Respuesta a la pregunta: ¿qué es la ilustración? KANT Contexto histórico:

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Respuesta a la pregunta: ¿qué es la ilustración? KANT
Contexto histórico: La Ilustración (1688−1789) comienza en Inglaterra y se extiende rápidamente al
continente europeo, especialmente a Francia. Época caracterizada por una explosión demográfica, avances en
las técnicas agrícolas y primeros pasos −a mediados del siglo XVIII− de la Revolución Industrial,
especialmente en Gran Bretaña. En política, el despotismo ilustrado de las monarquías absolutas hace valer el
lema "todo para el pueblo pero sin el pueblo". Sin embargo, las teorías políticas dominantes insisten en la idea
del contrato como forma de legitimación del poder. Por otra parte, la Física y Newton se convierten en los
modelos a seguir en el ámbito de las ciencias. El barroco deja paso al clasicismo.
Con Kant comienza una nueva época en la historia de la filosofía. En Kant predomina el pensamiento
crítico. Centró su atención en el sujeto que conoce. Para Kant, el sujeto es el elemento activo del
conocimiento, los objetos se adaptan al modo de conocer del sujeto y giran en torno a él. Kant afirma que hay
conceptos que no provienen de la experiencia, pero esos conceptos sólo tienen aplicación en el ámbito de la
experiencia.
La tarea fundamental de Kant será someter a juicio a la razón para resolver el antagonismo entre todas las
interpretaciones de la misma (racionalista, empirista e irracionalista).
Kant define a la filosofía como "la ciencia de la relación de todos los conocimientos a los fines esenciales de
la razón humana". Para Kant, a la filosofía corresponde proponerse:
♦ Establecer los principios y límites que hacen posible un conocimiento científico de la
naturaleza (¿qué puedo conocer? − Razón pura).
♦ Establecer y justificar los principios de la acción y las condiciones de la libertad (¿qué debo
hacer? − Razón práctica).
♦ Delinear proyectivamente el destino último del hombre (¿qué me cabe esperar? − Religión).
Idea fundamental del texto: El requisito imprescindible para avanzar en la Ilustración es la libertad de los
ciudadanos para poder exponer públicamente el propio pensamiento (uso público de la razón), sin que ello
suponga el incumplimiento, por parte de estos mismos ciudadanos, de las leyes o de las tareas propias que
acompañan al desempeño de sus cargos (limitación de la libertad en lo que Kant llama "uso privado de la
razón".).
El primer requisito de la Ilustración, afirma Kant, es la salida del hombre de su autoculpable minoría de
edad, es decir, de su incapacidad para servirse de su propio entendimiento sin la guía de otro.
Según Kant, la primera causa explicativa de la minoría de edad es realmente uno mismo (autoculpable). Y es
que la causa de tal minoría no es la carencia de entendimiento sino la falta de valor y decisión para servirse
uno mismo de su propio entendimiento, dejando que sean otros (tutores) los que rijan los destinos del propio
pensar. De ahí que el lema de la Ilustración, afirma Kant, sea Sapere aude, es decir, atrévete a pensar por ti
mismo.
Las causas de la minoría de edad son la pereza y la cobardía. Y es que resulta más cómodo, señala Kant, que,
en vez de asumir cada uno la responsabilidad de poner en marcha la propia capacidad racional del saber y del
actuar, dejemos que los demás piensen por uno mismo. Es muy cómodo ser toda la vida un menor de edad. Y
somos menores de edad cuando, por ejemplo, dejamos que un libro piense por nosotros mismos, o que un
tutor reemplace nuestra conciencia moral, o que nos sirvamos de un grupo para ocultar nuestras frustraciones
y lograr así refugio y amparo a nuestras irresponsabilidades.
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Son muchos los peligros que nos acechan si decidimos permanecer en la minoría de edad y bajo la tutela y la
guía de otros. Entre tales peligros, Kant, señala los siguientes:
• Los tutores que tomado sobre sí la tarea de velar por nosotros se encargarán (debido a qué tal tutela
no puede ser definitiva) de asustarnos con todos los peligros y sinsabores que nos acecharán en el
momento en que demos el paso hacia una posible mayoría de edad.
• Los tutores se encargarán también de atontar a los menores de edad, como animales domésticos,
provocando en ellos la sensación de serles imposible caminar sin las andaderas en las que han sido
encerrados. Fabricarán sujetos incapaces de caminar por sí solos y, por tanto, dóciles y fáciles de
manejar.
Kant afirma que aunque es difícil salir de la minoría de edad, lo que es evidente es que surgen continuamente
hombres que piensan por sí mismos
la Ilustración es, según Kant, la libertad de hacer siempre y en todo lugar, un uso público de la razón.
