TEMA MÉDIC O N° 5 3 ATAQUE DE PÁNICO Términos relacionados: Trastorno o desorden de pánico, ataque de angustia, crisis de pánico, ansiedad episódica paroxística, del inglés Panic Attack. ¿Qué es un ataque de pánico? Es un trastorno de ansiedad que causa ataques repetitivos e inesperados de intenso miedo injustificado, que pueden durar de minutos a horas. No se condice con las circunstancias a las cuales se atribuye la reacción, hay ausencia aparente de motivo o peligro concreto. Otra característica importante de este cuadro es la confluencia de síntomas corporales principalmente cardíacos y respiratorios, a través de los cuales se manifiesta el miedo, los que son interpretados catastróficamente, con pensamientos como temor a morir, perder el control o volverse loco. Los desórdenes de pánico amenazan la identidad completa de la persona. El individuo desbordado solo puede sacar afuera ese terror a través de alguna manifestación motriz, ya que no lo puede poner en palabras. Aparece como una interrupción, un corte que no permite al paciente la autonomía, sino que regresa a la sensación de estar indefenso. Las personas con esta afección generalmente se someten a pruebas y exámenes múltiples en Guardias Médicas, por síntomas relacionados con ataque cardíaco u otras afecciones, antes de que se haga el diagnóstico de trastorno de pánico. Es frecuente que no quiera estar sola y consulta repetidamente por asistencia médica, presentando reiterados estudios complementarios normales. El curso típico es de carácter crónico, con altas y bajas, de no mediar tratamiento. Al pasar el tiempo, la persona desarrolla un miedo constante a tener dichos ataques de pánico. Al sentir una amenaza constante, pueden cambiar sus formas de vivir lo cotidiano (fobias), inhibiéndose de 1 realizar ciertas actividades, salidas o reuniones, recluyéndose ante el temor de un nuevo episodio que lo sorprenda. ¿Quién está más propenso a tener trastornos de pánico? Cualquier persona puede sufrir trastornos de pánico, pero es más común entre: Adolescentes y adultos jóvenes: por lo general comienza antes de los 25 años y puede verse en niños, pero no suele diagnosticarse hasta que la persona es mayor de 20 años, y hasta los 45 años. Mujeres: se presenta en mujeres dos veces más que en hombres. Pacientes con poca capacidad de adaptación a situaciones nuevas, o movilizantes, como viajes, casamiento, separaciones o comienzo de un nuevo trabajo. Se calcula que este problema lo sufre un 5 por ciento de la población general y casi el 14 por ciento de los pacientes cardíacos. ¿Qué causa los trastornos de pánico? La causa exacta del trastorno de pánico se desconoce. La herencia puede jugar un papel en su desarrollo. Si un gemelo presenta este trastorno, el otro desarrollará el trastorno de pánico en el 40% de las veces. Los parientes de primer grado tienen entre cuatro y siete veces más probabilidades de presentar este trastorno. Algunos estudios han sugerido que pueden mediar trastornos de neurotransmisores del sistema nervioso, abuso de sustancias (drogas, alcohol, estimulantes) o con estrés agobiante de cualquier tipo. ¿Cómo se manifiesta? Por lo menos cuatro o más de los siguientes síntomas se presentan abruptamente en un período de 10 minutos: Sensación de dificultad respiratoria o falta de aliento. Mareos o desmayo. Palpitaciones (aumento de la frecuencia cardíaca). Temblores. Sudoración, escalofrío o sofocos. Sensación de asfixia o ahogo. Náuseas y malestar estomacal. Entumecimiento u hormigueo de los miembros. Dolor en el pecho. Miedo a morir. Miedo a perder el control personal. 2 Sentimiento de estar fuera de la realidad. Se dice que las personas que sufren cuatro o más ataques de pánico en un período de cuatro semanas sufren del trastorno de pánico. Se puede diagnosticar este padecimiento si la persona sufre menos de cuatro episodios de pánico en un mes pero que vive con miedo frecuente o constante de sufrir otro ataque. ¿Cuáles son los Diagnósticos Diferenciales? El ataque de pánico se siente como un problema cardíaco, respiratorio o neurológico grave, que suele llevar al individuo a la consulta de emergencias. En general, por su evolución natural, al llegar a la guardia el cuadro cedió o cede en minutos espontáneamente, y los estudios son normales. También es necesario descartar consumo de drogas, dado que éstas en algunos casos pueden simular o ser concurrentes al ataque de pánico, (numerosas personas con ataques de pánico intentan hacerle frente a sus miedos utilizando alcohol o drogas psicoactivas). Puede haber superposición con otros cuadros psicológicos como fobias, neurosis histéricas (parálisis de un miembro) y síndromes depresivos (incluso graves con