UNIDAD 3. INTERRELACION DE LOS COMPONENTES BIOTICOS Y ABIOTICOS DEL AGROECOSISTEMA. Bioestructura del suelo. La estructura se refiere a el arreglo de las partículas del suelo. Un "ped" o gránulo es un agregado natural del suelo. Los agregados en el suelo son a menudo separados de los peds adyacentes por superficies de poca consistencia. La estructura afecta la penetración del agua, el drenaje, la aireación y el desarrollo de raíces, afectando así la productividad del suelo y las facilidades de labranza. La estructura, especialmente en el suelo superficial puede ser alterada por las labores de cultivo mientras que la textura no cambia por las operaciones usuales de laboreo. El tipo de estructura del suelo se determina por la forma general de los agregados. La clase de estructura se determina por el tamaño de los agregados y el grado de la estructura es dependiente de la estabilidad o cohesividad de los agregados. Los varios tipos de estructura se discuten más ampliamente en el Cuadro 4.10 y un resumen más completo de estas características aparecen en el Cuadro 4.11. En general las estructuras que más se relacionan con la actividad biológica del suelo son las esferoidades (migajosa y granular) particularmente la migajosa puede formarse por el fraccionamiento realizado por organismos del suelo (gusanos de tierra, insectos, hongos principalmente) y sus excrementos, secundariamente también se observa en la estructura la granular y la de bloque subangulares, en esta última es evidente que el crecimiento y exploración de las raíces de plantas y tránsito de otros organismos provocan el desgaste de los bordes angulosos de los bloques, propiciando con ello un mejor drenaje de agua entre bloques y circulación de aire necesario para la respiración radicular de las plantas. Evitándose también que los bloques se colapsen en el humedecimiento y secado del suelo. En general las estructuras de origen biológico (migajosa, granular y de bloques subangulares) promueven un mejor condición física de los suelos, para el crecimiento radicular de plantas. LA FORMACION DE AGREGADOS La floculación es el primer paso en la agregación del suelo. La cementación o estabilización de los flóculos los convierte en agregados. La mayoría de los coloides del suelo son de carga eléctrica negativa. La floculación ocurre después de que los coloides negativos son neutralizados por los cationes adsorbidos. Los iones altamente hidratados como Na+ son muy grandes para que los coloides del suelo se neutralicen por completo originando la repulsión de partículas negativas y la dispersión. Los iones pequeños y divalentes como el H+, Ca++ o Mg++, neutralizan más efectivamente los coloides del suelo que el Na+, produciéndose la floculación y agregación en los suelos. Además de la naturaleza de los iones adsorbidos, otros factores que influyen en la génesis de los gránulos del suelo son: 1) el humedecimiento y secado; 2) las heladas y el deshielo; 3) la actividad física de las raíces y animales del suelo; 4) la influencia de la degradación de la Materia Orgánica (M. O.) y de las excreciones de los microorganismos y de otras formas de vida 5) el laboreo del suelo. De todos estos factores probablemente el de mayor importancia sea la M.O. Las propiedades electroquímicas del humus, tanto como de la arcilla, son efectivas en la organización y estabilización posterior de los agregados. Los desechos y otros productos viscosos microbianos también favorecen el desarrollo granular y ejercen una influencia estabilizadora. La granulación de un suelo arcilloso no puede ser provocada adecuadamente sin la presencia de una cierta cantidad de humus. El laboreo tiene efectos favorables y desfavorables en la granulación. Las labores afloran el suelo, incorporan la materia orgánica, rompen los terrones y producen una mejor cama para el cultivo, lo cual es benéfico. Cuando por otra parte se laborea por mucho tiempo se tienen efectos degenerativos en los gránulos del suelo superficial y ésto se debe a la oxidación de la M.O., a la alteración de agregados por el efecto del tránsito de equipos