La educación en Costa Rica y su correspondencia edilicia De la independencia a 1886 La educación ha sido una faceta del desarrollo de Costa Rica a la que se le ha dado primordial atención y estímulo desde los albores de la vida independiente, con la fundación de la Casa de Enseñanza y posterior Universidad de Santo Tomás como una de sus primeras manifestaciones. Históricamente, la carencia de edificios escolares apropiados ha sido la nota predominante en nuestro país. A mediados del siglo XIX, -aún cuando el primer edificio construido específicamente como escuela (la Casa de Enseñanza de Santo Tomás) había sido concluido desde 1818- era inusual la escuela que poseía un edificio propio; generalmente las clases se impartían en casas alquiladas o en una pequeña aula al lado del edificio municipal, siendo el problema aún más acentuado fuera de las cabeceras de cantón, donde escasamente se contaba con las condiciones adecuadas para la pedagogía. Ya en 1869, como respuesta al surgimiento de una educación privada y de orientación religiosa -por la deficiencia de la educación pública en aquel momento-, el Estado costarricense asume el papel de "estado docente" al incorporar a la constitución el concepto de "educación primaria gratuita y obligatoria para los dos sexos, costeada por el Estado"1, que vendría a convertirse en uno de los preceptos trascendentales en el desarrollo de nuestra idiosincracia y preocupación básica para todos los gobiernos. Es para estas fechastambién donde se establecen las primeras directrices referentes a los requerimientos de los edificios escolares: "Las escuelas deben situarse en parajes sanos y cómodos a la vez para consultar la salud y conveniencia de los alumnos. El edificio deberá contar al menos con una sala de clase, una antesala y un patio en donde se habilitarán los lugares comunes, de tal manera que se obtenga aseo y vigilancia...(la sala de clase) deberá disponerse de tal modo que los niños no puedan distraerse con lo que pase en el exterior...la mesa del maestro deberá estar colocada sobre una plataforma o tarima desde donde domine y observe toda la clase."2 Dentro de estas mismas directrices es que toma por primera vez el estado el manejo de la infraestructura educativa, al poner a disposición de las comunidades interesadas planos y modelos por cuenta del Poder Ejecutivo. Se evidencia desde un inicio la intención de una educación centralizada, y del espacio educativo como un espacio cerrado, libre de influencias ajenas y totalmente controlado, manifiesta en la gran mayoría de las instalaciones educativas de la época. Período Liberal Es a partir de 1886 -como parte de la "Ley General de Educación Común" del entonces ministro de educación Mauro Fernández-, con la llegada de los liberales al poder y gracias a una creciente economía agraria, que se empieza a concebir a la educación como "formadora de mano de obra necesaria para la economía agro exportadora"3 según la definción de Sarmiento; esta idea prevalecería a lo largo de todo el período liberal, hasta finales de los años 30 4. Se desarrolla en este período una significativa cantidad de infraestructura educativa pública, dentro de las que se destacan el Liceo de Costa Rica (1887, fig 1 y 2), las Escuelas Graduadas o Edificio Metálico (1896), y el Colegio de Señoritas; y en el entorno privado el colegio San Luis Gonzaga en Cartago y el Nuestra Señora de Sión en San José (1888). Figuras 1 y 2 - Planta de distribución y elevación frontal Liceo de Costa Rica No obstante, a principios de los años 20, de nuevo el déficit de edificios escolares en San José se hace manifiesto; la población escolar crece y el problema se siente en los distritos más poblados como el de La Merced, así como en los nuevos barrios generados por la extensión urbana y en las crecientes cabeceras de cantón. En 1929, el Diario de Costa Rica -tomando como base el censo escolar de 1928plantea la necesidad de construir nuevos edificios escolares en San José, ya que los existentes sólo daban cabida al 60% de los niños en edad escolar.5 Durante la administración de don León Cortés (1936-1940), las construcciones escolares reciben un gran impulso dentro de la inversión pública, siendo las provincias más favorecidas Alajuela y San José. 6 