WORLD RAINFOREST MOVEMENT MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES TROPICALES Secretariado Internacional Ricardo Carrere (Coordinador) Maldonado 1858; CP 11200 Montevideo - Uruguay Tel: +598 2 413 2989 Fax: +598 2 418 0762 E-mail: wrm@wrm.org.uy Sitio web: http://www.wrm.org.uy Boletín 65 del WRM Diciembre 2002 (edición en castellano) En este número: * NUESTRA OPINION - ¿A quién creen que engañan? 2 * LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS AMERICA DEL SUR - Brasil: carta de la sociedad civil al Fondo Prototipo de Carbono sobre las plantaciones de eucaliptos de Plantar S.A. - Colombia: política antisindical en plantaciones de palma aceitera - Guyana: Conservación Internacional acusada de "grave falta de respeto" hacia los pueblos indígenas - Perú: el complejo tema de la tala ilegal en la mira del gobierno AMERICA CENTRAL - Costa Rica: "muerte lenta" de monocultivos a gran escala de eucaliptos - Honduras: los madereros ofrecen balas AMERICA DEL NORTE - México: denuncian que Conservación Internacional pide represión contra Zapatistas y campesinos AFRICA - Ghana: los "promisorios" planes de reforestación terminan en desempleo - Kenia: los Sengwer, una cultura tradicional a punto de extinguirse - ¿Cuál es el futuro de la certificación del FSC en Sudáfrica? - Tanzania: la conservación debe hacerse con la gente 3 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 ASIA - Birmania: la deforestación en las altas cuencas y la cría de camarones están destruyendo los manglares - Camboya: política de bosques contra comunidades rurales - Indonesia: la destrucción de ecosistemas de manglares - Malasia: impactos ambientales por desecación de pantanos de turba OCEANIA - Samoa: un enfoque desde la sociedad civil para asegurar el manejo comunitario del bosque 15 16 17 18 19 * GENERAL - El Área de Libre Comercio de las Américas y sus impactos sobre los bosques 21 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 NUESTRA OPINION - ¿A quién creen que engañan? Tres importantes eventos internacionales relacionados con los bosques tuvieron lugar durante 2002: la sexta conferencia de las partes del Convenio sobre Diversidad Biológica, la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable y la octava conferencia de las partes de la Convención sobre Cambio Climático. De poco sirvieron. Más allá de la retórica y de los compromisos acordados en dichas --y anteriores-- reuniones, lo cierto es que no se percibe ningún impacto positivo. Por el contrario, la realidad está mostrando a diario que los bosques siguen siendo destruidos y que los monocultivos forestales continúan expandiéndose a expensas de los bosques y de otros ecosistemas nativos. Por otro lado, la realidad también muestra que los países del Sur se siguen empobreciendo y endeudando, lo que parece obligarlos a explotar más y más recursos en la esperanza de poder eventualmente "desarrollarse". Muchos de esos recursos se encuentran en áreas de bosques (maderas, minerales, petróleo, energía hidroeléctrica, etc.), lo que conlleva una permanente contradicción entre el discurso de la protección de los bosques y la acción que determina su destrucción. Además, la independencia formal de los gobiernos se ve crecientemente coartada por el poder de organismos multilaterales de crédito como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y los bancos regionales de "desarrollo", que siguen imponiendo las mismas recetas que ya han demostrado ser peores que la enfermedad. A ellos se agrega el también creciente poder de la Organización Mundial del Comercio y de las empresas transnacionales. En ese contexto, parecería ser que no hay solución y que los bosques --y con ellos los medios de supervivencia de las poblaciones locales-- continuarán siendo destruidos para pagar una impagable deuda externa y para logar un "desarrollo" que ni llega ni llegará. Sin embargo, tal conclusión adolece de una falla fundamental: no toma en cuenta el papel protagónico que están asumiendo los pueblos, que no sólo están buscando, sino que además están encontrando soluciones. La propia situación de crisis está impulsando a la gente a buscar alternativas a nivel local y a unirse a escala global para enfrentar un tipo de "desarrollo" que está llevando al desastre social y ambiental. En las áreas boscosas, los pueblos indígenas y las comunidades locales están reclamando --y crecientemente conquistando-- su derecho al manejo comunitario de los bosques. Ya existen numerosas experiencias exitosas que prueban que ese tipo de manejo es no sólo viable, sino que es además socialmente justo y ambientalmente adecuado. Si de proteger los bosques y mejorar la calidad de vida de su gente se trata, éste es entonces claramente el camino a recorrer. Pese a ello, son muy pocos los gobiernos dispuestos a entregar el control y el manejo de los bosques a las poblaciones que allí habitan. Más allá de las manidas argumentaciones técnicas acerca de la supuesta incapacidad de las poblaciones locales de manejar los bosques, lo que está en juego es el interés económico de actores nacionales y transnacionales --apoyados por actores políticos y agencias multilaterales-- que no están dispuestos a perder el acceso irrestricto a las riquezas que se encuentran en las áreas boscosas. Es por ello que los gobiernos se resisten al reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos que habitan los bosques, que implica su derecho a manejarlos de acuerdo con criterios que contraponen la lógica ambiental y social a la lógica de la explotación maximizadora de ganancias económicas que hasta ahora ha sido la norma. Dado el enorme poder de esos actores, resulta imprescindible avanzar en formas de organización y movilización --local, nacional e internacional-- para obligar a los gobiernos a adoptar finalmente las medidas que se resisten a adoptar pero que son necesarias para asegurar la conservación de los bosques y el bienestar de sus habitantes. Esas medidas necesariamente pasan por aceptar y legalizar el derecho de éstos al control y manejo de los bosques. 2 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 En el contexto de esa lucha, los gobiernos deben entender que ya no engañan a nadie con su discurso vacío y sus promesas incumplidas. Han pasado diez años desde que se comprometieron en la Cumbre de la Tierra a adoptar medidas que aún están por adoptar. Desde entonces se han gastado millones y millones de dólares en interminables reuniones internacionales y procesos nacionales cuyos resultados no se ven por ningún lado. Es más: los retrocesos son mucho más claros que los avances. La situación fue perfectamente definida por un conocido líder religioso hindú --el Swami Agnivesh-- durante la reciente conferencia de las partes de la Convención sobre Cambio Climático realizada en Nueva Delhi. Como culminación de una manifestación multitudinaria reclamando soluciones a la crisis del clima, las autoridades autorizaron a regañadientes el ingreso de una pequeña delegación de representantes de la misma al local de la conferencia. Entre ell@s se encontraba el Swami Agnivesh, quien -- luego de demostrar que el proceso de la Convención no está adoptando las medidas necesarias para evitar el cambio climático-- increpó a los delegados gubernamentales presentes diciendo: "¿A quién creen que engañan? Están engañando a sus hijos, están engañando a sus nietos". El engaño se acabó. Es hora de soluciones y las mismas están al alcance de la mano. inicio LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS AMERICA DEL SUR - Brasil: carta de la sociedad civil al Fondo Prototipo de Carbono sobre las plantaciones de eucaliptos de Plantar S.A. El PCF (Prototype Carbon Fund - Fondo Prototipo de Carbono) es el fondo del Banco Mundial que moviliza recursos para promover el mercado de dióxido de carbono, donde las empresas que contaminan --mayoritariamente situadas en los países del Norte-- pueden "negociar" con los productores forestales que supuestamente secuestran carbono, mayoritariamente situados en los países del Sur. Y es ante el PCF que, representantes de decenas de entidades, movimientos cívicos, iglesias así como diputados, ediles y ciudadanos de los estados brasileños de Minas Gerais, Espírito Santo, Bahía y Rio de Janeiro, elevarán una carta. En ella expresan su preocupación por la expansión de los monocultivos en gran escala de eucaliptos, que han provocado una serie de impactos sociales, económicos, ambientales y culturales negativos. También manifiestan su perplejidad y sorpresa de que la empresa forestal Plantar S.A. haya presentado un proyecto en el PCF. Las empresas del sector forestal, como es el caso de Plantar S.A., se instalaron en los años 60 y 70, en plena dictadura militar, y aprovecharon atractivos incentivos fiscales. El resultado fue la expulsión de sus tierras de los indios Tupinikim y Guaraní, las comunidades negras tradicionales y miles de agricultores, aumentando el desempleo y la desesperación de esas poblaciones locales que quedaron sin la tierra, la biodiversidad y el agua que permitían su subsistencia. Las empresas que plantan eucaliptos en Minas Gerais afirman que sus plantaciones de árboles disminuyen la "presión" sobre la vegetación nativa, en este caso la mata atlántica y el cerrado. Pero olvidan mencionar que los casi dos millones de hectáreas de plantaciones en el Estado se hicieron a costa de quemar gran parte de la mata atlántica y el cerrado. Por otro lado, en la medida que por ley las empresas no pueden ser propietarias de gran parte de esas tierras que pertenecían al estado, recurrieron a métodos fraudulentos y contratos de arrendamiento para ocupar miles de hectáreas de cerrado, expulsando a las poblaciones locales de sus tierras, impidiendo el uso colectivo tradicional de este tipo de vegetación por las comunidades locales y atentando contra su forma de vida y sustento. La empresa Plantar S.A Reflorestamentos fue fundada en 1967 y se dedica a tres actividades: - prestación de servicios forestales a grandes empresas, principalmente del sector de la celulosa; - siderurgia del hierro colado (producción de hierro en lingotes); 3 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 - plantación de eucaliptos en tierras propias (cuenta con 280.000 hectáreas de plantaciones de monocultivos de eucaliptos --cerca de 10 millones de plantas cada vez más clonadas-- para extracción de madera y producción de carbón, con el que abastece a su siderurgia, cerrando así el negocio). La empresa cuenta con una certificación del FSC (Forest Stewardship Council), concedida en 1998 por la certificadora SCS y referida a tan solo el 4,8% de sus tierras, donde tiene plantaciones de eucaliptos. La certificación le sirve a Plantar para vender los llamados "créditos de carbono" y ha sido cuestionada por una serie de omisiones graves (ver http://www.wrm.org.uy/paises/Brasil/fsc.html ), una de las