pesados que producen, en último caso, una compactación. Mientras que algunos agregados son muy estables otros no y aparentemente estas diferencias se relacionan con: la presencia o ausencia de ciertos agentes cohesionantes de la tierra, como el tipo de arcilla predominante, ya que la kaolinita produce gránulos más estables que la montmorillonita y otros compuestos inorgánicos como los óxidos de Fe. Es importante mencionar que las condiciones ideales de suelo para el crecimiento de plantas, debe ser tal que le proporcione nutrimentos para la absorción y asimilación de nutrimentos, esto se efectúa por medio del transporte de estos en el agua de riego, sin embargo como mencionamos es desable contar con una estructura que no colapse o se adhiera con el humedecimiento y secado y, con ello se evite la circulación de aire también vital para el crecimiento radicular; por tanto es preferible contar cuando menos con un 50 % del volumen de poros ocupado por aire y el otro 50 % ocupado por agua para el transporte nutrimental y la demanda de este vital líquido para el crecimiento de la planta. RELACION ENTRE LAS DIFERENTES FORMAS DEL AGUA EN EL SUELO. Para entender la retención del agua en el suelo, recordemos que una molécula de agua puede comportarse como un ion bi-polar, como se ilustra en la figura 5.1; recordemos que una particula coloidal del suelo por ejemplo la arcilla, tiene carga negativa, por tanto existe una atracción entre esta y la molécula de agua, produciéndose una zona de adhesión y también existe atracción entre moléculas de agua produciéndose una zona de cohesión como se observa en la figura 5.2. Otra forma de explicar lo anterior sería indicando que el agua que rodea a una partícula de suelo en forma de una película y a medida que el espesor de la película se hace más grueso la fuerza de retención es menor. Por lo tanto ambas explicaciones evidencían que, la zona de adhesión sería la zona de agua no aprovechable; la zona de cohesión sería la zona del agua aprovechable y fuera de ellas estaría el agua gravitacional no aprovechable. CLASIFlCACION DEL AGUA DEL SUELO El agua del suelo ha sido clasificada de varias maneras. Una de las clasificaciones más significativas se basa en la energía de retención del agua, usualmente conocida como "tensión de la humedad del suelo". Esta clasificación está más directamente relacionada con la energía que las raíces de las plantas deben ejercer para absorber el agua. La cantidad de agua presente en el suelo en cualquier tiempo es comúnmente expresada como un porcentaje del suelo secado a la estufa. --- Suelo secado a la estufa. Es la base para casi todos los cálculos de humedad en el suelo. La tensión de equilibrio de la humedad a sequedad de la estufa es aproximadamente de 10,000 atmósferas*. La sequedad del suelo a la estufa se determina poniendo el suelo a secar a una temperatura de 105° C hasta peso constante. --- Suelo secado al aire. Es el término que indica variación en el contenido de humedad del suelo a la temperatura del aire. En condiciones medias la humedad del suelo secado al aire es retenida con una tensión aproximada de 1,000 atmósferas. Esta agua no es aprovechable por las plantas. --- Coeficiente higroscópico. Se determina poniendo al suelo secado al aire en un ambiente casi saturado a 25°C hasta que no absorba más humedad. Esta tensión es aproximadamente igual a 31 atmósferas. El agua en estas condiciones no es aprovechable por las plantas pero la pueden utilizar algunas bacterias. --- Agua al punto de marchitamiento. Es el contenido de agua retenida con una tensión aproximada a las 15 atmósferas. --- Capacidad de campo. Puede determinarse fácilmente en un suelo de buen drenaje. Después de una lluvia o riego pesado se cubre la superficie del suelo para reducir las pérdidas por evaporación y se dejan 2 o 3 días para permitir un drenaje libre. Después de este tiempo la humedad de la superficie del suelo está a la capacidad de campo. En atmósferas de tensión es aproximadamente de 1/3. Observar la figura 5.3. Entre la capacidad de campo y porcentaje de saturación el