En esta Navidad 2013

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traducir, pues, en afectuosidad, amabilidad, capacidad de escucha, de
comprensión y de cercanía, en apertura del corazón, de la mente y de
ENCUENTRO
ESPERANZA TERNURA
POBREZA CARIDAD
ALEGRÍA
nuestros propios recursos humanos y materiales.
Las anteriores afirmaciones nos han de llevar asimismo a sentir y a vivir la
Navidad de la pobreza. La Natividad de Jesucristo fue en la pobreza. La
Encarnación fue el ejercicio supremo y sublime de la pobreza de un Dios que,
siendo rico, se hizo pobre por nosotros. Nuestra Navidad será más Navidad
La base de las propuestas de Francisco
en la medida en que sea pobre, sencilla, austera, y, sobre todo, solidaria. Y
para la Navidad se cimentan en la
si Navidad es pobreza, que lo es, es también y radical y exigentemente
oración y en la Palabra de Dios, esto es,
caridad. No existe la Navidad sin la caridad. Navidad fue y es caridad. Y los
en la experiencia espiritual, en la vida
cristianos no debemos vivir la Navidad sin prácticas y ejercicios concretos de
interior, sin las cuales, ciertamente, no
caridad, que, ahora, en medio de la crisis, que no cesa, encuentra tantos y
habrá
verdadera
Navidad.
tantos destinatarios.
“Navidad es contemplar la visita de Dios a su pueblo”. Navidad es “el
Y la Navidad es, ante todo y sobre todo, alegría. “La Navidad es un anuncio
encuentro con Jesús, el encuentro”, el encuentro del Dios, que siempre nos
de alegría”. Es la encarnación y la raíz de la alegría. “La Navidad es alegría,
busca y guía, con su pueblo. Un encuentro que ha de suscitar entre nosotros
alegría religiosa, alegría de Dios, interior, de luz, de paz.
una gran consolación para todos. Y es que “Dios nunca da un don a quien no
no se tiene la capacidad o se está en una situación
es capaz de recibirlo. Si nos ofrece el don de la Navidad es porque todos
humana que no te permite comprender esta
tenemos la capacidad para comprenderlo y recibirlo. Todos, desde el más
alegría, se vive la fiesta con alegría mundana.
santo hasta el más pecador”.
Pero entre la alegría profunda y la alegría
mundana hay mucha diferencia”.
Esta visita de Dios en Jesucristo encarnado, esta consolación para todo su
pueblo solo puede ser vivida y transmitida desde la ternura y la esperanza.
Y a esa alegría, que es la alegría del
“No tengan miedo de la ternura”, reitera Francisco. A lo que hay que temer es
Evangelio (“Evangelii gaudium”) y su
a perder la esperanza, las entrañas de misericordia y la capacidad de amar,
dinamismo misionero, todos estamos
de abrazar, de acariciar. Si “Dios siempre abre las puertas, no las cierra
llamados y todos hemos de encaminarnos.
nunca”, tarea del cristiano es también de vivir con las puertas abiertas a los
demás y a los acontecimientos de la vida. La ternura de la Navidad se ha de
Cuando
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