Dictamen de la Procuración General: El procesado, con patrocinio letrado del Señor Defensor de Casaciòn, se agravia del monto de la pena que le impusiera el Tribunal Oral el que quedó confirmado ante el rechazo del recurso de casación deducido por su Defensor Oficial (v. fs.27/29; 36/39). Para la individualización de la pena impuesta a B. -delito de homicidio simple, diez años de prisión- se valoraron atenuantes (ausencia de antecedentes penales y complicada historia de vida) y agravantes (índice de mayor peligrosidad: disparo de proyectil con punta hueca contra menores de edad y sin mediar justificación válida). El ahora recurrente se fundamenta en que el Tribunal 'a-quo' aplicó erróneamente los arts.40 y 41 del Código Penal; y denuncia la inobservancia del art.18 de la Constitución Nacional. Efectúa una serie de consideraciones, arribando a la conclusión -según su análisis de lo transcripto en uno de los votos del Tribunal de Casaciónque adopta la "teoría de la unión" y en base a ella formula diferentes consideraciones. Según su punto de vista, la pena -dice- "...encuentra su límite máximo en el principio de culpabilidad por el acto, por lo que...la magnitud del in- justo penal y el grado de reprochabilidad determinarán el tope de pena...". Insiste en afirmar que "...se denunció precisamente la violación de los arts.40 y 41 del Código Penal por entender que la pena había sido fijada por encima del límite que indicaba el principio de culpabilidad pues computaba como agravantes circunstancias que en absoluto repercuten en la magnitud del injusto penal o en el grado de reprochabilidad del mismo". Refiriéndose a la agravante peligrosidad sostiene -con cita de autor- que es "-como juicio hacia adelante-...". Acota que ese agravante debe ser excluído pues, caso contrario habría un "plus" o porcentaje de pena "que no respondería ni al injusto ni a la culpabilidad...". El recurso es improcedente. Mas allá de no lograr demostrar de qué manera se habrían transgredido las normas denunciadas, no demuestra tampoco porqué debió haberse aplicado el mínimo legal, tal como lo solicita (v.fs.60). En la causa P.68.751, sentencia del 17 de octubre de 2001, V.E. sostuvo que "...los arts.40 y 41 no contienen un régimen matemático sino de valoraciones jurídicas, que en el caso de autos no aparecen viola- das". Demuestra un mero criterio divergente -con respecto al monto de la pena- el cual, como ha sostenido V.E. "...no implica ni significa -por sí soloviolación legal alguna" (P.60.883, sentencia del 7 de noviembre de 2001). También ha sostenido V.E. que "la inexistencia de agravantes y la concurrencia de atenuantes no implica de por sí la necesidad legal de imponer el mínimo de pena contemplado para el delito respectivo, ni la trasngresión de los arts. 40 y 41 del Código Penal (P.56.481, sentencia del 27-II- 1996)". (Conf. P.65.320, sentencia del 17 de octubre de 2001). (Si bien de la doctrina transcripta surge la "inexistencia de agravantes" a diferencia del caso en estudio en el cual -como se vioconcurren atenuantes y agravantes, estimo que, de todas formas, resulta igualmente aplicable). Propongo que V.E. desestime el presente recurso deducido. Tal es mi dictamen. La Plata, 30 de diciembre de 2002 - Juan Angel De Oliveira A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 28 de julio de 2004, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores Roncoroni, Genoud, Kogan, Pettigiani, Negri, Soria, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa P. 82.717, "B., G. M.. Recurso de casación". A N T E C E D E N T E S La Sala Tercera del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires condenó a G. M. B. a la pena de diez años de prisión, accesorias legales y costas, por ser autor responsable del delito de homicidio simple. El señor Defensor Oficial ante ese Tribunal interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Oído el señor Subprocurador General, dictada la providencia de autos, y hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente C U E S T I O N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley interpuesto? V O T A C I O N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Roncoroni dijo: 1.- El señor Subprocurador General aconsejó el rechazo del recurso interpuesto (fs. 65/66). 2.- La Sala III del Tribunal de Casación Penal confirmó la sentencia dictada por la Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal del Departamento Judicial de San Martín, que condenara a G. M. B. a la pena de diez años de prisión, accesorias legales y costas por resultar autor responsable del delito de homicidio simple (fs. 36/39). 3.- Contra esa decisión el señor Defensor Oficial ante ese Tribunal interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 54/60) denunciando la inobservancia de los arts. 40 y 41 del Código Penal, así como del art. 18 de la Constitución nacional. Los agravios de la defensa giran en torno a la graduación de la pena impuesta. En tal sentido, sostuvo que el Tribunal al confirmar los agravantes computados por el a quo aplicó erróneamente la ley sustantiva. Cuestionó el juicio de “peligrosidad” efectuado por el sentenciante argumentando que aún de ser positivo, de todos modos la pena no debería exceder el límite determinado por la magnitud del injusto y la reprochabilidad. Al resolver lo contrario, se incurriría en un derecho penal de autor vulnerándose el principio de culpabilidad contenido en los arts. 18, 19, 75 inc. 22 de nuestra Constitución nacional, así como del citado art. 41. 