Ciudad universitaria Presentacion Desde el año de su inauguración en 1954, nuestra Ciudad Universitaria ha sido considerada como una de las mas hermosas y modernas del mundo. Lo que hoy conocemos como el campus central, --sus edificios, el concepto de su construcción--, fue una proeza de la arquitectura mexicana y por lo mismo, desde el comienzo, fue motivo de orgullo nacional, orgullo que nuestro pueblo se arrogó íntimamente porque sabia que la nueva casa de la Universidad Nacional y su destino, eran la cristalización de su propia utopía. La fundación de las Ciudad Universitaria representó un parteaguas dentro de la historia academica de la UNAM. Las nuevas instalaciones permitieron un florecimiento sin precedentes en todas las áreas, y en algunas significó no solo un cambio ventajoso sino un autentico alumbramiento. Tal fue el caso de la ciencia organizada, que nació gracias a que los laboratorios y las nuevas condiciones materiales la hicieron posible. Con la inauguración de la Ciudad Universitaria empezo a construirse también, de un modo mas definido, eso que hemos dado en llamar vida universitaria. En poco tiempo y de manera definitiva se modificó el concepto "casa de estudios" y se integraron en una verdadera comunidad los estudiantes, los académicos, las autoridades y los trabajadores de la UNAM. A Cuarenta años de su inauguracion, frente a la renovada sorpresa que sigue siendo CU y a la vitalidad de su campus, difícilmente se puede hacer un ejercicio de nostalgia. La Ciudad Universitaria está viva, lo está en su espíritu académico pero lo está también artísticamente, en la noción de arte público que ella contribuyó a definir y de la cual representa una alta culminación. Este libro quiere contribuir a mejorar nuestra "lectura" de la ciudad Universitaria. Es un recorrido por sus edificios, sus torres, sus esculturas, sus murales, un recorrido que acude a la historia pero que no elude la pasión, documentado pero fresco, como en una especie de museo vivo, de exposición actuante. Para quienes la hemos vivido, la Ciudad Universitaria queda como una impresión sentimental y se yergue como un privilegio de la vista y de todos los sentidos. Los universitarios la hemos vivido intensamente. Con igual intensidad, queremos compartirla. Impacto de CU de 1954 La Ciudad Universitaria es uno de los grandes proyectos del México moderno, ciertamente que no el único a gran escala, aunque sí el más conocido dadas la excelencia y originalidad de sus soluciones arquitectónicas y urbanísticas. Las imagenes de la Ciudad Universitaria lo son tambien de este país, con tanta fuerza como la arquitectura prehispanica, como los retablos de oro y de piedra de la epoca virreinal o como las estructuras metalicas del siglo XIX. Signo y símbolo de actualidad, de impulso a la educación y como realización de alto contenido; de interes social y de recia expresividad estetica. Como realización arquitectónica por una parte se encuentra apegada a los postulados del "funcionalismo" o "Escuela Racionalista Europea", en boga a partir del término de la Segunda Guerra Mundial, momento de gran optimismo en el avance de la humanidad, en el sí mismo, mientras que por otro lado se trasluce el sentir que da la propia tierra. Contrapunto de equilibrio entre lo universal y lo local, representado este último por el uso de materiales tradicionales con técnicas modernas, por empleo del color y por la aplicación de murales, escuela pictórica que ya había tenido inicio fecundo en otro edificio universitario, la antigua escuela de San Ildefonso, cuna de la autonomía universitaria, en el centro de la Ciudad de México. El tratamiento de los espacios exteriores, dada su generosidad en plazas, terrazas, escalinatas..., debe considerarse también un aporte vernaculo. Como es sabido, un proyecto de tales alcances no se improvisa, ni como idea de su necesidad, ni como planteamiento de un programa de uso y de sus satisfactores arquitectónicos, tampoco como procuración de financiamiento y menos aún como realización arquitectónica. Se hace indispensable soñar y acariciar cada uno de los componentes para lograr su cristalización. Es necesaria, ademas, la plena concurrencia de intereses y voluntad política. Todas estas circunstancias convergieron para su desarrollo. Se daría paso así a la universidad moderna. Papel destacado le tocó a la entonces Escuela Nacional de Arquitectura donde como antecedente, en l928, fue presentada una tesis profesional con el título de "Ciudad Universitaria", elaborada por los pasantes Mauricio de María y Campos y Marcial Gutierrez Camarena1. Era un momento de gran efervescencia política y por ende universitaria, se habría de consolidar la autonomía de la universidad el 11 de julio de l929. Si concebir la Ciudad Universitaria como una realidad habría de ser un proceso lento que dió tiempo de ir asimilando poco a poco, su concreción también obligaría a cambios profundos, desde luego hacia el interior de la institución docente y en cuanto a su impacto con respecto de la misma Ciudad de México. La Universidad tradicional estaba estructurada en escuelas separadas unas de las otras, la mayor parte de ellas ubicadas en el casco viejo de la capital con sede en antiguos edificios, entre los de mejor calidad y magnitud de la que fuera llamada Ciudad de los Palacios. Así el originalmente colegio de San Ildefonso, sede de la Rectoría y de la Escuela Nacional Preparatoria, donde muy recientemente, en l993 se llevó a cabo la exposición "México, esplendores de treinta siglos"; la antigua escuela de Medicina en la Plaza de Santo Domingo, que cobijara el Palacio de la Inquisición durante el siglo XVIII; La Academia de San Carlos de la Nueva España, ubicada en la calle de Academia, custodio de una valiosa colección de numismatica y pinturas, libros y grabados europeos antiguos, así como de reproducciones de esculturas de grandes maestros del Renacimiento italiano y sede de las Escuelas de Artes Plasticas y de la Escuela Nacional de Arquitectura; el conocido Palacio de Minería, obra de Manuel Tolsa, el gran escultor y arquitecto neoclasico, concebido como Colegio de Minas en la época de la bonanza. El Templo de San Agustín, remota casa matriz de la órden, convertido en Biblioteca Nacional. Dentro del mismo Palacio Nacional se ubicó un museo universitario que contenía piezas de la importancia de la Piedra del Sol o Calendario Azteca, mucho antes de que surgiera el Museo Nacional de Antropología e Historia.2 "Ante todo, debe tomarse en cuenta que, antes de la construcción de la Ciudad Universitaria, la Universidad con sus edificios dispersos por todos los ambitos de la Ciudad de México, era un ente moral, pero estaba muy lejos de ser un organismo físico integrado y, como consecuencia, cada escuela se consideraba practicamente autónoma"3, apuntaban Enrique del Moral y Mario Pani en l979. Habría de ser muy diferente laborar en los nuevos edificios levantados en el Pedregal de San Angel, edificios reunidos en un solo espacio aunque de suficiente amplitud para todos ellos. Decía el filósofo doctor Samuel Ramos siendo director de la Facultad de Filosofía y Letras, antes del cambio a las nuevas instalaciones que ..." la Ciudad Universitaria, no debe ser esperada como un cambio de ubicación sino como un cambio de vida y un cambio de mentalidad entre los alumnos y profesores de nuestra Institución"4. Las escuelas situadas en el centro de la ciudad llevaban diariamente al lugar profesores y estudiantes desde todos los extremos de la urbe y aún desde los estados cercanos, si es que no habitaban en el llamado barrio universitario, repleto de fondas y casas de huéspedes porque también había estudiantes de Oaxaca y Chiapas, de Chihuahua y Colima, así como de algunos países centroamericanos. El centro era el lugar del comercio y de reunión en cafés como el Tupinamba, Do Brasil, Campoamor, que más adelante alcanzarían la Avenida Juarez: Sanborn's, Sorrento. Los despachos de los profesionistas se extendían con las tiendas elegantes en las calles de Madero y Cinco de Mayo. Cuando los estudiantes protestaban por alguna razón o sinrazón paraban un autobús en cualquier calle y se bloqueaba el transito vehicular. Ya de por sí no era facil llegar desde San Cosme y la Alameda, por la congestionada calle de Tacuba hasta la Academia de San Carlos, se tardaba por lo menos una hora, sentado en el camión, viendo pasar la gente. Estamos hablando de 1953. Las repercusiones simultaneas de