TEMA: EVALUACIÓN DEL DESARROLLO PSICOMOTRIZ 1. Derivaciones de la psicomotricidad 1.1. Investigaciones Las conclusiones más importantes que permite extraer este área pueden resumirse del modo siguiente: Un mejor conocimiento o una resignificación del conocimiento previo del funcionamiento del S.N. desde el que se ha seguido profundizando en la organización neural y conductual de los movimientos. • Un conocimiento sistematizado del desarrollo psicomotor, entendido como una unidad indisoluble. • La necesidad de detección temprana o diagnóstico precoz de deficiencias o minusvalías, ya que la estimulación aferente adecuada puede permitir que sean suplidas funciones inexistentes o se desarrollen normalizadamente funciones que presenten anomalías. • Los contenidos esenciales de la evaluación e intervención psicomotriz en términos de Funciones Básicas del Desarrollo y que fundamentalmente son: La sensorialidad; la Motricidad gruesa, en la que están comprometidos los movimientos amplios que involucran a la mayor parte del cuerpo, como son las pautas evolutivas postulares; la Motricidad fina, que implica movimientos de coordinación visomotriz como la prensión en pinza entre el índice y el pulgar y la Coordinación y Configuración del Esquema Corporal. 1.2. La corriente psicopedagógica Existe un acuerdo general en señalar a Picq y Vayer como los autores que dieron carácter definitivo a esta orientación a partir de la publicación de su libro Education Psychomotrice et Arriération Mentale en 1960. Para estos autores los contenidos fundamentales se agrupan en tres categorías: • Las conductas motrices tales como el equilibrio, la coordinación corporal y la coordinación oculo−manual. • Los movimientos relacionados con la relajación y contracción muscular, con especial incidencia en la Paratonía (problemas relacionados con la reacción muscular) y en las Sincinesias (relacionadas con la contracción muscular) así como los movimientos relacionados con la Lateralidad (dominancia motora). • Los comportamientos perceptivo−motrices relacionados con la organización espacio−temporal. Fundamentalmente la aportación de estos autores consiste en ejercicios dirigidos a mejorar estos objetivos o a actuar contra ellos en el caso de la segunda categoría. Las técnicas empleadas en el examen psicomotor están basadas en la observación, preferentemente en situación de examen o test; estas técnicas existían con anterioridad, como es el caso de los Tests de Oseretzky, antigua sistematización que Guilmain había revisado y adaptado en 1936, e igualmente la sistematización derivada de los estudios de Stamback o la técnica de Galifret−Granjon La propuesta de Lapierre y Aucouturier (1973) enfatiza la organización perceptiva y la necesidad de atender el aprendizaje de las nociones básicas. Desde estas posiciones se extiende una mayor preocupación por el rendimiento escolar y, por tanto, por los contenidos cognoscitivos que progresivamente irá abriendo el camino de los programas de evaluación e intervención curriculares que se van apartando de la referencia normativa según pautas de desarrollo, estadios y fases, para centrarse en la referencia intrasujeto y la utilización de 1 perfiles en lugar de cocientes, edades de desarrollo y edades madurativas. 2. Procedimientos tradicionales para la evaluación del desarrollo Con carácter orientativo podemos enunciar los indicadores evolutivos generales: • Andar automático al nacer (desaparece alrededor de los 2 meses) • Reptación entre los 2 y 3 meses. • Control de la cabeza recta alrededor de los 3 meses. • Posición sedente con ayuda y gateo a partir de los 6 meses. • Posición erecta del cuerpo con ayuda para sostenerse a los 8 meses. • Se sostiene por sí mismo y camina sujeto alrededor de los 9 meses • Caminar sin ayuda a partir de los 10 meses. • Carrera y subida y bajada de escaleras alrededor de los 24 meses • Técnicas de Oseretzky • Los aspectos que pretende evaluar son los siguientes: • Impresión general; evolución postural de la cabeza, tronco y extremidades; "Pose"; Características expresivas (generales, de la cara, mímica, risa, llanto); Marcha; Gesticulación; Habla; Apretón de manos; Escritura; Movimientos automáticos y de defensa y Movimientos anormales. • La Escala Métrica se centra en las características de los movimientos y considera los siguientes