15.- PROPOSICIÓN CONJUNTA QUE PRESENTAN EL/LA SR./A. PORTAVOZ DE LOS GRUPOS IU-LV-CA Y PSOE-A RELATIVA A LA MODIFICACIÓN DE LA LEY DE REGISTROS CIVILES.- El Pleno, en votación ordinaria y por unanimidad acuerda ratificar, por motivos de urgencia, la inclusión en el orden del día de la Proposición epigrafiada firmada por los/as Sres/as Portavoces de los Grupos políticos de IU-LV-CA y PSOE-A, que presenta la siguiente literalidad: “PROPOSICIÓN RELATIVA A LA MODIFICACIÓN DE LA LEY DE REGISTROS CIVILES EXPOSICIÓN DE MOTIVOS Con la frase: ¡Tráigame dos testigos presénciales!, suele contestar un alto porcentaje de juzgados a las solicitudes de inscripción de víctimas (desaparecidos y asesinados) del franquismo por parte de los únicos que legalmente pueden hacerlo, los familiares. Ello provoca múltiples viajes al lugar de nacimiento o vecindad de la víctima, los recursos a la negativa de inscripción, los interminables plazos en las respuestas, etc., y en definitiva la demora en solucionar un viejo problema (“los de la guerra”) no resuelto pese a la restitución democrática con todos sus derechos y valores. ¿Por qué se produce esta situación? Está constatado que a los pocos días del golpe de estado se dictaron órdenes precisas para que no se inscribieran en los Registros Civiles a los asesinados con la clara intención de dejar el menor rastro posible del genocidio que estaban cometiendo. En noviembre de 1936, coincidiendo con el declive de la represión realizada al amparo del “bando de guerra”, se publicó un Decreto por el que, como simples desaparecidos a consecuencia de la guerra, miles de personas pudieron "legalizar" la muerte de sus familiares desde finales de 1936 hasta la desaparición de la dictadura. En el mejor de los casos, aceptando “falsear” la causa de la muerte, a cambio de recibir una pensión de viudedad o evitar realizar el servicio militar sus hijos mayores, siendo frecuente las siguientes: "En choque con fuerza armada", "A consecuencia del bando de guerra" o simplemente "A consecuencia del Glorioso Movimiento Nacional". No fue hasta 1978 cuando el Gobierno de la UCD aprobó una Ley de Pensiones de Guerra -por supuesto sin mencionar en ningún momento las razones de tal hecho, que no eran otras que el abandono absoluto en que el franquismo dejó a sus víctimas-, para lo cual había que demostrar la desaparición del familiar por el que se quería cobrar la pensión. O sea que la prueba recaía sobre la familia de la víctima y no sobre el Estado responsable de aquellos hechos, que era realmente quien contaba con la información. Esto tuvo, al menos, la consecuencia positiva de poner al descubierto la lamentable situación existente, ya que al recaer la tramitación de los expedientes sobre los ayuntamientos éstos se vieron en la obligación de reunir los documentos exigidos, que no eran otros que los que pedía el engorroso decreto de 1936 antes mencionado. O sea, que el decreto franquista, hecho por necesidades burocráticas y para evitar una avalancha de inscripciones, seguía vigente. Fue entonces, y con este motivo, cuando se vieron las dificultades que seguía acarreando el empeño: muchas personas no lograron localizar el acta de defunción exigido para el cobro de la pensión, en unos casos porque no existía y en otros porque no había modo de encontrarlo, ya que podía haber sido realizado en algún momento indeterminado de los años 40, 50... Así pues, estas personas, entre otros requisitos, fueron obligadas a inscribir a sus deudos a través de un “expediente de inscripción fuera de plazo o diferido”, para el cual les fue exigida la declaración de dos personas que dieran fe del hecho. Esto, que podría haberse encomendado perfectamente a los Ayuntamientos o incluso a la Guardia Civil y a la Policía, se convirtió en un quebradero de cabeza para los familiares por dos razones: por la dificultad objetiva, dada su naturaleza, de localizar a dichas personas a más de cuatro décadas de los hechos (pensemos lo que debió suponer en los años cuarenta) y porque puso en manos