INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO QUE PRESENTA LA

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INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO QUE PRESENTA LA SENADORA MARÍA ELENA
ORANTES
LÓPEZ,
INTEGRANTE
DEL
GRUPO
PARLAMENTARIO
DEL
PARTIDO
REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL EN LA LXI LEGISLATURA DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN,
POR EL QUE SE REFORMA Y ADICIONA EL ARTÍCULO 204 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, EN
MATERIA DE DELITOS SEXUALES COMETIDOS EN CONTRA DE MENORES DE EDAD.
La suscrita, senadora MARÍA ELENA ORANTES LÓPEZ, integrante del Grupo Parlamentario del
Partido Revolucionario Institucional en la LXI Legislatura del H. Congreso de la Unión, ejerciendo la
facultad consagrada en el Artículo 71, fracción II, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como por los artículos 8, numeral 1, fracción I, 164 y 169 del Reglamento del Senado de
la República, someto a la consideración de esta Honorable Asamblea, la siguiente Iniciativa con
Proyecto de Decreto por el que se reforma y adiciona el Artículo 204 del Código Penal Federal, en
materia de delitos sexuales cometidos en contra de menores de edad al tenor de la siguiente
Exposición de Motivos
La trata de personas constituye el peor crimen social del siglo XXI. Sus perpetradores cometen las más
crueles vejaciones en contra de millones de personas en todo el mundo, mientras que sus víctimas, se
ven despojadas de su libertad, de sus proyectos de vida y de sus capacidades para realizarlos.
Desgraciadamente, México no escapa a esta realidad. Pero resulta inaudito y más lamentable aún, que,
ante los ojos de las autoridades se publiquen diariamente anuncios clasificados en los periódicos, a
través de los cuales se ofrecen masajes o citas que promueven la prostitución de adultos, pero sobre
todo, de menores de edad.
No podemos como sociedad admitir que la trata de personas sea tan común, que no nos indigne ver
diariamente anuncios que promueven la pornografía infantil, y por ende, ser omisos mientras este
fenómeno aumenta en nuestro país.
La explotación sexual en México está penada por la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de
Personas. La Ley establece claramente que comete el delito de trata de personas, quien promueva,
solicite, ofrezca, facilite, consiga, traslade, entregue o reciba para sí o para un tercero a una persona,
por medio de la violencia física o moral, engaño o el abuso de poder para someterla a explotación
sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud, servidumbre, o a la
extirpación de un órgano, tejido o sus componentes.
Existe un debate de gran actualidad en este tema en varios países del mundo que, busca como
propósito, acabar con este tipo de publicidad en los periódicos y en Internet, y que es utilizada de
manera abierta y descarada por las redes delincuenciales de trata de personas para corromper a
menores de edad.
Estas prácticas atentan contra la dignidad de la persona y vulnera los derechos reconocidos tanto por
nuestras leyes, como por los convenios y tratados internacionales a los que nuestro país se ha adherido
con la aprobación del Senado de la República.
Es por ello, que sería irresponsable de nuestra parte cerrar los ojos ante esta situación, y dejar que tales
publicaciones se sigan contratando sin ninguna consecuencia, ya que hasta el día de hoy, no existe
ninguna sanción para quienes incurren en la comisión de delitos contra el libre desarrollo sexual de las
personas, cuando contratan o publican anuncios en periódicos, revistas o sitios de Internet para
promover servicios sexuales.
La persistencia de esta práctica delictuosa y la inactividad de parte de las autoridades, evidencia no sólo
la desprotección de las personas ante múltiples abusos y tratos degradantes, sino también, una crisis de
valores en detrimento de la sociedad.
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La trata de personas es un complejo fenómeno multifactorial que esta ligado íntimamentecon la
migración irregular, la pobreza, la desigualdad, la marginación y la violencia doméstica. Por ello, se
constituye fundamentalmente en un problema de derechos humanos.