principales es que las comunidades locales no fueron consultadas, por lo cual ese sello no garantiza un "buen manejo forestal". La región de Curvelo, donde la empresa Plantar pretende instalar su proyecto de "secuestro" de carbono, es una región de cerrado que ya ha sido afectada por plantaciones de eucaliptos que secaron los ríos en cuyas nacientes fueron plantados y contaminaron la fauna local con los agrotóxicos aplicados para su manejo. Otro conflicto importante con esta empresa se refiere a la construcción en el año 2000 de un nuevo vivero que implicó desviar casi 5 km un camino tradicionalmente utilizado por numerosos pobladores de la zona para evitar que el "polvo" del camino afectara las plantas de eucalipto del vivero, perjudicando a estudiantes, profesores y la comunidad en general que todavía hacen el trayecto a pie. Además, para abastecer a su vivero construyó tres represas en el riachuelo Boa Morte, desviando el agua que consume la población de los alrededores y afectando su calidad. Los vecinos se han movilizado para exigirle a la empresa por lo menos la instalación de un sistema de decantación del agua que sale del vivero. Las denuncias apuntan al trato "especial" que recibe la empresa de parte de las autoridades, en la medida que no dispone de un Estudio e Informe de Impacto Ambiental de sus actividades, un requisito legal para cualquier emprendimiento que tenga el potencial de causar impactos ambientales. Por otro lado, se han denunciado las pésimas condiciones de trabajo de la empresa en la producción de carbón vegetal y corte de eucalipto -- tercerización ilegal y trabajo esclavo e infantil-- que han dejado un trágico saldo de trabajadores accidentados y con problemas de salud o incluso casos fatales. La empresa ha sido auditada por la Repartición Regional de Trabajo y citada ante una comisión parlamentaria. A su vez, la ocupación de las zonas de cerrado ha contribuido a una crisis de la economía local basada en los productos de esa vegetación nativa. Varias fábricas de productos alimenticios de Curvelo cerraron por falta de materia prima, aumentando el desempleo ya de por sí generalizado a medida que Plantar fue adoptando estrategias para bajar los costos y asegurar la rentabilidad del negocio. Las denuncias son el resultado de los testimonios aportados por las comunidades aledañas a las plantaciones de la empresa forestal Plantar S.A., y de conversaciones con el Ministerio Público Federal del Trabajo, trabajadores y ex trabajadores de la empresa, diputados y sindicalistas de la región. Los firmantes de la carta manifiestan su interés en la promoción de actividades económicas que respeten los intereses de las comunidades y de la naturaleza, se oponen a los proyectos que representan lo contrario --como es el caso del proyecto de Plantar S.A.-- y exhortan a buscar otras tecnologías no contaminantes, que generen empleos dignos y preserven y recuperen el ambiente, un requisito esencial para la supervivencia y por consiguiente el futuro de las comunidades locales. Por último, afirman que el proyecto de Plantar no puede ser considerado como un mecanismo de "desarrollo limpio" y exhortan a los inversionistas a no invertir en el proyecto. Artículo basado en información obtenida de: Carta pública ante el PCF, enviada por FASE-ES, correo electrónico: fasees@terra.com.br ; "Relatório de Avaliação da V&M Florestal Ltda. e da Plantar S.A. Reflorestamentos ambas certificadas pelo FSC - Forest Stewardship Council", Novembro 2002, encomendado por WRM/FOE, http://www.wrm.org.uy/paises/Brasil/fsc.html inicio 4 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 - Colombia: política antisindical en plantaciones de palma aceitera Cuanto más se planta más derechos se pierden. En Colombia hay aproximadamente 170.000 hectáreas sembradas de palma aceitera. Testimonios de un delegado de la organización de trabajadores del sector palmero, relacionado con las empresas Oleaginosas Bucarelia y Oleaginosas Las Brisas, denuncia las malas condiciones de trabajo en las plantaciones de palma aceitera en el departamento de Santander, además de las presiones e incentivos para debilitar a los sindicatos del sector. Oleaginosas Bucarelia cuenta con 4.700 hectáreas y la otra empresa con unas 2.800, todas ubicadas en Puerto Wilches, Santander. Según palabras de este trabajador: "La estrategia de las empresas para debilitar y eliminar los sindicatos se basa en planes de retiro voluntario con indemnizaciones superiores a lo otorgado por ley. Muchos compañeros se han ido de las empresas y por lo tanto de la organización sindical, pero vuelven a laborar en el sector con el régimen de condiciones impuesto por las empresas a través de cooperativas. La política de los empresarios tiende a reducir las conquistas convencionales alcanzadas durante 20 o 30 años de lucha. Se comenta por parte de algunos empresarios que las empresas en las cuales los trabajadores están organizados sindicalmente son menos competitivas, y además esos trabajadores son renuentes a aceptar las condiciones de trabajo que esas empresas quieren imponer, condiciones que atentan contra la salud y la dignidad de los trabajadores. En definitiva, lo que plantean es que las organizaciones sindicales deben desaparecer. Otra modalidad que fomentan las empresas es que los campesinos se vuelvan parceleros de palma ahorrándose así costos laborales. Luego, estos campesinos deben vender la materia prima a las empresas al precio que ellas imponen. La gente gana menos y no tiene ninguna garantía de seguridad social". Evitando la organización de los trabajadores, las empresas evitan también los reclamos por el bajo salario y por uno de los mayores problemas que enfrentan los trabajadores que es el de las pésimas condiciones de trabajo. "Por ejemplo: a medida que la palma es más vieja es también más alta, y por lo tanto las condiciones de cosecha del racimo y poda de la mata propician accidentes. Los trabajadores que se desempeñan en la cosecha se quejan de dolores en sus cervicales y son comunes los accidentes cuando son alcanzados por las hojas que tienen muchas espinas. Por otro lado, en las plantaciones también se fumiga para el control de plagas y no se sabe qué impactos en el ambiente y en la salud ocasionan esos productos". Todo lo anterior y en particular la política empresarial de intentar debilitar a los sindicatos a través del aumento de trabajadores empleados por medio de cooperativas y de contratistas individuales, llevó a SINTRAINAGRO, la mayor organización de trabajadores agrarios del país, a plantear la necesidad de unificar los sindicatos de esa rama con la idea de conservar las conquistas logradas hasta el momento y de buscar la sindicalización en las empresas que aun no tienen sindicato. Gracias a la organización de los trabajadores, en Bucarelia y Las Brisas se logró la firma de algunos convenios colectivos y ahora los trabajadores de algunas cooperativas están también exigiendo mejores condiciones laborales. Es de señalar que en este artículo sólo hemos hecho referencia a los impactos sociales del cultivo de palma aceitera, pero que a ellos se suman además los graves impactos ambientales de este modelo de monocultivo a gran escala, que se repiten en todas las regiones y países donde se instalan, entre los que se destacan los impactos sobre la biodiversidad, los suelos y el agua. Artículo basado en información obtenida de: SIREL, Sindicatos, Nº 43, 25 de noviembre 2002, entrevista de Gerardo Iglesias, Rel-UITA a Hernán Correa, Secretario General de SINTRAINAGRO y Secretario de Asuntos Agrarios de la CUT. inicio 5 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 - Guyana: Conservación Internacional acusada de "grave falta de respeto" hacia los pueblos indígenas La Asociación de Pueblos Amerindios (APA) ha expresado profunda preocupación por la firma de un Memorándum de Entendimiento para establecer un área protegida en la región sur de Guyana, afirmando que el mismo constituye una "grave falta de respeto" a las tribus locales. La región sur de Guyana es considerada uno de los pilares del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Conservación Internacional y el gobierno de Guyana firmaron el 23 de noviembre un Memorándum de Entendimiento en el que acuerdan colaborar para que se declare área protegida a la región sur de Guyana. Según los términos del Memorándum de Entendimiento, Conservación Internacional, entre otras cosas, debe proporcionar un millón de dólares para la creación de un mecanismo financiero que sustentaría los costos a largo plazo del manejo de las áreas protegida de Guyana. La institución proporcionará otro millón de dólares en el caso de que el gobierno declare área protegida a la región sur de Guyana antes del 30 de junio de 2003. El Memorándum de Entendimiento también compromete a Conservación Internacional a buscar financiamiento por parte de donantes privados, gobiernos y organismos internacionales para aumentar el capital del mecanismo financiero propuesto. El comunicado de prensa de APA emitido el 28 de noviembre (el documento completo -en inglés- puede ser leído en: http://www.wrm.org.uy/countries/Guyana/areas.html ) expresa la preocupación de la organización de que el acuerdo con Conservación Internacional se firmó aún cuando el gobierno no ha terminado de formular el proyecto de Reglamentaciones de Áreas Protegidas y todavía está revisando la Ley Amerindia. También acusa a Conservación Internacional de no consultar a las seis comunidades Wapishana de la región sur de Guyana, parte de cuya tierra ancestral estaría comprendida en el territorio propuesto como área protegida y cuyo estilo de vida, al igual que el de los Wai-Wais, probablemente se vea afectado. Las seis comunidades Wapishana están localizadas en Shea, Maruranawa, Awarenawa, Aishalton, Karuadanawa y Achiwib. Pero según el director regional de Conservación Internacional, el General de División retirado Joe Singh, hay comunidades Wai-Wai en Masakanari y Erefoimo, y después de las visitas realizadas por funcionarios de Conservación Internacional y del gobierno así como de los informes sobre las demás comunidades elaborados por el Profesor George Mentore, que domina con fluidez la lengua Wai-Wai, los Touchaus, una comunidad sureña, solicitaron por escrito al gobierno que iniciara el proceso para la creación del área protegida. La respuesta de Singh al comunicado de APA afirma que el Memorándum de Entendimiento es el comienzo de un proceso en el que se consultará a todas las partes interesadas a nivel nacional, regional y comunitario. Según Singh, consultar a las comunidades Wapishana antes de la firma del Memorándum de Entendimiento hubiera sido contradictorio con su relación con el gobierno. Singh sostiene que en las consultas se recogerán las distintas visiones de los grupos que han sido identificados y que las mismas se presentarán al gobierno. El