9ª Reunión de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe FORMATO PARA PRESENTAR TRABAJOS 9ª Reunión de la Red Pop 8 al 10 de Abril, 2005 – Río de Janeiro, RJ - Brasil Título completo de la presentación Periodismo científico y verdad: la comunicación de la ciencia frente a las tesis de Thomas Kuhn Modalidad de presentación: Trabajo oral X Cartel Línea temática: 1. Educación no formal 2. Museos y centros interactivos de ciencia 3. Producción de materiales 4. Periodismo científico X 5. Profesionalización de la divulgación de la ciencia Datos personales del(los) autor(es): Nombre del expositor Otros autores Institución Domicilio Ciudad / Estado1 C.P. / País Teléfono Fax Correo electrónico Lic. Leonardo Moledo Lic. Gustavo Javier Gómez Planetario Galileo Galilei - Ciudad Autónoma de Buenos Aires Av. Sarmiento y Belisario Roldán s/n Buenos Aires Buenos Aires Argentina Código: 5411 Número: 47719393 Código: 5411 Número: 47719393 lmoledo@yahoo.com, leonardomoledo@pagina12.com.ar Nombre de otros autores Datos institucionales: Nombre de institución Planetario Galileo Galilei Ciudad Autónoma de Buenos Aires Programa o centro Domicilio Av. Sarmiento y Belisario Roldán s/n Buenos Aires Ciudad /Estado Buenos Aires C.P. / País Argentina Teléfono Código: 5411 Número: 47719393 1 Estado = Provincia o Departamento 9ª Reunión de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe Fax Código: 5411 Número: 47719393 Página Web www.planetario.gov.ar Miembro de Red Pop Titular X Asociado SI SE PROPONE PONENCIA PARA MESA DE TRABAJO: Honorario Equipo de apoyo requerido para la presentación (en caso de mesas de trabajo): Proyector de acetatos (retroproyector) Proyector de diapositivas (slides) Proyector de cañón (para PC) Computadora (PC) con Office TV + Video PAL Otro __________________________ Resumen de la propuesta de presentación: Los países latinoamericanos, a lo largo de la década de los noventa, se caracterizaron por una creciente exclusión social, incluso a nivel educativo. Revertir este problema no es sencillo, pero más que un desafío, intentarlo se vuelve hoy un compromiso ineludible para quienes desde distintos espacios han emprendido la ardua tarea de modificar las variables económicas, políticas y educativas que hicieron posible aquella debacle. Precisamente, en la esfera de la educación encontramos que la extensión de la cultura científica es una de las herramientas más importantes de este cambio ya que no solamente puede incidir en la resolución de las problemáticas locales y en la mejora de las condiciones de vida puntuales, sino que crea el estado de comprensión necesario para que la ciencia como “empresa nacional”, impulsada por los distintos gobiernos, crezca; lo cual es una condición indispensable para el desarrollo económico y social. En este marco, el periodismo científico aparece como uno de los ejes centrales que articulan la educación no formal en ciencias al tiempo que cooperan en la difusión y promoción de la cultura científica. En este sentido, presentamos este trabajo con el deseo de que las consideraciones que allí se destacan sirvan a la comprensión de alguno de los aspectos, quizá más polémicos y menos abordados, que hacen a la profesión del periodista o del divulgador de la ciencia. El concepto de “verdad científica” es trabajado aquí con el velado, aunque no por ello menos importante propósito de que nuestras sociedades puedan en la medida de lo posible hacer suyos los contenidos científicos y poner sus productos al servicio de modelos de desarrollo más justos, equitativos y democráticos. Trabajo en extenso: 9ª Reunión de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe Periodismo científico y verdad: la comunicación de la ciencia frente a las tesis de Thomas Kuhn i Leonardo Moledo y Gustavo Gómez Introducción El periodismo científico se ha constituido, o por lo menos debería hacerlo, en uno de los vehículos más importantes (probablemente el más importante después del sistema escolar) de difusión de la ciencia fuera del ámbito académico, y como es de suponer, se ha generado alrededor de él una preceptiva, uno de cuyos primeros mandatos consiste, como era de esperar, en la transmisión de la verdad científica, punto importante en todos los modelos de comunicación de la ciencia. Sin embargo, la idea misma de “verdad científica” ha sido cuestionada (y lo sigue siendo aún) por las epistemologías de tipo sociologista, que bien pueden reconocer un punto de partida en