El Colegio de la Frontera Norte 3. Fortalezas, Retos y Recomendaciones 3.1 Evaluación del Diseño del Programa Hábitat Hábitat se define como un programa con propósitos de articulación de los objetivos de la política social y de desarrollo territorial y urbano, para lo cual organiza un conjunto de acciones dirigidas a mejorar la infraestructura básica, el equipamiento de las zonas urbanas marginadas y la prevención de desastres, la entrega de servicios sociales y de desarrollo comunitario. Este programa social responde a un diseño que destaca los principios fundamentales de eficiencia, eficacia y focalización de las acciones, con el objetivo de que un mayor número de personas en condiciones de pobreza reciban los beneficios programados y los recursos disponibles. El marco institucional de Hábitat responde a los requerimientos de la SEDESOL de contar con un instrumento de política que integre la dimensión social y la espacial territorial a fin de permitir la focalización de los beneficios de los programas sociales, ampliar la cobertura y mejorar la calidad de los servicios y acciones dirigidas a personas y grupos sociales en situación de pobreza. Los principales desafíos del programa tienen que ver con la magnitud del problema, pero también con su alta concepción federalista. Lo anterior implica la necesidad de contar con una efectiva coordinación intergubernamental e interinstitucional, al mismo tiempo que un fino sistema de monitoreo e información oportuna y de calidad. La concentración urbana de la población en condiciones de pobreza patrimonial es atribuida a diversos procesos que ha experimentado el país, a partir de la acelerada urbanización y procesos de crecimiento urbano. Ello, aunado a la inequidad de género y ciclo de vida, con lo cual busca abrir un campo de oportunidades para que espacios y servicios, adquiera atributos de equidad e inclusión de hombres y mujeres en sus diversas etapas vitales. En este sentido, es importante que Hábitat apoye el fortalecimiento de los marcos institucionales locales y el desarrollo institucional de las áreas municipales responsables de la gestión urbana. Particularmente en las ciudades y zonas metropolitanas que han experimentado una intensa competencia por los usos del suelo, el equipamiento y los servicios, a partir de la constitución de reservas urbanas de suelo en orden a satisfacer la demanda futura de los asentamientos humanos en el medio urbano. Ello permite concluir que Hábitat es parte de un conjunto de programas sociales que operan bajo la lógica conceptual de la integralidad y la visión de largo plazo en que se enmarca la política social del gobierno federal. No obstante, aunque los programas contra la pobreza sean bien diseñados y se les asignen recursos considerables para su aplicación en acciones definidas, nunca serán suficientes para erradicar la pobreza como tal, sobre 175 El Colegio de la Frontera Norte todo si se tiene en cuenta la magnitud de población bajo esa condición. Los programas contra la pobreza en una lógica de focalización son definidos como los programas con mayor impacto, y con más alta probabilidad para una contribución efectiva en la superación de la pobreza. En síntesis, las definiciones legales y programáticas de la política social mexicana dan la pauta para el ejercicio de derechos fundamentales de la población en materia de desarrollo social y urbano. En este sentido, el mejoramiento en la calidad de los programas gubernamentales es evidente, aunque no deja de ser necesario realizar una revisión crítica de lo que se ha hecho con anterioridad, para mejorar lo que ha funcionado y desechar lo inoperante. Es decir, rescatar el sentido incremental de toda política para hacer de las experiencias anteriores elementos relevantes en la mejora continua. En su primer año de operación, el Programa Hábitat se propuso desarrollar acciones solo en 32 ciudades del país, una por cada entidad federativa, atendiendo al criterio de que en el año 2000 hubieran registrado una población superior a 100 mil habitantes. Durante 2003, la selección de ciudades para la cobertura del programa se llevó a cabo en todo el país, sin criterios de prioridades regionales o urbanas específicas, a partir de un método que combina la construcción de un índice en base a indicadores de pobreza, presión demográfica, potencial de generación de riqueza, desigualdad en el ingreso monetario de los hogares y sustentabilidad. Para el año 2004, la cobertura espacial se organizó bajo criterios de corte regional y con un sentido estratégico, quedando enmarcadas las acciones dentro de tres vertientes espaciales: general –dirigido a todo el país–, ciudades fronteriza –que incluye las dos fronteras-, y centros