WORLD RAINFOREST MOVEMENT MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES TROPICALES Secretariado Internacional

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WORLD RAINFOREST MOVEMENT
MOVIMIENTO MUNDIAL POR LOS BOSQUES TROPICALES
Secretariado Internacional
Ricardo Carrere (Coordinador)
Maldonado 1858
11200 Montevideo - Uruguay
En este número:
Tel: +598 2 413 2989
Fax: +598 2 418 0762
Email: wrm@wrm.org.uy
http://www.wrm.org.uy
BOLETIN 59 del WRM
Junio, 2002
(edición en castellano)
* NUESTRA OPINION
- Política propuesta por Banco Mundial pone en riesgo los bosques del mundo
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* LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS
AMERICA DEL SUR
- Argentina: el negocio de la forestación ¿somos neoliberales o no somos?
- Colombia: denuncia ante expansión de industria camaronera
- Ecuador: maderera se viste de verde mientras destruye bosques en Esmeraldas
- Perú: consulta popular dice NO a la minería en Tambogrande
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AMERICA CENTRAL
- Costa Rica: ONG cuestiona madereo con “sello verde” en área protegida
- Panamá: alternativa ecoturística desarrollada por el pueblo Kuna
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AMERICA DEL NORTE
- México: ¿quiénes se benefician con la palma aceitera en Chiapas?
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AFRICA
- Africa: Declaración de las ONGs en Reunión Ministerial sobre madereo ilegal
- República Centroafricana: las compañías madereras destruyen las formas de
sustento de los “Pigmeos”
- República Democrática del Congo: bosques abiertos para las empresas
- Uganda: proyecto de la represa de Bujagali cuestionado por el Panel de
Inspección del Banco Mundial
ASIA
- Camboya: plantaciones de caucho y de palma africana provocan
impactos en las comunidades locales
- India: la Suprema corte ordena el cierre de una carretera que
amenazaba la supervivencia de los Jarawa
- Indonesia: los impactos de género de las plantaciones comerciales de árboles
- Laos: pobladores conscientes de la amenaza de las plantaciones
industriales de árboles
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* GENERAL
- “Bosques plantados” en el camino a Johannesburgo
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Junio 2002
NUESTRA OPINION
- Política propuesta por Banco Mundial pone en riesgo los bosques del mundo
En vísperas de la cumbre de Johanesburgo, donde los gobiernos de todo el mundo debatirán propuestas para
proteger el medio ambiente, el Banco Mundial ha hecho público el largamente esperado borrador de su
política sobre bosques.
Aunque denominada “política de salvaguarda”, lo cierto es que los bosques del mundo no estarán más
salvaguardados en caso de que ella sea adoptada. En realidad, se trata de una política que desconoce las
demandas de la sociedad civil e ignora casi totalmente las recomendaciones realizadas al Banco por su
propio Grupo Técnico Consultivo. Por otra parte, la nueva política no aborda las principales causas de
deforestación que el Departamento de Evaluación de Operaciones del propio Banco identificó como
impulsadas por las poderosas fuerzas de la globalización y la liberalización económica, así como por las
malas prácticas de gobierno.
En pocas palabras: la política propuesta delega en las fuerzas del mercado y en mecanismos comerciales la
solución al problema de la deforestación. Los proyectos de gran escala de exportación maderera y de
secuestro de carbono serán los más probables beneficiarios de la propuesta, pese a no existir a la fecha
evidencia alguna de que estos proyectos puedan efectivamente promover un desarrollo ambientalmente
apropiado y socialmente justo.
La política propuesta habilita las inversiones extractivas del Banco en todo tipo de bosques, excepto aquellos
que sus burócratas definan como “bosques críticos”. Los mecanismos de participación para asegurar que los
cerca de mil millones de personas del planeta cuya vida depende de los bosques puedan dar su opinión
acerca de la definición de "bosques críticos", no forman parte del plan. La única mención que se hace sobre
participación es cuando la propuesta llama al sector privado, así como a las poblaciones locales y
organizaciones no gubernamentales a realizar aportes para el establecimiento de sistemas de certificación de
madera, que deberán basarse en las instituciones y legislaciones del país desde donde se solicite el crédito.
Dada la actual relación de fuerzas en los principales países donde se ubican los bosques, en los que
gobiernos y compañías madereras actúan de forma sumamente destructiva y socialmente injusta, se requiere
una política mucho más firme, capaz de defender eficazmente a las poblaciones afectadas.
En vez de proponer salvaguardas claras y fuertes para defender los bosques del mundo, la política propuesta
apela a otras siete “políticas de salvaguarda” ya existentes, como forma de asegurar la protección de los
ecosistemas y poblaciones dependientes de los bosques. De acuerdo con la propuesta, los ecosistemas
serían protegidos bajo la “Política de Salvaguarda para Hábitats Naturales”, pese a que dicha política ha sido
mayormente ineficaz y no ha servido para detener proyectos de inversión destructivos. Los derechos de los
pueblos serían a su vez protegidos por la Política de Pueblos Indígenas, aunque esta política no asegura los
derechos territoriales de los pueblos indígenas que habitan los bosques e ignora completamente a los
millones de personas no indígenas que dependen de los mismos para su supervivencia.
El borrador omite completamente el controvertido tema de los impactos de los préstamos programáticos y de
ajuste estructural sobre los bosques, mediante el simple expediente de derivar su consideración para una
anunciada y largamente demorada revisión de la política general del Banco sobre préstamos de ajuste.
La política propuesta representa un serio debilitamiento de la existente Política Operacional sobre Bosques de
1993. Sus previsiones son inaceptables porque carecen de salvaguardas adecuadas y ponen en grave riesgo
a los bosques y sus habitantes, que inevitablemente se verán perjudicados en los casos en que los proyectos
del Banco fracasen.
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La única posible conclusión es que el Banco llevó a cabo un ejercicio extremadamente largo y costoso --que
incluyó la revisión llevada a cabo por el Departamento de Evaluación de Operaciones, el trabajo del Grupo
Técnico Asesor y una serie de consultas regionales-- con el único objetivo de justificar la adopción de una
política que ya había sido decidida de antemano. Sinceramente esperamos que se demuestre que estamos
equivocad@s y que la política que resulte finalmente aprobada se adapte mejor a lo que en teoría es su
objetivo: la conservación de los bosques.
Nota: Lo anterior está basado en la declaración emitida el 19 de junio por el Movimiento Mundial por los
Bosques Tropicales, el Programa para los Pueblos de los Bosques y Environmental Defense. El texto
completo de la declaración está disponible en: http://www.wrm.org.uy/declaraciones/BM.html
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LUCHAS LOCALES Y NOTICIAS
AMERICA DEL SUR
- Argentina: el negocio de la forestación ¿somos neoliberales o no somos?
El sector forestal argentino está llorando. Se le ha venido a pique el pingüe negocio de la plantación a gran
escala de monocultivos de especies exóticas de rápido crecimiento con destino a la industrialización de
celulosa.
En copia fiel al programa forestal aplicado en todo el mundo --para lo que cuentan con el apoyo político y los
dineros de los organismos multilaterales que tienen atados a los países-- Argentina se comprometió por ley
(no. 25.080, de 1998) a subvencionar ese tipo de plantaciones. En un principio comenzó con gran pujanza y
las proyecciones para ese año eran de plantar 140.000 hectáreas para luego pasar a 200.000 hectáreas por
año.
Pero la profunda crisis económica que atraviesa la nación argentina ha llevado a que el Estado cese el pago
de los reintegros prometidos (que es uno de los favores al sector: otros son la estabilidad fiscal por 30 años
--que significa que en ese plazo no sufrirá ningún incremento tributario-- y la devolución anticipada del IVA).
La deuda con los inversores acogidos al régimen de promoción ronda actualmente los 25,5 millones de pesos
argentinos y corresponde a plantaciones realizadas entre 1996 y 1999.
"Con el incentivo del reintegro estatal fue posible la rápida expansión de la superficie forestada y proyectar un
escenario para recibir nuevas inversiones", dice Juan Escobar, gerente de la empresa extranjera Bosques del
Plata.
Por lo menos esto ha servido para dejar al descubierto la verdad de este negocio: que sin un fuerte apoyo
estatal, no marcha. ¿En qué quedamos? Las transnacionales son los principales actores del proceso de
globalización neoliberal que exige la apertura total de los mercados y la supresión de cualquier obstáculo
comercial, acosando a los países que osan apoyar el más mínimo intento de desarrollo local. Pero cuando de
sus negocios se trata, sí que aceptan los subsidios. Así cualquiera.
Artículo basado en información obtenida de “Una deuda estatal provoca la drástica caída de la forestación”,
Analía H. Testa, La Nación, 22 de mayo de 2002, http://www.lanacion.com.ar/02/05/22/de_398543.asp
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- Colombia: denuncia ante expansión de industria camaronera
El sistema de producción semi-intensivo aplicado en las granjas camaroneras ubicadas en el departamento
de Córdoba, en la región atlántica de Colombia, provoca grandes trastornos al ambiente circundante. Entre
otras cosas, implica el vertido constante de grandes volúmenes de agua saturada de desechos orgánicos
dentro del estuario de la cuenca baja del río Sinú.