aspectos: • Coordinación estática, Coordinación dinámica de las manos, Coordinación dinámica general, Rapidez en los movimientos, Simultaneidad de los movimientos y Sincinesias. • Esta escala requiere la utilización de un material estandarizado y recoge observaciones de respuestas que se elicitan mediante instrucciones verbales, concediéndole al sujeto uno o más ensayos para comprobar la ejecución. De los resultados directos se deriva una Edad Motora y un Cociente Motor. • Escala de Brunet−Lezine • Dispone de una entrevista inicial para conocer las características del ambiente o entorno del sujeto, con el objetivo de detectar posibles indicadores de retraso y condiciones deficitarias en cuanto a la atención que el desarrollo de los primeros meses requiere. • Las áreas del desarrollo que se evalúan son la sensorio−motriz, los movimientos postural, la coordinación y el lenguaje. • Evalúa los niños de 0 a 5 años. Cada una de las edades queda evaluada con 10 ítems. Cada bloque de 10 ítems consta de 6 ítems que son tests situacionales que permiten observar el comportamiento de modo directo y 4 son contenidos sobre los que se entrevista a un allegado. • Esta prueba permite determinar un cociente de Desarrollo, comparando la Edad de Desarrollo con la Edad Cronológica. • Técnicas para el diagnóstico del desarrollo de Gesell • Esta técnica sigue una serie de Esquemas Evolutivos en distintas edades consideradas clave: 4 semanas, 1 semanas, 28 s., 40s., 12 meses. 18m., 2 años y 3 años. • Cuenta con una entrevista semiestructurada inicial (realizada a una persona allegada al sujeto, generalmente la madre) que permite situar al sujeto en períodos próximos a una edad clave determinada. • Las áreas evaluadas son la motricidad, la conducta adaptativa, el lenguaje y el desarrollo personal−social. • A partir de los resultados de la entrevista inicial se realiza una evaluación. Los resultados nos llevarían a la determinación de un Cociente de Desarrollo. • A parte de las pruebas específicas mencionadas existen otros instrumentos. La evaluación de la Psicomotricidad forma parte de otros instrumentos estandarizados, generalmente compuestos de varias escalas. Ej.: Escalas Bayley y Mc Carthy. • Escalas Bayley Destinada a niños de 0 a 30 meses. • Están formadas por una escala mental y una escala de Psicomotricidad; el procedimiento utilizado 2 para la exploración en ambos casos es la observación directa de comportamientos mediante procedimientos específicos que se realizan en situación de examen. Los objetivos de evaluación que se propone la Escala de Psicomotricidad son: el control postural, la coordinación general y las habilidades manipulativas. • Escalas McCarthy • Consta de 6 escalas y entre ellas están la Escala Perceptivo− Manipulativa y la Escala de Motricidad. (ya hemos visto esta prueba en un tema anterior) • Existen múltiples procedimientos más o menos sistematizados que atienden aspectos específicos tanto básicos como extremadamente complejos de forma independiente. A continuación, mostramos los aspectos de la motricidad gruesa y fina susceptibles de evaluación: • Motricidad gruesa: ♦ Tono muscular ♦ Desarrollo postural y locomoción ♦ Coordinación ♦ Esquema corporal ♦ Nociones perceptivas básicas ♦ Alto rendimiento ♦ Motricidad fina: ◊ Prensión ◊ Manipulación ◊ Coordinación visomotriz 2.1. La motricidad gruesa 1. El tono muscular En la movilidad y locomoción hay un compromiso sustantivo del funcionamiento muscular, y en este funcionamiento aún se puede distinguir un nivel más básico: el tono muscular responsable de mantener la postura y el gesto. Puede decirse que las fibras musculares están en constante actividad (tensión−relajación) y que son anatómicamente las últimas responsables de los comportamientos posturales y de la expresión o contención de cargas emocionales, en función de la tensión muscular susceptible de cambios, procedentes de condiciones del organismo y del ambiente. Por otro lado, desde distintas posiciones se ha enfatizado el importante papel que juega el tono muscular en lo que se ha dado en llamar "Diálogo corporal" o expresión corporal de afectos, emociones y experiencias o procesos cognitivos de naturaleza compleja y difícil determinación en elementos aislados, si bien se ha realizado algunos esfuerzos en orden a una sistematización de lo expresivo. De