Esta actividad delictiva representa para el crimen organizado, la tercera fuente de ingresos más
importante después del tráfico de drogas y armas.
En este sentido, el Estado mexicano debe adoptar acciones más contundentes en el ámbito penal para
salvaguardar la libertad y la dignidad de las personas, atacando de manera frontal a las redes de
prostitución, pornografía y trata de personas que se publicitan a través de los anuncios clasificados en
periódicos, revistas o medios de comunicación electrónica.
Lo paradójico del asunto, es que, a pesar de que el Estado mexicano cuenta con leyes en la materia y
forma parte de convenios y tratados internacionales para defender a los menores de edad, vemos un
espectacular aumento de la pornografía infantil que está corriendo al parejo del aumento del acoso y la
brutalidad sobre menores.
Las vejaciones y abusos sexuales cometidos en agravio de niños y adolescentes, han desembocado en
una preocupante descomposición social y una intrincada red de pornografía y prostitución infantil con
vastas ramificaciones en todos los países del orbe.
Cuando se disparan los abusos y las violaciones sobre niños y niñas, lo menos conveniente es consentir
su promoción en periódicos, revistas o la red de Internet en donde se presenta a los menores como
objetos sexuales.
Se considera abuso sexual la situación en la cual un adulto tiene contacto físico con una niña, niño o
adolescente para su gratificación sexual. Dado que los menores no han alcanzado aun la madurez
emocional y el desarrollo cognoscitivo necesarios para evaluar adecuadamente el contenido y las
consecuencias de actos de esta naturaleza, carecen de capacidad para consentir plena y
conscientemente un acto sexual con un adulto.
Como sociedad no podemos aprobar una apología que atenta contra la integridad de los niños y
adolescentes e incita a la violencia sexual contra las mujeres.
Vivimos en un mundo donde la economía y la publicidad son factores preponderantes en la sociedad. La
pornografía infantil no se escapa de este escenario y, es a partir de ello, que las organizaciones
delictivas aprovechan los vacíos legales existentes para crear y estimular una demanda en un mercado
que es ilegal.
En este contexto, debemos entender que si los avisos de oportunidad insertos en periódicos y revistas
estimulan la demanda de la prostitución infantil a través de la publicidad de sexo explícito o implícito,
estamos en el entendido de que dichas publicaciones son ilegales.
En la mayoría de los periódicos europeos se han dejado de promover los anuncios alusivos a la
prostitución, debido a que resultaba imposible diferenciar cuáles eran los anuncios contratados por
bandas delictivas de trata de personas y cuáles por sexo servidoras independientes.
La promoción y contratación de avisos de ocasión por los que se ofrecen servicios sexuales en
periódicos, revistas y sitios de Internet, son motivados por las grandesganancias de unos en perjuicio de
las víctimas, así como de una nula legislación que sancione esta práctica ilegal en México.
La Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas establece con claridad quien o quienes violan la
norma. Sin embargo, vemos diariamente que en periódicos, revistas y sitios de Internet, se promueven
anuncios que de manera sistemática, promueven, ofrecen, facilitan y realizan acciones a favor de la
trata de personas, infringiendo el marco legal que debería proteger los derechos de las personas que
son objeto de abuso sexual por parte de bandas criminales de trata de personas.
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El verdadero peligro de la pornografía es la capacidad para crear adicción y generar necesidades
nuevas en los consumidores. Por ello, las imágenes y anuncios donde se publicitan servicios sexuales
en periódicos, revistas y medios electrónicos de comunicación, deben ser sancionados por parte de la
autoridad con la idea de desestimular esta práctica nociva e ilegal en nuestra sociedad.
La publicidad pornográfica seduce, envuelve y convierte al consumidor en un adicto, llevando esta
práctica al terreno de la obsesión. Es por ello, que consideramos importante lograr un mayor control en
la publicidad de pornografía a través de los avisos de ocasión en los periódicos y revistas, ya que éstos,
tienen una circulación importante entre la población por su accesibilidad en el precio.