la creación de Ciudad Universitaria con respecto de la Ciudad de México se hicieron notar en un magno proyecto de vialidad que conllevaría un fuerte crecimiento hacia la zona sur. La Ciudad Universitaria fue el gran detonador en la expansión de la urbe, impulso que llegaría a crear, algo más adelante, un vacío en el centro histórico de la ciudad con el consiguiente y paulatino abandono del lugar; vacío que absorbió negocios y comercios que requerían de instalaciones baratas y que llenó las azoteas de viviendas de l mina y de cartón. Centro histórico que ha sido muy difícil de recuperar pero en el cual se trabaja arduamente a partir de l990, con el consenso de autoridades y particulares; para ello fueron definitivas las acciones desencadenadas por la destrucción del temblor de tierra de l985. Su genesis arquitectonica El decreto de expropiación de los terrenos del Pedregal de San Angel es de l943, fueron recibidos en l946 por el rector de la U.N.A.M. doctor Salvador Zubirán. El 11 de septiembre de l946 el doctor Salvador Zubirán constituyó la Comisión de la Ciudad Universitaria, de la cual él era director, integrada por las siguientes dependencias y personalidades: "la propia universidad representada por el arquitecto Enrique del Moral, la Secretaría de Educación por el Dr. Fernando Orozco; la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por Lic. Emigdio Martínez Adame; el gobierno del D.F. por el arquitecto Carlos Obregón Santacilia, y la Secretaría de Salubridad y Asistencia por el arquitecto José Villagran García"5. Entre sus obligaciones estaba formular los programas generales y los particulares de los edificios de las escuelas, institutos y demás dependencias de la universidad. Se convocó a un concurso en el cual participaron la Escuela Nacional de Arquitectura, el Colegio de Arquitectos de México y la Sociedad de Arquitectos Mexicanos;6 resultaría vencedor el proyecto elaborado por el equipo de estudiantes Enrique Molinar, Teodoro Gonzalez de León - quien por cierto, ahora, en julio de 1994, acaba de ser galardonado con el Premio de la Academia Internacional de Arquitectura, en Sofía, Bulgaria- y Armando Franco7. Una de las cualidades de este trabajo era considerar un área central peatonal que más adelante, con el debido desarrollo, constituiría uno de los logros del proyecto general. Otro acierto de esta labor estudiantil consistía en el rompimiento de los grandes ejes de simetría que presentaban los demas concursantes y los proyectos anteriores, de alguna manera apegados todavía a los postulados de la Escuela de Bellas Artes de París. Ambas cualidades fueron tomadas en cuenta para el proyecto definitivo. Los proyectos se presentaron en marzo de l947, con la asistencia del entonces Presidente de la República, licenciado Miguel Aleman Valdés, gracias a cuyo impulso pudo realizarse la edificación.Sin su voluntad y decisión la Ciudad Universitaria no hubiera existido, ni las realizaciones que a partir de ella se han logrado. "En el mes de junio de l947 el rector Zubiran organizó la Comisión Técnica Directora, en substitución de la Comisión que había funcionado hasta las postrimerías del régimen del general Avila Camacho. Esta Comisión, presidida por el rector, la constituían: el arquitecto Villagran García, como su representante ejecutivo; el licenciado Díaz Cánovas, como representante personal del Presidente de la República; el ingeniero Alberto J. Flores, director de la Escuela Nacional de Ingeniería, y el arquitecto Enrique del Moral, director de la Escuela Nacional de Arquitectura. Actuaba como secretario el licenciado José María Luján. Esta Comisión formalmente designó a los arquitectos Enrique del Moral , Mario Pani y Mauricio M. Campos como directores y coordinadores del proyecto de conjunto, otorgandoles, asimismo, la facultad de designar a todos los arquitectos que se encargaran de los proyectos de las diversas facultades, escuelas e institutos y de los otros edificios que requiriera la Ciudad Universitaria. También realizó las gestiones para que las diversas dependencias de la UNAM designaran a los asesores y consultores encargados de formular los programas de necesidades de los edificios particulares"8. Buena parte de los arquitectos de México quedaron relacionados con aquella magna obra, dado que ademas de los directores del proyecto de conjunto, fueron asignadas ternas para cada uno de los proyectos específicos, formadas por un arquitecto de reconocido prestigio, otro de generación intermedia y uno mas joven en etapa de formación profesional y de practica. Así, el plan maestro obligaba a oscilar de lo general a lo particular y viceversa, en constante interacción uno con otro, para obtener la armonía visual y de funcionamiento pretendidas. Asimismo, cada equipo de arquitectos realizaba reuniones constantes con los asesores universitarios, quienes serían los futuros usuarios de las instalaciones. De la calidad de estas coordinaciones, general y particular, habría de depender el resultado de la realización. Un síntoma que demuestra la seguridad del país en sí mismo fue la decisión de los arquitectos mexicanos de que no interviniesen profesionistas del extranjero, esto se logró por la propia génesis del proyecto desde la Escuela Nacional de Arquitectura. En algún momento se llegó a hablar de una posible colaboración de Le Corbusier; no hubiera sido malo contar en México con una obra de este gran arquitecto suizo-francés, de la misma manera que contamos con una de Mies Van der Rohe, otro de los grandes de la Escuela Racionalista Europea, me refiero a las oficinas de la planta Bacardí. Pero es que la historia había obligado a traer arquitectos de fuera, primero por la relación natural novohispana con la metrópoli y, más tarde, por la influencia francesa e italiana. Un ejemplo de ello es el Palacio de Bellas Artes, del cual se cumplieron cincuenta años de su terminación en 1985, proyecto del italiano Adamo Boari, más tarde terminado por don Federico Mariscal. Esto sucedía a solo quince años antes de la construcción de la Ciudad Universitaria y muestra la diferencia en la manera de abordar las soluciones. Con un enorme equipo de trabajo se llegaría a un proyecto definitivo, que habría de ser publicado por Pani y del Moral en la revistas Arquitectura, México, en septiembre de 1952, cuando estaba ya muy avanzada la construcción de los edificios; de dicho proyecto no se realizarían el Aula Magna, ni las habitaciones ni demás instalaciones para estudiantes. De los edificios para vivienda de profesores y empleados administrativos, de los que mucho se habló, se construyó sólo uno para profesores, próximo al Estadio Universitario, al costado poniente de la Avenida de los Insurgentes. La operatividad del proyecto se consiguió por medio de una triple organización que consistía en un Patronato "formado por financieros que obtenía y manejaba los fondos proporcionados por el gobierno federal"9, estaba presidido por el licenciado Carlos Novoa entonces director del Banco de México; la Dirección del Proyecto de Conjunto a cargo de los arquitectos Pani y del Moral, ante el fallecimiento de Mauricio M. Campos en 1949, y la Gerencia General de Obras, a cuya cabeza quedó el arquitecto Carlos Lazo, auxiliado por el ingeniero Enrique Bracamontes. Una nota del licenciado Miguel Aleman Valdés, enviada a la redacción de la revista Arquitectura, y publicada en el mismo número 39, resume los ideales de la fabrica, dice así: "... todo saber es fatuidad si no rinde servicio, y los mejores conocimientos son un arma mortal si no se emplean generosamente, para bien de la humanidad entera en vez de para servir de instrumentos al egoísmo o a la arrogancia de las naciones como de los indivíduos. En este recinto, que en lo material resume un gran esfuerzo de la Patria, todo debe ser una consagración constante al más noble de los principios que sirven de base a las sociedades humanas: la igualdad de los hombres ante la majestad suprema de la Ley. Sólo de este modo serán dignos de la Ciudad Universitaria quienes gocen del privilegio de estudiar en sus aulas y laboratorios, o de ocupar sus catedras. La Ciudad Universitaria de México no es ostentación de pueblo rico, ni alarde de nación poderosa. Muy por el contrario, es un esfuerzo de pueblo que combate a la miseria todavía, y de nación que no se gloría de su fuerza. Sorprender entonces la razón de tamaña grandiosidad. Pero si tenemos conciencia de que aquí han de habitar nobles