Luis Guillermo Ramos Domínguez Enciclopediaafrocolombiana.bligoo.com enciclopediaafrocolombiana@gmail.com LOS PIES DE MA‛NATO. Cuando acompañaba en su lecho de enferma a Ana Tulia Olaya (Ma‛nato), en sus últimos días de vida, miré detenidamente sus pies y vino a mi memoria el recuerdo de su carrera cuando huía del Arco Iris (que se las perseguía porqué con sus amigas lo estaban molestando) y sólo se escapó de la muerte por el atado de leña que traía en la cabeza y porqué las casas ubicadas al pie de la carretera que conduce a la vereda el Chorro impidieron el avance de la furiosa humarada que se las quería tragar. También me acordé de esos pies que se movían en el vientre de su madre al son de las fugas1 que tocaba la orquesta en las adoraciones al Niño Dios y de la frase que me contestó cuando le pregunté qué desde cuando bailaba fugas ? - ¡uh! desde que estaba en la barriga de mi mamá, porque las adoraciones las hacían en la casa de mi abuela Magdalena Olaya en Juan Ignacio -. De esos pies que la llevaron de niña, a los siete años, a la escuela de la maestra Fidelina Echeverry, quien atendía sola a 130 estudiantes de los grados primero al quinto, en la vereda el Palito; allí aprendió la frase, que repetiría por el resto de su vida – estudia no para aprender más, sino para aprender mejor- . De esos pies que se subían al techo la casa para coger las sardinas que caían del cielo. Decía su abuela Magdalena- que las subía el Arco Iris cuando venía a beber agua a la tierra, las depositaba en una nube y caían a la tierra cuando llovía-. De esos pies que la llevaban a recorrer la finca de la abuela, a disfrutar de la diversidad de animales y vegetales y a jugar con sus amigas a las muñecas y a las comitivas. De esos pies que recorrían el camino a Puerto Tejada con la abuela para vender los productos de la finca y comprar lo que no producían en el mercado de la plaza chiquita. De esos pies que salieron corriendo de su casa en Juan Ignacio a la tienda del finado Marcelino en Primavera, para comprar un pantostao para que comiera su abuela, que llevaba varios días sin pasar bocado 1 Cantos y bailes ancestrales de las comunidades negras del Norte del Cauca y Sur del Valle del Cauca. Luis Guillermo Ramos Domínguez Enciclopediaafrocolombiana.bligoo.com enciclopediaafrocolombiana@gmail.com porqué unos vecinos envidiosos le habían puesto unos perros en la barriga, y solo se los pudo sacar el Hierbatero Vicente, que trajeron de Jamundí. Ese día le tocó pasar veringa2, con la ropa en la cabeza, tarde en la noche, por la finca del finado Eulogio porqué decían que allí salía un muerto. De esos pies que la llevaron de la mano de la maestra Justina Ramos a visitar la “casa del alto”, sede principal de la antigua hacienda esclavista de la Bolsa, propiedad de Julio Arboleda, con las paredes manchadas de la sangre de nuestros abuelos esclavizados- esa sangre que no se seca nunca, así blanqueen muchas veces las paredes- decía Ma‛nato. De esos pies que la llevaron con la maestra a la hacienda de Japio donde un muchacho mató a Julio Arboleda,- porqué él le había matado los papás, porque ellos no querían servirle más de esclavos, el muchacho se aprendió la “oración de la virgen del Carmen”, “la oración del duende” ,“ la oración del Justo Juez” y la “oración de nuestro señor Jesucristo” , y le puso en la portada el siguiente pasquín : “NI JESUCRISTO PASÓ DE LA CRUZ, NI JULIO ARBOLEDA DE AQUÍ”logrando así el fin de la esclavización en el Norte del Cauca. De esos pies que arrastraron a su hermano Benjamín, cuando cayó privado en la puerta de su casa, porqué vio el fantasma de Julio Arboleda, él vaga errante en su mula por las noche en Villa Rica, recorriendo desde la hacienda “El Alto” a la laguna de la hacienda “comunidad” en