La delincuencia organizada que controla la prostitución infantil en nuestro país ha encontrado una forma
muy rentable de enganchar clientes a través de una intrincada red criminal, que utiliza los avisos de
ocasión de algunos periódicos, revistas y sitios de Internet para promocionar sexo, preferentemente con
mujeres adolescentes que sufren de vejaciones y que se encuentran en esta red de prostitución en
contra de su voluntad, y que son amenazadas por personas que ejercen una influencia peligrosa para su
integridad.
La publicidad y promoción sexual a través de los anuncios de ocasión está ocasionando un detonante
sociocultural muy nocivo en nuestro país.Vemos cada vez con mayor frecuencia, manifestaciones que
incitan a la violencia sexual y que provocan el desarrollo de conductas agresivas a través de estímulos
exteriores que, como la publicidad de pornografía abierta o encubierta en periódicos y revistas,
promueven la pedofilia.
El Gobierno federal tiene mucho que hacer en materia de protección a la infancia. Estos compromisos
deben incluir una mayor regulación de la publicidad pornográfica de menores de edad en medios
impresos y electrónicos, que garantice la vigilancia de sus derechos y, promueva al mismo tiempo, el
combate de estos delitos con el adecuado marco legal para que las instancias correspondientes
intervengan en tan preocupante problemática social.
La explotación sexual de niñas, niños y adolescentes es una violación que atenta contra sus derechos
humanos y abarca la prostitución infantil, la pornografía infantil, el turismo sexual y el tráfico de niños y
niñas, fenómenos que se dan tanto dentro de nuestro territorio como a nivel internacional.
El Estado mexicano comprometió el respeto a los derechos de los niños, cuando suscribió en 1989 la
Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, lo cual lo llevó durante ese año, a
modificar el artículo 4º Constitucional para propiciar el respeto a la dignidad de la niñez y el ejercicio
pleno de sus derechos, así como a publicar en el Diario Oficial de la Federación, la Ley para la
Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, el 29 de mayo del año 2000.
De la misma manera, en el año 2000, el Estado mexicano suscribió el Convenio Nº 182 de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre la prohibición de las peores formas de trabajo
infantil y la acción inmediata para su eliminación.
En lo relativo a las reformas legislativas, los legisladores federales hemos hecho la tarea de armonizar la
legislación nacional con la Convención sobre los Derechos del Niño y con otras normas internacionales.
En el mismo sentido, se enmendó el Artículo 18 Constitucional, que establece un sistema unificado de
justicia para niños y adolescentes. Con esta reforma relacionada con la justicia penal juvenil, así como la
revisión del Código Penal Federal, se afianzó la protección de los derechos de los niños.
El 15 de marzo de 2002, el Senado mexicano ratificó los Protocolos Facultativos de la Convención sobre
los Derechos del Niño relativos a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la
pornografía; la participación de niños en los conflictos armados; así como el Protocolo para Prevenir,
Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres y niños, el 4 de marzo de 2003.
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Esta normatividad, aprobada por el Senado mexicano, tipifica como delito esta violación a los derechos
de la infancia y responsabiliza directamente a los adultos. Además, obliga a los países a realizar las
acciones necesarias para evitar la explotación sexual comercial infantil y establecer convenios con otros
países para combatir las redes dedicadas a esta actividad.
Fue el 27 de noviembre de 2007, cuando se publicó la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de
Personas. Con este marco legal se buscó que nuestro país pudiera contar con un marco jurídico federal
que permitiera atender y proteger a toda persona (mayor o menor de edad) que sea obligada a trabajar
con engaños o bajo amenaza en situaciones de explotación laboral, sexual o de servidumbre.
Todos estos marcos normativos tanto nacionales como internacionales, nos obligan a cumplir con
mandatos legales que, a los ojos de la autoridad, pareciera que son letra muerta.
