El turismo responsable y solidario, Maurizio Davolio

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En primer lugar quiero agradecer a los queridos amigos
de la cooperativa Caribana por haberme invitado, con los
cuales tenemos una larga trayectoria de cooperación,
sobre todo a través de CISV, una importante ONG de
Turín, y estoy convencido que este trabajo conjunto
podrá ampliarse en el transcurso del tiempo.
Han pasado 14 años, cuando en un no muy lejano
1998 AITR fue creada como resultado de un
proceso de estudio y reflexión llevado a cabo por
un grupo de promotores del ámbito turístico.
Durante los años 1995 y el 1998 se realizaron reuniones y
seminarios entre los representantes de
varias
organizaciones que se pusieron a analizar ampliamente los
problemas en el ámbito del Turismo; sus aspectos más
álgidos, llamémoslos
“patologías”,
a continuación
menciono los más sobresalientes: la falta de desarrollo
económico de los nuevos destinos turísticos en América
Latina y en otros continentes, donde más bien
las
inversiones se presentaban atractivas; es decir como una
ventaja positiva para las personas que viven en las zonas
interesadas; los desastres ambientales a causa de estas
inversiones, el impacto negativo en la población en general,
la creación de graves problemas en la población como la
prostitución incluida la infantil, el aumento del consumo de
droga, la superficialidad con la que viene tratada la cultura
de un pueblo.
En verdad se veía todo muy claro: que el turismo pocas
veces mantiene sus promesas y deja más bien
desilusión, una infinita desigualdad y otros males en
las zonas interesadas.
Sin embargo, parecía que el turismo, podía, si era correctamente
implementado, dar una respuesta positiva a las necesidades y a las
expectativas de la población local: podía y puede transformarse en
un instrumento de lucha contra la pobreza, una oportunidad de
desarrollo en grado de ofrecer fuentes de trabajo adicionales a
las ya existentes, una oportunidad para crecer aprendiendo
recíprocamente entre los habitantes de orígenes y culturas
diferentes, con capacidad de superar prejuicios que se originan en
la mala información y poco conocimiento; en efecto el turismo
puede ser una herramienta de construcción de paz.
Desde el primer momento, todo esto requiere una masiva participación
de las personas interesadas que deben tener la capacidad de ejercer sus
derechos de soberanía para tomar decisiones importantes como el
destino de su región; para llevar a cabo un acto de democracia
participativa, de constante análisis y evaluación, de crecimiento conjunto
de nuevas oportunidades empresariales y profesionales, tomando en
cuenta con equidad de derechos a todos los habitantes del lugar: niños,
jóvenes, y familias en general.
En los años anteriores, había
poca información sobre el tema
ético del turismo; quienes se
ocupaban de este tema eran
algunos
antropólogos,
economistas
alternativos,
periodistas, algunos grupos
religiosos católicos o cristianos
que denunciaron los daños
causados del turismo.
En el año 1998 AITR fue creada por once socios fundadores, la mayoría
relacionada a ONGs, organizadores de viajes y asociaciones dedicadas a
la conservación del medio ambiente. Y desde el principio AITR tuvo
características especiales que la distinguían de aquellos ya existentes
incluso en otros países o de aquellas que estaban aun formándose.
En primer lugar, se distingue sobre todo por la composición heterogénea
de sus asociados, en otros países existen organizaciones solamente de
operadores turísticos (como ATES y ATR en Francia, Anders Reisen en
Alemania), existen también organizaciones dedicadas a la investigación,
denuncia y participación activista como Tourism Concern, Tourism with
insight, ICTR; y también organismos de cooperación solo en el medio
ambiente. AITR por el contrario reúne contemporáneamente a
organizadores de viajes, asociaciones culturales, organizaciones para la
defensa del medio ambiente y editoras. Con el transcurso del tiempo
toda esta diversidad se acentuara aun con más fuerza.
En segundo lugar AITR busca el dialogo con la industria del
turismo convencional, es decir, no se queda centrada en sí misma,
no considera al turismo tradicional como un caso sin esperanza,
más bien trata de involucrarlo orientándolo y guiándolo a
adoptar mejores políticas de acción.
