11-M: CONSTRUYENDO EL ACONTECIMIENTO. ¿DE QUÉ MANERA AFECTÓ AL PODER POLÍTICO?

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11-M: CONSTRUYENDO EL
ACONTECIMIENTO. ¿DE QUÉ MANERA
AFECTÓ AL PODER POLÍTICO?
Teresa Hernández Purriños
679.386.827
teresahernanpu@gmail.com
Mª Goretti Ramos Moreno
676.828.524
goretti231988@gmail.com
Resumen
Los atentados terroristas ocurridos en Madrid el 11 de marzo de 2004 han
supuesto un hecho relevante en la historia reciente de nuestro país. A pesar de ello,
los/as ciudadanos/as lo vivieron de diferente manera y en este sentido la lejanía o la
cercanía al lugar de los acontecimientos es una variable importante. A esto se le une lo
vago que son los recuerdos en torno a él; aunque sí es cierto que existen diferencias
entre las distintas generaciones.
Lo que sí parece claro es que el 11-M y la manera en la que se abordó desde los
partidos políticos (quien gobernaba y quienes se encontraban en la oposición) y los
medios de comunicación supuso una pérdida de la legitimidad de los primeros y un
cuestionamiento de la objetividad de los segundos. Mencionando, además, el hecho de
que la ciudadanía española en general, y la canaria en particular, no dudan de la
vinculación entre ambos.
Palabras clave: poder, legitimidad, terrorismo, atentado, medios de comunicación.
Abstract
The terrorist attack occurred in Madrid on March 11th, 2004 comformed a
significant fact in the recent history of Spain. Nevertheless, citizens lived it in different
ways attending to the fact of bigger remotness or closeness to the place were they took
place. On the other hand the memories around this tragic event are in general vague and
there are different point of views according to the various generations who lived them at
that moment.
Which is clear is that 11 M and the way this event was taken into account by
political parties -those who were ruling and those who were in the opposition-, and the
media represented a loss of legitimacy in the government and the questioning of the
objectivity of those in the opposition. Not forgetting the fact that Spaniards in general
and Canary Islands citizens in particular have no doubt of the link between both of
them.
Keywords: power, legitimacy, terrorism, terrorist attack, mass media.
1
Objetivos
Explorar cómo afectó el atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid al imaginario
sociopolítico de la población canaria.

Indagar sobre la influencia de los medios de comunicación en la construcción
del acontecimiento.

Conocer si el atentado del 11 de marzo de 2004 influyó y en qué medida en el
desmoronamiento de la legitimidad de los partidos políticos en España.
Premisa
Tras el atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid, se produjo el
desmoronamiento de la legitimidad de los partidos políticos en España, todo ello
influenciado por las informaciones vertidas acerca del suceso por los medios de
comunicación.
Problemática a estudiar
Durante nuestros estudios de la licenciatura de Sociología, donde empezamos a
trabajar juntas, para la asignatura de Sociología del Lenguaje realizamos una pequeña
investigación de carácter descriptivo acerca del atentado del 11-M. Sin embargo, con el
paso de los años, creímos que podíamos sacar más jugo de un tema tan interesante y de
actualidad en nuestro país, del que poco se ha escrito. Es así que surge la idea de
realizar esta pequeña investigación.
11M: construyendo el acontecimiento. ¿De qué manera afectó al poder
político? supone nuestro primer trabajo de investigación como grupo profesional. El
texto que mostramos a continuación es una síntesis de una investigación más larga 1, en
la que trabajamos durante aproximadamente ocho meses.
De esta manera, realizamos una aproximación teórica a los conceptos de poder,
legitimidad, partidos políticos, medios de comunicación y terrorismo, para
posteriormente realizar nuestro trabajo de campo, a través de metodologías de corte
cualitativo, y su posterior análisis.
Para poder realizar una reflexión fiable sobre el poder tenemos que trabajar de
cerca con tres autores: Max Weber, Jürgen Habermas y Michel Foucault. El poder es
algo que se incorpora en los cuerpos, en las prácticas, en los gestos de las personas, pero
también en los pensamientos, en las representaciones y en las racionalizaciones y hasta
en el propio reconocimiento de nosotros mismos (Foucault, 1999). Podemos decir que
1
Disponible para su lectura para todo aquél que quiera leerla
2
el poder es una dimensión universal en toda situación social, pudiéndose dar en forma
de fuerza, influencia o de autoridad. En cualquier caso, siempre es relacional, pues se
ejerce sobre alguien o contra alguien. Crisis de poder implica, crisis de legitimidad,
pues significa la desobediencia, derroca o ignorar a quienes sustentan el poder.
Legitimidad hace referencia a las motivaciones necesarias para la obediencia
hacia la autoridad (Habermas, 1975). Los partidos políticos son el cauce principal de
expresión política e ideológica de una sociedad moderna. Se constituyen como
organizaciones representativas de los objetivos e intereses de los ciudadanos que
comparten similares preferencias ideológicas. La relación de éstos con los medios de
comunicación puede ser de diferente tipo. En este trabajo nos hemos centrado en la
influencia ejercida sobre la programación a través del partidismo.
Muchos teóricos han señalado la estrecha relación existente entre las nuevas
formas de control social y político y la consolidación de los medios de comunicación de
masas. Es a través de ellos que se transmiten ideologías, es decir, significados sobre el
mundo social (Roiz, 2002). La influencia que ejercen los medios de comunicación debe
entenderse desde una situación social determinada y necesaria: cómo los sujetos de
cualquier grupo están obligados a relacionarse para cooperar, es imprescindible que
exista influencia de unos sobre otros. […] Unos individuos tienden a ser dominantes y a
adquirir influencia, y otros a someterse a esta dominación por los propios imperativos
de sus intereses y necesidades (Roiz, 2002).