históricos. En 2004 aunado a los indicadores demográficos y de rezago social, se consideró el insumo de autoridades locales y de prioridades establecidas en los programas nacionales y estatales relevantes y, se realizó una selección de las ciudades según las vertientes definidas en el programa. El hecho de que Hábitat se ha organizado en tres vertientes espaciales es indicativo de la introducción de criterios de regionalización y priorización en la asignación y ejecución de acciones hacia la población en pobreza patrimonial. A pesar de que existen factores de pertinencia en la organización de las vertientes espaciales a efectos de agilizar la operación del programa Hábitat, es importante hacer explícitos los criterios subyacentes, teniendo en cuenta objetivo, principios normativos y población objetivo del programa. En términos de la eficiencia operativa y de la eficacia en relación a los objetivos del programa, es deseable que este se enriquezca con otros programas sociales que tengan como destinataria a la misma población objetivo, dado que el programa ha identificado dicha población y los espacios de aglomeración urbana donde se localizan. Lo cual es una ventaja para su operación, por lo cual se podrían organizar estrategias integradas en términos de los servicios disponibles para ese grupo y otorgarlos al menor costo de operación posible. 176 El Colegio de la Frontera Norte El programa Hábitat formulado como instrumento de articulación de las dos dimensiones de la política social mantiene plena congruencia con los ordenamientos legales que sustentan esa política. De ahí que la estructura del programa se define a partir de las prioridades manifiestas que arroja la condición de vulnerabilidad de la población objetivo y el tipo de acciones, que resultan necesarias desplegar para atender las manifestaciones más conspicuas de la pobreza urbana y de grupos determinados de personas con carencias muy específicas. En este sentido, la focalización de los receptores de los recursos destinados para la operación del programa se realiza en varias etapas: 1. La asignación de dos terceras partes de los recursos a las ciudades se realiza mediante el uso de los conceptos de pobreza patrimonial y de déficit en materia de drenaje, y una tercera parte se asigna utilizando un indicador de desempeño (igual a 1 por ser el primer año de ejecución del programa). 2. Las condiciones de elegibilidades de los barrios y zonas urbano-marginadas se basan en “polígonos” que deben contar con al menos la mitad de hogares en pobreza patrimonial, que presentan déficit de infraestructura, y en los que al menos 80% de los lotes están ocupados y están localizados en un perímetro urbano o urbanizable, y que no están ubicados en zonas de preservación ecológica. 3. Los proyectos deberán contar con un convenio Hábitat de coordinación, tener objetivos claros y evaluables. 4. Finalmente, las personas y hogares son focalizados mediante la situación de pobreza patrimonial. Así, el proceso de focalización del programa Hábitat está relacionado directamente con los indicadores sobre pobreza y marginación urbana. Sin embargo, debido a que los recursos financieros no son suficientes para enfrentar las necesidades de urbanización de los estratos en pobreza patrimonial, la focalización se convierte también como un método de priorización. La necesidad de establecer una priorización requiere de una selección de la población sujeta a apoyos financieros, proceso que debe estar sustentado en un método de focalización que beneficie la asignación de recursos a las poblaciones de menores ingresos. El programa, por su naturaleza y ámbito de competencia de la institución que lo coordina (SEDESOL), no puede atender carencias que se identifican con la pobreza y marginación urbana, como es el caso de la infraestructura de centros de salud y escuelas, por lo que la coordinación con otras instituciones es importante para conformar un programa que propicie la atracción de otras acciones sectoriales a la población focalizada. Finalmente en lo relacionado con las acciones para mejorar la efectividad de los programas, se requiere más claridad sobre las acciones e instrumentos para publicitar, comunicar y discutir los programas incluidos en Hábitat. 