COMISIONES Y TARIFAS, AUTONOMÍA PARA FIJARLAS, CERTIFICACIÓN DE CUENTA CORRIENTE Concepto 2011025805-001 del 13 de julio de 2011. Síntesis: Las tarifas que cobran las instituciones financieras por los servicios que prestan se rigen por la autonomía de la voluntad privada. Esta Superintendencia no tiene competencia para determinar cuáles servicios pueden cobrar los bancos, ni para establecer sus tarifas, pero sí puede pronunciarse sobre la viabilidad o no de que los establecimientos bancarios cobren ciertos servicios inherentes a un producto financiero. Ello sucede por ejemplo con la expedición periódica de extractos bancarios o de paz y salvos por pago total de una obligación crediticia, entre otros. «(…) consulta si los bancos pueden cobrar por la expedición de una certificación de cuenta corriente bancaria. Sobre el particular, nos permitimos manifestarle lo siguiente: En términos generales, las tarifas que cobran las instituciones financieras por los servicios que prestan a sus clientes se rigen por la autonomía de la voluntad privada. Siendo ello así, no tiene competencia esta Superintendencia para determinar cuáles servicios pueden cobrar los bancos, ni para establecer sus tarifas. Sin embargo, dentro de sus funciones de supervisión este organismo sí puede pronunciarse sobre la viabilidad o no de que los establecimientos bancarios cobren ciertos servicios inherentes a un producto financiero. Ello sucede por ejemplo con la expedición periódica de extractos bancarios o de paz y salvos por pago total de una obligación crediticia, entre otros. En esos eventos la Superintendencia busca prevenir o corregir situaciones, cláusulas o prácticas abusivas por parte de la entidad vigilada frente al consumidor financiero. En ese contexto, entonces, los extractos periódicos de cuenta de ahorro o de cuenta corriente bancaria que debe suministrar el establecimiento bancario a sus clientes en desarrollo del respectivo contrato, no podría ser objeto de costo alguno para éste. En cambio, si el titular de la cuenta solicita una copia adicional de sus extractos, en ese caso el banco está facultada para cobrar por ese servicio adicional. Lo mismo podría suceder con los paz y salvos por cancelación total de una obligación crediticia, cuya expedición por (parte) del banco no puede generar ningún costo para el deudor, por tratarse de una obligación legal en cabeza del acreedor. Por el contrario, si se trata de la expedición de una certificación o constancia sobre la existencia, fecha de apertura, movimientos, saldo u otra información específica de la cuenta bancaria, con el fin de ser aportada como evidencia ante un tercero en actuaciones, trámites o transacciones que adelanta el cliente, la decisión de cobrar o no por ese servicio complementario queda en el ámbito de la autonomía del banco. En todo caso, el establecimiento bancario deberá suministrar al consumidor financiero por los medios dispuestos para el efecto y, especialmente en los respectivos contratos de cuenta corriente o de ahorro, en forma oportuna, clara y suficiente, la información relacionada con el cobro de los servicios que presta. Para esos propósitos la entidad vigilada observará las disposiciones legales que protegen al consumidor financiero en esta materia, contenidas en la Ley 1328 de 2009, entre ellas las siguientes: “ARTÍCULO 7o. OBLIGACIONES ESPECIALES DE LAS ENTIDADES VIGILADAS. Las entidades vigiladas tendrán las siguientes obligaciones especiales: g) Abstenerse de hacer cobros no pactados o no informados previamente al consumidor financiero, de acuerdo con los términos establecidos en las normas sobre la materia, y tener a disposición de este los comprobantes o soportes de los pagos, transacciones u operaciones realizadas por cualquier canal ofrecido por la entidad vigilada. La conservación de dichos comprobantes y soportes deberá atender las normas sobre la materia. m). Permitir a sus clientes la consulta gratuita, al menos una vez al mes, por los canales que la entidad señale, del estado de sus productos y servicios”. “(…) ARTÍCULO 10. OPORTUNIDAD