Red Ambiental Indígena Presentado por Tom Goldtooth, Presidente, Indigenous Environmental Network (Red Ambiental Indígena) CONFERENCIA DE PRENSA Viernes, 10 de diciembre de 2004 UNFCCC COP 10 Salón Algarrobo, Centro de Conferencias La Rural Para muchos pueblos indígenas – en el Norte y en el Sur – el comercio de carbono es una nueva forma de colonialismo. Yo vengo del Norte, de un país industrializado y el principal contribuyente de gases de efecto de invernadero: los Estados Unidos. Como activista indígena luchando por los derechos de nuestros pueblos indígenas en América del Norte, mi gente ha sido testigo de primera mano de casi 300 años de imperialismo y de demasiadas promesas no cumplidas por parte de gobiernos coloniales para poder confiar en soluciones basadas en el mercado. Para nuestros pueblos indígenas, las soluciones basadas en el mercado no han sido provechosas. Las reducciones en emisiones establecidas por el Protocolo de Kyoto para los países industrializados fueron sólo 5,2% por debajo de los niveles de 1990. La mayoría de los científicos concuerda que esta cifra es totalmente inadecuada para tratar el calentamiento global. Y aún estas metas inadecuadas son evadidas a través de planes tales como el de comercio de carbono, incluyendo el establecimiento de sumideros de carbono tales como las plantaciones de monocultivos de árboles — principalmente en el Sur del Globo. Estos planes son aprovechados por las mismas entidades empresariales que están devastando la Tierra. Mientras tanto continúa la destrucción de los verdaderos reservorios de carbono, tales como los bosques nativos, conduciendo a mayores emisiones de gases de efecto invernadero. Las comunidades afectadas en forma desproporcionada por el cambio climático y las “soluciones” cuestionables que son presentadas por los mecanismos de comercio de carbono, incluyen los pequeños Estados insulares, donde su propia supervivencia está amenazada, los pueblos indígenas, los pobres y los marginados, especialmente las mujeres, los niños y los ancianos alrededor del mundo. Nos debe preocupar el peligro inmediato para la continuidad de la forma de vida de los Pueblos Indígenas en las regiones árticas, quienes ven derretirse su mundo ante sus propios ojos. La negativa por parte de los gobiernos y de las entidades financieras internacionales, tales como el Banco Mundial, de obligar a las empresas a eliminar progresivamente la utilización de combustibles fósiles está causando cada vez más conflictos armados alrededor del mundo, incrementando las injusticias sociales y ambientales y las violaciones de los Derechos Humanos. Llamo la atención a los impactos del Fondo Prototipo de Carbono del Banco Mundial (Prototype Carbon Fund - PCF) en los Derechos Humanos. El PCF es un instrumento para comercializar la atmósfera, promover la privatización y concentrar recursos en las manos de unos pocos, quitándole a muchos el derecho de vivir dignamente. El PCF NO es un mecanismo para mitigar el cambio climático. Legitima un mercado por un “bien” indefinible que de hecho no puede describir en forma confiable, tampoco cuantificar o verificar. No es el “carbono” que se está comercializando, ni tampoco la contaminación, sino la vida de personas y certificados de papel que se dicen ser créditos de carbono. La cultura de compensar el carbono y el mercado de emisiones involucra preocupaciones sobre la violación de derechos humanos, particularmente los de nuestras comunidades indígenas en el hemisferio sur de las Américas. De la misma manera que los movimientos populares se están levantando en todas partes del mundo en contra de la privatización del agua y de la biodiversidad, la sociedad civil y las Comunidades Indígenas deben levantarse en contra de la privatización del aire que se está promocionando a través del establecimiento de un enorme “mercado de carbono”. Los líderes de gobiernos no han analizado abiertamente ni adecuadamente el tema de los derechos de propiedad para la atmósfera ni tampoco si los contaminadores con combustibles fósiles tienen el derecho de verter millones de toneladas de dióxido de carbono en el espacio aéreo común. Si queremos evitar un crisis climático, es inevitable realizar reducciones drásticas en las inversiones y en el uso de combustibles fósiles, además de proteger lo que queda de los bosques nativos. El actual enfoque erróneo de las negociaciones internacionales debe ser afrontado con la activa participación de un movimiento global de los pueblos del Norte y del Sur para devolverles el custodio del clima. Las políticas climáticas ya no pueden limitarse al Protocolo de Kyoto. Debemos preguntarnos ¿qué viene después y cómo puede superarse el protocolo de forma a evitar sus compromisos con la mercantilización y el abuso científico? Muchas Gracias. Pidamaya yedo! Indigenous Environmental Network P.O. Box 485 Bemidji, MN 56619 USA Celular Bs. As.: 5413-6252 Tel: + 1 218 751 467 E-mail: ien@igc.org Web: www.ienearth.org