Los empresarios de la industria camaronera que se establecieron en este estuario en 1982, ya abarcan unas
700 hectáreas y fueron importantes promotores de la central hidroeléctrica Urrá 1 (ver Boletín no. 51 del
WRM). Esta central ya entró en funcionamiento, y supuso la inundación de más de 7.000 hectáreas de
bosques, con un impacto directo en los medios de vida y la existencia misma del pueblo indígena Embera
Katío y las comunidades de pescadores del área. Los empresarios no dan puntada sin hilo: la central
hidroeléctrica regula los flujos de agua dulce con lo cual logran que aumenten los de agua salada,
provocando así la salinización de las tierras adyacentes al estuario de la bahía de Cispata. Se calcula que son
unas 7.200 hectáreas de tierras agrícolas las que quedan afectadas por la salinización. Las comunidades
locales que las han ocupado históricamente con cultivos tradicionales de subsistencia, terminarán por
abandonarlas. Y eso es justamente lo que les sirve a los empresarios: ocupar las superficies agrícolas
adyacentes a los ecosistemas de manglar para instalar allí sus piscinas artificiales para la cría industrial de
camarones.
Los intentos de expansión de la industria camaronera en la Costa Caribe colombiana cuentan con la
complacencia y el apoyo directo del Estado a través del Ministerio de Agricultura y del Ministerio de Comercio
Exterior. Recientemente se firmó un convenio entre entidades estatales y empresarios privados para el
establecimiento de 9.000 nuevas hectáreas de estanques camaroneros en el departamento de la Guajira, al
extremo norte del país, y se prepara otro convenio similar para promover el establecimiento de 8.000
hectáreas en los estuarios de la cuenca baja del río Sinú.
La Asociación de Productores para el Desarrollo Comunitario de la Ciénaga Grande del Bajo Sinú
(ASPROCIG), está muy preocupada con esta situación, y se plantea elaborar un conjunto de acciones para
hacerle frente. Ya ha establecido intercambios con FUNDECOL, de Ecuador, quienes conocen demasiado
bien los desastres causados por la industria camaronera en las zonas costeras de ese país.
La depredación es concertada. Basta con mirar cómo se repiten los diferentes sistemas de explotación de los
recursos, con las mismas nefastas repercusiones sociales, ambientales y económicas. Por ello, debe también
haber una concertación de fuerzas entre los afectados. En esa línea, ASPROCIG lanza su denuncia ante la
comunidad internacional y hace un llamado urgente a la solidaridad con la lucha que oponen a los intereses
comerciales que pretenden arrebatarles su presente y su futuro.
Artículo elaborado en base a información obtenida de: “S.O.S. Río Sinu”, de la Asociación de Productores
para el Desarrollo Comunitario de la Ciénaga Grande del Bajo Sinu (ASPROCIG), correo electrónico
asprocig@regmanglar.org , asprocig@colnodo.apc.org.co , http://www.asprocig.org.co ; “Las Represas de Urrá
en Colombia y de Ralco en Chile. Ecosistemas y Etnias Afectados. El Informe de la Comisión Mundial sobre
Represas”, EcoPortal.net, http://www.ecoportal.net/noti/notas408.htm
inicio
- Ecuador: maderera se viste de verde mientras destruye bosques en Esmeraldas
La empresa maderera "Plywood Ecuatoriana S.A.", de propiedad de la familia Alvarez - Barba, terminará por
hacer desaparecer los últimos bosques primarios existentes en la zona del Chocó ecuatoriano,
específicamente en la provincia de Esmeraldas. Sin embargo, esta empresa depredadora del bosque
recientemente ha optado por vestirse de verde.
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BOLETIN 59 del WRM
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En efecto, mediante una fuerte campaña publicitaria, esto es, en más de la mitad de una página del diario El
Comercio de Quito, del día domingo 3 de febrero del presente año, y en todo un "Suplemento comercial" de
cuatro páginas que circulara con el mismo diario el día martes 12 de marzo del año 2002, los directivos de
Plywood Ecuatoriana S.A., pretenden maquillar no solamente el rostro de la empresa, sino toda su imagen,
presentándose ante el público como una sacrificada entidad ecologista.
Si bien, el tema central de la publicidad a todo color --en la que naturalmente prevalece el color verde-- tiene
que ver con la obtención de la "certificación ISO 14001:96, en el manejo de plantaciones y bosque tropical",
es claro que la intención primordial de la empresa consiste en convencer a los lectores que siendo una
empresa dedicada a extraer y transformar la madera, a la vez y por arte de magia, preserva el bosque
tropical. El título principal de la propaganda es muy sugerente: "Líderes en la preservación del bosque tropical
Plywood Ecuatoriana S.A." En recuadros pequeños, se observan verdaderos poemas al bosque nativo: "Se
han plantado y manejado en la Provincia de Esmeraldas más de 2.200.000 árboles desde 1963, nueve veces
más, de lo que hemos extraído en los últimos 39 años". "El manejo forestal responsable garantiza la
supervivencia de las especies nativas del bosque tropical." Y así sucesivamente.
¿Pero, a qué viene en el fondo esta gran preocupación por unas "simples" publicaciones de una empresa
maderera, que como éstas, se publican a diario por casi todos los medios de comunicación escrita que tiene
circulación nacional?. La respuesta es simple: es que la Nacionalidad Indígena Awá, organizada en la
Federación de Centros Awá del Ecuador (FCAE), las comunas circundantes de Afroecuatorianos y otras
organizaciones que históricamente se han opuesto y se oponen a las verdaderas intenciones y políticas de la
Plywood Ecuatoriana S.A., la conocen desde hace mucho tiempo.
Claro que los comuneros de la Comuna Afroecuatoriana "El Pan", colindantes con los Awá, conocen de cerca
a Plywood Ecuatoriana S.A., porque se han visto obligados a retener los tractores de la empresa para
obligarlos a cumplir con los abundantes "compromisos" que hicieran antes de extraer la madera.
Esta misma Comuna, no puede olvidarse que en 1999, trató de obtener una Licencia de Aprovechamiento
Forestal en la Oficina Técnica del Ministerio del Ambiente en San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, y se
encontró con la sorpresa que la maderera Plywood Ecuatoriana S.A., ya había obtenido dolosamente el Plan
de Trabajo de la Comuna.
Pero hay mucho más. La empresa Plywood Ecuatoriana S.A., lejos de cumplir con los principios que dice
sostener en su propaganda pública, por intermedio de alguien falsificó la firma y rúbrica del presidente de la
Comuna "El Pan" y mandó a protocolizar en la Notaría Pública del cantón San Lorenzo, provincia de
Esmeraldas, un documento denominado "Contrato de Compraventa de Arboles de Madera", con cláusulas y
condiciones totalmente elaboradas por la empresa.
Por su lado, la Federación de Centros Awá del Ecuador , por intermedio de su dirigente, Pablo Cantincus,
Jefe del Departamento de Asuntos Legales de la FCAE, presentó en la Oficina Técnica del Ministerio del
Ambiente del cantón San Lorenzo, provincia de Esmeraldas una denuncia mediante la cual se conoció que
intermediarios de la Plywood Ecuatoriana S.A, encabezados por Boenerges Becilla, llegaron a la comunidad
Awá de Guadualito para incitar a los comuneros a que "vendan la madera", a sabiendas que la organización
Awá de segundo grado venía elaborando su propio Plan de Manejo y terminaron convenciéndolos. Les
pagaron precios irrisorios por la madera y empezaron a extraer el recurso sin autorización alguna, violando
toda legislación existente.
Para concluir entonces, las verdaderas políticas y prácticas de la maderera Plywood Ecuatoriana S.A, se
encuentran a la vista. Claro está que quienes las conocen por dentro nos pueden describir episodio por
episodio y al detalle. Siendo así, preocupan mucho aquellas publicaciones que parecieran ser simples
propagandas, que si bien para quienes conocen a las madereras parecen simples maquillajes, para quienes
viven lejos, muy lejos del escenario mismo de esta tragedia, pueden parecer verdades convincentes e
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irrefutables. Y preocupa particularmente que las entidades internacionales llamadas a dirigir procesos serios
de certificación de la madera, terminen concediendo "certificaciones" con títulos románticos a empresas que
tienen como objetivo acabar con los remanentes de la naturaleza que aún quedan.
Artículo basado en información de: Luis Fernando Sarango, Boletín del Instituto Científico de Culturas
Indígenas, marzo 2002, http://icci.nativeweb.org/boletin/36/sarango.html
inicio
- Perú: consulta popular dice NO a la minería en Tambogrande
Muchos gobiernos Latinoamericanos, con el fin de obtener ingresos y satisfacer las condiciones de los
programas de ajuste estructural del FMI y apoyados por los préstamos del Banco Mundial, han puesto a
disposición de las empresas multinacionales los recursos naturales de sus países y otorgan concesiones a
quienes a cualquier costo quieren perpetuar el modelo de explotación en su propio beneficio. Muchos pueblos
Latinoamericanos han comprendido que organizados pueden defender sus tierras, sus bosques y su
supervivencia.
