DÍA DE LA FAMILIA: “EL DIÁLOGO, CAMINO DE LA UNIDAD Y RECONCILIACIÓN EN LA FAMILIA” Objetivo: Descubrir la necesidad del diálogo en la familia como medio para recuperar la confianza y afrontar las dificultades que viven nuestras familias. Se da inicio a la reunión con el saludo del animador: “Queridos hermanos y hermanas bienvenidos a la celebración del día de la familia, estamos reunidos en el nombre del Señor para convivir, compartir y reflexionar acerca del diálogo en familia”. Nos ponemos en la presencia del Señor En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén. Se entona: Formamos la gran familia VER - Se pide un voluntario para que haga la lectura del hecho de vida: Dos amigos se encuentran y dialogan acerca de sus familias, Javier dice: Estoy cansado que mis viejos me fastidien, ya nos los soporto en mi familia sólo hay gritos, y reclamos. Mi mamá se vive quejando todo el día que no hay dinero, que la lana ya no alcanza para nada, que todas las cosas han subido. Mi papá llega como una fiera y lo único que hace es renegar; mis hermanos, el mayor no se que hará pues llega demasiado tarde a la casa, y mis padres sólo lo gritan y el reacciona faltándoles al respeto, mi hermana últimamente está muy retraída y le dio por vestirse de una manera extraña y tiene una clase de amigos que francamente no me gusta. Marcos dice, ¡qué pena hermano! que tengas que vivir esa realidad tan difícil, en mi familia gracias a Dios, podemos dialogar pues siempre nos damos un tiempo para compartir y para estar juntos, porque algo que nos mantiene unidos es que participamos en la ermita, pues la vida de fe nos ayuda a superar las dificultades. Se hace la invitación al dialogo a través de las siguientes preguntas: ¿Cuál es la problemática que vive la familia de Javier? ¿Por qué no nos damos tiempo para estar en familia? ¿Qué es lo que ayudaba a la familia de Marcos a vivir unidos? JUZGAR Se invita a uno de los participantes para proclamar la Palabra de Dios en la Biblia: Colosenses 3, 12-15 Se deja un momento de silencio. A continuación se realiza un breve dialogo a través de las siguientes preguntas: ¿Qué nos dice el texto bíblico? ¿Cómo ha de ser nuestro trato con los demás? ¿Cómo nos tratamos en casa y con nuestros vecinos? ¿Qué es lo que nos hace permanecer unidos? La causa de muchos problemas en nuestra familia es la falta de diálogo, es algo que en el fondo lo sabemos pero ¿cómo dialogar?. Veamos algunas características del diálogo: a. La confianza. Tanto en el valor de la palabra propia cuanto en la actitud para aceptar la del otro. Implica despojarnos de nuestros prejuicios para poder acoger la opinión del otro aunque sea contraria a la nuestra. b. Mansedumbre. El diálogo no es orgulloso, no es hiriente, no es ofensivo. Pues se trata de buscar la verdad, por eso no es imposición. Es pacífico; evita los modos violentos. c. Claridad. Expone las cosas de una manera sencilla, evitando rodeos, pero evitando faltar a la caridad. d. Prudencia. Tiene en cuenta las condiciones Psicológicas y morales de quien escucha, se esfuerza por reconocer la sensibilidad del otro. Cuando se ha perdido o no se tiene la comunicación, el diálogo crea el puente necesario para la comprensión mutua, pero exige dar un paso más adelante para la reconciliación y este sólo se da perdonando: “El mundo de los seres humanos, puede hacerse cada “vez más humano”, solamente si en todas las relaciones recíprocas que plasman su rostro moral introducimos el momento del perdón, tan esencial al evangelio. El perdón atestigua que en el mundo está presente el amor más fuerte que el pecado”. (Juan Pablo II, sobre la misericordia Divina, 14). Dios es la fuente del perdón. Nadie puede perdonar de corazón si no se ha sentido perdonado por Dios. ACTUAR Hemos reflexionado en torno a la necesidad de dialogar en familia ahora llegó el momento de comprometernos. Te sugerimos algunos compromisos: Sacar un tiempo para estar en familia, para dialogar y compartir. Participar de la eucaristía juntos en familia. - Se deja un momento para que los asistentes expresen el compromiso. Luego todos juntos tomados de la mano rezan el Padre Nuestro y el Ave María. Se finaliza con un canto CELEBRACIÓN DE LA PALABRA: Preparar la celebración sentando a las personas por familias sin excluir a nadie (madres solteras con sus hijos, divorciados, gente no casada por la Iglesia, etc.) Hacer algunos signos durante la celebración: cantos que hablen de la familia, que pasen familias a leer las lecturas o a leer las peticiones, darse algún pequeño detalle, abrazarse para rezar el Padre Nuestro, pasar a comulgar en familia, cantar el himno a la familia como canto de acción de gracias. Al terminar la celebración organizar una pequeña convivencia. PROGRAMA DE LA REUNIÓN DE ZONA 8:00 a.m. Recepción 8:30 a.m. Ambientación y bienvenida 8:45 a.m. Oración de laudes 9:15 a.m. Capacitación para celebrar el día de la familia 10:30 a.m. Descanso 11:00 a.m. Tema: ¿Cómo se organiza la Iglesia? 11:40 a.m. Reunión por ministerios y pastorales. Elección de coordinadores de zona por ministerios. 12:00 p.m. Avisos y despedida: Jueves eucarístico: seguir fomentándolos 27 de febrero: reunión de koinonía en Cupilco 09 de marzo: miércoles de ceniza