Aunque los mensajes que se transmiten pueden ser más o menos objetivos,
siempre están manipulados por diferentes agentes que intervienen en el proceso de
elaboración. Los acontecimientos no tienen valor sólo como hechos sucedidos, sino
también por los significados que los emisores les adscriben. Esto incide sobre la opinión
pública. Los medios de comunicación tienen la capacidad de generar efectos cognitivos
muy relevantes (Bryant y Zillman, 1996).
Una de las principales fuentes de poder del terrorismo es su transmisión a través
de los medios de comunicación. Ese poder no puede manifestarse si la noticia de sus
atentados, la especulación sobre sus planes o los desmantelamientos de los comandos no
son emitidos por los medios de comunicación. A través de ellos se puede no sólo
conocer los atentados, sino que la presencia mediática de los actos terroristas exime a
los autores de dirigir mensajes en primera persona.
El concepto de terrorismo surge del ideal de la Revolución Francesa de que
cualquier orden existente podría ser cambiado por uno nuevo, utilizando para ello,
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cualquier medio (Aulestia, 2005). Debido a su complejidad, quienes lo han definido se
han centrado en aspectos como los métodos utilizados (Aulestia, 2005), la población
objetivo (Aulestia, 2005) o las consecuencias derivadas de él (Reinares, 1998).
Así es que, en definitiva, el terrorismo es aquella acción de carácter imprevisible
e indiscriminado que llevan a cabo actores individuales o colectivos de naturaleza
clandestina, con el objetivo de causar la muerte, lesiones físicas y/o psíquicas mediante
la amenaza, la intimidación y la violencia como expresión de descontento político en
sociedades complejas como las actuales, tanto a nivel nacional como internacional.
Es interesante comentar que las organizaciones terroristas persiguen objetivos
muy dispares, que son similares a las formaciones políticas, que dentro de ellas existen
diferencias de roles, que cuentan con activistas o militantes y que buscan respaldo
popular a través de partidos políticos, sindicatos o asociaciones culturales que se
encuentran en situación de legalidad.
En cuanto a las víctimas, los actos terroristas pueden dirigirse a altos cargos de
gobiernos, miembros de partidos, empleados públicos o personalidades de cierta
relevancia; o a ciudadanos de a pie.
Un aspecto novedoso de este fenómeno es la transnacionaldad (Reinares, 2005),
que tiene que ver con la globalización. En este caso, Ulrich Beck habla de Riesgo
Global (Beck, 2003).
Una vez aclarado el concepto, es necesario hacer referencia a ejemplos concretos
de terrorismo. Por un lado, hablamos de la problemática de España con el caso de ETA
(Euskadi Ta Askatasuna) como organización terrorista de carácter nacionalista, cuyo
principal objetivo es el reconocimiento de la independencia de Euskal Herria. La
organización terrorista nunca ha luchado sola, numerosos colectivos (algunos legales),
han contribuido a lo largo de su historia a su financiación, difusión y apoyo.
Y por otro lado, hablamos del caso de Al Qaeda como actor principal del
terrorismo islámico. Su origen se remonta al inicio de la guerra de Afganistán y su
principal ideólogo fue Abdalá Azza. Éste fue mentor de Osama Bin Laden, quien en
1996 obtuvo las condiciones necesarias para formar un grupo terrorista organizado, pero
no definido, unido, coherente y estructurado (Burke, 2004). Así es que cuando hablamos
de Al Qaeda, nos referimos a una forma de concebir e interpretar y a Bin Laden, un guía
simbólico. Por lo tanto, existen grupos autónomos que colaboran en beneficio de la
causa pero sin estar controlados por la organización. Entre algunos de los atentados
perpetrados por Al Qaeda y sus simpatizantes se encuentran: el ataque al World Trade
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Center de Nueva York y al Pentágono de Washington (11-S); la explosión de trenes en
Madrid (11-M); y en Londres (7 –J)
Nos encontramos así, ante un grupo terrorista poco tradicional y que, por lo
tanto, no se puede “derrotar’’ utilizando una lucha antiterrorista convencional.
Planteamiento metodológico
Nuestro objetivo con este trabajo es explorar cómo afectó el atentado del 11-M
en Madrid al imaginario sociopolítico de la población canaria. Considerando que se
constituye a través de procesos sociales que son construidos, creemos clave realizar
esta investigación a través de una perspectiva constructivista.
No buscamos generar leyes sociales generales que pretendan dar una explicación
fija sino que nos interesa realizar un estudio micro, de manera que podamos conocer
cómo los actores a los que pretendemos estudiar construyen su realidad a través de un
proceso social determinado. Nos interesa el lenguaje que utilizan, cómo interpretan,
cómo dan sentido al mundo que les rodea, a partir del acontecimiento a analizar,
teniendo en cuenta los productos sociales que tienen interiorizados y los nuevos
productos a los que se adscriben y enfrentan en su vida social, a la que no consideramos
estática sino en continua transformación.
Nuestra intención a la hora de realizar esta investigación era realizar entrevistas
semiestructuradas a individuos que en el momento del atentado de Madrid fueran
residentes en Canarias y mayores de edad. La elección de esta población a estudiar se
debió no sólo a la cercanía geográfica que nos plantea mejores oportunidades sino que,
además, consideramos que la lejanía con respecto al punto donde ocurrió el
acontecimiento supone un tratamiento más racional acerca de los hechos.