este tipo de asunciones se ha derivado el entendimiento de que existe para cada sujeto humano un modo específico de habitar el cuerpo y de sentirse en el mundo y de que llega a constituirse un "hábito tónico" que guarda relación con talantes y sentimientos, con la idea que se posee de uno mismo y de los demás. Un ejemplo de sistematización de la evaluación es el de Bucher. ♦ Sistematización de Bucher para la evaluación de la tonicidad. La comunicación tiene una base importante en el tono muscular, y éste reviste una capacidad difícil de descomponer en elementos aislables. Su propuesta se basa en tres aspectos fundamentales: pasividad, relajación y extensibilidad. 3 Unidad de exploración Procedimiento Observaciones No resistencia No contracción Movilización activa de miembros inferiores y superiores Balanceo Pasividad Comprobación en decúbito supino Ansiedad, malestar. Relajación Rigidez, reticencia Presión para flexionar brazo, Satisfacción antebrazo y muñeca. Extensibilidad Tensión Correcta Flexión de pierna sobre muslo Hiperplaxia y muslo sobre tronco en Variaciones bruscas del tono decúbito dorsal. Anclaje en la contracción Recuperación correcta 2. El desarrollo postural y la locomoción. Las pautas generales de desarrollo han sido expuestas en el apartado dedicado a las escalas tradicionales para la evaluación del desarrollo y en cuanto a los procedimientos de evaluación generales volvemos a remitirnos a las escalas que se recogen en el mismo apartado. 3. La coordinación La coordinación supone la consolidación del control postural en los comportamientos relacionados con la movilidad de todo el cuerpo, incluyendo la marcha, la carrera y el salto. De la coordinación depende que estos comportamientos se vayan haciendo progresivamente más automáticos y más armónicos de tal modo que puedan llegarse a producir movimientos más complejos. La evaluación de la coordinación suele abarcar los aspectos siguientes: ◊ Caminar en línea recta ◊ Caminar en círculo ◊ Caminar cambiando la longitud del paso a órdenes ◊ Caminar entre dos líneas paralelas. ◊ Sortear obstáculos caminando ◊ Sortear obstáculos corriendo ◊ Saltar en direcciones prefijadas ◊ Caminar combinando movimientos de brazos y piernas ◊ Desplazamientos del cuerpo combinados con movimientos de brazos a órdenes ◊ Saltar la comba ◊ 4. El esquema corporal ◊ Pieron (1957) define el esquema corporal como la representación que cada uno se hace de su cuerpo y que le sirve de referencia en el espacio. El cuerpo funciona, pues, 4 como esquema de representación y además constituye el término medio entre el tiempo y el espacio dando lugar al simbolismo. De estas definiciones se desprende la importancia que el concepto de esquema corporal tiene. ◊ Este concepto tiene un carácter evolutivo, siendo el cuerpo el primer objeto que el niño percibe a través de distintos tipos de sensaciones. La formación del esquema corporal está en función de la maduración del sistema nervioso y de su propia acción, así como del medio humano. ◊ En la etapa preescolar, el esquema corporal empieza a tomar forma. Una adquisición deficiente de este concepto puede reflejarse tanto en el plano perceptivo como en el psicomotor e incluso en el comportamiento interrelacional. ◊ En la adquisición del esquema se pueden distinguir los siguientes períodos: ◊ ⋅ De recién nacido a los tres meses. En este período se produce una disociación de los diferentes dominios funcionales en el siguiente orden de aparición: ⋅ Dominio interoceptivo (sensibilidad visceral) ⋅ Dominio propioceptivo (sensibilidad relacionada con el movimiento, actitud y equilibrio) ⋅ Dominio estereoceptivo (sensibilidad a las excitaciones exteriores) ⋅ De los cuatro a los doce meses. En esta etapa se establece una coordinación de la visión y el juego de las manos, lo cual favorece y afirma la relación entre las sensaciones visuales y propioceptivas. ⋅ Entre el año y los dos años. Al final de este período se suele aceptar que existe ya la noción del todo corporal puesto que el niño realiza las primeras imitaciones diferidas, lo que en opinión de muchos supone imágenes mentales. A continuación se presentan una serie de técnicas tanto de evaluación de gestos imitados como de lateralidad, y pautas para evaluar el esquema corporal. 