ISBN: 84-7991-192-1 Edición: Indice: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 1ª 2006 Páginas: 362 Precio: 32.24 €uros Peso: 1,300 Kgs. La participación y la defensa de los públicos en el proceso informativo La figura del defensor del lector, del oyente y del telespectador Los modelos públicos de la figura del defensor Los modelos privados de la figura del defensor Aproximación a la experiencia en España: El defensor del lector, del oyente y del telespectador Anexos Bibliografía. Este es un ensayo que pretende alertar a los ingenuos que creen en la bondad y la cualificación innata del periodista vocacional, al tiempo que ofrece esperanza a los desengañados del ejercicio periodístico. Que quiere consolar a los lectores, radioyentes y televidentes afligidos con el fin de espolearles a que exijan y hagan valer sus derechos. Que sirva para reflexionar, a quienes lo desconocen, sobre un sistema de autocontrol válido y útil, que no milagroso, que contribuye a sanar las dolencias que aquejan al Periodismo. Las páginas de esta monografía suponen una dilatada reflexión sobre la naturaleza, función y características de lo que ha sido hasta el presente la concepción teórica y la puesta en práctica de la figura del Defensor del Lector, del Oyente o del Telespectador, un sistema de autorregulación que ayuda a alcanzar la excelencia profesional: el respeto de la ética periodística; la prevención del corporativismo; el fomento de la crítica interna; la obtención de credibilidad; la promoción del diálogo interno en los medios de comunicación, y la corrección y prevención de errores, inexactitudes, imprecisiones y erratas. Al tiempo, contribuye a elaborar un producto de calidad: la defensa de los derechos fundamentales en materia informativa; la atención de las quejas, dudas y sugerencias de los públicos; la mejora de la relación del ciudadano con los medios y el impulso de la participación activa de las audiencias en el proceso informativo. El modelo de Defensor que se propone para los medios de comunicación españoles exige una designación conjunta por la propiedad, la Dirección y el Consejo de Redacción del medio de un periodista de acreditada solvencia personal y dilatada experiencia profesional, ajeno a la empresa y sin vinculación laboral futura en la misma. Su período de mandato sería limitado, con reconocimiento de ciertas garantías laborales o sindicales, capacidad de iniciativa propia y dotación de los medios materiales y personales necesarios para el desempeño de su labor. La figura se regiría por un Estatuto regulador, acompañado de un código deontológico y de un Libro de Estilo para los periodistas, a quienes se reconocería el derecho a que su versión de los hechos sea escuchada y publicada con fidelidad. Su actuación, confidencial y que tendría como límite la prohibición de enjuiciar la trayectoria profesional de quien se ve inmerso en una investigación o de verter juicios de valor sobre su persona, requeriría la plena difusión interna y externa de los resultados de sus investigaciones, mediante canales predeterminados y periodicidad pactada. Carlos Maciá Barber, doctor en Periodismo y licenciado en Ciencias de la Información, es Profesor Titular de Redacción Periodística en la Universidad Carlos III de Madrid. Su investigación La participación y los derechos de los públicos en el proceso informativo: la figura del Defensor del Lector, del Oyente y del Telespectador recibió el Premio a la Mejor Tesis Doctoral de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad San Pablo–CEU (2001–2002). Sus investigaciones se centran en la ética periodística y en el reporterismo. Miembro de la Sociedad Española de Periodística, ha trabajado en el diario El Mundo y en el gabinete de Prensa del Pabellón de España en la Exposición Mundial de Lisboa.