4.- Con referencia a la peligrosidad resultante de la objetividad del hecho, el a quo tomó en cuenta “...la modalidad específica del hecho traducida en disparar un arma de fuego con proyectil de punta hueca, contra un grupo de menores de edad y sin que mediara justificación válida de ninguna clase para un accionar deletéreo tal índole...” (fs. 251) y ello llega firme a esta instancia. El reclamo defensista no puede prosperar pues -tal como el propio recurrente lo destaca a fs. 57 vta./58el art. 41 inc. 1º del Código Penal se refiere lisa y llanamente a “la naturaleza de la acción y de los medios empleados para ejecutarla y la extensión del daño y del peligro causado”. De modo que el tribunal pudo invocar válidamente la referida modalidad del ataque, que resulta de la propia descripción -firme- que el juzgador hace de los hechos referida a la primera parte del artículo citado, agravante esta de naturaleza objetiva relacionada con el hecho en juzgamiento; independientemente del subjetivismo del autor captado por el inc. 2º de la norma en cuestión. De modo que -contrariamente a lo denunciado por la defensa- no se advierte en lo así decidido violación legal alguna. 5.- La defensa, en definitiva, no logra evidenciar una transgresión normativa en la selección de la pena impuesta por el tribunal oral y confirmada por el Tribunal de Casación Penal que justifique revisar la aplicación efectuada de los arts. 40 y 41 en cuestión. En rigor, disiente el recurrente del grado de incidencia que sobre el quantum de la pena a aplicar tendrían las circunstancias -atenuantes y agravante- computadas por el tribunal; y este criterio divergente de la defensa no implica ni significa violación legal alguna. 6.- Por último, las consideraciones que formula el impugnante acerca de las teorías de la pena, resultan inconducentes a los efectos de demostrar las transgresiones legales invocadas. Voto por la negativa. A la misma cuestión planteada, el señor Juez doctor Genoud dijo: 1.- La Sala II de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de San Martín condenó a G. M. B. a la pena de diez años de prisión, accesorias legales y costas como autor responsable del delito de homicidio simple. 2.- Contra dicho pronunciamiento el señor Defensor Oficial interpuso recurso de casación denunciando la violación de los arts. 40 y 41 del Código Penal. Argumentó en tal oportunidad carencia de fundamentación del fallo, y se agravió de la incidencia de las atenuantes computadas en el quantum de la sanción. Cuestionó la agravante sopesada. Discurrió sobre la finalidad de la pena. Finalmente solicitó la imposición del mínimo de pena previsto para el homi- cidio simple. 3.- La Sala III del Tribunal de Casación Penal rechazó el recurso ante él impetrado. 4.- El procesado M. G. B., por derecho propio, con el patrocinio del señor Defensor Oficial ante el Tribunal de Casación, interpuso contra dicho pronunciamiento recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley. Denuncia violación de los arts. 40 y 41 del Código Penal y 18 de la Constitución nacional. 5.- El recurso no puede prosperar. Sin abrir juicio sobre la técnica utilizada en la sentencia puesta en crisis, lo cierto es que los fundamentos expuestos por el señor Juez que votara en primer orden -doctor Mahiques- reciben adhesión del magistrado siguiente en turno -doctor Borinsky- quien a modo de agregado (“tales agregados” v. fs. 39) discurre sobre la “función” de la pena. Sentado ello, cabe concluir que el recurrente desinterpreta el fallo pues en pos de avalar su postulación formula una extensa consideración acerca de las teorías de la pena con el fin de enervar los fundamentos expuestos por el votante en segundo término, cuyos argumentos lo fueron a mayor abundamiento. Por otra parte, y en función de lo antes dicho, el impugnante se desentiende de lo resuelto por el a quo respecto a que “no se advierte... absurdo o vicio lógico en la valoración de circunstancias agravantes y atenuantes para la fijación de la pena... el Tribunal se pronunció con suficiente fundamento al valorar las atenuantes y agravantes que determinaron la aplicación de la pena en concreto” (fs. 37), lo que sella la insuficiencia de la queja. Voto por la negativa. Los señores jueces doctores Kogan, Pettigiani, Negri y Soria, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Roncoroni, votaron la cuestión planteada también por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, de conformidad con lo dictaminado por el señor Subprocurador General, se resuelve -por mayoría de fundamentos- rechazar el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley interpuesto, con costas (art. 496, C.P.P.). Regístrese, notifíquese y devuélvase.