Revista Fortuna Negocios nacionales |

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El señor Kosiuko siembra y crece
Consolidado en la industria textil, el empresario cuenta con detalles su inversión
en el sector olivícola uruguayo y por qué eligió al yerno de Susana Giménez como
socio. Ropa, accesorios, cosmética, medios y gastronomía, el mundo interminable
del Benetton argentino.
Juegan a ver quién encuentra más calcomanías de Kosiuko en los autos. Federico
Bonomi maneja y sus hijos Luca, Micky y Fiona van gritando y sumando puntos.
Después de 11 años y un negocio que no cesa en su expansión, el isologo de
aires orientales lo sigue sorprendiendo. Pese al crecimiento promedio del 28%
anual en la producción, los 200 puntos de venta en la Argentina, los locales en
ciudades inéditas como Seúl o Amsterdam, sus exitosas líneas de accesorios o
sus promisorios desembarcos en la radiofonía, el negocio discográfico o la
gastronomía, el empresario de 36 años confiesa que el poder de su marca todavía
lo
asombra.
“No hay marca que tenga la presencia de la nuestra. Está minado de calcomanías
y yo no las mando a pegar. Además, todo el peso de la marca está en el isologo,
sin necesidad de poner la palabra, algo que no muchos pueden lograr”, comenta
con orgullo Bonomi, consciente de un atributo que pocas marcas locales pueden
exhibir y que tiene en la pipa de Nike a su máximo exponente a nivel mundial.
“Tenemos un bar, una FM, un sello discográfico, es lo que seduce a la gente, que
puede sentirse orgullosa de su marca”, asegura este ex estudiante de publicidad
que se inició en el negocio textil de la mano de Cynthia Kern, su esposa,
confundadora de la compañía, con quien confeccionaban prendas para ir a bailar y
las vendían entre amigos y luego en ferias, hasta que los volúmenes les indicaron
el camino a seguir.
EN ASCENSO. La osada apuesta a puro cheque que llevó a esta desconocida
pareja de emprendedores al Alto Palermo shopping a principios de los ’90 fue el
primer paso de un proceso que luego de los primeros obstáculos, las señales
inequívocas de crecimiento y la internacionalización en puntos de venta, derivó en
un 2004 con variados desafíos para una empresa madura pero que no abandona
el aprendizaje permanente, obligada por su espíritu ambicioso.La consolidación de
la unidad de accesorios (anteojos, relojes y calzado), las novedades de la línea
Active Cosmetic (desodorantes, antitranspirantes y perfumes) y las aperturas de la
FM y el sello KSK Records en 2003 parecían completar las estrategias de
expansión previstas por el dúo Bonomi-Kern para esta temporada.
Sin embargo, 2004 quedará en la historia de estos empresarios como el año en
que la diversificación excedió el paraguas de la marca, llevando las inversiones
hacia sectores hasta ahora no explorados por la avidez del matrimonio que espera
la llegada de su cuarto hijo. “En el futuro la ropa será sólo un emprendimiento más
de nuestra compañía”, decía Bonomi a FORTUNA hace poco más de un año,
cuando en el contexto macroeconómico aún no se divisaba una reactivación
sostenida del consumo.
KSK PREMIA. “Creo que en general nadie esperaba semejante repunte. De no
haber sido tal la recuperación, esa idea mía de ampliar nuestros negocios hubiera
existido igual”, aclara el CEO de la empresa que en los últimos 18 meses aumentó
un 38% su producción, para satisfacer la creciente demanda del mercado
doméstico, un hecho que requiere un análisis preciso de Bonomi: “Gran parte del
consumo de la clase media pasa por lo que tiene que ver con el entretenimiento, el
tiempo
libre,
vestirse
bien,
ir
a
comer
rico,
ir
al
cine”.
Atento a los cambios de conducta y la aparición de un consumidor con deseos
menos costosos y premios a cortísimo plazo, la estabilidad que la empresa
demostró durante la crisis gracias a que ya había consolidado sus negocios de
exportación le permitió ser blanco del nuevo consumo. “Al no existir un crédito
real, actualmente la gente no está pensando en mudarse, ampliar la casa o
hacerse una casa en un country; mucho menos en viajar a Europa. La satisfacción
de estos tiempos es mucho más inmediata, como usar ropa de marca.
