Instituto Gal Einai La Dimensión Interior B”H Parashá Semanal - Shemot Forjando la Identidad en Egipto De las Enseñanzas del Rabino Yitzchak Ginsburgh (basado en el dvar Torá diario para el Domingo de la parashá Shemot, 5768) Cuatro Méritos Los Sabios1 nos dicen que nuestros ancestros fueron redimidos de Egipto por el mérito de cuatro cosas: 1. No cambiaron sus nombres (Rubén y Shimón llegaron a Egipto y Rubén y Shimón fueron redimidos). 2. No cambiaron su idioma —ellos continuaron hablando en Hebreo. 3. Se privaron de hablar mal del otro (lashon hará). 4. Se privaron de una conducta sexual inapropiada. Tenemos un principio que cuando aparece una lista de datos o temas, el mayor peso recae sobre el último. En nuestro caso, esto significa que guardar el pacto sexual2 fue lo más importante para retener su identidad y hacer posible la redención. Los Cuatro Méritos y Havaiá Como enumeramos 4 méritos, es natural que veamos cómo corresponden a las cuatro letras de Havaiá, el Nombre esencial de Dios. iud ( )יsabiduría: no cambiaron sus nombres hei ( )הentendimiento: no cambiaron su idioma vav ( )וbelleza: no hablaron mal del otro hei ( )הreinado: se privaron de una conducta sexual inapropiada Expliquemos esta correspondencia. Iud y hei: Los primeros dos méritos comienzan con la misma fórmula “no cambiaron….” Esto expresa que las primeras dos letras de Havaiá —iud y hei— son verdaderamente una pareja independiente; de hecho forman un Nombre sagrado en sí mismas י־ה. Estas dos letras corresponden a las facultades intelectuales de sabiduría y entendimiento. La inmutabilidad (la posibilidad de permanecer estático e inmutable) es una cualidad de prudencia y determinación de nuestro poder intelectual. La capacidad del pueblo judío para permanecer inmutable imita el aspecto trascendente de Dios, sobre lo cual dice el profeta: “Yo, Havaiá, no he cambiado y ustedes los hijos de Iaacov no han sucumbido".3 Iud: Por lo tanto, el nombre hebreo de un objeto (por ejemplo, un sustantivo) es su significado esencial, lo más cercano e íntimo, su esencia (el etzem en hebreo). De manera similar, la sefirá de sabiduría es la primera revelación de la Divinidad, la revelación primaria y más esencial de Dios, inseparable de Sí Mismo. Por esta razón, la letra iud tiene la forma de un punto, como el primer punto de tinta formado cuando la pluma del escriba toca el papel, y el comienzo de la revelación del pensamiento a través de la escritura. Hei: El hebreo es el idioma utilizado por Dios para crear el mundo. Poniéndolo de otra manera, 1 Psikta Derav Kahana 11:6 en el verso del Cantar de los Cantares 4:12. El término hebreo utilizado por los sabios para describir esto es גדור ערוה, gdur ervá, cuyo valor es “Eva” veces Havayá, חוה ∙ י־הוה. “Eva” (19) por sí mismo es igual al número de letras utilizadas para rellenar el nombre de Havayá en su forma de relleno de alef ()יוד הא ואו הא. El valor total del Havaiá con relleno el con alef es así: 19 ┴ 26 = 45, también el valor de Adam ()אדם, representando la realidad inicial (y final) rectificada de la humanidad. 3 Malají 3:6. 2 Derechos Reservados Instituto Gal Einai La Dimensión Interior – www.dimensiones.org – spanish@inner.org 2 el poder inherente que hay en este idioma crea al ser. Similarmente, la primera hei de Havaiá representa el entendimiento y el Mundo de la Creación, el comienzo del ser. En la Cabalá, las cinco fuentes de las letras se sitúan en el entendimiento.4 Vav y hei: En el hebreo original, los dos méritos finales también comienzan con la misma frase: “Se privaron de…” (שלא היה בהן, sheló haiá vahen). Nuevamente, las últimas dos letras de Havaiá forman una pareja y representan las dimensiones reveladas de este Nombre. Vav: Guardar cuidar nuestra lengua y no hablar mal acerca de otro es el sello de las seis sefirot representadas por la letra vav en Havaiá (el valor de vav es 6)—a pesar de que son seis, están representadas por una única sefirá (belleza) y una sola letra (vav). La belleza es un estado de integración, en el cual los opuestos se unen para formar un todo más completo. El sentido de unidad entre los judíos en Egipto los previno de hablar mal los unos de los otros. Hei: La hei final representa la sefirá de reinado y nukva, el principio femenino. La pureza sexual y la pureza familiar dependen primero y fundamentalmente de la mujer (y el aspecto femenino del esposo). Los Sabios aprenden que este rasgo fue en mérito de nuestra matriarca Sará: “Sará descendió a Egipto y protegió su sexualidad, y todas las mujeres judías la siguieron y en su mérito fueron protegidas también”. Así, los cuatro méritos que protegieron a nuestros ancestros de ser tragados por las abominaciones de Egipto corresponden a las cuatro letras de Havaiá. Todo en el Primer Verso Por lo tanto, estos cuatro méritos son aludidos en el primer verso de nuestra parashá: “Y estos son los nombres de los hijos de Israel que vinieron a Egipto, con Iaacov, cada uno vino con su casa”. Las primeras dos palabras “Y estos son los nombres”, alude al origen del cuarto y más importante mérito, que se