Evolución politica en la época 1919-1939

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EVOLUCION POLITICA EN LA EPOCA 1919−39
• La crisis de la democracia liberal
Tras la Primera Guerra Mundial se introducen profundos cambios en Europa:
• Implantación del régimen soviético y su influencia en Europa.
• Introducción del fascismo.
• Crisis en el sistema liberal−parlamentario de Gran Bretaña y Francia.
• Experiencias dictatoriales en España y Portugal.
• Abandono de las normas democráticas en Europa central y oriental, con establecimiento de dictaduras
y regímenes autoritarios.
La crisis de la democracia liberal tiene varias causas fundamentales y otras de carácter coyuntural. Varían
según las regiones y países. Así, en los países del Centro y Este de Europa, la democracia exigida por los
vencedores carece de base firme: tras un breve ensayo democrático, la mayoría de países acaban dirigidos por
regímenes autoritarios.
En Occidente es diferente. Hay una causa básica externa, el avance comunista y fascista, que socava el
parlamentarismo, y otra interna, la descomposición propia e interior del sistema, que tiene como explicación:
• La llegada de partidos de masas que arrinconan a los partidos de notables.
• La ruptura del bipartidismo y del status quo en Gran Bretaña.
• La pérdida de mayorías gobernantes y la necesidad de gobiernos de coalición.
• La influencia negativa de las crisis económicas de entreguerras, por el maridaje entre democracia y
capitalismo.
• El desequilibrio entre los poderes, creado a veces por causa de la guerra, ganando terreno el poder
ejecutivo.
• Gran Bretaña en el período de entreguerras (1919−39)
Al final de la contienda, Gran Bretaña se halla mejor situada que Francia: ha vencido y no ha tenido
invasiones ni destrucciones. Sin embargo, la economía se resiente por los gastos derivados de la guerra, el
abandono de la economía bélica y la creación de una economía de paz, la competencia de U.S.A. y Japón, la
crisis del carbón y de la flota mercante, etc.
La crisis económica y social afecta a Inglaterra: inflación, problemas monetarios, paro, malestar social,
reconversión, devaluación de la lira (hasta 1929).
A ello se une la llamada cuestión de Irlanda y los problemas de gobernar un enorme Imperio, que, en 1918,
se extiende 33 millones de km2 y abarca 550 millones de personas.
Los sucesivos Gobiernos van a tener que enfrentarse con todo este cúmulo de problemas. La Corona, por su
parte, pierde poder efectivo y gana autoridad moral. Otra característica común de la época será el progreso de
las competencias del Gabinete y del Primer Ministro sobre las Cámaras. (Parliament Act, 1911).
Distinguimos dos épocas:
• 1919−31. Bipartidismo entre gobiernos liberales y conservadores: el liberal Lloyd George y los
conservadores Baldwin, Chamberlain y Churchill. Al final de la guerra habría un gobierno de
coalición, como en Francia.
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• A partir de 1931. El tripartidismo sucede al bipartidismo. El Partido Laborista (Mac Donald)
aprovecha el declive liberal y, ya en 1929, alcanza mayoría en los Comunes (288 contra 260). Desde
1931 a 1945, el Partido Conservador gozará, no obstante, de la mayoría, entre otras cosas porque,
tras la reforma electoral de 1918, el voto femenino se incorpora decisivamente a las filas
conservadoras.
Surge también la Unión de Fascistas Británicos (BUF), de Oswald Mosley, que evoluciona hacia el racismo,
el antisemitismo y simpatiza con el fascismo italiano, pero es muy minoritario.
La década de los 30 (y hasta el final de la Guerra) es patrimonio de los Gobiernos conservadores. Entre
1929−31, el Gobierno laborista de Mac Donald se ve impotente para resolver los problemas derivados de la
crisis. Así que los conservadores serán quienes se enfrenten a los problemas de la depresión: la devaluación de
la libra, la disminución de los subsidios de paro y el impulso de antiguas y nuevas industrias, dan lugar a un
cierto despegue económico desde 1934. La hegemonía mundial, sin embargo, hace años que está en Estaos
Unidos. Incluso Nueva York sustituye a Londres como capital financiera mundial.
Por último, se hace frente a los problemas derivados de:
• La cuestión irlandesa: tras décadas de conflictos, se reconoce en 1937, por fin, la totalidad del
territorio irlandés como nación irlandesa y se rebautiza el país como República del Eire. Pero, las
leyes del Parlamento de Dublín sólo se aplican al Eire y no a Irlanda del Norte, que sigue en manos
británicas.
• Los problemas coloniales: los Dominios conocen ya, desde hace décadas, la plena autonomía:
Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica. En 1926 se sustituye el término Imperio por el de
Commonwealth y se reconoce la independencia total de los Dominios. En 1931 se vota el Estatuto
de Westminster, que forma una comunidad de estados soberanos, unidos por la Corona y libremente
asociados.
