Manos krgas y plateas calladas: El caso Collor de Mello CÉSAR HILDEBRANDT lidad empresarial. Pero el juego es recíproco —y I sistema era sencillo: Paulo César Parías por eso es que la clase patronal no suele quejarrecaudaba el dinero y lo depositaba en las se—: el capital procede, en la mayor parte de los cuentas de Ana Acioli, la secretaria de casos, de las bancas de fomento, alimentadas por Fernando Collor de Mello; los cheques eran gipréstamos del exterior y auxiliadas por la única rados por personas ficticias y empresas imaginaindustria editorial de verdadero éxito en el Conrias y estaban firmados invariablemente —así lo tinente: la de impresión de billetes. Si no es el demostró la pericia grafotécnica— por Rosinete dinero propio el que se arriesga ¿por qué no Melanias, secretaria de Parías. Los caudales procompartirlo con sus dadores? En esta versión venían, en realidad, de empresarios que así se perversa del capitalismo de Estado la «inversión aseguraban licitaciones amañadas, proveedurías privada» es la máscara de la autofagia. Y así el sobrevaluadas y privatizaciones a dedo —negomercantilismo se vuelve parasitismo. Presidente cios con los que recuperarían largamente lo inladrón, sí. Pero también empresarios adictos al vertido en el pringoso patrimonio del presidente Estado y a lo que para ellos representa: préstamo de la República. barato, dólar en crónica rebaja, impuestos de risa. Que Collor de Mello destinara dos millones de En suma, un buen negocio. dólares de lo saqueado a erigir un jardín o que el Ese es el fondo del caso Coescándalo se iniciara con las revelaciones de llor de Mello, un liberal de Pedro Collor de Mello a la boca para afuera que creyó en la revista «Veja» —venganza «El episodio de Collor cainita tras la seducción de su resulta, desde la perspectiva vieja y cierta leyenda de la impunidad presidencial —el esposa por el avasallador ética, ejemplar sin duda secreto de la perdurabilidad mandatario— no añaden sino alguna. Es la primera vez que del PRI mexicano, el peronismo colorido y sordidez doméstica a un asunto que no sólo ha un país del área despide a un con Perón o la Acción Determinado con el cese del mandatario corrupto. Collor mocrática de Carlos Andrés Pérez—. Estados fuertes asenpresidente sino que cuestiona de Mello ha caído, pero la red tados en sociedades débiles; la esencia de un sistema que institucional que auspició sus mercados libres con monedas convoca la corrupción: el mercantilismo latinoamericano. prácticas no será fácilmente uncidas al voluntarismo estatal y salarios de muerte dictados por Las comisiones subrepticias derribada.» decreto-leyes; partidos políticos son parte de la inversión en sobrepasados por la inAmérica Latina y pueblan los credulidad general, la anomia y libros paralelos de la contabila rabia; amplias zonas de E América Latina. No se refería a realidades americanas el libro «La investigación imposible», que escribió el inspector de policía e diría que la AméAntoine Gaudimo, perrica de origen ibériseguidor de las andanzas co enfrenta su tarfinancieras de Henry día Revolución Francesa Nollet, recaudador y que Collor es el primeoficioso de fondos del ro de los Luises caídos. Partido Socialista En Brasil el paso se ha francés. Ni es «sudaca» el dado violentamente. En autor de «Un presidente México, Salinas de a liquidar», testimonio en Gor-tari intenta la el que, inútilmente, evolución que impida Philippe Guil-haume describía los bajos el desastre reduciendo fondos en el manejo el arbitraje estatal, comercial y político de la atacando al sindicalismo televisión estatal mafioso que sus francesa. Ni fueron antecesores cultivaron y trasatlánticos los archipermitiendo que el PAN vados escándalos de conservador gobierne, Péchiney o Lunaire — por fin, Chihuahua. para no hablar de la Collor de Mello ha caí- Brasil ha demostrado tener una nación activa, do, pero la red institucio- democracia no sólo electoral y un instinto de la moral discreta benevolencia con que, al pública, que han acabado con su presidente corrupto. final, se trataron casos como el del nal que auspició sus Príncipe Bernardo de Holanda o el de prácticas no será derribaPapandreu en Grecia. da fácilmente. La clase política latinoamericana no ha entendido hasta ahora que el Estado del bienestar —importado de la Europa de la poso peor que puede sucederle a una sociedad guerra— no es posible sin crear una base real de no es la corrupción sino la pasividad, esa capitalismo. El capitalismo de los favoritos y atmósfera de estoicismo vicioso con que se cortesanos, de los «entornos» presidenciales y asiste a un escándalo cuando se le consilos tantos por ciento por obra pública no crean dera el enésimo eslabón de una cadena invenciriqueza que repartir sino frustraciones que diseble, el fotograma apenas de un largometraje plaminar y estadísticas con que mentir. El episodio gado de bandidos. Nadie puede negar que ese Collor resulta, desde la perspectiva ética, escenario de manos largas y plateas calladas se ejemplar sin duda alguna. Es la primera vez que ofrece en muchos países de Europa. Desde ese un país del área despide a un mandatario corrupto. punto de vista, Brasil ha demostrado tener una Salvador Jorge Blanco fue condenado por nación activa, una democracia no sólo electoral latrocinio después de dejar la presidencia de y un instinto de la moral pública que ya quisiera República Dominicana y Alan García no enconbuena parte del primer mundo. tró en su camino un adversario con pruebas sufiCésar Hilderbrandt es periodista. cientes sobre su actitud hacia el tesoro público. Pero la envidia moral no debería sentirla sólo economía sumergida produciendo sus propios valores y líderes: ése es el cuadro de la América Latina de los noventa. S L