Conventos

CONSTRUCCIONES CONVENTUALES.
Las construcciones conventuales se distinguen entre sí, de acuerdo con sus reglas. Los
claustros franciscanos están generalmente techados con viguería y terrado y sus
proporciones y decorado son más bien modestos, los dominicos levantaron recias
construcciones, pues se extendieron hacia el sur y el clima cálido y el peligro de los sismos
obligaba a ciertas precauciones. Los conventos más suntuosos son de los agustinos
quienes gustaban de las proporciones monumentales en tojou, y de las grandes
decoraciones al fresco, amén de otros aspectos arquitectónicos y ornaméntales,-., En cuanto
a las "capillas abiertas" y las "capillas posas' las hay de tan variados tipos que no podrían
ser tratados aqui todos; son soluciones originales de América, en sus formas concretas, pero
su función misma coincide con semejantes necesidades en otras partes y épocas,.,,
Teniendo en cuenta las generalidades apuntadas -a las que falta agregar las cruces en los
atrios, las ricas portadas de las iglesias, los pórticos, los claustros, ojivales, de bóveda de
cañón seguido o de viguería, las bóvedas de crucería de las iglesias y un sin fin de
elementos arquitectónicos y decorativos, ya románicos, ya góticos, ya renacentistas-,
fijemos nuestra atención en algunos espléndidos monumentos que nos sirvan de ejemplo
objetivo. Mas hay algo que debe quedar dicho con anticipación y es que lo5 conventos de la
Nueva España del siglo XVI por la amalgama de formas que presentan y por las soluciones
que sus constructores supieron darles, son los monumentos más originales en el panorama
arquitectónico de la América virreinal y distintos de otros similares y contemporáneos en
Europa.
Conventos franciscanos. Podría hacerse una lista de conventos franciscanos que resultaría
impresionante por el número y por la calidad de las fábricas y ornamentaciones. Algunos,
como el de la ciudad de México, ya casi no son reconocibles a primera vista
Los conventos franciscanos del estado de Puebla del siglo XVI no se dieron como un
fenómeno aislado dentro de la cultura occidental, sino que fueron el resultado de una
evolución en la forma de vida de los cristianos que buscaban una mayor perfección
espiritual. Al principio del cristianismo existieron personas que tendían a la perfección
practicando la continencia dando paso así a la creación de las órdenes monásticas. Para
finales de¡ siglo III y principios del IV estas personas que vivían en medio de la sociedad
de su tiempo, comenzaron a vivir en la soledad del desierto o en comunidad cenobítico,
naciendo así el monacato oriental, el cual floreció sobre todo en Egipto desarrollándose en
dos formas: el anacoretismo o vida cremítica (San Antonio Abad) y el cenobitismo o vida
monástico (San Pacomio). San Pacomio escribió la primera regla monástico formal y más
tarde San Basillo el Grande escribió dos reglas que vinieron a desplazar a la anterior. Le
valieron el título de Legislador del Monacato Oriental. El monacato en Occidente aparece
más tarde, llevado a Europa por San Atanasio, obispo de Alejandría, a través de dos de sus
monjes: lsidoro y Amonio.San Jerónimo, Doctor,
Máximo de las Escrituras, no escribió regla alguna, sino solamente una serie de normas de
vida para sus monjes. La regla que los regía, era, la de San Paco mío San Agustín organiza
la vida cenobítico para hombre. Es en realidad San Benito de Nurcia quien fue el llamado
para ser el Padre de los monjes de Occidente. Fundó en 529 el famoso monasterio de
Mentecasino y su regla desplazó a todas las anteriores. En Europa los religiosos se
organizaron para vivir en comunidad: en países como Galia y Neustria; en regiones como
Provenza o Picardía; y en ciudades como Travers, Verceil y Marsella, ele. se fundaron
monasterios que congregaron a los religiosos. Monjes benedictinos llevaron el Evangelio a
toda Europa, fundando un sinnúmero de monas- terios; es entonces cuando Saint Gali funda
el monaste- rio que lleva su nombre y en el cual se conserva el plano que dio pauta a
normas y proporciones de los monaste- rios de la época carolingia, normas y proporciones
que llegaron hasta nosotros a través de los frailes franciscanos del siglo XVI. Carlomagno
fue coronado emperador en el año 800. Promovió la ciencia fundando un gran número de
monasterios que equivalieron, para los estudiosos, a las universidades de nuestro tiempo.
