LA PERSONALIDAD DE PEDRO SAAD Por Elías Muñoz Vicuña Después de pocos días se cumple el primer año del fallecimiento de Pedro Saad destacada personalidad ecuatoriana del movimiento obrero y comunista internacional. Pedro Saad nació en esta ciudad el 19 de mayo de 1909 y murió aquí mismo el 26 de febrero de 1982. Desde sus primeros años demostró interés por los problemas intelectuales sociales y políticos. Fue un destacado estudiante de la instrucción primaria, secundaria y universitaria. Fue representante de los estudiantes de Jurisprudencia al Consejo Universitario de la Universidad de Guayaquil, dirigió la huelga universitaria de 1931, y presidió la Asociación Escuela de Derecho. Siempre se preocupó de los problemas estudiantiles tanto que apoyó y colaboró decididamente para la formación de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador -FEUE- en 1942. Siendo estudiante ingresó en 1932 a la Juventud Comunista y al Partido Comunista del Ecuador actuando en forma abierta y en cada día con mayores responsabilidades hasta ocupar a fines de 1935 la Secretaría General del Comité Regional del Litoral y un sitio en el Comité Central del Partido. Con sus compañeros de entonces ya había realizado labores de organización del movimiento sindical, entre las que destacan sus actividades en la huelga general de mayo de 1934 y la de panaderos de octubre de ese mismo año. Los derechos e intereses de los trabajadores siempre se ven afectados por las medidas que toman los gobiernos en beneficio del imperialismo y de los sectores dominantes. Por eso combatió a los gobiernos de esos años desde las posiciones de izquierda y del proletariado, hasta ser desterrado del país por el gobierno del Ing. Federico Páez, saliendo a residir en Panamá, México y Costa Rica. En 1938 regresó al país cuando lo gobernaba el general Alberto Enríquez Gallo, se había derogado la infame Ley de Seguridad, convocado la Asamblea Constituyente de ese año, el Congreso Nacional Obrero de Ambato y revisados los contratos con las compañías imperialistas United Fruit Company, South American Developmant Company y Anglo Ecuadorian Ollfields Limited que estaban apoderadas del banano, el oro y el petróleo ecuatorianos. Pocos meses después, el primero de septiembre de 1939, se inició la Segunda Guerra Mundial. Esta se empezó con una guerra interimperialista, pero toda la humanidad se sintió amenazada por el eje Nazi-Nipo-Fascista. Esta guerra a partir de la agresión a la Unión Soviética, se transformó en guerra de liberación de los pueblos. En estas circunstancias, los proletarios, izquierdistas y demócratas de todo el mundo, plantearon el Frente Unido Antifascista, es decir aunar los esfuerzos de toda la humanidad progresista para derrotar al fascismo, el peor enemigo de la humanidad. Las fuerzas progresistas del Ecuador cumplieron con su papel de lograr la unidad nacional para contribuir a la victoria de las fuerzas aliadas. En esta campaña, Pedro Saad participó activamente y ganó merecido prestigio. El Partido Liberal impuso la elección del Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río como Presidente de la República, mediante el fraude de enero de 1940. Esto fue repudiado por todo el pueblo y singularmente por las fuerzas antifascistas. Como si esto fuera poco el año de 1941 el Perú agredió al Ecuador y lo invadió, y el 29 de enero de 1942, se le impuso en Río de Janeiro el Protocolo que cercenó su territorio. El Gobierno de Arroyo nada hizo por la defensa militar y diplomática del país. Por supuesto que las misiones militares italianas que habían estado en el Ecuador demostraron su ineficacia. En la protesta contra tanto descalabro y abuso, Pedro Saad estuvo en primera línea, siendo apresado y confinado en Rocafuerte (Manabí), donde se enfermó y estuvo su vida en peligro. Su principal acierto en estos años está en haberse dedicado a la organización del pueblo, bajo la consigna “Por la Restauración Democrática y la Unidad Nacional”. Al frente del Comité Nacional de Trabajadores laboró intensamente para que se haga un Congreso y se constituya una Central Sindical Nacional. El Congreso de trabajadores de marzo de 1943 fue disuelto por la policía y detenido Pedro Saad por largos meses. En este período hizo una amplia labor de educación como parte de la organización de base del movimiento sindical. Asimismo, participó