de los responsables de los Juzgados de 1ª Instancia un instrumento fácil para rechazar, congelar o invalidar los expedientes. Así, al daño causado en su momento, se añadió la humillación de unos procedimientos legales ideados para que las personas asesinadas no pudiesen adquirir ni siquiera la condición de víctimas. Todo quedó pues en manos de un personal judicial que, en general y salvo excepciones, era muy poco o nada consciente del delicado material humano que allí se estaba manejando. Ahora se trata de poner fin a esta lamentable situación. El uso del Registro Civil, como fuente documental, es esencial en cualquier proceso de investigación de la represión, para así poder cuantificarla, pero también para poder ponerles nombre a las víctimas. El proceso de Recuperación de la Memoria Histórica impulsada por la sociedad civil ya ha puesto de relieve la falsedad de los datos que han sustentado la interesada equiparación de víctimas de la guerra (“muertos y barbaridades hubo en los dos bandos”). Pero todavía, setenta y dos años después de la masacre y treinta de las primeras elecciones democráticas, ningún Gobierno ha favorecido la modificación de la Ley que regula la inscripción en dichos Registros Civiles, pese a que todos los Grupos Parlamentarios conocen esta situación por diferentes iniciativas impulsadas por las asociaciones. Por lo anteriormente expuesto varias asociaciones de Recuperación de la Memoria Histórica han iniciado una campaña a la que ya se han unido numerosas personas a nivel individual para darle una solución a esta situación irregular, y es por ello por lo que los grupos IULV-CA y PSOE-A proponen para su aprobación los siguientes ACUERDOS 1.-) El Pleno de la Diputación Provincial insta al Gobierno de la Nación a la modificación de la Ley de Registros Civiles, a fin de que se posibilite la inscripción de TODAS las víctimas de franquismo, en el sentido de: a) Facultar a los Ayuntamientos para inscribir en el Registro Civil a todos aquellos vecinos censados en la población, en los momentos de su muerte, y que no tengan familiares que pudieran hacerlo, así como a aquellos funcionarios, empleados o cargos políticos de la Corporación Municipal. b) Facilitar a las familias la inscripción en los Registros Civiles de las víctimas del franquismo, previa la presentación de documentación oficial (Comunicaciones de militares, Guardia Civil, Falange, Delegados gubernativos, fichas carcelarias, etc.), disponiendo para ello de asesoramiento jurídico gratuito. c) Agilizar la inscripción “de oficio” por parte de los Juzgados pertinentes cuando exista, y tengan conocimiento, documentación oficial de la época que así lo manifieste. 2) Dar traslado del acuerdo a las asociaciones promotoras de la campaña: RMHSA de CGT.A (Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía), Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMH.Ex), AREMEHISA (Aguilar de la Frontera), Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia (AMHyJA), Asociación Dignidad y Memoria (DIME); Memoria Antifranquista del Bajo Llobregat, ARMH.Aragón, Asociación “La Memoria Viva”, Asociación Memoria Histórica del PTAyJGR y Asociación Guerra-Exilio y Memoria Histórica de Andalucía (AGEMHA), al Foro Ciudadano para la Recuperación de la Memoria Histórica, a la Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica “Disipar Tinieblas”, a los senadores/as, a diputados/as de la circunscripción de Córdoba, a los portavoces de los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados y al Presidente del Gobierno.” Interviene, en primer término, Dª. Catalina Barragán Magdaleno, Viceportavoz del Grupo IU-LV-CA, que defiende la Proposición por parte de su Grupo político y que se expresa en los siguientes términos: En primer lugar y en nombre de las Diputadas y Diputados de Izquierda Unida, quiero dar la bienvenida y agradecer su presencia en este Pleno a los miembros del Foro de la Memoria de Córdoba. Saludar también al Parlamentario andaluz de IU y Secretario General del PCA, José