Realizamos entrevistas semiestructuradas hasta llegar a un punto de saturación.
El número final de personas entrevistadas fue doce, distribuidas de la siguiente manera:
tres estudiantes, cuatro trabajadores, dos amas de casa y tres jubilados. Consideramos
que con doce entrevistas logramos conseguir un discurso homogéneo acerca del
objetivo de la investigación. Además, utilizamos la situación sociolaboral como variable
porque de esta manera creemos que están cubiertos todos los aspectos de la vida social
de una persona adulta. El contacto con los actores a los que vamos a entrevistar lo
realizamos a través de redes sociales virtuales.
Todas las entrevistas fueron grabadas en audio y, a continuación transcritas a
papel. Una vez recopilada toda la información necesaria para el desarrollo de esta
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investigación, llevamos a cabo el proceso de análisis de los discursos recogidos.
Todo ello fue llevado a cabo partiendo del marco teórico construido que nos
sirvió de pauta para poder realizar las diferentes preguntas y cuestiones a los sujetos
entrevistados durante el proceso de investigación.
Análisis
El 11-M, ¿en el recuerdo de los/as canarios/as?
Han pasado nueve años desde que en España se produjera el ataque terrorista que
más víctimas mortales ha ocasionado en nuestro país. Aun así, el 11-M es un
acontecimiento cuyos recuerdos son muy vagos entre la ciudadanía canaria. Éstos tienen
que ver, principalmente, con el cuándo y cómo se enteraron los/as canarios/as de los
hechos y los sentimientos que les despertaron al conocer los mismos.
Con respecto al cuándo, es evidente que el país despertó con la noticia en la
medida que el atentado se produjo durante las primeras horas de la mañana. En relación
al cómo, encontramos que el “boca a boca” y los medios de comunicación, fueron las
principales fuentes de información.
‘’Pues fue por la mañana temprano […]. Y yo recuerdo que tenía la tele puesta, o puse la
radio, algo dijo la radio, y vine a poner la tele y entonces estaban ya con las imágenes en
directo.’’
Mónica, ama de casa
Los sentimientos que el hecho produjo, fueron indudablemente de sorpresa y
conmoción en un primer momento y, posteriormente, sentimientos de tristeza por un
lado y miedo por otro: angustia, impotencia, indignación, nervios, enfado, rabia,
asombro,
sorpresa,
malestar,
incertidumbre.
Emociones
que
se
dispararon
principalmente en aquellos que tenían a familiares, amistades o conocidos/as en la
capital madrileña.
‘’Se te ponen los pelos de punta […] te quedas un poco shockeado que dices tú, ¿y ahora?
Y la sensación fue un poco la sensación esa de miedo, como si… como que te viene [...]
como sensación de vulnerabilidad, de ser supervulnerables […]’’
Óscar, trabajador
En este sentido, es una situación que inevitablemente recordaba al atentado de las
Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre de 2001. De hecho, es un
acontecimiento que parece haberse quedado grabado en la memoria de los miembros de
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la sociedad española en general, y canaria en particular (incluso en mayor medida que el
11-M), y a cuya construcción sin duda, ha contribuido la televisión y las imágenes en
directo que se visionaron en todo el mundo.
Sí me acuerdo del 11- S de EE.UU. […] supongo que me impactó más porque…veía el
avión y aquí ya se vio… no se vio cómo explotaba sino que ya estaban todos...
Alba, estudiante
Los medios de comunicación: referentes para conocer lo ocurrido
Cualquier acontecimiento que se tercie cobra valor o no para los ciudadanos según
la cobertura que desde los medios de comunicación se les dé. En este caso, fueron
referentes para los/as isleños/as tanto la televisión como la radio; y en menor medida, la
prensa. La noticia llega en un principio a través de la radio por lo que es por ella que
muchos/as se enteran del suceso cuando se dirigían a sus trabajos o sus estudios a
primera hora de la mañana.
Estaba […] en mi dinámica del coche p’aquí p’allá, y lo que tenía a mano, lo que tenía
más cerca.
Óscar, trabajador
Aunque la radio para muchos es un medio más rápido, para completar la
información y para, de alguna manera, hacerse una idea más “real” de lo ocurrido,
parece que la televisión se hizo necesaria.
[…] el telediario tiene parte de noticia y parte también visual, de… de mostrar las
imágenes, entrevistas de los afectados. Te da como una visión más general que sólo
escuchar la radio o sólo leer la noticia.
María, trabajadora
Con respecto a la prensa, su utilidad se valora en días posteriores a las explosiones
en los metros y los trenes de cercanía de Madrid o incluso años después. Aunque con
respecto a esto último, la idea general es que tanto la población, como el poder político
y los medios de comunicación se han olvidado de ellas.
7
[…] el día del aniversario, igual lo recuerdan, igual un acto de no sé quién que acude a
poner unas flores a poner un no sé qué, o alguna comparecencia que interese, yo creo que
sí, que les da igual.
Néstor, trabajador
Sin duda alguna, en 2004 el uso de internet y la web 2.0 no estaba tan
desarrollados como en la actualidad, o al menos esa es la percepción de los/as
canarios/as que consideran que si el suceso terrorista hubiera ocurrido en la actualidad,
el nivel informativo y la repercusión hubiera sido mucho mayor.