estímulos, profunda devoción y consagración íntegra a la superación humana poco nos parecer lo que, de sacrificio del país, estas construcciones significan. Ningún ideal nos parece tan digno de nuestros tiempos, y ninguno tan prometedor de salvación para la cultura, como éste a que dedicamos estas obras materiales: la dignidad del género humano parejamente disfrutada sin distingos de raza, de creencias ni de origen nacional. Contra las amenazas a la civilización que a diario se advierten, esta Ciudad es un baluarte. Porque la civilización no perecer mientras en alguna parte del mundo la sabiduría se entienda, como queremos que se entienda aquí, para preparar disciplinadamente a hombres y mujeres imbuídos en la idea de que el saber y los progresos intelectuales y científicos imponen, a quienes los adquieren, una mayor responsabilidad de servicio para sus semejantes. El Gobierno de la República está cumpliendo. Toca cumplir ahora a la Universidad, haciéndose cada vez más digna del alojamiento que con beneplácito del pueblo le ha edificado el Gobierno. Si no tuviéramos una profunda confianza en que ello ser así, no encontraríamos satisfacción en esta obra".10 A lo que yo agregaría ahora, en l994, a cuarenta años de la inauguración de la Ciudad Universitaria, que los universitarios conscientes de nuestra responsabilidad, seguimos cumpliendo. Con muchos otros compañeros tuve la fortuna de estrenar, en l954, las instalaciones de la nueva Escuela Nacional de Arquitectura y vaya que había diferencia con los vetustos salones de nuestra laberíntica, muy querida Academia de San Carlos. Mucho habría que comentar acerca de los más de ciento diez profesionistas, entre arquitectos e ingenieros, que aparecen en la lista de participantes publicada en 1952, además de los nombrados en las diferentes comisiones previas a ésta y de algunos otros que es necesario sumar. Entre todos ellos edificaron la arquitectura del país durante la mayor parte del presente siglo, antes y después de la Ciudad Universitaria, ya fuera desde las aulas o en la practica. Cabe destacar la calidad y eficiencia de la construcción, llevada a cabo entre 1949 y 1952, para lo cual fue necesario crear toda una infraestructura industrial adecuada a los nuevos requerimientos. Colaboradores CIUDAD UNIVERSITARIA DE MEXICO EL PATRONATO LIC. CARLOS NOVOA, Presidente Ejecutivo LIC. EDUARDO SÚAREZ, Vocal DAVID THIERRY, C. P. T., Vocal LOS PROYECTISTAS Proyecto de Conjunto: MARIO PANI Y ENRIQUE DEL MORAL Arquitectos Directores EDIFICIOS Rectoria: Instituto de Geología: Arq. Luis Martínez Negrete Arq. Mario Pani Arq. Juan Sorde Madaleno Arq. Enrique del Moral Arq. José Luis Certucha Arq. Salvador Ortega Flores Biblioteca Central: Arq. Juan O'Gorman Arq. Gustavo M. Saavedra Arq. Juan Martínez de Velasco Instituto de Biología: Arq. Domingo García Ramos Arq. Homero Martínez de Hoyos Escuela de Medicina: Unidad tipo habitacón: Arq. Enrique Carral Arq. Manuel Martínez Páez Multifamiliar para maestros: Arq. Mario Pani Arq. Salvador Ortega Flores Edificio de Departamento del Distrito Federal para habitaciones de estudiantes: Arq. Roberto Alvaez Espinosa Arq. Jorge L. Medellín Museo, Instituto de Arte y Arq. Pedro Ramírez Vázquez Arq. Antonio Serrato Escuela de Arquitectura: Arq. Ramón Torres Arq. J. Martín Cadena Arq. José Villagrán García Escuela de Odontología: Arq. Alfonso Liceaga Arq. Carlos Reygadas Arq. Xavier García Lascurain Arq. Solvio Margain Gleason Aula Magna: Arq. Carlos Obregón Santacilia Arq. Mauricio Gómez Mayorga Facultad de Ciencias e Institutos: Arq. Raúl Cacho Arq. César Novoa Escuela de Veterinaria: Servicios Generales: Arq. Félix Tena Arq. Marcial Gutiérrez Camarena Arq. Fernando Barbará Zetina Arq. Manuel Pizarro Arq. Carlos Solórzano Pabellones de Fisica Nuclear, Arq. Félix Sánchez Baylón Rayos Cósmicos y Gravitación: Arq. Enrique de la Mora Arq. Emilio Méndez Llinas Arq. Jesús Aguilar Arq. Eugenio Peschard Facultad de Filosofía y Letras e Institutos: Ing. Roberto Medellín Centro de Higiene: Arq. Rolando Gutiérrez Iglesia: Arq. Ricardo de la Robina Arq. Jorge González Reyna Club Central: Arq. Enrique Landa Arq. Jorge Rubio Arq. Manuel de la Colina Arq. Eugenio Urquiza Escuela de Jurisprudencia: Arq. Carlos B. Zetina PROYECTOS TÉCNICOS Carreteras y estacionamientos: Ing. Juan M. Durán Arq. Alonso Mariscal Campos Deportivos de Entrenamiento: Ing. Jesús Domínguez Arq. Ernesto Gómez Gallardo vestidores de hombres y casetas aisladas: Ing. Edmundo Rojas González Escuela de Economía: Arq. Vladimir Kaspé Arq. José Hanhausen Escuela de Comercio y Administración: Arq. Mario Pani Arq. Enrique del Moral Baños y vestidores de mujeres y Piscina de natación: Arq. Augusto H. Alvárez Arq. Félix T. Nuncio M. Arq. Ramón Marcos Arq. Ignacio López Bancalari Escuela de Ciencias Políticas y Sociales: Arq. Max Amábilis Arq. Enrique Molinar Estadio Olímpico: Arq. Francisco Calderón Arq. Augusto Pérez Palacios Arq. David Muñoz Arq. Jorge Bravo Escuela de Ciencias Químicas: Arq. Enrique Yáñez Arq. Enrique Guerrero Arq. Guillermo Rossel Escuela de Ingeniería: Arq. Francisco J. Serrano Arq. Luis McGregor Krieger Arq. Raúl Salinas Frontones: Arq. Alberto T. Arai Casino y Gimnasio: Arq. Antonio Pastrana Arq. Raúl Fernández Ing. Santiago Corro Puentes y pasos a desnivel: Arq. Santiago Greenham Ing. Samuel Ruiz García Agua y drenaje: Ing. Alberto J. Flores Ing. Alberto Barocio Electrificacion: Ing. Luis Mascott Forestación y jardinería: Ing. Luis Barragán Ing. Alfonso Cuevas Alemán Iluminación: Ing. José Carlos Silva Ing. Jorge Aguirre Riego: Ing. Jorge García Gómez Arq. Fernando Pineda ADMINISTRACIÓN Y EJECUCIÓN ARQ. CARLOS LAZO, Gerente General Ing. Luis E. Bracamontes, Gerente de Obras Arq. Gustavo García Travesí, Gerente de Planes e Inversiones Wilfrido Castillo Miranda, C. P. T. Dirección de Administración Lic. René Cacheaux, Departamento Legal Lic. Almiro P. de Morantinos. Gerente de Relaciones SUPERVISORES Ingenieros: Juan M. Durán, Jaime Diaduk, Mario Altuzarra, Armando Vega, Carlos Colinas, Armando Gutiérrez Villanueva, Luis Galindo, Sergio Ceballos, Vidal Alonso, Jesús Domínguez, Pedro Niño, Anastacio López, Leopoldo Lieberman y Eudoro Orozco. Arq. Hilario Galguera (del Proyecto de Conjunto) Arq. María Stella Flores. Jefe del Taller de Proyecto de Conjunto Análisis del proyecto general Son tres las partes fundamentales en que se jerarquiza el proyecto de conjunto: 1. Zona escolar, que comprende las secciones de Humanidades, Ciencias, Ciencias Biológicas y Artes, además de los edificios comunes de Rectoría, Biblioteca Central y Club Central. 2. Campos deportivos y 3. Estadio universitario. Son varias las características del proyecto de conjunto original que han permitido que el lugar continúe en uso mucho tiempo después. 1. Se aplicó la idea de "supermanzana" creada por los grandes urbanistas de la primera mitad de este siglo,11 concebida como espacio para el peatón, lo cual implica que planta baja de algunos edificios queda libre, o sea, sobre columnas, para conseguir continuidad de los espacios abiertos. La supermanzana general se subdividió en tres: zona escolar, campos deportivos y Estadio Olímpico Universitario. 2. La ubicación enmedio de la zona escolar de una generosa área jardinada como "campus central" a la manera de algunas universidades norteamericanas e inglesas; en torno del "campus central" se situarían los edificios, ya dentro del anillo de circulaciones. 3. La esplendidez de la concepción original y sus áreas generosas han permitido diferir la saturación de las instalaciones en la mayor parte de los lugares, porque, en contra de las iniciativas originales, ya hay zonas densamente ocupadas. 