Entre mates, brujas y gigantes. Entrevista a Graciela Cabal Hay una mamá que prepara al mismo tiempo: un informe, la polenta del gato, la lista de ingredientes a comprar, mientras revisa la carpeta de Martín y pela una manzana para Tomás Hay un Tomás con sus propios problemas: le tiene miedo a la oscuridad y todos los monstruos que se vislumbran en ella. Hay un preadolescente que se encierra furioso porque esta triste y nadie comprende su pena. Hay una abuela que se interna con dedicación y paciencia en el mundo de la web y un rey de cartón pintado que narra sus epopeyas entre mate y biscochitos Hay patios, hay brujas, hay ángeles. Todo esto y mucho mas hay en las novelas, cuentos, obras, guiones de Graciela Cabal. “Casi siempre escribo sobre lo que me ocurre” dice y debe ser cierto, nomás. Esta señora que lleva escritos unos sesenta libros, trabajó en el Centro Editor de America Latina, recorrió casi todo el país organizando y creando1 unas 40 bibliotecas mientras preparaba papillas, revisaba tareas, visitaba ortodoncistas y escuchaba a las maestras de sus tres hijos. Hoy Graciela es abuela y reparte sus días entre los nietos, la computadora y los incesantes viajes. Esta nota fue programada con anterioridad, pero resultó imposible realizarla porque estabas de viaje. Si. Vivo de acá para allá, acabo de llegar de España, mañana voy a dar una charla en Chascomús y pronto parto hacia Chile. Alli voy a visitar Viña del mar, Santiago y la casa de Pablo Neruda en Valparaiso. Hace poco fui también a Colombia y conocí Cartagena, que es una ciudad hermosa. Visité la islita del Rosario que queda cerca de allí y aprendí a bucear. También recorro mucho el país, voy al Chaco, a la Pampa. ¿Viajás siempre por cuestiones laborales? Si, me invitan de distintos lugares, para que asista a congresos o charlas y ultimamente me convocan muy seguido como narradora. De otro modo sería imposible para mi desde el punto de vista económico ir a tantos sitios. Lo curioso es que no puedo escribir durante los viajes, llevo un diario donde anoto lo que voy viendo y sintiendo, pero cuando se trata de hacer una novela o un cuento necesito estar acá en mi casa, en mi entorno, entre mis fotos y mis cosas. Graciela señala las paredes de su living repletas de gente que sonríe lejana y divertida en blanco y negro, adornos típicos de diferentes lugares del mundo, y muchos libros. ¿Y si no escribis durante los viajes, cómo lograste una producción literaria tan basta? Soy muy disciplinada, cuando estoy en casa me levanto a las seis y media y hago la limpieza, a las ocho escribo hasta el mediodía, te aclaro que desde hace 37 años el que cocina es mi esposo (salvo cuando está de viaje); esto es asi porque practicamente apenas nos conocimos: yo le pregunté: ¿y vos que tareas de la casa vas a hacer? En ese momento quedó establecido que él se ocuparía de hacer las compras y de cocinar y yo me haría cargo de la limpieza. Lo que no organizamos en aquel entonces y quedó para siempre sin determinar es quien debería planchar, de modo que no plancha nadie. Con decirte que 1 Graciela Cabal fue presidente de Alija : Asociación de literatura infantil y juvenil durante el período 19931995, durante su gestión se fundaron mas de 40 bibliotecas escolares. escribí un cuento llamado Doña planchita que habla de esa engorrosa tarea. Retomando el tema: luego de almorzar me da sueño, pero no me voy a dormir, sino que sigo escribiendo hasta la tarde, casi nada altera esa rutina diaria, y de ese modo consigo cumplir con todas mis obligaciones editoriales. ¿Que estás escribiendo ahora? Acabo de terminar una novela y estoy preparando dos nuevos “Tomasitos”. Escribo todos los días, tenga o no ganas, por supuesto muchas veces no las tengo, Cuando falleció mi mamá por ejemplo yo estaba haciendo la novela “La Pandilla del Angel”, que debía ser entregada a la editorial en un plazo prefijado. Me costó horrores terminarla, porque, te imaginás, en esos días, no tenía ánimo para escribir ni una sola línea. A pesar de todo la continué como pude y la llevé. Curiosamente esa novela es bellísima, y en un capítulo (el mas conmovedor) muere la bisabuela del nene que es el protagonista. Ese pasaje refleja lo que me sucedía en ese momento, me costó mucho escribir ese capítulo y hasta el día hoy no puedo releerlo. Toda esa novela es bastante autobiográfica porque incluso la mayoría de los personajes tienen nombres reales. Cuando finalmente la terminé y la entregué me llamaron de la editorial para pedirme que