Manuel Mariscal. El grupo de IU trae hoy al pleno una proposición conjunta con el grupo socialista, sobre modificación de la Ley de Registros Civiles, asumiendo y haciéndonos eco de la campaña que tienen en marcha varias asociaciones de recuperación de la Memoria Histórica, con el lema: “Todas las víctimas del franquismo en los registros”. “Todos los nombres”; campaña que IU apoya y a la que también se han unido y siguen uniéndose numerosas personas a título individual así como Ayuntamientos y Diputaciones con adhesiones unánimes, a través de acuerdo de sus respectivos plenos. El objetivo fundamental de la campaña de modificación de la Ley de Registros Civiles, es posibilitar la inscripción de miles de asesinados y asesinadas por el franquismo en dichos Registros, que en estos momentos se encuentran como “desaparecidos” tanto físicamente (en fosas comunes) como legalmente (no inscritos) por las trabas que los familiares encuentran en los Registros Civiles al inscribir la defunción, aún contando, en muchos casos, con documentos de la época, bibliografía e incluso estudios históricos recientes. Ésta es la realidad a día de hoy, aunque puede parecer mentira. Está constatado que a los pocos días del golpe de Estado se dictaron órdenes precisas para que no inscribieran en los Registros Civiles a los asesinados, con la clara intención de dejar el menor rastro posible del genocidio que se estaba cometiendo. En noviembre de 1936, coincidiendo con el declive de la represión realizada al amparo del “bando de guerra”, se publicó un Decreto por el que, como simples desaparecidos, nunca como víctimas a consecuencia de la guerra, miles de personas pudieran “legalizar” la muerte de sus familiares. Así ha sido desde finales de 1936, sin que con la desaparición de la Dictadura se modificara un procedimiento con el claro propósito de humillación al vencido. Era un requisito exigido para acceder, por ejemplo, a una pensión de viudedad o evitar que sus hijos mayores tuvieran que realizar el servicio militar, con todo lo que ello significaba para unas economías familiares tan empobrecidas. En aquellos años de la Dictadura, en el mejor de los casos, este procedimiento suponía la aceptación de “falsear” la causa de la muerte, siendo frecuente encontrar como causa: “en choque con fuerza armada” para dar a entender que el fallecido se encontraba en actitud beligerante “a consecuencia del bando de guerra” “a la entrada del Glorioso Movimiento Nacional” u otras tan humillantes como “por hemorragia interna”, una curiosa forma de llamar a la muerte causada por los disparos del pelotón de fusilamiento. Muchas personas tuvieron que transigir con esta Memoria oficializada, otras muchas se negaron en un gesto de resistencia y dignidad. Y no son pocos los casos de gente que efectivamente nunca supieron el paradero cierto de sus familiares. Ya en 1978, el Gobierno de la UCD, aprobó una Ley de pensiones de guerra, que mantiene de alguna forma vivo el Decreto de 1936, porque los familiares tienen que demostrar la desaparición del familiar por el que se quería cobrar la pensión. La prueba recae sobre la familia de la víctima y no sobre el Estado responsable de aquellos hechos, que era realmente quien contaba con la información. Esta iniciativa de UCD moviliza a muchos familiares y sirve como aviso del caos. Las personas que no lograron localizar el acto de defunción exigido para el cobro de la pensión, entre otros requisitos, fueron obligadas a inscribir a sus dudos a través de un “Expediente de Inscripción fuera de plazo o diferido” para lo que les fue exigida la declaración de dos personas que dieran fe del hecho. Como vemos el proceso de inscripción de las víctimas ha estado marcado siempre por una complejidad que facilitaba el rechazo en instancias judiciales. En la actualidad el problema con el que se encuentran los familiares, que han dado el paso de iniciar las gestiones, nada fáciles y costosas, para que su padre, madre, abuelo…, conste como que existió en su momento y le quitaron la vida