V Encuentro Nacional de Docentes Universitarios Católicos ENDUC PONENCIA ESCRITA A.- Título: PENSANDO LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO Licenciado César Enrique Claps B.- Comisión sugerida: PERSONA b.- Resumen: En el ámbito de los intelectuales hay sobre el Bicentenario dos miradas erróneas por incompletas: Proyecto de Futuro y Mito de la Identidad Nacional. Analizaremos ambas posturas y propondremos una tercera visión, para nosotros más integral y realista, la de la Tradición Nacional. PROYECTO DE FUTURO: voluntarista y fruto de la Ilustración: la nación es un contrato electivo cívico que depende de la voluntad política que funda el Estado. Como aspecto positivo piensa acciones comunes en el presente que nos proyecten a un futuro compartido. Como aspecto negativo, niega el pasado, desconoce nuestras raíces. Es un planteo netamente ideológico en el que se manipula, mediante el mito del consenso, los valores que nos identifican: Democracia (como forma de vida y aún como religión) .Libertad (entendida como libertinaje) .Derechos Humanos (género, aborto, etc.) MITO DE LA IDENTIDAD NACIONAL: es una perspectiva organicista fundada en el Romanticismo: la nación es vista como un genio étnico- cultural que determina la identidad cultural, se hunde en el pasado y acentúa el sentido de pertenencia. Como aspecto positivo busca conocer nuestras raíces, nuestro origen, pero se queda en un pasado idílico que nunca fue. Rechaza toda innovación y rebate genéricamente todo lo presente. Desprecia la dimensión regional y mundial de nuestra nacionalidad y absolutizar la Nación, sacrificando la persona. LA TRADICIÓN NACIONAL: Como católicos y argentinos entendemos que el significado de celebrar el bicentenario supone reafirmar la tradición nacional, lo que representa ratificar y actualizar nuestra identidad, rescatar y renovar nuestro sentido de nación, situando la cultura como su fundamento y resguardando la primacía de la persona humana. Como católicos y argentinos entendemos que el significado de celebrar el bicentenario supone reafirmar la tradición nacional, lo que representa ratificar y actualizar nuestra identidad, rescatar y renovar nuestro sentido de nación, situando la cultura como su fundamento y resguardando la primacía de la persona humana. EL BICENTENARIO DE LA REVOLUCION DE MAYO Debemos hacer una serie de precisiones relacionadas con Mayo, uno de los hechos más controvertidos de nuestra historia patria, distinguiendo lo que sucedió en la Semana de Mayo, de sus consecuencias, que se prolongan hasta alrededor de 1814. Por otra parte hay que referirse a lo que la ciencia histórica ha afirmado a lo largo del tiempo acerca de Mayo. C.- Datos del Autor: Licenciado César Enrique Claps. UNIVERSIDAD DEL NORTE SANTO TOMAS DE AQUINO (UNSTA) TUCUMAN PENSANDO LA ARGENTINA DEL BICENTENARIO Hoy la palabra Bicentenario ha invadido los medios de comunicación e infinidad de eventos y sucesos reciben este nombre incluidos hasta campeonatos deportivos. Pero esta situación lejos de servir al argentino medio para conocer más sobre sus raíces y proyecciones futuras, lo sume en una especie de ignorancia y hasta duda sobre si hay algo que celebrar. Paralelamente, en el ámbito de los intelectuales que se han dedicado al tema hay sobre el Bicentenario dos miradas erróneas por ser incompletas, a las que podemos llamar Proyecto de Futuro, a la primera y Mito de la Identidad Nacional, a la segunda. Brevemente pasaremos a analizar ambas posturas y proponer una tercera visión, para nosotros más integral y realista, la de la Tradición Nacional. PROYECTO DE FUTURO Es una perspectiva dominada por el voluntarismo y fruto de la influencia de la Ilustración. La nación se ve como un contrato electivo cívico que depende de la voluntad política que funda el Estado. Requiere de ciudadanos que apuesten exclusivamente al porvenir, acentuando la libertad y la innovación por sobre la herencia y el arraigo. Como aspecto positivo podemos señalar el hecho que