proceso, dice, sería similar al que tiene lugar actualmente para establecer un área protegida en la región de las Montañas Kanuku. El comunicado de APA afirma que al enterarse de las visitas a los Wai Wai y de la carta enviada al gobierno, los Touchaus escribieron a Conservación Internacional expresando su preocupación por el sitio propuesto, que se superpone con las tierras ancestrales Wapishana, destacando que Conservación Internacional todavía no ha visitado a las comunidades Wapishana. APA califica las acciones de Conservación Internacional como una "grave falta de respeto" hacia las comunidades Wapishana, que "deberán convivir con un área protegida, mucho después de que los empleados de estas organizaciones se hayan retirado". También expresa sus expectativas de que la nueva Ley Amerindia aborde el problema de los títulos de propiedad de las tierras ancestrales y otros temas, y manifiesta su preocupación porque muy probablemente las 6 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 comunidades no tengan una oportunidad justa de obtener estos títulos de propiedad si se les impone prematuramente un sistema de área protegida. APA recalca que Guyana ha contraído obligaciones internacionales específicas de reconocer y respetar los derechos de propiedad de los pueblos indígenas sobre las tierras que tradicionalmente les han pertenecido o han ocupado o utilizado de alguna otra forma. También constata que resulta difícil comprender por qué el Memorándum de Entendimiento establece junio de 2003 como plazo para proceder a la declaración de los bosques del sur como área protegida, cuando existen tantos temas pendientes. "Si no se abordan seriamente estos problemas, las áreas protegidas y la conservación de la diversidad biológica no solamente se establecerán a expensas de los derechos y las formas de vida de los pueblos originales de Guyana, sino que además no serán sustentables", agrega la organización. Fuente: "Amerindian group slams memo on southern forest protected area. Conservation group says all stakeholders to be consulted", SN, 4 de diciembre de 2002. Artículo enviado por Fergus MacKay, Forest Peoples Programme, correo electrónico: fergus@euronet.nl inicio - Perú: el complejo tema de la tala ilegal en la mira del gobierno El Ministerio de Agricultura de Perú afirmó recientemente que la tala ilegal de madera, especialmente de la caoba, funciona como el narcotráfico o el contrabando, tratándose de una red organizada y poderosa que amenaza el proceso de ordenamiento del bosque que el Gobierno ha emprendido. De acuerdo con el ministerio, el problema radica en que nunca se había tomado la decisión firme de luchar contra la tala ilegal y que se descuidó el control de la cadena de comercialización, constituida en el soporte financiero de esta actividad. Con el objetivo de comenzar a abordar el tema, el ministerio decidió instalar una comisión multisectorial --presidida por el ministro-- encargada de diseñar y poner en práctica una estrategia para enfrentar este problema. Esa comisión también diseñará estrategias que determinen el retiro de los extractores forestales ilegales de las zonas reservadas, de las concesiones forestales y de los territorios de comunidades indígenas no contactadas, así como de proponer medidas de reforma legal para sancionar la tala ilegal y las acciones que sean necesarias para combatir a quienes comercialicen esta madera. Sin embargo, es importante resaltar que lo anterior es claramente insuficiente para encarar un tema tan complejo como el de la tala ilegal, cuya solución requiere la elaboración de una estrategia que abarque una amplia gama de temas --que van mucho más allá de simples medidas de contralor legal-- entre los que nos interesa enfatizar los siguientes: - el reconocimiento de los derechos territoriales de los pueblos indígenas (contactados o no, en áreas protegidas o no) - la seguridad de tenencia de la tierra (tanto en zonas boscosas como no boscosas) - el control de la industria maderera y en particular de las grandes empresas del sector, principales beneficiarias y financiadoras de la tala ilegal - la revisión de la política de demarcación de áreas protegidas, que deberá contar con el consentimiento previo informado de las comunidades que allí habitan (a excepción del caso de las comunidades no contactadas) y respetando su derecho a ser los principales beneficiarios de los recursos del bosque 7 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 - las políticas macroeconómicas y sectoriales (industriales, energéticas, de transporte, etc.), que promueven la extracción excesiva (legal o ilegal) o que generan las condiciones para la explotación insustentable - las políticas económicas y sociales que originan las condiciones de pobreza y marginación que llevan a muchas personas a involucrarse en operaciones de tala ilegal de madera. Lo anterior no agota la diversidad de temas que deben ser necesariamente tomados en consideración para abordar el problema. El gobierno dio un primer paso en la dirección correcta al invitar a los actores involucrados en el problema: extractores, pueblos indígenas, comerciantes, organismos no gubernamentales y el Estado, a integrar la comisión multisectorial recientemente establecida. Con el transcurso de los meses se verá si esa comisión es capaz de encarar el tema en toda su complejidad, aportando soluciones equitativas para que quienes habitan el bosque y dependen del mismo puedan utilizarlo de forma tal de asegurar tanto sus necesidades básicas como la conservación del bosque en su conjunto. Esperamos que así sea. Artículo basado en información obtenida de El Comercio: "Fuerte mafia maneja tala indiscriminada", http://www.elcomercioperu.com.pe/Noticias/Html/2002-11-05/Nacional4707.html , enviada por WWF Perú, correo electrónico: adriana@wwfperu.org.pe inicio AMERICA CENTRAL - Costa Rica: "muerte lenta" de monocultivos a gran escala de eucaliptos A principios de los 90, se promovió en Costa Rica la introducción y el cultivo del eucalipto, especie originaria de Australia, como un gran negocio maderero. Sin embargo, a fines de esta década, este modelo de monocultivo forestal a gran escala terminó causando grandes pérdidas económicas al Estado y a un gran número de agricultores. El siguiente informe de Tierramérica reafirma nuestra postura de que no se pueden introducir especies exóticas a gran escala sin un previo estudio de como van a reaccionar en un medio ajeno a su naturaleza y sobre todo de qué impactos ambientales y sociales puede causar, cuando todos estos esfuerzos e incentivos podrían dedicarse a investigar y promover el uso sustentable de las especies nativas. "Según el Ministerio del Ambiente y Energía, se perdieron entre 3.800 y 4.000 hectáreas plantadas con eucalipto, un cultivo ajeno a la biodiversidad del trópico que dejó en la ruina a muchas familias". "La naturaleza es sabia y no se equivoca", dijo a Tierramérica el ingeniero Luis Quirós, especialista del Ministerio. "No podemos forzar a especies de otras latitudes a adaptarse a nuestras condiciones", agregó. Quirós, jefe de la subregión de San José, comentó que América Latina ha sufrido en las últimas décadas una serie de modas, que son difundidas por especialistas internacionales. "Muchos organismos vienen y nos recomiendan qué sembrar, con base en lo que ha sido exitoso en países del Norte, pero no toman en cuenta las plagas y las condiciones locales del trópico", aseveró. El eucalipto, un árbol de rápido crecimiento y gran capacidad de absorción de agua, fue promovido como nuevo cultivo forestal a fines de los años 80 y principios de los 90 para restar presión a la deforestación de los bosques nativos. El Estado dispuso incentivos económicos para los propietarios de fincas que sembraran eucalipto. El propósito era destinar su madera a la fabricación de muebles y paneles laminados. Todo marchó bien durante los primeros tres años, pero al cuarto, los árboles dejaron de crecer y comenzaron a sufrir la enfermedad que los habitantes locales llaman "muerte lenta". "Le dedicamos muchísimo trabajo a ese 8 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 proyecto, pero todo se perdió", relató a Tierramérica el agricultor Ronald Rodríguez, de 47 años, quien sembró 100 hectáreas de árboles en 1990. Los científicos descubrieron que los suelos no eran aptos para el eucalipto, pues la raíz de esta especie no podía penetrar a determinadas profundidades debido a la naturaleza arcillosa de ciertos terrenos. Eso favoreció la aparición de hongos y luego de termitas que, poco a poco, arrasaron internamente la corteza de los árboles, los que en consecuencia se fueron secando. "En total, con lo que me dio el Estado y con lo que yo invertí pienso que sólo en mi caso, perdí cerca de 500 mil dólares. Hubo familias que quedaron muy mal pues pensaron que el eucalipto sería su proyecto de vida", agregó Rodríguez. Ahora, científicos, productores y ambientalistas coinciden en la moraleja que dejó el eucalipto: se requiere investigación y experiencias previas antes de promover masivamente una especie exótica. "Se requiere suficiente investigación antes de embarcar en estos proyectos a productores y campesinos, que al final son los que más sufren", afirmó a Tierramérica el geógrafo y ambientalista Alexander Bonilla. Otros especialistas apuntan que es necesario aprovechar mejor las especies locales, pues se cae en una suerte de "malinchismo ecológico" (malinchismo: que tiene el complejo de apego a lo extranjero con menosprecio de lo propio), al fomentar sin experimentación variedades de otras latitudes". Artículo basado en información obtenida de: "Fracasa cultivo masivo de eucalipto", Néfer Muñoz, Tierramérica, Medio Ambiente y Desarrollo - Costa Rica, http://www.tierramerica.org/2002/1021/acentos2.shtml inicio - Honduras: los madereros ofrecen balas La vida de Bertha Oliva quedó marcada por el secuestro y desaparición de su esposo, Tomás Nativí, en junio de 1981, a manos de agentes de seguridad. En 1982, fundó el Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (COFADEH), que aún dirige. Pero hace dos años asumió una nueva causa: la defensa del medio ambiente, tras el asesinato de dos ecologistas en el nororiental departamento de Olancho. Allí libra una batalla contra la deforestación, que se cobra 80 mil hectáreas de bosque por año en Honduras. La periodista Thelma Mejía, colaboradora de la publicación Tierramérica, entrevistó a Bertha Oliva. Thelma Mejía: -¿Cuál es el hilo que une la búsqueda de los desaparecidos por causas políticas de los años 80 con la defensa del ambiente ahora? Bertha Oliva: -La defensa de la vida y el bosque, particularmente cuando asesinan en Olancho a dos fieles defensores del ambiente, Carlos Luna y Carlos Flores. Eso marcó una nueva pauta para mí. Thelma Mejía: -¿Qué representa la vida para usted? Bertha Oliva: -Es todo, agua, bosque, aire. La vida se nos ha dado para vivirla, para dar más y no tanto para recibir. Thelma Mejía: -¿Qué simbolizan Andrés Tamayo y Osmín Flores, dos sacerdotes a punto de ser expulsados de Olancho por organizar a la población en defensa del bosque? Bertha Oliva: -Dos pilares de resistencia. Sin ellos el oxígeno se habría acabado en Olancho. Desde su púlpito hicieron ver a los pobladores que una naturaleza muerta no es vida. Por eso los apoyo, aunque los madereros me ofrezcan balas por impedir que crezcan sus cuentas bancarias en el extranjero. 