violentamente, sin derecho a defenderse, es que un alto número de juzgados contestan a dichas peticiones de inscripción solicitando la declaración de dos testigos presenciales de los hechos. Esta tarea es cada vez más difícil por razones obvias: Primero por la dificultad objetiva, dado el tiempo transcurrido, de localizar a dichas personas, a más de cuatro décadas de los hechos y segundo por las dificultades para localizar información y archivos. A ello hay que añadir a los hombres y mujeres asesinados que no tienen familiares que puedan solicitar su inscripción y que, en estos momentos, son los únicos, los familiares, los que legalmente pueden hacerlo. Seguidamente, en base a lo expuesto con anterioridad, hace alusión a los acuerdos que en esta Proposición se someten a la consideración del Pleno; refiriéndose finalmente a la Enmienda de Adición que presenta su Grupo político, con el siguiente tenor literal: “Enmienda de Adición que presenta el Grupo de Diputadas y Diputados Provinciales a la Proposición conjunta del IULVCA y PSOE-A, relativa a la Modificación de la Ley de los Registros Civiles. Añadir en el punto 2, lo siguiente: “2. Dar traslado (…) y al Foro de la Memoria de Córdoba.” D. Antonio Ruiz Cruz, Portavoz del Grupo PSOE-A, inicia su intervención anunciando que va a ser breve porque se ha explicado suficientemente el sentido de la proposición y añade que, como siempre que se habla de la Memoria Histórica, quiere poner en valor el gran trabajo que están haciendo todas las asociaciones y todos los colectivos ciudadanos que están trabajando por recuperar esa Memoria Histórica y restituir la dignidad de esas personas y de sus familiares que tienen que seguir trabajando para ver dónde están enterrados sus familiares. También quiere destacar la labor que se está realizando desde esta Diputación provincial para recuperar la Memoria Histórica con convenios con todas las asociaciones y a nivel provincial están realizando esta labor y gracias a ello han podido recuperar muchos testimonios orales de los protagonistas de aquella época y si no se hubiese hecho tal trabajo, el testimonio de esas personas se hubiese perdido. Igualmente destaca que en el ámbito provincial se vienen realizando conferencias, exposiciones y todo ello con el propósito de demostrar nuestro compromiso con todos esos colectivos y con el trabajo de recuperación de la Memoria Histórica, con el propósito de reestablecer la dignidad de las personas, víctimas y familiares. D. Andrés Lorite Lorite, Diputado del Grupo PP-A, comienza su exposición diciendo que lo que se viene llamando Memoria Histórica tiene dos vertientes. Una es el uso de determinados argumentos para dividir entre buenos y malos y para volver a una etapa anterior a la transición española y, sin embargo, hay una forma buena de plantear este tipo de cuestiones y añade que este tipo de proposición viene a hacer justicia con las victimas, viene a poner de manifiesto que hay que restituir su dignidad ya que hay que enfrentarse a la realidad de un problema que existió. Al grupo socialista le dice que hace un momento que los tres grupos han votado a favor de la urgencia de esta proposición pero, sin embargo, el Partido Socialista lleva gobernando en esta segunda fase cerca de casi 7 años y en la anterior en torno a 14 años, de modo que son más de 20 años los que lleva gobernando en el Gobierno de España el Partido Socialista y, sin embargo, durante todo ese tiempo no ha tenido la iniciativa de presentar un proyecto de Ley para modificar la Ley de Registros Civiles, cosa que podía haberse solucionado hace tiempo y dice todo esto porque parece especialmente significativo que hoy asuman la iniciativa junto con el Grupo de IU en esta Proposición cuando ya hace tiempo que podían haber tenido una iniciativa para modificar la citada Ley de Registro Civil en las Cortes Generales, que es donde reside la potestad legislativa. Finaliza su intervención anunciado el voto favorable de su Grupo político. Dª Catalina Barrgan Magdaleno comienza