activamente en la unidad de las fuerzas políticas en Alianza Democrática Ecuatoriana -ADE-, que lanzó la candidatura del Dr. José María Velasco Ibarra para Presidente de la República en 1944 que publicó un programa de avanzada, y que ante la represión gubernamental buscó las suficientes fuerzas para el derrocamiento de la tiranía. Tan apreciado fue su papel que se lo nombró para que integre el Gobierno Revolucionario de Guayaquil, después del triunfo de la insurrección militar y popular del 28 de mayo de 1944. Triunfante la revolución encabezó la movilización de los sindicatos y más organizaciones de trabajadores para fundar la Confederación de Trabajadores del Ecuador -CTE - el 9 de julio de 1944, Congreso en el que fue elegido Presidente de la nueva central y uno de los diputados por los trabajadores a la Asamblea Nacional Constituyente de 1944 y 1945. En dicha Asamblea fue nombrado miembro de la Comisión de Constitución y, por tanto, jugó un papel destacado en la elaboración de la Constitución de 1945, la más avanzada que ha tenido el País. En ese mismo año terminó la Segunda Guerra Mundial con el triunfo de las Naciones Unidas. Todas las fuerzas que habían contribuido a la derrota del fascismo, robustecieron sus filas y se organizaron en escala internacional. En esa virtud, Pedro Saad fue elegido miembro del Comité Central de la Confederación de Trabajadores de América Latina -CTAL- y concurrió a fundar la Federación Sindical Mundial -FSM- el 4 de octubre de 1945. En esos años Pedro Saad ya era el más destacado dirigente sindical, el más valioso cuadro del Partido Comunista y uno de los oradores más brillantes del Ecuador; era en suma, un tribuno del pueblo ecuatoriano. Por eso, cuando la reacción ecuatoriana y el imperialismo, con su política de Guerra Fría, quisieron darle marcha atrás a la rueda de la historia, Pedro Saad fue de los que encabezaron la resistencia a esa política antipopular, antinacional y contraria a los intereses de la humanidad; y fue de los que organizaron las nuevas fuerzas capaces de romper el frente imperialista y retomar el curso de la historia. En este período, desde el Parlamento defendió los derechos de los trabajadores y del pueblo; el decoro y el honor del Partido; la soberanía nacional; la paz entre las naciones; la dignidad del pueblo ecuatoriano. Como Senador por los trabajadores de 1947 a 1959, jugó un papel destacado en toda circunstancia. El hecho de ser el mejor de sus militantes, hizo que Pedro Saad fuera llamado a la Secretaría General del Partido Comunista del Ecuador en Agosto de 1952, en pleno fragor de la Guerra Fría. Los obreros, campesinos, artesanos, mujeres y jóvenes, venciendo toda clase de dificultades se habían organizado en cierto grado; este era el resultado por la lucha de sus intereses inmediatos, por sus derechos y por sus imperativos históricos. Ahora, era necesario que todo el pueblo contara con un análisis completo de la realidad nacional dirigido a todos los ecuatorianos. Este documento fundamental es el que contiene LOS LINEAMIENTOS PROGRAMATICOS DEL PARTIDO COMUNISTA DEL ECUADOR, aprobado por el VI Congreso del PCE en mayo de 1957. Este documento científico, marxista-leninista, resume las experiencias del pueblo ecuatoriano y le ha servido a todo el pueblo ecuatoriano como instrumento para su lucha y ese es su mérito principal. En el se señala que los enemigos principales del pueblo ecuatoriano son el imperialismo y el feudalismo, que el instrumento de su triunfo es el Frente de Liberación Nacional y que el objetivo de su lucha es la Revolución Nacional Liberadora, parte de la Revolución Socialista Mundial. Correlativamente se fueron organizando amplios sectores de trabajadores como los agrícolas, municipales, bancarios, hospitalarios, profesionales, etc., con lo cual el movimiento sindical se trasformó en un movimiento de masas. El pueblo ecuatoriano en forma esforzada venía defendiéndose y organizándose. Por la acción de todos los pueblos de la tierra la Guerra Fría se derrumbaba, la Unión Soviética inicia la salida al espacio sideral, Cuba realiza su revolución socialista, el mundo colonial se desmorona y todo intento de guerra imperialista era contenido y derrotado. En estos días, la personalidad de Pedro Saad ya excedía los límites nacionales, por su participación en los Encuentros del