agua no es aprovechable por los cultivos comúnes debido a la escasez de oxígeno. Es aprovechable sin embargo para cultivos como el arroz. La cantidad de agua a saturación se refiere a aquella humedad que satura con agua por completo (100%) al espacio poroso del suelo. Entre el punto de marchitamiento (15 atm) y la capacidad de campo (1/3 atm) el agua del suelo es aprovechable por las plantas. “Esta es la humedad en que nosotros los agrónomos o agricultores estamos interesados en mantener el nivel de humedad, adecuado para el crecimiento y desarrollo de cultivos. Las constantes comunes de humedad del suelo en términos de atmósferas de tensión y otros datos aparecen en la Fig. 5.4. Las plantas cultivadas por su parte, también tienen diferentes capacidades para absorber agua del suelo, en el cuadro 5.1 se presentan las tensiones del agua a la que diferentes cultivos pueden absorberla (el agua) con facilidad. AGUA APROVECHABLE El agua aprovechable es la humedad del suelo entre el punto de marchitamiento y la capacidad de campo. La cantidad de agua por aplicar a un suelo al punto de marchitamiento para alcanzar la capacidad de campo se llama “capacidad de agua aprovechable". La capacidad de agua aprovechable varía en primer lugar con la textura del suelo; por ejemplo, es alrededor de unos 3 cm de lámina en suelos arenosos, de 5 cm en migajones y suelos francos y de unos 3.8 cm en suelos arcillosos, si la profundidad del suelo es de 30 cm. Una relación generalizada entre el punto de marchitamiento, la capacidad de campo y la capacidad de agua aprovechable en 8 suelos de textura diferentes se expresa en el cuadro 5.2 y en la figura 5.5 se representan gráficamente estos mismos datos. Al aumentar la arcilla en el suelo, se incrementa la capacidad de retención de agua, tanto al punto de marchitamiento como a la capacidad de campo. Lo mismo se observa con la capacidad de agua aprovechable hasta la textura del migajón limoso. Sin embargo, en el migajón arcilloso y la arcilla, la capacidad de agua aprovechable decrece en comparación a la del migajón limoso. Cuando una planta principia a marchitarse (punto de marchitamiento), la cantidad de agua que permanece en el suelo depende de la textura; en suelos arenosos la cantidad de agua que permanece al punto de marchitamiento puede ser equivalente a una lámina de 1.25 cm por cada 30 cm de espesor de suelo. En suelos francos esa cantidad puede ser de 3.5 a 4.0 en suelos arciIlosos alrededor de 6.3 a 6.4 cm por 30 cm de profundidad. Para expresar los valores aproximados del peso del suelo y por ciento del volumen de poros de acuerdo a la estructura del suelo, se establece la relación en el Cuadro 5.3. A continuación se observa la microestructura en microscópico petrográfico en campos de 2X y 4X de suelos (profundidades de 0 hasta 175 cm) de huertos de naranjo del centro del Estado de Tamaulipas (localidades Luz del campesino en Güemez, La Misión Victoria y Padilla). LOS CUATRO PRINCIPALES COMPONENTES DEL SUELO. Al suelo en su sentido más amplio se le ha considerado como una mezcla de, materia mineral, materia orgánica, agua y aire. El volumen ocupado por cada uno de estos componentes en un suelo superficial de textura franca y en condiciones ideales para el desarrollo de las plantas, será aproximadamente como sigue: material mineral 45%; materia orgánica 5 %; agua 25% y aire un 25% de volumen de suelo. Es interesante notar que alrededor de la mitad del volumen constituye al espacio poroso (agua y aire). Las proporciones de estos componentes varían de tiempo en tiempo y de lugar a lugar. El volumen de agua y aire componen una relación directamente porcional uno con el otro. La entrada del agua al suelo excluye al aire. Al ser removida el agua por el drenaje, la evaporación o por la absorción de las plantas en desarrollo, el espacio poroso llega a ocuparse con aire. El subsuelo generalmente se caracteriza por contener menos materia orgánica que el suelo superficial. Un suelo orgánico como los humíferos o turbosos tienen un mayor volumen ocupado por materia orgánica que por materia mineral.