En esta etapa destaca la labor del arq. José Ma. Barrantes que, vinculado a la arquitectura estatal desde 1928 -en el Depto. de Arquitectura Escolar de la Secretaría de Fomento-, tiene a su cargo el diseño y construcción de gran cantidad de escuelas rurales y urbanas. Entre ellas la escuela República de Chile, República Argentina, Pilar Jiménez, República de Nicaragua (fig 3 a 5), Ricardo Jiménez, España, Roosevelt, etc; siendo estas obras reconocidas hoy día como las grandes escuelas del país.7 Figuras 3 a 5- Planta de distribución, elevación frontal y posterior. Escuela República de Nicaragua Barrantes retoma en su obra el arquetipo para el programa escolar (pabellones simétricos, cuerpo de acceso centralizado albergando vestíbulo y salón de actos, todo girando alrededor de uno o dos patios); siempre reconociendo el papel que el edificio escolar juega como núcleo irradiador de cultura y transformador de las condiciones de vida en su comunidad8. Este modelo -independiente del estilo escogido para la ocasión-, era adaptado a las diferentes situaciones programáticas y topográficas, sin embargo continuaba con la idea de espacio cerrado e introvertido como el ideal para el trabajo escolar y la seguridad. De 1950 al presente Ya desde antes de la guerra civil de 1948, el Estado empieza a tomar un papel socializador y expansivo que se ve reflejado en la educación, paralelo a similares procesos que se venían observando a nivel mundial. Figuras 6- Módulos aula-corredor Pensando en núcleos de pabellones independientes -de acuerdo a los planteamientos de la arquitectura internacional-, se abandonaba el concepto de edificaciones totales que había predominado hasta entonces por un esquema constructivamente más sencillo, económico y adaptable; se diseñaba más un agrupamiento de aulas que una escuela. Desde este momento, las soluciones espaciales que se han utilizado para el desarrollo de la construcción de centros educativos -sin diferenciación entre escuelas y colegios- está fundamentada en el concepto aula-corredor (figuras 6). Se parte de la serialización del módulo aula de 6m x 9m (con base en el sistema mexicano conocido como "aula galindo"), dispuesto linealmente en grupos de 5 a 6 junto a un módulo de servicios sanitarios y en pabellones paralelos. Figura 7 - Colegio La Trinidad, Moravia (1996) El CENIFE (Centro Nacional de Infraestructura Física Educativa) desde principios de los años 80, basándose en los esquemas descritos y a partir de las indicaciones de la Oficina de Planeamiento Físico del Ministerio de Educación Pública (departamento encargado de decidir la creación y ubicación de los planteles educativos, así como de determinar sus necesidades) es la institución responsable de la ejecución de los diseños, ampliaciones, mantenimiento y aprobación de cualquier proyecto educativo. No existe una comunicación efectiva entre las diversas partes del problema, dando como resultado proyectos de plantilla que más pretenden satisfacer reglamentos constructivos e intereses políticopartidistas que a unas criterio pedagógico (figura 7), sin hacer hacer diferencias se trate de una escuela, un colegio o una universidad. La Escuela Nueva Laboratorio de la Universidad de Costa Rica donde se busca un diálogo entre el espacio total y su segmentarización, respondiendo al desarrollo del alumno de acuerdo a su propio ritmo como individuo y como ser social- y el CIL (Centro Infantil Laboratorio, también de la UCR) -en sus relaciones entre el interior, el exterior y los servicios-, son de las pocas excepciones que en los años 70 y 80 se han apartado del esquema tradicional de escuela hacia uno más adaptado a las necesidades específicas de su propuesta pedagógica. 1 Quesada Camacho, Juan Rafael. Nuestra Historia #15: EDUCACIÓN EN COSTA RICA 1821-1940 EUNED, San José. 1993. pag 9-10 2 González F, Luis Felipe.EVOLUCIÓN DE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA EN COSTA RICA Editorial Costa Rica, San José. 1978. pag 276 3 Ídem 4Quesada Camacho, Juan Rafael. Nuestra Historia #15: EDUCACIÓN EN COSTA RICA 1821-1940 EUNED, San José. 1993. pag 35-41 5 Idem 6 Altezor ,Carlos.ARQUITECTURA URBANA EN COSTA RICA:EXPLORACIÓN HISTÓRICA 1900-1950 Editorial Tecnológica, Cartago.1986. pag 159-163 7 Ídem 8 Ídem