LA LENGUA Y EL PODER “La potencia del pensamiento está en función del dominio del instrumento que el que habla o escribe posee: variedad, complejidad, flexibilidad. La pobreza del lenguaje no es un valor, ni moral, ni ideológico, ni político, ni de clase social. Ninguna reivindicación social incluirá jamás el empobrecimiento del lenguaje para nadie. Expresarse con dominio del habla y la escritura propias, estar en condiciones de nombrar el mundo en que se vive, el pequeño y el grande, son una dimensión de la libertad individual. La palabra, el conocimiento, el poder y la riqueza mantienen vínculos estrechos. Las relaciones no son lineales, pero todos estos aspectos entran en la ecuación, es decir, que no es seguro que el poder y la riqueza den competencia lingüística…Pero adquirir conocimiento es, también, apropiarse del uso de la palabra. El poder y la libertad, en sentido de dominio del mundo en que se vive, requieren un manejo hábil del modesto material propiedad común a todos que es la palabra…. Entre las libertades a conquistar debería siempre ubicarse la igualdad de oportunidades lingüísticas. La libertad de expresión no vale nada si el ciudadano no tiene un dominio de la lengua que le permita decir lo que piensa y siente de modo inteligible y bien organizado. La igualdad de oportunidades económicas, donde exista, cuando exista, siempre estará obstaculizada por la desigualdad de oportunidades en el dominio del idioma. La riqueza en el manejo del idioma nada tiene que ver con la finura del hablante sino con el poder, las oportunidades que el ciudadano tiene para ejercerlo, para describir el mundo, para interrogarlo. Aún el silencio tiene distinto valor: el silencio del que calla teniendo una respuesta , o una pregunta, no es el mismo silencio del que calla porque no entiende qué pasa ni sabe cómo hay que interrogar para informarse. La libertad individual depende mucho de la competencia (y la incompetencia) lingüística. Vivir en un mundo que uno no es capaz de nombrar es estar condenado a la esclavitud ante las cosas, las noticias, y, sobre todo, ante hablantes de un idioma desarrollado... No hay democracia mientras unos saben expresar lo que piensan y otros no, mientras unos comprenden y otros no…La libertad de expresión supone la capacidad de hacerlo de modo eficaz, y ha sido siempre atributo de la clase social privilegiada, gente que tuvo posibilidades de desarrollar el idioma. Antes no se cuestionaba el lenguaje de los poderosos. Uno podía someterse, envidiar, o intentar apropiarse de la herramienta para acceder al poder, o disputarlo. Las cosas parecen haber cambiado, y no sólo en Uruguay. La indiferencia, el rechazo y hasta la hostilidad por el lenguaje complejo, matizado, flexible, se presentan a veces como forma de luchar contra el poder. De prosperar esta “escuela” es seguro que se estaría condenando a los más débiles a nunca compartir el poder”. Liscano, C. “Lengua curiosa”, Ediciones del Caballo Perdido, Montevideo, 2003 ORALIDAD, LECTURA Y ESCRITURA: APROXIMACIÓN A LOS CONCEPTOS Si nos centramos en el Área del Conocimiento de Lengua es fundamental tener presente que el proceso por el cual un niño domina la Lengua es muy complejo e intervienen en él multiplicidad de factores. Este proceso de adquisición implica el hacer suyo un sistema simbólico que su grupo cultural ha construido a lo largo de la historia. A través de la oralidad el individuo se expresa, comprende ideas, transmite pensamientos, sentimientos, emociones y conocimientos. Cuando el niño ingresa a la Institución Escuela trae consigo el lenguaje que utiliza con su familia y sus pares en su vida cotidiana. Es justamente esta institución la que cumple el rol fundamental en el desarrollo de la Lengua, tendiendo al uso de la lengua estándar, incorporación que permitirá paulatinamente a los niños acceder a registros formales de la oralidad. La lectura por su parte es un proceso de construcción de sentido, producto de un acuerdo entre el lector, el texto y el autor, que pone en juego los conocimientos lingüísticos del lector con las pistas del propio texto y el mundo de quien escribe. Este proceso, es de naturaleza cognitiva, cultural y social. Leer requiere por parte del lector conocimientos previos, leer es comprender, para lo cual es necesario desarrollar procesos