la obra del físico y filósofo Thomas Kuhn, “La estructura de las revoluciones científicas” (1962), que desató una discusión cuyos ecos todavía se hacen sentir.ii Si bien la discusión filosófica ha sido intensa, poco se ha dicho sobre la repercusión directa de la posición kuhneana en el campo de la Comunicación Pública de la Ciencia (CPC) iii, y esto es así en gran medida porque Kuhn propone una teoría de la verdad diferente de la que la preceptiva indica para la CPC. La Estructura de las Revoluciones Científicas A principios de la década del sesenta del siglo pasado, “La estructura de la Revoluciones Científicas” atacó prácticamente todos los presupuestos de lo que Hilary Putnam llamó Concepción Heredada, cuestionando la construcción global del empirismo lógico y sus derivados mediante un enfoque de “la cuestión científica” completamente diferente. La popularidad alcanzada por su trabajo fue notable, tanto que conceptos como “paradigma”, “anomalía” o “inconmensurabilidad” se convirtieron desde ese momento en términos comunes para los estudios sobre ciencia. Su programa apuntaba a historizar y sociologizar tanto la filosofía como los aspectos cognitivos de la actividad científica, incluyendo el concepto de “verdad”. Para Kuhn, el movimiento de la ciencia no es continuo ni acumulativo sino que procede a saltos, mediante crisis y fracturas: en el desarrollo científico abunda el cambio. Una vez que un paradigma científico se ha instaurado y borrado las huellas de todo lo anterior, continúa la conocida secuencia: ciencia normal, aparición de anomalías, ruptura y decadencia del paradigma, revolución científica y reconversión.iv Además, un paradigma genera hábitos y prácticas mentales y experimentales que determinan las variantes teóricas y los enunciados observacionales. Los científicos adscritos a un Planetario Galileo Galilei de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 9ª Reunión de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe mismo paradigma están ligados por creencias y prácticas v comunes, comparten términos teóricos y sistemas de difusión en idénticas revistas, colegios invisibles (o visibles) y coinciden, básicamente, en el no cuestionamiento de su filiación paradigmática. Según Kuhn, “este compromiso y el consentimiento aparente que provoca son requisitos previos para la ciencia normal, es decir, para la génesis y la continuación de una tradición particular de la investigación científica”. vi Todos estos elementos le brindan legitimidad a la “teoría de la verdad” que sustenta la comunidad científica en cuestión. La verdad es verdad solamente dentro del marco paradigmático, esto es, queda en entredicho la teoría de la correspondencia, que es la noción intuitiva y que, de hecho, practica la mayoría de los científicos. La Comunicación de la ciencia en el mundo de los paradigmas kuhneanos Ahora bien: ¿qué consecuencias tiene la teoría kuhneana de la verdad (o cualquiera de sus derivados sociologistas) sobre el periodismo científico y la CPC en general? Como se ha señalado en un trabajo anterior,vii creemos que tanto el periodismo científico como la CPC en general no son desprendimientos pedagógicos del corpus científico, sino que forman parte del conjunto de prácticas del emprendimiento científico en general que hemos llamado el conglomerado científico. Por ello se puede afirmar que así como la disolución de la Concepción Heredada, a partir de la propuesta de Kuhn, tuvo impacto en todos los ámbitos de la ciencia, también ocurrió lo propio en el contexto de difusión. La situación de quien actúa en el contexto CPC desde la concepción kuhneana es radicalmente distinto del contexto de difusión CPC derivado de la Concepción Heredada o de un mundo popperiano. La principal preocupación de un periodista científico en el marco de la Concepción Heredada se dirige al valor de verdad por correspondencia de sus enunciados. Y que, además, aceptando la hipótesis de que esos enunciados son parte de la ciencia, deben respetar las reglas de formación de los enunciados científicos,viii enfatizar la verificación de tal o cual enunciado (si su variante es Hempel), agregar un cauto, “por el momento” popperiano; o registrar, en general, el carácter acumulativo del conocimiento. El paisaje kuhneano es completamente distinto: se trata de un escenario de enfrentamiento, de lucha, en el que la pacífica rutina del progreso es sustituida por el conflicto, con términos teóricos de referenciabilidad