4. La acertada solución al anillo exterior de circulaciones, dejando entre las vías de ida y de vuelta, zonas también jardinadas, de forma que el paisaje nunca quedaba angustiado por las edificaciones. Desde el anillo exterior se accede a los estacionamientos perimetrales, y de ellos a las entradas de los edificios. Como consecuencia de los aspectos mencionados se lograron perspectivas abiertas hacia el área central y hacia las circulaciones de alrededor, de manera que todo el conjunto constituye una "ciudad jardín". Lugar privilegiado porque permite una vida de calidad que en nuestros días sería muy dificil, sino imposible de lograr, dados los altos costos inmobiliarios y el crecimiento desorbitado de la población. Sería una grave equivocación permitir que esta obra, que es el proyecto arquitectónico y de urbanización más significativo de México durante el siglo XX, como trabajo de conjunto mejor redondeado, fuese destruida mediante la densificación de la zona. Abundando en las ideas anteriores, es importante recordar que la calidad y dimensiones de las "áreas de servicios" de un proyecto arquitectónico, como en este caso lo son la vialidad con sus puentes para pasos a desnivel, la ampliación de la Avenida de los Insurgentes y los estacionamientos, determinan el uso correcto de los elementos "característicos del programa arquitectónico" que aquí son fundamentalmente las aulas y laboratorios, es decir, los lugares de convergencia de profesores y educandos. De no haberse manejado así estos conceptos originalmente, desde hace tiempo que ya no cabríamos en el lugar, dado el aumento de población estudiantil , de automóviles y de transito vehicular. Otra cualidad del proyecto de conjunto, porque la arquitectura no es estática, es que ha permitido el crecimiento de las instalaciones,12 algunas de ellas bien logradas y otras equivocadas, porque no pensemos que aquellas superficies iniciales resuelven ya las necesidades de actualidad que han sobrepasado en mucho las previsiones originales.13 Afortunadamente se contaba con superficie para crecimiento, contigua al proyecto de l954, en el mismo Pedregal de San Angel, misma que fue aprovechada en parte, con el desarrollo de dos circuitos sucesivos de instalaciones. La escala humana Una característica de los edificios de la Ciudad Universitaria, tanto de los horizontales como de aquellos que se desarrollan en altura, consiste en un respeto absoluto por la escala humana. Dadas la magnitud del terreno y de los edificios, así como la amplitud de plazas y andadores hubiera podido perderse fácilmente dicha proporción, es decir, la relación que existe entre el cuerpo del hombre y la dimensión de la arquitectura. Sin embargo, aquí, la escala está siempre presente, en las medidas de los recuadros de los pavimentos, en el ancho de los andadores, en la presencia de las amplias escalinatas que sirven para formar terrazas, absorver desniveles y subdividir las que de otra manera pudieron haber sido distancias desangeladas, dada su magnitud, si no hubiese existido precisamente el deseo de respetar "la escala humana". La búsqueda consciente de este logro aparece en el siguiente parrafo de los proyectistas: "Se llegó al detalle de eliminar la rampa como elemento de composición del conjunto -nos explicaban Pani y del Moral-, por no permitir contrastes de luz y sombra y carecer de una relación dimensional con el hombre; ambas condiciones que son características de la escalinata, que fue usada".14 Pero es que no solo est presente la escala humana en el tratamiento de exteriores, los edificios estan divididos en franjas horizontales que hacen evidentes los entrepisos porque los distinguen de las cristaleras, así sucede, por ejemplo, en las torres de Humanidades y de Ciencias, y en la misma Rectoría; también, por ejemplo, en los pasillos abiertos de los varios pisos de la fachada sur de Ciencias Químicas, orientadas hacia el patio interior de la escuela, alternan la franja horizontal cerrada de entrepiso y antepecho, con las tiras horizontales abiertas, huecas, de los pasillos, en un rotundo y bien logrado contraste de líneas de macizos y de huecos alternados, en horizontal, recurso que de manera semejante se repite en otros edificios, como el de los ingenieros. Es esta una voluntad del clasicismo, en la Ciudad Universitaria estamos en presencia de una arquitectura clásica; clasicismo, claro esta, de la Escuela Racionalista Europea. No hay que pensar que este respeto por las dimensiones del cuerpo del hombre haya sido una condicionante de proyecto impuesta por los directores generales, sino más bien una de las creencias de la época en cuanto a la formulación de la teoría de arquitectura que se seguía en el momento, del funcionalismo. Cada uno de los arquitectos que participaron en los proyectos individuales estaba convencido de la bondad de aquel postulado "de actualidad" y lo seguía a pies juntillas. Es sabido que el gran teórico y difusor del funcionalismo en México fue el arquitecto José Villagran García, maestro de muchas generaciones. Es interesante observar estas cualidades con la perspectiva que nos da el tiempo, porque es evidente que ya no se proyecta así; hoy en día, el manierismo y hasta el barroco imperan sobre el sentir clasicista de los años cincuenta Disposición de los volúmenes Si observamos la composición del conjunto a partir de la plaza del asta bandera, junto a la Avenida de los Insurgentes, veremos que la Rectoría destaca con su prisma esbelto por encima del juego de plazas que descienden, a partir de ella, hacia la zona escolar. A nivel inferior se encuentra la Biblioteca hacia la izquierda y el Museo de Ciencias y Artes a nuestra derecha, ligado a la Facultad de Arquitectura como áreas de servicio comunes que son. Estos volúmenes conforman una plaza muy amplia de gran belleza. Detras de la Biblioteca Central, y todavía más abajo, se eleva la Torre de Humanidades, Rectoría, Biblioteca y Torre que limitan en diagonal, virtualmente, el área central del campus. A partir de esta última surge el volúmen horizontal contínuo de cuatro pisos, de más de trescientos metros de largo que conforma el costado norte del campus central y que proporciona unidad y término visual a la composición. Este largo edificio es otro de los grandes aciertos del proyecto. De nuestro lado derecho, a partir del Museo de Ciencias y Artes, se encuentran las facultades de Arquitectura, Ingeniería y el Instituto de Geología, construído poco después, que limitan en secuencia continúa el costado sur del jardín central, el cual se cierra al fondo con el volúmen transversal, frontal al observador, de la Torre de Ciencias como su límpida silueta de prisma rectangular para poner límite a la composición. Detras de la Torre de Ciencias se abre otra plaza que aunque amplia se percibe limitada, debido a los volúmenes de los edificios de Medicina hacia el oriente, Odontología al norte y Ciencias Químicas en su costado sur, cuatro facultades aisladas entre sí, resueltas en elevación. Destaca entre todas ellas por su prestancia el edificio de Medicina. No muestra esta plaza la claridad de composición que el "campus central"15. Hacia el oriente, la Facultad de Medicina tiene el anfiteatro con un generoso estacionamiento a su alrededor, estacionamiento que ha permitido laborar todos estos años sin congestionamiento, en esta zona de la Ciudad Universitaria; esta es otra de las vistas características de la Ciudad Universitaria de l954. El enorme y bien logrado edificio de la Facultad de Medicina proporciona respaldo y término a la composición arquitectónica del conjunto formado por el campus central y la plaza de las Ciencias. En el proyecto original las dos plazas se relacionaban entre sí mejor que actualmente, en primer lugar porque la Torre de Ciencias se elevaba sobre planta libre, esto es, sobre columnas, que permitía la visión y el paso, y porque no existían los infames agregados de la Facultad de Derecho, o de Ciencias Políticas y Sociales, que invaden el "campus central" cortando las perspectivas. Estas alteraciones dividieron en dos lo que había sido un proyecto unitario. Resumiendo, la volumetría de los edificios y por lo tanto del conjunto, se logra a base de prismas rectangulares de gran nitidez en sus formas, equilibrados en juegos de horizontales y verticales. Se tuvo especial cuidado en situar los edificios altos como limitantes del espacio arquitectónico para evitar que se diluyeran las perspectivas, creando puntos focales que jerarquizaran los espacios, puntos o ejes de referencia, los principales son la secuencia diagonal de Rectoría con la Biblioteca y la Torre de Humanidades y las transversales son la Torre de Ciencias y el edificio de Medicina, este último remata toda la composición con mucho acierto, se nota en él la presencia de un buen arquitecto. El estadio universitario Rectoría se yergue dominante en vertical, como ya decíamos, sobre un extraordinario juego de plazas, las cuales se prolongan hacia el poniente a través de pasos a desnivel, por debajo de la Avenida de los Insurgentes, y se continúan en el amplísimo vestíbulo que circunda el Estadio Olímpico Universitario. Su punto focal desde los túneles es el centro del talud con los murales en relieve de