Domenico Fontana (1543-1607), arquitecto e ingeniero del manierismo italiano, fue uno de los primeros planificadores de la ciudad de Roma. Nació en Melide, un pueblo suizo cercano al lago de Lugano, y estudió arquitectura en Roma. En 1585 su mecenas, el cardenal Montalto, fue elegido Papa con el nombre de Sixto V, y de este modo se convirtió en arquitecto del sumo pontífice. Cuando el Papa acometió la modernización de Roma, Fontana trazó los planos de calles y plazas, proyectó la biblioteca Vaticana (1587-1590) y el palacio Laterano (1587) y supervisó el transporte de un obelisco desde Egipto hasta la fachada de la basílica de San Pedro. Junto con el arquitecto Giacomo della Porta, se hizo cargo de los planos de Miguel Ángel para la ejecución de la cúpula de San Pedro. Asociado a su hermano Giovanni construyó la fuente de Acqua Paolo. En 1592 cayó en desgracia, como consecuencia de una intriga palaciega, y emigró a Nápoles, donde trabajó en el palacio real (1600-1602) para el virrey español Fernando Ruiz de Castro conde de Lemos.