177 El Colegio de la Frontera Norte 3.1.1 Las Fortalezas del Diseño ♦ El programa es claro en sus definiciones conceptuales, sus diagnósticos son sólidos y sus estrategias responden a los objetivos y lineamientos de la política social establecida en los instrumentos normativos, planes y programas en que se plasma el consenso nacional en torno a la pobreza urbana como problema de alta prioridad para el Estado y el gobierno mexicano. ♦ Una virtud de Hábitat es la concepción que le dio forma como instrumento articulador de las dos dimensiones funcionales de la SEDESOL: la política social y la de desarrollo urbano y ordenación del territorio, además de su vocación municipalista y su enfoque territorial. ♦ La orientación de Hábitat en relación con la comunidad y la estructuración de las Agencias de Desarrollo Hábitat es un mecanismo de fortalecimiento de esas comunidades que reforzaría la capacidad operativa y de impacto del programa. ♦ El principio de equidad de género con que funciona Hábitat le otorga una ventaja adicional y un punto de convergencia con el conjunto de la política social donde prima este principio. ♦ Los principios de focalización y cobertura son elementos que permiten instrumentar políticas más efectivas en términos del impacto sobre una población definida. Hábitat utiliza esta estrategia para identificar su población y espacio de aplicación de acciones. ♦ La oportunidad del programa dentro de la estrategia CONTIGO y el propósito de ser el puente entre las dos dimensiones funcionales de la SEDESOL, le otorgan a Hábitat una ventaja estratégica única como instrumento para llevar servicios a los grupos más vulnerables y en condiciones de pobreza urbana bajo el principio de focalización. 3.1.2 Las Retos del Diseño ♦ Los gobiernos locales presentan limitaciones en las capacidades institucionales que demanda la operación de un programa que se basa en una perspectiva federalista como es Hábitat, en donde los municipios y otros agentes locales se convierten en instancias ejecutoras de acciones. El seguimiento, control y corrección son un reto permanente. ♦ Un riesgo potencial de lo planteado en el cuadro anterior, es la posibilidad de que los grupos locales desvíen el propósito del programa en función de sus intereses particulares. 178 El Colegio de la Frontera Norte ♦ El concepto de pobreza patrimonial no se ha enriquecido con otros elementos más allá de indicadores como el acceso a los servicios de agua potable y drenaje, así como el ingreso percápita; además no es explícita la manera de actualizar el criterio de ingreso en el tiempo. ♦ La integralidad de Hábitat requiere fortalecerse, mediante la suma de otras acciones que ya forman parte de la estrategia CONTIGO, pero tienen como destinatarios a la misma población objetivo, tal como se hizo con los programas de Jefas de Familia y Superación de la Pobreza Urbana. 3.2. La Evaluación de la Focalización y Cobertura del Programa Hábitat Con las acciones del Programa Hábitat se intenta coadyuvar a que la población urbana pobre abandone su situación de falta de recursos económicos, ausencia de bienes materiales indispensables y/o de escasez de diversos servicios personales e insuficiencia de servicios públicos a las viviendas. La Sedesol recurrió a un modelo de intervención que aspira al mejoramiento integral de las personas en condiciones de pobreza, abordando como espacio de intervención el entorno territorial (denominados polígonos) donde ellas habitan, teniéndose que adoptar entonces algunas definiciones básicas para la hacer operable el Programa. Conviene indicar que la adopción de esta definición implica realizar las intervenciones sobre los residentes de estas zonas de atención prioritaria, quienes en su mayoría enfrentan la pobreza patrimonial y como conjunto comparten las mismas condiciones de falta de servicios, vulnerabilidad y marginación que imperan en las calles y viviendas de las manzanas que conforman tales polígonos. La introducción del polígono como espacio de atención no solamente es innovador, sino que recupera el espacio en donde la pobreza urbana se expresa de manera mas clara, en el Hábitat de dicha pobreza. Este concepto resulta fundamental no solo para la comprensión de Hábitat sino para una adecuada interpretación del ejercicio de evaluación que desarrollamos, en el cual este espacio es la unidad fundamental. Así, cuestiones como las de focalización y cobertura, formalmente hablando, deben ser interpretadas en función de estos espacios y la referencia a otras unidades como el hogar o sus residentes son referentes importantes como espacios subordinados al de los polígonos. Las dos modalidades cuyas acciones están dirigidas específicamente a “ampliar las capacidades y las oportunidades de los integrantes de los hogares”, que son Superación de la pobreza urbana y Oportunidades para las mujeres (llamado Mujeres jefas de familia en el 2003), representaron una proporción relativamente baja y en descenso de las inversiones de Hábitat: 14.12% en 2003 y 9.33% en 2004. 