Diego Rivera. La explanada exterior del Estadio Universitario sube con inclinación hasta el arranque de los taludes del cuerpo principal, de manera que se logra continuidad entre el pavimento y los costados del volumen que sale de la tierra, circular y suave, de la misma manera que surgen los crateres de los volcanes del Valle de México. Alrededor del cuerpo del estadio se situó una ancha plataforma de desaforo peatonal, rodeada por los estacionamientos, todo ello dentro del circuito vehicular, produce una amplia extensión que llega hasta la zona arbolada perimetral. En el Estadio Universitario se llevaron a cabo las competencias de atletismo de los Juegos de la XIX Olimpiada, en l968, en cuya Memoria Oficial se resalta que, para dicho evento, "Las modificaciones hechas en el Estadio Olímpico fueron realizadas por un equipo de arquitectos encabezados por Augusto Pérez Palacios -que había sido proyectista del edificio- ...incluyeron la instalación de un pebetero, de nuevas torres de iluminación, de una pista de tartan y del marcador electrónico. Las tribunas fueron rediseñadas y agrandadas, se reacondicionó el campo y se instaló nuevo drenaje. El "palomar" fue agrandado y equipado para la prensa".16 El contraste en altura de toda esta estructura deportiva lo constituyen los elevados postes que sostienen los juegos de baterías luminosas. Por encima del volumen ubicado al poniente surge el "palomar" de los periodistas y de la televisión, en voladizo continuo en un buen tramo de su perímetro curvilíneo. Formas elegantes, reposadas, de curvatura continua, de superficies convexas por el exterior y cóncavas por dentro, y la ligereza de la hilera de las cabinas para la prensa. Las líneas y superficies del edificio prolongan suavemente las de la explanada circundante. Debía ser, además, un edificio económico, "...Esa economía se ha obtenido mediante un diseño que suprime la costosa estructura de concreto, sustituyéndola por el sistema de terraplenes, sobre los que se sentarán las graderías. Con ello, a medida que se extrae el tepetate del cono central invertido, se va depositando sobre los terraplenes (con) el aprovechamiento maximo de los materiales...El revestimiento exterior se hará a base de piedra obtenida en el mismo sitio en que se construye el Estadio".17 Con dicho recubrimiento que impide la penetración de agua se estabilizan los rellenos de tierra. Los túneles de acceso perforan los mencionados terraplenes. Visitas Antes de entrar de lleno a los recorridos que hemos preparado para estas visitas guiadas, es conveniente citar algunos de los juicios de la crítica arquitectónica con respecto del lugar que nos ocupa: "Confiamos en que la vida útil de la Ciudad Universitaria ser larga y que así habrá de permanecer al servicio de los fines de la Universidad; por ello... se deben preservar sus valores arquitectónicos asegurando un desarrollo armónico que garantice su integridad y coherencia" Jorge Fernandez Varela.18 "Sin duda alguna la Ciudad Universitaria es y la considero así, el más amplio y claro exponente de la dirección que parece haber tomado ya el movimiento arquitectónico mexicano. Me impresiona no tal sólo el volumen que representa sinó también la rapidez de la realización y la organización..." "...la Ciudad Universitaria, por su grandeza y posibilidades se convierte en un nuevo laboratorio del muralismo mexicano". Antonio Rodríguez, 1970.21 "La Ciudad Universitaria es la obra más representativa de la arquitectura contemporanea de México...merecen especial atención los frontones y el gran estadio, -este último- resulta ser...una de las obras notables de la arquitectura mexicana contemporanea". Enrique Yañez, 1990.22 Richard Neutra, 1952.19 "Transcurridos veinticinco años de la construcción de la Ciudad Universitaria cabe afirmar que ésta ha sido una de las obras de arquitectura más importantes que se han realizado en México...dentro de la arquitectura mundial, la realización de la Ciudad Universitaria colocó a México en un lugar prominente." "La Ciudad Universitaria, equilibrio de la técnica y la belleza, es decir, de la ciencia y las humanidades; conjunto de edificios y de ambiciones monumentales, artísticas y de proyección cultural y científica para el futuro, se presenta desde el punto de vista arquitectónico, la mayor búsqueda de originalidad e integración plastica que nuestro siglo ha realizado en México." Clementina Díaz y de Ovando, 197923 Pani y del Moral, 197920 Visita 1 Rectoría El volumen de Rectoría surge en elevación, enmedio de un sabio juego de plazas escalonadas que recuerda los amplios espacios abiertos de la arquitectura prehispánica y de los conjuntos conventuales del siglo XVI novohispano. "Para el muralismo exterior hay un nuevo tipo de expectador, observador activo -decía Siqueiros-, cuyo radio visual...es infinitamente mayor y más complejo que el del antiguo examinador de murales inteiores. No es posible una composición frontal de la pared exterior sin reducir el valor plástico de la pintura", por ello en Rectoría los murales se realizan en relieves que acentúan las diversas perspectivas logradas simultáneamente. 24 El cuerpo horizontal de Rectoría cobijaba inicialmente la gran sala de atención a estudiantes, aquí aparece por el exterior, reflejado en un espejo de agua, mostrando materiales vernáculos como lo es el alabastro o "tecali". Este edificio se complementa con tres murales exteriores de David Alfaro Siqueiros. Biblioteca Central El arquitecto y pintor Juan O'Gorman ideó los murales de la Biblioteca Central, dividió la historia de México en cuatro épocas y desarrolló una en cada fachada: prehispánica, virreinal, mundo contemporáneo y México actual. El prisma cerrado para el acervo bibliográfico asienta sobre el cuerpo horizontal de las salas de lectura y demás servicios al público. (EM) Esquina superior del edificio y detalle del mosaico, elaborado con piedras de colores traidas de diversos lugares del país. (IIE) La vista de la Biblioteca Central desde la plaza intermedia de Rectoría ofrece andadores lisos de color rojo, con recuadros de piedra brasa obtenida en el lugar; entre las piedras, originalmente descubiertas, creció el cesped, que hoy conforma tupida alfombra y llegó a cubrir las piedras casi por completo. (JBAH) En el basamento se desarrollan temas escultóricos de inspiración prehispánica, y aunque en el mundo mesoamericano los materiales estaban estucados y coloreados , aquí se dejó la piedra a la vista para aprovechar su textura como elemento expresivo estético y obtener continuidad con el pavimento exterior, también rugoso. (ByL) Humanidades El largo edificio de Humanidades, con más de trescientos metros de longitud y cuatro pisos de altura, cierra el costado norte del "campus central". La disposición en una sola línea de la Facultad de Filosofía y Letras, con sus anexos e Institutos, y las escuelas de Jurisprudencia, Economía y Ciencias Políticas y Sociales, se debe a la necesidad de crear un bloque contínuo que diera continuidad al proyecto de conjunto. A continuación, dispuesta en paralelo y ligeramente remetida, se encuentra la Facultad de Contaduría y Administración. (JBAH) El prisma de la Torre de Humanidades juega su armonía de proporciones con los volúmenes de la Biblioteca Central y de Rectoría, aún cuando su orientación conlleva un intenso asoleamiento de las áreas útiles interiores, lo cual las hace incómodas en horarios determinados. (EM) Los pavimentos exteriores fueron tratados como una amplia terraza para acentuar la penetración del exterior en los edificios, ya que la planta baja se elevaba originalmente sobre columnas. Son acertadas las cualidades rugosas de estos pavimentos, su color y las divisiones en recuadros, necesarias por el fraguado del concreto y por proporcionar la escala humana tan necesaria en estos amplios espacios. (ByL) Club Central El proyecto original contaba con el llamado Club Central situado en posición central en el campus, en el costado sur, daba servicio de restaurante y cafetería y era útil en caso de congresos y reuniones. Sería un acierto recuperar su uso primitivo, con su arquitectura original que era de calidad. El uso inadecuado que algunos estudiantes hicieron de las instalaciones motivó la cancelación de los espacios y un destino deferente que no ha dejado de producir una serie de parches y mutilaciones sucesivas que hacen irreconocible su origen. (ByL) Campus Un amplio jardín constituye el centro del proyecto