LA PROFECÍA Armando A. Alaniz Texas Gulf Coast Bible Institute 1502 Avenue I – South Houston, Texas 77587 La profecía del Antiguo y Nuevo Testamento es un ministerio sobrenatural, una función influida directamente por Dios, y un don milagroso impartido a ciertas personas por Dios. La palabra griega, PROFETEUO, προφητεύω, la forma del verbo “profetizar”, significa hablar con inspiración divina, predecir eventos en el futuro, declarar nueva comunicación por la revelación divina, y revelar el consejo exclusivo de Dios. 1 La profecía siempre es expuesta por hombre y mujeres que Dios escoge para que revelen su voluntad jamás conocida y sus palabras nunca expresadas. Por lo tanto, el profeta profetizaba profecías que eran desconocidas e indocumentadas en la historia. Así que, el reclamar de ser profeta es declarar que el mensaje es nuevo y debe revelarse oral y documentalmente. Es importante saber que decir ser profeta en tiempos después del primer siglo es acertar que, aparte del Antiguo y Nuevo Testamento, se debe añadir tal mensaje a las Escrituras. Muchos trataron esto y resultó en nuevos evangelios, epístolas y documentos no inspirados y falsos. Por esta razón, y porque Dios, ni Cristo, ni los apóstoles han directamente escogido profetas, no se acepta las palabras de ninguna persona que se dice profeta. La primer profecía dictada por Dios fue en Génesis 2:16, 17 donde se predice las consecuencias al desobedecer a Dios. Esta profecía aún sigue efectuando aquellos que desobedecen a Dios, muerte espiritual. Hay profecías de índole continuidad progresiva humana. Así, otras profecías están dentro de la continuidad humana que se relacionan con la humanidad hasta el fin del mundo. Por ejemplo, Deuteronomio 28 al 30 trata con una profecía de bendición o maldición (véase Deuteronomio 34:10). Esta, aún se puede aplicar hasta que venga Cristo. La profecía de Azarías (II Crónica 15:1) tocante no tener imágenes, ídolos, estatuas o cualquier forma de alguien o algo para reverenciar o comunicación con Dios es un mensaje que aún se aplica hasta el fin. Otra categoría de las profecías de continuidad progresiva humana son escatológicas. Abraham, Moisés y otros profetas profetizaron de la ciudad eterna, de la patria celestial, la cual solo la esperaban por fe, así como todo cristiano (Hebreos 11:10, 16, 39). Una 1 Kittel, G., Friedrich, G., & Bromiley, G. W. (1995, c1985). Theological dictionary of the New Testament. Translation of: Theologisches Worterbuch zum Neuen Testament. (959). Grand Rapids, Mich.: W.B. Eerdmans. de las profecías más importante en el Antiguo y Nuevo Testamento es la resurrección de los muertos. Abraham, siendo profeta, sabía de la resurrección (Génesis 22:9 con Hebreos 11:19) final, ya que su mente estaba en la ciudad celestial. En Daniel 12:2 se presenta el concepto de la resurrección “serán despertados”, indicando una actividad milagrosa al final del mundo. Luego hay profecías de continuidad temporal humana. Éstas se cumplen a ciertas personas, familias o naciones. La profecía que Dios iba traer un diluvio (Génesis 6-11) fue una profecía cumplida dentro la historia humana de Noé y su familia. Hay profecías relacionadas con los hebreos en Egipto, las cuales Aarón declaro ante Faraón (Éxodo 7:1). Hubo además muchas profecías dirigidas a las naciones como a Edóm y a Babilonia (Isaías 13:1; 34:5). Las profecías del Antiguo Testamento comprendían la mayor parte de mensajes inspirados de la venida del Mesías. Por esto se dice en Cristo fue profetizado por los profetas (Lucas 24:44). Hay más de 400 profecías en el Antiguo Testamento que declaran la vendida del un Mesías. Los escritores del Nuevo Testamento dan testimonio que Jesús, fue quien cumplió estas profecías (Hechos 3:18). Las profecías relacionadas