Sociedad Educacional Star College Osorno 4º Medio Prof. Daniela Ruminot Alarcón Lenguaje y Comunicación GUÍA PARA LOS ESTUDIANTES: Literatura contemporánea y existencialismo. NOMBRE:_______________________________________________________________________________ FECHA:_______________ PARA TENER EN CUENTA: Recuerda que el texto central y la unidad en general están orientados al ensayo y a la visión de mundo contemporánea, a partir de las temáticas existencialistas. En esto se siguen las disposiciones programáticas que vinculan estos temas y tópicos con el tratamiento del mundo contemporáneo. Además del Existencialismo, otras corrientes de pensamiento que han abordado los problemas de la contemporaneidad desde ángulos diversos son: a) El Estructuralismo: se refiere a una serie de posturas intelectuales que comparten el desplazar el objeto de sus análisis desde la conciencia individual hacia el estudio de los sistemas. Se considera que, más que por la libertad de su elección, el ser humano está determinado por sistemas que lo utilizan; pueden ser sistemas lingüísticos, políticos, antropológicos o psicológicos, en cualquier caso, ya no es el individuo responsable del foco de la reflexión. Se ha caracterizado esta tendencia por la temática de la “muerte del ser humano”. b) La Teoría crítica: los filósofos alemanes Teodoro Adorno y Max Horkheimer, junto a otras figuras ligadas al Instituto para la investigación social, conforman la llamada “Escuela de Frankfurt”. Sus investigaciones están orientadas al estudio de diversos fenómenos sociales, atendiendo a sus implicancias filosóficas. Sostienen la ruina de la civilización occidental, basada en el predominio de una “racionalidad” que hizo posible la violencia nazi. Según sus planteamientos, en la noción de hombre heredada de la Ilustración están ya presentes los gérmenes de la violencia totalitaria, pues en esta tradición siempre se concibieron las relaciones sociales de una manera que tendía a la homogenización y a la destrucción de lo diferente. Para la Teoría crítica, el arte de vanguardia representa la posibilidad de una forma de cultura desligada de la tradición racionalista y, por tanto, ajena a la barbarie política. Por otro lado, esta teoría se ha dedicado a la investigación del funcionamiento y la implicancia de la comunicación de masas sobre la sociedad, apuntándola como un elemento negativo, que produce un arte estandarizado y de fácil consumo. c) El Psicoanálisis: independientemente de su condición de práctica terapéutica, el Psicoanálisis ha representado una influencia mayor en todas las áreas de la cultura del siglo XX, al punto que tanto el Existencialismo como las dos corrientes de pensamiento recién mencionadas presentan alguna relación con él. Aparte del descubrimiento del inconsciente y su vinculación con el Surrealismo, la influencia del psicoanálisis puede rastrearse en los variados intentos por determinar una psicología del comportamiento masivo; además, se ha querido ver una correspondencia formal entre las técnicas psicoanalíticas usadas para decodificar los “signos” de los pacientes y la semiótica contemporánea. Estas corrientes de pensamiento, trabajadas desde la exposición de algunas ideas o desde fragmentos de textos, pueden ser útiles para ilustrar a los alumnos y alumnas que el siglo XX no posee una sola y exclusiva visión de mundo, sino que se compone de varias perspectivas cruzadas, cada una de las cuales fija su atención en distintos aspectos de la realidad. De esta manera, se les otorgaría una visión más amplia de la producción ensayística del siglo XX y se haría eco del tópico de la fragmentación de la realidad en el mundo contemporáneo. Literatura contemporánea: La literatura contemporánea engloba la producción literaria “occidental” (producida en Europa y América) durante la Edad Contemporánea, es decir, a partir de la época de las revoluciones (tanto la Americana como la Francesa). Es un concepto difícil de aplicar a la literatura dado la intrínseca imbricación de la mayoría de las obras con sus antecesoras históricas, pero en este caso es un concepto definido más por valores de originalidad y ruptura estética que por cuestiones puramente cronológicas. Al igual que el arte moderno, la literatura contemporánea -también llamada moderna- se conoce así no únicamente por haber sido escrita sobre todo a partir del siglo XIX, sino por romper drásticamente con lo anterior. Esta literatura contemporánea ha vivido varios movimientos o estilos literarios bien definidos. El primero fue el romanticismo, un movimiento no sólo literario sino también cultural y político. El rechazo de la razón, la libertad como causa suprema, y el sentimiento por encima de todo crearon obras basadas en el predominio del “yo”, la evasión y la libertad formal. Goethe, Walter Scott, Lord Byron, José Zorilla, Espronceda o Mary Shelley son algunos de los autores más representativos de esta escuela. Tan representativa fue la anterior que la siguiente etapa del movimiento literario se conoció como postromanticismo, aunque básicamente es un concepto artificial que designa al parnasianismo 1, el simbolismo2 y el decadentismo3, tres “evoluciones” diferentes del anterior tronco romántico. El siguiente movimiento unificado llegó a mediados del siglo XIX y se conoce como realismo o naturalismo. Fue a su modo una reacción a los excesos románticos; conservó el costumbrismo anterior pero se libró del sentimentalismo, la fantasía y la anarquía formal. Nació con él la novela social, reflejo literario de la nueva sociedad de clases, y la novela psicológica, preocupada de los temperamentos y las motivaciones. Dickens, Pérez Galdós, Dostoievski, Émile Zola y Flaubert son algunos de los autores más representativos del movimiento. Tras ellos llega la experimentación propia del Modernismo, que aunque en España se ciñe a una serie de autores