arquitectónico, el llamado "campus central", a cuyo alrededor se ubican los edificios escolares. Son múltiples y cambiantes las vistas que en él se producen debido al desarrollo de la jardinería y de los macizos arbolados. Es un área de esparcimiento muy necesaria para el buen uso de la Ciudad Universitaria. (JBAH) Visita 2 Ciencias El conjunto arquitectónico de la Facultad de Ciencias se proyectó con un edificio horizontal, de planta en "U", y otro alto, la original Torre de Ciencias, denominada hoy Torre Dos de Humanidades, mientras que el primero es conocido como Edificio de Posgrado y de la Dirección General de Intercambio Académico. Con el paso del tiempo y de las necesidades, muchos de los edificios originales han cambiado de uso y ha sido necesario situar algunas de las instituciones en edificios fuera del campus de 1954. La Torre de Ciencias es de gran pureza geométrica, muy esbelta, con un tico de remate superior que aumenta la impresión de ligereza del edificio. Las fachadas anchas se dividen en horizontales mediante el señalamiento de los entrepisos con material distinto al de las cristaleras que llegan de piso a techo. Originalmente la planta inferior era libre, ahora está cerrada, antes proporcionaba continuidad a campus y plaza de Ciencias, ahora separa los espacios. (EM) El edificio bajo del conjunto de Ciencias se complementa con los murales de José Chávez Morado que son "La Conquista de la Energía" en el frente del auditorio. En el muro de la planta baja del mismo auditorio pintó diversos personajes que intervinieron en la construcción del edificio. En el patio interior se encuentra el mural llamado "El Retorno de Quetzalcóatl", alegoría de las culturas que inciden en el México contemporaneo. (ByL) En este mural de Chavez Morado aparecen los arquitectos Eugenio Peschard, Félix Sanchez y Raul Cacho, autores del proyecto, en un restirador o mesa de trabajo, mientras que Carlos Lazo, administrador y constructor general, muestra el avance de las obras a Carlos Novoa, Presidente Ejecutivo del Patronato de Ciudad Universitaria. 25 (IIE) En la plazuela ubicada en el costado oriente de la Torre de Ciencias se situaba una excepcional escultura por su calidad y adecuación al entorno, creada por Rodrigo Arenas Betancourt, conocida como "Prometeo". Según Pani y del Moral "Para ubicar la escultura y darle las correctas dimensiones en relación con la obra arquitectónica, Arenas Betancourt estudió, por primera vez conjuntamente con los arquitectos, las proporciones aureas para lograr una armonía que era facilmente perceptible". Inexplicablemente, sin ningún respeto a la creación plastica, fue cambiada de lugar. Debería reinstalarse en su sitio. Rayos Cosmicos El proyecto del pabellón de Rayos Cósmicos es debido a los arquitectos Jorge Gonzalez Reyna y Félix Candela. Es otra de las creaciones de la Ciudad Universitaria conocida en todo el orbe. "Las estructuras de cascarón son desarrolladas en México por Félix Candela...La obra más trascendental por su perfección y delicadeza es el Pabellón de Rayos Cósmicos en la Universidad de México" 26. Dicho cascarón tiene un espesor de solamente 1.5 cm. en las partes centrales. (ByL-Felix Candela) Medicina La Facultad de Medicina ha sido tradicionalmente la que más demanda ha tenido por parte del estudiantado, aún cuando los cursos avanzados se llevan en hospitales que no están en la Ciudad Universitaria; por eso sus instalaciones son de gran magnitud. El edificio de Medicina es otro de los proyectos que destacan en el lugar, con él se cierra la composición volumétrica general por la parte oriental del campus, forma el respaldo de la Ciudad Universitaria. Son varios los edificios que componen Medicina, el situado a lo largo, según el eje oriente poniente, remata hacia el campus con un muro ciego de cinco pisos de altura, superficie que fue aprovechada para un enorme mural exterior, obra de Francisco Eppens. Esta obra pictórica es el punto culminante de la composición arquitectónica de la Plaza de las Ciencias. (ByL) Parteluces de la fachada poniente del edificio principal de Medicina (EM) Vista posterior del edificio principal de Medicina, con el auditorio en medio del jardín del estacionamiento. (ByL) Detalles arquitectonicos de los edificios de Medicina. (ByL) Visita 3 Ciencias Químicas El arquitecto Enrique Yáñez, otro de los pioneros de la arquitectura moderna en México, que encabezaba la terna del proyecto de Ciencias Químicas, dejó escrito lo siguiente: El diseño de la escuela de Ciencias Químicas partió de la situación existente en la vieja escuela ubicada en Tacuba. En esta, se tenía un gran número de pabellones aislados...correspondientes a los diversos laboratorios en los que los equipos e instalaciones especializados en cada uno eran determinantes. Esta disposición...pudo transformarse en un edificio compacto de cuatro niveles, compuestos por unidades tipo de laboratorios -en los cuales- se asimilaron condiciones de espacios que parecían tan disímbolos en principio. En la planta baja en cambio, con libertad que estableció contrastes volumétricos, acordes con exigencias particulares, se dispusieron las demás partes del programa". 27 (EM; JBAH) Ingenieria Maqueta del edificio original y dos vistas. El edificio de 1954 de la Facultad de Ingeniería contemplaba tres volúmenes diferentes para las tres actividades fundamentales de la docencia, asaber: áreas teórica, de experimentación e investigación y la de aplicación, resueltos por medio de un elegante proyecto. La diversidad de ramas de la ingeniería, la demanda creciente del estudiantado y la necesidad de ponerse al día en las investigaciones han motivado que sea una de las facultades de la UNAM que más crecieron. Al edificio original se le hicieron ampliaciones desafortunadas, que deforman el sentido original de aquella arquitectura excepcional. Aún así, el edificio de 1954 es espléndido, cuenta con bien logrados patios y un paso elevado a través de un puente. Visita 4 Zona Comercial Entre los servicios comunes de la Ciudad Universitaria se cuenta la terminal que era de autobuses y el estacionamiento ubicados en la esquina de la supermanzana principal, anexos al Museo Universitario de Ciencia y Artes y muy próximos a Rectoría. Cuenta con zona comercial y muy próximos a Rectoría. Cuenta con zona comercial con servicios de Librería Universitaria, Correos, fotocopiado, papelería, etcétera. Desde esta sección surgen los andadores techados que intercomunican el campus central. Otra línea de andadores lleva desde Rectoría hasta Humanidades. La trabelosa en zigzag que cubre el antiguo apeadero de autobuses es la primera de este tipo de estructuras que se construyó en México. Es digna de conservarse. La utilización de esta superficie como estacionamiento ha impedido la saturación de esta zona, que puede convertirse en conflictiva por su proximidad a la Avenida de los Insurgentes. No hay estudiante que no conozca esta zona comercial. (JBAH Y ByL) Frente al Museo Universitario, hacia la plaza, con los andadores de la zona descubierta y de la zona comercial Museo Universitario de Arte Contemporáneo Una exposición de Arte Moderno (MUCA) El Museo Universitario de Ciencias y Artes inicia la sección dedicada a las Artes, se trata de un local grande, techado con diente de sierra, en el cual se montan exposiciones de Arte y de los más diversos temas. Está considerado como uno de los mejores del país, dada la calidad de sus exposiciones y de la museografía que allí se genera. Debe ser visita obligada. Arquitectura El vestíbulo de la Facultad de Arquitectura es de acertadas proporciones, comunica a la Facultad con su biblioteca y su sala de exposiciones, además de con el teatro Carlos Lazo y con el Museo Universitario de Ciencias y Artes. Se sitúa con la entrada principal hacia la plaza de Rectoría, frente a la Biblioteca Central. Recientemente fue remodelado, lo cual acentúa su amplitud y sus proporciones. Aquí presentamos una vista de la plaza a través del descanso de la escalera principal que conduce a la Dirección de la Facultad. La Facultad de Arquitectura fue proyectada con un amplio cuerpo vestibular del cual se parte a los niveles de aulas para materias teóricas y hacia la dirección; con ocho talleres, pequeños edificios independientes, de dos pisos cada uno, entre zonas jardinadas. Ante el aumento de la población estudiantil se hizo necesario ampliar las instalaciones con un cuerpo de cuatro niveles, ubicado entre