9 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 Thelma Mejía: -Madereros, bosque y Olancho... ¿a qué le suena? Bertha Oliva: -¡¡Ah!!... Me suena a muerte, depredación y destrucción. Extractado de "Los madereros me ofrecen balas", de Thelma Mejía, Tierramérica, http://www.tierramerica.net/2002/1201/preguntas.shtml inicio AMERICA DEL NORTE - México: denuncian que Conservación Internacional pide represión contra Zapatistas y campesinos El grupo conservacionista estadounidense Conservación Internacional está pidiéndole al gobierno mexicano que use sus fuerzas armadas para aplastar al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de una vez y por todas, según informó el diario mexicano La Jornada. La organización sostiene que el grupo guerrillero y las invasiones "ilegales" de campesinos a la selva Lacandona están destruyendo el bosque tropical, por lo cual se necesita una intervención militar. ¿A qué se debe el empeño de Conservación Internacional en que se resuelva el "problema" de Chiapas lo antes posible, a las buenas o a las malas? ¿Qué intereses hay envueltos? La selva Lacandona de Chiapas ha experimentado incontables tipos de explotación a través de los siglos, desde deforestación para extraer madera, el establecimiento de grandes ranchos ganaderos, explotación petrolera y represas hidroeléctricas, y más recientemente la privatización de la diversidad biológica. El gobierno mexicano declaró parte de la jungla como Reserva de la Biósfera en la década de los 70, sin consulta alguna con los habitantes de la región. En esta reserva, llamada Biósfera Integral Montes Azules, se encuentran no solamente bases del EZLN sino también 28 poblados de "invasores" que Conservación Internacional quiere que la administración del presidente Vicente Fox expulse. Pero el decir que la selva Lacandona está siendo destruida por "campesinos ignorantes" y "terroristas de izquierda" es una simplificación crasa e injusta que ignora las complejas realidades socieconómicas, salvajes desigualdades sociales y conflictos de clase en el sur de México, según la revista electrónica Corporate Watch. "Hemos sido acusados de destruir la jungla. Pero nosotros como pueblo indígena somos los verdaderos guardianes del ambiente, vivimos junto con la jungla", dijo a Corporate Watch un residente de Montes Azules que se identificó bajo el alias de Juan Gómez, por temor a represalias del ejército. "Si la jungla muere nosotros morimos con ella". Gómez, de 33 años de edad es indígena Tzeltal, residente de tercera generación de Montes Azules y militante zapatista. Corporate Watch enfatiza que no fueron los indígenas ni los campesinos "invasores" quienes pusieron los ranchos ganaderos, represas hidroeléctricas, autopistas y pozos petroleros que tanto daño ambiental le hacen a la selva. La biodiversidad es el nuevo botín que buscan las corporaciones transnacionales en Chiapas. Esta diversidad es la materia prima de las empresas agroquímicas, farmacéuticas y de biotecnología. Estas riquezas biológicas, desde secuencias genéticas hasta organismos enteros, son patentadas por las corporaciones y de este modo privatizadas para su explotación comercial. Los biólogos, "conservacionistas" y empresarios envueltos en esta práctica la llaman bioprospección. Pero numerosos grupos progresistas, ambientalistas y de sociedad civil y pueblos indígenas la llaman biopiratería. Conservación Internacional tiene acuerdos de bioprospección con varias corporaciones en diferentes partes del mundo y sostiene que esta actividad genera incentivos para la protección de los bosques tropicales. 10 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 El gobierno mexicano, Conservación Internacional y el Grupo Pulsar, compañía mexicana que es la novena empresa de biotecnología en el mundo, han establecido estaciones de investigación biológica en la jungla. Pero residentes locales ven esas instalaciones como bases de biopiratería. Según ARIC-Independiente, organización de campesinos de Lacandona, antes les robaban oro, madera y tierras, pero hoy les roban su "oro verde": la biodiversidad. Pulsar es uno de los mayores donantes de Conservación Internacional y está contando con los recursos biológicos de Chiapas para posicionarse como líder de la biotecnología en América Latina. Alfonso Romo, jefe de Pulsar, es una de las personas más influyentes en la administración Fox. Según La Jornada, Conservación Internacional tiene un sistema de información geográfica (GIS en inglés) de Montes Azules donado por la Agencia Internacional de Desarrollo de Estados Unidos (USAID) y basado en fotos tomadas por satélites de la NASA con resolución de diez metros. También informa el periódico que Conservación Internacional realiza misiones de reconocimiento sobre la selva Lacandona semanalmente en un avión de USAID que toma fotos de alta resolución con una cámara digital. Artículo basado en información obtenida de: "¿Ambientalistas contra los zapatistas?", por Carmelo Ruiz Marrero, Periódico CLARIDAD, Puerto Rico, 29 de noviembre 2002 inicio AFRICA - Ghana: los "promisorios" planes de reforestación terminan en desempleo Agobiado por una deuda externa en ascenso y presionado por la globalización y la liberalización del comercio, Ghana, como muchos países del occidente de África, ha visto seriamente limitada su capacidad de financiar el gasto público nacional. Además, la mayoría de las exportaciones de los países africanos sufre la baja de precios que determina escasos ingresos por exportaciones y que contribuyen a la generación de grandes déficits presupuestales. En un intento desesperado por cumplir con el pago de la deuda externa y enfrentar su déficit, muchos países de África, incluído Ghana, han apostado a la extracción agresiva de recursos primarios, y no sólo saquean los recursos del bosque sino que también omiten destinar recursos presupuestales para prácticas de manejo forestal sustentable. La madera ha sido uno de los principales productos de exportación, con la consiguiente degradación de los bosques del país. Casi la mitad de Ghana estaba cubierta de bosques, que albergaban 680 especies de árboles y varias especies de caoba. La mayoría de esos árboles fueron talados. A principios de la década de los 90 quedaba apenas un tercio de los bosques del país en pie. También los territorios indígenas fueron convertidos masivamente en áreas de madereo y minería, así como en campos de cultivos agrícolas destinados a satisfacer necesidades externas, principalmente a través de plantaciones de monocultivo extensivas. En el afán de captar la inversión extranjera, se ha negado a los pobladores locales su derecho a la tierra. Después de que el país perdiera cerca del 70% de los bosques, se impusieron severas restricciones al madereo y se comenzó a aplicar un programa de forestación (más precisamente reforestación). Pero estos esfuerzos se desarrollaron siguiendo el mismo modelo de oferta de productos primarios para sostener formas de vida no sustentables en otros lugares, y como monocultivos extensivos. En este caso, árboles con valor comercial destinados generalmente a alimentar plantas de celulosa. Sorprendentemente, esas plantaciones son consideradas bosques en ciertos círculos. Las plantaciones de árboles se caracterizan por la provisión de incentivos perversos por parte de los gobiernos. Ghana, por ejemplo, ha promovido la creación de un fondo para el establecimiento de plantaciones de árboles por parte de individuos y empresas, haciendo llamamientos a los pequeños propietarios de tierras para que las 11 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 mismas sean destinadas a ese objetivo. La FAO ha apoyado estos incentivos a las plantaciones. El programa de forestación y reforestación --que abarca una variedad reducida de especies y que está siendo llevado a cabo por el Departamento de Manejo de Bosques de Ghana y algunos aserraderos-- ha sido promovido como un importante "proyecto de desarrollo" que proporcionará empleo a una población empobrecida. Sin embargo, la publicación ghanesa Chronicle reveló recientemente que la mayoría de las 150 personas contratadas por Asuowam Complex (AC) Ltd, una compañía maderera de Wamfie en la región de Brong Ahafo, para un proyecto de reforestación en la reserva de bosques degradados de Pamu-Brekum han sido despedidas. Desde el inicio del proyecto en 1998, AC Ltd ha podido plantar árboles en una superficie de 400 hectáreas. Del total de 150 personas contratadas por AC Ltd como fuerza de trabajo para el proyecto, sólo una estructura básica de 15 empleados quedó vigilando el lugar. La decisión de la gerencia de AC Ltd de despedir a 135 personas se basó en que la compañía se quedó sin fondos como resultado de la falta de madera rolliza para sus operaciones. La compañía primero despidió a los empleados del sector maderero y más tarde lo hizo con quienes trabajaban en el proyecto de reforestación. Lo que queda es finalmente un desierto de árboles y ninguna fuente de trabajo para la gente. Un saldo desfavorable, por cierto, sobre el cual hay mucho para meditar. Artículo basado en información obtenida de: "The Bane of Sustainable Forest Management in Africa: The Case of Ghana. A Discussion paper", Lambert Okrah, ICA-Ghana, correo electrónico: icagh@ghana.com ; Country Study & Country Guide for Ghana, http://www.1upinfo.com/country-guide-study/ghana/index.html ; "Dark Clouds Over Gov't Afforestation Program", Dominic Jale, Ghanaian Chronicle (Accra), http://www.ghanaian-chronicle.com/220624 inicio - Kenia: los Sengwer, una cultura tradicional a punto de extinguirse Los Sengwer, una cultura tradicional de recolectores, cazadores y apicultores, son un grupo étnico indígena del valle Rift de Kenya, que solía vivir en pequeños grupos dispersos en grandes áreas en las llanuras de Kapchepkoilel (Trans Nzoia) y parte de Uasin Gishu. A comienzos del siglo XX llegaron los europeos y ocuparon esos territorios. Los Sengwer no sabían que su tierra había sido dividida por el gobierno colonial y entregada a los colonos a partir de 1911. Alrededor de 1930, los europeos ya estaban bien establecidos y comenzaron a ahuyentar a los Sengwer y otros grupos étnicos, llegando incluso a quemar sus casas. Poco a poco, los Sengwer comenzaron a comprender la situación pero ya era demasiado tarde. Se vieron restringidos a los bosques de Cherangany, fuente de numerosos arroyos, manantiales y ríos, algunos de los cuales desembocan en el río Nilo y otros en el Lago Turkana. Sin embargo, fueron privados de todo tipo de derecho a la tierra. En el momento de la independencia en 1963, los Sengwer creyeron que se les iban a restituir sus tierras, pero comenzó la asimilación, las prácticas culturales fueron influenciadas y la situación socioeconómica de los Sengwer no mejoró, como sucedió con otros grupos étnicos. Por esa razón, para los Sengwer no hubo diferencias entre el gobierno colonial y el gobierno de Kenia. La pérdida de sus tierras ancestrales les forzó a abandonar muchas de sus costumbres y formas de sustento, y a participar en una economía que los discrimina en forma sistemática. Treinta y nueve años después de que Kenia obtuviera su independencia, los Sengwer todavía están luchando para obtener el reconocimiento legal del gobierno y son uno de los grupos étnicos más marginados de Kenia. Están a punto de extinguirse. Su población ronda en los 60.000, pero muchos fueron asimilados por otras comunidades de la región y sólo 5.000 siguen habitando en su territorio original en el bosque de Embobut en Marakwet. Al perder sus tierras, los Sengwer no sólo perdieron un lugar donde vivir, sino un lugar del que la comunidad se beneficiaba recolectando, cazando, recogiendo frutos y raíces y cosechando plantas y hierbas de valor medicinal. 