La objetividad de los medios de comunicación puesta en entredicho
No cabe duda que la noticia del atentado terrorista perpetrado por Al Qaeda se
extendió en muy poco tiempo. Las primeras informaciones que llegaban a través de la
radio y la televisión (principalmente) hacían descripciones exactas de lo que había
ocurrido y seguía ocurriendo en el lugar de los hechos, así es que la percepción es que el
suceso se estaba tratando de manera fiable. Sin embargo, a medida que pasaban los
minutos y las horas, los enfoques eran muy diversos según el medio de comunicación
que se eligiera. El tema que más controversia trajo, sin duda, fue el de la autoría: la
pregunta que se planteaba entre cualquier grupo familiar y de amigos o trabajo era
“¿quién ha sido?”. En este punto, es donde la confusión sobre quién llevó a cabo el
atentado empieza a aparecer y es el tratamiento de lo relacionado con esta información
la que más subjetiva se considera. Y es que, después de saber lo sucedido y tras superar
el caos inicial, los medios de comunicación hacen una aseveración que sin duda será
importante para las jornadas posteriores: ETA es el autor del atentado que ha puesto en
vilo a media España. Junto a estas declaraciones aparecerían otras noticias en las que se
comentaba que podía haber sido el grupo terrorista islámico Al Qaeda. Todas estas
informaciones vertidas hicieron dudar a algunos/as de quién realmente había hecho
explotar los artefactos en Madrid.
Sí. Sí, habían muchas cosas que no cuadraban. Tú decías: “contra’’. Pero… te crees lo
que te cuentan. ETA, ETA, ETA, oye, pues será ETA, yo no tengo más información que la tú
me das y si la que tú me das todo orienta ahí, habían pequeñas informaciones que decían
“¡oye! Pero no puede ser ETA, tiene que ser…’’ y te quedas dudando.
Néstor, trabajador
Sin embargo, a medida que iba pasando el tiempo y aunque algunos medios
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de comunicación seguían con la teoría que apuntaba a ETA como principal
responsable, llegaron a la conclusión de que había sido otro grupo terrorista al
que, por cierto, normalmente no suele identificarse como Al Qaeda sino como
otros grupos o los islamistas.
A ver, en el primer momento yo pensé ETA […] cuando mi hermana me llamó para
decirnos que era Al Qaeda era como…”sí, vale, tiene sentido’’. Y desde entonces no he
dudado que haya sido Al Qaeda.
Esther, trabajadora
Canarias, a más de 1000 kilómetros del resto de España
No importaba si se estaba trabajando, estudiando o en casa. A todos/as parecía
afectarles de manera similar en la medida que entre las víctimas se encontraban
muchos/as trabajadores/as y estudiantes que se dirigían a sus puestos de trabajo y de
estudios. En definitiva, ciudadanos de clases medias y pertenecientes a los estratos más
populares de la sociedad española y con los que el resto podía sentirse identificados.
Sin embargo, es interesante mencionar como el factor de la lejanía de las Islas
Canarias con respecto a Madrid (que se encuentra en territorio peninsular) ha influido
en que muchos canarios/as hayan vivido de manera diferente el hecho del que hablamos.
No nos referimos a que haya afectado en mayor o en menor medida, pero sí que se haya
sentido de manera distinta.
Porque estás a 3000 o 2000 kilómetros y lo ves en los medios y le quitas un poco… como
que te acostumbras a verlo.
David, estudiante
Quizás, es también por esa lejanía, que los/as canarios/as sienten una gran
seguridad en territorio insular, en una región ultraperiférica de Europa donde “nunca
pasa nada”.
A ver, yo he vivido en Madrid y he vivido en Escocia y…ahí estás más pendiente de lo que
te puede pasar ¿no? Pero yo aquí, es como que me desconecto.
Alba, estudiante
El vínculo entre los partidos políticos y los medios de c omunicación.
La vinculación existente entre los partidos políticos y los medios de comunicación
es evidente, por lo general, ante cualquier tema. Esto hace que a la hora de tratar temas
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como el atentado del 11 de marzo de 2004 en Madrid, se cree cierta confusión en la
audiencia, lectores y oyentes.
“Los partidos políticos estaban muy preocupados por lo que el tema podía repercutirles en
las elecciones”
Ana, jubilada
Parecía que con el atentado del 11-M, lo que los partidos intentaban hacer era
sacar mucha información de manera muy rápida para que el pueblo viera en ellos una
fuente de información y esto lo hicieron a través de los medios de comunicación. A
pesar de que muchos de estos medios son privados, no financiados por el Gobierno, sí
se notaba la influencia que algunos partidos de determinada corriente ideológica
ejercían sobre ellos.
Además, la información que fueron emitiendo los diferentes medios de
comunicación, marcada por su similitud ideológica con algunos partidos fue, en algunos
casos, tratada de manera sensacionalista y esto es algo que a la población canaria le
disgustó. El asunto era muy grave como para mostrar imágenes tan explícitas de lo que
en Madrid estaba ocurriendo.
“Aunque también creo que fueron un poco sensacionalistas…en las imágenes porque se vio
absolutamente todo. Bueno, ya…entras a valorar si está bien o mal pero sí, yo creo que sí,
que tiene mucha influencia, sí”
Alba, estudiante.
La pérdida de confianza en los partidos políticos y en los medios de
comunicación
En los últimos años hemos asistido a una gran pérdida de confianza en los
distintos partidos políticos, por parte de la ciudadanía. Con este estudio nos
proponíamos saber si esta pérdida de confianza se había generado a raíz de los atentados
del 11 de marzo de Madrid. Las opiniones son muy diversas. Por lo general, los medios
de comunicación gozan de mayor credibilidad que los partidos políticos. Sí es cierto que
la manera en que se trató el tema del atentado del 11-M supuso una pérdida de
confianza, este hecho no fue un factor clave para que los partidos políticos perdieran
credibilidad ante la población canaria.
