Gloria Cerrato Casado Seudónimo: Diana Colegio Ntra. Sra. de la Piedad. Córdoba TODO EL MUNDO ES MI FAMILIA DIARIO DE AMOR Córdoba, 20 de julio de 1937 Querido diario, hace un año más o menos empezó una guerra muy importante en España. Papá dice que una niña de catorce años no puede entender todavía lo que pasado, y sinceramente, prefiero no saberlo, así que sólo me ha contado que ahora más que nunca tenemos que estar toda la familia unida: papá, mamá, mi hermana y yo. Desde que empezó, mi padre no hace más que trabajar llevando portes de la estación al resto de la ciudad así que le veo poco por casa… Pero el lado bueno es que le pagan con comida, así que no nos falta de nada. Mi madre llegó un día triste después de haber dado un paseo por el barrio, dijo que no es justo que haya gente tan pobre cuando nosotros no estamos tan mal del todo, así que ha decidido compartir su comida con los pobres. Me encanta acompañarle cuando va casa por casa llevando paquetes de garbanzos o directamente un potaje bien calentito para las personas más enfermas. Hay un señor que tiene una enfermedad en el pecho y mamá siempre se acuerda de llevarle todas las comidas del día, nunca se le olvida, incluso a veces, cuando ella no puede, vamos mi hermana y yo a llevárselas, es un chico muy amable y espero que pronto se recupere. A mí no me importa compartir mi comida con el resto de la gente del barrio, supongo que es algo que he heredado de mi madre, ella siempre dice que no hay mejor satisfacción que la que se siente después de haber ayudado a alguien, y yo creo que tiene toda la razón del mundo, no hay nada mejor. Y con esto me despido por hoy, adiós. Rosario Córdoba, 3 de Noviembre de 1937 Ya he vuelto diario, siento no haber escrito antes, pero es que he estado liada estos meses. La guerra cada vez se está poniendo más grave y creo comprender un poco mejor lo que pasa a mi alrededor: dos bandos están enfrentados por sus muchas diferencias y los más perjudicados somos los ciudadanos, que no tenemos que ver nada con esto. Lo sé porque no es fácil ver a niños pequeños llorando por las calles por no tener nada que llevarse a la boca, o porque hace días que no veo al padre Santiago, párroco de la iglesia de S. Francisco, la de mi barrio, y nadie sabe dónde está. Por suerte, para el primer problema estaba mi madre. Ella sí que es un ejemplo a seguir, y no es por presumir, pero creo que mi madre es la mejor madre del mundo, no sólo con sus hijas, sino con todo el barrio, porque prácticamente es la madre de todos mis vecinos. Cada día cuado mi padre vuelve de trabajar no duda un instante en ir a llevarle a los vecinos sus raciones diarias de comida, y es muy gratificante ver como hay gente que le admira por eso y por volver a ver a esos niños sonreír, no tiene precio. Me despido por hoy, no sé cuando volveré, pero hasta la próxima. Rosario Córdoba, 7 de febrero de 1938 Ay mi querido diario, estas Navidades no es que hayan sido de las mejores ya que han cambiado muchas cosas: para empezar, aquel chico tan majo de la enfermedad en el pecho murió. Fue un golpe muy fuerte para todo el barrio porque a día de hoy nos hemos convertido todos en una gran familia. Tampoco ha sido lo mismo pasear por las calles y ver tanta pobreza ni estar esperando todo un año al día de Reyes para que al final no hubiera gran cosa debajo del árbol. Aunque bueno…un gran regalo que nos traído estas Navidades es un nuevo miembro a nuestra familia, la vecina de enfrente ha tenido una niña preciosa, es su decimotercer hijo, así que se les es imposible hacerse cargo de todos tal y como están los tiempos que corren, así que mi madre se ha ofrecido a cuidarle como si fuese hija suya y mi hermana y yo nos hemos comprometido a tratarle como una hermana más. Es muy pequeña, apenas tiene unos meses y su madre viene cada vez que toca darle de mamar. Es un encanto de niña, aunque llore mucho. Mi hermana y yo estamos muy entusiasmadas, pero sobre todo yo, ya que nunca he tenido una hermana pequeña. Cada vez me sorprende más la actitud de mi madre frente a esta guerra, en vez de guardar todo lo que tiene, como la mayoría lo hacen, lo reparte entre todos. Para mí ya se ha convertido en todo un héroe y espero que cuando sea mayor, me parezca a ella en cuanto a la bondad que tiene. Ups, me voy, mi nueva hermanita ha empezado a llorar… Adiós diario, intentaré escribir pronto Rosario Córdoba, 9 de mayo de 1939 Mi queridísimo diario, te preguntarás por qué he estado más de un año sin contarte nada, y la razón es sencilla: no sabía donde estabas, te busqué los primeros meses, y después, no te voy a mentir, me rendí y acabe aceptando la idea de que no te encontraría nunca, pero por alguna razón hoy te ha encontrado mi padre entre sus cosas, quizá porque ya tenías ganas de que te contara más acerca de lo que estoy viviendo. Gracias a Dios, la guerra terminó hará un mes más o menos, todos estamos muy felices, aunque entendemos que costará salir del círculo de la pobreza en el que estamos. Es cierto que desde que empezó esta maldita guerra hemos perdido a mucha gente querida en nuestro barrio, perdón, en nuestra familia, pero también es verdad que esto nos ha hecho más fuertes. Todo el mundo agradece a mi madre todo el bien que ha hecho y me siento muy orgullosa de ella, espero que algún día todo su esfuerzo dé sus frutos, y yo esté aquí para verlo. Me despido para siempre querido diario, ya soy mayor para tener cosas de estas, pero sé que tú nunca olvidarás esta historia al igual que se que yo nunca olvidaré la figura de mi madre. Rosario ************* Y así fue, tanto trabajo, tanto esfuerzo, y sobretodo, tanta bondad dio sus frutos, tanto es así que la madre de Rosario, la protagonista de esta historia, actualmente tiene una calle con su nombre en el barrio de S. Francisco donde muchos de sus vecinos se acordaron de todo el bien que hizo a la hora de decidir un nombre “ Rafaela Lozano Garrido” es el nombre de la mujer que unió este pobre barrio para formar una familia y yo cada día estoy más orgullosa de decir que esta señora fue mi bisabuela y que espero que yo pueda cuidar de mi gran familia tal y como ella hizo.