12 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 Los Sengwer tienen escasa o nula representación en el gobierno local y nacional, y no han sido beneficiados por las políticas de devolución de tierras de las últimas décadas. El gobierno se apoderó de parte del territorio ancestral Sengwer y convirtió una parte del mismo en Zonas de Té sin el consentimiento de la comunidad. La comunidad, por otra parte, no recibe beneficio alguno de esto, no obtiene ningún porcentaje del producido ni ha recibido compensación alguna. Además, han debido soportar la falta de respeto a su identidad por parte del gobierno en las recomendaciones oficiales, que establecen que las comunidades pequeñas deben fusionarse y asimilarse en las de mayor tamaño. David Yator Kiptum, coordinador ejecutivo del Proyecto de Desarrollo Indígena Sengwer (Sengwer Indigenous Development Project - SIDP), una organización sin fines de lucro dedicada a la protección y promoción de los derechos de los Sengwer, pinta un retrato preocupante de las dificultades de este pueblo: "Somos discriminados en todos los proyectos de desarrollo, reclutamiento para colegios de capacitación, empleo, y la tierra ancestral que nos fue quitada durante el período colonial ha sido entregada desde entonces a miembros de otras comunidades, empleados públicos, políticos, etc. sin tener en cuenta a nuestro pueblo". El SIDP tiene una agenda amplia, que se centra en la aprobación de "proyectos rentables y sustentables que mejoren la educación, la situación socioeconómica, la salud familiar y los derechos humanos (por ejemplo, luchar contra la violencia doméstica contra la mujer y la violencia doméstica en general)", y en trabajar "para proteger, preservar y revitalizar el idioma, la cultura, las tradiciones, el medio ambiente y el conocimiento sobre sanación con hierbas de los Sengwer". Artículo basado en información enviada por David Yator Kiptum, Sengwer Indigenous Development Project, correo electrónico: sengwer.idp@africaonline.co.ke , sitio Web: http://www.multimania.com/sengwer ; "The Sengwer Indigenous Peoples of Kenya", http://membres.lycos.fr/sengwer inicio - ¿Cuál es el futuro de la certificación del FSC en Sudáfrica? El logo del Forest Stewardship Council (FSC) con su bonito árbol, adorna tanto los productos de plantaciones industriales de árboles exóticos, como los productos auténticos (o sea provenientes de bosques). Podría significar prácticamente cualquier cosa para la persona promedio que compra esos productos, pero resulta claro que la intención del logo es ayudar a la venta de los productos maderables en cuestión. Lo que esperan los que lo utilizan es que los clientes potenciales experimenten sentimientos buenos y cálidos cuando deciden comprar muebles u otros artículos de madera que tengan el logo. La publicidad que precede a esas decisiones garantiza bien la aceptación: los compradores cautivados que tienen un mínimo nivel de conciencia social o ambiental, son presa fácil ¡aún cuando signifique pagar un recargo por el privilegio! La expresión "bosques manejados en forma sustentable" evoca imágenes de bosques silvestres llenos de vida, donde sólo se talan algunos árboles seleccionados de manera criteriosa. La impresión creada (totalmente falsa) es que la compra de productos de madera de árboles como ésos proporciona algo así como un salvoconducto que avala que no se ha hecho nada incorrecto. Si bien hay bosques verdaderos con árboles que sirven para el uso humano, también hay muchos lugares en los que nunca creció un bosque, impostores, que se burlan de siglos de aprovechamiento sabio y criterioso de la generosidad de la Naturaleza, cosas falsas o mentirosas descritas en forma poco clara para engañar a hombres y mujeres: las plantaciones industriales de árboles para producción de madera. Se debe hacer creer a la humanidad que la codicia es buena, que la guerra es paz, que la destrucción es desarrollo, que lo malo es lo correcto. Que los monocultivos de árboles exóticos impuestos a los pueblos y sus tierras son BOSQUES. 13 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 ¡¡Bosques un cuerno!! ¡Cualquier cosa menos eso! Más se parecen a una nueva forma de Apartheid que expulsa a los pueblos de sus tierras. ¿Estamos intentando hacer creer a todo el mundo que el propósito de la vida es agotar los recursos de nuestro planeta en el plazo más corto posible? Hay quienes creen que sería bueno para la economía mundial. Cada gota de agua, cada pulgada de tierra, cada ser viviente, debe estar bajo el control o la propiedad de las empresas. Y una forma de lograrlo son las plantaciones. ¡Alabemos a la todopoderosa Ganancia! Quienes quieren robarle al futuro promueven el mito de que el crecimiento sostenido del consumo equivale a poner límites adecuados a la utilización de los recursos. ¡También venden la mentira "chatarra" de que los bosques falsos pueden sustituir a los auténticos, y que el mundo podrá seguir gastando madera sin preocuparse! Ignoremos las consecuencias: ¡destrucción de la biodiversidad, contaminación y pérdida de recursos hídricos; pérdida de formas de sustento y hambre! ¿Quién tiene derecho a afirmar que sus acciones son sustentables? Sólo las generaciones futuras podrán juzgar lo que hacemos hoy. El FSC realmente apuntaba a hacer lo correcto. Realmente deseaba dar a los consumidores una opción que beneficiara a todos, intentando quitarle presión a los bosques utilizados en exceso y mal manejados, y también asegurar que se recompensara el buen comportamiento de las empresas. Pero el punto de partida es que las plantaciones no son bosques. La aparente similitud es sólo eso. Bosques y plantaciones son muy diferentes en muchos aspectos. Sólo la ignorancia, la estupidez o el engaño deliberado puede sostener lo contrario. Si es necesario tener algunas plantaciones de madera, como sucede en Sudáfrica, por supuesto que hay que tener un sistema de certificación de la madera proveniente de plantaciones bien manejadas, ubicadas en lugares adecuados y que beneficien a los pobladores locales. La madera que actualmente producen y exportan sin procesar los llamados países en desarrollo, debería ser procesada y dotada de valor agregado en los lugares donde se necesita más empleo: es decir dentro de esos mismos países, en el área donde crecen los árboles, y con el trabajo de los pobladores locales. El FSC debe fijar un conjunto de pautas totalmente diferente para que los propietarios de plantaciones industriales de madera las apliquen en su actividades. También debe diseñar un símbolo adecuado que indique que se trata de una "plantación" en contraposición a un "bosque", y debe educar tanto a los productores como a los consumidores de madera. Si el FSC continúa transitando el camino equivocado que sigue en la actualidad, desvirtuará todos sus logros positivos. Por: Wally Menne, Timberwatch, correo electrónico: plantnet@iafrica.com , http://www.timberwatch.org.za inicio - Tanzania: la conservación debe hacerse con la gente Según un documento elaborado por la División de Manejo de Bosques y Apicultura del Ministerio de Recursos Naturales y Turismo de Tanzania, la Política Forestal de Tanzania identifica a la deforestación como el problema principal del manejo de bosques, y se estima que avanza a un ritmo de 130.000 a 500.000 hectáreas por año. Las principales áreas afectadas son las tierras no reservadas que pertenecen al gobierno. Las causas de la deforestación son el despeje para la agricultura, el pastoreo excesivo y los incendios de bosques, la quema de carbón y la sobreexplotación de los recursos de madera. Pero también puede haber otros factores que impidan una conservación efectiva de los bosques. Entrevistas realizadas en zonas rurales demostraron que los pueblos que viven en las cercanías de los bosques comprenden que éstos pertenecen al gobierno pero que hasta ahora no han tenido nada que ver con su manejo. La Ordenanza de 1957 que rige la conservación y el manejo de bosques y productos del bosque, establece 14 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 restricciones sobre el uso y/o la ocupación de esas zonas pertenecientes al gobierno. Una de las conclusiones respecto de la política es que los pobladores comunes sienten los recursos del bosque como ajenos. El establecimiento de áreas de conservación se ha realizado fundamentalmente como una imposición a las comunidades. Los estudios realizados por la Comisión Presidencial de Investigación de Resultados sobre Problemas de Tierras reveló que la mayoría de las áreas de conservación actuales no han tomado en cuenta los intereses de la población en torno a los recursos del bosque. El caso del Parque Nacional Mikumi es un ejemplo. El parque se creó a partir de un área con restricción de caza, y la decisión fue adoptada sin que se realizara ningún tipo de planificación o manejo participativo. Se dio a la comunidad que habitaba en los alrededores un plazo de 90 días para presentar sus reclamos por compensación, y se fijó un plazo de 30 días para apelar la evaluación de sus derechos, a pesar de que los pobladores tenían derechos tradicionales o consuetudinarios sobre la zona. La Comisión visitó los poblados de la región de Kigoma en los alrededores de las reservas de bosque de Moyowosi y Mukuti, donde los pobladores se quejaban de que se había agotado la fertilidad natural de las tierras del poblado. Los pobladores solicitaron parte de las reservas de bosques de Moyowosi y Mukuti para destinarlas al cultivo. En la