TEMA MÉDICO Nº 107 PREVENCION DE LESIONES NO INTENCIONALES EN LAS DIFERENTES EDADES. PARTE II. Como vimos en la entrega anterior, se define a las lesiones no intencionales como aquellas que se producen accidentalmente, sin intención de daño y abarca a los accidentes de tránsito, las caídas, las quemaduras, ahogamientos y envenenamientos. En esta oportunidad le brindaremos información sobre la prevención de las lesiones no intencionales en adolescentes y jóvenes. PREVENCION DE LESIONES NO INTENCIONALES EN ADOLESCENTES Y JOVENES. El problema de salud más importante en la adolescencia está relacionado con los accidentes. Las enfermedades son menos frecuentes en las personas jóvenes y son los accidentes los que se asocian con la mayor mortalidad y discapacidad en este rango de edad. En este artículo le comentamos algunas medidas preventivas para el mejor cuidado de la salud de los jóvenes y evitar lesiones no intencionales. Recomendaciones preventivas generales. La mayoría de los esfuerzos de los equipos de salud, de los educadores y de los padres debe dirigirse a la prevención del tabaquismo, el alcoholismo y el uso de sustancias. Otro tema que debe abordarse en los adolescentes y jóvenes está relacionado con la prevención de las enfermedades de transmisión sexual y la procreación responsable. 1 Es importante que los adolescentes tengan completa la vacunación. En estas edades se recomienda revisar y aplicar (en caso de que no esté completa) la vacunación contra la hepatitis B y la rubéola. Las adolescentes deben realizar una visita de orientación ginecológica y evaluar la conveniencia de la aplicación de la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH). Prevención de lesiones no intencionales. Prevención de lesiones vinculadas con el tránsito: Según la OMS, los accidentes de tránsito son la principal causa de muerte en el grupo de 10 a 24 años. Cada año mueren unos 400.000 jóvenes menores de 25 años en las carreteras de todo el mundo: un promedio de 1.049 por día. Algunas recomendaciones para evitar los accidentes de tránsito son: Siempre debe utilizarse el cinturón de seguridad para todos los ocupantes de un vehículo. En la ciudad, también debe utilizarse el cinturón de seguridad dado que una colisión a una velocidad de 50 km/h. es similar a una caída desde un cuarto piso. Al andar en moto o bicicleta es imprescindible el uso del casco. Al circular de noche es recomendable utilizar bandas, chalecos y/o ropa reflectantes para aumentar su visibilidad. Actualmente existen trazados de bicisendas que son más seguros para los ciclistas. (Ej.: http://www.buenosaires.gov.ar/areas/com_social/moverse/bicisend as/) Los adolescentes son más susceptibles a tener accidentes de tránsito, dado que la atención está dirigida a otras actividades (escuchar música con auriculares, hablar por teléfono o enviar mensajes de texto, etc.). Es importante el esfuerzo de los padres y maestros para mantenerlos informados sobre los accidentes en la vía pública. Es importante que sus hijos estén alertas cuando utilizan un transporte público. Si el conductor realiza maniobras bruscas y/o 2 circula a gran velocidad, es preferible descender y tomar otro transporte. Si un colectivo ya abandonó la parada no debe correrlo. Muchos peatones son atropellados por taxis, bicicletas o motocicletas que circulan cerca de la vereda. Es importante reforzar el concepto de que nunca se debe conducir bajo los efectos de alcohol, esta es la causa más importante de accidentes de tránsito graves. Prevención de lesiones en el hogar: Las causas más frecuentes de accidentes en el hogar, a esta edad, son: quemaduras, electrocución, caídas, intoxicación con monóxido de carbono. Por ello les ofrecemos algunos consejos para tener en cuenta en los adolescentes y jóvenes: No deben tocarse, ni utilizarse aparatos eléctricos descalzos, menos aún, cuando el suelo esta mojado. No deben conectarse aparatos eléctricos que se han mojado. Debe asegurarse la correcta salida de los gases de combustión al exterior. Cerrar la llave de paso al finalizar la utilización del gas y dejarla cerrada por la noche. Evitar las corrientes de aire en la cocina que puedan apagar el fuego de las hornallas. 3 estando Si se percibe olor a gas no deben accionarse interruptores ni encender fósforos o mecheros, la chispa puede provocar una explosión. Nunca fumar en las habitaciones. es una causa frecuente de incendios. Prevención de enfermedades transmisión sexual: En general el diálogo con los adolescentes y la educación en el colegio son las herramientas más importantes en la prevención de enfermedades relacionadas con las relaciones sexuales de riesgo: El uso correcto de preservativo es primordial para evitar las enfermedades de transmisión sexual. Una sola relación sexual sin protección puede ser suficiente para el contagio de enfermedades. Es importante que los adultos puedan hablar sobre estos temas con sus hijos. En algunos casos, hacer preguntas directas sobre estos temas suele ser suficiente. En los casos donde la comunicación pueda ser dificultosa, una entrevista con un médico puede facilitar la explicación de estos temas. Además éste podrá chequear que la vacunación esté completa. Ofrecer a sus hijos material educativo sobre estos temas también puede ser una vía para abordar el tema. Abuso de sustancias: El abuso de drogas y alcohol es un problema de salud recurrente, que afecta a muchas familias. Los problemas de salud relacionados con el abuso de sustancias no sólo pueden generar problemas de salud asociados a la intoxicación con estas sustancias, sino que además, tiene una fuerte asociación con los accidentes. Algunas medidas pueden ser útiles para prevenir el abuso de sustancias o detectar un uso indebido a tiempo. Hablar con sus hijos de estos temas es sumamente importante. Nunca es demasiado temprano para comenzar a hablar con su hijo acerca de las drogas y el alcohol. Puede empezar preguntando 4 qué es lo que ha aprendido en la escuela sobre drogas y qué es lo que piensa del tema. Ud. puede informarse acerca de las drogas de uso habitual y preguntarle sobre éstas a su hijo para entablar una conversación. Es importante que Ud. pueda escuchar la conversación con paciencia, sin emitir juicios en una primera instancia, para evitar profundizar en estos temas. Hablar con su hijo sobre el abuso de sustancias no es una conversación formal, que deba darse una sola vez. Aproveche ciertos momentos, para hablar sobre el consumo de drogas y qué las hace peligrosas, así como para aclarar que usted espera que no las consuma. No es recomendable revisar las pertenencias de su hijo, es preferible hablar para evitar un clima hostil. Algunas pautas de alarma pueden advertir que su hijo consume drogas: Si ha cambiado el humor bruscamente, está retraído, deprimido, cansado o no muestra interés por su higiene personal. Se muestra hostil, no coopera y con frecuencia regresa a casa después de lo establecido. Su rendimiento escolar ha disminuido o no está asistiendo a clases. Ha perdido el interés por aficiones, deportes y otras de sus actividades predilectas. Sus patrones alimenticios y de sueño han cambiado; está despierto de noche y duerme durante el día. Le cuesta trabajo concentrarse. Ha desaparecido dinero de la casa. 5