En tercer lugar, AITR se encarga desde el principio que los
valores del turismo responsable y su implementación sean
aplicables no solamente en el contexto Latinoamericano sino
también en países europeos con una larga
y consolidada
tradición turística, en especial en Italia. Es por esto que
considera que estos valores sean universales y aplicables en
cualquier país y en cualquier contexto.
Como decía se perfila una plataforma de cooperación y colaboración
entre sus asociados, cada uno con características específicas en
dimensión, tipo de actividad, lineamiento filosófico y religioso; pero
todos con un objetivo común: contribuir al mejoramiento del estándar
ético turístico en todos sus ámbitos. Cada uno de los asociados da su
contribución para lograr los objetivos trazados de acuerdo a las
características inherentes.
En AITR se da espacio obviamente a la reflexión sobre las características que
debe tener un viaje para ser considerado responsable y sostenible. El cual
comprende una preparación adecuada de todos los participantes según el tipo
de viaje, como el número reducido de los turistas, la lentitud o parsimonia del
mismo en relación a su complejidad , el alojamiento en las casas de los
habitantes del lugar como una forma de aumentar los ingresos económicos en la
zona seleccionada ,una oportunidad de relacionarse con los otros en modo
reciproco y autentico, usando los medios de transporte públicos y locales o
aquellos que tengan bajo impacto ambiental, el rol del facilitador intercultural,
como evolución personal del clásico guía de turismo o acompañante, la “cuota”
solidaria, visitando los proyectos en estas zonas llevadas a cabo por las ONGS,
etc.
Al mismo tiempo se reflexiona sobre como este “accionar” pueda ser aplicado
como una oferta nueva y gradual en la industria turística convencional, no
solamente a en el contexto italiano o en cualquier otro país con una economía
turística consolidada.
Al principio no se había decidido como se
llamaría esta asociación, se había pensado
en
varias
definiciones:
sostenible,
denominado en este modo el primer
documento de AITR, ético, consciente,
solidario, al final se escogió responsable
que hasta aquel momento era un término
poco utilizado.
No se decidió inmediatamente la acepción
exacta de “turismo responsable” la cual fue
elaborada y aprobada en 2005 en Cervia,
cuando se vio la necesidad de explicar un
concepto que no podía permanecer por
mucho tiempo dudoso, poco claro
o
indefinido.
Las características especiales de cada uno de los asociados
ha favorecido desde el principio la formación de una
compleja red de organización y actividad dentro de la
organización. Se han creado equipos de trabajo y comisiones,
también se asignaron tareas individuales de: los
organizadores y/o promotores de viajes a Latinoamérica y
otros continentes, asociaciones dedicadas al recibimiento y al
hospedaje en Italia, la coordinación de las ONGs, la
formación, los acuerdos con las universidades, las campañas
de promoción, etc. Se hicieron también los primeros
contactos en el exterior, es decir con las organizaciones que
tenían las mismas líneas de acción de AITR.
En un primer momento podían participar solamente ONGs y
asociaciones sin fines de lucro, según
los estatutos
originales, pero luego de una larga y compleja discusión se
llego a modificar dicho estatuto y se aceptaron empresas
privadas que antes no podían participar. Y para ser aceptados
se toma en cuenta no solamente la naturaleza jurídica de
estas sino la calidad de las personas, sus líneas de acción así
como sus actividades.
Durante estos años AITR se ha desarrollado en varios ámbitos.
El grupo de organizadores de viajes inspirándose en los
fundamentos y principios del turismo responsable y ético se
puso como objetivo: participar en ferias sostenibles las cuales
toman en cuenta el consumo critico (responsable y consciente)
como por ejemplo FAI LA COSA GIUSTA o HAZ LA COSA
JUSTA en Milán, Tierra Futura en Florencia incluso en
grandes ferias de turismo como la BIT en Milán y la TTG en
Rímini.
El grupo de cooperativas y otras organizaciones pequeñas que se
ocupan de recibimiento y alojamiento en Italia organizó
estrategias de apoyo con los asociados que tenían la licencia
de operador de turismo o agencia de viajes y se publicó una guía
para los viajeros independientes denominada, “Turistas ecológicos
de los Apeninos a Sicilia” edición Terre di mezzo.