región de Kigoma hay otros lugares que disponen de tierra apta para la agricultura, o sea que para salvar los bosques --especialmente aquellos que están en tierras públicas—bastaría con que hubiera una planificación integrada. Las evidencias revelan que la plena participación de los pobladores en la planificación e instrumentación de la conservación es un factor imprescindible. En consecuencia, para que la conservación tenga éxito, debe realizarse con la gente, no sin ella. Artículo basado en información obtenida de: "National Forest Program Forestland Tenure Systems in Tanzania", de la División de Manejo de Bosques y Apicultura del Ministerio de Recursos Naturales y Turismo de Tanzania. El documento completo se puede obtener en: http://www.tzonline.org/pdf/taskforceonforestland.pdf inicio ASIA - Birmania: la deforestación en las altas cuencas y la cría de camarones están destruyendo los manglares El WRM ha denunciado la extensa destrucción de los bosques de Birmania originada en los procesos de deforestación --entre los cuales el madereo comercial juega un papel fundamental-- que tienen como consecuencia graves impactos sobre el medio ambiente y las formas de sustento de la población local. Uno de esos impactos es la sedimentación de los ríos. La deforestación en los bosques de tierras altas en toda la región central de Birmania es el desencadenante de distintas alteraciones ambientales, como desprendimientos de tierra y erosión del suelo. Una vez que se priva al suelo de las varias funciones protectoras, cohesivas e integrales que le brinda el bosque, el mismo es propenso a sufrir deslizamientos y generar depósitos en los lechos de los ríos, determinando procesos de sedimentación con los consecuentes impactos río abajo. Uno de estos impactos es el que afecta a los manglares. El río Irrawaddy (consultar Boletín N° 54 del WRM) tiene la quinta tasa de sedimentación más alta del mundo, después de los ríos Amarillo, Ganges, Amazonas y Mississippí. El cieno que se deposita en el río Irrawaddy tiene consecuencias sobre los manglares del delta del Irrawaddy, uno de los sistemas de manglares más degradados o destruidos del Indo-Pacífico. De acuerdo a estimaciones previas, de mantenerse el ritmo de sedimentación existente entre 1977 y 1986, todos los bosques de manglar desaparecerían en cincuenta años. Además, los manglares se convierten cada vez más en lugares de producción industrial de peces y camarones orientada principalmente a la exportación. En 1990, el Consejo Estatal para la Paz y el Desarrollo (State Peace 15 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 and Development Council - SPDC) en ejercicio declaró a Birmania "abierta a la libre empresa". Para el Servicio Comercial de EE.UU., Birmania ofrece "buenas oportunidades" para la cría de camarón. Shwe Ayeyar Co., Ltd. y Regal Integrated Marine Resources Ltd. firmaron un memorandum de entendimiento para un proyecto de cría de camarón en Kan Maw Island, en la División de Tanintharyi el 2 de mayo de 2001. Según se dice, es el proyecto de inversión extranjera más grande del sector de cría de animales. El desarrollo de la cría industrial de camarón ha estado cobrando impulso en Birmania desde 1998 y se ha propagado rápidamente a lo largo de la zona costera. La información oficial sobre el año fiscal 1999/2000 declaraba unas 50.000 hectáreas de estanques de peces, un aumento drástico en relación a la década anterior. Para empeorar las cosas, hay denuncias de que el proceso de cría industrial del camarón ha estado conectado al trabajo forzado, en el marco de una economía fuertemente controlada por los militares. Según el Servicio de Información Mon, el actual régimen militar ha mantenido un proyecto gubernamental de cría de camarón en los poblados de Kyauk Minaw y Kanyawbyin en el municipio de Lauglon exclusivamente en base al trabajo forzado y la extorsión de la población local y los productores de camarones. Se les exige a los productores de camarones locales que aporten camarones jóvenes, según cuotas fijadas por el gobierno, mientras que distintos poblados locales han debido aportar la mano de obra para la construcción de todas las instalaciones y estanques necesarios. En el otro extremo de la cadena se sirve a consumidores bien alimentados los camarones importados de Birmania (o se les ofrece comprar muebles de teca, obtenida de árboles talados en forma no sustentable en los bosques birmanos), sin que tengan conciencia de que están contribuyendo a la destrucción social y ambiental generalizada de los recursos del país y del sustento de su gente. ¡Las bondades de la globalización! Artículo basado en información obtenida de: "Myanmar Coast mangroves", WWF, http://www.worldwildlife.org/wildworld/profiles/terrestrial/im/im1404_full.html ; The U.S. Commercial Service, http://www.usatrade.gov/website/CCG.nsf/CCGurl/CCG-BURMA2002-CH-2:-0045F7E4 ; "Boycott imports from Burma", CFOB, http://www.cfob.org/CanadianPolicy/imports.shtml inicio - Camboya: política de bosques contra comunidades rurales De los más de 10 millones de camboyanos que viven actualmente en zonas rurales, más de 8,5 millones dependen de los recursos naturales para su sustento. Aunque la mayoría se dedica al cultivo de arroz, tienen una sola cosecha por año, que complementan con una variedad de productos del bosque, que también juegan un papel esencial en su forma de sustento. En su calidad de recursos de propiedad común (a los que todos tienen acceso), los bosques proporcionan a los hogares camboyanos un medio para diversificar sus actividades de generación de ingresos y subsistencia, optimizando sus recursos laborales en las distintas estaciones, y proporcionando un "seguro" contra los riesgos de pérdidas agrícolas. Además, los pobladores sin tierra, con poco dinero para inversiones de capital y pocas posibilidades alternativas de sustento, a menudo todavía pueden recolectar productos del bosques para su subsistencia. De esta forma los recursos naturales de Camboya no sólo constituyen una base para la seguridad alimentaria, ingreso y empleo para la mayoría de la población, sino que además son una "red de seguridad" para los pobladores rurales pobres. Sin embargo, durante la última década, las formas de sustento rurales se han visto enfrentadas a desafíos cada vez mayores debido a una rápida disminución de los recursos. El madereo ilegal y no sustentable realizado por las empresas comerciales, el ejército, las autoridades locales y una población rural cada vez más numerosa, han dado como resultado altas tasas de degradación y pérdida de bosques. La información sobre la cobertura boscosa sugiere que las tasas de deforestación aumentaron en forma drástica entre 1993 y 1997 (último año del que hay datos disponibles). Aunque las estimaciones del gobierno desde 1997 indican que quedan 10,6 millones de hectáreas de cobertura boscosa en Camboya, se basan en la interpretación de imágenes satelitales, y no 16 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 incluyen inventarios de los recursos del bosque "debajo del dosel" que podrían revelar mucho sobre la calidad y/o degradación de los bosques que todavía quedan en pie. Los estudios de caso realizados indican que la disminución de recursos del bosque en la zona próxima a los poblados está forzando a los pobladores a satisfacer sus necesidades de subsistencia en áreas más alejadas. Las causas de esta disminución de los recursos disponibles son, según se dice, las prácticas de madereo ilegal y/o no sustentables y las restricciones de acceso a áreas de bosques en concesión. En la medida en que la escasez hace subir los costos de obtención de recursos naturales (en términos de tiempo, mano de obra, dinero y riesgo), los hogares rurales cargan con estos costos porque muchos productos del bosque no son fácilmente sustituibles. Por otro lado, se han impuesto restricciones importantes al acceso de la población rural a los recursos naturales. Desde 1975 hasta 1989 no existía la modalidad de la propiedad privada. En 1989 el gobierno permitió por primera vez que los ciudadanos tuvieran la propiedad privada de las casas y las tierras que ocupaban. Sin embargo, todavía no se permitía la propiedad de tierra no residencial. La Ley de Tierras del Estado de Camboya de 1992 amplió los derechos de propiedad privada para incluir los derechos de posesión temporal, usufructo, uso y servidumbres. Eso permitió al gobierno arrendar grandes parcelas de los recursos más productivos de Camboya a intereses privados. De los 18,1 millones de hectáreas de territorio de Camboya, aproximadamente 5,5 millones están actualmente en régimen de concesión --incluídos 4,24 millones destinados a la explotación forestal-- lo que ha llevado a un aumento de la población sin tierra y al desarrollo de conflictos entre los madereros comerciales y los subcontratistas y usuarios locales de los bosques. Los conflictos en general son producto de la negación al acceso a los recursos naturales, la pérdida de recursos naturales debido al daño producido por el madereo, y/o el clima de intimidación asociado con las operaciones de seguridad de las empresas concesionarias. El proceso de "consulta pública" --cuyo plazo final fue el 30 de noviembre-- que supuestamente fue establecido por el gobierno para examinar los "planes de manejo sustentable de bosques" presentados por 13 de los 14 concesionarios activos en Camboya, y para permitir las discusiones entre los diferentes "socios" ha sido puesto en cuestión. Algunas ONGs denuncian la "farsa" de transparencia que sospechan está destinada principalmente a legitimar la explotación comercial que violará los derechos de las comunidades afectadas por un proceso que implica una reforma de la política forestal que cuenta con el apoyo --nada sorprendente-- del Banco Mundial a través de un préstamo de cinco millones de dólares. Artículo basado en información obtenida de: "Forest Policy: The ‘public consultation’ on concession management plans ends in a climate of defiance", Cambodge Soir, Nº 1653, 29 de noviembre de 2002; "Natural Resources and Rural Livelihoods in Cambodia: A Baseline Assessment", Bruce McKenney and Prom Tola, RECOFTC E-letter No. 2002.20, 21 de noviembre de 2002, correo electrónico: info@recoftc.org , http://www.cdri.org.kh ; "Closing address of Samdech Hun Sen, Primer Minister of the Royal government of Cambodia, At the Government-Donor monitoring Meeting, 29 de enero de 2001, http://www.camnet.com.kh/ocm/government64.htm inicio - Indonesia: la destrucción de ecosistemas de manglares Los manglares constituyen un ecosistema costero primario de gran diversidad biológica propios de las regiones tropicales y subtropicales, que tradicionalmente ha sido soporte del sustento de la población local brindando, entre otros productos, alimentos --los manglares son zona de desove y cría de muchas especies marinas-- leña, carbón y madera. También