Tal es el caso de la entrega que realizara, el ahora convicto Presidente Fujimori en 1999, de 89 mil hectáreas
de tierras a la empresa canadiense Manhattan Sechura S.A. para una explotación polimetálica a cielo abierto.
Varias comunidades de agricultores y campesinos de Tambogrande en el fértil valle San Lorenzo en el
Departamento de Piura, verían amenazado su derecho a un ambiente sano y productivo de llevarse a cabo
dicho proyecto.
La minería y muy especialmente la realizada a cielo abierto, puede ocupar y destruir amplias extensiones de
terreno. Durante los últimos decenios gran parte de la exploración minera ha afectado a los ecosistemas
forestales y representa la segunda amenaza principal (después de la explotación forestal comercial) para los
bosques primarios a escala mundial. Los bosques no sólo son eliminados para dejar paso a las actividades
mineras sino que para su construcción y para proveerlas de energía las minas emplean grandes cantidades
de madera de los bosques circundantes. Al igual que el resto del ambiente el bosque también puede sufrir "la
muerte" cuando se ve expuesto a los contaminantes tóxicos, a la lluvia ácida de las instalaciones de
tratamiento y a la asfixia por el polvo de las plantas procesadoras. Los bosques de algarrobales de
Tambogrande aportan más del 50 % del ingreso a los habitantes de la zona, tal como informáramos en
nuestro Boletin No. 49 de agosto del 2001.
Durante todo este tiempo las comunidades se han organizado para oponerse a este proyecto en la convicción
de que tendrá gravísimas repercusiones sociales y ambientales. Es sabido que incluso bajo condiciones
controladas, se producen desastres muy frecuentes y graves, más que en cualquier otro proceso industrial. La
explotación minera es una actividad fundamentalmente insustentable, ya que se basa en la extracción de
concentraciones de minerales no renovables creadas durante millones de años. Una vez extraídos, los
minerales no se pueden reponer, y el trastorno causado al medio ambiente produce un cambio y un daño
permanente. A medida que se agotan los yacimientos mineros más fácilmente accesibles, una profunda ansia
de nuevas fuentes minerales baratas empuja a la industria a una prospección cada vez más intensificada en
los territorios indígenas y en zonas ambientalmente sensibles.
Las empresas mineras están asimismo desarrollando nuevas técnicas que permiten obtener beneficios del
tratamiento de los yacimientos de inferior calidad. Este cambio, puede hacer que la minería sea incluso más
invasora y ambientalmente dañina que antes. El tratamiento de esos yacimientos requiere la apertura de
minas siempre más grandes que afectan a zonas siempre más extensas y la creación y el vertido de
cantidades sin precedentes de residuos mineros. Los costos de estas pérdidas son asumidos por las zonas,
comunidades y gobiernos afectados, más que por las empresas.
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Una de las organizaciones más activas durante la oposición, el Frente de Defensa del Valle de San Lorenzo y
Tambogrande, ha dialogado con representantes del Estado Peruano, de la Empresa Minera Manhattan
Sechura y diversas autoridades y personalidades del país y del mundo, haciéndoles saber su preocupación
por el impacto social y ambiental de una posible explotación minera en Tambogrande, una de las regiones de
más alta productividad agrícola del país. En las zonas mineras de Perú se constatan los índices más altos de
pobreza y desempleo. Durante este período también los miembros de dicha organización y sus familiares han
sido víctimas de varios atentados, secuestros y amenazas de muerte. Las autoridades no han podido
esclarecer aun, luego de un año, el asesinato de uno de los líderes ecologistas opositores al proyecto y
asesor técnico del Frente, el Ing. Godofredo García Baca.
Las comunidades locales, apoyadas por organizaciones internacionales, han logrado que el pasado domingo
2 de junio se llevara a cabo una consulta vecinal convocada por la Municipalidad Distrital para que la
población se pronunciara respecto a la explotación minera. La oposición fue contundente. Aunque la consulta
era voluntaria, hubo un altísimo grado de participación, mayor aun que en las elecciones nacionales: el 74%
de los tambograndinos participó en ella. De los votantes, el 98.05% señaló su oposición al proyecto minero.
A pesar de que al acto eleccionario concurrieron observadores peruanos, italianos, suizos, canadienses,
alemanes y estadounidenses que constataron que la población participó libremente y sin coacción, los
partidarios de la explotación han afirmado que la consulta vecinal era una acción ilegal.
Los tambograndinos no solamente han ratificado su rechazo a la empresa minera y al falso desarrollo que
ésta les ofrece, sino que han brindado un ejemplo de cómo una sociedad organizada puede defender sus
recursos y el derecho a elegir en forma democrática su forma de subsistencia.
En el marco de la actual ola de violencia desatada a raíz de la venta de empresas públicas que el actual
presidente había prometido --durante su campaña electoral-- no privatizar, sería bueno que el gobierno
comenzara a escuchar más a su pueblo y a sus demandas que a las del FMI, Banco Mundial y las empresas.
Si así lo hiciera, en el caso de Tambogrande debería reconocer la evidencia y ordenar la cancelación del
proyecto minero, democráticamente rechazado por la amplia mayoría de la población local.
Artículo elaborado en base a información obtenida de: Ideelemail N. 217, 4/6/02, Comunicado del Frente de
Defensa, 27/6/02, correo electrónico: isppt@cpi.udep.edu.pe, Página web de Oxfam:
http://ga0.org/alert-description.tcl?alert_id=2000889, Forest Conservation News Today enviada por Glen Barry,
correo electrónico: gbarry@forests.org, "Socavando los Bosques. La necesidad de controlar las empresas
mineras transnacionales: un estudio de caso canadiense" Forest Peoples Programme, Phillipine Indigenous
Peoples Links y World Rainforest Movement, disponible en inglés en:
http://www.wrm.org.uy/publications/mining.html
inicio
AMERICA CENTRAL
- Costa Rica: ONG cuestiona madereo con “sello verde” en área protegida
La certificación otorgada por el Consejo de Manejo Forestal (FSC, por su sigla en inglés), o lo que se ha dado
en llamar el “sello verde”, constituye un aval de que la madera de la empresa así calificada ha sido obtenida a
partir de prácticas que contemplan un manejo sustentable del bosque.
Ese fue el propósito que inspiró la idea. Pero tal vez sea difícil creer que en este escenario mundial de
“mercantilización” de la naturaleza y la vida, de apertura a ultranza de los mercados, de explotación de los
recursos en función de intereses de lucro rápido y a corto plazo, el “sello verde” no sea también engullido y
pase a ser un elemento más de marketing.
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Tal es el temor de los integrantes de la Asociación Ecologista Limonense Ser y Conservar, de Costa Rica,
quienes denuncian que la empresa Tecnoforest del Norte explota una zona de Área Silvestre Protegida de
gran importancia ecológica. La referida área abarca la Zona Protectora del Río Banano y el Área de Recarga
Acuífera del Río Bananito, que sirven de fuentes de agua para consumo humano en la zona. La empresa
Tecnoforest del Norte compró allí más de 2.000 hectáreas sin título, que procuran obtenerlo a través de la Ley
de Informaciones Posesorias, no obstante lo cual el Ministerio de Ambiente y Energía la ha autorizado a
realizar la explotación forestal de la zona.
Lo que empeora la situación es que en su calidad de empresa con “sello verde” y con un proyecto de Plan de
Manejo del bosque, está eximida, por diversos decretos ejecutivos aprobados desde el año 2000 en adelante,
de realizar un Estudio de Impacto Ambiental aprobado previamente por las autoridades pertinentes. Las
empresas certificadas adquieren también prioridad en las contrataciones de obra y prestación de servicios al
Estado.
Son muchos los intereses que hay en juego, casi todos los actores son empresas y finalmente todo tiene un
destino comercial. Es válida, pues la preocupación. La Asociación Ecologista Limonense Ser y Conservar
apoya el Recurso de Amparo presentado contra el Ministerio del Ambiente y los funcionarios involucrados e
invita a transmitir esta preocupación y desaprobación al presidente de Costa Rica así como a su ministro del
Ambiente y a solicitar apoyo a la opinión pública y al sector legislativo que esté dispuesto también a frenar
estos avances que implican la destrucción de zonas vitales.