Lo que sucede, sigue afirmando Kant, es que por todas partes surgen limitaciones a tal uso ilimitado de la
libertad. Así algunas voces afirman: razonad todo lo que queráis, pero obedeced. Pues bien, se pregunta Kant,
cómo compaginar la necesidad de la libertad con la existencia de la obligación. Su respuesta es la siguiente:
Se puede hacer un uso público y un uso privado de la razón. El uso público implica una libertad total y sin
límites. Es únicamente el uso privado de la razón el que puede tener limitaciones. El uso público de la razón
se produce cuando alguien, en cuanto docto en una materia determinada, hace uso de su razón ante el gran
público o ante el mundo de sus lectores. En este contexto no deben existir límites para la libertad de
expresión. El uso privado de la razón es la utilización que uno hace de la misma en un determinado puesto
civil o de la función pública. En este contexto si caben límites a la libertad de expresión.
Otras ideas: La reivindicación de la autonomía y de la función crítica de la razón para guiar la vida del
hombre, típica de la Ilustración, tiene su reflejo en las dos grandes obras de Kant: la Crítica de la Razón Pura
y la Crítica de la Razón Práctica.
En su crítica de la razón pura se pregunta por cuáles son las posibilidades de conocimiento que tienen
nuestras facultades cognoscitivas. Se pregunta si se puede obtener un conocimiento científico y riguroso de las
realidades de las que no tenemos un conocimiento sensible. Para ello ha de preguntarse primero si es posible
la metafísica como ciencia, ya que esta es la que busca obtener conocimiento de estas realidades.
Las condiciones que hacen posible la ciencia son: empíricas (toda ciencia ha de basarse en datos que parten
de la experiencia) y trascendentales−a priori (toda ciencia se apoya en unos contenidos anteriores a la
experiencia) La ciencia se compone de juicios y, sin juicios, no hay ciencia. Los juicios pueden ser analíticos
(cuando el predicado está comprendido en el sujeto. Son universales y necesarios pero no extensivos) o
sintéticos (el predicado no está comprendido en el sujeto), a priori (independientes de la experiencia) o a
posteriori. Para Kant, sólo los juicios sintéticos y a priori pueden ser científicos.
Su crítica de la razón pura se divide en tres partes: En la estética trascendental estudia las condiciones
sensibles del conocimiento, en la analítica trascendental estudia el entendimiento y en la dialéctica
trascendental estudia la razón.
Espacio y tiempo (formas a priori de la sensibilidad), son condiciones universales y necesarias para que pueda
darse cualquier conocimiento sensible. El primer conocimiento se forma gracias a un elemento material
(impresiones sensibles) y un elemento formal (formas a priori de la sensibilidad) El resultante es el
fenómeno, lo que aparece.
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A través de la sensibilidad percibimos unas sensaciones pero no las comprendemos, esto es propio de la
facultad del entendimiento. En la analítica, Kant diferencia entre dos tipos de conceptos empíricos y puros
(categorías). El entendimiento aplica espontáneamente las categorías a los fenómenos provenientes de la
facultad de la sensibilidad. . Las categorías sólo pueden ser aplicadas a los fenómenos y, sin ellas, el
conocimiento es imposible. Nosotros conocemos lo dado en el espacio y el tiempo, es decir, el fenómeno, lo
que aparece. Sin embargo no conocemos el noúmeno, es decir, la cosa en sí; nosotros no tenemos más que
intuiciones sensibles, y, por tanto, nuestro conocimiento está limitado al mundo de las intuiciones sensibles,
de los fenómenos: no tenemos conocimiento de las cosas en sí.
La metafísica como ciencia es imposible porque las categorías sólo pueden aplicarse a los fenómenos y las
realidades metafísicas (Dios, alma, mundo) escapan a la experiencia fenoménica. Los juicios sintéticos a
priori− son imposibles en la metafísica. Kant hace una triple crítica a la Metafísica, que se considera dividida
en tres ramas: psicología (alma), cosmología (mundo) y teología (Dios).
En su "Crítica de la razón práctica", Kant se propone crear una ética formal, es decir, a priori (universal y
necesaria para todos los hombres), categórica (no hipotética, que los juicios sean absolutos sin condición
alguna) y autónoma (no heterónoma, que sea el propio sujeto el que se de a sí mismo su ley). A esta ley que
la voluntad se da a sí misma la llama Kant el imperativo categórico:
Obra de tal manera que tus actos puedan ser tomados como normas universales de conducta.
Este imperativo no dice lo que hay que hacer sino únicamente cómo. Para Kant sólo son moralmente buenas
las acciones que se realizan por deber.
Al afirmar la imposibilidad de la metafísica como ciencia no está negando la inmortalidad del alma, ni la
existencia de Dios, lo único que dice es que no son objeto de conocimiento. Según Kant, las realidades
metafísicas no son evidentes, ni pueden demostrarse, pero hay que admitirlas como postulados para que sea
posible la moral. Los tres postulados son: Libertad, Inmortalidad del alma (la voluntad persigue un fin
inalcanzable en esta vida; luego hay que afirmar la inmortalidad) y Dios (en el mundo, el ser y el deber ser no
se identifican; es necesario admitir a Dios como el ser donde se identifican esas dos realidades).
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