EL SEXO ANGIE JOHANA AGUDELO GRADO: UNDECIMO (11°) ORIENTACION ESPIRITUAL DOC. VIRGILIO MURILLO LICEO MIXTO LA MILAGROSA SANTIAGO DE CALI, 22 DE JULIO DEL 2013 El SEXO 1 CORINTIOS 7:1-40, LEVÍTICO 20:10-16 REFLEXION “Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo". ¿Sabías tú que en la Biblia a las relaciones sexuales antes del matrimonio se les llama ‘fornicación’? Ese es el nombre correcto. El mundo no le llama fornicación, porque el mundo quiere presentar esa relación como inocua, atractiva y placentera, y como que no deja ninguna secuela, ni produce ningún problema; es solamente una ‘interesante relación’, ‘un buen momento’, etc. Pero es una fornicación. Si hacemos un seguimiento en el Nuevo Testamento de los fornicarios, encontramos hasta en Apocalipsis que éstos son excluidos de todas las bendiciones que vienen. No se puede concebir que un hijo de Dios sea un fornicario. Si alguno cae en fornicación, por supuesto, que tiene oportunidad para el arrepentimiento, pero sin duda que van a quedar secuelas: en su alma, en su corazón, en la otra persona. Las secuelas pueden se variadas, y tal vez la más terrible de todas, en lo que afecta a una tercera persona, sea un hijo. Dice: "El cuerpo no es para la fornicación". Pablo les habla aquí a los corintios, a los hijos de Dios. Este no es un mensaje para el mundo, sino para los hijos de Dios: "El cuerpo no es para la fornicación (y se refiere a este cuerpo), sino para el Señor y el Señor para el cuerpo". Luego dice, en los versículos 18 y 19: "Huid de la fornicación, cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo, más el que fornica contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros?". El mayor pecado: el pecado contra el cuerpo Leamos también el 16 y el 20: "¿O no sabéis que el que se une con una ramera es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne... Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios" . Aquí se habla de que hay que huir de la fornicación, (después vamos a ver que ante estas cosas tú puedes huir o no huir). Lo que aquí se dice es que hay que huir, ¿y uno huye delante de qué? ¡Uno huye delante de un peligro! Yo creo que no es necesario decirte que huyas cuando ves a un león, ¡lo haces espontáneamente! Pero de este otro asunto probablemente tú no huyas espontáneamente, al contrario, te vas a sentir atraído, y por eso la Escritura dice: "Huid de la fornicación". Así como en otro lugar de las Escrituras dice: "Huye de las pasiones juveniles" (2ª Tim2:22). Aquí se dice algo que es privativo de la fornicación, que lo diferencia de cualquier otro pecado. ¿Qué es eso? ¿Y cuál es la gravedad de este pecado por sobre otros? Es que el que fornica, peca contra su propio cuerpo, en cambio los otros pecados están fuera del cuerpo. Vamos a explicar. Ustedes saben que en la cópula sexual entre un hombre y una mujer se produce la unión de ambos. Fíjate que la Escritura dice que en el matrimonio ambos serán una sola carne. Perfecto. Tú podrás decir: "Claro, en el momento en que se unen sexualmente un marido y su esposa, ellos son una sola carne." ¡Perfecto! ¡Eso es perfecto, es maravilloso, está dentro de lo normal, de lo legítimo! Pero mira cuán espantoso es que aquí se diga que "el que se une con una ramera es un cuerpo con ella", y se cumple la palabra que dice "los dos serán una sola carne", o sea, significa eso que no sólo puede ser una sola carne un matrimonio legítimamente constituido, sino también un hombre y una mujer solteros que fornican. ¡Mira qué terrible es eso! Lo que en el matrimonio es una bendición, en la fornicación es una maldición. De manera que si tú eres un hijo de Dios, tú vienes a ser uno con una mujer o con un hombre que no es tu marido o tu esposa, y todos los pecados, toda la condenación y todas las frustraciones y toda una posible legión de demonios que eventualmente tenga esa otra persona se traspasarán a ti, porque eres uno con ella (o con él). ¿Entiendes? Del momento que se produce la fusión –obvio– todo lo de uno pasa a ser del otro. ¿Te das cuenta? Por eso que es un pecado grave el que se produzca la unión del cuerpo de un varón creyente con una ramera, o viceversa. Luego dice: " ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo?". El cuerpo del Señor Jesús fue, en sus días, el templo perfecto para el Espíritu Santo. Hoy día el templo del Espíritu Santo es tu cuerpo. Qué tremendo es eso: el Espíritu Santo habita dentro de ti y dentro de mí. También encontramos que nos hablan sobre el matrimonio A los casados les doy la siguiente orden (no yo sino el Señor) que la mujer no se separe de su esposo. Sin embargo, si se separa, que no se vuelva a casar; de lo contrario, que se reconcilie con su esposo. Así mismo, que el hombre no se divorcie de su esposa. Porque antes era tanto pecado que eran todos contra todos, y está mal y seria pecado tener relaciones con la familia como lo describen en levíticos. HOMOSEXULIDAD: La Biblia, consistentemente nos dice que la actividad homosexual es pecado (Génesis 19:1-13; Levítico 18:22; Romanos 1:26-27; 1ª Corintios 6:9). Romanos 1:26-27 enseña específicamente, que la homosexualidad es el resultado de negar y desobedecer a Dios. La Biblia dice que cuando una persona continúa en pecado e incredulidad, Dios “lo entrega” aún al pecado más malvado y depravado, a fin de mostrarle lo inútil y desesperado de la vida, al hallarse separado de Dios. 1ª Corintios 6:9 proclama que los “transgresores” homosexuales no heredarán el reino de Dios. Dios no crea una persona con deseos homosexuales. Dice la Biblia, que una persona se vuelve un homosexual a causa del pecado (Romanos 1:24-27), y definitivamente a causa de su propia elección. Una persona puede haber nacido con una gran susceptibilidad hacia la homosexualidad, al igual que hay gente que ha nacido con una tendencia a la violencia y otros pecados. Eso no la disculpa de escoger pecar al ceder a sus deseos pecaminosos. ¿Si una persona nació con una gran susceptibilidad hacia el enojo/cólera, le da derecho a sucumbir a aquellos deseos? ¡Por supuesto que no! Es igual con la homosexualidad. Sin embargo, la Biblia no describe la homosexualidad como un “pecado” mayor que cualquier otro. Todo pecado es ofensivo hacia Dios. La homosexualidad es justamente uno de los muchos temas listados en 1ª Corintios 6:9-10 que van a dejar a la persona fuera del reino de Dios. De acuerdo con la Biblia, el perdón de Dios está disponible tanto para un homosexual, como para un adúltero, un adorador de ídolos, un asesino, un ladrón, etc. Dios también promete dar a todos aquellos que crean en Jesucristo para su salvación, la fuerza para la victoria sobre el pecado, incluyendo la homosexualidad. (1ª Corintios 6:11; 2ª Corintios 5:17).