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“Yo creo que se perdió más confianza en los partidos políticos, más que en los medios. Los
medios cumplieron con su labor: informar e informar bajo el prisma del partido que
están…defendiendo”
Ana, jubilada
La pérdida significativa de confianza y credibilidad en los partidos políticos y en
las noticias que son emitidas a través de los medios de comunicación no vino marcada
por el atentado del 11-M. Las diferentes acciones llevadas a cabo por el Gobierno y
partidos en la oposición antes y después del atentado de Madrid han sido las que han
hecho que la gente poco a poco se vaya creyendo menos lo que desde los distintos
poderes nos ofrecen. Esto ha generado que las personas menos convencidas, las que
quieren obtener una información más certera de lo que ocurre en España, se informen a
través de distintos medios de comunicación, comparando las diferentes informaciones
que son vertidas y creándose una opinión propia al respecto.
“Aunque…ya se veía, yo creo que se va viendo desde hace bastantes años, un tiempo que
más bien tienes que estar mirando…Al final, yo creo que hay que ver de un lado y de otro
para ver qué dicen, incluso periódicos de fuera, para ver cómo trata cualquier asunto, pues
incluso un periódico alemán o inglés o francés, si tienes la oportunidad y puedes leerlo”
Consuelo, estudiante.
Pero lo que parece claro es que la pérdida de confianza en los partidos políticos ha
venido marcada por otras cuestiones que la población canaria considera de mayor
índole, aunque no dudan en el atentado como factor agravante de esta desconfianza
generalizada.
“Yo creo que la confianza en los partidos se ha perdido por la corrupción, para mi punto
de vista. O sea, creo que han sido otras muchas cosas las que hacen que al final, la gente
no crea en los partidos políticos, y es que los ves muy interesados, los ves muy corruptos,
que solamente se interesan en su propio beneficio, que critican al otro por criticar al otro”
Esther, trabajadora
Algunos medios de comunicación, más que perder la confianza entre sus oyentes,
espectadores o lectores, lo que perdieron fue su credibilidad. Cuando ciertas
informaciones que se vierten son contrarias a la realidad más inmediata que estás
observando, tu credibilidad cae, y así lo considera la población estudiada.
11
“Yo creo que algunos medios sí que perdieron credibilidad, obviamente. Los que estaban
sosteniendo una tesis. Pero que la cruda realidad les estaba diciendo que estaban
equivocados, que eso iba por otro lado. Esos perdieron toda la credibilidad. O mucha
credibilidad. Los otros que construyeron la tesis de que eso era no lo que los otros estaban
diciendo el gobierno, sino que era lo que ya estaban apuntando algunos medios como la
cadena SER, o medios internacionales, que estaban diciendo que no era ETA. Estaban
diciendo claramente que era Al Qaeda. Entonces ahí está la diferencia entre unos medios
que perdieron su credibilidad, aunque igual perdieron alguna pero no como los otros…”
Francisco, jubilado
El tratamiento de la información desde los diferentes partidos p olíticos
A la hora de hablar de cómo los diferentes partidos políticos trataron el tema del
atentado de Madrid parece que hay bastante acuerdo sobre lo que se dijo. Mientras que
el partido en el Gobierno trataba de hacer llegar una especie de calma a la ciudadanía
diciendo que había sido ETA, la oposición y la gran mayoría de la izquierda
confirmaban que había sido Al Qaeda. Y entonces comenzó una lucha mediática sobre
quién tenía la razón. Cuando los medios internacionales ya confirmaban el hecho de que
había sido un ataque terrorista islámico, el Gobierno seguía asegurando que había sido
ETA.
“Lo hicieron muy mal todos. […] Empeñados en negar algo que era innegable ya. […]
¿Por qué te empeñas en seguir negándolo? […] A mí todo el tema del patriotismo
exagerado de los americanos me desquicia. Pero cuando hay un 11-S, todos se ponen
juntos. Todas las emisoras de televisión hacen un programa especial, sin tener publicidad,
y todas emiten lo mismo. Y aquí nos sacamos los ojos para ver quién puede sacar más”
Esther, trabajadora.
Al conversar con las personas con las que realizamos esta investigación, nos
fuimos dando cuenta de cómo se iba repitiendo una pauta general de palabras para
describir la información que se daba desde los diferentes partidos políticos: “todo era
un poco confuso”; “se precipitaron”; “escondieron muchas cosas”; “recuerdo como
todo muy difuminado”.
Lo que la ciudadanía notaba es reflejo de la realidad a la que se tuvieron que
enfrentar tanto el Gobierno como los partidos en la oposición. Nadie tenía muy claro lo
que estaba pasando y, con intenciones de calmar a las masas, se vertían diferentes
opiniones al respecto, que lo que hacían era generar más dudas ya que no existía un
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discurso uniforme. Los canarios opinan que el partido en el Gobierno y los medios de
comunicación que le apoyaban se aferraron tan fuertemente a su tesis porque lo
contrario suponía reconocer públicamente que se habían equivocado al entrar en la
Guerra de Iraq.