En el ámbito educativo universitario se lograron acuerdos en el
área didáctica, el área laboral de trabajo-formación, en el campo
de la investigación, todo esto con el objetivo de contribuir a la
profesionalización de los futuros empresarios y trabajadores del
turismo. En el campo de la industria turística, el dialogo ha sido
siempre fluctuante, ya que depende mucho de la sensibilidad
personal de los representantes de los diferentes entes incluso de
ciertas situaciones de coyuntura, como es obvio en momentos de
crisis: como el atentado del 11 de septiembre, el tsunami, la crisis
económica del 2008, etc.; los operadores de turismo tienen
prioridades diferentes respecto al turismo responsable.
Es más se considera indispensable utilizar otras estrategias en este
campo para tomar decisiones, no solamente en ámbito ético sino de
oportunidad y sostenibilidad sobre el tema de preservación del medio
ambiente.
Para dar énfasis al aspecto educativo de estos viajes se ha publicado un
manual titulado “No existen malos turistas sino turistas mal
informados”, realizado con la compañía de seguros Mundial. Esta guía
contiene una lista de indicaciones y sugerencias para que el
comportamiento del turista sea más comprometido y consciente. (Lo
tengo conmigo en este momento).
Las ONGs, siempre en estrecha coordinación, presentaron proyectos en
el campo de la línea proyectual ST-EP de la Organización Mundial del
Turismo, para eliminar la pobreza. En África y Latinoamérica este
proyecto produjo experiencias enriquecedoras y a través del proyecto
TRES, bajo la guía del CISV se logró incrementar el campo de
ayuda a nivel europeo para definir las líneas de acción en el
turismo responsable y su rol en la industria turística.
Por otro lado AITR ha promovido la creación de una red europea
denominada EARTH aisbl (alianza europea para el turismo y hospedaje
responsable), fundada el 2008 en el que participaron varios países
europeos y gracias a la cual se obtuvo el financiamiento para otro
proyecto llamado también EARTH. Dicho proyecto permitió un intercambio
de experiencias, y profundización; además una mejor coordinación entre
los asociados para organizar importantes eventos públicos.
En AITR también se han desarrollado nuevos intereses en temas
importantes como: asuntos de género, teniendo en cuenta la numerosa
presencia femenina en el turismo responsable, ya sean: turistas,
estudiantes y operadoras del sector; una señal de mayor atención del
sector femenino en temas éticos. En el ámbito del turismo escolar, que
reúne aspectos no solamente turísticos sino didáctico-educativos; en el
campo de accesibilidad y cuidado de las personas con discapacidad o
necesidades especiales, considerados más como miembros de la comunidad
local mas que viajeros con necesidades especiales o inhábiles. En el campo
del turismo social con los cuales se comparten aspectos de naturaleza
cultural y “política”. Sin embargo hay marcadas diferencias en los
objetivos y las experiencias adquiridas, ya que el turismo social se orienta
principalmente, sintetizando, a ampliar las oportunidades de viaje y
vacaciones a los grupos menos pudientes.
En el transcurso de nuestro trabajo se han encontrado
muchos conflictos desde el principio, problemas que aún
persisten.
Un problema sobresaliente es el de imagen y percepción
sobre el concepto de turismo responsable: es decir que el
viaje responsable es agotador, incomodo, y además con
características de pobreza. Ha sido siempre bastante
difícil eliminar o atenuar esta imagen negativa y más
bien demostrar que es simplemente un modo diferente
de viajar, mejor organizado más completo en el aspecto
cognoscitivo, más pausado y lento en su realización,
comprometido en el respeto de los lugares y personas,
más alegre y vivido, más placentero, enfatizando la
amistad, la socialización y compartiendo momentos de
fraternidad. Estos son viajes de los cuales se retorna
satisfecho. Es cierto que no son viajes lujosos, se evitan
los gastos innecesarios y se evitan las ostentaciones de
riqueza, pero todo esto no quiere decir que son viajes
pobres, son viajes en los cuales la riqueza tiene una
connotación diferente de aquella conocida, es una riqueza
que se basa en las relaciones humanas.