• Francia (1919−39)
Este período es de gran estabilidady está marcado por la crisis de reconstrucción post−bélica y la depresión de
los años 30. De forma resumida, presenta estas fases:
• Período de reconstrucción (1919−26)
Tras la Guerra y hasta 1924 triunfan liberales y conservadores y se forman distintos Gobiernos, con figuras
como Clemenceau, Millerand, Briand, Poincaré, al frente. Existen varios problemas graves en este período:
• Problema socialista, saldado en 1920 por la división del Partido en PSF (Guesde, Blum) y en PCF,
subordinado a la IIIª Internacional.
• Problema sindicalista. La crisis económica y social de postguerra reactiva el movimiento sindical.
De la CGT socialista se separa igualmente la CGTU (comunista). Asimismo existen la CGPF
(gubernamental) y la CFTC (cristiana). Ante las peticiones sindicales, el Gobierno concede ciertas
mejoras o recurre al Ejército, apelando al temor al bolchevismo.
• Problema económico. Los gastos de reconstrucción del país pretenden amortizarse con las deudas de
reparación alemanas. La demora en el pago llevó a la ocupación de la zona del Rhur. Esta medida, no
obstante, fue insuficiente y se acudió entonces a la reducción del presupuesto y al aumento de los
impuestos.
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Entre 1924−26 los radicales y socialistas triunfan en las elecciones. Es la época del Cártel de Izquierdas. Su
gestión está marcada por la inestabilidad, los desórdenes callejeros y la incapacidad de resolver la debilidad
económica de Francia. Por último, la política laicista del Gobierno propicia la crispación de los sectores
populares y cristianos.
• Etapa de calma (1926−32)
La misma Cámara, con mayoría de izquierdas, reclama un nuevo Jefe de Gobierno, una persona que fuera
talismán y hombre milagro. Lo encuentra en Poincaré, un centrista que cumple el dicho popular: El francés
tiene el corazón a la izquierda y la cartera a la derecha. Preside un Gabinete de Unión Nacional (formado por
moderados y radicales), que endereza las finanzas y la economía.
Hasta 1930, Francia experimenta los efectos de una prosperidad económica, pero ya se comienzan a sentir los
efectos de la crisis mundial. Los conservadores mantienen el poder y establecen ciertas mejoras, que habían
sido reclamadas por las izquierdas: seguridad social y enseñanza pública gratuita.
• Formación y éxito del Frente Popular (1932−39)
• Cártel de Izquierdas (1932−34). De nuevo, radicales, socialistas y comunistas asumen el poder, pero la
falta de unidad interna de los partidos y sindicatos trastorna la estabilidad del país. Las derechas atacan sin
piedad al Gobierno. Aparecen grupos fascistas franceses. La crisis económica derrumba los precios
agrícolas, detiene la producción industrial, aumenta el paro y paraliza la exportación. Se denuncia asimismo
la corrupción y la ineficacia del Gobierno.
• Formación del Frente Popular (1934−36). Las izquierdas pierden el Gobierno. Pero, en estos años, ante el
peligro fascista, las izquierdas se agrupan, creando un frente común. En 1936 ganan las elecciones
generales, con un total de 338 escaños (72 comunistaas, 147 socialistas, 119 radicales) frente a los 222 de
las derechas.
• Frente Popular (1936−39). La victoria electoral lleva a León Blum al poder. A la euforia le sigue una
oleada de huelgas, sin que se sepa bien por qué estallan. Algunos las califican como de alegría
anti−fascista, de desconfianza ante una nueva decepción de la izquierda, de ignorancia, porque no se sabe
qué pedir y se confunde lo posible con lo utópico.
Los socialistas gobiernan con ayuda de los radicales, mientras que los comunistas apoyan, pero no entran en el
Gobierno. El programa inmediato es un intento de solucionar la crisis económica, el paro y fortalecer la
moneda.
En el terreno social se introducen mejoras, tales como aumentos salariales, semana de 40 horas, convenios
colectivos y vacaciones pagadas de 12 días al año. Las huelgas amainan.
En el terreno económico, el Gobierno mantiene una política dirigista agrícola, de obras públicas y de rearme
militar. Pero, ninguna de estas medidas resuelve la crisis y Blum se ve obligado a dimitir.
En septiembre de 1939 Francia entra en la IIª Guerra Mundial, después de haber capitulado ante Hitler en la
Conferencia de Munich, al igual que Inglaterra.
• Los regímenes autoritarios en otros países de Europa
Sin hablar de Italia, muchos países de Europa verán nacer regímenes autoritarios, nacidos en circunstancias
diversas y encuadrados en el período de entreguerras, en dos áreas de Europa:
• Península Ibérica
• España: Dictadura del general Primo de Rivera. Directorio Militar (1923−25) y Directorio Civil
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(1925−30).
• Portugal: Dictadura de Salazar, que proviene del pronunciamiento de Mayo de 1926 y de la Marcha
sobre Lisboa. Es un régimen pro−fascista, que durará desde 1926 hasta 1970.
• Europa central y oriental
• Polonia: Dictadura del General Pilsudski (1926−35). Autoritarismo y concentración de poderes.