Artículo basado en información obtenida de: “Denuncia contra abusos”, Marco Machore Levy-Asociación
Ecologista Limonense Ser y Conservar, correo electrónico: mmachore@hotmail.com , enviada por Florangel
Villegas, correo electrónico: fvv7@hotmail.com
inicio
- Panamá: alternativa ecoturística desarrollada por el pueblo Kuna
Panamá ha perdido el 60 por ciento de sus bosques en un proceso de deforestación en el que, según el
último informe del Servicio Forestal, desaparecen unas 50.000 hectáreas de bosques cada año. Las razones
que llevan a esta situación son múltiples y complejas, abarcando desde causas externas a internas. Si bien
desde esferas oficiales normalmente se culpabiliza al campesinado pobre por el desastre, en realidad se trata
del último eslabón de una larga cadena de causalidades que se originan tanto en políticas nacionales injustas
como en la incidencia del proceso de globalización y sus múltiples actores.
Pese a que el tema amerita un análisis profundo, en este artículo nos centraremos en un tipo de alternativa a
los procesos tradicionales de deforestación, que busca fomentar actividades que sirvan para el sustento de
los pobladores locales y al mismo tiempo aseguren la conservación de los bosques. Si bien somos
conscientes de que se trata de un tema controvertido, nos centraremos en la experiencia del pueblo indígena
Kuna en el desarrollo de un tipo de ecoturismo, definido como la forma de “viajar en forma responsable hacia
áreas naturales, conservando el ambiente y mejorando el bienestar de las comunidades locales”.
El pueblo Kuna tiene una larga tradición en materia de organización política y de gobernarse por sí mismos en
su territorio, denominado Comarca Kuna Yala. Su autonomía se extiende hasta su propia visión de un
negocio de popularidad creciente: el turismo cultural y de naturaleza. Muchos Kunas están decididos a
desarrollar el turismo de manera tal que no altere sus costumbres o su ambiente, sino que el turismo pueda
integrarse a ellos. En una de las comarcas cercanas al nacimiento del río Chucunaque, que recorre toda la
Provincia de Darién, se está capacitando a las comunidades para el manejo y autogestión de sus recursos y
para un desarrollo autosustentable.
Para las comunidades Kunas el término 'turismo' implica muchas connotaciones y los ancianos, cuando
recurren a sus memorias, lo presentan como una mala experiencia, haciendo referencia a las concesiones
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hoteleras extranjeras de unos años atrás. La idea de los Kuna es la utilización de los recursos naturales y
culturales como atractivos turísticos, diferenciando entre este sistema y el turismo tradicional de playa y sol
que están acostumbrados a desarrollar en la parte occidental de la zona geográfica de Kuna Yala.
En ese sentido, el turismo indígena parte de esta concepción y no como un paquete de turismo cultural o
étnico donde las comunidades indígenas son parte de la distracción turística, como un objeto de visita.
Después de todo, las poblaciones aledañas a un recurso ecoturístico son las más conocedoras de estos
ecosistemas. Un cazador de antes puede convertirse en un excelente guía, guardaparque u otra figura
vinculada con la conservación y la interpretación.
Los Kunas inclusive han construido un hotel en Nusagandi, una zona boscosa montañosa, bajo su jurisdicción
y con guías entrenados para identificar la flora y fauna, especialmente las aves. Asimismo, han diseñado
senderos interpretativos (“sendero de las medicinas”, por ejemplo). Aunque seguramente aún queda mucho
por aprender y mejorar, el tema ha sido enfáticamente discutido para que tales iniciativas beneficien a los
grupos de poblaciones locales.
Artículo elaborado en base a información obtenida de: Desarrollo del Turismo Naturalista. Kuna Yala : Caso
Nusagandi, http://www.guyunusa.com/resumenarticulo.php3?numero=9 ; Boletín Ambientema, julio 2001,
http://www.rainforest-alliance.org/programs/cmc/newsletter/july01-2s.html ; El Ecoturismo en el siglo 21; Su
creciente importancia en America Latina, Por Gerardo Budowski,
http://www.gochile.cl/spa/Guide/ChileSeminarioEcoturismo/Ponencias/Ponencia-Gerardo-Budowski.asp
inicio
AMERICA DEL NORTE
- México: ¿quiénes se benefician con la palma aceitera en Chiapas?
Los intereses empresariales que giran en torno a la palma africana, o palma aceitera, (ver Boletín 47 del
WRM) encuentran en México, y más precisamente en Chiapas, un lugar ideal para su negocio, básicamente
por la diversidad de climas de la zona, la disponibilidad de mano de obra barata (más aún por su condición de
estado fronterizo con América Central, donde abunda la mano de obra indocumentada) y la posibilidad de
acceder fácilmente a la tierra de comunidades campesinas que, empujadas y presionadas por las poderosas
fuerzas del mercado expresadas en políticas agrarias, pasan a convertirse en asalariados en su propia tierra,
que deja ya de ser la base de su seguridad alimentaria.
Chiapas ha sido hasta ahora una región eminentemente agrícola, y uno de los estados más afectados por la
crisis que se vive en el campo con la caída de los precios del café, el maíz, el sorgo, la piña, el frijol, etc., que
ha generado una constante migración de campesinos al norte del país, Estados Unidos y Canadá. Esta
circunstancia fue aprovechada como argumento para promover la siembra de palma africana, que en Chiapas
comenzó en el periodo 1982-88, durante la gobernación del General Absalón Castellanos Domínguez, en los
municipios de Villacomaltitlán, Escuintla, Acapetahua, Mazatán, Acacoyagua, Tapachula. En la década del 90
abarcó otras regiones y municipios como Salto de Agua, Playas de Catazajá, Chilón, Tumbalá y Palenque. El
argumento utilizado para convencer a los campesinos a que dejen los cultivos tradicionales es: “ya no trae
cuenta sembrar maíz y frijol porque no tienen buen precio, ahora la alternativa es la palma africana”.
En 1997, tan solo en la Costa de Chiapas se habían sembrado alrededor de 3.000 hectáreas de palma
africana, destinadas a proveer a las plantas extractoras de aceite ubicadas en Villacomaltitlán y Acapetahua.
En el año 2000, la Agenda Estadística de la Secretaría de Hacienda del Estado de Chiapas identifica 7.816
hectáreas sembradas tan solo en Tapachula, de las cuales 2.748 hectáreas estaban en producción.
Pero el mercado de la palma africana ha comenzado a hacer agua. Han surgido otros productos como el
sorgo, el girasol, el cacahuate o maní, el maíz, la soja, etc., que también producen aceite y entran en
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competencia con el aceite de palma. Por otro lado, es política de las empresas transnacionales promover la
plantación masiva mundial, para bajar los precios. Con ello procuran obligar a las otras empresas a bajar sus
precios.
Los productores de Acapetahua reclamaban en el año 2000, que “siendo el gobierno el principal promotor”,
debería ser el garante de los precios. Por otro lado, durante el gobierno de Julio César Ruiz Ferro y Roberto
Albores Guillén, en la región norte de Chiapas, en Palenque, Salto de Agua y Playas de Catazajá, los grupos
campesinos que se beneficiaron con los proyectos asociados a la plantación de palma africana estaban en
general vinculados al oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), a pesar de lo cual también entraron
en crisis pues no estaban preparados para controlar no solo las plagas que afectaron a sus cultivos, sino
también la proliferación de ratas que en la mayoría de los casos se comían la planta.
La actividad agroindustrial, en su habitual modelo de monocultivo a gran escala, con utilización obligada de
productos agroquímicos (plaguicidas, fertilizantes, etc.) y condiciones precarias de empleo, no mejora las
condiciones de vida de los campesinos, ni constituye una opción sustentable para sacarlos de la pobreza.
¿Cómo podría serlo si arrasa con sus recursos y conocimientos tradicionales, si destruye la base de los
mismos (su medio ambiente) y los despoja de su soberanía alimentaria, de su futuro?
Artículo basado en información obtenida de: “El cultivo de la palma africana en Chiapas”, Chiapas al Día, No.
293, CIEPAC, junio 2002, http://www.ciepac.org/bulletins/200-300/bolec293.htm
inicio
AFRICA
- Africa: Declaración de las ONGs en Reunión Ministerial sobre madereo ilegal
La siguiente declaración fue realizada por las ONGs africanas (ver a continuación) presentes en el Encuentro
de Planificación Ministerial de Aplicación de la Ley Forestal y el Buen Gobierno realizada en Brazzaville,
República del Congo, del 18 al 21 de junio de 2002.
"Prácticamente no existe duda alguna de que los delitos contra los bosques son masivos y causan daños
enormes al medio ambiente y a la economía, y que afectan especialmente a los más pobres. En casi todas
partes, los recursos de los bosques sufren la amenaza de actividades delictivas realizadas por madereros y
comerciantes inescrupulosos y funcionarios gubernamentales corruptos.
Nosotros, las ONGs presentes en esta reunión, consideramos no solo necesario, sino adecuado, tomar
posición en forma clara, basándonos en nuestras experiencias y desde una perspectiva de ONG, sobre el
tema en discusión (el madereo ilegal). Es por esta razón que además de los puntos que ya han sido
presentados, y para destacar y centrar algunos de estos puntos en el contexto específico del tema,
presentamos a consideración los siguientes aspectos:
Problemas / Temas:
1. Comercio no obstaculizado de “madera de conflicto”: durante los conflictos armados, los actores no
estatales (grupos y facciones rebeldes) se dedican a otorgar concesiones y/o a realizar actividades madereras
con el único fin de financiar sus acciones bélicas.