4.1. Escala de Nadine−Galifret−Grajon Esta prueba es parte de la batería de lateralidad de Zazzo (1976) (teniendo en cuenta seis de sus pruebas). Dos pruebas pertenecen al área psicomotriz de la mano, dos a la visión y dos al área motriz del pie. Pruebas para las manos: ◊ Poner las cartas de una baraja encima de la mesa de una en una, lo más rápidamente posible. Se le da a elegir la mano con la que quiere empezar (probablemente la dominante), luego se realiza con la otra. Se observa la precisión y rapidez con la que lo hace. Se anota el tiempo que tarda y se anota si trabaja el pulgar de la otra mano. ◊ b)Diadococinesia (Títeres) ◊ El examinador hace de ejemplo. Pone el codo en horizontal y el antebrazo en vertical y mueve rápidamente la mano. Pide al niño que haga lo mismo. Puede empezar a hacerlo con la mano que quiera y se registra con cual empieza, después se hace con la otra. Hay que observar las sincinesias. Si no es capaz de hacer estos ejercicios puede ser que sufra de un trastorno mayor neurológico y requiera observación y exploración clínica. ◊ Pruebas visuales ⋅ Mirada ⋅ El niño ha de mirar por una cartulina perforada. Ha de mirar un objeto del suelo a través del agujero. Los brazos los ha de tener extendidos sujetando la 5 cartulina, poco a poco se la va acercando a la cara. ⋅ • Puntería visual Se le pide que mire con un solo ojo dentro de un frasco para ver lo que hay dentro. Se anota el ojo dominante. Pruebas para el pie • Rayuela • El niño hace como si jugara a la rayuela, saltando con un pie hacia el final de la sala y dando puntapiés a un trozo de madera. Se anota el pie con que empieza, luego lo realiza con el otro. • ♦ Puntapié El niño da un puntapié a un taco de madera como si fuera una pelota. Pautas de evaluación del esquema corporal (ver transparencia) 2.2. Coordinación visomotriz "Test Gestáltico Visomotor" de Bender: Este test se compone de nueve patrones originales que Wertheimer presentó (Ver transparencia). Los supuestos que teóricamente siguen la producción son los siguientes: Existe una tendencia a experimentar las gestalten no sólo como totalidades mayores que sus partes, sino como figuras en estado de transformación, por lo que la configuración se integra no sólo en el espacio sino también en el tiempo. • La gestalt resultante se compone del patrón espacial original (patrón visual), del factor temporal de transformación y el factor personal sensomotor. • Este patrón actúa en diversos niveles de maduración o crecimiento y es condicionado por los estados patológicos orgánicos o funcionales subyacentes. Se dispone de una serie de baremos para comparar las ejecuciones de los sujetos con su edad. Si existen problemas a la hora de realizar la gestalt puede ser debido a problemas de tipo neurológico o de personalidad, etc. Escala Observacional del Desarrollo de Secadas Se utiliza con niños recién nacidos hasta adolescentes. La EOD se propone una triple finalidad: Por una parte, intenta dotar a padres y educadores, así como a los 6 estudiosos de la Psicología Evolutiva, de un instrumento diagnóstico del estado de desarrollo en que se encuentran los niños en el momento de la exploración. En la vertiente práctica, se diseña un procedimiento de intervención educativa destinado a recuperar aquellas formas de conducta en que los sujetos explorados acusen retraso notable. En una tercera parte, se describe los procesos y secuencias temporales de las principales áreas del desarrollo, aspecto que suponemos de particular interés para el psicólogo y el pedagogo. En conjunto constituyen un auténtico tratado de Psicología Evolutiva basado en la observación de la conducta. La EOD no ambiciona ser un instrumento preciso de medida, por razones comprensibles cuando se hayan expuesto sus fundamentos y el proceso seguido en su elaboración. Pero esperamos que aporte un estimable servicio a la finalidad principal de conocer y educar al niño. La diferencia principal de esta escala con otras similares ya existentes en el mercado estriba en que las unidades de medida de la EOD se expresan en intervalos de tiempo y no en puntuaciones de un test o reactivo. Las escalas evolutivas no suelen utilizar unidades de tiempo sino que las suponen, creyendo con ello eludir la objeción de que el desarrollo no es expresable en unidades estrictamente cronológicas, puesto que un mismo fenómeno ocurre a distinta edad en diferentes medios