piensa acciones comunes en el presente que nos proyecten a un futuro compartido. Sin embargo, como aspecto negativo podemos señalar que niega el pasado, desconoce nuestras raíces. Habla del “Velorio de la Vieja Argentina”. Es un planteo netamente ideológico en el que se manipula, mediante el mito del consenso, los valores que nos identifican: Democracia (como forma de vida y aún como religión) .Libertad (entendida como libertinaje) .Derechos Humanos (género, aborto, etc.) MITO DE LA IDENTIDAD NACIONAL Se trata de una perspectiva organicista fundada en el Romanticismo. La nación es vista como un genio étnico cultural que depende de la costumbre, de la historia y la lingüística, determina la identidad cultural, se hunde en el pasado y acentúa el sentido de pertenencia. Como aspecto positivo podemos señalar su búsqueda por conocer nuestras raíces, nuestro origen que expresa la Nación, que posee un fundamento esencial y eterno. Como aspecto negativo podemos señalar que se queda en un pasado idílico que nunca fue. Rechaza toda innovación y rebate genéricamente todo lo presente. Desprecia la dimensión regional y mundial de nuestra nacionalidad y absolutizar la Nación, sacrificando la persona. Considera que esa Nación idílica es la esencial y eterna. LA TRADICIÓN NACIONAL Como católicos y argentinos entendemos que el significado de celebrar el bicentenario supone reafirmar la tradición nacional, lo que representa ratificar y actualizar nuestra identidad, rescatar y renovar nuestro sentido de nación, situando la cultura como su fundamento y resguardando la primacía de la persona humana. En un sentido esencial, tradición es la transmisión de un conjunto de verdades fundamentales que constituyen un tesoro doctrinal para el hombre y han sido recogidas de la revelación. Esta colección, invariable en sí mismo, se encarna bajo formas históricas mutables, vivifica a los pueblos que lo reciben y les imprime fisonomía propia y un particular estilo de vida. En el caso concreto de nuestro país, el núcleo esencial de la tradición tiene sus raíces en la concepción cristiana e hispánica que informa las bases de nuestro ser nacional, integrado con aportes diversos, autóctonos y europeos. En consecuencia sólo es auténtica tradición argentina aquella que reconoce este linaje y permanece fiel a sus inspiraciones. Cualquier otra corriente o pensamiento que se haya introducido o pretenda incorporarse a la vida nacional para sustituir dichos atributos esenciales o renegar de ellos no puede ser considerada tradición argentina”. LA IDENTIDAD La identidad es, a la vez algo dado y un proyecto de futuro. Necesitamos un ideal histórico común, que integre el reconstruir nuestra Nación y construir la comunidad regional de naciones de Sudamérica, para tener un destino más digno en el actual mundo globalizado. La Iglesia nos dice al respecto: -Ante la disparidad de proyectos culturales, políticos o económicos “ha prevalecido la voluntad de ser Nación” (CEA. El Evangelio ante la crisis de la civilización-25/4/1986.Nº 5.) -“Creemos que nuestra Patria es un don de Dios, confiado a nuestra libertad, un regalo de amor que debemos cuidar y mejorar “(CEA. Jesucristo, Señor de la Historia. Nº 6). LA NACIÓN La Nación entendida como “una multitud de hombres comprendidos bajo un cierto orden” (S. Theol. I,31,1 ad 2). Multitud ordenada porque los mismos bienes son compartidos por muchos, ese es el Bien Común. Hace falta la decisión ético-política de querer formar juntos una nación Somos parte de una patria arruinada y humillada que nos duele en el alma. Pero vivimos en un momento de transición en el que tenemos que animarnos, con el realismo de la esperanza cristiana, a soñar nuevamente con ser una nación para poder reconstruir una patria de hermanos Debemos reconstruir la Nación entre todos mediante el diálogo que busca consensos fundamentales y viables, fundados en un orden natural y la primacía de la persona en su integralidad. “La Nación es una comunidad de personas que