Actualmente exportamos el 12% de nuestra producción. No es una cifra
importante porque no están dadas todas las condiciones para profundizar el
comercio exterior. De hecho bajamos muchas unidades de exportación porque
tuvimos muchos robos en el movimiento de mercadería, lo que incrementó costos
en seguridad”.
BENETTON ARGENTINO. Si el imperio que construyó Luciano Benetton a partir
de su mundialmente exitoso negocio textil le permitió diversificarse con la compra
de un equipo de competición de Fórmula 1 o la adquisición de cerca de 900.000
hectáreas en la localidad de Leleque, Santa Cruz, las nuevas inversiones de
Bonomi permiten compararlo con el empresario italiano, que con las 6.000
toneladas anuales que obtiene de sus 280.000 ovejas, aporta el 10% de lana que
necesita
su
empresa.
Luego de analizar sesudamente durante tres años fortalezas y debilidades de la
industria olivícola, la decisión de incursionar en el sector derivó en una prueba
piloto, determinante para la viabilidad del proyecto, pensado en su tiempo libre en
la intimidad de su campo en Carmelo, Uruguay, lugar donde suele descansar con
su familia y amigos. Consciente de que los lugares ideales para la plantación de
olivos están prácticamente agotados, en la Argentina Bonomi puso el ojo
precisamente en Uruguay, donde la industria no está desarrollada. “Vimos una
oportunidad de negocio y por eso empezamos con un testeo de 10.000 plantas,
que fue satisfactorio”, explica Bonomi, que tendrá como socio a su amigo (también
habitué de Carmelo) Eduardo Celasco, yerno de Susana Giménez, con quien
desarrollaron el proyecto y buscaron un socio que aporte el know-how: José
Gobbeé, de CIASA, una consultora frutihortícola con base en el Valle de Tulum,
San Juan, firma dedicada a proveer servicios de conocimiento y orientación en
olivicultura y forestación, con 5.200 hectáreas gestionadas entre 1991 y 2001, 74
empleados y $ 30 millones administrados, con una plantación anual de 250.000
unidades de olivos.
ACEITUNA FASHION. El emprendimiento, que llevará el nombre de CIASA
Uruguay, tendrá su base en Nueva Palmira, una localidad uruguaya cercana a
Colonia. “Vamos a montar un vivero con una producción de 100.000 árboles
anuales. Desde septiembre iniciaremos una rueda de charlas en los principales
departamentos del Uruguay, para mostrarles a nuestros potenciales clientes no en
idioma de negocios con planillas complicadas, sino concretamente, las
oportunidades: el costo de una hectárea, el tiempo de producción y cuándo las
curvas
de
inversión
empiezan
a
dar
rentabilidad”,
anticipa.
Con la misma actitud con la que se consolidó en el negocio textil, Bonomi ya
diseñó el plan de negocios. “Estimamos que en los primeros 6 años el proyecto
empleará cerca de 20.000 personas. La idea es buscar tres tipos de clientes: el
chacarero pequeño que tiene una, dos o tres hectáreas disponibles; después las
personas que están pensando en una suerte de jubilación de privilegio y pueden
invertir en 40 o 50 hectáreas, que tampoco es demasiado; y por último
buscaremos al gran empresario que pueda diferir sus impuestos y hacer un
proyecto importante”.
OLIVOS CON IMAGEN. La Mac de última generación, las revistas importadas
sobre el escritorio, la inalterable bola espejada que gira al ritmo de la música
electrónica de Capri (el nuevo artista de KSK Records) construyen una atmósfera
coherente con el estilo Kosiuko, una escenografía que se altera en un rincón del
ambiente, detrás de una barra. Allí descansan varias botellas de vidrio del aceite
Buena Vista, nombre elegido para bautizar al producto que ofrecerá CIASA
Uruguay.
“El servicio que daremos será integral. Desde las cuestiones agronómicas, como
el desarrollo y mantenimiento de los plantines, técnicas de riego y fertilización
hasta el procesamiento de las aceitunas para hacer aceite. La idea es darle un
servicio absolutamente global a la gente y de hecho estamos negociando con
distintas empresas si alguien quiere dar un servicio financiero o quizá el banco
oficial de Uruguay”, comenta confiado. “Quiero trabajar la imagen de los olivos,
que no tienen el marketing del vino pero que tienen muchas cosas por hacer en
ese sentido”.
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