su segunda intervención afirmando que desde el grupo de IU nos congratulamos de que esta proposición se apruebe por unanimidad y añade que le tiene que decir al Sr. Lorite que hablar de Memoria Histórica no es reabrir viejas heridas, por el contrario, es la necesidad del reconocimiento material y moral de las víctimas del franquismo, teniendo en cuenta que como ya ha establecido sobradamente la investigación historiográfica, la Guerra Civil española no fue un conflicto bélico entre dos bandos. No fue un hecho inevitable, como se nos ha querido hacer ver durante mucho tiempo, hubo un pronunciamiento militar fallido y se advierte que la práctica totalidad de las decenas de miles de desaparecidos, formó parte de la España republicana, y a los responsables del bando franquista hace ya décadas que se encuentran reconocidas y honradas. El caos con el Registro de los asesinados por el franquismo nunca se ha resuelto. Por tanto, el objetivo de la modificación legal, es poner fin a esta lamentable situación, para terminar con un problema de importantes dimensiones jurídicas, sociales y sobre todo personales. Como denuncian importantes historiadores “Hay muchas personas que nacieron y no murieron. Esto es algo que urge solucionar”. Desde el grupo de IU, queremos insistir en la importancia del uso del Registro Civil, como fuente documental. Es una fuente esencial en cualquier proceso de investigación sobre la represión de la Dictadura, para así poder cuantificarla, pero también, para poder ponerles nombre y apellidos a las víctimas. Se trata de recuperar personas que sufrieron una doble muerte, la real y la de esfumarse de la historia. El proceso de recuperación de la Memoria Histórica, impulsado por la sociedad civil, ya ha puesto de relieve la falsedad de los datos que han sustentado la equiparación de las víctimas de la guerra (aquello de que “muertos y barbaridades hubo en los dos bandos”). Pero todavía hoy, ningún gobierno ha favorecido la modificación de la ley que regula la inscripción en dichos registros, pese a que todos los grupos parlamentarios conocen esta situación, por las diferentes iniciativas impulsadas por las asociaciones memorialistas y le dice al Sr. Lorite que también el Partido Popular ha gobernado. Por eso, cada uno, cada uno de nosotros/as, desde nuestra responsabilidad política y compromiso, debemos comprometernos para que esta modificación de la ley pronto sea una realidad que permita que todas las víctimas del franquismo consten oficialmente en los registros, haciendo realidad los deseos de Justicia y Reparación. El derecho a inscribir y conocer todos los nombres de las víctimas de la represión franquista no es solamente un derecho individual de los familiares; el derecho a saber y conocer es también un derecho y un deber colectivo. Por tanto, debemos apostar por una política pública que promueva dicha recuperación, encaminada esencialmente, a garantizar el derecho de los ciudadanos a conocer su pasado, a reconocer la aportación de todos lo que sufrieron daño por su lucha por la libertad y la democracia. La memoria sigue ganando batallas en la lucha contra el olvido. La democracia debe cerrar definitivamente este capítulo de nuestra historia más reciente en positivo y con justicia. Pero no puede cerrarse cuando aún quedan víctimas por encontrar, historias por contar, esperando un gesto, esperando ser reconocidas. Las víctimas son testigos de la memoria, sus depositarios. El olvido es una injusticia terrible e intolerable porque es el pasado el que edifica nuestro presente. Callar es condenar injustamente dos veces, olvidar es mancillar la dignidad de las víctimas. Reivindicamos pues, la recuperación de la Memoria, la búsqueda de los desaparecidos, su inscripción en los registros civiles, el recuerdo de nuestra historia y de los errores para no volver a cometerlos. No hay razón alguna que legitime a una sociedad a pedir a las víctimas o a sus herederos que olviden. Debemos proyectar en el presente y mirando hacia el futuro, los valores