3er grado Estudios Sociales Unidad: 06 Lección: 02 La historia de Todd Beamer “¡Vamos ya!” Todd Morgan Beamer tuvo una corta vida. Nació en 1968 y vivió hasta el 11 de septiembre de 2001; tan solo 33 años. Todd era un pasajero a bordo del vuelo 93 de United Airlines, el cual fue secuestrado como parte de los ataques del 11 de septiembre de 2001, actualmente conocidos como 9/11. Él fue uno de los pasajeros que intentó detener a los secuestradores y tomar control del avión. Los secuestradores querían estrellar el avión contra la Casa Blanca o el Capitolio en Washington, D.C. Todd y otros valientes pasajeros fueron capaces de desviar el avión lejos de Washington D.C., pero no pudieron evitar que el avión se estrellara. Los pasajeros del vuelo 93 no provocaron que el avión se accidentara a propósito. Ellos entraron a la fuerza a la cabina de mando y pelearon con los terroristas por el control del avión. La nave finalmente se estrelló en el campo, cerca de Shanksville, Pennsylvania. Es muy triste saber que tantas personas murieron en ese avión, pero estos valientes pasajeros salvaron la vida de miles de personas en la capital del país. Ellos pensaron en proteger la vida de otros antes de pensar en salvar sus propias vidas. Todd Beamer vivía en Cranbury, New Jersey, con su esposa, Lisa Beamer, y sus dos hijos, David y Drew. Beamer y su esposa dieron clases de catecismo los domingos en su iglesia por seis años. Su hija, Morgan Kay, nació el 9 de enero de 2002, aproximadamente cuatro meses después de la muerte de Beamer. Después de que el vuelo 93 de United Airlines fue secuestrado, Beamer y otros pasajeros se comunicaron con personas en tierra usando teléfonos celulares y otros aparatos similares. Ellos supieron en esos momentos que ©2012, TESCCC 06/17/13 page 1 of 2 3er grado Estudios Sociales Unidad: 06 Lección: 02 las torres gemelas y el pentágono habían sido atacados mediante el uso de aviones secuestrados. Beamer intentó hacer una llamada usando su tarjeta de crédito en uno de los teléfonos que estaban en la parte trasera de los asientos del avión. Su llamada fue redirigida a un representante de servicio al cliente, quien a su vez lo comunicó con la supervisora Lisa Jefferson del servicio telefónico de la empresa GTE. Beamer le reportó la situación a la supervisora. Más tarde le dijo a Lisa que algunos de los pasajeros estaban planeando “abalanzarse” sobre los secuestradores y tratar de aterrizar el avión antes de que el plan de los secuestradores pudiera realizarse. Beamer rezó con Jefferson el Padre Nuestro antes de colgar. Según Jefferson, las últimas palabras que ella le oyó decir a Beamer fue cuando él se dirigió a otros pasajeros y les preguntó: “¿Están listos? Bien, ¡vamos ya!”. Al menos cinco lugares han sido nombrados en honor de Beamer: una oficina de correos en Cranbury, donde él vivía; la escuela preparatoria Todd Beamer en Federal Way, Washington; el centro estudiantil Todd M. Beamer en la universidad Wheaton en Illinois y el parque Todd Beamer de Fresno, California. La oficina de correos en Cranbury fue dedicada a Beamer el 4 de mayo de 2002 como resultado de una tarea del Congreso iniciada por el congresista Rush D. Holt, Jr. La iniciativa de ley fue aprobada y firmada por el Presidente George W. Bush.[4] Beamer fue reconocido de manera póstuma con el premio Arthur Ashe Courage Award en el año 2002. En el Monumento Nacional del 9/11, Beamer y otros pasajeros del vuelo 93 son recordados en el estanque sur, panel S-68. ©2012, TESCCC 06/17/13 page 2 of 2