PROTOCOLO DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN “La formación del consentimiento en los contratos electrónicos” I. Antecedentes El comercio electrónico se inicia en la década de los setenta del siglo pasado, cuando las instituciones financieras introdujeron las transferencias de fondos electrónicas entre bancos en redes privadas seguras. Las transferencias electrónicas de fondos optimizaron la generación de información relativa a pagos y transferencias electrónicas. Durante el primer lustro de la década de los ochentas se extendió el comercio electrónico a las empresas de una manera vertiginosa en forma de tecnologías de mensajes electrónicos a las que se les denominó “Electronic Data Interchange” (EDI) y del correo electrónico. Las redes interorganizacionales EDI ofrecieron la posibilidad a los productores de intercambiar con los fabricantes documentos comerciales a través de procedimientos electrónicos estandardizados. De esta forma, se redujo el uso del papel y los procesos de automatización se generalizaron. A finales de los ochentas las tecnologías de mensajes electrónicos llegaron a ser parte integrante de los procesos habituales de trabajo. A mediados de la década de los ochenta los servicios en línea permitieron a los usuarios nuevas formas de interacción social como el “chatting” y de intercambio de información de carácter científica y técnica como los “newsgroups”. La interacción social dio lugar a una comunidad virtual. El acceso y el intercambio de información se hicieron cada vez más normales. En la década de los noventas, el “World Wide Web” permitió un uso más sencillo del Internet con lo que se facilitó sustancialmente la publicación y la divulgación de la información. Con ayuda del Internet las transacciones comerciales se pudieron llevar a cabo de una manera más económica y se hizo posible la realización de actividades de negocios electrónicas que se concluyen en varias etapas. Pero quizá el acontecimiento más importante para que el comercio electrónico llegara a ser lo que es hoy día fue la posibilidad de usar el Internet con propósitos comerciales. El uso de la red para llevar transacciones comerciales se remonta al año de 1991, cuando todavía el número de usuario de Internet no rebasaba el millon y la popular “World Wide Web” aún no existía. En dicho año la “National Science Foundation” retiró las restricciones en contra del uso comercial del Internet. Sin embargo, fue hasta 1994 cuando los centros comerciales hicieron su arribo a la red; la “Internet Shopping Network” fue la primera tienda virtual lanzada en Internet. Esto se debe a que sólo el Internet pudo unificar en un espacio común y abierto y con costos relativamente bajos a miles de redes de cómputo con lo que se permitió poner en contacto a un número de cientos de millones de usuarios y en consecuencia a una cifra considerable de compradores y vendedores. Desde sus inicios se hizo patente que, la aplicación de las reglas jurídicas del comercio tradicional a las transacciones comerciales concluidas con ayuda de tecnologías electrónicas, bien puede funcionar como una barrera encubierta a este tipo de comercio que, obstaculice, e incluso, impida el aprovechamiento de sus beneficios particulares. Esto, sobre todo, debido al hecho que dichas normas en ocasiones prescriben como elemento de validez de los contratos la forma escrita. En efecto, la legislación tradicional establece que, la manifestación de la voluntad se debe expresar mediante lenguaje escrito, el que debe quedar incorporado en un papel firmado de puño y letra por el o, los autores y, el que se debe presentar en original para poder hacer valer los derechos que en dicho documento se encuentran consignados. Debido a que, por su propia naturaleza, las comunicaciones electrónicas no pueden cumplir estos requisitos, se genera inseguridad jurídica cuando se hace uso de las tecnologías electrónicas en las transacciones comerciales y se les aplican las normas tradicionales. Para dar solución a los problemas legales que pueden funcionar como obstáculos innecesarios al comercio electrónico, algunos gobiernos y organismos internacionales se dieron a la tarea de identificar las normas jurídicas que podían inhibir el comercio electrónico, para posteriormente tratar de sustituirlas por otras que, sin dejar de cumplir los objetivos básicos de las normas que regulan el comercio tradicional, si, a diferencia de ésta, pudieran ofrecer seguridad jurídica a las transacciones comerciales electrónicas. El mayor esfuerzo en este sentido es el que se llevo a cabo por la Comisión Nacional de Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (CNUDMI o según sus siglas en inglés UNCITRAL) de la Asamblea General de Naciones Unidas que condujo a la preparación de la Ley Modelo de la CNUDMI sobre Comercio Electrónico (Ley Modelo). Esta tiene por objeto ofrecer a los diferentes Estados un texto normativo ejemplar que les sirva para evaluar y modernizar sus disposiciones internas que resulten aplicables a las comunicaciones electrónicas que se utilicen en el marco de las transacciones comerciales. La legislación mexicana en materia de comercio electrónico introducida por las reformas del año 2000 y del 2003 se inspiran en la regulación de la CNUDMI. El estudio de las normas especiales de la contratación electrónica resulta indispensable en una época en donde el comercio electrónico y sus problemas legales crecen día con día de una manera vertiginosa. II. Originalidad Se pretende analizar la formación del consentimiento en los contratos electrónicos considerando las prácticas actuales del comercio electrónico tanto en el comercio con consumidores a través de una hoja web, como de dentro del comercio entre comerciantes. Aquí radica la originalidad del proyecto pues en la literatura jurídica sólo se consideran los aspectos técnicos de las normas jurídicas. III. Objetivos 1. Analizar la forma en que los denominados contratos “click wrap” pueden ser válidos en el Derecho mexicano 2. Determinar que medios electrónicos en particular pueden lugar a contratos entre presentes y cuáles a contratos entre ausentes 3. Definir cuál es el derecho aplicable y cuál el tribunal competente en conflictos derivados de contratos electrónicos IV. Metas Explicar las modalidades que reviste la formación del consentimiento en contratos concluidos haciendo uso de las modernas tecnologías electrónicas como el Internet, el correo electrónico y el Chat. V. Metodología científica Se utilizará el método deductivo para aplicar el contenido normativo de las normas generales y abstractas del Código de Comercio y del Código Civil Federal que regulan la formación del consentimiento en los contratos a las prácticas de comercio electrónico contemporáneas. VI. Resultados entregables Un artículo que deberá estar perfectamente concluido en el mes de marzo del 2006 y se presentará para dictamen en el Revista de Derecho Privado del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM en dicho mes. Dr. Víctor Rojas Amandi