culturales, y que sólo el orden secuencial de las operaciones y esquemas mentales pueden ser objeto de conocimiento científico. La marcha evolutiva, según esto, no sería mensurable en términos de edad. Pero a la postre, toda referencia evolutiva acaba siendo expresada en períodos de tiempo. El que estos intervalos sean años o meses o que se amplíen a estadios o períodos no altera la naturaleza cronológica de la medida, y parece depender de la finura y abundancia de la información empírica que se posea. Las escalas métricas proceden, por lo común, de este modo: Primero, los autores experimentan por sí mismos o por otros la eficacia de un tipo de reactivo (cubitos, vasos de agua, dibujos, palabras,...) para distinguir los rendimientos de sujetos de una edad respecto a los de otras. Así ocurre en Binet, Terman, Gesell, Bailey... En segundo lugar, averiguan estadísticamente cuántas soluciones a esos estímulos dan los sujetos medios de cada edad, y normalizan los resultados según alguna escala de medida: percentiles, puntuaciones típicas, cociente intelectual o equivalentes. 7 Finalmente, sitúan los resultados del sujeto explorado en el punto de la escala que le corresponde, y le asignan un percentil o un cociente mental o una puntuación estándar, en relación con las puntuaciones normalizadas de su edad. Como contraste, el procedimiento seguido para el diagnóstico podría definirse como observación retrospectiva guiada por cuestionario. A los estímulos de tests y escalas se les ha dado la forma de conductas observables. No se estimula al niño ni se le somete a prueba alguna estandarizada o de laboratorio sino que, simplemente, se pregunta a los padres y conocidos, o a él mismo cuando es capaz, si ejecuta determinadas conductas. Supuesto que estas conductas sean representativas de la edad en que el niño se encuentra, éste cumplirá por cada afirmativa una condición de normalidad en su etapa. La normalidad cronológica se cifraría en el número y calidad de las conductas que el niño realice de su edad. Los cuestionarios propuestos describen cada fase del desarrollo. Al tener cada conducta una edad asignada, es posible hallar la media y desviación típica de las dimensiones y ordenarlas cronológicamente, determinando las etapas que las separan, cuando las diferencias entre ellas sean significativas (aspecto evolutivo). Las observaciones de presencia o ausencia de las conductas se depositan en un perfil, sobre el cual queda plasmado el desarrollo alcanzado por el sujeto. La idea consiste en expresar gráficamente, sobre unas ordenadas o columnas, el estado evolutivo del niño en cada rasgo. Para ello, cada ítem del cuestionario tiene asignada una columna, según la dimensión o rasgo a que pertenece. Sombreando hasta el nivel alcanzado en todos los rasgos, aparecerá el perfil evolutivo del niño en el momento actual. Por tanto en la EOD: Primero se seleccionan las conductas que describen cada una de las edades del desarrollo en distintos aspectos o rasgos. A cada conducta se le asigna la edad promedio en que es observada, en un medio cultural dado. Con estas conductas se construye, como segundo paso, un cuestionario evolutivo, que será ordinal, según el tiempo atribuido a cada conducta, y diferencial, por los rasgos o dimensiones a que pertenecen las conductas. Para apreciar el estado evolutivo del sujeto, bastará pasar el cuestionario a los padres para que señalen las conductas que se hijo realiza y aquellas que no han sido observadas, y trazar el perfil. El perfil es la expresión del estado de desarrollo observable, y se obtiene directamente de las respuestas dadas por los informadores. El procedimiento de contestación está dispuesto de modo que las conductas rodeadas como positivas definan automáticamente el perfil 8 evolutivo del niño. Se recomienda explorar, para cada sujeto, además de las conductas de su edad, las de una edad contigua por encima y otra por debajo, con lo que el perfil aumentará en precisión. Cuestiones Hay una gran desconfianza acerca del valor de la observación. Sin embargo, la EOD se apoya en el sedimento de muchas observaciones concurrentes. La precisión esperada con esta escala no es la misma que en un test o en un experimento de laboratorio. Pero sí importa que las observaciones muestren cierta densidad controlable., (que las conductas observadas sean