con el reino de Cristo, se cumplieron en el primer siglo. Muchos tratan de interpretar escrituras del Antiguo Testamento para enseñar que el reino de Cristo aún está para cumplirse en el sigo XXI. La doctrina del milenio declara que Cristo vendrá a establecer su reino en Jerusalén donde reinará 1000 años sobre todo el mundo. Muchos de apoyan de escrituras del Antiguo Testamento para enseñar que el reino aún se espera. Pero, note cuidadosamente los siguientes textos que muestra que el milenio moderno no es doctrina del Antiguo Testamento, ni del Nuevo Testamento. Juan el Bautista y Jesucristo predicaron la venida del reino en los días del primer siglo. El mensaje de Juan era, “arrepentíos, por que el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 3:2). Cuando Cristo predicaba, lo mismo que Juan proclamaba, “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 4:17). Incluso, Jesús envió a los 12 apóstoles a las ovejas perdidas de Israel. Nótese que el mensaje de ellos era “el reino de Dios se ha acercado” (Mateo 10:17). Asimismo, podemos notar el mensaje de los setenta “Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.” (Lucas 10:9). Además, Jesús declaró y enseñó a los apóstoles que ellos iban a ver el reino de Dios venir con poder. En Marcos 9:1, dice Jesús: “De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder.” Sin duda alguna, el reino de Dios fue establecido en el primer siglo. Los apóstoles aceptaron esta verdad y los cristianos del primer siglo lo sabían claramente. Pablo escribe en Colosenses 4:11, “... son los únicos de la circuncisión que me ayudan EN EL REINO DE DIOS.” Compárese 1:13 donde el lenguaje apunta a que el reino está presente al ser trasladado la persona. No hay cabida para la teoría del reino premilenialista. TNM 2 traduce “para el reino de Dios”, haciendo la acción de la palabra griega EIS (para) algo del futuro. Sin embargo, EIS con el caso acusativo del sustantivo “reino” puede traducirse “adentro de” o “en”, como lo hacen los traductores de R-60. El lenguaje de Hebreos 12:28 también nos indica que el reino se estableció en el primer siglo: “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible...” En este caso TNM hace una traducción extremadamente errónea. La traducción se lee: “Por eso, siendo que hemos de recibir un reino...” La palabra griega, PARALAMBANONTES, es un participio presente y denota el establecimiento presente y continuo del reino de Dios. Hacer de esta palabra un tiempo futuro sería hacer un error grave de la gramática griega. Evidentemente, estas escrituras de la Palabra de Dios destruyen la falsa doctrina del Premilenialismo, la cual enseña que el reino no existía en el siglo. Otros versículos importantes que enseñan el establecimiento del reino en el primer siglo son los siguientes: I Tesalonicenses 2:12; Apocalipsis 1:9; Apocalipsis 5:10.3 En el Antiguo y Nuevo Testamento NO HAY textos que muestren dos reinos para establecerse. Así que, en el Antiguo Testamento hay profecías de índole temporal que se estaban cumpliendo dentro de la historia de ciertas personas, familias y naciones. Además, hay profecías en el Antiguo Testamento que se declararon y continúan hasta la actualidad. Otras profecías del Antiguo Testamento se declararon en la historia de ciertas personas, familias y naciones las cuales aún están para cumplirse hasta que venga el Mesías, el Señor y Cristo Jesús. 2 Traducción del Nuevo Mundo de los Testigos de Jehová. La versión BJ tiene la mejor traducción de la palabra griega, basileuvousin, BASILEUOUSIN: “y reinan sobre la tierra”, haciendo la palabra tercera persona plural del presente indicativo. El Mss 02 sostiene esta palabra. Andrés de Cesarea (600 dc) en su comentario de Apocalipsis sostiene esta palabra, “reinan.” 3