variable, añadiendo que su misma acción tiene consecuencias directas en el rumbo de la ciencia.ix El modelo kuhneano introduce una política cognitivax en la que el difusor es actor, con una legitimidad de la que carecía en el mundo de la Concepción Heredada. Las comunidades en lucha pueden ver en él un aliado o un enemigo (como, por ejemplo, es común entre los periodistas pro y antinucleares); ya que: a) su práctica es parte del conjunto de determinaciones que ayudan a la conversión de una comunidad; y b) su rol es funcional al proceso de conversión que lleva al triunfo de tal o cual paradigma, puesto que el conjunto de sus enunciados o de sus prácticas pueden incidir de manera directa en las razones políticas o de contexto social que permiten que un paradigma domine el centro de la escena.xi 9ª Reunión de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe Señalaremos ahora de qué manera algunos conceptos del modelo kuhneano inconmensurabilidad de los paradigmas, períodos de ciencia revolucionaria y períodos de ciencia normal- operan con énfasis sobre el periodismo científico. La tesis de inconmensurabilidad La idea de que los paradigmas son inconmensurables es el punto más controvertido de la teoría de Kuhn; según este, hay expresiones y enunciados en el lenguaje de cada paradigma que desafían la traducción. En su forma extrema, la tesis de inconmensurabilidad sostiene que los enunciados de un paradigma resultan ininteligibles en otro, como a un médico moderno puede resultarle ininteligible un escrito de Paracelso.xii Pero si el desarrollo de la ciencia se produce por medio de revoluciones y paradigmas que se desplazan unos a otros, y si dichos paradigmas son inconmensurables y no existe un lenguaje común, ¿de qué manera puede haber un lenguaje que de cuenta de todos ellos? La ciencia deja de ser una unidad y desde el punto de vista del contexto de difusión, surge una pregunta de manera inmediata: el periodista científico ¿debe o no situarse en el interior de un paradigma y describir la ciencia desde allí?xiii En un escenario kuhneano, el divulgador está obligado a saber que los enunciados científicos son significativos solamente dentro de un paradigma determinado, y que no hay enunciados que tengan validez universal; así como también está obligado a distinguir entre paradigmas rivales. Pero, además debe tenerse en cuenta que “los proponentes de paradigmas en competencia llevan adelante su actividad en mundos diferentes... Al practicar en mundos diferentes, los dos grupos de científicos ven cosas diferentes cuando miran desde el mismo punto y en la misma dirección”xiv ¿El periodista científico debe, también, vivir en mundos diferentes? No parece fácil hacerlo puesto que, en principio, debería tener un panorama total. ¿Y cómo puede tenerlo si los mundos son incompatibles, inconmensurables o intraducibles, sin recurrir a la “solución débil”?xv Por otra parte, las decisiones que adoptan los científicos respecto a tal o cual paradigma se toman con datos insuficientes: “la transferencia de la aceptación de un paradigma a otro es una experiencia de conversión que no se puede forzar.” xvi Es casi un acto de fe.xvii Lo cual implica, necesariamente, que el científico que habla a su interlocutor o al público, lo hará también con datos insuficientes, y el “tercer hombre”xviii, el divulgador, deberá a su vez hacer un acto de fe y transmitir con datos observacionales insuficientes (si quiere permanecer en equilibrio epistemológico). xix El periodista científico en la disputa epistemológica El periodista científico kuhneano enfrenta otro problema: si adopta una posición neutral, está obligado a presentar la ciencia como lucha de comunidades rivales que no se convencen por argumentos racionales sino mediante actos de fe o de política cognitiva. Si elige el camino de la noneutralidad y toma 9ª Reunión de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe partido, lo hace (como los científicos en la concepción kuhneana) mediante un “acto de fe.” Si las fuentes a las que consulta sostienen posturas en conflicto, ¿debe consultar a todos los bandos o tiene que aceptar el paradigma constituido, y en ese caso por qué y cómo? ¿El paradigma constituido es el académico, o el mayoritario? Y en este contexto, ¿cómo debe actuar un periodista científico ante un cable o artículo? ¿Se aferra a lo que dice y, asumiéndolo, lo publica sin más? ¿Le agrega enunciados? ¿Lo pone en potencial? ¿Consulta y por lo