cognitivos que implican: anticipar lo que dirá lo escrito, aportar conocimientos previos, hacer hipótesis y verificar, elaborar inferencias para comprender lo que sólo se sugiere, construir significados, etc. A través de elementos icónicos, cromáticos y gráficos se intentará que anticipen aquello que significa un texto. La escritura es una actividad cultural compleja que nos permite producir sentido en base a signos lingüísticos gráficos, lo cual no debe reducirse a la motricidad . A la lengua escrita se la vinculaba con respuestas de orden psicológico-motriz, pero hoy sabemos que lo medular de la escritura es la construcción de sentido. El conocimiento de la lengua escrita implica por parte del niño un proceso en el cual va planteándose interrogantes, para las cuales construye respuestas cada vez más próximas a la realidad Caamaño, C 2006 “Los modos de leer: su conexión con los sistemas de escritura y con las necesidades del poder” Revista de la Educación del Pueblo 101, Montevideo: 9-13 Cassany, D. 2006 “Tras las líneas” Ed. Anagrama, Barcelona Garibaldi, L. Salvo, M. Villa, A. 2001 “Guía del maestro” Polo, Montevideo Martínez, M. C 2004 “Discurso y Aprendizaje” Cátedra UNESCO para la Lectura y la Escritura en América Latina. Artes Gráficas de la Facultad de Humanidades. Universidad del Valle. Disponible en: http://www.unescolectura.univalle.edu.co/pdf/dISCURSO_Y_APRENDIZAJE.pdf Martínez, M. C.1999 “Hacia un modelo de lectura y escritura: Una perspectiva discursiva e interactiva de la significación” Revista Signos, Nº 45 – 46, Volumen 32. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S071809341999000100013&script=sci_arttext ENFOQUE PSICOANALÍTICO: LA PALABRA EN EL NIÑO Desde un enfoque psicoanalítico diremos que cuerpo y lenguaje tienen la misma base, van juntos, donde las palabras nos anteceden, afirmando así que desde antes de llegar al mundo estamos en el lenguaje. Cuerpo y psiquismo están juntos en el lenguaje. El niño es el producto del lenguaje de los padres y su cuerpo está marcado por el lenguaje, sea por el susurro o por el grito. Las palabras nos eligen a nosotros. Para conocer a un niño hay que escucharlo y para esto hay que darle participación a sus padres, ¿cómo?, básicamente escuchándolos. Es así que desde el inicio el Sujeto está fundado en el lenguaje. Nosotros somos discurso, estamos en la lalengua, y es allí donde está el significante, el cuerpo está en el significante. Lacan plantea que el lenguaje es estructurante, es sexualidad, la cual no está alojada en el cuerpo sino que hace al cuerpo. Desde que nuestros padres nos ponen un nombre, “nos llaman”, somos designados, pero la construcción corre por nuestra cuenta, está en el centro de la cultura, en el lenguaje. Es un imposible gobernar y educar, básicamente porque es imposible que uno haga que el otro haga algo, es el aprendiz el que tiene que moverse. Pero junto a esto también es real que todos pueden aprender, porque todos estamos en el conocimiento, la clave reside en saber escuchar al otro y darle la palabra. El camino del aprendizaje es un camino hacia lo nuevo y se da cuando hay un problema a resolver, aunque sea decir “no sé”. El SER no está referido al saber, está referido al que tiene la palabra y acá comienza a tallar la cultura. El que habla tiene vida, piensa, dice cosas, siente y por lo tanto… aprende. Los niños y las niñas primero aprenden a hablar y en segundo lugar a leer y escribir. El que puede leer queda por fuera de la letra, pero está involucrado en la letra, es empujado a la letra, queda concernido en el problema, le interesa la letra y tiene que hacer algo con eso. La naturaleza del ser humano está en el habla; si hay habla hay deseo. Pero siempre teniendo en cuenta que en la enseñanza voy a saber qué pasó en el otro con ese momento, luego. Nada garantiza los aprendizajes, en algún momento el efecto saldrá a la vista, pero no es “yo enseño y el otro aprende”. La lectura y la escritura es la entrada a la cultura por sí misma. El sujeto está hecho de palabras, está inmerso en lalengua y el parentesco no tiene que ver con la herencia biológica, el parentesco está en lalengua, dándose todo en lo social. Cada uno arma su propia lengua. Serio, B. 2008 Material bibliográfico del “Seminario: La palabra en el Niño” Facultad de Psicología, Montevideo