por favor suprima esa parte, porque si bien era muy conmovedora, les parecía inadecuada para el público infantil. Yo me negué, no sólo porque no se puede eliminar una parte de una obra así como así, sino porque además es un capitulo que le da sentido al resto de la historia. Además el tema de la muerte esta muy bien tratado, sin detalles escabrosos, ni golpes bajos. Si fue una “buena” (entre comillas) manera de irse: fallece la bisabuela, en su casa, rodeada de sus seres queridos con tiempo para despedirse y dejar sus mensajes, se trata de una persona preparada para esa etapa. Yo no tenía ningún animo aleccionador, ni didáctico, sólo escribí lo que se me ocurría, que coincidía con lo que me pasaba en ese momento, pero creo que un tema como la muerte que es parte de la vida no puede ser eliminado de la literatura, aunque esté destinada al publico infantil, sobre todo porque los chicos lo conocen aunque lo obviemos. Luego me volvieron a llamar de la editorial para decirme que la novela sería publicada tal como fue escrita. Para esa época, yo acababa de terminar otro libro “Cuentos de miedo, de amor y de risa” y en la dedicatoria puse: “Para mi mamá que supo llenarme la cabeza” La pérdida de mi mamá y el sentimiento de horfandad que a una la invade, desencadenó varias obras: al tiempo comencé a escribir textitos para mi, sólo para tratar de no olvidar algunos detalles: por ejemplo cómo era la voz de mi mama, y a partir de esos recuerdos comenzaron a surgir muchos personajes de mi infancia, asi nació una novela para adultos llamada “Secretos de familia”2 que es una historia contada desde el punto de vista de una nena (que soy yo). Con un tema similar escribí también una novela destinada al público adulto llamada “Las cenizas de papá”, donde abunda el humor negro. ¿Como surge el personaje Tomasito?. Tomasito era el nombre preferido de mi abuela, asi se llamaba su papá, es decir mi bisabuelo, y también su hermano. Ella siempre me decía: ”Cuando tengas un bebé ponele 2 Esta novela ganó el primer premio de narrativa del gobierno de la ciudad “Ricardo Rojas” Tomasito”, entonces, aunque mi hijo no se llama así, (su nombre es Pablo) el personaje de esa serie de relatos es Tomasito. Esta muy bien reflejado el mundo y el lenguaje de los nenes chicos ¿te inspiraste en nenes reales? Bueno tengo tres hijos y ahora que crecieron tengo a mis nietos. Pero de todos modos, cuando escribo, apelo a más mis propios recuerdos que a la observación. Yo no escribo “para chicos”, pensando en el lector sino que armo los relatos poniendo lo que me parece, lo que se me ocurre, a veces en base a la nena que fui. ¿Como hacias cuando tus hijos eran chicos para sostener tu disciplina de trabajo? Uff fue una época complicada, muy complicada porque luego de Pablo nacieron mis dos hijas mellizas. ¿Viste que en mis relatos pongo mellizos por todos lados? Si. . en la Pandilla del Angel y en el ultimo de Tomasito aparecen. Claro, tener mellizas es una experiencia muy fuerte, sobre todo en aquella época, porque por empezar yo me enteré (en realidad, los médicos se enteraron porque yo de algún modo ya lo sabia) que eran dos bebés en el momento del parto, en aquel entonces no existían los métodos de diagnóstico que hay en la actualidad. Tampoco había pañales descartables y yo no tenía lavarropas de modo que invertí mucho tiempo lavando, hirviendo, secando y planchando pañales. ( Luego escribí el cuento Doña Planchita que mencioné) Cuando fueron un poco mas grandes llevaba el nene a la escuela y las mellizas a una guardería. Yo me iba Al Centro Editor donde trabajaba, y a la tarde al regresar buscaba a los chicos y hacía las cosas de la casa, cuando todos se dormían aprovechaba para escribir mis cuentos y novelas. En esa época mi marido que es periodista, viajaba mucho, el diario para el que trabajaba lo enviaba continuamente a distintos sitios, a cubrir tal o cual noticia, y era habitual que me llamara de pronto para avisarme: “salgo para México” Yo siempre le pedía que me traiga una maquina de escribir, porque aca eran muy caras, y él en vez e hacerme caso, aparecía con regalos insólitos: sombreros mexicanos; cosas así. Una vez trajo un bote inflable, recuerdo que para mostrarlo lo armo en el departamento diminuto en que vivíamos, (ocupaba toda la habitación) para regocijo de los chicos y desesperación mía. Ahora viajas mucho vos. A propósito estuviste en España recientemente ¿como te fue allá? Fue una experiencia muy linda, este es el segundo año que me convoca