Los conventos franciscanos poblanos del siglo XVI conservaron de los monasterios de Reg
la Benedictina las siguientes dependencias: La iglesia, que comprendía el santuario con el
altar mayor Y presbiterio, la nave o naves para, los laicos,-,y el coro para los fieles aunque
el coro elevado a los pie¡ de la iglesia apareció por primera vez en las cartujas. Conservaron
también el claustro ,cuadrado generalmente, con fuente al centro y corredores en los cuatro
lados. En el ala norte, la colindancia con la iglesia (salvo en los climas muy candentes que
era en el lado sur) con entrada a la nave, a los confesionarios y al púlpito. En el ala sur, el
refectorio paralelo al claustro como en los monasterios benedictinos, si así lo permitía el
terreno. Una espadaña generalmente frente o sobre el refectorio, que llamaba a los oficios o
a las comidas, y un lavabo colocado antes del refectorio. En el ala oriente, la sacristía y la
antisacristía. También tenían en común con los benedictinos una escuela para la gente del
pueblo, generalmente en el lado norte de la iglesia; un huerto; un cementerio; una
biblioteca; cocina y despensas; un lugar para los peregrinos, que en los conventos
franciscanos ocupó el lugar que ocupaba la casa de los huéspedes en los monasterios
benedictinos. Los conventos franciscanos poblanos no tenían enfermería para el servicio del
público, ni casa de los novicios por separado con su claustro y capilla, ni casa para el abad
o para huéspedes distinguidos o de la realeza con su servidumbre, ni talleres de trabajo, ni
sala con estufa para calentarse, ni cava, ni graneros. Tampoco tenían lugar para los copistas,
ni lavatorio para los cadáveres, entre otras cosas. La capilla abierta, en planta alta o baja, las
capillas posas, el gran atrio, como es bien sabido, fueron aportaciones americanas a la
arquitectura conventual y nacidas de las necesidades propias de la evangelización en la
Nueva España. El claustro como lo conocemos en los
conventos poblanos, tiene su origen en el claustro carolingio y no en el patio de peristilo,
como algunos autores opinan. Es común a la Orden Benedictina y a la Franciscana admitir
en la fraternidad tanto a sacerdotes como a laicos; a estos últimos se les llama "hermanos
legos" y a veces "donados", como lo fueron fray Pedro de Gante y el mismo fundador de la
Orden Franciscana, San Fran- cisco de Asís, quienes por humildad no se consideraron
dignos de recibir el Orden Sacerdotal. Fueron los cartujos los primeros en renunciar a tener
templo de planta hasilical, adoptando para sus iglesias una sola nave. También fueron ellos
los que crearon el coro elevado para poder tener más fácil acceso a la iglesia. En las iglesias
basilicales benedictinas, el coro se encuentra en la planta baja adentro de la iglesia,
inmediato al presbiterio y se comunica con el dormitorio de los monjes a través de una
escalera situada en la antisacristía. Esta escalera se Conserva en los conventos poblanos, así
como también el coro elevado que quedaba más cerca de las celdas de los frailes, que se
encuentran en el segundo piso del ala poniente. El Sacro Convento de Asís, Casa Madre de
todos los conventos franciscanos, conserva las proporciones benedictinas en algunas de sus
dependencias. La iglesia superior es de planta de nave única y ricamente decorada
posteriormente con pinturas murales de Glotto (terciario franciscano) y de Cimbauc. La
iglesia en la planta baja tiene capillas entre los contrafuertes y se comunica por medio de
dos escaleras a la cripta que guarda los restos de San Francisco. Las iglesias del Sacro
Convento no guardan la orientación oriente-poniente debido a la forma del terreno.
