Mirador Sureño No. 268 Lilí Conde Tel: (00 52 983) 83-2 71 01 Fax: 832 21 33 E-mail: liliconde18@yahoo.com.mx Apdo. Postal 99 Chetumal, Q. R. México Tel: México (01 983) 83-2 71 01 Con el cariño de siempre, ofrecemos este artículo sobre la necesidad de propiciar el ambiente en la casa y en la escuela, para que los niños aprendan a leer y disfrutar la lectura. Mucho podemos hacer los padres y los maestros para ayudarlos a desarrollar esta habilidad, el texto ofrece varias alternativas. NIÑOS QUE LEEN, MENTES BRILLANTES. U na de las cosas que más le gustan de la escuela a Victoria Lin es ir a la biblioteca. Esta pequeña de cinco años y medio, corre a buscar los libros de "el Doctor Seuss", su mamá le ha leído tantas veces uno de ellos, El gato del sombrero, que se sabe de memoria algunos pasajes y ya puede leerlos sola. Como la familia Lin tiene planes de visitar próximamente un acuario, la bibliotecaria le sugiere a Victoria que se lleve a casa un libro sobre delfines. Junto con otro que trata sobre los manatíes, los cuales le encantan. Victoria avanza por el camino que la llevará a convertirse en una buena lectora, habilidad que le abrirá un sinfín de posibilidades. Numerosas investigaciones demuestran que saber leer bien y disfrutar la lectura son los principales factores en el éxito escolar de un niño. Los chicos que son buenos lectores también son buenos estudiantes; sacan mejores calificaciones en pruebas de aprovechamiento en todos los grados y en todas las materias, incluso en matemáticas y ciencias. Algunas estrategias que le permitirán ofrecer a sus hijos una ventaja en la escuela y un placer para toda la vida. 1.- Los buenos lectores comienzan a temprana edad. Las calificaciones en lectura que un niño obtiene durante el primer grado escolar son un indicador confiable del éxito académico que tendrá cuando curse el bachillerato. Con niños pequeños, ponga en práctica los consejos siguientes: Cuanto más se le hable, se le lea y se le cante a un bebé, más amplio será su vocabulario y mayor su comprensión. Los niños pequeños son sumamente receptivos al lenguaje. Para hacer que se interesen en los libros, muéstrele las ilustraciones a su hijo y hágale preguntas; "¿Qué es esto?" "¿Quién es?" ó "¿Qué otras cosas hay aquí?". El periodo preescolar es la etapa en que los niños comienzan a aprender el alfabeto y a tomar conciencia de los sonidos que forman las palabras (…). Los niños en edad escolar necesitan practicar mucho la lectura en voz alta delante de sus padres, y oírlos a ellos leer también. Para ayudar a su hijo a leer con fluidez, léale un párrafo y luego pídale que lea el siguiente. Cuando le lea al niño, haga énfasis en la puntuación y explíquele el significado de las palabras. libros de rima, de ciencias y de historia. Luego conversen un largo rato sobre las lecturas. 2.- Los buenos lectores poseen un vocabulario amplio. Piense en los intercambios verbales que haya tenido con su hijo a lo largo del día: "¡Ya es hora de irnos!" o "Limpia tu cuarto". Tan atareados estamos casi todos los días, que nos olvidamos de que los niños esperan de nosotros conversaciones sobre temas más variados y enriquecedores (…). 3.- Los buenos lectores analizan, deducen y sintetizan. Antes de darle un libro nuevo a su hijo, siéntese con él a revisar la cubierta. Lean el título, examinen la ilustración y luego pregúntele al niño de qué cree que trata el libro. Cada seis o siete páginas, pida a su hijo que recuente lo que ha leído y al final pregúntele qué supone que ocurrirá después. A partir del tercer grado escolar, los niños necesitan aprender unas 3000 palabras nuevas al año; o sea, ocho al día. Y tienen que leer o escuchar al menos cuatro veces cada palabra para integrarla a su léxico. Para enriquecer el vocabulario de su hijo pruebe estas técnicas: Cuéntele al niño historias sobre el pasado, el presente y el futuro. A la hora de la cena, relate anécdotas sobre su infancia o hágale preguntas a su hijo sobre alguna actividad o festejo escolar que se avecine. Lea con el niño libros de diversos temas, que ofrezcan información amena y novedosa para él: cuentos ilustrados y 4.- Los buenos lectores se identifican con lo que leen. "Esta historia me recuerda la vez en que. . ." o "Este personaje se parece a...". Su hijo no tardará en establecer asociaciones con sus propias experiencias. Preparar a sus hijos para que se vuelvan buenos lectores es uno de los regalos más valiosos que puede darles. Los niños que batallan con las palabras y que tienen dificultades para entender los textos disfrutan muy poco los libros, así que evitan leer. En sí misma, la lectura es una inagotable fuente de placer. Como dice la experta Jennie Nash, "en los libros uno puede encontrar compañía, consejo y diversión. Es un deleite pasar horas a solas en una habitación escuchando la dulce música de la palabra escrita”. Con amor, Lilí Conde Chetumal, Quintana Roo a 12 de Junio de 2013.