Documento Técnico Acontecer Rabietas y Pataletas ¿Qué es una pataleta o rabieta? Son expresiones intensas de rabia o ira, a veces agresivas que pueden tener las niñas y los niños. Suelen ir acompañadas de llanto, manoteo, patadas, golpes, gritos o tirarse al suelo, arrojar objetos, golpearse a sí mismo. En ocasiones va acompañado con el espasmo del sollozo. La información al respecto se encuentra en la Guía del acontecer de Llorar. ¿Por qué ocurren las pataletas o las rabietas? Las pataletas están asociadas a situaciones que enojan o producen ira, frustran o les producen dolor a los niños y niñas. A través de ellas los niños y las niñas expresan su contrariedad o su rabia cuando las cosas no son, o no salen, como ellos y ellas lo desean, cuando se sienten impotentes ante alguna situación, cuando la encuentran injusta o con cuando quieren oponerse a lo que se les está proponiendo. Las pataletas son completamente normales. Pueden ocurrir con cualquier niño o niña, por el momento de madurez emocional en que se encuentra en la primera infancia. Sin embargo, algunos niños o niñas hacen más pataletas que otros, dependiendo de su personalidad y de la manera cómo se manejan los conflictos en su casa. ¿Qué importancia tienen las pataletas en el desarrollo de los niños y de las niñas? Aunque no lo parezca, las pataletas ayudan a los niños y las niñas a reconocer que pueden manejar sus cosas y a sentir que son independientes y que pueden tener un lugar en el mundo y frente a las otras personas. A medida que van aprendiendo a manejar de una manera más aceptable sus emociones, las van superando porque van pudiendo expresar su rabia utilizando sus palabras y porque encuentran personas a su alrededor que les ayudan a lograrlo. Es importante resaltar que por el contrario, cuando un niño que no da ninguna señal de oposición, que entrega sus juguetes con demasiada facilidad, que no se ofende, ni protesta cuando le niegan algo, debería despertar las alertas, pues podría estar demasiado atemorizado, tener mucho miedo a exponerse, o estar siendo sometido. ¿Cómo se puede evitar que se presenten las pataletas? Antes que nada es fundamental tener presente que así como las personas adultas tienen rabias y las expresamos, es muy importante que los niños y las niñas también puedan expresar sus sentimientos de enojo, molestia, rabia, indignación. De lo que se trata es de acompañarlos en su proceso de aprender a manejar y expresar este tipo de emociones, en especial la rabia, la impotencia, la injusticia y la frustración, de maneras más aceptables, para que poco a poco puedan ir controlándose. Eso les permita relacionarse mejor con las demás personas. Para esto, las personas cuidadoras deben reconocer que hay situaciones que incrementan la aparición de conductas hostiles. Por ejemplo: - La presencia de enfermedad, cansancio o hambre, pueden exponer al niño a estar irritable. No entender el porqué de las cosas, ni tener razones que las expliquen. Enfrentar demasiados “no”, o prohibiciones, o demasiados castigos Vivir manejos diferentes o contradictorios con relación a las pataletas por parte de las personas adultas. Encontrase en un ambiente en donde se encuentra que la violencia es una forma adecuada para solucionar los problemas. Situaciones difíciles que originan tristeza o depresión en los niños o niñas o en los adultos que les cuidan como muertes, pérdidas, traslados, situaciones de emergencia…. Ante estas situaciones las personas cuidadoras pueden actuar. - - - - - Procurar que coman y duerman o descansen suficiente y adecuadamente en las horas acostumbradas. Realizar actividades tranquilas en la vida diaria. Estas les permiten a los niños y las niñas tener la experiencia de actitudes reposadas y calmadas. Explicarles las razones por las cuales no se pueden hacer ciertas cosas. No todo se puede concertar, pero es respetuoso explicar el por qué. Ejemplo: No te puedes asomar a la azotea porque te puedes caer. Evitar las peleas por cosas sin importancia como el color de los zapatos. Ayudarle a identificar lo que realmente importa: no tocar la estufa, no salir corriendo a la calle solo, etc. Permitir que el niño o la niña tomen decisiones. Qué ropa usar, qué cuento leer. Un niño que tiene posibilidades de decidir muchas cosas, se siente independiente y estará más dispuesto a respetar las reglas. Tener reglas claras y adecuadas para la edad de los niños y las niñas ojalá compartidas con ellos y ellas o por lo menos explicadas Evitar corregir de manera violenta, con golpes, gritos o amenazas. Se puede corregir a los niños y niñas por las buenas. Se puede ser firme pero suave. Invitar y motivar al niño o a la niña con suavidad y amabilidad a realizar las cosas que debe hacer. Llegar a acuerdos sobre la forma de manejar las diferentes situaciones de la vida de los niños y las niñas, con las personas con las que comparte la responsabilidad de educarles de manera que no se contradigan y lo expongan a ambigüedades. Evitar exponer a los niños y a las niñas a situaciones violentas o a burlas y humillaciones. Ser ejemplo de manejo adecuado de las rabias. La rabia es un sentimiento humano que ayuda a defendernos de algunas situaciones o nos avisa que algo que estamos viviendo no está bien. Sentirlo está bien. Sin embargo, como no nos han enseñado a manejar esta emoción a veces nos descontrolamos fácilmente y la expresamos con agresividad contra otras personas. Si los niños y niñas ven este modelo, aprenderán a usarlo y las pataletas son un ejemplo. ¿Las pataletas son para manipular a los papás y las mamás? Es importante precisar que la manipulación plantea una relación desigual, en la una de las partes se impone sobre otra que carecer de control y se somete. Estamos en la lógica de que hay quien gana y quien pierde. Bajo esta