179 El Colegio de la Frontera Norte Poco más de la mitad de los recursos se dedicó a una sola modalidad: Mejoramiento de Barrios, esto es, acciones para ampliar, mejorar o introducir redes de infraestructura urbana básica (agua potable, drenaje, etc.), para pavimentar calles, para construir, ampliar o rehabilitar banquetas, guarniciones, Centros de Desarrollo Comunitario, para equipamiento de estancias o casas de día, etc. La adquisición de reservas territoriales para desarrollo urbano y vivienda social, que constituyen básicamente la modalidad de Suelo, representaron el segundo rubro de importancia en la distribución de los recursos (poco menos de 30% y 20% en 2003 y 2004 respectivamente). De hecho los subsidios a estas dos últimas modalidades constituyen la gran mayoría de los apoyos monetarios otorgados por Hábitat: alrededor de 80% en 2003 y 75% en 2004. Esta distribución de los recursos se orienta a reformar y mejorar el ámbito donde desarrollan su vida los residentes de los conjuntos de manzanas intervenidos, y aunque es una manifestación conjunta de las prioridades locales, también refleja la concepción del Programa, que es afrontar integralmente las carencias en los polígonos, incluyendo las acciones de las dos primeras modalidades, que están dirigidas específicamente a la mayoritaria población en pobreza patrimonial. El universo de áreas de atención de Hábitat, o polígonos seleccionados, ascendió a 429 en el 2003 y a 2,032 en el 2004. Del total anotado de polígonos seleccionados, en el ejercicio presupuestal de 2003 se atendieron 428, mientras que en el 2004 la cantidad de polígonos que obtuvieron apoyo del programa llegó a 817. El Programa muestra un avance innegable del 2003 al 2004, teniendo un aumento relativo del “nivel de atención de la pobreza patrimonial” de alrededor de 183% (de 7.63% a 21.63% en hogares y personas), lo cual supera la proporción de crecimiento del presupuesto asignado a Hábitat, que fue del 123% al pasar de 1,681 millones en 2003 a 3,753 millones en el 2004, y que da cuenta de una mayor eficiencia del Programa en 2004 que un año antes, con independencia del incremento de su presupuesto. Lo cual se aprecia en la reducida cuantía que alcanza el promedio por persona del monto anual del apoyo recibido por Hábitat, que en 2004 ascendió a 2018.18 pesos por persona en situación de pobreza patrimonial, pero que disminuye en la realidad a 982.49 pesos por persona residiendo en las manzanas de polígonos con acciones. Es decir, que aún considerando la aportación de los gobiernos locales y no obstante sus avances, el Programa Hábitat todavía tiene una presencia entre la población urbana en pobreza patrimonial. Para 2003, 7.63% de los hogares pobres dentro los polígonos atendidos con respecto del total fueron cubiertos por el Programa, en cantidades absolutas representaron poco más de 343 mil hogares. Para el año 2004 se percibieron mejoras en la cobertura, ya que el nivel de focalización aumentó en todos los estados, a excepción de Veracruz. Incluso 4 estados lograron cubrir a más del 50% de los hogares pobres de los polígonos seleccionados, son los casos de: Guerrero, con 62.14% de cobertura; Chiapas, con 55.51%; Colima, con 53.53% y Campeche, con 50.13%. En suma, de 2003 a 2004 se 180 El Colegio de la Frontera Norte aumentó la eficiencia en cobertura, aunque hay entidades en las que aún persisten altos porcentajes de hogares no seleccionados por no estar dentro de los polígonos intervenidos en las entidades. Analizando el número de hogares sobre los que ya se han ejecutado acciones del Programa Hábitat dentro de los polígonos seleccionados en las diferentes entidades federativas, se encuentra que en el año 2003 se ejercieron acciones sobre poco más de 600 mil hogares pobres. En el año 2004 el nivel de pobreza atendida sobre hogares intervenidos fue menor respecto del año pasado. Sin embargo, en los niveles de pobreza atendida encontramos que la mayor parte de los estados, 27 de los 32 en los que Hábitat realizó acciones, hubo porcentajes por encima del 50%, es decir, se logró que la mayor parte de los hogares que fueron intervenidos en los estados correspondieran a hogares pobres. Estableciendo una relación comparativa entre los años 2003 y 2004, encontramos que la eficiencia en los niveles de pobreza atendida en los polígonos por entidades disminuyó ligeramente a nivel nacional, ya que para 2003 se habla de 56.77% de pobreza atendida pero para 2004 ésta baja a 52.32%, sin embargo se sigue teniendo como mayor parte de hogares intervenidos a los pobres. La composición de la selección de los hogares pobres en los polígonos seleccionados de las entidades, presentó para ambos ejercicios niveles de focalización inferiores al 40% con respecto del total de hogares pobres en los polígonos, lo cual refleja las dificultades implícitas a las formas de distribución espacial y