el cuerpo de aulas y los talleres. La ampliación se debe a los autores del proyecto original, arquitectos José Villagran García , Xavier García Lascurain y Alfonso Liceaga, por lo cual forma cuerpo con la primera construcción. Visita 5 Alberca La alberca cubre los aspectos de piscinas de entrenamiento, recreo y enseñanza, así como instalaciones para competencias y espectaculos, cuenta con zonas jardinadas y terrazas para tomar el sol, además de tribunas para 6,100 espectadores y con todos los servicios necesarios de baños, vestidores, calderas, palcos, cuartos de descanso, de espera, etcétera. Se extiende en una superficie de 19,000 metros cuadrados. La solución arquitectónica cubre el aspecto de belleza y armonía. Se ubica en la zona deportiva, junto al Circuito Escolar. Junto a la alberca, se edificaron los edificios de vestidores para mujeres y para hombres, prestan servicio a los usuarios de los campos deportivos. Perspectiva del conjunto y dos vistas de la alberca (ByL) Frontones "La presentación de los frontones -su aspectoconstituyó uno de los más celebrados aciertos de la Ciudad Universitaria, al haberse optado por la forma de piramide truncada para las paredes envolventes, labradas éstas con piedra volcanica del lugar, lo que tendría, en suma, el poder de sugerir inmediatamente la armonía con los viejos motivos del paisaje del Valle de México, que son varios crateres emergentes, además de remitir a las formas habituales de los basamentos que sirvieron a los templos del mundo indígena prehispanico". Pedro Rojas, 1979.29 Uno de los frontones, gradería del fronton cerrado y el gimnasio. (ByL) Estadio Universitario "Para el acceso inmediato al estadio fueron proyectados 48 túneles de longitud variable entre los ocho y los 60 metros, capaces para desalojar el recinto en menos de 20 minutos. De los vomitorios, el público pasaría al plano de los estacionamientos, directamente o por medio de rampas naturales o envolventes. Un Túnel de maratón, en el extremo norte, serviría de entrada a los atletas en desfile abierto". Pedro Rojas, 1979. 30 Planta y vista General (CESU) Interior (EM). Costado exterior con vista hacia la Ciudad Universitaria y mural de Diego Rivera (ByL) Perspectiva de actualidad La Ciudad Universitaria de 1954 sigue vigente en 1994, prestando servicio, aún cuando fuese proyectada para 20,000 estudiantes, tomando la previsión de un desarrollo futuro de 30,000 universitarios. Sin embargo, la demanda de estudios superiores creció de manera acelerada; entre 1966 y 1970 la población ascendió a 60,000. En 1984 se manejaba una cifra de 300,000 integrantes en la comunidad universitaria.31 Se comprenderá que a cuarenta años de distancia, las necesidades de educación y de uso han aumentado considerablemente ante el crecimiento demográfico y el desarrollo del país. Ha sido necesario ampliar las instalaciones en terrenos del pedregal ubicados al sur de la Ciudad Universitaria original; también la universidad se ha expandido hacia otros puntos de la Ciudad de México e incluso hacia el interior de la República, creando centros de investigación como el observatorio astronómico de San Pedro Mártir en Baja California; los barcos oceanográficos El Puma y "Justo Sierra"; ecología en los Tuxtlas, Veracruz y en la selva de Chiapas, etcétera. Algunos de los centros docentes ya dejaron totalmente sus locales del campus central de 1954, otros los siguen usando aunque se han ampliado hacia la zona exterior. Lo que ha sido modificado en la mayor parte de los casos es el interior de los edificios, porque su destino ha cambiado o por la introducción de nuevas tecnologías en la arquitectura, la enseñanza o la investigación. En los terrenos del Pedregal de San Angel se han levantado dos circuitos vehiculares más, siguiendo las normas de los originales, que abrazan zonas de edificios nuevos. Lo que no se siguió en estos casos es un plan maestro como el que diera origen a la CU 54, así que los nuevos inmuebles, algunos de ellos de muy buena calidad individual, no obedecen en su ubicación a normas de desarrollo armónico previamente establecidas; esto conlleva cierto desorden y el peligro de saturación ya que en cualquier momento pudieran surgir solicitudes para llenar las pocas áreas descubiertas que van quedando. Para seguir refiriéndonos al proyecto de 1954 y a la vista del plano de 1992 elaborado por el Instituto de Geografía de la UNAM, que es el último publicado, en el cual nos estamos basando, observamos el desmedido aumento de estacionamientos, no solo en el interior de la supermanzana principal, sinó hasta los terrenos exteriores del circuito vehicular, con lo cual deja de cumplirse el postulado inicial de que los peatones no deben cruzar las vías de automóviles y viceversa. La tendencia actual de saturación, que se hace presente en la sección de humanidades donde ya se edificó una biblioteca con letrero descomunal que dice: biblioteca, lo mismo que podía decir farmacia o mueblería, aquí si se equivocaron. Está muy avanzada la construcción de otra, ambas sobre las áreas de los primitivos estacionamientos. Estas tendencias conducen a un hacinamiento semejante al del centro de la Ciudad de México, que si allí puede resultar bien, por sus propias razones históricas, con los edificios alineados con las calles; pero que no es, de ninguna manera, el urbanismo preconizado por la Ciudad Universitaria de 1954, que también tiene las suyas. Se perdieron las áreas abiertas, en lugar de jardines, concreto y cristal. Claro que este concepto contradice la idea original de ciudad jardín que hizo de la Ciudad Universitaria de México, en lo arquitectónico, una de las mejores del orbe. No hay duda de que a muchos de los estudiantes de la Universidad actual se les brinda ocasión de acceder a espacios vitales muy superiores a los de su cotidianeidad, quien sabe si ellos están conscientes de ello, y que, probablemente, a muchos de ellos no volver a presentarseles una situación semejante, ya que la vida se vuelve cada vez más competida y difícil. Nuestras ciudades están cada vez más sobrepobladas y los espacios individuales tienden a reducirse. Proporcionar mejores ambientes también forma parte de la educación que debemos ofrecerles, al fin y al cabo están en la Universidad por un deseo de superación. "Qué sentido tiene la crítica apuntada en los parrafos anteriores? Al revisar con una perspectiva de cuarenta años de distancia el proyecto de la Ciudad Universitaria de 1954, constatamos en él una serie de cualidades que deben ser preservadas al maximo, que son irrepetibles, por el bien de nuestro centro docente, de la arquitectura de México durante el siglo XX, y claro esta para que por el bien del país, ya que nuestra competencia como universitarios que somos, nuestra representatividad, abarca el ambito nacional. También por el simbolismo que porta la Ciudad Universitaria de 1954, para el centro docente y para la nación. Esta ocasión para comparar lo que era y la actualidad, es ideal para analizar diferencias y observar lo que se ha ganado y lo que se ha perdido; diferencias que se hacen evidentes, lo único que hemos hecho aquí es expresar algunas con palabras. Además, una de nuestras tareas, sino es que la principal, es valorar aquello que tenemos y difundirlo, para crear conciencia en quienes no son especialistas en la materia. Recordar los fines con que fue concebida puede ayudarnos a revivir aquellos conceptos que, a fuerza de disfrutarlos todos los días, podríamos llegar a olvidar, "aquello que de puro sabido se olvida", que decía don Miguel de Unamuno. Al sur de la Ciudad de México, la Ciudad Universitaria surgió sola, estaba aislada, entre los pueblos de San Angel y Tlalpan más lejos, mucho más lejos del lado de fuera; en un lugar donde se llegó a pensar difícil la vida: en el Pedregal. Hay quienes negaban la posibilidad de que aquel páramo pudiera llegar a ser habitado, "ni siquiera los arboles se darían". Y se hicieron pruebas y los arboles se dieron. La necesidad de crecimiento de la Ciudad de México no se había hecho patente todavía, pero es que, pienso yo, nadie había tenido necesidad de ocupar aquel lugar. Es muy probable que por ello, haya sido posible concebir en grande la Ciudad Universitaria. En aquella época, todavía se hacían presentes en el lugar los volcanes por encima del horizonte, el Popo y el Ixtla allí estaban, no había más que estirar la mano para alcanzarlos. Era lo natural, a nadie extrañaba, allí habían