cumplen una función de reducción de inundaciones, ayudan a evitar la erosión de las riberas de los ríos y sirven para amortiguar el oleaje producido por las tormentas, y en menor medida también los vientos fuertes, ambos fenómenos climáticos asociados a muchas tormentas tropicales y subtropicales. Si bien las tormentas fuertes pueden golpear y dañar las barreras costeras de manglares, éstos vuelven a crecer naturalmente y sin costo, a diferencia de cualquier barrera de protección costera realizada por el ser humano. Sin embargo, los 17 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 ecosistemas de manglares están siendo destruidos intencionalmente para llevar a cabo actividades industriales no sustentables. Los humedales indonesios, entre los que se incluyen bosques de manglares, pantanos y turberas, han disminuido en forma significativa, pasando de un área total de 42,5 millones de hectáreas en 1987 a 33,8 millones de hectáreas en el presente año. La destrucción de humedales ha sido la causa de diversos desastres en el país, incluyendo inundaciones anuales, sequías y pérdida de diversidad biológica. Importantes áreas de manglares en Indonesia y otras regiones del sudeste asiático han sido "desarrolladas" para crear estanques para la producción comercial de pescado y camarones. Se estima que el área de bosques de manglares disminuyó de 3,2 millones de hectáreas en 1986 a 2,4 millones en 1996, debido a su conversión en estanques para cría de peces y camarones. Los resultados de una investigación realizada por el International Institute for Aerospace Survey and Earth Science en el delta del río Mahakam, en la región oriental de Kalimantan, muestran que durante el período que va desde 1982 a 1996 desaparecieron aproximadamente 17.429 hectáreas de bosques de manglares, que fueron destinadas a otros usos, principalmente estanques para la cría industrial de camarones. Hajrul Junaid de la ONG indonesia Network for Forest Conservation (SKEPHI) afirmó que los humedales del país han sido gravemente dañados, y que se hace necesaria la aplicación de una política integrada por parte del gobierno central. "Pero el gobierno debe actuar con rapidez, porque los humedales corren riesgos evidentes", explicó. Artículo basado en información obtenida de: "The Late Friday News, 107th Edition", Mangrove Action Project, correo electrónico: mangroveap@olympus.net , http://www.earthisland.org/map/index.htm ; "The world of mangroves", http://www.mangroveweb.net/html/mangrov.htm ; "Monitoring Mangrove Forests using Remote Sensing and GIS, Yousif Ali Hussin Mahfud M. Zuhair Michael Weir, http://www.gisdevelopment.net/aars/acrs/1999/ps5/ps5126pf.htm inicio - Malasia: impactos ambientales por desecación de pantanos de turba Los países del sudeste asiático --en especial Indonesia y Malasia-- tienen más de 20 millones de hectáreas de suelos de turba, equivalentes al 60% de las turberas tropicales del mundo. Los pantanos de turba existen en el interior, adyacentes a la zona de manglares costeros, y con frecuencia se extienden entre 3 y 5 km sobre las planicies de inundación de los ríos. Se caracterizan por una capa gruesa de turba de entre 8 y 20 metros, que se compone principalmente de materia vegetal semidescompuesta acumulada durante más de 8.000 años. Mientras el suelo de turba permanece saturado de agua, el ecosistema de pantanos conserva su equilibrio. Los pantanos de turba son como esponjas que absorben el excedente de agua de la lluvia y los ríos, controlando así las inundaciones durante la estación lluviosa y liberando fuentes de agua muy necesarias durante la estación seca. La desecación de los pantanos de turba para plantar palma aceitera y caucho, para madereo, acuicultura y construcción de viviendas, o para extraer estaño y turba, involucra numerosos problemas. Los canales cavados en la turba vacían el contenido de agua del pantano. Cuando el nivel de agua desciende, la capa superior de materia vegetal se seca convirtiéndose en combustible, especialmente durante la estación seca. La reducción del nivel de las capas freáticas y la apertura del dosel del bosque aumenta el riesgo de incendios en los suelos de turba. En octubre de 1995, 16 hectáreas de la reserva de bosque de Bukit Tunggal, adyacente al bosque de pantano de Selangor Norte en Batang Berjuntai, fueron consumidas por el fuego. A principios de 1989, un incendio en Batang Berjuntai causó estragos durante tres meses. En 1997, la organización Wetlands International informó sobre cuatro incendios en Malasia en el bosque de pantano de Pahang sudoriental y en las reservas de bosque de Raja Musa y Sungai Karang, que integran el bosque de pantano de Selangor norte en Sabak Bernam, Selangor, y partes del pantano de Kuala Langat norte, también en Selangor. El incendio de turba 18 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 más publicitado fue el de Kampung Penadah en Pekan, Pahang, donde el fuego arrasó 160 hectáreas de bosque. Fueron necesarias dos semanas para extinguir las llamas. Los incendios de turba producen cantidades mucho mayores de humo por hectárea que otros incendios de bosques, y son casi imposibles de extinguir sin restaurar los niveles de agua en los pantanos. Las turberas desecadas ya no pueden cumplir, entre otras, con las siguientes funciones ecológicas: absorber y almacenar agua para mitigar inundaciones y actuar como captadoras de agua; proteger las tierras costeras de la intrusión del agua salada del mar; filtrar sustancias contaminantes que de otra forma degradarían lagos, ríos y aguas subterráneas; suministrar madera y productos no madereros, y proporcionar hábitat para la fauna y flora en situación crítica, en particular para el rinoceronte de Sumatra, en peligro de extinción. Una vez seca, la turba se oxida y se descompone, causando el colapso del suelo. Las turberas también funcionan como depósitos de carbono. La vegetación semidescompuesta encierra grandes cantidades de carbono, evitando que escape a la atmósfera como dióxido de carbono, el principal contribuyente al calentamiento mundial. Si se continúan desecando las turberas de Malasia, los incendios de turba en la propia Malasia, en combinación con los incendios de turba indonesios, incrementarán aún más la extensa contaminación atmosférica que se produce en la región por las densas nubes de humo resultantes de los incendios. Los incendios de turba prolongados liberan enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera, contribuyendo así al calentamiento mundial y a la alteración del clima a largo plazo. Casi todos los bosques de turba propiedad del estado están destinados al establecimiento de granjas, plantaciones, viviendas o instalaciones industriales, destinos todos que exigen que se deseque el bosque de turba. De las 800.000 hectáreas de turberas de la península, hoy quedan apenas 340.000. De éstas sólo 200.000 hectáreas están protegidas como reservas de bosque y de vida silvestre. Las turberas más importantes que todavía subsisten se encuentran en Pahang y Selangor. En Perak, los bosques de pantano de Melintang y Teluk Intan fueron convertidos casi en su totalidad en plantaciones de palma aceitera. Artículo extraído de la página web de Sahabat Alam Malaysia: "Peat Swamps". http://surforever.com/sam/a2z/content4.html inicio OCEANIA - Samoa: un enfoque desde la sociedad civil para asegurar el manejo comunitario del bosque Samoa tiene un territorio de 2.935 kilómetros cuadrados que comprende dos islas principales, Upolu y Savaii, y siete islas más pequeñas. Más de las dos terceras partes de los 178.000 habitantes del país viven en Upolu. Las tierras altas centrales de Upolu y Savaii están escasamente pobladas. La mayor parte de la población se concentra en la costa. Más del 81% de las tierras del país se encuentra bajo el sistema de propiedad tradicional, y el resto se divide entre tierras de propiedad estatal (11%), de Samoa Land Corporation (5%) y de particulares en régimen de propiedad privada (3%). De las 283.700 hectáreas de tierra de Upolu y Savaii, unas 158.000 mantienen bosque nativo, en tanto que 106.000 hectáreas están clasificadas como tierra de cultivo, 9.910 están dedicadas a la ganadería extensiva, y 5.379 son plantaciones establecidas. La biodiversidad de Samoa ha sufrido una rápida transformación desde la época previa al inicio de su contacto con Europa, cuando la tierra estaba "vestida desde la costa a la cumbre por bosque virgen y los nativos parecían divertirse domesticando palomas torcazas, tórtolas, y loros", tal como lo describió Bougainville entre 1766 y 1769. En aquellos días, los samoanos convivían armoniosamente con el medio ambiente natural que satisfacía todas sus necesidades. Los árboles proporcionaban madera para la construcción de casas y utensilios, el suelo proveía los cultivos, las montañas brindaban cuencas para los ríos claros, y la fauna y la flora el alimento. 19 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 Las demandas de la sociedad moderna cambiaron rápidamente el medio ambiente, especialmente en las últimas tres décadas, y los recursos se han explotado en formas cada vez menos sustentables. La tala de bosque para la agricultura, la caza excesiva, los proyectos de desarrollo comercial, la expansión urbana descontrolada y las operaciones de madereo han contribuido colectivamente a la degradación ambiental. Un índice dramático de este impacto es que entre 1954 y 1990 se perdió más del 64% del bosque nativo. El bosque de tierras bajas que todavía existe es muy escaso, y se ha incrementado mucho la presión sobre los bosques en las colinas y tierras altas. Los pájaros que, según los ancianos, antes deambulaban libremente por el campo, hoy solamente se encuentran en las tierras altas o están en peligro de extinción. La introducción de las armas de fuego aumentó la caza de palomas a tal punto que hoy son difíciles de encontrar en el bosque. Las viejas canciones y proverbios son las únicas formas en que la mayoría de la población conoce la existencia de estas especies de palomas y pájaros. La población del murciélago frutero común (Artibeus jamaicensis), por ejemplo, ha disminuido drásticamente, en parte debido a la caza para la exportación, que sumó 33.000 ejemplares de esta especie entre 1981 y 1989. En combinación con las influencias humanas están las perturbaciones generadas por los desastres y eventos naturales, como ciclones, incendios de bosques y terremotos. Dos recientes ciclones, Ofa (1990) y Val (1991) fueron los más graves de la historia reciente del país, y produjeron enormes impactos sobre la población de aves y murciélagos fruteros. Con el transcurso del tiempo, sería posible que bosques, animales y plantas se recuperaran de estos desastres. Sin embargo, la tala a gran escala, la introducción de especies exóticas y la caza excesiva, amenazan con frustrar esta recuperación. La caza de palomas sin permitir