democráticos que identificaron a los miles de hombres y mujeres víctimas de la represión franquista. Desde el grupo de Izquierda Unida, queremos agradecer a las Asociaciones de Recuperación de Memoria Histórica su trabajo por arrancar del olvido, no sólo a los desaparecidos/as sino a todas las víctimas del franquismo, por enseñarnos y abrirnos con las fosas el camino de la verdad, la justicia y la reparación; por despertarnos del letargo y del olvido y sobre todo, agradecerles los cuerpos recuperados y devueltos a sus familias y agradecerles su lucha por esta última iniciativa de inscribir a todas las víctimas del franquismo en los Registros Civiles. D. Antonio Ruiz Cruz le dice al Sr. Lorite que hemos hablado de dignidad, de justicia, de humanidad y hasta de rigor científico y de reabrir heridas, siendo estos los argumentos que utilizan cuando quieren abstenerse o votar en contra y en esta moción saludan el voto a favor del Grupo PP-A, puesto que es una novedad pero, claro, por algún sitio había que salir y su argumento de que el PSOE no ha hecho nunca nada en esta materia es un poco forzado, a cuyo efecto expone que va a decir al respecto solamente dos cosas, la Ley de la Memoria Histórica y condenar el Franquismo, cosas que ustedes todavía no han hecho. El Iltmo. Sr. Presidente, D. Francisco Pulido Muñoz, entiende que este asunto se va a votar por unanimidad, agradece el entendimiento que hay en lo que significa una responsabilidad que tenemos la sociedad actual y no solamente agradece el posicionamiento de los Grupos, sino también que ello implicaría una oportunidad interesantísima de que se trate este asunto en el Parlamento y que también se traslade la unanimidad con la que se ha tratado este tema y, finalmente, agradece la presencia en este Pleno de D. José Manuel Mariscal, Parlamentario Andaluz, Secretario General del PAC y representante del Foro de la Mermaría Histórica. Finalmente el Pleno, en votación ordinaria y por unanimidad, acuerda aprobar la anterior Proposición conjunta así como la Enmienda de Adición presentada por el Grupo IU-LV-CA y, por tanto, adopta los siguientes acuerdos: 1.-) El Pleno de la Diputación Provincial insta al Gobierno de la Nación a la modificación de la Ley de Registros Civiles, a fin de que se posibilite la inscripción de TODAS las víctimas de franquismo, en el sentido de: a) Facultar a los Ayuntamientos para inscribir en el Registro Civil a todos aquellos vecinos censados en la población, en los momentos de su muerte, y que no tengan familiares que pudieran hacerlo, así como a aquellos funcionarios, empleados o cargos políticos de la Corporación Municipal. b) Facilitar a las familias la inscripción en los Registros Civiles de las víctimas del franquismo, previa la presentación de documentación oficial (Comunicaciones de militares, Guardia Civil, Falange, Delegados gubernativos, fichas carcelarias, etc.), disponiendo para ello de asesoramiento jurídico gratuito. c) Agilizar la inscripción “de oficio” por parte de los Juzgados pertinentes cuando exista, y tengan conocimiento, documentación oficial de la época que así lo manifieste. 2) Dar traslado del acuerdo a las asociaciones promotoras de la campaña: RMHSA de CGT.A (Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía), Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura (ARMH.Ex), AREMEHISA (Aguilar de la Frontera), Asociación Andaluza Memoria Histórica y Justicia (AMHyJA), Asociación Dignidad y Memoria (DIME); Memoria Antifranquista del Bajo Llobregat, ARMH.Aragón, Asociación “La Memoria Viva”, Asociación Memoria Histórica del PTAyJGR y Asociación Guerra-Exilio y Memoria Histórica de Andalucía (AGEMHA), al Foro Ciudadano para la Recuperación de la Memoria Histórica, a la Asociación para la recuperación de la Memoria Histórica “Disipar Tinieblas”, a los senadores/as, a diputados/as de la circunscripción de Córdoba, a los portavoces de los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados y al Presidente del Gobierno y al Foro de la Memoria de Córdoba”