organización territorial de la pobreza, más que problemas inherentes al Programa. En cuanto a los niveles de focalización los datos indican que en 24 de los 32 estados no se incluyó en la selección a más del 50% de hogares pobres, al no estar dentro de los polígonos seleccionados; mientras que sólo en 8 estados la selección fue eficiente pues se contempló a la mayoría de hogares pobres en los polígonos de cada estado. Comparando los años 2003 y 2004, se concluye que hubo mejoras de un año a otro, ya que mientras en 2003 existía un porcentaje de hogares pobres fuera de la selección del 63.09%, para 2004 logra disminuirse brevemente a 61.04%. Y esto es más claro en las entidades, ya que en 25 de ellas dichos porcentajes disminuyeron, mientras que en las restantes 7 se presentó un aumento, asimismo en 2003 había 26 estados en los que la focalización de la selección no rebasaba el 50%, pero para 2004 esto ocurre en 24 estados. Si bien el programa Hábitat para 2003 logró la cobertura del 7.63% de estas personas pobres ubicadas en polígonos seleccionados en las entidades federativas, es decir que se dejó sin atención al 92.37%, ya que se encontraban fuera de los polígonos a los que se les dio atención del Programa; para el año 2004, Hábitat logró la cobertura del 21.63% que se encontraban en los polígonos seleccionados, mientras que hubo 78.37% de personas sin atención por parte del Programa ya que no se ubicaban dentro de los polígonos atendidos. 181 El Colegio de la Frontera Norte En 2003 del 100% de hogares intervenidos en los polígonos, 56.85% eran hogares pobres, y 43.15% restante eran no pobres. Con ello se han logrado cubrir zonas de atención prioritarias, que son aquellas manzanas o polígonos en los cuales al menos 50% de hogares ubicados en su interior estén en situación de pobreza patrimonial. Respecto a 2004, el número de hogares pobres atendidos dentro de los polígonos seleccionados tuvo incrementos, sin embargo lo mismo ocurrió con los hogares no pobres, e incluso el porcentaje de hogares no pobres intervenidos es mayor que el registrado en 2003. Con lo cual se aprecia una disminución en el nivel de pobreza atendida que pasó de 56.85% en 2003 a 52.32% en 2004. Pero esto se debe más a una situación de heterogeneidad en la distribución de hogares pobres y no pobres dentro de un mismo polígono. Por tanto, en 2004 hallamos menores porcentajes de hogares pobres no seleccionados en los polígonos, lo cual es un indicio de que se está buscando incluir en la selección a un número cada vez mayor de hogares, de tal manera que aumenten también aquellos hogares que sean intervenidos con las acciones del Programa. En resumen, de 2003 a 2004 destaca el aumento de personas pobres atendidas dentro de los polígonos seleccionados por el Programa, sobre todo en los de las localidades más pequeñas en las que había rezago en términos de cobertura, aunque los porcentajes de focalización aún se encuentran por debajo del 50% por tamaño de localidad, lo que implica importantes cantidades de polígonos con personas pobres sin atención. Es decir, que de 2003 a 2004 aunque los niveles de pobreza atendida tuvieron ligeros descensos, se siguió cubriendo a polígonos con mayoría de personas no pobres en su interior, lo que pone de manifiesto la necesidad de trabajar aun más en tratar de hacer una selección más eficiente que pueda abarcar a las personas mas necesitadas, en este caso los pobres. Por otro lado, en el 2003 el gasto percápita para los 418 polígonos, incluidos en la evaluación, fue de 396.48 pesos, mientras que para los 808 polígonos en el 2004 fue de 491.19 pesos. A manera de reflexión, se puede ver que en el 2003 y en el 2004, el gasto percápita por bloque de polígono con muy alta marginación es mucho menor al gasto percápita que se invierte en los polígonos que tienen baja. Esto a su vez, permite reflexionar en torno a la prioridad que deban tener las zonas más marginadas, y que en éste caso, tienen que ser las que presentan muy alta marginación. Lo anterior, nos permite ver que a medida que aumenta el número de polígonos clasificados por grado de marginación, incrementa el porcentaje de gasto que se ejerce en ellos mismos, ello da muestra de que se siguió la misma lógica de distribución del año anterior, beneficiándose más a los más marginados. Ya que al comparar 2003 con 2004, se percibe que sigue habiendo una prioridad de gasto ejercido en los polígonos que tienen marginación muy alta. En este sentido, la eficiencia de los instrumentos de focalización determinados por el programa, se observó una importante concentración de recursos 182 El Colegio de la Frontera Norte dispuestos sobre los polígonos de atención localizados en espacios urbanos calificados con grado alto y muy alto de marginación; dicho de otro modo, poco más de nueve de cada diez pesos fueron invertidos dentro de dichas zonas, proporcionando una adecuada orientación de los recursos. 