El Cierre de las Escuelas Rurales en Chile: la escuela puesta en el no lugar Gloria Nuñez El cierre de escuelas municipales rurales es un fenómeno que comienza a hacerse evidente en los últimos años en nuestro país. Las estadísticas oficiales publicadas por el Ministerio de Educación, muestran que entre el año 2001 de un total de 3.828 establecimientos rurales de dependencia municipal, éstos disminuyen en 477 para el año 2009. Pero es durante el año 2010, cuando el cierre de escuelas rurales comienza a ser visibilizado con mucha mayor fuerza como un fenómeno significativo, dentro del panorama educacional en nuestro país; generando la preocupación de agrupaciones sociales. De este modo, el cierre y fusión de escuelas municipales rurales deja de constituir un conjunto de decisiones aisladas, sino que es posible reconocer una política en ello. Por una parte, estas escuelas cuentan con una matrícula reducida, y por otra, se esgrimen razones que apuntan a la mala calidad de la educación impartida. De este modo, cerrar estos establecimientos aparece dentro del discurso oficial como una decisión que se ajusta plenamente a un criterio de racionalización de los recursos. Al mismo tiempo, según antecedentes recabados, el aumento de anuncios de cierre y fusión de escuelas municipales pareciera haber aumentado particularmente en aquellas zonas rurales afectadas por el terremoto y tsunami del año 2010. El desastre tuvo un enorme impacto en la realidad escolar nacional, frente a lo cual emergió la postura de considerarlo como una “oportunidad” para realizar mejoras en el sistema educativo, cerrando las escuelas que no hubiesen mostrado buenos resultados. La presente investigación tiene por objetivo analizar y comprender los procesos psicosociales que emergen a nivel de comunidad local y escolar, cuando se cierra o fusiona la escuela municipal de una localidad rural. Uno de los supuestos que guían la investigación es que entre la escuela y la comunidad en la que ésta se inserta, existe una relación que va más allá de la entrega de un servicio educativo, puesto que la escuela es un lugar neurálgico en zonas rurales, aportando al desarrollo local de la comunidad, en términos tanto educativos, como sociales y culturales. Asimismo, la fundación de escuelas rurales se encuentra imbricada en la historia misma de la localidad, formando parte de la memoria social de la comunidad. De este modo, al fusionarse con otra, la escuela es puesta por los organismos oficiales en un no lugar: la escuela se transforma en un espacio ajeno, desterritorializado, en torno al cual es necesario volver a construir significados que lo recubran. En términos metodológicos, se desarrolla una investigación cualitativa, con un diseño de investigación que corresponde a un estudio cuasi etnográfico en dos zonas rurales de la VI y VIII región, donde la escuela municipal ha sido cerrada. Los datos producidos serán analizados según los principios de la Grounded Theory.