- los gobiernos internacionales y regionales muestran un alto nivel de indiferencia ante estos acontecimientos.
2. Falta de transparencia
- Ausencia de mecanismos para que las ONGs y las comunidades indígenas y locales puedan ejercer
actividades de control independiente sobre los bosques.
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3. Falta de apoyo adecuado para que las ONGs puedan realizar el control independiente
- generación de capacidad
- asistencia financiera
4. Los países desarrollados apoyan a las multinacionales que realizan madereo ilegal en los países
productores (África).
Puntos de acción:
- Los gobiernos regionales y la comunidad internacional deben prohibir el comercio de madera de conflicto.
- Los gobiernos deben operar o manejar el sector forestal en forma transparente, desde la negociación de los
contratos de concesión hasta el comercio de los productos del bosque.
- Los donantes y la comunidad internacional deben poner condiciones referidas al madereo ilegal y otros
delitos forestales, en la negociaciones sobre asistencia y donaciones.
- Los gobiernos deben adoptar legislaciones que permitan la participación efectiva de las comunidades
locales en el manejo del bosque y la libre acción de las ONGs.
- La comunidad de donantes debe alentar y apoyar el control independiente de las actividades de madereo
realizado por las ONGs y las comunidades indígenas y locales
- Los países desarrollados deben dejar de apoyar a sus compañías nacionales que realizan actividades de
madereo ilegal en África, y deben prohibir la importación de productos del bosque proveniente de “bosques no
manejados”
Declaración presentada por: Save My Future (SAMFU) Foundation, Liberia, Friends of the Nation, Ghana,
Centre l’Environnement et le Développement (CED), Camerún, Comité Consultatif des ONG de Conservation
et de l’Environnement (CCOCE), Congo, Conseil Provincial des ONG de Kinshasa, Congo/ Kinshasa, Comité
de liaison des ONG du Congo (CLONG – Congo), Congo
Enviado por: Silas Siakor, correo electrónico: samfu1@netscape.net
inicio
- República Centroafricana: las compañías madereras destruyen las formas de sustento de los
“Pigmeos”
Los bosques tropicales del parque nacional de Dzanga Sangha en la República Centroafricana están
habitados por el pueblo indígena Ba’Aka, que cuenta con cerca de 20.000 miembros. Al igual que otros
muchos pueblos llamados “Pigmeos” de países vecinos, los Ba’Aka han sido cazadores recolectores y han
vivido en el corazón del bosque, donde desarrollaron todo un sistema de conocimientos sobre los recursos
forestales locales.
Hasta que comenzaron las actividades de madereo, habían logrado resistir en cierta forma el acoso contra su
hogar y formas de sustento que realizaban otros centroafricanos. Pero ahora la escala de las actividades
depredadoras está amenazando su forma de vida centenaria. La empresa maderera Bayanga Wood
Company se dedica a la tala de árboles seleccionados, pero para llegar a estos árboles se construye una red
de carreteras que no sólo destruye el bosque sino que también permite la entrada de intrusos, principalmente
de inmigrantes de Congo y Camerún que buscan empleo en la compañía. La pobreza y el desempleo llevan a
muchos recién llegados a convertirse en cazadores furtivos, para abastecer el mercado de venta de animales
con gorilas, elefantes, gacelas y antílopes.
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Los intrusos del bosques generalmente cazan con pistola, método muy diferente de las prácticas de caza
tradicionales de los Ba’Aka, que también son recolectores de miel y vegetales comestibles. El enfoque de
conservación de los bosques de influencia occidental generalmente no tiene en cuenta el conocimiento que
existe detrás de la caza tradicional de fauna. Las palabras de Yamindou, del WWF (World Wide Fund for
Nature), reflejan que: “Estos pueblos no están acostumbrados a cultivar. Durante siglos se han levantado en
la mañana y han matado un animal para satisfacer las necesidades de ese día”. Por eso les están
“enseñando” a los pueblos Ba’Aka y Bantu a criar aves de corral y peces para evitar que continúe la matanza
de animales.
La caza tradicional actualmente se considera “caza furtiva” y como tal está prohibida. Esto implica que los
Ba’Aka ya no pueden cazar los elefantes, a los que mataban para comer. De todas formas han recibido bien
esta nueva reglamentación, porque también significa un descenso de la caza furtiva que realizan los intrusos.
Pero su vida está siendo modificada, y todo indica que no ha sido para mejor. El ingreso súbito de
prestamistas oportunistas que generan deudas, comerciantes, misioneros occidentales, alcohol, discotecas,
son todos factores que pueden perturbar y alterar cualquier sociedad. En el caso de los Ba’Aka, incluso se los
condena por su cultura: “Los misioneros les han dicho que su música tradicional es equivalente a venerar al
diablo”, dijo un residente Bayanga. “Algunos jóvenes Ba’Aka no saben cómo recolectar miel... Algunos
escuchan música pop y consumen alcohol. No todo cambio es para mejorar”, añadió.
Pero mientras que la "caza furtiva" está prohibida, el madereo industrial no lo está. Las compañías madereras
son una de las principales amenazas para la conservación del bosque. No sólo fuerzan su entrada a través de
la frontera verde destruyendo los frágiles ecosistemas, sino que además construyen carreteras que dejan al
bosques expuesto y abierto a los intrusos, a merced de la caza comercial. ¿No deberían los misioneros y
conservacionistas “enseñar” a las compañías madereras una forma diferente de hacer dinero?
Artículo basado en información obtenida de: “Logging threatens Pygmies’ forest life”, BBC Focus in Africa,
http://www.newafrica.com/news/articlepg1.asp?ID=47710&co ; “How the forest-dwelling Pygmies in Southern
Cameroon model the forest to suit their nomadic way of life”, por Edmond Dounias, edición especial de Le
Flamboyant, Nº 36
inicio
- República Democrática del Congo: bosques abiertos para las empresas
La República Democrática de Congo (RDC) posee más del 50% de los bosques tropicales que quedan en
África. De sus 2,3 millones de kilómetros cuadrados, casi la mitad son bosques. Solamente Brasil e Indonesia
tienen mayor superficie de bosques tropicales. Si bien la explotación de recursos no cesó durante la guerra,
muchas empresas madereras extranjeras detuvieron sus actividades. La compañía malaya Innovest, por
ejemplo, ha vendido activos en la RDC debido a las pérdidas financieras. El 18 de enero de 2002 Innovest
anunció la celebración de un contrato con la compañía Man Fai Tai Congo Ltd S.A.R.L para vender máquinas
y equipos que comprara en 1997 para las concesiones madereras en la RDC y la República del Congo.
Las especies principales exportadas desde la RDC en 1998 eran Sipo, Sapelli, Tola, Iroko, Afrormosia, Tima y
Wenge. Los principales países importadores eran Portugal, Alemania y Francia. Actualmente es mucho más
difícil calcular y realizar el seguimiento de la exportación de madera, en parte porque la mayoría de la madera
sale del país a través de Congo-Brazzaville, Camerún, u otros países vecinos.
La reanudación de actividades de madereo más organizadas estará ligada al retorno a una situación de
estabilidad política y económica. Se han realizado esfuerzos para facilitar un proceso de paz en la región, y
en este momento existe una creciente tranquilidad en el país. Sin embargo, todavía se producen estallidos
esporádicos de violencia. El desafío sigue siendo encontrar soluciones políticas duraderas. En abril de 2002,
el diálogo intercongolés fue suspendido inconcluso después de 52 días de negociaciones de paz en Sun City,
Sudáfrica. En las conversaciones de Sun City, se llegó a un acuerdo entre el gobierno de Kinshasa de Joseph
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Kabila, el MLC respaldado por Uganda y la mayoría de los grupos de la sociedad civil y los grupos de
oposición política no armados sobre un acuerdo de paz que establecía la permanencia del gobierno de
Joseph Kabila durante un período de transición, la creación de varias instituciones nuevas, y la inclusión del
RCD y el MLC en el gobierno y en instituciones como el ejército. El RCD-Goma apoyado por Ruanda rechazó
totalmente el acuerdo. Las partes firmantes del acuerdo anunciaron la instalación de un gobierno de transición
en Kinshasa a mediados de junio.
Ante los esfuerzos recientes de buscar una solución política duradera, los inversores extranjeros están
recuperando su confianza y están invirtiendo nuevamente en la industria maderera de la RDC. Joseph
Kabila se ha comprometido en forma activa con instituciones financieras internacionales, y un gerente del
FMI declaró que existían buenas perspectivas de intensificar la cooperación entre el FMI y la RDC. Kabila y
el Banco Mundial están apoyando una estrategia económica que se basa en gran medida en la extracción
de los abundantes recursos naturales que existen en este enorme país. Kabila ha estado haciendo las
rondas: en octubre del año pasado viajó con su ministro de economía, entre otros lugares, a Nueva York,
París y Bruselas. En noviembre del mismo año, realizó el discurso de apertura de la Cumbre Empresarial
EE.UU.-África. En su discurso describió una estrategia económica ambiciosa que reinsertaría a la RDC en la
economía mundial. Se comprometió a fortalecer el sector privado congoleño y a realizar reformas
institucionales que aumenten la estabilidad económica. También describió los preparativos para un nuevo
código de inversión y minería.