Otra problemática permanente en AITR y entre sus asociados es el
respeto de las normativas, se ha enfatizado constantemente que los
principios y normas éticas deben sumarse a las ya existentes no deben
sustituirlas, llámense estas reglas administrativas, fiscales, laborales,
de seguridad social, etc. Cuando se organizan estos viajes se debe tener
el respectivo permiso de operador de turismo o de la agencia, el
hospedaje o alojamiento lo realiza solo quien ha sido autorizado, y la
guía o acompañante debe tener un permiso idóneo según las normas; en
especial en Latinoamérica y en otros continentes donde la economía
informal es bastante difusa, aunque sabemos que no es la única. Por esta
razón es importante el respeto de todas estas normas cuando se
organizan viajes en los cuales el hospedaje viene realizado en las
familias locales, se requiere un facilitador cultural, y/o los servicios de
asociaciones locales.
Hoy AITR se encuentra con algunas problemáticas, en primer lugar está la cuestión
conceptual. Es evidente que en la literatura y los documentos de las instituciones
internacionales el término turismo responsable ha adoptado significados diferentes
de aquellos que se encuentran en la definición adoptada y utilizada por AITR y sus
miembros en general. Estos nuevos significados se parecen los de CSR
(Responsabilidad Social Corporativa) , van consolidándose y entraran en
vigencia, como consecuencia se modificará el orden terminológico en AITR, que
podrá mantener su identidad o nombre propio pero deberá precisar que los viajes
organizados de los operadores de turismo adherentes son viajes enmarcados
dentro de los parámetros del turismo responsable y solidario, porque conllevan la
aplicación de reglas que van más allá del simple concepto de turismo responsable
el cual incluye: reuniones de preparación, grupos pequeños, hospedaje y/o
alojamiento en casas de miembros de la comunidad local, reuniones con la
población, visitas a los proyectos, transparencia en los precios, cuota de
solidaridad,, etc. y sobre todo el reconocimiento de la soberanía de la población
local para decidir el destino turístico de su territorio.
Queda aún pendiente el problema de la
certificación. AITR ha delineado un trayecto
propio para alcanzar la definición de un sistema
de certificación de viajes responsables,
diferenciándose de otras organizaciones que
han escogido la certificación de las empresas.
Este proceso de certificación debía resultar en
la inscripción en un Registro específico, pero
no fue puesto en práctica. En este momento en
AITR está orientada a seguir un sistema
alemán denominado Tour Cert, administrado
por una ONG alemana de Stuttgart llamada
KATE.
En segundo lugar, en el tema de la
comunicación se observa la urgente necesidad
de salir del refugio seguro, de empezar una
nueva experiencia a cielo abierto, para
competir con los protagonistas de la industria
turística y con las instituciones públicas, para
lanzar mensajes a realidades y en ambientes
en el que no se conoce el turismo responsable
mucho menos AITR. Si bien, es cierto, esta
decisión es muy delicada porque se necesita
unir el mensaje integral recurriendo a formatos
de los medios de comunicación que responden
a objetivos diferentes y quizás ajenos a esta
nueva realidad. Pero no se puede predicar
dentro la propia comunidad, ya que no necesita
ser convencida, el predicador debe salir de su
tierra para dirigirse a las personas que desea
convertir.
Darse a conocer cuenta mucho en la comunicación dirigida a los turistas, como
también en la industria turística, que está perfectamente dándose cuenta de los
cambios en la política de la Comisión Europea y sus miembros que ven la
necesidad de desarrollar un turismo según principios y normas que enfaticen y
promuevan la sostenibilidad ambiental y la responsabilidad impuestas a los
empresarios (incluidos los gobiernos locales), una reflexión en la planificación y
programación que debe ser sobre todo objetiva y real, no solamente de fachada o
por razones de oportunismo rayan en el greenwashing. Todo esto implica por un
lado que AITR promueva un intercambio de ideas honesto y crítico, de valoración,
apoyo y colaboración en algunos casos, incluso de denuncia abierta en otros
casos. Parece muy evidente sin embargo, que si la industria turística convencional,
implementara verdaderas prácticas sostenibles y de responsabilidad, esto producirá
grandes resultados en términos cuantitativos, en virtud de las dimensiones de las
inversiones, de la fuerza de trabajo empleada y de las numerosas
actividades económicas derivadas que es capaz de generar
en los servicios subsidiarios y la adquisición de productos locales.
