los comportamientos sexuales que implican el contacto con otra persona o con los lÃ-quidos corporales de otra persona pueden implicar un riesgo de transmisión de ETS. La mayor parte de la atención se ha centrado en controlar el VIH, que causa el SIDA, pero cada ETS presenta una situación diferente. Como puede ser observado en el nombre, las ETS son transmitidas a partir de una persona a otra por ciertas actividades sexuales, más que causadas realmente por esas actividades sexuales. Las bacterias, los hongos, los protozoos (protozoarios) o los virus siguen siendo los agentes causantes. No es posible contraer ninguna ETS a partir de una actividad sexual con una persona que no esté contagiada; inversamente, una persona que tiene una ITS lo consiguió del contacto (sexual o de otra manera) con alguien que lo tenÃ-a, o sus lÃ-quidos corporales. Aunque la probabilidad de transmitir varias enfermedades por varias actividades sexuales varÃ-a mucho, en general todas las actividades sexuales entre dos (o más) personas debe ser considerada una ruta de dos vÃ-as para la transmisión de ETS (es decir, el "dar" o el "recibir" son igualmente riesgosos). 8. PROTECCIÓN ANTE LAS ETS Para protegerse contra las enfermedades de transmisión sexual, lo mejor es tener una información completa acerca de sus causas, formas de contagio, tratamiento... Como esto ya lo hemos explicado antes, para completar no estarÃ-a de más recordar las siguientes recomendaciones: . Usar siempre correctamente el preservativo cuando haya penetración y mejor aún durante toda la relación. . Si no se dispone de preservativo, o simplemente no se desea llegar a la penetración, conviene practicar el sexo más seguro por medio de besos, caricias, masturbaciones... . Realizar una correcta higiene de los genitales. El lavado se hará de delante hacia la zona anal y nunca al revés, en el caso de las chicas. . No abusar de las duchas vaginales. . Cambiar de tampones por lo menos tres veces al dÃ-a. . Acudir al médico sin ningún miedo cuando aparezca algún sÃ-ntoma anormal en la piel o mucosas genitales. . Realizar revisiones ginecológicas de forma periódica. . N o automedicarse ni abusar de los antibióticos. 9. CONCLUSIÓN Las enfermedades de transmisión sexual son conocidas desde hace muchas épocas y aún siguen teniendo un gran Ã-ndice de afectados en todo el mundo, el cual va creciendo rápidamente. Su nombre viene de la principal forma de transmisión. En la actualidad, existen muchas campañas que se transmiten por los medios de comunicación informando sobre las ETS, y el método de prevención de ellas. Sin embargo, esto no quita el hecho de que hoy dÃ-a siga habiendo muchas personas que se contagien a través de diversos medios, constituyendo un importante problema de salud pública. HabrÃ-a que destacar que en los paÃ-ses tercermundistas, la falta de cultura, información y métodos anticonceptivos hacen que las ETS tengan un valor más elevado de afectados que 18 crece considerablemente. Aunque existe una cura para la mayorÃ-a de estas enfermedades, aún hay algunas como el SIDA que no se pueden tratar, llevando a la mortalidad. En lo que más nos debemos centrar es en los métodos de prevención, en especial en el intento de concienciar a los jóvenes para que usen métodos anticonceptivos y prevengan los riesgos que pueden conllevar las relaciones sexuales. Antes de terminar habrÃ-a que agradecer el trabajo realizado por los CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) ya que han ayudado a miles de personas tanto en la prevención como en la curación de este tipo de enfermedades y otras muchas, investigando, informando, y haciendo todo lo que esté en sus manos. 10. BIBLIOGRAFÃA Toda la información aquÃ- expuesta viene recopilada de las siguientes páginas webs: − www.youngwomenshealth.org − www.cdc.gov/ −www.nlm.nih.gov − www.wikipedia.es − www.monografias.com − www.msd.es − www.urologyhealth.org − http://images.google.es/ 2 19