comparten muchos bienes, pero, sobre todo, una historia, una cultura y un destino común” (CEA. La Nación que queremos Nº 5) LA CULTURA La Cultura es la morada espiritual de la Nación que trasmite una historia común. La Nación es una comunidad de raíz cultural que concreta su unidad en una determinada voluntad política de convivencia El concepto de cultura nacional es altamente complejo y multifacético, relacionándose no sólo con aspectos políticos o económicos sino fundamentalmente sociales, educativos, históricos y antropológicos de nuestra comunidad argentina. La cuestión de la cultura nacional tiene que ver con la creación de una identidad y de un sentimiento de pertenencia que unifique a todos los miembros de la comunidad nacional a partir de determinados símbolos y valores. La cultura nacional es el marco en el cual se hacen presentes una serie de representaciones, sean estas concretas o abstractas, como la voluntad de defender a la nación y a la patria en cualquier circunstancia. La cultura nacional se organiza de manera clara y explícita mediante celebraciones comunes y públicas o la educación y también se da de manera espontánea e implícita, sin la intervención específica de ningún actor social que actúe para moldearla de acuerdo a sus intereses. LA PRIMACIA DE LA PERSONA La Nación se funda en la primacía de la Persona por su dignidad espiritual y trascendente (CEA. Iglesia y Comunidad Nacional Nº 94). Como el hombre no se ordena a la comunidad según todo su ser (S. Theol. I, II, 21,4) afirmamos el primado ontológico y teleológico de la persona libre “que es lo más perfecto en toda naturaleza” (S. Theol.I, 29, 3) y libera del peligro colectivista, populista y estatista. EL BICENTENARIO DE LA REVOLUCION DE MAYO Respecto al bicentenario que estamos celebrando debemos hacer una serie de precisiones relacionadas con Mayo, uno de los hechos más controvertidos de nuestra historia patria. Debemos distinguir lo que sucedió en la Semana de Mayo de sus consecuencias, que se prolongan por varios años, hasta alrededor de 1814. Por otra parte haremos una breve referencia a lo que la ciencia histórica ha afirmado a lo largo del tiempo acerca de Mayo. LO QUE SUCEDIÓ EN MAYO (1810 – 1814) A.- La Semana de Mayo 1.- La revolución no representó una ruptura con el orden preexistente, sino por el contrario una reafirmación de la tradición jurídica hispánica, con la teoría de la Retroversión expuesta por Castelli en el Cabildo del 22. 2.- En ningún momento se habló de Independencia, por el contrario se rechazó de plano esa posibilidad en la primera proposición del debate del 22 de mayo. 3.- Durante todos los debates previos a la Revolución nadie defendió argumentos basados en la Revolución Francesa o algunos de sus autores materiales o ideológicos. 4.- Buenos Aires asume la responsabilidad de reafirmar la tradición hispánica hasta poder conocer la opinión del resto del virreinato. 5.- La actuación de Mariano Moreno en los sucesos de Mayo fue mínima e intrascendente. Será luego de alcanzado el triunfo que Moreno quiera imponer su plan jacobino inspirado en la Revolución Francesa. 6.- Sólo Lord Strangford, ministro inglés en Río de Janeiro, ve la posibilidad de separar las colonias americanas de la Madre Patria y pedir la protección y garantía de Gran Bretaña. B.- Moreno se apropia de la Revolución - Por el Reglamento del 25 de mayo la Junta debía subordinarse al Cabildo como había planteado Saavedra en el Cabildo Abierto del 22, sin embargo, al día siguiente la Junta Provisional le exigieron juramento de obediencia y el 27 la Junta envió a los gobernadores del interior una Circular para que nombraran Diputados locales para incorporarse a la Junta - Sabiendo que muchos pueblos del interior se opondrían a aceptar la Junta de Bs.As. ésta organizó una expedición de 500 hombres para “auxiliar” a las provincias del interior. Esta expedición inspirada por Moreno en las prácticas de la revolución Francesa fue muy sangrienta y generó un profundo malestar en Córdoba, el Alto Perú, Paraguay, la Banda Oriental y el resto del interior. - Moreno ordena autorizar a los soldados a hacer estragos en los pueblos vencidos a fin de infundir terror en las filas “contra- revolucionarias”. - Castelli revestido de ornamentos religiosos se mofa en el Alto Perú del culto católico Las dos tendencias en la Junta En los seis primeros meses la Junta realizó importantes hechos que definieron dos tendencias: A.