que su población llegue a los niveles anteriores al ciclón, es un ejemplo de cómo los impactos humanos se combinan con la naturaleza para producir cambios acelerados en los recursos, promoviendo así la extinción de especies. Estos cambios afectarán en última instancia el futuro de todo lo samoano, a menos que el pueblo de Samoa trabaje unido para asegurar la conservación y el uso sustentable de los recursos para el futuro. Muchos de los desastres naturales que destruyeron gran parte de nuestros bosques fueron causados por la deforestación de grandes áreas en otras regiones, y por el cambio climático originado por las emisiones de gases de efecto invernadero y el uso de combustible fósil en los países industrializados del norte. La cuestión de la deuda ecológica constituye un reclamo de justicia de países tales como Samoa. Durante demasiado tiempo, nosotros y nuestra herencia de recursos naturales, hemos sido explotados continuamente por los países del norte. Ahora es tiempo que los recursos del sur, que hoy almacenan y disfrutan los países del norte, sean repatriados a donde pertenecen: el sur. Samoa como país pequeño podría hacer maravillas si una pequeña porción de esa riqueza ecológica que vale miles y miles de millones de dólares fuera devuelta a los países del sur. Entonces podríamos abordar en forma realista muchos de nuestros problemas, pasando de la degradación a la conservación de los bosques, en conjunto con las comunidades de las aldeas como propietarias y administradoras de estos recursos. Para Samoa está claro que los esfuerzos colectivos del gobierno, las ONGs, y en particular de los poblados, constituyen un paso adelante para frenar muchas de las amenazas que pesan sobre los recursos de los bosques. Como propietarios del 81% de las tierras y bosques de Samoa, los poblados son la avanzada de nuestros esfuerzos. Las estructuras existentes en los poblados, que determinan las prácticas de buen gobierno, la toma de decisiones, la puesta en práctica de las mismas y el control de las malas prácticas serán los instrumentos que sostendrán los futuros esfuerzos de conservación de los bosques. La primera ONG ambientalista de Samoa, Ole Siosiomaga Society Incorporated (OLSSI), fue fundada en 1990 por un grupo de pobladores locales genuinamente preocupados por la preservación y conservación del medio ambiente, el manejo de los bosques, la creación de conciencia sobre los temas ambientales y la promoción del uso sustentable de los recursos naturales en Samoa. Durante sus 11 años de existencia, OLSSI ha sido capaz de ampliar sus esfuerzos en la preservación del medio ambiente y la conservación de los bosques, a través del manejo de una serie de proyectos de desarrollo sustentable ecológicamente adecuados, trabajando además en la generación de conciencia educativa y en la defensa de temas ambientales y de bosques. Gran parte del trabajo de OLSSI se ha centrado en la participación comunitaria y en asegurar que las comunidades, en tanto 20 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 beneficiarias, sean las verdaderas receptoras y beneficiarias de los recursos movilizados para instrumentar estos proyectos. La asociación multisectorial pondrá un freno a los incendios y a la deforestación, controlará las prácticas de subsistencia que talan áreas nuevas de bosque prístino, asegurará la conservación de la diversidad biológica, actuará como catalizadora en iniciativas de conservación colectivas en los poblados, y permitirá que los pobladores se adueñen del manejo de los bosques y eviten actividades que perjudiquen la sustentabilidad de este recurso vital. Por: Fiu Mataese Elisara-La’ulu, Director Ejecutivo, Ole Siosiomaga Society Incorporated (OLSSI), correo electrónico: ngo_siosiomaga@samoa.ws inicio GENERAL - El Área de Libre Comercio de las Américas y sus impactos sobre los bosques El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) es un acuerdo de libre comercio e inversión que se está negociando entre los gobiernos de América del Norte, América Central, América del Sur y el Caribe, con excepción de Cuba. Sigue el modelo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre Estados Unidos, Canadá y México. El objetivo del ALCA es crear una zona de libre comercio e inversión que se extienda desde el norte de Canadá hasta el extremo sur de Chile. Igual que en el TLCAN, "libre comercio e inversión" significa reducir las reglamentaciones gubernamentales sobre las empresas, abrir los mercados a la competencia extranjera y ampliar el comercio a todos los productos, entre ellos los productos provenientes de los bosques. Este acuerdo constituye un riesgo para la integridad de los bosques y ecosistemas en la medida que implica un estímulo a la tala provocada por el madereo industrial y un debilitamiento de las normas dirigidas a evitar la diseminación de especies invasoras y organismos transgénicos (manipulados genéticamente). Además, deja a los países con las manos atadas para utilizar diversas políticas destinadas a la conservación de sus recursos naturales, entre las que se incluyen los esfuerzos nacionales para proteger los bosques y promover el manejo sustentable de los mismos. Entre las medidas de protección de bosques que podrían correr riesgo figuran la prohibición de exportar troncos sin procesar de territorios federales y de la mayoría de los territorios estatales, que apunta a proteger a los pequeños aserraderos locales y a reducir el madereo; leyes de contratación federales y estatales de carácter ecológico, como por ejemplo las que exigen el uso de papel reciclado; leyes de certificación y etiquetado ecológicos, utilizadas para identificar productos ecológicamente adecuados, como la madera obtenida en forma sustentable, y leyes de protección contra la diseminación de especies invasoras. El ALCA podría provocar esos impactos ambientales si adopta los elementos más problemáticos desde el punto ecológico del TLCAN y de la Organización Mundial del Comercio (OMC) --y si se introduce en un nuevo terreno de comercio internacional e inversión extranjera-- en sus esfuerzos por subordinar la integridad de los bosques y los ecosistemas de las Américas a los objetivos de la liberalización del comercio y la inversión. El capítulo de Acceso a los mercados del texto borrador implica un aumento de la presión del madereo sobre los bosques nativos, en especial la conversión de bosques primarios a plantaciones de árboles como resultado de la eliminación de aranceles sobre los productos forestales. Además, el capítulo sobre Agricultura considera la reducción, y en última instancia la eliminación de los aranceles sobre productos agrícolas como la carne vacuna y la soja. Esto promoverá la conversión de bosques nativos a usos agrícolas orientados a la exportación, ejerciendo nuevas presiones sobre los bosques, en especial la Amazonia, en la medida que empujará a los pobladores sin tierra a internarse aun más en zonas no intervenidas. 21 BOLETIN 65 del WRM Diciembre 2002 El ALCA también impediría a las autoridades gubernamentales proteger los bosques o establecer normas, incentivos o restricciones cuantitativas dirigidas a asegurar el manejo sustentable de los bosques, al calificarlas de barreras "no arancelarias" al comercio o a la competencia. Las empresas extranjeras podrían tener facultad de demandar a los gobiernos toda vez que consideren que sus intereses son afectados. Según el Capítulo sobre servicios (artículo 7) propuesto, se prohibiría a los países la adopción de medidas adecuadas para proteger el medio ambiente y los recursos naturales en el "sector de servicios", cuya amplia definición incluye energía, agua, turismo y eliminación de residuos. De esta forma se impediría a los gobiernos la aprobación de "limitaciones sobre el número de proveedores de servicios" para infraestructura de residuos peligrosos, actividades vinculadas a petróleo y gas, vehículos mecanizados utilizados en zonas de gran turismo y proveedores de agua. Como resultado, los legisladores locales, estatales y federales perderían la capacidad de fijar límites específicos a la cantidad de infraestructura para estas industrias, lo que potencialmente resultaría en pérdida de bosques, arrecifes de coral y humedales, distorsión de las patrones migratorios, daños a la flora y fauna e intensa contaminación localizada. Otro aspecto del texto propuesto es que implica la pérdida de democracia y participación ciudadana. A través de las disposiciones sobre solución de controversias, los gobiernos podrían dejar en manos de tribunales internacionales no elegidos la decisión respecto de las medidas de protección de los bosques. Esto se aplica en forma amplia no solo a leyes y reglamentaciones de protección de bosques en los que el ALCA se considere "perjudicado" o "frustrado", sino también "… cuando una Parte considere que una medida existente [o propuesta] por la otra parte es [o fuera] incompatible con las obligaciones del Acuerdo del ALCA [o aun cuando no fuera incompatible, si pudiera causar la anulación o menoscabo de cualquier beneficio que una Parte pudiera razonablemente haber esperado obtener en virtud de este Acuerdo…]". Es posible que no se permita la participación de organizaciones no gubernamentales en los tribunales del ALCA, a pesar incluso de que las decisiones obligatorias de los "paneles neutrales" no están sujetas a apelación y favorecen la anulación de las leyes ambientales cuando las mismas entran en conflicto con el ALCA. La aprobación de las medidas sanitarias y fitosanitarias propuestas por el acuerdo supondría un mayor obstáculo a la aplicación de medidas de precaución dirigidas a evitar la diseminación de animales y vegetales invasores destructivos desde el punto de vista ecológico y económico. Los países miembros del ALCA tendrían la carga de proporcionar costosas pruebas científicas que demuestren la justificación de las medidas, si las salvaguardas nacionales exceden las normas internacionales adoptadas por organizaciones cuasi gubernamentales influenciadas por la industria y relativamente cerradas al examen público. Si los países del ALCA aceptan el borrador del acuerdo, se les exigirá que admitan que se patenten los organismos manipulados genéticamente, incluso de especies de árboles y plantas leñosas transgénicas que pueden alterar los ecosistemas nativos. Artículo basado en información obtenida de: "Impact of the Free Trade Area of the Americas on Forests. A forest-specific analysis of the draft text of the FTAA" (ver estudio completo en inglés en: http://www.tradeandforests.org/documents/2001/ftaa_forests.pdf ), por Jason Tockman, International Trade Program of American Lands Alliance, correo electrónico: tockman@americanlands.org ; "The Free Trade Area of the Americas: Hemispheric Forest Threat", American Lands Alliance, correo electrónico: wafcdc@americanlands.org , http://www.americanlands.org inicio 22