A pesar de la guerra civil, y en algunos casos debido a ella, la extracción de recursos naturales se sigue
realizando sin control. Global Witness y otras organizaciones han reunido documentación sobre los vínculos
que existen entre el régimen de Zimbabwe y la extracción de recursos naturales en la RDC. Uno de los
concesionarios más importantes en la RDC es Socebo, una empresa subsidiaria de Cosleg. La propia Cosleg
es una joint venture entre Sovereign Legitimacy (Osleg), controlada mayoritariamente por el ejército de
Zimbabwe, y Comiex-Congo, una compañía cuya propiedad mayoritaria pertenece a la familia de Joseph
Kabila. La concesión abarca 33 millones de hectáreas de tierras, más del 15% del total de la superficie de la
RDC. Ya comenzaron las actividades de madereo en la provincia de Katanga, a cargo del ejército de
Zimbabwe en cooperación con una compañía llamada SAB Congo.
Durante todo el conflicto, una de las preocupaciones ha sido la recolección ilegal de recursos naturales, en
especial la madera. En diciembre de 2001, el Consejo de Seguridad recibió un informe de un Panel de
Expertos de la ONU que describía formas de combatir la explotación de recursos naturales en la República
Democrática de Congo. En diciembre, el Consejo de Seguridad acordó que un panel de expertos
reconstituido se reuniera en enero de 2002 durante un período adicional de seis meses para analizar con
más detalle la extracción y comercialización de los recursos naturales. El informe provisorio emitido en mayo
de 2002, destacó que la explotación ilegal de recursos naturales en la RDC se está consolidando, y que sus
efectos sobre las poblaciones locales son desastrosos. El panel descubrió que se están empleando varias
estrategias para desviar dinero de la explotación para beneficios personales o para financiar operaciones
militares. Sin embargo hasta la fecha, el Consejo de Seguridad no ha logrado ejecutar ninguna medida
concreta para intentar rectificar esta situación.
Existe cierto número de compañías de menor tamaño que operan en la RDC. Entre ellas, la compañía de
propiedad tailandesa DARA Foret. DARA comenzó a operar en el norte de Kivu en 1998, después de obtener
supuestamente los permisos necesarios para operar a través de contactos políticos en Kinshasa. Ahora la
compañía está en proceso de solicitar una concesión y está esperando las autorizaciones necesarias para
comenzar sus operaciones. Su intención es talar el área suroeste de Mangina y llegar hasta Mbunya-Kisenge
y Manguredjipa. La población del área de Mangina está desilusionada de las operaciones de DARA. Cuando
la compañía llegó por primera vez, dio la impresión de que favorecería a los habitantes locales y a los jóvenes
proporcionando empleo en sus cuatro aserraderos. Los 350 congoleños que obtuvieron un empleo se quejan
sobre las condiciones de trabajo, los salarios bajos y el pago irregular. Además de agotar la madera del área,
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las operaciones de DARA han dañado a la comunidad. Los pobladores se quejan de que al arrastrar troncos
desde el bosque las máquinas de DARA destruyen todo a su paso, árboles de banana y palma, campos de
mandioca, arbustos de café y arroz. La compensación es limitada, un agricultor con suerte puede recibir US$
20 por los daños causados a un campo de palmas. No hay nada que detenga el accionar irresponsable de las
compañías.
Existen pocas dudas de que la inversión privada y la extracción de recursos de madera en la RDC van a
aumentar. En este clima de incertidumbre, con estallidos esporádicos de violencia e inestabilidad política y
económica, es necesario controlar cuidadosamente las operaciones de madereo. Los inversores y los
madereros están ansiosos por lograr el acceso a los ricos bosques de la RDC. Los próximos dos años serán
esenciales para los bosques y los pueblos que dependen de los recursos de los bosques para su
supervivencia.
Por: Forests Monitor, 2002. Correo electrónico: fmonitor@gn.apc.org
inicio
- Uganda: proyecto de la represa de Bujagali cuestionado por el Panel de Inspección del Banco
Mundial
En julio de 2001, grupos de la sociedad civil de Uganda presentaron una demanda al Panel de Inspección del
Banco Mundial, denunciando que el proyecto de la represa de Bujagali violó varias de las políticas del Banco
Mundial y que produciría perjuicios sociales, económicos y ambientales a los pobladores locales. Como
resultado, el Panel tomó el caso y el 30 de mayo presentó un informe confidencial al Directorio Ejecutivo; en
el mismo se concluye que la represa de Bujagali planificada (detallada en el Boletín N° 42 del WRM) viola
cinco políticas claves del Banco Mundial. El informe del Panel sugiere una serie de medidas correctivas para
rectificar los problemas del proyecto.
Según el Panel de Inspección (el organismo investigador independiente del Banco Mundial) la represa
planeada viola las políticas del Banco sobre reasentamiento involuntario, evaluación ambiental, hábitats
naturales, divulgación de la información y evaluación económica de inversiones.
El informe del Panel afirma que el análisis económico del proyecto de Bujagali es altamente insuficiente.
Revela que una depreciación moderada de la moneda de Uganda haría que las tarifas de energía
aumentaran 20% por kilowatt–hora, situación que el informe califica como “sin lugar a duda económicamente
inaccesible”. El informe afirma que el contrato fundamental del proyecto, el Contrato de Compra de Energía,
es desfavorable para Uganda, y no siempre cumple con las Mejores Prácticas Internacionales. También
revela que el Banco Mundial ha descuidado evaluar las alternativas posibles, en particular la de la energía
geotérmica, en la elaboración del proyecto.
También destaca que en lo que respecta a medidas significativas para analizar o mitigar los impactos sociales
y ambientales que tendrá la represa de Bujagali, o no existen o cuando existen son muy insuficientes. Estas
medidas incluyen una evaluación de los impactos acumulados de las represas en Uganda, un plan de acción
de reasentamiento y desarrollo comunitario para los pobladores afectados.
El informe del Panel sugiere acciones correctivas para rectificar los problemas del proyecto de Bujagali. Entre
las sugerencias se incluyen varias medidas para evaluar en forma adecuada los riesgos y la viabilidad
económica del proyecto, así como cambios al desfavorable Contrato de Compra de Energía (CCE). Afirma
que la publicación del CCE sería “vital” para un debate público y para la comprensión de los impactos del
proyecto.
Es obvio que es necesario llevar a cabo las medidas correctivas sugeridas por el Panel de Inspección, así
como el análisis adecuado de la viabilidad económica del proyecto antes de que el mismo sea aprobado por
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el Directorio Ejecutivo del Banco Mundial. Los gerentes del Banco ahora tienen seis semanas para responder
al informe del Panel de Inspección independiente.
El Banco Mundial parece no haber aprendido todavía la lección sobre la falta de sustentabilidad de las
represas hidroeléctricas a gran escala. Y lo que resulta todavía más importante, no sólo ignora los resultados
de las investigaciones y las recomendaciones de la Comisión Mundial de Represas (que se hicieron públicas
en noviembre de 2000), sino que también viola sus propias políticas y reglamentaciones internas. En ese
contexto, la pregunta ahora es: ¿cumplirá el Banco con las recomendaciones de su propio Panel, o las
ignorará y seguirá adelante con esta represa?
Artículo basado en información obtenida de: "Internal World Bank Report Reveals Major Problems with
Uganda Dam", International Rivers Network, comunicado de prensa del 10 de junio de 2002
http://www.irn.org/programs/bujagali/index.asp?id=020610.html ; "Ugandan dam violates World Bank policies on
economic, environment, says report", por Harry Dunphy, Associated Press, 11 de junio de 2002
http://enn.com/news/wire-stories/2002/06/06112002/ap_47509.asp
inicio
ASIA
- Camboya: plantaciones de caucho y de palma africana provocan impactos en las comunidades
locales
Las plantaciones de caucho y de palma aceitera, aun cuando no están relacionadas con la industria de la
celulosa y el papel, afectan a las comunidades locales de manera similar a las plantaciones de árboles de
rápido crecimiento. Las plantaciones de caucho y de palma aceitera también utilizan grandes superficies de
tierra, a menudo tierra que es crucial para el sustento de los pueblos del lugar.
Durante la década del 60, y especialmente en el noreste de Camboya, numerosos habitantes de las
montañas fueron erradicados de sus tierras tradicionales con la finalidad de hacer lugar para las plantaciones
de caucho. Las plantaciones, las políticas de asimilación del Príncipe Norodom Sihanouk en el noreste, y el
bombardeo de la aviación estadounidense hicieron de esa zona un lugar primordial de reclutamiento en los
primeros años del Khmer Rouge de Pol Pot.