La utilización del atentado en la campaña electoral y los resultados de las
elecciones
Como pueden recordar, el fin de semana posterior al atentado del 11 de marzo de
2004 de Madrid, había elecciones generales en España. Nos interesaba conocer si la
población canaria consideraba que los diferentes partidos habían utilizado el atentado
para su campaña electoral. Aunque las opiniones son muy diferentes entre sí, la gran
mayoría piensa que los partidos sí que lo utilizaron para intentar beneficiarse en la
campaña electoral. Los partidarios del “no” defienden su argumento basándose en la
temporalidad del suceso:
“Esto no está previsto […] Esta gente lo hizo lo mejor que pudo”
Consuelo, estudiante
“Yo creo que no. Por una razón muy simple: no había tiempo para influir en nada”
Francisco, jubilado
Por su parte, la gran mayoría de los entrevistados creen que los partidos utilizaron
el tema del atentado para sacar algún tipo de beneficio en las elecciones. Por lo general
se piensa que el partido de la oposición no lo utilizó tanto como hubiera podido. Sin
embargo, el partido en el poder lo utilizó más que para ganar votos, para intentar no
perderlos ya que bajo un suceso de tal magnitud bajo su Gobierno, la necesidad en ese
momento era no perder electorado.
“Yo creo que fue un arma más. […] Yo creo que lo utilizó más el partido que perdió o que
lo justificó más al perder las elecciones”
Óscar, trabajador.
Sin embargo, a pesar de las diferentes posturas que se toman ante si los partidos
utilizaron o no el atentado en su campaña electoral, lo que parece claro es que el
atentado en sí influyó en los resultados de las Elecciones Generales de ese año. Hasta el
momento, parecía claro, tal y como aparecía en las encuestas, que el PP iba a gobernar
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otra legislatura más. Sin embargo, el atentado hizo que perdieran votos en favor del
PSOE.
“Yo creo que lo teníamos todos claro, de que iba a ser así. De que iban a seguir otros
cuatro años. Aquello dio toda la vuelta”
Isabel, ama de casa y trabajadora
Además, se opina que en el caso de que no hubiera habido atentado, posiblemente
el PP no hubiera perdido las elecciones, pero sí que hubiera perdido poder, ya que la
cosa estaba más igualada que cuatro años antes. El hecho de que en 2004 no ganaran se
debió al castigo al que fueron sometidos por parte de la ciudadanía.
“Yo creo que hubo un poco de castigo. De hecho, Zapatero en ese momento no era un líder
de la oposición de peso, pienso yo. […] Yo creo que salió un poco por castigo. ¡Pero
clarísimo!”
María, trabajadora.
Este castigo al que se hace referencia se debió a la manera en que el Gobierno
trató la información, a la falta de claridad, que hizo que poco a poco la gente se fuera
molestando. La gente se sentía muy defraudada, engañada, manipulada. Todo ello
resultado de la inmersión en la Guerra de Iraq, de la que la mayoría de la población era
contraria, y del manejo de la información sobre el atentado, derivado directamente de
esta participación.
“Toma. Ahí tienes tu guerra. Ahí tienes los resultados de tu guerra”
Francisco, jubilado.
Las personas con las que hablamos de todas estas cuestiones, nos aseguraron en la
totalidad de los casos que el atentado no influyó en su decisión de voto, pues ya la
tenían tomada. En el caso de alguna modificación, fue para afirmar lo que ya tenían
pensado hacer.
La confianza en el partido saliente y en el entrante al poder
A raíz del atentado y con todas las medidas que se habían estado llevando a cabo
previas a que ocurriera el suceso de Madrid en 2004, la población canaria opina que
todo el conjunto de circunstancias, con el atentado como broche final, hizo que la
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ciudadanía perdiera confianza en el partido saliente del Gobierno aquel año. La pérdida
de las elecciones fue una especie de castigo para el Partido Popular por todas sus
acciones y las consecuencias de éstas.
“Castigan pero sin mucho criterio”
Óscar, trabajador
La falta de mucho criterio a la hora de castigar las acciones de un Gobierno se
debe a que parece que estas acciones se olvidan con mucha facilidad y se recurre al
recurso de que se trata de un periodo agotado del que se necesita cambiar. Se vota
durante un tiempo a un partido, y después cambiamos al otro para cuatro u ocho años
después, volver a empezar la ecuación. La gente se olvida de todo lo anterior.
“Lo que pasa es que la última victoria absoluta quitó la razón a ese argumento. […] Yo
creo que nos olvidamos […] Como nos olvidamos del atentado. Ya nadie se acuerda del
atentado. No influye en tu voto. Y si hubo gente que cambió su voto por el atentado y
estuviese dudando otra vez, no se iba a acordar del atentado para votar al que toque”
Néstor, trabajador
Por lo tanto confirmamos que el atentado fue el broche de oro a la pérdida de
confianza de la ciudadanía en el partido saliente del Gobierno, por lo que fue un gran
perjudicado en las elecciones de ese año. Sin embargo, al partido entrante en el poder no
le benefició por sí mismo, sino que este beneficio vino provocado por la pérdida del
otro. ¿Sabe igual una victoria cuando se gana por retirada o castigo del otro? El partido
en la oposición tenía todas las de perder en aquellas elecciones y un golpe trágico de
suerte hizo que ganaran. ¿Hasta qué punto es beneficioso cuando no se estaba preparado
para lo que venía? No fue una ganancia en confianza y credibilidad. Simplemente les
tocó en aquel momento en perjuicio del otro partido mayoritario.