tanto apela a la autoridad? ¿Y, en ese caso, a cuál? ¿se arregla dándola simplemente como información?.xx Cualquier postura que tome afecta no sólo a la información aislada, sino al conjunto de piezas que publica sobre el tema, y esa totalidad construye una epistemología. Es decir, en la práctica, el periodista científico construye una imagen de la ciencia y esa imagen encierra una teoría de la verdad. La resolución de “enigmas” para la ciencia normal Se ha dicho que la ciencia normal busca, entre otras cosas, resolver “enigmas” dentro de los paradigmas; pero de esta manera “un paradigma puede incluso aislar a la comunidad científica de problemas relevantes desde el punto de vista social, pero que no pueden reducirse a la forma de enigma.”xxi O sea, que esa comunidad puede no responder a problemas que son importantes desde el punto de vista del contexto de difusión. O bien, lo que es un “enigma” para el investigador, puede no serlo para el público. Por esto mismo, la ciencia normal kuhneana puede a veces producir resultados interesantes sólo para grupos muy reducidos y practicantes de una ciencia madura. Esto implica una dificultad adicional para el periodista científico kuhneano: para mostrar el atractivo de un resultado “normal”, debe explicitar la totalidad del paradigma, que estará así presente en cada una de sus producciones periodísticas. La ciencia normal es una actividad acumulativa; se construyen instrumentos más potentes; se efectúan mediciones más exactas; se amplía la teoría a otros terrenos y el científico “normal” no busca la novedad (entendida como grieta del paradigma). En cierto sentido, el modelo kuhneano plantea al contexto de difusión, considerado como parte del conglomerado científico, una problemática diferente de aquella que surge de los modelos anteriores. De hecho, si bien la ciencia normal es acumulativa y hace penoso encontrar la novedad, el periodista científico tiene que estar al acecho de la anomalía, y debe tener pautas para reconocerla, aunque no se trate de una anomalía “macro”.xxii La anomalía cumple en el contexto de difusión una función narrativa que aún no está clara, pero, por cierto, distinta de la que cumple en el modelo kuhneano (cuando todavía está lejos de una crisis) Y, si se acepta la postura de Laudan, hay anomalías permanentes que el periodista científico debe distinguir de las simples novedades. Por otro lado, la lucha propia del periodismo científico por ganar legitimidad (puesto que el contexto de difusión mantiene una articulación compleja con el exterior del conglomerado científico) exige tensión revolucionaria (más evidente en el periodismo gráfico diario), ya que esa tensión, o la falta de ella, puede 9ª Reunión de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe determinar su éxito o su fracaso. El periodista científico desea que el espectador se sorprenda porque su objetivo no es (o no es sólo) la pedagogía sino la estimulación del asombro. Pero, podría parecer que, en principio, el divulgador actúa como si todo fuera ciencia normal (adopta un marco de ciencia normal para transmitir lo que ve: el científico en su laboratorio o en su oficina resolviendo un problema con metodologías conocidas, y basándose en un corpus paradigmático del que no duda). Y, al mismo tiempo, trata de presentar su objeto de comunicación como revolucionario o innovador, como sintético y no como analítico, porque, narrativamente, el descubrimiento del que se da cuenta debe desafiar el corpus conocido; debe, en cierto sentido ser increíble o “sorprendente” para ser interesante; debe contener algún grado de inconmensurabilidad con el imaginario del lector, suspender o golpear su credibilidad para que se transforme en un hecho interesante o espectacular.xxiii El periodista trata (conscientemente o no) de que la ciencia normal (aún la más plácida y analítica) parezca revolucionaria. La clonación de Dolly: ¿es ciencia normal o es un cambio de paradigma? La NASA y el meteorito marciano, ¿es ciencia normal o revolucionaria? La ciencia normal parece no poder ser el sujeto de un relato demasiado interesante.xxiv Así, el periodista (más que el divulgador) tiende a ver un cambio revolucionario en los resultados que registra de la ciencia, más o menos como los publicitarios presentan cada nuevo artefacto como una revolución tecnológica. En verdad, esa necesidad narrativa del periodista científico que lo impulsa a buscar lo novedoso y el cambio (la noticia) lo lleva