En tercer lugar, AITR deberá reforzar la plataforma de sus colaboradores e identificar
aquellos con los cuales comparte, al menos parcialmente, valores y objetivos. En
Italia existen organizaciones que contribuyen desde hace tiempo a la certificación y
valoración correcta de los productos italianos en los aspectos de valor y autenticidad.
Por ejemplo Slow Food y varios otros organismos de los gobiernos municipales
comprometidos en mejorar la calidad de vida de los residentes y el recibimiento y
hospedaje de los viajeros. Los acuerdos mancomunados se realizan con
organizaciones símilares, tratando de evitar de enfatizar las diferencias y
valorizando los aspectos comunes para obtener resultados tangibles.
En este 2012 se ha adoptado por primera vez el balance social, como acto de
evaluación participativa y transparente, que viene ya aplicado en varios ámbitos.
Ahora el sitio web está cambiando su formato de presentación, con el objetivo de dar
un espacio participativo a las entidades de alojamiento y hospedaje de parte de las
comunidades locales, un servicio de información para los viajeros independientes.
La cooperativa Caribana tiene la oportunidad de incluir en el sitio su propia página,
ofrecer sus servicios y propuestas de estadía en el área dedicada a los viajeros y
turistas independientes.
En el campo editorial se perfilan nuevas
oportunidades, gracias al rol activo y
propositivo del Editor Touring y de Lonely
Planet EDT, los cuales se han adjuntado
como socios a Terredimezzo. La publicación
del Manual “Que es el turismo responsable y
como se realiza’ es una muestra de los
resultados de alta calidad , así como la
mención de los productos de los socios de
AITR en la Guias Routard y Lonely Planet. El
libro “Yo eco-viajo” dirigido a los niños, ha
sido supervisado por el WWF.
AITR también lleva a cabo un rol de seguimiento de sus miembros asociados en
sus proyectos participando como socio de coparticipación.
Les nombro el proyecto multycountry de ACRA realizado en tres países:
Tanzania (Zanzíbar), Burkina Faso y Ecuador.
Se trata de un proyecto amplio y complejo por las grandes diferencias en estos
tres países y las diferentes oportunidades que tienen en el turismo.
El proyecto tiene como objetivo crear acciones eficaces de lucha contra la
pobreza a través del turismo (Pro Poor Tourism), dando oportunidades de trabajo
digno, aumentando el rédito de los trabajadores en el marco de la sostenibilidad
medioambiental.
Se están logrando resultados importantes en el aumento de la capacidad de
hospedaje, de los servicios gastronómicos, impulsando la artesanía local, respetando
el medio ambiente , el patrimonio cultural y los lugares arqueológicos, proponiendo
formas de uso no agresivo o destructivo sino respetuoso del entorno natural
(trekking, cicloturismo, mountain climbing) creando nuevos perfiles profesionales
como guías turísticas, y tomando en cuenta la participación de las autoridades
locales y sobre todo de las pequeñas empresas turísticas existentes en la zona.
Todo esto es un proyecto respetuoso, cuidadoso de los problemas de comunicación,
de la promoción y del apoyo en la comercialización, consciente que no es suficiente
crear un producto turístico bonito o atractivo sino rentable. Muchos proyectos de
ayuda en el sector del turismo han fracasado porque ha faltado el conocimiento
adecuado para manejar y proyectar el aspecto comercial. En sustancia, el proyecto
de ACRA se enfoca a sensibilizar y activar las comunidades locales.
AITR trabaja mancomunadamente
con ACRA y otras 13 ONGs
poniendo en acto sus socios que
organizan
los
viajes,
las
editoriales, el sitio web y todas
las herramientas
de comunicación
disponibles.
"RESPETO.
NUNCA
VIAJAR SIN
ESO."
Con todo lo expuesto concluyo mi discurso
agradeciendo a todos por la atención
dispensada.
Gracias.
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