donde tiene enterrado sus tesoros. De esos pies que la trajeron desde la vereda el chorro en 1930, en un invierno tan fuerte, que hizo que el río Cauca se saliera de su cauce e inundara la paila en la que su mamá le estaba cocinando el desayuno; esa fue la señal para que toda la comunidad saliera de la vereda, comandada por Juan Bernardo Balanta y se vinieran a fundar a Villa Rica en las tierras altas del primer barrio que se llamó el Terronal. De esos pies de joven que bailaban hasta el amanecer, bambucos, torbellinos, danzas y marchas en el primer bailadero ubicado en el barrio San Fernando de propiedad de los hermanos Saulo y Drigelio Vásquez. 2 Sin ropa. Luis Guillermo Ramos Domínguez Enciclopediaafrocolombiana.bligoo.com enciclopediaafrocolombiana@gmail.com De esos pies que la llevaban a trabajar echando pala en las fincas y arrozales ajenos, y de cacharrera3 en la galería de Santa Helena en Cali para llevar el mercado a la casa y levantar una numerosa familia, Ma‛nato decía mucho orgullo – He criado mucha familia, porque he criado a los hijos de mis hijos, pero yo nunca he trabajado en casas de familia-. De esos pies que la llevaron a Timba, en el municipio de Buenos Aires, detrás del amor de su vida, -Yo a ese hombre lo quería mucho, luchoen donde conoció a don Cristino( el que se lo quería llevar la diabla, porque vivía solo), en donde vio al Judío Errante, que arrimó a la sancochería de misia Juanita, con un pandebono aún caliente, que había comprado en Suarez, y no alcanzó a esperar el tinto que pidió, - porqué él adentro de su cabeza escucha la voz de Dios que le dice ¡anda! y ahí mismo tiene que irse porque esa es la maldición de Dios, por que él es Caín quien mató a su hermano Abel-; También en Timba vio a su marido comiéndose a una piona4 en el cafetal5 y no pudo decir nada porque allá esa gente es muy bruja y le pueden hacer daño a uno-. De esos pies que no soportaron el peso de su cuerpo, cuando se enteró que su amor, en una visita de ella a su familia en Villa Rica y de él a un hermano en Jamundí, lo habían obligado a casarse con una muchacha, porque lo habían visto conversando con ella, en un matrimonio sumario que antes llamaban “el matrimonio relámpago”. De esos pies que recorrían a Villa Rica ( cuando no era municipio y había sentido de comunidad) , acompañada de don Víctor tocando la tambora y las pastoras: Tomasa, Tindo, Lola, Ma‛tenten, tita y Ma‛emilia, entre otras, acompaños por mí y otros jóvenes, cantando y recogiendo entre los vecinos la plata para hacer las Adoraciones al niño Dios; en la noche al frente de su casa, esos pies se movían rítmicamente enseñando a niños, niñas y adultos a bailar las fugas y cantar las loas6 y el día escogido encabezaban la marcha por todo el pueblo al frente de la banda de músicos invitando a la comunidad adorar al niño Dios. 3 Vendedora de los productos de la finca tradicional en las galerías. (plátano, Yuca, naranjas, etc.) Trabajadora de la finca 5 Cultivo de café. 6 Recitaciones al niño Dios. 4 Luis Guillermo Ramos Domínguez Enciclopediaafrocolombiana.bligoo.com enciclopediaafrocolombiana@gmail.com De esos pies, que la llevaron a cantar y a bailar en cientos de bundes7 para celebrar la llegada al cielo de un niño que muere sin pecado; recuerdo en particular la siguiente estrofa que cantaba Ma‛nato: Comadre Jacinta No vuelva a parir Que todos sus hijos Se le han de morir. Compadre Pioquinto No me diga más Que todos mis hijos Los vuelvo a parir Y para la muestra Ya lo tengo aquí. Uno por uno Se me van muriendo Y de dos en dos Los voy reponiendo, Los voy reponiendo. De esos pies que la llevaron desde los nueve años a rezar las oraciones y cantar las salves8 para pedir por el alma de los difuntos, en ritos mortuorios que se extienden por