abstuvieron de tener conductas sexuales impropias. El valor de estas dos palabras en hebreo (ואלה שמות, veele shemot) iguala exactamente el valor de la expresión idiomática hebrea "paz y armonía familiar5 (shalom bait, )שלום בית.6 Las letras de “paz” (שלום, shalom), aparecen explícitamente en estas dos palabras, אלה שמות, ele shemot. El resto de las letras, אהות, forman la palabra “y tú” (ואתה, veatá) o “Deseo [sexual]”(taavá, )הָ אֲ וַּה. Nombres “Los nombres de los Hijos de Israel” alude por supuesto a la retención de sus nombres. Los sabios describen esto (en arameo) como: “Rubén y Shimón descendieron, Rubén y Shimón ascendieron”. Las iniciales de las palabras arameas “descendieron” (נחתון, najtún) y “ascendieron” (salkún, )סלקוןforman la palabra “milagro” (nes, )סֵנ, indicando que los nombres hebreos contienen el poder milagroso del Mundo de Emanación para sacar a la persona del exilio.7 Idioma “Llegando a Egipto” sugiere que no cambiaron su idioma. Los comentarios preguntan por qué el verbo “llegar” está en tiempo presente y no en el más apropiado tiempo pasado, porque cuando en el Libro del Éxodo comienza, los hijos de Israel ya habían estado en Egipto por muchos años. Esta pregunta gramatical acerca de esta palabra sugiere que verdaderamente alude al lenguaje. En hebreo, la palabra para “tinta” (דיו, dió) es una permutación del nombre de esta letra: iud ()יוד. Pardes Rimonim 23:1. Likutei Torá del Arizal, Tehilim 53. 6 Conocido hoy coloquialmente como “Shalom en la Casa.” 7 Esto es verdad hoy a como lo fue entonces. Si una persona está experimentando una dificultad especial, es apropiado que insista ser llamada por su nombre hebreo, especialmente si hasta ahora ha sido conocido(a) por un equivalente no hebreo. 4 5 Editorial Gal Einai - La Dimensión Interior – www.dimensiones.org – spanish@inner.org 3 Lo que aprendemos de esto es en la medida en que una persona retenga su idioma materno (mame loshen, en idish8) continúa sintiendo que recién acaba de llegar de su tierra natal y que por lo tanto no cae bajo la influencia de la cultura local. En un nivel más profundo, la sefirá de entendimiento se relaciona con el espacio (la sabiduría corresponde al tiempo— orden temporal de precedencia— que existe inclusive antes que el espacio). Así, retener su idioma, el cual vimos está relacionado con la sefirá de entendimiento, también les ayudó a retener su sentido del espacio sagrado, la Tierra de Israel. Por la misma razón, el Pueblo Judío continuó siendo conocido como los hebreos a través de su exilio en Egipto, dicho nombre posee significado únicamente en la Tierra de Israel (significa literalmente "alguien quien ha cruzado el río", específicamente el Río Jordán). Habla “Con Iaacov” alude al mérito de evitar hablar mal de los otros. Iaacov es el alma arquetípica de la belleza, que antes vimos corresponde a este mérito. La Torá lo describe (antes de su estancia con su tío Labán) como: “Un hombre inocente [íntegro] que mora en las tiendas [de la Torá]”. Antes de su encuentro con Labán no sabía cómo actuar fraudulentamente.9 En el Tikunei Zohar, la sefirá de belleza es descripta como “el cuerpo”. El Pueblo Judío se asemeja a los órganos de un cuerpo único. En tanto su sentido de identidad es fuerte —que todos están “con Jacob”— no se dañarán los unos a los otros, así como la mano izquierda no dañaría a la mano derecha, en tanto la mente esté funcionando y ambas manos se identifiquen como parte del mismo organismo. Familia Finalmente, “cada uno llegó con su casa,” explícitamente corresponde al mérito de la pureza familiar y de evitar una conducta sexual impropia. Una mujer es llamada la casa del esposo (ביתו, beitó). Inclusive una pareja que vive en Egipto [Mitzraim, que en hebreo literalmente significa “limitaciones”, simbolizando las pruebas y constricciones naturales del entorno], en tanto permanezcan incondicionalmente devotos uno al otro hasta el final, emergerán con riqueza y posesiones como lo hizo el Pueblo Judío desde Egipto. Esta fue la promesa que Dios hizo a Abraham cuando le reveló la naturaleza del exilio en Egipto. De hecho, la guematria de las 3 palabras “cada uno llegó con su casa” (איש וביתו באו, ish ubeitó vahu) es exactamente 3 veces la palabra “Abraham” ()אברהם. Abraham es en sí mismo el alma arquetípica de la bondad y el amor, indicando que con el amor entre el esposo y la esposa se pueden sobrellevar todas las formas de Egiptos físicos y espirituales. El amor infinito entre marido y mujer es el reflejo de su amor infinito por Dios. 8 Hoy para muchos Judíos fuera de la Tierra de Israel, mame loshen puede de hecho ser el idioma hebreo, mientras que en un extraño caso de inversión histórica, para retener una identidad autónoma en la Tierra de Israel, libre de la influencia negativa del stablishment anti-religioso, pueda ser que sea el idish. 9 Debido a su naturaleza inocente, su madre Rivká lo tuvo que convencer robar las bendiciones de Esav y le enseñó todos los detalles de cómo tener éxito en ello. Editorial Gal Einai - La Dimensión Interior – www.dimensiones.org – spanish@inner.org