regulares y frecuentes en el sujeto). Otra consideración descarta la interpretación estrictamente estadística de la EOD, y es que los intervalos cronológicos no tienen el mismo valor en cada edad. Lo que iguala los períodos psicológicamente, es más bien, el número de observaciones posibles en cada uno. En el segundo mes de vida se observan quizá más datos relevantes para el desarrollo que en todo el sexto año. Y conforme los procesos mentales se hacen complejos, en la misma medida se dilatan en el tiempo y las unidades psicológicas se alargan. Los años tardíos pasan, entonces, a tener un valor aproximado de los meses tempraneros. La comparación estadística no sería válida más que dentro de períodos próximos, en que los intervalos puedan considerarse equivalentes. Es lo que se hace en la EOD; y por esta razón, la Escala se ha dividido en tres grandes períodos de unidades internamente comparables pero no siempre uniformes con las de períodos adyacentes: Primer años: mes a mes. Segundo años (un año cumplido), subdividido en dos semestres (3º y 4º) De 2 años en adelante, año a año. La EOD puede considerarse, pues, verdadera escala por establecer tramos evolutivos, pero no por la pretensión de exactitud. Las operaciones estadísticas se toman más como medida de prudencia y objetividad que de precisión. Los elementos no son despojados de su connotación cronológica, al plasmarlos en un perfil gráfico de ausencias y presencias. Cada conducta lleva aneja la edad media en que es observable. Cada conducta es cronológica. Al optar por uno u otro tipo de control (experimental u observacional), merece especial atención otro aspecto dual, de orden cualitativo y cuantitativo. Cualitativamente, el experimento se ve limitado a reactivos mensurables pero, a menudo, carentes de significación en la vida del 9 niño; por ejemplo, elegir cubitos de madera para determinar si el niño hace torres de 2,3,4, ó más elementos a determinadas edades, dejando al margen hábitos como el de "llevar el osito de peluche a la cama" o el de "saber manejar los cubiertos en la mesa" o "vestirse y asearse sin ayuda de la mamá" El argumento cuantitativo es el que más ha influido en la gestación de la presente Escala. Con el margen de error inherente a la observación individual, el número de observadores se multiplica potencialmente al infinito mientras que el de experimentadores ha sido siempre muy limitado. Y el de beneficiarios también con lo que adquiere rango y trascendencia social. De esta manera será más fácil hacer una detección masiva de los posibles niños con dificultades que requieran tratamiento. Actualmente esta colaboración ampliada se solicita con verdadera urgencia por quienes aspiran a la detección de los casos problemáticos o de riesgo y al mejoramiento de las capas sociales desasistidas. SINCINESIA: Capacidad de evocar un movimiento en u grupo muscular distante mediante la actividad propositiva o involuntaria de otro grupo de músculos. Son conocidas las sincinesias de *imitación, que consisten en la reproducción en un miembro contralateral de la actividad propositiva que se efectúa con el otro miembro. En un *sistema nervioso inmaduro son frecuentes las sincinesias sin que sean patológicas. Ej.: el niño que saca la lengua mientras intenta trabajosamente escribir. En los enfermos neurológicos se aprecian frecuentes sincinesias. Ej.: elevación del brazo paralizado de un hemipléjico cuando bosteza. La *maduración motriz posibilita el que los músculos y grupos de músculos trabajen de forma aislada y puedan, a su vez, combinarse en patrones complejos DIADOCOCINESIA: Capacidad para realizar de forma rápida y sincronizada movimientos antagónicos y sucesivos (p. ej., *pronación y *supinación alternante de las manos). El término fue creado por Babinski en 1902. La asusencia o pérdida de esta capacidad se denomina adiacinesia. La posibilidad de realizar bilateralmente estos movimientos alternantes implica la desaparición o debilitamiento de las *sincinesias asociadas y la maduración de patrones sinergéticos. Por esta razón, los *tests dde desarrollo psicomotor utilizados generalmente en los exámenes psicomotores suelen incluir pruebas de diadococinesias como representativos del nivel de *maduración motriz alcanzada. Diccionario enciclopédico de educación especial. Madrid: Aula Santillana, 1988. 10