“La credibilidad la perdió el partido en el Gobierno. El partido en la oposición no ganó
credibilidad porque ellos no intervenían ahí en nada”
Adolfo, jubilado
El atentado como punto de inflexión
Tras haber preguntado por la confianza en los diferentes partidos políticos, los
medios de comunicación, las consecuencias del atentado en cuanto a las elecciones y
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demás, nos interesaba saber lo que opinaba la población canaria acerca de si el atentado
del 11 de marzo de 2004 de Madrid supuso un punto de inflexión a la hora de juzgar a
los partidos políticos. Aunque las opiniones son diversas, la gran mayoría de personas
con las que hablamos cree que el atentado en sí supuso un cambio. Fue una manera,
muy dura, de darnos cuenta de que vivimos en un mundo global.
“Yo me di cuenta de que estábamos metidos en un mundo donde creíamos que…al venir de
la época franquista, España era un aparte. No estaba conectado con el mundo. Y fue una
manera de darnos cuenta de que lo que ocurrió en Londres, lo que ocurrió en las Torres
Gemelas nos podía pasar como nos pasó a nosotros”
Ana, jubilada
Pero de igual manera que se opina que sí que supuso un cambio para la población,
éste no estuvo relacionado con la manera de juzgar a los partidos políticos. Ha sido en
los últimos años que se ha cambiado la forma de verlos, tras todos los problemas que
han salido a la palestra pública, que han generado un gran descontento en la población
en general.
“El cambio de opinión sobre los partidos viene ahora, de todo el jaleo. ¿En aquella época?
[…] No. Mira, mintieron porque les iba a fastidiar las elecciones y los otros lo
manipularon, muy poco en mi opinión, para intentar ganar unos votos. Les tocaba
perderlas y ya está. El cambio de opinión viene ahora”
Néstor, trabajador
Bandera de humillación
“Desde que se metió en la Guerra de Iraq, yo dije que sí, que iba a pasar algo […]
Lógicamente si tú vas a invadir un país y España lleva la bandera de la humillación hacia
ese país, lógicamente hay que esperar que alguna reacción vaya a haber, tarde o temprano,
pero la tiene que haber”
Francisco, jubilado
Esta cita de una de las personas a las que entrevistamos resume perfectamente lo
que piensa la gran mayoría de la población canaria. En realidad, nadie se esperaba que
pudiera pasar en España. Como nos dijo una de las entrevistadas, hizo que nos diéramos
cuenta de que estábamos en el mundo. A pesar de que fue una sorpresa, que nadie se
esperaba que pudiera pasar, todo el mundo reconoce perfectamente las causas y,
posiblemente hasta las entiende: “fue un impacto, nunca había pasado un atentado de
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estas características”; “fue por la participación que habían tenido en la guerra”; “no
crees que te vaya a pasar a ti”; “nunca”; “Aznar apoyaba la guerra”; “la verdad es
que no pero…estábamos ahí, ¿no?; “No, pero ya nos habían avisado”.
Las consecuencias de acciones políticas no deseadas por la población sólo las
sufren los de abajo. El refranero español está lleno de hermosos ejemplos que sirven
para una lección a quienes gobiernan: el que juega con fuego se quema. Y nosotras
añadimos: no importa lo bonito y llamativo que sea el mechero…seguirás quemándote
si juegas con él.
Conclusiones y propuestas para el cambio
Después de que durante nuestros estudios de licenciatura en la Universidad de
La Laguna realizáramos una investigación de carácter descriptivo acerca de los
atentados del 11 de marzo en Madrid, decidimos que deberíamos tratar con mayor
profundidad el tema. Nuestro objetivo principal con 11-M: Construyendo el
acontecimiento. ¿De qué manera afectó al poder político?, aunque ambicioso fue
totalmente alcanzable.
En primer lugar, quisimos averiguar la influencia de los medios de comunicación
en la construcción del acontecimiento de referencia, y la respuesta, después de meses de
investigación es que los medios de comunicación tienen un poder intrínseco y que
influyen en el imaginario de los/as ciudadanos/as de manera singular.
En este caso, la televisión y la radio fueron los referentes para los/as
españoles/as y los/as canarios/as que querían saber lo ocurrido en las estaciones de
trenes de cercanías de Madrid. De la radio, se alaba su rapidez y de la televisión, sin
duda, lo visual que es. Con respecto a la prensa, su importancia no se constata, de
hecho, de ella se habla de manera superficial sin entrar, si quiera, en el debate público
que durante esos días hubo entre dos medios de comunicación concretos. Aunque
importantes para ellos, los/as canarios/as no tienen ninguna duda acerca de que las
informaciones vertidas por todos los medios aunque al principio fueron objetivas,
posteriormente no fueron imparciales.
En general, el discurso que hemos obtenido de nuestro trabajo ha sido bastante
homogéneo, de hecho ni siquiera el sexo o la situación sociolaboral de los entrevistados
han sido significativos, aunque si hemos detectado diferencias en relación a las edades:
mientras que la población que el año del atentado era más joven tiene muchas dudas
sobre lo que recuerdan de aquel día, cuanto mayor edad tienen las personas con las que
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hablamos, más rotundidad y seguridad hay en los discursos que nos ofrecen. Creemos
que esto se debe no sólo a la experiencia adquirida por los años sino que al haber sido
mayores cuando sucedió el atentado, recuerdan con mayor exactitud lo que ocurrió, por
lo que a la hora de ofrecernos un discurso, no dudan tanto.