3.2.1 Fortalezas de la Focalización y Cobertura del Programa Hábitat ♦ La evaluación de los dos primeros años de operación del Programa Hábitat muestran la importancia que ha asumido éste, sobre todo en el incremento de polígonos intervenidos de un año a otro, como del aumento presupuestal que ha registrado, significando una considerable ampliación de la cobertura del Programa debido a la distribución de los recursos sobre las localidades con espacios de concentración de pobreza urbana. ♦ En términos generales, se ha observado como la magnitud del fenómeno es notoriamente mayor que los recursos invertidos, logrando para el año 2004 acercarse a ofrecer alguna intervención a sólo una persona de cada cinco en zonas urbanas en condiciones de pobreza patrimonial; no obstante, el Programa muestra avances muy importantes del 2003 al 2004, presentándose un aumento relativo del nivel de atención de la pobreza patrimonial, dando cuenta de una mayor eficiencia de éste en el 2004, independientemente del aumento del presupuesto. ♦ Del mismo modo, con relación a la eficiencia de los instrumentos de focalización determinados por el programa, se observó una importante concentración de recursos dispuestos sobre los polígonos de atención localizados en espacios urbanos calificados con grado alto y muy alto de marginación; dicho de otro modo, aproximadamente nueve de cada diez pesos fueron invertidos dentro de dichas zonas, proporcionando una adecuada orientación de los recursos. ♦ Para el año 2004 se presentó una distribución de los recursos, canalizados a los polígonos, diferente a la efectuada en el 2003, en donde dicha distribución solamente tuvo incremento en los polígonos con marginación muy alta. En los demás grados de marginación hubo disminución, sin embargo, tal disminución se ve compensada en cierta parte con el incremento de polígonos intervenidos por tipo de marginación que se presentó de 2003 a 2004. ♦ El Programa muestra un avance innegable del 2003 con respecto al 2004, teniendo un aumento relativo del nivel de atención de la pobreza patrimonial del alrededor del 183% (7.63% a 21.63% en hogares). ♦ El crecimiento del nivel de atención del Programa en los dos últimos ejercicios superó la proporción del crecimiento del presupuesto asignado a Hábitat que fue del 123%, al pasar de 1,681 millones en 2003 a 3,753 millones en el 2004, dando cuenta de una mayor eficiencia del programa en 2004 que un año antes. 183 El Colegio de la Frontera Norte ♦ La cobertura a escala de ciudades señala notoriamente un avance del Programa dentro del periodo analizado, es decir, para el 2003 se abarcaron 60 de 352 ciudades seleccionadas (17.05%), lo cual fue superado en el 2004 con una cobertura del 49.29% en ciudades, 173 atendidas de 351 posibles. ♦ Respecto a la cobertura a escala de polígonos refleja de igual manera un avance, es decir, para el 2003 se intervinieron 428 de 429 polígonos posibles, representando 99.77% de cobertura, mientras que el año 2004 se intervinieron 817 de 2,032 polígonos, representando 40.21%; si bien la cobertura es mucho menor en el año 2004, es importante destacar que se intervinieron mucho más polígonos en el 2004 que el año anterior. ♦ Los mecanismos utilizados en la identificación de la población en condición de pobreza patrimonial se constituyen en una de las principales fortalezas del Programa, de acuerdo a los propios objetivos planteados por Hábitat. 3.2.2 Retos de la Focalización y Cobertura del Programa Hábitat ♦ Uno de los grandes retos observados en la cobertura y focalización del programa, lo constituye la fuente de información por medio de la cual se crean los mecanismos de identificación de las áreas de intervención del Programa, basados sobretodo en el Censo de Población del 2000. ♦ Si bien la utilización de la base censal nos garantiza trabajar un indicador de pobreza patrimonial, éste pierde vigencia con el paso del tiempo, afectando la precisión, dado el desfase del tiempo en que se levantó con respecto al la entrada de operación del Programa. ♦ Sería bueno una mayor participación de la comunidad y de diferentes autoridades locales con la finalidad de proponer aquellas zonas que no se contemplan dentro del universo establecido, y las cuales necesitan un mayor apoyo por parte del gobierno. ♦ Por otro lado, si bien se han logrado resultados importantes en cuanto a cobertura en las diferentes instancias, todavía es necesario trabajar en tratar de cubrir la mayor parte de la población que verdaderamente necesita la ayuda. 184