A los legisladores nos toca evaluar, vigilar y llenar a través de la legislación, las lagunas legales que
pudieran dar pie a conductas delictivas y, que al mismo tiempo, se podrían constituir como un obstáculo
para hacer valer la ley.
Las cifras de niños y niñas explotados sexualmente en el mundo y en nuestro país, son
verdaderamentealarmantes y cada vez va más en aumento. En el desarrollo de este crimen deplorable,
las niñas y los niños se convierten en una mercancía que se vende y se compra, en la que se usan
diferentes formas de coerción y violencia, reconociéndose esto internacionalmente, como una forma
contemporánea de esclavitud.
Esta actividad ha formado un mercado mundial caracterizado por la crueldad y la perversión, al hacer de
sus víctimas menores de edad, la materia prima de la explotación sexual.
Por ello, es indispensable generar nuevos instrumentos legales para enfrentar estos problemas.
Un aspecto fundamental para combatir con éxito el tráfico de menores, es asumir de manera formal el
carácter internacional de este fenómeno.
En nuestro país la falta de legislación al respecto, ha provocado que la trata de personas alcance
dimensiones nacionales que aún se desconocen.
En México, como en muchas partes del mundo, no se cuenta con una legislación que permita sancionar
la publicidad en medios impresos y electrónicos que propicien y motiven la explotación sexual.
La explotación sexual infantil esta íntimamente ligada al tráfico de migrantes, en especial, la que se
genera en la Frontera Sur. Muchos de los avisos de ocasión son utilizados por bandas criminales que
explotan sexualmente a mujeres adolescentes que son traficadas de Centroamérica.
Es por ello, que necesitamos una verdadera prohibición y penalización de la trata de personas que
promueven esta actividad por medio de los anuncios de ocasión en periódicos, revistas y sitios de
Internet.
Las modificaciones legales que se proponen en este proyecto de Decreto para reformar y adicionar el
Artículo 204 del Código Penal Federal, podrán ayudar y complementar otros marcos normativos, con la
firme intención de garantizar que los derechos de los niños, niñas y adolescentes de nuestro país no se
sigan vulnerando, al tiempo de castigar con rigor la perniciosa publicidad del sexo servicio en periódicos,
revistas y sitios de Internet.
Es momento de que el país cuente con leyes que le permitan a la autoridad mejores herramientas
legales para perseguir la explotación de mujeres y adolescentes, pero que, al mismo tiempo, permita
castigar ejemplarmente la publicidad explícita o implícita de la prostitución de menores de edad que
tanto lesionan a nuestra sociedad.
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El Estado mexicano está obligado a velar por los derechos de la niñez. Ningún país puede permitir que
su territorio se convierta en el paraíso de la impunidad, ni en el campo propicio para la comisión de
delitos que afectan y fracturan directamente a los tejidos sociales y familiares.
La protección de los grupos más vulnerables, en particular las niñas, niños y adolescentes es urgente y,
constituye, un factor inapreciable en la seguridad de nuestra población.
Como legisladores, debemos contribuir a tipificar con precisión estos delitos y reglamentar los castigos
con respecto a la publicidad abierta para promover la explotación sexual infantil.
Más allá de los números que habitualmente se encuentran lejos de la realidad, las secuelas físicas y
emocionales que dejan en el menor los delitos y abusos sexuales cometidos en su contra, marcan
definitivamente su vida y ponen en riesgo a futuras generaciones.
Es por ello, que consideramos urgente y prioritario sentar las bases de una revisión a fondo de la
legislación al respecto, así como coadyuvar en el combate y prevención de este flagelo.
En razón de lo anterior, se hace necesario precisar la tipificación de la publicidad en periódicos, revistas
y medios electrónicos que por medio de avisos de ocasión,oferta sexo servicio con adolescentes, al
grado de que proxenetas y pedófilos, no tengan derecho a obtener su libertad bajo fianza y enfrenten las
consecuencias del castigo a su conducta delictuosa.