la gente del “Salón iberoamericano de Asturias” donde se organizan reuniones entre editores, escritores y otros profesionales del medio. Luego fui a Madrid invitada por la editorial Santillana. Tanto en Asturias como en Madrid la pasé muy bien: di charlas para adolescentes en institutos y universidades estatales y visité algunas escuelas primarias privadas. Cuando llegué a los institutos, los profesores me advirtieron que a los chicos no les interesaba nada de nada, “no leen” me dijeron: “son un desastre”. Pero la verdad es que me fue maravillosamente, tanto a mi como a los escritores españoles que me acompañaban nos escucharon con mucha atención. Recuerdo una vez en particular que apenas terminamos, los chicos se acercaron para hablar con nosotros y hacernos miles de preguntas, fue fantástico. Según los profesores españoles, sus chicos no leen pero lo cierto es tienen excelentes bibliotecas y cuentan con muchos y buenos planes de promoción de la lectura. España esta económicamente muy bien y eso se nota en todos los ámbitos. Aunque en ese sentido, acá no estamos tan mal, gracias al enorme esfuerzo de maestros y bibliotecarios. Y también gracias a los planes que se hicieron para fomentar la lectura. Yo participé en los que se llevaron a cabo tanto en el año 85 como en el que se implementó no hace mucho. Partía una combi repleta de libros para chicos hacia los sitios mas alejados, luego iban los narradores y por ultimo, los autores. ¿Te quedó algo pendiente por hacer? Dentro de la literatura no, porque escribo para chicos y para grandes, y abordé todos los géneros: hice guiones para la tele: junto con mi marido hicimos Argentina secreta, no Historias de la argentina secreta, sino un programa anterior con el que recorrimos todo el país y conocimos sitios insólitos. Fue una muy linda experiencia. También hice la adaptación de mi novela Secretos de familia (que algún día se filmará). ¿Es difícil transformar una novela a imagen? Si, sobre todo si es tu obra, porque una no quiere cortar nada ¿que sacar? A veces quitaba una parte, y el director me llamaba para decirme “¿porque sacaste justo ese pasaje?” Y en lo que a otro tema concierne, ¿Te quedó algo pendiente? Aprender ingles. El tema es que yo soy irlandesa y cuando era chica me enviaron a un colegio inglés (vos sabes los irlandeses y los ingleses no se llevan bien) del cual mi papá era director ( de la parte de castellano) , allí estuve hasta que me expulsaron. ¿Te echaron siendo la hija del director? Eso mismo dijo mi mama cuando se enteró, y se preocupó muchísimo porque pensaba que por mi culpa también lo iban a echar a mi papá, me decía que íbamos a ir todos a la calle a pedir limosna. Recuerdo que en ese momento esa amenazante perspectiva me pareció fantástica. Que bien pensé. Yo detestaba ir a ese colegio en donde me hablaban todo el tiempo en inglés e impartían una educación muy rígida, con decirte que una vez para poder faltar, le pedí a una vecina nuestra que vivía en un conventillo, que me prestase un piojo. En ese momento la pediculosis era algo ¡terrible!, mi razonamiento fue el siguiente: si tengo piojos me sacan de la escuela, y para colmo, era muy rubia así que se me iban a notar enseguida. La vecina me dijo: te presto dos, luego quería vendermelos. ¡Vendértelos! Si, cuando fui adulta y escritora, le dedique un libro que está por salir: “Fantasía” No merecía menos una vendedora tan original. ¿Y porqué te expulsaron? Ay, eso es algo que nunca le quiero contar a mis nietos. . . me echaron porque le arrojé un tintero lleno de tinta negra a la maestra, todo porque no quería que me hablase en inglés. Que vergüenza. me dijo la señorita, fue la única frase que me dijeron en castellano¡Que vergüenza!. Pero bueno, casi todo lo que me ocurrió fue a dar a los cuentos. Debés tener muchas anécdotas de viajes. Uff millones, Yo fundé muchas bibliotecas en lugares muy alejados asi que en los pueblos pequeños me reciben con mucho entusiasmo, con festejos, y agasajos muy divertidos, me gustan mucho todos los viajes que hago, pero esos tienen un sabor particular. ¿Pensaste instalarte en otro lugar? No, la verdad es que no podría abandonar esta casa que fui armando, acá están ubicados mis recuerdos, ¿ves las fotos? Cada uno de esos personajes tiene su cuento, en este barrio y sus alrededores vivió siempre toda mi familia, y fundamentalmente en esta ciudad están mis hijos y mis nietos. Me gusta viajar, y como te conté lo hago muy seguido pero ¡Que se le va hacer! Este es mi lugar.