Temas Públicos www.lyd.org- Email:lyd@lyd.org Nº 689- 30 de agosto 2004 Nº 689 - 27 de Agosto 2004 ISSN 0717-1528 ISSN 0717-1528 Diario La Nación: ¿Momento de Privatizar? Fue removido de su cargo el director del diario La Nación. Haciendo uso de su mayoría accionaria, el Gobierno explicó que la razón que motivó tal decisión fue la divergencia entre la línea editorial del diario y la opinión que el Gobierno ha querido dar frente a temas específicos del acontecer nacional. - En términos de estricta eficiencia, parece lo más aconsejable. Inapropiado para una Democracia En primer lugar, es discutible la idea de que el Estado deba seguir participando como agente de prensa escrita en Es cuestionable la sola idea de una sociedad que aspira a la plena madurez democrática. El Asimismo, el Gobierno ha que el Estado deba seguir señalado su intención de re- participando como agente de rol limitado que le cabe al Estado no sólo se refiere al ámbiformar la estructura administraprensa escrita en una sociedad to productivo de los bienes y tiva del diario La Nación, imitando el modelo adoptado para que aspira a la plena madurez servicios, sino también al secdemocrática. En efecto, la tor informativo, de las ideas. En Televisión Nacional en los años éste el Estado debe abstenerpropiedad del Estado sobre 90 y cuyo elemento central es la existencia de un directorio medios de comunicación lejos se de intervenir tanto como sea pluralista e independiente del de contribuir a la democracia, posible, ya que de lo contrario, no sólo se vulnera el legítimo Gobierno. El argumento que se la debilita derecho a que los medios da para ello es que históricacompitan entre sí y no con el mente el diario La Nación ha Estado, sino que además se sido el diario “de Gobierno” y introducen peligrosas distorsiones que arriesque adoptar esta nueva modalidad lo convertigan ese libre flujo de las ideas. ría en un diario de Estado, independiente del Gobierno de turno y por ende con un rol suEl argumento tradicional a favor de un rol prapartidista y de carácter nacional. activo del Estado en la prensa es que éste velará por el bienestar de la sociedad, aseguranSin embargo resulta altamente discutible do una mayor libertad política, económica y de que ese sea el camino a seguir. En Nuestra prensa. opinión lo correcto sería vender la participación del Estado en dicho diario. Hay tres razones Sin embargo, es dable pensar justamenfundamentales para ello: te lo contrario, que teniendo bajo su control medios de comunicación el Estado los utilizará - Resulta inapropiado para un país democrátipara promover su propia agenda, beneficiando co con prensa libre tener un diario de propiea quienes ya se encuentran en el poder e imdad estatal . pidiendo el normal flujo de información, ele- Debe entenderse y desmitificarse la lógica mento indispensable para garantizar una justa con que opera el mercado de las ideas. competencia política. 6 En efecto, tal como lo sugiere un estudio comparado de 97 países la propiedad del Estado sobre medios de prensa escrita está asociada con una menor libertad de prensa, menores derechos políticos y libertades civiles, una deficiente protección de la propiedad, peor calidad de regulaciones y mayores niveles de corrupción. Estos resultados son aún peores si el Estado es propietario de medios de prensa escrita y de televisión a la vez1. Es decir, la propiedad del Estado sobre medios de comunicación lejos de contribuir a la democracia, la debilita. medios serán neutrales, pero sí que en promedio el mercado es neutral. La pregunta que surge entonces es si en Chile la prensa escrita muestra suficientes niveles de competencia como para asegurar esta neutralidad. Evidentemente que sí. Basta pararse frente a un quiosco y ver la variedad inmensa de revistas y periódicos que se ofrecen, de las más diversas tendencias y a muy bajos precios. En efecto, iniciar cualquier medio de prensa escrita puede hacerse a muy bajo costo y prácticamente no existen barreras de entrada al rubro. Esta característica es fundamentalmente distinta a lo que ocurre con los canales de televisión, que indudablemente requieren una importante inversión para poder operar, además de cumplir con trámites especiales como la solicitud de concesiones de frecuencia. En síntesis, el tradicional argumento que justifica la existencia de un canal nacional, esto es asegurar la pluralidad en un rubro que no es de fácil acceso para cualquiera, no tiene asidero en materia de