Movimiento Comunista y Obrero Internacional, por su asistencia como invitado a los Congresos de los Partidos Comunistas y Obreros, a los sindicales, a los seminarios internacionales y a los actos de solidaridad. Lugar principal en su acción internacionalista tuvo su participación en el Movimiento de Partidarios de la Paz, habiendo concurrido a su tercer Congreso en Varsovia; pero sobre todo, porque entendió que tal movimiento no se reducía a una agrupación específica, sino que comprende la acción vital de los pueblos en todos los frentes, tanto dentro como fuera de la agrupación específica, para que la política de paz haga que participen todos los hombres que quieran salvar a la humanidad del holocausto nuclear. El imperialismo yanqui no podía quedarse tranquilo frente a la acción de los pueblos latinoamericanos y del pueblo ecuatoriano en particular. Por eso fraguó la política de la Alianza para el Progreso con el objeto de engañar a los pueblos latinoamericanos. Al mismo tiempo impuso una serie de dictaduras militares para aterrorizar a esos mismos pueblos. Y finalmente intensificó la guerra en el Vietnam para tratar de impedir la liberación definitiva de ese pueblo héroe. Pedro Saad como cabeza de los combatientes contra el imperialismo y por la paz, contra la reacción y por la democracia, contra el hambre y por el bienestar, fue detenido por la Dictadura Militar de julio de 1963, torturado y mantenido preso durante diecisiete meses y medio. El pueblo del Ecuador, como es sabido luchó contra la Dictadura militar y la derrocó en marzo de 1966 con un amplio movimiento de masas, con la huelga general indefinida, acto al que no fue ajena la consigna dada por Pedro Saad al Partido Comunista de que en sus relaciones con la oposición burguesa “golpeemos juntos a la dictadura pero marchemos separados”. Terminada esa dictadura, Pedro Saad en 1968 participó activamente en la constitución de Unión Democrática Popular -UDP- como una alianza del PCE con el pueblo por su programa mínimo, cosa que se extendió a la constitución del Frente Amplio de Izquierda -FADI-. Junto con esta tarea examinó los fundamentos, analizó la realidad y planteó los programas de los movimientos sindical, campesino, artesanal, de mujeres, etc. En la década del 70 se inició la publicación de las Obras Escogidas de Pedro Saad, de las que se han editado los tomos IV y V. El tomo I comprende sus primeros trabajos. El tomo II, lo correspondiente a la construcción del movimiento sindical y la CTE. El tomo III los discursos parlamentarios, que pueden llenar varios volúmenes. Y el tomo VII, sus últimos trabajos. Siendo Pedro Saad fundamentalmente orador, mucho se habrá perdido; pues solamente en los últimos años fue posible grabar sus intervenciones. De algunos trabajos sólo nos quedaron los sumarios que preparaba o las reseñas periodísticas. Pedro Saad fue hombre de pensamiento y de acción, nunca rehuyó su presencia en la actividad política, cultural, sindical y partidaria. Como hombre de acción muchas veces se equivocó, unos errores los rectificó, otros no tuvo oportunidad de hacerlo. Uno de sus errores fue haberse sumado a la desviación browderista en los años de 1943 a 1945, cosa que fue rectificada y condenada por el movimiento comunista, el partido ecuatoriano y por él mismo. Como toda obra humana, el trabajo de Pedro Saad requiere el examen crítico, al que sólo tienen derecho los que vivan animados del mismo espíritu de lucha por la democracia y el socialismo. La vida de Pedro Saad ha sido útil para el Ecuador y dentro de sus limitaciones para todo el movimiento comunista, obrero y democrático. Por eso, el día que murió se sumaron al dolor de sus parientes, sus camaradas y sus amigos; los poderes del Estado, su partido, los partidos políticos, las personalidades sociales, los sindicatos y más organizaciones de trabajadores, los intelectuales, los artistas, la prensa y sobre todo el Movimiento Comunista y Obrero Internacional. El nombre de Pedro Saad será recordado y su pensamiento grabado en sus obras será siempre útil para los que luchen por la libertad, la democracia y el bienestar del pueblo ecuatoriano; la solidaridad de los pueblos en lucha por la paz y la amistad; y sobre todo, será recordado como uno de los que lucharon por el triunfo de las ideas del socialismo y del comunismo. Guayaquil, Febrero de 1983.