concretos (Rubén Darío, Valle-Inclán…), internacionalmente se conoce como el inicio de las vanguardias. El elitismo frente a la cultura de masas, la deconstrucción y la experimentación encontraron en Hemingway, Proust, Joyce, Beckett, o Virginia Woolf algunos de sus mejores exponentes. Tras la Primera Guerra Mundial la literatura entró de lleno en las vanguardias. Primero con el futurismo, el dadaísmo y el surrealismo, luego con una serie casi incontable de estilos personales y pura experimentación literaria. Jorge Guillén, Salinas, García 1 El parnasianismo fue un movimiento literario francés de la segunda mitad del siglo XIX (ca. 1870) creado como reacción contra el romanticismo de Víctor Hugo, el subjetivismo y el socialismo artístico. Los fundadores de este movimiento fueron Théophile Gautier (1811-1872) y Leconte de Lisle (1818-1894). La palabra es de origen griego y hace referencia a la cima del monte Parnaso donde estaban las musas inspiradoras, que eran diosas menores. El parnasianismo surge como una antítesis del romanticismo y esta oposición tiene como causa lo que los parnasianos consideraban sus «excesos»; exceso de subjetivismo, hipertrofia del yo —crecimiento excesivo y anormal—, exceso de sentimiento. 22 El Simbolismo fue uno de los movimientos artísticos más importantes de finales del siglo XIX, originado en Francia y en Bélgica. En un manifiesto literario, publicado en 1886, Jean Moréas definió este nuevo estilo como «enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad y la descripción objetiva», pues para los simbolistas el mundo no debe limitarse a una apariencia totalmente concreta y racional. Es más bien un misterio por descifrar mediante las correspondencias ocultas que llenan de unanimidad los sentidos humanos. 3 El Decadentismo es una corriente artística, filosófica y, principalmente, literaria que tuvo su origen en Francia en las dos últimas décadas del siglo XIX y se desarrolló por casi toda Europa y algunos países de América. La denominación de decadentismo surgió como un término despectivo e irónico empleado por la crítica académica, sin embargo, la definición fue adoptada por aquellos a quienes iba destinada. Lorca, Luís Cernuda o Dámaso Alonso en España; Neruda, Huidobro y Mistral en Latinoamérica, Camus en la escena internacional son algunos de los más claros exponentes de este estilo. El existencialismo Hacia la tercera década del siglo XX, surge en Alemania el existencialismo y de allí se difunde por el resto de Europa, especialmente en Francia. Esta escuela, podría interpretarse como una reacción ante un período de crisis de conciencia a nivel social y cultural. Los existencialistas afirman que el hombre es un ser "arrojado al mundo", esta frase parece expresar el sentir europeo de aquellos años y puede ser interpretada de modo literal: los europeos se sienten arrojados en mundo inhóspito, arrojados de sus hogares destruidos y de la seguridad de sus creencias, valores e ideales. La existencia En general, el concepto de "existencia" se contrapone a esencia y no es, en principio, un término que pueda ser definido ya que la definición se refiere a la esencia. Pero para los existencialistas, este término tiene un significado restringido, es el modo de ser propio del hombre. Así solo el hombre "existe" propiamente, puesto que "hombre" y "existencia" son tenidas por sinónimos. Y en este sentido, la existencia implica libertad y conciencia, en palabras de Jaspers: “Existencia es lo que nunca es objeto; es el origen a partir del cual yo pienso y actúa, sobre el cual hablo en pensamientos que no son conocimiento de algo: 'existencia' es lo que se refiere y relaciona con signo mismo y, en ello, con su propia trascendencia. Jaspers, Filosofía”. Así entonces, el hombre existe en la medida en que es origen de sí m ismo y se hace a sí mismo por medio de sus elecciones libres. Sartre dirá que en el hombre, la existencia precede la esencia... o en otras palabras, que el hombre es libertad: “Lo que llamamos 'libertad' no puede, por tanto, ser distinguido del ser de la 'realidad humana' Sartre, El ser y la nada”. De modo diferente en Heidegger, la existencia del hombre no es anterior a su esencia porque su esencia consiste en la misma existencia. Las consecuencias de identificar la existencia con el ser humano son que las cosas "son" pero no "existen" en un sentido estricto y por otra parte, la existencia del hombre puede ser inauténtica si renuncia a su libertad. Existir: estar en el mundo Para el existencialismo, existir es estar en el mundo y relacionarse con las cosas y otros seres existentes. Pero no se trata simplemente de estar entre las cosas, sino en dirigirse hacia ellas. Esta actitud se entiende como trascendencia, esto es, salir de la propia conciencia para dirigirse hacia el Mundo. Estar en el Mundo es algo plenamente activo. El hombre está entre las otras cosas, andando entre ellas de una manera interesada (práctica): cuida las cosas, se ocupa de ellas. Así, el hombre crea lo único que constituye su 'verdadero' mundo. Un conjunto de relaciones de los últiles entre sí y respecto al hombre. Así se constituye el espacio humano del Mundo. La posibilidad y la libertad Un concepto central dentro del existencialismo es el de posibilidad el cual se identifica con la libertad puesto que soy libre porque posee posibilidades y gracias a ello es que me hago a mí mismo. La angustia No solo la razón descubre la realidad, sentimientos básicos como la angustia nos hace experimentar mejor lo que es la existencia. Kierkegarrd se refiere a esta sensación y la distingue del temor porque a diferencia de este, la angustia no posee un objeto definido y nace justamente de las posibilidades sin garantías que ofrece la existencia. 'La nausea' de Sartre refiere a lo absurdo del existir, todo es contingente y no hay nada que pueda explicar la existencia.