prensa escrita. Con Prensa Libre los Lectores Eligen Si como país hemos acordado funcionar bajo un modelo de mercado que asegure la libre y eficiente distribución de los recursos de que dispone la sociedad, lo que ha sido comprobado exitosamente, no se explica por qué en el ámbito de las ideas ello deba ser diferente2. El argumento que habitualmente se esgrime para justificar la participación del Estado es que, dada la importancia de los medios de comunicación, se debe velar por la pluralidad, de manera tal que el poder de los medios no favorezca a sectores específicos de la sociedad. Dicho argumento desconoce una realidad muy simple: son los propios lectores quienes eligen qué quieren leer. La importancia de esto es que, en un mercado competitivo, los medios buscan el favor de su público a fin de asegurar compradores, auspicios y ganancias. Esto impide el tan acusado “sesgo” de los medios, ya que si existen nichos vacantes los medios llenarán ese espacio. Ejemplo de ello es el diario Las Últimas Noticias. Al mismo tiempo, si el mercado está copado, los medios convergen hacia el centro, donde se ubica la mayoría de la gente3. Así de simple. Más aún, estudios internacionales demuestran que los lectores esperan que el medio que leen refuerce el mismo punto de vista que ellos ya tienen y de lo contrario prefieren cambiar de medio4. El mercado de los lectores asegura la neutralidad de los medios. Esto no significa que todos los La Eficiencia Recomienda su Total Privatización Actualmente el 30% de la propiedad de la Empresa Periodística La Nación está en manos de privados, mientras que el resto es propiedad Estatal. La empresa tiene dos publicaciones principales: el diario La Nación y el Diario Oficial. Sin embargo, los resultados económicos son discutibles. Mientras la empresa matriz obtiene habitualmente resultados positivos, el diario La Nación arroja un saldo negativo. La verdadera fuente de ingresos es el Diario Oficial, que detenta un monopolio sobre determinadas publicaciones legales que conforme al ordenamiento jurídico deben ser publicadas en él, como leyes, decretos, etc... De no tener tal monopolio o sin el respaldo del Diario Oficial, La Nación sólo arrojaría pérdidas. 7 Conclusiones Gráfico N°1 Luego de la remoción del director del diario La Nación, el Gobierno ha señalado su intención de reestructurar dicho medio en forma similar a la de Televisión Nacional. Sin embargo, nada justifica la participación del Estado en una actividad que a todas luces es plenamente competitiva en Chile. Promedio Semanal de Ejemplares Vendidos (sólo matutinos) Promedio semanal de ejemplares vendidos 1400000 1200000 1000000 800000 600000 400000 200000 0 Las La Últimas Tercera Noticias La El La Cuarta Mercurio Nación Fuente: Primer informe de Verificación de Circulación y Lectoría, ANDA-ACHAP-ANP Por el contrario, la participación del Estado en el ámbito de la información sólo contribuye a distorsionar la consolidación de una sociedad plenamente democrática, abierta y libre. A su vez, el argumento de “resguardar la pluralidad” ignora la lógica con que opera el mercado de las ideas y desconoce una realidad evidente: los lectores, simplemente, no leen La Nación. La principal razón para ello es la bajísima cantidad de ejemplares vendidos y el número de lectores que tiene La Nación. Cómo se aprecia en el gráfico N°1, considerando los 5 principales matutinos, La Nación sólo representa un 2% de los ejemplares vendidos. Y en cantidad de lectores la cifra no alcanza siquiera al 1%. Con tan bajo porcentaje de mercado es evidente que La Nación no cumple siquiera con el supuesto objetivo de asegurar la pluralidad. Simplemente, no tiene lectores. ¿Qué justifica entonces seguir perdiendo recursos fiscales? Lo que corresponde es que el Estado venda su participación en la Empresa Periodística La Nación. Respecto al Diario Oficial, atendida su función pública, dicha labor debe ser entregada en licitación, separando así definitivamente un diario común y corriente de otro que cumple un rol específico y exclusivo asignado por legislación. 1 Simeon Djankov et al, Who owns the media? The Journal of Law and Economics, Volumen 46, Number 2. October 2003. 2 Ronald Coase, The Market for Goods and the Market for Ideas, American Economic Review 64, 1974. 3 Daniel Sutter, Can the Media be sol Liberal? The economics of Media Bias, The Cato Journal Volume 20 N°3 4 Sedhil Mullainhattan, Andrei Shleifer, The Market for News, Diciembre 2003. 8