- Los partidarios de la centralización del poder en torno a Bs.As. Será el grupo morenista. B.- Los partidarios de obrar de común acuerdo con los hombres del interior. Serán los saavedristas. Triunfa Moreno y su pensamiento, pero ante la incorporación de los diputados del interior a la Junta Grande, Moreno renuncia, es designado Ministro Plenipotenciario frente a las cortes de Inglaterra, Brasil y Portugal, y muere en alta mar. LO QUE DIJERON DE MAYO La versión Liberal Tradicionalmente prevaleció la visión liberal y masónica de Mayo. Al decir de Antonio Caponnetto “Mayo era un dogma indiscutido, en virtud del cual debía repetirse que la patria había nacido en 1810, bajo los sacros auspicios de la democracia, del liberalismo y de la Revolución francesa de 1789. España era una madrastra malísima y habíamos hecho muy bien en sacárnoslas de encima. Los realistas eran tiranos opresores, los revolucionarios eran libertadores, y cada quien ocupaba su bando de malo o de bueno en los libros de texto”. Esta versión fue obra de autores liberales de la segunda mitad del siglo XIX, fundamentalmente Bartolomé Mitre, Vicente Fidel López, y luego Ricardo Levene, entre otros El Revisionismo Católico Los revisionistas probaron que hubo otro Mayo. Monárquico, hispánico, católico, militar y patricio; enemigo de Napoleón pero no de España, fiel a nuestra condición de Reino de un Imperio Cristiano, en pugna contra británicos y franceses, filosóficamente escolástico, legítima e ingenuamente leal al Rey cautivo, y germen de una autonomía, que devino forzosamente en independencia, cuando la orfandad española fue total, como total el desquicio de la casa gobernante. Federico Ibarguren, Guillermo Furlong y Roberto Marfany, entre otros, esclarecieron y reivindicaron este otro Mayo. Hoy esa fundada interpretación de lo sucedido en esa semana y los acontecimientos anteriores y posteriores la encontramos brillantemente expuesta con claridad y rectitud de juicio, en Mayo Revisado de Enrique Díaz Araujo. Sus fuentes Están las Memorias de Saavedra, la Autobiografía de Domingo Matheu, la de Manuel Belgrano, las cartas de Chiclana, Viamonte y Tomás Manuel de Anchorena. Está la obrita curiosa de Alberdi, El Gobierno de Sudamérica, y el mensaje magnífico de Rosas a la Legislatura, del 25 de mayo de 1836. Y hasta las fábulas humorísticas de Domingo de Azcuénaga están para nuestro entendimiento de la época. Pero están los documentos que retratan este Mayo porque estuvieron los acontecimientos y los hombres que los protagonizaron. Y esto sería lo más importante por considerar y celebrar hoy, si no fuera que ese “Mayo” fue derrotado, y prevaleció el otro. No sólo historiográficamente, que ya es grave, sino política y fácticamente, que es lo peor. Debemos entendernos: La historia es lo que fue, no de lo que pudo haber sido, o de lo que nos hubiese gustado que fuera. Nos hubiese gustado que el Imperio Hispano Católico no se extinguiera; y que nosotros nos constituyéramos en “la última avanzada de ese Imperio” (Anzoátegui). Nos hubiese gustado que Mayo no hubiese sido necesario Pero los hechos se dieron de otro modo, seguramente permitidos por la Divina Providencia. No perjuramos de nuestro Mayo Católico e Hispánico, ni de una autonomía que no era desarraigo, ni separación espiritual, ni ingratitud moral. No renegamos de aquellos patriotas que, portadores de sangre y de estirpe hispano-criolla, tuvieron que batirse al fin, heroicamente, para que esa autonomía fuese respetada. Los autores actuales Gran número de historiadores actuales