Desde entonces muchas de esas plantaciones de caucho fueron descuidadas, y recién en los últimos años
algunas de ellas fueron rehabilitadas. Actualmente, el gobierno de Camboya está promoviendo la
rehabilitación de las plantaciones de caucho y la realización de nuevas plantaciones.
En agosto de 2001, el Primer Ministro Hun Sen pronunció un discurso en la provincia Kompong Thom en
ocasión de la plantación de 6.200 hectáreas de la compañía Chhub Rubber Plantation Company, en el cual
elogió a la compañía por “rehabilitar el equilibrio ecológico de la región, que hasta cierto punto fue degradado
por el madereo”. Los pobladores locales deberán plantar cultivos comerciales entre los árboles de caucho y
recibirán tres hectáreas de tierra “para realizar plantaciones de caucho o sembrar otros cultivos comerciales”.
Hun Sen agregó: “De arroceros de roza y quema, nuestro pueblo se ha convertido en trabajadores y
propietarios de la familia de las plantaciones de caucho”.
No obstante, las experiencias de los pobladores locales con las plantaciones y los cultivos comerciales en
toda Camboya indican que existen problemas graves cuando las plantaciones agrícolas ocupan grandes
superficies de tierra. Una plantación de palma aceitera en Ratanakiri, en el noreste de Camboya, ilustra estos
problemas.
En 1995, una compañía de empresa mixta ganó una concesión de 20.000 hectáreas para plantar palma
aceitera en el distrito O Yadao, en la provincia de Ratanakiri. La compañía es una empresa mixta, o joint
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venture, de Globaltech Sdn. Bhd. (Malasia), Mittapheap-Men Sarun y Rama Khmer International (las últimas
dos de Camboya). El proyecto desplazaría a 4.500 personas de su tierra, y a cambio ofrecería un máximo de
400 puestos de trabajo.
La compañía reclutó pobladores locales para limpiar la tierra con destino a la plantación, arrasando incluso los
bosques y tierras de barbecho de los aldeanos. “La compañía hizo mensura de la tierra que la gente estaba
cultivando y dijo que esa tierra ya pertenecía a la compañía, aún cuando no la vendimos”, contó uno de los
pobladores locales a Sara Colm, investigadora de la ONG Natural Resources Management Project (Proyecto
de Manejo de los Recursos Naturales). Sin embargo, en 1996 se realizó una plantación de prueba que resultó
un fracaso total, y la tierra que la compañía ya había arrasado simplemente quedó sin utilizar. Luego la
compañía comenzó a plantar café, pero en la estación siguiente la sequía liquidó a gran parte de la
plantación. La compañía construyó entonces una represa para tener agua con la que irrigar el café. Para los
pobladores locales que viven río abajo de la represa eso significó que sus arroyos y fuentes de agua se
secaran. La compañía compró la tierra de los pobladores locales que quedó sumergida por el embalse a un
precio de US$ 52 por hectárea. Ellos la vendieron de mala gana, pero razonaron que si se negaban la
compañía se la quedaría de todos modos.
Un estudio realizado por NTFP project (Proyecto NTFP), una ONG con sede en Ratanakiri, compara el
ingreso potencial que hubieran recibido los pobladores locales por la plantación de árboles frutales entre 1995
y 1998, con el ingreso devengado del monocultivo a gran escala. El estudio concluye que el ingreso percibido
por los árboles frutales es significativamente superior para los pobladores locales, y “debido a que se basa en
una variedad de cultivos, presenta menos riesgos y es más sustentable que los monocultivos a gran escala
que se ofrecen como alternativa”.
El informe también resume los problemas de los pobladores con la agricultura por contrato en las plantaciones
de monocultivos a gran escala:
“Si bien la compañía puede ofrecer oportunidades de trabajo para los pobladores locales, su sistema de
aparcería o arrendamiento de terrenos agrícolas aumenta la vulnerabilidad de las poblaciones locales porque
para dedicarse a cuidar el café tendrán que dejar de plantar arroz para sus familias. Su ingreso dependerá
mucho de las condiciones de crecimiento estacional y la compañía dictará el precio al que los pobladores
deberán vender su grano a la compañía. En realidad, se pide a los agricultores que asuman riesgos que no
pueden enfrentar. Su pregunta a la compañía era ... cómo cuidarán de sus hijos y ancianos si tienen que
abandonar todo para cuidar el café”.
Extraído de: “The Pulp Invasion: The international pulp and paper industry in the Mekong Region" por Chris
Lang, WRM, 2002. Correo electrónico: chrislang@t-online.de . El informe completo está disponible en inglés en:
http://www.wrm.org.uy/countries/Asia/mekong.html
inicio
- India: La Suprema corte ordena el cierre de una carretera que amenazaba la supervivencia de los
Jarawa
El mundo tiene algo que celebrar: hay buenas noticias para los Jarawa.
Este pueblo que se ha mantenido largamente sin contacto con el resto del mundo habita en las islas
Andaman en el océano Índico. Ha elegido voluntariamente continuar casi completamente aislado, en tanto
sus tierras han sido invadidas por colonos británicos e indios durante los últimos 150 años.
La presión de los cazadores furtivos sobre la costa los empujó hacia el interior, lo que constituye una
amenaza cada vez mayor para su forma de vida nómade de cazadores recolectores. Aunque algunos pocos
Jarawas, especialmente mujeres y niños todavía salen a la carretera o entran en los asentamientos, la
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mayoría continúa llevando una vida autosuficiente en el bosque. Viven en grupos de 40 a 50 personas,
cazando jabalíes y varanos (tipo de lagarto), pescando con arco y flecha y recolectando semillas, bayas y
miel.
La amenaza a su supervivencia ha aumentado a partir de 1970 con la construcción de una carretera a través
del bosque que trajo más colonos, cazadores furtivos y madereros a sus tierras (ver Boletín N° 55 del WRM).
La organización Survival International ha estado exigiendo durante años el cierre de la llamada Carretera
Nacional Andaman y el retiro de los colonos de las reservas tribales. Ha realizado campañas para lograr que
se respete el derecho de los Jarawa a sus tierras y a su autodeterminación.
En el año 2002 el gobierno indio aceptó abandonar los planes de reasentamiento para los Jarawa. Y
finalmente, ante la fuerte oposición política, el 7 de mayo de este año la Suprema Corte de India aceptó las
recomendaciones del Comisionado Shekhar Singhs, y emitió una orden estableciendo el cierre de la
carretera, el retiro de los invasores de las tierras tribales y la terminación del madereo de sus bosques. La
orden fue emitida en respuesta a una petición contra el madereo en tierras tribales presentada por la Society
for Andaman and Nicabar Ecology (SANE, Sociedad de Protección de la Ecología Andaman y Nicabar), la
Bombay Natural History Society (BNHS, Sociedad de Historia Natural de Bombay) y Kalpavriksh.
Esta orden todavía no ha sido instrumentada pero las perspectivas parecen buenas. La campaña continúa
para asegurar que la orden de la corte se instrumente en forma adecuada. Survival International ha
expresado que seguirá presionando para lograr el reconocimiento de los derechos de los Jarawa a sus
propias tierras y a decidir el tipo de vida que desean hacer. Al menos ahora los Jarawa y otras tribus de la isla
tienen una posibilidad de sobrevivir.
Artículo basado en información obtenida de: “India’s Supreme Court closes isolated Jarawa tribe’s ‘road of
death’”, Survival International, correo electrónico: publications@survival-international.org ,
http://www.survival-international.org/jarawanews0205.htm
inicio
- Indonesia: los impactos de género de las plantaciones comerciales de árboles
La pérdida de acceso a los recursos forestales no sólo se produce con la deforestación de los bosques, sino
también cuando las plantaciones comerciales de árboles reemplazan a los bosques. Es bien conocido que las
plantaciones de árboles de especies introducidas plantadas con fines comerciales para los mercados locales
e internacionales, carecen de los productos del bosque no relacionados con la madera, especialmente los
recursos utilizados para vivienda, elementos del hogar, alimentos, combustible, artesanías y medicinas.
Menos conocidos son los impactos específicos que producen las plantaciones comerciales de árboles sobre
las mujeres, especialmente los relacionados con los cambios en la disponibilidad de recursos que
generalmente se encuentran en los bosques y su escasez o ausencia en las plantaciones. Un estudio
realizado en Indonesia demuestra que ese tipo de impactos incluye, entre otros:
- Escasez de alimentos. Las mujeres son tradicionalmente recolectoras de vegetales del bosque. A medida
que se talan los bosques para ceder lugar a las plantaciones, ya no hay alimentos disponibles, excepto en
áreas de “bosque profundo” donde sólo los hombres pueden llegar (y no en la periferia o en los límites de los
bosques donde las mujeres tienen acceso). Como resultado, es más difícil para las mujeres recolectar los
alimentos necesarios y se vuelven más dependientes de los hombres en la recolección de vegetales del
bosque.