Y hablando de recuerdos, nos ha llamado enormemente la atención que el
atentado terrorista del 11-M es recordado de manera casi superficial por la ciudadanía
canaria comparándolo con el 11-S. La explicación que encontramos a esto es, en primer
lugar, que el 11-S fue un hecho inesperado y novedoso en el mundo occidental que sin
duda impactó a todos. Y, en segundo lugar, que los atentados de Nueva York fueron
retransmitidos para todo el mundo en directo, grabándose en las retinas de todos/as las
imágenes de los aviones estrellándose contra las Torres Gemelas. Sin duda, no fue hasta
ese momento que fuimos conscientes de la amenaza directa del terrorismo
transnacional.
Si en el 2001 y en el 2004 hubieran estado tan desarrollado internet y las redes
sociales, ahora mismo estaríamos hablando de manera totalmente diferente en cuanto a
la influencia de los medios de comunicación en la construcción del imaginario de la
población, y de ello son conscientes los mismos ciudadanos de a pie.
Igualmente, y como ya hemos apuntado anteriormente, son conscientes de la
vinculación existente entre los partidos políticos y los medios de comunicación. Esto
hace que a la hora de tratar ciertos temas, como el atentado del 11 de marzo de Madrid,
se cree cierta confusión sobre la audiencia. Además, debido al vínculo ideológico,
muchos de los asuntos derivados del atentado fueron tratados de manera sensacionalista,
lo que provocó el malestar de la población canaria, al no ofrecer información objetiva
acerca de los hechos que estaban sucediéndose y de las causas y consecuencias que
acarrearía un suceso de tal magnitud.
En segundo y último lugar, nos planteamos conocer cómo afectó el 11-M a la
legitimidad de los partidos políticos. En este caso, comparando su situación con la
credibilidad de la que gozan los medios de comunicación es necesario decir que estos
últimos quedan “mejor parados” que los primeros. Porque al fin y al cabo, los medios se
dedican a informar sobre lo que se les ofrece. Pero cuando los partidos políticos se
empeñan en dar una información que, a la vista de la ciudadanía, es falsa y no se
sostiene, éstos no sólo pierden la confianza de la población, sino que también pierden la
credibilidad para acciones futuras. Hablamos de que la utilización de sucesos como el
atentado del 11-M en las campañas electorales supone una deshumanización de las
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personas que están tras los partidos políticos. Hablamos por ejemplo de la confusión
creada en relación a la autoría del atentado y que en este caso, nos ha llamado la
atención como las personas entrevistadas hacen una diferenciación tan clara sobre ETA
y Al Qaeda, llegando a considerar a los primeros como “los de casa”, mientras que los
segundos son extraños que vienen a por nosotros. Ninguna clase de terrorismo es
tolerada pero el mayor conocimiento sobre ETA se plasma en sus discursos, de la misma
manera que son muy pocos los que hablan de Al Qaeda libremente y con la boca bien
abierta. ¿Desconocimiento? ¿Miedo? En esta línea, la población canaria tiene muy claro
cuál fue la causa de que España fuera víctima de un atentado terrorista de este calibre: la
inclusión en la Guerra, debido a la amistad con George W. Bush y Tony Blair.
En definitiva, la ciudadanía no se encuentra cómoda ni de acuerdo con que se
juegue con el sufrimiento y el dolor de otras personas para ganar unos cuantos votos. La
lucha contra el terrorismo debe ser un objetivo común del poder político en general y no
un punto en un programa electoral.
Sin duda alguna, la utilización partidista de hechos tan traumáticos pasan factura
aunque en este caso, no fue únicamente el atentado del 11-M lo que hizo que la
ciudadanía perdiera la confianza en los partidos (sobre todo en rangos superiores de
edad, donde las ideas políticas están más reafirmadas), sino que fueron sus acciones
anteriores y posteriores las que han deteriorado la visión que de éstos se tiene. Y es que
el atentado del 11 de marzo de Madrid repercutió en las elecciones generales de ese año.
Hizo que se perdiera credibilidad en un partido en favor de otro que según las encuestas,
ese año no iba a ganar. Sin embargo, la población canaria cree que este castigo ya está
olvidado. La gente vive muy al momento y actúa en función de los problemas que le
atañen en el presente. La población estudiada se queja de la falta de memoria histórica a
la hora de elegir sus representantes en las posteriores elecciones.
La evidente vinculación entre partidos y medios de comunicación es algo que no
puede ser modificado. Sin embargo, una propuesta de los actores con los que hemos
trabajado es la unificación de la información a la hora de tratar asuntos como el atentado
del 11-M. Los medios de comunicación no deberían beneficiarse en absoluto, a través
de las audiencias, de situaciones como ésta. Un discurso global y homogéneo para
mantener en calma a la población, tratando de manera objetiva los hechos, es lo que
haría falta ante fenómenos como el estudiado. Además, a la hora tratar temas desde el
poder político de la índole de la inmersión en una guerra, la población canaria cree que
el Gobierno debería tener en cuenta la opinión del pueblo que, al final, han sido los que
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los han elegido y los que recibirán las consecuencias directas de sus acciones.
Por último, la lucha contra el terrorismo no debe ser objetivo de ganancia de
votos ni estar incluida en ningún programa electoral, pues se presupone como problema
de primera necesidad a ser tratado y, por lo tanto, todo partido en el Gobierno debe
preocuparse de proteger a sus ciudadanos y no de ganar votos a través de palabras
tranquilizadoras que pierden sentido a través de sus actos. Cuando los gobernantes
comprendan que su trabajo consiste en realizar un servicio público a favor de la
ciudadanía volverán a conseguir aquella legitimidad que se presupone, algún día
tuvieron. Pero eso, ya es otro debate.
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