perspectiva los niños y las niñas no hacen pataletas para manipular. Cuando a la pataleta se le clasifica como manipulación, lo que sucede en realidad es que previamente habido manejos inadecuados por parte de las personas adultas que no le han permitido al niño o la niña contar con los elementos necesarios para poder ordenar sus sentimientos o que han manejado la pataleta dándoles gusto para que pase, pero sin ayudarle a manejar sus sentimientos. ¿Existe alguna relación entre las pataletas muy fuertes con la forma cómo se llevó el embarazo o con la hiperactividad? Las pataletas no tienen relación con lo que sucedió en el embarazo. Es posible que muchos embarazos hayan sido una sorpresa para la madre y el padre y que incluso en muchas ocasiones no hayan sido deseados por las circunstancias de vida en que llegaron. A veces padres o madres se sienten culpables de no haber deseado a sus hijos e hijas desde la gestación y creen que estos sentimientos influyen en la personalidad o en los problemas actuales del niño o niña. Realmente esto no es así, porque si al nacer e ir creciendo el bebé recibe atención, amor y cuidado, como lo hemos ido viendo en CuidArte, esa relación que se establece entre el niño o niña y el adulto, es lo que influye más. Entonces hay que quitar algunos mitos como: - Si la mamá tuvo una rabia en el embarazo el bebé va a ser pataletudo. - Si la madre fue agredida en el embarazo eso va a hacer un niño rabietas. Con respecto a la hiperactividad: efectivamente, tiene alguna relación por lo siguiente: con alguna frecuencia, los niños y niñas hiperactivos son niños y niñas impulsivos y eso hace que no manejen sus emociones de manera tan controlada como otros niños o niñas. Sin embargo, es importante diferenciar la inquietud propia de los niños y niñas de la hiperactividad. Los niños y niñas pequeños tienden a ser inquietos porque necesitan moverse para conocer el mundo. El niño o niña hiperactivo, muestra una actividad mucho mayor que los demás. Por eso, en general cuando están en primera infancia todavía no se habla de hiperactividad. ¿Qué pasa cuando se meten a los niños o a las niñas a la alberca, se les golpea o zarandea cuando hacen pataletas o no se les pone cuidado? Cuando se responde de manera agresiva o con castigos a las pataletas, se daña no sólo el cuerpo sino el corazón de los niños y las niñas. Además se les enseña que está bien actuar con violencia y aprenderán a reaccionar de esa manera cuando se enojan. Aunque ignorarles puede ser muy efectivo para que desaparezca la pataleta, los niños y las niñas se sentirán solos e inseguros de sí mismos. Pensarán que no pueden confiar, ni contar con la ayuda de las personas que les cuidan y además no tendrán posibilidad de entender lo qué les pasa, ni de aprender a reaccionar de una mejor manera. ¿Qué se debe tener en cuenta para manejar una pálatela? - - Interprete la pataleta como una señal de emergencia ante la cual es necesario antes que nada tranquilizarse. La angustia o el enojo no le permitirán ayudar adecuadamente. Acuda al lugar a donde se encuentra el niño o la niña y revise inicialmente si hay a su alrededor cosas con las que se pueda hacer daño o que pueda dañar. Si esto es así tome al niño o a la niña con firmeza y tranquilidad por la espalda y ubíquelo en un espacio seguro. Ubíquese cerca de él sin tocarlo y acompañe en silencio, sin tratar de convencer al niño o a la niña de que se calme. Discreta y pacientemente escúchele y observe el entorno. Esto le brindará información útil para que entienda lo que pasó y le permitirá saber que usted está allí para ayudarle. Aunque tardará un poco la pataleta irá disminuyendo en intensidad. Cuando termine la pataleta puede abrazar al niño o a la niña y escuchar con tranquilidad lo que le produjo tanto enojo. Reconozca que en efecto lo sucedido produce dolor, enojo, tristeza, etc. y muéstrele que tiene posibilidades de encontrar formas menos explosivas de expresarlo, que le hacen menos daño a él y las demás personas. Ayúdele al niño a reparar o a enmendar los efectos que haya ocasionado con su pataleta. Si gritó o golpeó a alguien puede disculparse, si botó cosas las puede recoger, etc. Muéstrele que usted sabe que la próxima vez lo podrá hacer mejor. Manejos en la casa y manejos en público. En casa el manejo de una pataleta es más fácil porque hay privacidad y nadie está juzgándonos como cuidadores. En público puede ser distinto porque otras personas nos miran y a veces quieren intervenir: se recomienda por tanto, si es posible, buscar un lugar en el cual se pueda estar a solas con el niño y niña y esperar junto a él o ella a que pase el evento. - Si es en una tienda o supermercado, puede ser importante salir de allí aunque no se haya terminado la compra. Luego se puede volver. - Si es en casa de amigos o familiares, solicitar una habitación para estarse con el niño o niña a solas hasta que pase. - En un bus o en la calle, puede ser más complejo porque no hay donde refugiarse. En ese caso se recomienda “hacer oídos sordos” a lo que digan las personas alrededor. Si sabemos que estamos haciendo bien, tendremos el control de nuestras emociones y será más fácil esperar a que pase el momento con calma. Los adultos alrededor deben entender que los niños y niñas tienen pataletas y ser pacientes con su llanto. Para tener presente Los niños y niñas no hacen pataletas para manipular. A través de ellas están expresando sus sentimientos de rabia intensa. Si los adultos logramos mantener la calma, podemos ayudar a los niños y niñas que tienen pataleta. Después de las pataletas es importante ayudar a los niños y a niñas a pensar sobre lo que pasó y sobre lo que pueden hacer en una ocasión futura. Cuando los niños y niñas dañan algo en medio de la pataleta, debemos ayudarles a reparar el daño.