a la observación de un mundo signado por la discontinuidad, so riesgo de transformar su práctica en pura pedagogía. El periodista científico debería distinguir entre novedad y anomalía. Pero, como señalábamos antes, la distinción entre novedad, anomalía y revolución es bastante sutil. Interrogantes de un problema abierto Las tesis propuestas por Thomas Kuhn enriquecieron el desarrollo teórico de la historia de la ciencia, aportando un punto de vista original y profundo. Dio lugar a desarrollos teóricos plenos de interrogantes y posibilidades, tanto que aún hoy se los discute en los círculos académicos. Hemos intentado una lectura desde el punto de vista del contexto de difusión de la ciencia, y sus implicaciones para la práctica de la comunicación científica. En este contexto, el periodista científico kuhneano actúa más como un explorador de teorías y posturas no siempre en consonancia; que como un transmisor de conclusiones o descubrimientos; es un corresponsal desde una zona en conflicto, que no sólo no puede garantizar la razón de alguno de los bandos, sino que debe admitir que el problema se resolverá de manera insuficiente.xxv A pesar de que la postura filosófica que se adopte acerca de la ciencia determina la teoría y la praxis del contexto de difusión, hasta el momento el amplio campo de la comunicación pública de la ciencia y el periodismo científico no lo ha analizado suficientemente. Por lo tanto, no es de extrañar que no exista un modelo kuhneano del contexto de comunicación. En la medida en que el contexto de difusión se incorpore conceptualmente y de pleno derecho al conglomerado científico, 9ª Reunión de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe la discusión filosófica podrá –y creemos importante que lo haga- analizarlo con las mismas categorías con que enfoca el conjunto de enunciados prácticos que constituyen el corpus de la ciencia. Propuesta para 2005 -2007 Ha quedado expuesto que los problemas que plantea la práctica del periodismo científico (“el concepto de verdad en las ciencias”, “el rol del periodismo científico frente a la disputa epistemológica”, o “la construcción o deconstrucción de nuevos paradigmas”, para mencionar sólo algunos ejemplos) deben todavía ser objetos de debate y reflexión intensas. Es deseable que la línea (o área) referida al periodismo científico de la Red Pop auspicie la constitución de un grupo de trabajo virtual capaz de generar material sobre estas temas en el período 2005 – 2007. Bibliografía BARNES, Barry, Bloor, David y Henry (1996) Scientific Knowledge, London, Chicago. BLOOR, David (1998) Ciencia e Imaginario Social, Barcelona, Gedisa. CALVO HERNANDO, Manuel, Manual de Periodismo científico, Bosch Comunicación, Barcelona, 1997. CURTIS, Ron (1994) “Narrative form and normative force: baconian story-telling in popular science”, en Social Studies of Science, Volumen 24, No. 3, agosto. DODDS, E. (1950) Los griegos y lo irracional, Madrid, Alianza. FOUREZ, Gérard (1997) Alfabetización científica y tecnológica, Buenos Aires, Ediciones Colihue. GREGORY, Jane, MILLER, Steve (1998) Science in Public. Communication, culture and credibility, New York, Plenum Press. HANSON, G. (1958) Patterns of discovery. 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La expresión “contexto de comunicación” nos parece más apropiada porque incluye la comunicación, divulgación, y aun el intercambio horizontal de información entre los actores dentro de las prácticas usuales de la ciencia. La formulación Comunicación Pública de la Ciencia (CPC) arrastra cierto contenido preceptivo pedagógico, pero dado su uso generalizado emplearemos las tres expresiones de manera alternativa e indistinta: contexto CPC, contexto de difusión y contexto de comunicación. iv Es interesante notar que el proceso de reemplazo de un paradigma por otro puede interpretarse como un proceso de difusión física (tema que retomaremos más adelante). v La ciencia deja de ser un conjunto de enunciados pasibles de análisis lógico y formal, para ser, o por lo menos ser en parte, un conjunto de prácticas determinantes de contenidos cognitivos. La noción de conglomerado amplía aún más esta formulación. La noción de “conglomerado” es un artefacto analítico, si se quiere, que permite absorber (aunque sea momentáneamente) la idea de artefacto concentrada en el núcleo cognitivo y distribuirla, y así suspender (también momentáneamente) la discusión sobre el relativismo. vi Thomas Kuhn (1980). vii Leonardo Moledo, y Carmelo Polino (2.000) viii Ver Leonardo Moledo y Carmelo Polino (2.000). ix Para que los enunciados cpc formen parte del corpus científico –y siguiendo las reglas que deben cumplir los enunciados teóricos respecto de los observacionales- deben derivarse de un número finito de pasos de los enunciados científicos, lo cual excluye, en principio, todos los procedimientos lingüísticos de tipo metafórico o, más generalmente, no formalizables. Aún más, es dudosa la posibilidad misma de existencia de un procedimiento finito ii 9ª Reunión de la Red de Popularización de la Ciencia y la Tecnología en América Latina y el Caribe de "traducción" ciencia-cpc (lo cual deja planteada la pregunta de cómo puede haber un procedimiento pedagógico finito). Corolario: una postura CPC desde el Círculo de Viena no está en equilibrio epistemológico. O, por ponerlo dentro del formalismo lógico, o bien no hay equilibrio epistemológico o bien la cpc no es parte de la ciencia. x Pues el proceso de aceptación de un paradigma es una “conversión”. Es necesario convertir y - o - convencer y desarrollar una política para conseguirlo. Es muy interesante a ese respecto el análisis que hace Kitcher sobre la política que siguió Darwin. Ver Kitcher (1993). xi Aquí vale el ejemplo del movimiento de “ciencia cristiana” y su vinculación con la derecha del Partido Republicano en los Estados Unidos. xii Ver Larry Laudan (1993). xiii Es interesante notar que el Diálogo sobre los dos máximos Sistemas del Mundo de Galileo parece una proto respuesta, o una proto refutación de La Revolución Copernicana, o de las tesis de inconmensurabilidad de los paradigmas de La Estructura…Al fin y al cabo, Galileo confronta precisamente aquellos paradigmas que parecen ser el prototipo de la inconmensurabilidad. xiv Thomas Kuhn (1980). xv Llamamos “solución débil” a la acción del periodista científico de recurrir al uso de las comillas. De esta manera, lo que dice la ciencia es lo que dice el científico consultado. Es decir, operaciones de comillado y desencomillado, muy al uso de la Concepción Heredada. Ver Leonardo Moledo y Carmelo Polino (2.000) xvi Thomas Kuhn (1980), pp. 235. xvii Ver Thomas Kuhn (1980). xviii Tal como está expresado en el artículo de Bernard Schiele y Daniel Jacobi (1988). xix Llamamos equilibrio epistemológico al hecho de que el periodista científico adopte, para el contexto de comunicación, los mismos criterios de verificabilidad, corroboración, refutación, falsación, etc., que el científico para su propio contexto. Lo cual tiene dos aspectos: el primero, es el de una estrategia unificada que abarque todos los contextos y someta tanto a los enunciados teóricos como a los enunciados observacionales o comunicacionales a un análisis idéntico (o sí se quiere, compatible). El segundo, es que el contexto de comunicación (cuya base empírica son los otros contextos) trate a éstos mediante metodologías similares a los que los otros actores en los otros contextos tratan a sus respectivas bases empíricas particulares. Al fin y al cabo, para el periodista científico la teoría del electrón es lo que el electrón es al científico: un término teórico, y sus respectivas ontologías deberían coincidir. xx Ver Leonardo Moledo y Carmelo Polino (2.000). xxi Thomas Kuhn (1980), pp.71. xxii El periodista científico debería ver donde el científico no ve. xxiii No hay que descartar que éste sea también el deseo de todo científico que busca un resultado cualquiera; la resolución de la ecuación de tercer grado ¿es ciencia normal, o es ciencia revolucionaria? La demostración de que la ecuación de quinto grado no es resoluble ¿es ciencia normal o es ciencia revolucionaria? Nadie lo dudaría en el caso de Galois. Pero, si la demostración de Galois es ciencia revolucionaria, ¿por qué no lo sería la de Abel, ya que clausura un problema y produce un desplazamiento definitivo de los intereses del álgebra? Y sin embargo, la actividad matemática de Abel tiene todo el aspecto de la ciencia normal. xxiv La demostración de Wiles del Teorema de Fermat, por ejemplo, es un digno caso de análisis. No hay duda de que sí es una historia atractiva, y de que es una novedad inesperada. Pero, ¿es una revolución? ¿O es ciencia normal? Nos inclinamos por este segundo aspecto. xxv Cuando el problema se resuelve de manera suficiente, el modelo kuhneano lo incorpora automáticamente a la ciencia normal. Pero éste, creemos, es un procedimiento circular.