estado siempre. Cuando ya estamos lejos de aquel México, todavía más de campo que de ciudad, provinciano, aquilatamos su valor. La Ciudad Universitaria simboliza el despertar de un México consciente de su capacidad. Lanzamiento a futuro. Hoy las cosas han cambiado, heredamos aquello y lo hicimos crecer con el trabajo de todos los días, contra todos los vientos. Junto al asta bandera de la Avenida de los Insurgentes, lugar de las citas, está Rectoría, por allí pasaron el eminente cardiólogo Ignacio Chávez, a quien pretendieron quitar de enmedio porque no cedió; luego entró el ejército, era impresionante encontrarse de frente con los cañones de los tanques apuntando hacia el automóvil. Enseguida el ingeniero Javier Barros Sierra y los universitarios ganarían la paz y una aurora de mayores libertades. Gonzalez Casanova y Guillermo Soberón habrían de seguir edificando la Universidad. Todo esto ha sido la Ciudad Universitaria, en lo arquitectónico y más alla de la arquitectura, aunque teniéndola como centro y punto de partida. Aún cuando el smog no permita ver los volcanes más que en días muy contados. Retomando el tema del urbanismo, la Ciudad Universitaria sigue siendo lugar de excepción con la Avenida Insurgentes arbolada en ambos lados, casi hasta el Periférico, sin construcciones que ahoguen la calle. Hoy por hoy es uno de los mejores tramos vehiculares con que cuenta la Ciudad, entre zonas dénsamente construidas. Ojala que no se le ocurra a nadie cerrar las perspectivas. El circuito de la supermanzana principal de Ciudad Universitaria sigue abierto en playas de estacionamiento y jardines, tanto en la esquina noroeste con el hermoso jardín que antecede a la Facultad de Filosofía y Letras, donde no se edificó, por suerte, el Aula Magna. También en la esquina suroeste, la de la zona comercial y donde estuviera la terminal de autobuses, ahora estacionamiento muy necesario, por cierto que hace falta en la Ciudad Universitaria un estacionamiento para camiones de turistas. Asimismo, hacia el oriente, en el estacionamiento de Médicina. Son los tres espacios amplios abiertos, los únicos no saturados, que todavía permiten que aparezca desahogada la supermanzana principal y que, de alguna manera, junto con las plazas escalonadas de Rectoría y el Campus Central, todavía se pueda disfrutar el proyecto original de 1954, que sigue siendo uno de los mejores para la docencia a nivel internacional. Una zona que no sólo ha sido conservada, sinó mejorada, es la del Estadio Universitario, ya que dado su uso y la concurrencia de masas de público considerables, requiere de las grandes extensiones peatonales y de estacionamiento con que fue concebida, es la sede del equipo Pumas de la UNAM. Aún cuando la supermanzana de la zona deportiva original ha sido invadida en buena parte, se han abierto campos deportivos entre la Avenida de los Insurgentes y el Estadio Universitario, con lo cual las áreas se han ampliado. El desarrollo de la Ciudad Universitaria, hacia el sur, lo constituyen el Centro Cultural Universitario, con la Ciudad de la Investigación en Humanidades y el Museo de Ciencias UNIVERSUM, lugares lúdicos de esparcimiento en torno de las artes, de las ciencias y de todo el conocimiento. Se conforma con la Sala de Conciertos Nezahualtcóyotl, una de las más modernas en cuanto a disposición de sus elementos y calidad de su acústica; otro edificio que contiene la sala de danza Miguel Covarrubias y la de música Carlos Chávez, con dos salas cinematográficas y las oficinas de la Coordinación de Difusión Cultural. Cuenta con una librería y una cafetería muy bien ubicadas. Todo ello conforma un conjunto armónico que se complementa con el pequeño edificio que ocupa el Centro Universitario de Teatro. La Unidad Bibliográfica cierra el Centro Cultural Universitario por el norte, recientemente ampliada, en 1993, con el Fondo Reservado de la Biblioteca Nacional; custodia la Biblioteca Nacional y la Hemeroteca Nacional, y cobija al Centro de Estudios Sobre la Universidad. Cuenta con dos lugares extensos para la escultura monumental transitable, el Paseo Escultórico con seis obras de otros tantos artistas y la original escultura denominada Serpientes del Pedregal; la culminación de esta sección es el llamado Espacio Escultórico, algo separado de las otras creaciones visuales. Entre los autores con obra en el lugar se cuentan Rufino Tamayo, Sebastian, Hersúa, Helen Escobedo, Manuel Felgueres, Carlos Mérida y Matías Goeritz, y entre los arquitectos, Orso Núñez, Arcadio Artis Spriú, Manuel Medina y Arturo Treviño. El Centro Cultural Universitario, dadas la calidad de su arquitectura y de las actividades que en él se desarrollan, no puede dejar de visitarse. Bibliografía Arquitectura, México. Número dedicado a la Ciudad Universitaria. Revista número 39. Septiembre de 1952. Textos de María Stella Flores, Luis Garrido, Antonio Acevedo et al. México 1952. Véase Pani y del Moral. Artigas Juan B. Los edificios de la UNAM, en Memoria del Segundo Encuentro sobre Historia de la Universidad. Coordinación de Humanidades. Centro de Estudios Sobre la Universidad, UNAM. México, 1986. _____ Centro Cultural Universitario, visita guiada en torno de su Arquitectura. Coordinación de Difusión Cultural, Coordinación de Ciencias y Coordinación de Humanidades. Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1994. Cervantes, Luis de. Crónica Arquitectónica. Ed. CIMSA, México D.F. 1952. Díaz y de Ovando, Clementina. La Ciudad Universitaria de México, Reseña Histórica 1929-1955. Tomo I, prólogo de Miguel León Portilla. Volumen X de la Colección Cincuentenario de la Autonomía. UNAM, México 1979. Faber, Colin. Las estructuras de Candela. Traducido por Miguel M. Echegaray. Compañía Editora Continental S.A., México D.F. 1970. García Barragan, Elisa. La Ciudad Universitaria de México, Reseña Histórica 1956-1979. Tomo II. Volumen X de la Colección Cincuentenario de la Autonomía. UNAM, México 1979. García de León, Carlos y Armando Sanchez Enriquez et al. Guía de la Ciudad Universitaria. Instituto de Geografía, UNAM, México 1993. Guía Universitaria. Secretaría Administrativa de la Universidad Nacional Autónoma de México. UNAM, México 1994. Islas García, Luis. Ciudad Universitaria. Edición para el VIII Congreso Panamericano de Arquitectura. Colección Anahuac-Arte Mexicano, Vol. 29. Ediciones de Arte. México D.F. 1952. Kobeh Hedere, Raul. Crecimiento de la Universidad. Plano Regulador. Conferencia del ciclo Cincuentenario de la Autonomía y Arquitectura de la Universidad, que tuvo verificativo en julio de 1979 en el Curso Vivo de Arte de la UNAM, bajo la dirección de Juan B. Artigas. Inédito. _____ Memoria Descriptiva de Instalaciones Físicas. Dirección General de Obras. UNAM. México 1980 Lazo, Carlos. Pensamiento y destino de la Ciudad Universitaria de México. Miguel Angel Porrua, México 1983. Linares, Mercedes, recopiladora; revisado por Justino Fernández. Murales, Murales, Murales. Dirección General de Intercambio Académico y Cultural, Dirección General de Publicaciones. Edición Trilingüe. UNAM, México 1967. Memoria Descriptiva de Instalaciones Físicas 1980-1981. Dirección General de Obras, UNAM, México. S/f. Memoria Descriptiva de Instalaciones Físicas 1982. Dirección General de Obras, UNAM, México. S/f. Memoria Descriptiva de Instalaciones Físicas 1985-1986. Dirección General de Obras, UNAM, México. S/f. Memoria Descriptiva de Instalaciones Físicas 1987-1988. Dirección General de Obras, UNAM, México. S/f. Moral, Enrique del, y Mario Pani. La Construcción de la Ciudad Universitaria del Pedregal. Concepto, programa y planeación arquitectónica. Prólogo de Jorge Fernández Varela. Volumen XII de la Colección del Cincuentenario de la Autonomía. UNAM, México 1979. _____ Arquitectura, México, Revista número 39. Dedicado a la Ciudad Universitaria, Septiembre de 1952, Editorial Arquitectura, México 1952. Reed, Alma. La Universidad Nacional de México. Historia de la Ciudad Universitaria. Traducción de Jesús Amaya Topete. Editores Asociados, México D.F. 1954(?). Rodriguez, Antonio. El Hombre en Llamas. Historia de la pintura mural en México. Thames and Hudson, London, 1970. Rojas, Pedro. La Ciudad Universitaria a la época de su construcción. Centro de Estudios Sobre la Universidad, UNAM, México 1979. Yañez, Enrique. Del Funcionalismo al Post-Racionalismo, Ensayo sobre la Arquitectura Contemporánea en México. Universidad Autónoma Metropolitana. Ed. Limusa, SA de CV., México 1990.