DE LA INFORMACIÓN AL CONSUMIDOR FINANCIERO. Cualquier modificación a las condiciones del contrato que fueren factibles o procedentes atendiendo el marco normativo específico de cada producto y las disposiciones generales de esta ley así como las específicas de otras normas, deberá ser notificada previamente a los consumidores financieros en los términos que deben establecerse en el contrato. En el evento en que la entidad vigilada incumpla esta obligación, el consumidor financiero tendrá la opción de finalizar el contrato sin penalidad alguna, sin perjuicio de las obligaciones que según el mismo contrato deba cumplir. De otra parte, para su mayor ilustración es oportuno señalar que a través de la Sentencia del 2 de septiembre de 2009, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil (correspondiente al expediente 11001-31-03-026-2000-24151-01), expresó: “(…) “Recuérdese que “sobre esa materia, la Superintendencia Bancaria, en su momento, sostuvo que las entidades sujetas a su inspección y vigilancia <<tienen plena autonomía para fijar las tarifas que cobran por los servicios que prestan a sus clientes, si que esta entidad tenga injerencia al respecto. Fundamento de lo anterior es la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de 2 de mayo de 1968 con ponencia del Doctor Guillermo Ospina Fernández, mediante la cual se declaró inexequible el Decreto 1988 de 1966 que autorizaba a la Asociación Bancaria de Colombia para unificar las tarifas de comisiones por los servicios bancarios y a su vez, facultaba a la Superintendencia Bancaria para que aprobara dichas tarifas y vigilara el cumplimiento que las entidades le daban, so pena de imponer las sanciones legalmente previstas. Esta sentencia en uno de sus apartes afirma: `(…) es así que no existe ley alguna que autorice al Gobierno o a la Superintendencia Bancaria para fijar las tarifas de los bancos para los servicios que prestan (…)´. En este orden de ideas, las entidades financieras tienen plena autonomía para fijar las tarifas que cobran por concepto de los servicios que prestan a sus clientes, siempre que estas les hayan sido previamente informadas y de la misma manera, estos últimos tienen libertad para decidir si aceptan las condiciones –por tratarse de contratos de adhesión- o desistir de convenir con la institución que les ofrece el servicio para acudir a otra de las alternativas que existen en el sector financiero>> (Concepto No. 1998014285-2 de 6 de abril de 1998). Finalmente, le informamos que el Congreso de la República expidió la Ley 1430 del 29 de diciembre de 2010, en cuyos artículos 62 y 63 se otorgaron facultades al Gobierno Nacional para dictar normas que deben observar las instituciones financieras para la fijación, fusión y publicidad de las tarifas o precios que cobran por sus servicios. Dichos artículos contemplan lo siguiente: “(… ) ARTICULO 62. INTERVENCIÓN DE TARIFAS O PRECIOS. El Gobierno Nacional dictará normas que deben observar las instituciones financieras para la fijación, y fusión y publicidad de las tarifas o precios que éstas cobren siguiendo para ello los objetivos y criterios señalados para la intervención de dicho sector. Cuando se establezca la no existencia de suficiente competencia en el mercado relevante correspondiente, de acuerdo con lo previsto en esta ley, el Gobierno Nacional deberá, además, intervenir esas tarifas o precios según corresponda a la falla que se evidencia mediante: (i) el señalamiento de la tarifa o precio; (ii) la determinación de precios o tarifas máximos o mínimos; (iii) la obligación de reportar a la Superintendencia Financiera de Colombia y/o de Industria y Comercio las metodologías para establecer tarifas o precios”. “ARTICULO 63. SEGUIMIENTO A TARIFAS O PRECIOS. La Superintendencia Financiera de Colombia, implementará un esquema de seguimiento a la evolución de las tarifas o precios en los mercados relevantes, atendidos por las entidades financieras y reportará los resultados de dicha evaluación semestralmente al Gobierno Nacional y a la Superintendencia Financiera de Colombia”. (…).»