intento de suicidio). Este diagnóstico diferencial requiere terapia especializada. ¿Cómo puede Usted saber si padece ataques de pánico? Para detectar el ataque de pánico se realiza una evaluación psicológica con personal especializado en estos cuadros, y se contesta el siguiente cuestionario (autotest): ¿Tiene ataques repentinos de miedo intenso e incontrolado sin saber por qué? ¿Siente necesidad de correr o escapar a un lugar seguro durante estos ataques? Durante estos ataques ¿tiene miedo de que le pase algo horrible, como morirse, tener un ataque cardíaco, o enloquecer? ¿Está siempre preocupado de que le pueda dar uno de estos ataques en cualquier momento? ¿Impide el miedo a estos ataques ir a sitios como comercios o restaurantes? Si contesta afirmativamente la sospecharse trastornos de pánico. mayoría ¿Qué complicaciones puede tener? 3 de las preguntas debe Las posibles complicaciones son las fobias (evitar situaciones o lugares que pudieran provocar un ataque, con conductas evitativas en el comportamiento del paciente en el hogar, el trabajo, el colegio o en la familia), y la evolución o superposición con otros cuadros psiquiátricos (neurosis mas complejas, síndromes depresivos con autoagresión). ¿Cómo puede ayudar el tratamiento? Es importante recordar que los trastornos de pánico son una condición médico psicológica tratable. El paciente que sufre de trastornos de pánico, puede sentirse incómodo o sin ganas de buscar ayuda, pero debe tenerse presente que el trastorno de pánico es una enfermedad que puede tratarse. No se debe sentir avergonzado o solo. Hoy en día miles de personas reciben tratamiento y pueden llevar vidas normales. El tratamiento reduce o previene por completo los ataques de pánico en un 70 a 90 % de la gente que los padece y: Evita por completo nuevos ataques, Ayuda a recuperar la calidad de vida. Previene el tener otros problemas secundarios al ataque de pánico. Cura las fobias, por ejemplo el miedo a conducir un automóvil, o el miedo a salir de la casa. ¿Qué se debe hacer cuando se sufre un ataque de pánico? Contactarse con el médico de cabecera, o con un especialista en salud mental a la brevedad. Puede ser que el médico trabaje con algún especialista de salud mental que pueda evaluar la condición y diagnosticar un tratamiento apropiado. Los trastornos de pánico pueden ser difíciles de reconocer por los médicos no especialistas en salud mental, por lo que es importante que se describan todos los síntomas que se están teniendo, tanto físicos como mentales. Algunos especialistas sugieren ante un nuevo ataque: 1. 2. 3. 4. 5. Evitar “pensamientos negativos o enojos”. Tener preparada una guía para tranquilizarse. Respirar pausado, contar hasta cuatro entre la toma y salida de aire. Concentrarse en el mundo externo (ver, escuchar y tocar). Continuar la tarea que se está haciendo, o inventar una tarea que pueda distraer. 6. Esperar los minutos necesarios para relajarnos (conocer los ataques). 4 7. Cambios del estilo de vida: buscar acciones compensatorias que den satisfacción (música, lectura, deportes, descanso, mejor dieta). 8. Dejarse ayudar por un profesional especialista. Dedicar el tiempo y los medios necesarios para la solución correcta y completa del problema. ¿Cómo se trata el trastorno de pánico? Los tratamientos varían para cada persona: Con psicoterapia: la mayoría de las veces se usa un tipo de terapia de comportamiento cognitivo, que dura por lo menos de 2 a 3 meses. Tratamiento farmacológico en los casos que lo requieren, para reducir la ansiedad y síntomas asociados, o los síndromes depresivos graves. Los medicamentos más usados para el trastorno de pánico son los antidepresivos. Si estos no ayudan solos, se puede pensar en la utilización conjunta de otros específicos. El tratamiento con medicamentos suele continuar de 6 a 12 meses. El ejercicio regular, las horas de sueño adecuadas, programar las comidas a horas regulares, y suspender la cafeína, estimulantes, drogas o alcohol ayuda a reducir la frecuencia de ataques. La duración del tratamiento varía para cada persona. Algunas personas responden bien al tratamiento al principio, pero a lo largo de su vida puede volver a experimentar ataques de pánico y deben retomarlo. Se debe buscar asistencia médica siempre, antes que el pánico interfiera con el trabajo, las relaciones interpersonales o la autoestima. Existen varias instituciones de información, ayuda y tratamiento nacionales e internacionales para los ataques de pánico. Esta información es orientativa, y no intenta reemplazar el consejo de su médico o servicio de salud. Por favor consulte a su Médico de Cabecera quien podrá expedirse acerca de su condición médica específica. 5