nueve días y duran hasta el día siguiente en el velorio y la última noche; ella no cobraba porque decía que era su misión en la vida y que cuando ella se muriera otras personas también iban a rezar para pedir por la salvación de su alma. De esos pies que la llevaron a Cartagena, cuando Villa Rica pertenecía a Santander de Qulichao, en la administración de Aldemar Ríos, ella decía que, los infantes de la marina querían que se quedara con ellos porqué los divertía mucho con sus cantos y sus bailes. De esos pies de vieja que con ayuda del bastón, la traían a mi casa todos los domingos en la mañana, por tres años, para contarme las historias, los relatos, los mitos, las leyendas, las oraciones, los bundes, las coplas , las salves y la genealogía de la gente de la Bolsa que yo 7 8 Cantos y bailes ancestrales a las niñas y niños que mueren. Cantos ancestrales a Dios, a los Santos, a la Virgen y a Jesucristo para despedir a los adultos que fallecen. Luis Guillermo Ramos Domínguez Enciclopediaafrocolombiana.bligoo.com enciclopediaafrocolombiana@gmail.com debían aprender- porqué lo ordenaba la “Capitana” para que escribiera un libro en el que le contará a los muchachos la historia de la Bolsa,- para que ellos sepan, quienes somos y de donde venimos-. Entre relato y relato Ma‛nato aprovechaba para hacerse mirar de don Tánico9 , tomarse un trago de aguardiente de la botella con hierbas y untarse alcohol de la botella con “desvanecedora”10, que le aliviaban el dolor de las rodillas (en realidad yo pensaba que Ma‛nato solo con ver a Tánico se mejoraba). Nuestras jornadas dominicales eran monólogos de 8 horas, porque desde siempre la Capitana Ma‛nato, no escucha sino que habla y manda; ya en las horas de la tarde esos pies se acomodaban con mucha dificultad en el carro pirata11 , que la llevaba de vuelta a su casa en el barrio el terronal, en el transcurso de la semana yo debía organizar lo escrito para continuar el domingo siguiente. Del libro se publicó una pequeña edición y realizamos un documental en marzo de 2012, con mis recursos y la ayuda de un amigo; después de tocar muchas puertas sin recibir apoyo alguno y con el requerimiento inaplazable de Ma‛nato que quería ver el libro publicado antes de que se muriera. Esos pies mágicos llevaron el libro que titulamos: Historia, Cultura y Personajes de la Bolsa, el documental que grabamos y otras publicaciones, al Ministerio de Cultura para ser premiada en Agosto de 2012, por su dedicación al enriquecimiento de la cultura ancestral de las comunidades negras, Raizales, Palenqueras y Afrocolombianas y a ser declarada “Biblioteca viva del Norte del Cauca “. Esos pies de Ma‛nato han dejado una profunda huella en esta tierra y han contribuido como pocos al fortalecimiento de la identidad cultural de las comunidades negras del Norte del Cauca, del Sur del Valle del Cauca y la nación. 9 Médico tradicional, vecino de mi casa. Planta medicinal. 11 Carro sin licencia para el transporte de pasajeros. 10 Luis Guillermo Ramos Domínguez Enciclopediaafrocolombiana.bligoo.com enciclopediaafrocolombiana@gmail.com Ruego a Dios para que, quienes te sobrevivimos, Ma‛nato, tengamos, la honestidad, la altivez, la fortaleza y el carácter para transitar y continuar el sendero trazado por tus pies. Estoy seguro que ahora sin las limitaciones de la condición humana, continuarás trabajando como lo has hecho desde siempre, para que las futuras generaciones de Afrocolombianos, valoren lo nuestro y sepan quienes somos y de donde venimos. Muchas gracias Capitana Ma‛nato por tu ejemplo, por compartir con nosotros tus valores, tus saberes sobre el mundo visible e invisible y sobre todo por tu milenaria memoria ancestral. LUIS GUILLERMO RAMOS DOMINGUEZ luisguiramos@gmail.com Septiembre 20 de 2012.