- Escasez de leña. La leña es escasa en las plantaciones de árboles y la recolección está restringida en
ciertas áreas, lo que aumenta la cantidad de horas que las mujeres invierten en recolectar menos cantidad de
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madera que antes. Como consecuencia, las mujeres deben contar con que los hombres recolecten leña, dado
que tienen acceso a áreas mayores y más alejadas de bosque.
- Escasez de agua. Algunas especies introducidas (por ejemplo el eucalipto) requieren más cantidad de agua
y pueden causar la disminución de la capa freática y la pérdida de recursos de agua para el consumo y la
agricultura. Lo mismo se aplica a las plantaciones comerciales de teca que producen impactos similares sobre
los recursos de agua. Como resultado, durante la estación seca las mujeres pueden llegar a necesitar entre
diez y doce horas del día para hacer dos viajes para buscar agua, debido al agotamiento de los recursos de
agua producido por las plantaciones. Esto representa una carga de trabajo adicional para las mujeres.
En resumen, menos alimentos, menos leña y la disminución de los recursos de agua significan una mayor
carga de trabajo de las mujeres y al mismo tiempo una disminución de la cantidad de recursos recolectados.
Además, la necesidad de recurrir en mayor medida a los hombres tiende a disminuir el papel de la mujer y
genera aún más desigualdad en la toma de decisiones.
Artículo basado en información obtenida de: “Seeing the Forest for the People, a Handbook on Gender,
Forestry and Rural Livelihoods”, Vanessa Griffen, APDC (Asian and Pacific Development Centre), 2001
(Chapter 4. Indonesia - Livelihoods in Teak and Pine/Mahogany Plantations and National Forest)
inicio
- Laos: pobladores conscientes de la amenaza de las plantaciones industriales de árboles
Las plantaciones de árboles representan un problema cada vez mayor en todo el mundo, y esto resulta
especialmente claro para los pobladores que viven en los alrededores de la plantaciones. Por ejemplo, el Jefe
del subdistrito de Xiang Khai del distrito de Xaibouli, en Laos, afirmó: “Las plantaciones de eucaliptos están
causando la degradación de los recursos del agua, el suelo y los bosques. No quiero que nadie más plante
árboles de eucaliptos en mi subdistrito.”
En algunos poblados de Laos se promueve el modelo de plantación industrial de árboles. Esto se realiza
especialmente a través del Proyecto de Plantaciones apoyado por el Banco Asiático de Desarrollo (ADB, por
su sigla en inglés). En la versión más reciente de este proyecto, una compañía privada de propiedad
mayoritaria de Nueva Zelanda (la BGA Lao Plantations) recibió concesiones para desarrollar plantaciones de
eucaliptos en 50.000 hectáreas de tierras en el centro de Laos (de las cuales sólo una pequeña cantidad ha
sido plantada hasta el momento). En Ban Nao Neua, en el distrito de Xaibouli, los pobladores informaron que
100 hectáreas de su área de bosque seco de dipterocarpáceas fueron destruidas antes de plantarlas con
eucaliptos a mediados de los años 90. El Proyecto de Plantaciones del ADB apoyó la plantación de
eucaliptos.
Los pobladores advirtieron que los recursos del bosque de los que dependían cuando el área estaba cubierta
de bosque no se podrán encontrar en las plantaciones de eucaliptos. Los asesores del ADB intentaron
tranquilizar a los pobladores afirmando que su plantación no afectaría la fertilidad del suelo, pero los
pobladores locales siguen siendo escépticos. Los extranjeros que llegaron con el proyecto no hablaban el
idioma de Laos, y los pobladores informaron que no pudieron comunicarles con claridad sus preocupaciones.
Por último, cuando el ADB sugirió que los pobladores convirtieran más tierras en plantaciones de eucaliptos,
la respuesta fue negativa y desde entonces no se han plantado más eucaliptos en tierras comunales.
Otra preocupación es que los bosques manejados como tierras comunales por las comunidades serán
reemplazados por establecimientos industriales de árboles de propiedad privada, lo que marginaría a los
grupos pobres y con menos posibilidades de la sociedad dependientes hasta ahora de estos recursos
comunitarios para su sustento. Por ejemplo, algunas de las plantaciones de eucaliptos establecidas por los
pobladores de Ban Manilat están situadas en las cercanías de Ban Palay, un poblado con predominancia de
la etnia Brou en el subdistrito de Xiang Khai. Los hongos silvestres son uno de los recursos de ingreso de
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efectivo más importantes para los pobladores de Ban Palay, y las mejores áreas de recolección de hongos
están en los bosques secos de dipterocarpáceas que están comenzando a convertirse en plantaciones de
eucaliptos.
Artículo obtenido de: “The people and their river: The Xe Bang Fai River Basin, Lao PDR”, por Bruce
Shoemaker, Ian Baird and Monsiri Baird, in Watershed, People’s Forum on Ecology, Vol. 7, N° 3, marzo-junio
2002. Para obtener más información sobre plantaciones industriales de árboles en Laos, visite el sitio web:
http://www.wrm.org.uy/paises/Laos.html
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GENERAL
- “Bosques plantados” en el camino a Johannesburgo
Algunos errores conceptuales son difíciles de erradicar. Es lo que ocurre con el concepto de “bosques
plantados”. Aun cuando es una definición cuya credibilidad se debilita cada vez más, el Proyecto de Plan de
Implementación acordado en Bali durante la última Conferencia Preparatoria de la Cumbre Mundial sobre el
Desarrollo Sostenible, insiste en llamar “bosques” a las plantaciones.
Y más importante aún, el Proyecto de Plan insiste en asignarles los mismos beneficios sociales y ambientales
que brindan los bosques. La realidad demuestra que las plantaciones de árboles en gran escala generan
pobreza, aumentan la desigualdad, afectan la seguridad alimentaria, agotan el agua y los recursos de la
tierra, reducen drásticamente la biodiversidad, por mencionar tan solo los impactos más obvios.
Desconociendo totalmente las pruebas existentes, el Proyecto de Plan dice que “El manejo forestal
sustentable, tanto de bosques naturales como de bosques plantados ... es crucial para lograr el desarrollo
sostenible y es un medio fundamental para erradicar la pobreza, reducir significativamente la deforestación y
detener la pérdida de biodiversidad forestal y de bosques así como la degradación de los recursos, y mejorar
la seguridad alimentaria y el acceso a agua potable segura y energía asequible, destaca los múltiples
beneficios de bosques y árboles tanto naturales como plantados, y contribuye al bienestar del planeta y la
humanidad”.
Es obvio que lo anterior no augura nada bueno para los bosques, dado que las plantaciones son en la
mayoría de los casos una causa directa de deforestación. Tampoco augura nada bueno para los pueblos de
los bosques, cuya vida depende de los bosques y para quienes las plantaciones no ofrecen nada y en la
mayoría de los casos son las causantes de que los expulsen de sus tierras tradicionales. Al utilizar esa
definición, si se destruye un bosque para sustituirlo por un “bosque plantado” parecería que no se ha hecho
nada perjudicial y que la “cubierta forestal” no ha cambiado en absoluto, escondiendo así el hecho de que el
bosque --y las formas de vida de los pueblos del bosque-- ha sido destruido definitivamente. Lo mismo se
aplica a escala mundial: si se destruyen diez millones de hectáreas de bosques en un lugar y se plantan diez
millones de hectáreas de eucaliptos en otro lugar, entonces parecerá que la cubierta forestal no ha cambiado
en absoluto, escondiendo así la destrucción que efectivamente tuvo lugar.
¿Es tan difícil entender que un bosque es mucho más que un conjunto de árboles? ¿Es tan difícil darse
cuenta que la flora y fauna increíblemente rica que --conjuntamente con los árboles-- conforma el ecosistema
bosque, no puede ser “plantada”? ¿Y qué pasa con los millones de seres humanos que habitan los bosques?
¿También serán “plantados”? En realidad, el tema es tan sencillo que cualquiera puede entenderlo: las
plantaciones no son bosques. Tan simple como eso. Por lo tanto, no es una cuestión de estupidez sino de
intereses creados. ¿Quiénes se benefician de que las plantaciones sean incluidas como “bosques”? ¿Por qué
no pueden aceptar discutir por separado los bosques y las plantaciones? ¿A qué le temen? Aquí no se trata
de cuestiones académicas o gramaticales, sino de que la definición puede determinar la conservación o
destrucción de los bosques, la supervivencia o la desaparición de los pueblos de los bosques.
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Por lo tanto, es crucial que los activistas que luchan por la defensa de los bosques y que concurran a la
próxima Conferencia Cumbre de Johannesburg, presionen a los delegados gubernamentales para que
adopten una redacción diferente que distinga claramente los bosques de las plantaciones. Esto sería una
herramienta útil en la lucha contra la propagación de las plantaciones de monocultivos de árboles y a favor de
la conservación de los bosques.
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