• Hungría: Gobierno de Soviets, de Bela Kun, en 1920. Fracasada la anterior, existe una dictadura del
Rgente Horthy (1920), centralista, donde reina el terror y se implanta un orden señorial.
• Yugoslavia: En 1921 se constituye el Reino de los serbios, croatas y eslovenos. Entre 1929 y 1934,
existe una dictadura y se suspenden los derechos constitucionales.
• Turquía: República dictatorial y nacionalista de Kemal Ataturk (1924−38): europeización,
progresismo, estatuto laico.
• Salvo en Checoslovaquia, donde se mantienen las instituciones democráticas, fenómenos autoritarios
parecidos suceden en Austria (fascismo del canciller Dollfuss), Rumania (período dictatorial desde
1930), Bulgaria (desde 1932) y Grecia (en 1926−28 y 1933−36).
• La década de los 20 en los Estados Unidos
La década de los 20 es para los Estados Unidos la década de la prosperidad económica. Esta prosperidad se
acompaña de una ideología conservadora, nacionalista, republicana y patriótica. Se habla de una América
satisfecha de los felices Años 20. Esta imagen se rompe en la crisis económica de 1929 y parece poner al país
al borde de la quiebra.
Entre 1918−1920 se asiste al fin de la Era Wilson. Una sensación de malestar ante la ingratitud de los
europeos y la contrariedad que, para un amplio sector de la población, supuso la entrada en la guerra, hizo
comprender a Norteamérica que no debía ratificar el Tratado de Versalles ni entrar en la Sociedad de
Naciones. El Partido Demócrata de Wilson se vió acosado además por el descontento ante los bajos salarios y
una serie de huelgas. Los beneficios económicos de la guerra no llegaron a todos. La crisis de 1920,
coincidente con las elecciones, fue una crisis de superproducción agrícola y de reconversión de la economía
de guerra: los mercados artificiales del tiempo bélico debían ser desmantelados.
En las elecciones, el republicano Harding barrió al sustituto de Wilson, el demócrata James Cox. El electorado
pefirió las promesas republicanas de reducción de impuestos, restricción de los inmigrantes y el lema del
retorno a la normalidad, frente al lema wilsoniano de 1912 de la nueva libertad.
Los efectos de la crisis de 192021 se olvidaron al abrirse la década de la prosperidad. La década viene
marcada por la escalada económica y el aumento del bienestar. Se crea una asentada y próspera clase media,
conservadora y orgullosa.
Tres Presidentes ocupan el poder: Warren G. Harding (1921−23), Calvin Coolidge (1923−29) y Herbert
Hoover (1929−33). Sus Gobiernos son conocidos como Gobiernos de negocios. Se apoya instintivamente la
riqueza y ésta busca y se apoya en el poder. Los hombres de negocios y su prensa ejercen un fuerte control
sobre los políticos de la época.
No todo es progreso. La corrupción y el escándalo financiero y la marginación de amplios sectores de la
población corren a la par que el aumento de los indicadores económicos. Pero, se admira al triunfador y al
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hombre hecho a sí mismo y salido de la nada. El lema de uno de estos presidentes era: El gran negocio del
pueblo americano son los negocios. Es ésta una época de atonía y comodidad, de optimismo y prosperidad, de
progreso económico y conformismo.
Sin embargo, el mandato del último Presidente coincidió con la depresión económica. De la noche a la
mañana, las acciones en alza se convirtieron en billetes de lotería no premiados. Pero, mientras no apareció el
fantasma de la crisis y la recesión, la política se volcó hacia la economía, favoreció a las grandes empresas y
forjó un peculiar tipo de sociedad.
Así, la política exterior se vuelve más nacionalista y aislacionista. Consiste en no ligarse a la Sociedad de
Naciones (independencia), recibir las deudas de guerra (aprovechamiento económico), evitar el empuje
japonés (competitividad comercial) y continuar la diplomacia del dólar (expansionismo económico). Se
sanciona también el pacifismo en la cumbre de Pacto Briand−Kellog.
La sociedad americana de la Prosperidad se caracteriza por las restricciones hacia los inmigrantes y por el
cierre de fronteras, el americanismo y el orgullo nacional. La sociedad se abre al mundo del consumo y de la
diversión: modas, cine, jazz, turismo. La mujer se emancipa. Gana enteros la tendencia anti−sindicalista y el
individualismo. Se cierran los ojos ante los inadaptados y los marginados. Se lucha por defender con
intolerancia las instituciones, la cultura y el modo de vivir americanos. La sociedad está asustada ante el
peligro comunista y ve enemigos por todas partes. Se exalta el patriotismo y el heroísmo nacional.
Reaparece también la organización del Ku−Kux−Klan. El lema de la organización es nativo, blanco y
protestante, despreciando todo lo demás. Existe incomprensión y nerviosismo ante lo extraño: ante los
católicos, negros, latinos, negros, etc.
Es la época también de la campaña contra las bebidas alcohólicas. Se hace con el fin de reformar la sociedad y
mejorar la raza y la moral. Con esta campaña de la ley seca aparece una nueva mafia que subsistirá largo
tiempo.
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