En este sentido, es importante castigar la publicidad que promueve la pornografía infantil de manera
explícita o implícita, constituyéndose en un vehículo que crea y estimula una demanda entre los
ofertantes y aquellas personas que finalmente deciden hacer realidad sus fantasías con menores de
edad. Esta situación que promueve la prostitución de menores a través de los avisos oportunos en los
medios impresos o electrónicos, debe ser introducida en el terreno delictivo.
Por todo lo anterior y ante el daño físico y emocional irreversible que deja en la víctima las
consecuencias del abuso en sus diversas manifestaciones, la presente iniciativa con proyecto de
Decreto, propone reformar y adicionar el Artículo 204 del Código Penal Federal, para castigar la
publicidad en medios impresos y electrónicos que promueven la prostitución de menores de edad,
además de eliminar la libertad bajo caución en todos los casos.
No podemos ser complacientes con quienes atentan contra la salud física y emocional de niños y
adolescentes. No podemos seguir permitiendo que los delincuentes sexuales, una vez purgada su
condena, salgan de prisión para seguir violando y prostituyendo infantes.
Lo que pretende este proyecto de Decreto, es vigilar y tutelar jurídicamente la integridad física y moral
del sujeto pasivo que es utilizado con fines de explotación sexual, así como la seguridad sexual de niños
y adolescentes a través de castigar cualquier contratación o publicación en medios escritos o
electrónicos que promueva o incite la prostitución infantil.
De ahí el interés en que todos los esfuerzos que se realicen en el Poder Legislativo para resolver esta
problemática social, tengan una pronta y favorable aprobación.
Por lo anteriormente expuesto y, en ejercicio de las facultades constitucionales que me otorga la
fracción II del Artículo 71 de nuestra ley fundamental, así como por los artículos 8, numeral 1, fracción I,
164 y 169 del Reglamento del Senado de la República, someto a la consideración de esta Honorable
Asamblea, la siguiente
INICIATIVA CON PROYECTO DE DECRETO QUE REFORMA Y ADICIONA EL ARTÍCULO 204 DEL
CÓDIGO PENAL FEDERAL.
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Artículo único.- Se adicionan las fracciones IV y V y se reforma el último párrafo del Artículo 204 del
Código Penal Federal, para quedar como sigue:
Artículo 204. …
I a III. …
IV.- A quien con fines de lucro o sin el, contrate o publique mediante anuncios impresos o
electrónicos en medios de comunicación, publicidad o propaganda para promover la pornografía
de personas menores de dieciocho años de edad, que tengan por objeto, inducir, procurar,
facilitar u obligar a un menor de dieciocho años de edad o a quien no tenga capacidad para
comprender el significado del hecho o de personas que no tienen capacidad para resistirlo, a
realizar actos de exhibicionismo corporal, lascivos o sexuales, prostitución y prácticas sexuales,
o cualquier otro que atente contra la dignidad de la persona.
V.- A quien imprima, edite, o distribuya cualquier material publicitario con contenido
pornográfico especificado en la fracción anterior.
A quien con conocimiento o sin el, por sí o a través de terceros, autorice, dirija, administre,
supervise o aliente de manera directa o indirecta, cualquier tipo de asociación delictuosa con el
propósito de que se realicen las conductas previstas en las fracciones IV y V con menores de
dieciocho años, o a quien no tenga capacidad para comprender el significado del hecho o de
personas que no tienen capacidad para resistirlo.
Al responsable de este delito se le impondrá prisión de ocho a quince años y de mil a dos mil quinientos
días de multa, así como clausura definitiva de los establecimientos descritos en la fracción III y de todos
aquellos que sirvan para imprimir, editar o distribuir cualquier material publicitario con contenido
pornográfico especificado en las fracciones IV y V.
Transitorios
Único.- El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
Dado en el Salón de Sesiones del Senado de la República, a los 21 días del mes de septiembre de
2010.
S u s c r i b e,
Sen. María Elena Orantes López
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