reconocen el rigor científico del Revisionismo Católico, y se apoyan en Marfany, Ibarguren o el Padre Furlong. Como ya dijimos, hoy se destaca Enrique Díaz Araujo y su Mayo Revisado Desgraciadamente otros autores, más ideólogos que historiadores, repiten los errores marxistas o liberales sobre el tema y vuelven a la versión de Mitre o Vicente Fidel López, negando la diferencia entre Austrias y Borbones y afirmando a Mayo como independencia. Otros se quedan sólo con el componente económico de Mayo sin analizar sus elementos culturales e ideológicos El Bicentenario que festejamos Luego de todo lo expuesto nos debemos interrogar si es correcto festejar algo y, fundamentalmente, acerca de a qué Mayo homenajeamos. • El Bicentenario Oficial fue un festejo tan desnaturalizado e ideológico que como católicos no nos sentimos representados. • Tampoco el Mayo falsificado liberal o el pseudo marxista de Felipe Pigna, según el cual, Moreno fue el primer desaparecido y Saavedra el primer represor. Y a eso llaman algunos ahora revisionismo histórico. • El Mayo de algunos historiadores españoles, tampoco podríamos festejar. Para ellos fue una simple traición a España, olvidando que aquel acontecimiento tuvo protagonistas con lealtad y fidelidad, con arraigo espiritual y religioso, con recto y fecundo amor al solar natal, con prudente, gradual y legítimo sentido de emancipación americana. • El Mayo de los revisionistas heterodoxos, que vieron en aquellas jornadas de 1810 un alzamiento de orilleros resentidos y desarrapados rencorosos, tampoco, porque no existió. • Tampoco el Mayo de los católicos liberales, que calmaron sus conciencias encontrando algún sacerdote entre los revolucionarios, aunque enseñaran los peores errores modernistas • Saavedra representa Mayo. Si algún Mayo recordamos con agradecimiento y orgullo es el que encarna Don Cornelio Saavedra, aquel Comandante de Patricios, que afirmando con gran claridad que se alzaba contra franceses e ingleses -y contra todos aquellos que quisieran comprometer el destino de estas tierras- puso su condición militar al servicio de Dios y de ambas Españas, representando el sentir de la mayor parte de la comunidad rioplatense que él representaba. BIBLIOGRAFIA A.- EN TORNO AL BICENTENARIO 3.- J. C. Scannone, “‘Hoy la Patria requiere algo inédito’. La Conferencia Episcopal Argentina y la ‘crisis histórica’ de nuestro país”, en Grupo G. Farrell, Crisis y reconstrucción, San Pablo, Buenos Aires, 2003. 4.- C. Galli, “La Iglesia y la comunión entre los pueblos”, CRITERIO 2274 (2002) 5.- Sarlo, “¿Hay un país llamado Argentina?”, CRITERIO 2280 (2003) 6.- Carlos María Galli ¿Queremos ser nación o qué nación queremos ser?, CRITERIO 7.- J. Bergoglio, “A la educación, todo”, Criterio 2272 (2002) 8.- J. Bergoglio, “No tenemos derecho a la indiferencia”, Criterio 2283(2003) 9.- Documentos de la Conferencia Episcopal Argentina: • Iglesia y Comunidad nacional (8/5/1981). • La Nación, el presente y el futuro. Cuatro aportes, Oficina del Libro, Buenos Aires, 2001; • Recrear la voluntad de ser nación. Diez aportes, Oficina del Libro, Buenos Aires, 2003 • La Nación que queremos (28/9/2002) • Para que renazca el país – (21/3/2002) • El Evangelio ante la crisis de la civilización (25/4/1986) • Jesucristo, Señor de la historia (13/5/2000) • Reconstruir la Patria – ( 8/1/2002) • Hoy la Patria requiere algo inédito (12/5/2001) • Queremos ser nación (10/8/2001) • La Nación, el presente y el futuro. Cuatro aportes, Oficina del Libro, Buenos Aires, 2001. B.- LA REVOLUCION DE MAYO 1.- Guillermo Furlong. La Revolución de Mayo. Theoria. Bs.As., 1960 2.- Roberto Marfany. Episodios de la Revolución de Mayo. Theoria. Bs.As.,1966 3.- .- Roberto Marfany. El cabildo de Mayo. Theoria. Bs.As., 1961 4.- Federico Ibarguren. Las etapas de Mayo y el verdadero Moreno. Theoria. Bs.As., 1964 5.- Federico Ibarguren. Así fue Mayo (1810-1814) Theoria. Bs.As., 1966. 6.- Enrique Díaz Araujo. Mayo Revisado.(Tomo I) Bs.As. Santiago Apóstol, 2005