en los que tienen templo de nave única es el ancho interior de la nave. Esta unidad de
proporción también se marca a la manera indígena, en la diferencia de los lados de los
rectángulos que delimitan las manzanas en que están construidos los conventos, o en el
descuadre b esviaje que presentan los lados de dichos rectángulos. En el Plano de Saint
Gali, la unidad de medida fue el pie romano, (aunque las inscripciones latinas están dadas
en pies carolingios) y la unidad de proporción se encuentra en las medidas interiores y
exteriores de la fuente de¡ claustro. En los conventos franciscanos del estado de Puebla la
fuente y las capillas posas pueden ser tomadas como submúltiplos de la unidad de
proporción. Existen en Italia numerosos ejemplos de templos de conventos franciscanos
con ábside poligonal o cuadrangular, así como planta de una sola nave o bien basílica,
aunque esta última se encuentra menos frecuentemente. Los, antecedentes de las primitivas
iglesias de tres naves, de columnatas con armazón de madera que se construyeron en
Puebla después de l540
Si, observamos varias capillas posas del estado de Puebla, hallaremos que tenían socavadas
en la piedra de las janibas entrantes para goznes, lo que podría significar puertas, y si las
tuvieron, quizá sirvieron para encarcelar a los frailes en su retiro de oración. Desde luego
que esta hipótesis no descarta la posibilidad de que la capilla-posa también fuera usada para
posar al Santísimo en las procesiones, en las que debían de participar todos los frailes, ya
que se deben de haber celebrado durante las grandes fiestas refigiosas, tiempo poco
apropiado para encerrarse a hacer penitencia. También pudieron ser empleadas para dar la
doctrina, como señala el grabado de Valadez. Es posible que la bóveda en voladizo como
de tipo maya, haya servido de amplificador a la voz del catequista que se colocaba en el
centro. He hecho algunas pruebas en Huejotzingo hablando en voz normal y ésta se
transmite a una mayor distancia que si se habla a ciclo abierto; sin embargo, ésta puede ser
una apreciación meramente subjetiva. Al llegar fray Juan de Zumárraga a la Nueva España
trajo consigo a frailes de diversas Provincias de la Orden. De todos ellos se tiene suficiente
información sobre su afición a las letras y a diversos aspectos del pensamiento humanístico
de¡ siglo XVI. Sería erróneo sin embargo, considerar al grupo de misioneros franciscanos
como una colección de doctos letrados. Leyendo sobre las actividades de estos frailes uno
se siente inclinado a pensar que al menos en las primeras décadas, sus aficiones tienen más
relación con el campo de la mística que de¡ humanismo. Es evidente que estos frailes tenían
un nivel cultural muy superior al de cualquier soldado y aun de la mayoría de los caballeros
que vinieron a la Nueva España en esa misma época.
La ruina de los conventos franciscanos del estado de Puebla comenzó a gestarse desde el
siglo XVI y dentro de la Iglesia misma. En el fondo, el problema económico, como en todo
problema social, ha sido el factor., principal de la ruina de estos monumentos. En 1501 el
Sumo Pontífice otorgó a los Reyes Católicos el derecho de incorporarse los diezmos de las
iglesias americanas a cambio de evangelizar e integrar a los indígenas a la Iglesia Católica.¡
En 1508 el rey Fernando de Aragón obtuvo del Papa Julio 11 el privilegio de la erección de
todas las iglesias' de las nuevas tierras descubiertas; que el diezmo sobre los metales no
pasara a la Iglesia sino a la Corona así como la tercera parte del diezmo de los productos
del campo, También se le concede el privilegio de fundar catedrales y hospitales, así como
nombrar personal para los distintos cargos. El rey podía anular las Bulas que fueran en
contra de su patrimonio a través del Consejo de Indias o de la Audiencia; también podía
presentar candidatos para las sedes y administrar las rentas eclesiásticas. La última
autoridad superior al rey era él papa.', Los españoles e indios que vivieran en territorio que
administrara el clero secular, tenían que pagar el diezmo a la iglesia; no así los indios que
vivieran en territorio administrado por el clero regular, pero tenían a cambio de este
privilegio que construirles sus conventos y ayudarles en su sostenimiento.