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La Ética en la Administración Pública
Sesión 2.0
2.0
LA ETICA EN
LA DMINISTRACIÓN PÚBLICA
acceso. En él defiende su famosa
idea de que el buen funcionamiento
del servicio civil marca el tono moral
de la política nacional, idea que, un
siglo más tarde, otros autores
desarrollan hasta defender que el
nivel de corrupción es una variable
dependiente del bajo nivel de
profesionalidad del servicio civil.
Vistazo de la Sesión
Más adelante, en una segunda fase
del desarrollo en el estudio de la
ética, se habla ya de la ineludible
discrecionalidad y de la importancia
de los ideales y estándares
profesionales. Friedrich defiende
aquellos controles derivados de la
profesionalidad y su deontología,
Finer
defiende
los
controles
externos del derecho y la política;
Morstein Marx, defiende que, junto
al control judicial y jurídico, es
preciso inculcar en los empleados
públicos una comprensión del
deber, lo cual incluye elementos
ideológicos y profesionales, una
subordinación de los intereses
personales a los de la ciudadanía y
un sentido de lealtad al papel de
servicio de lo público. En esa
corriente, Levitan, considera que los
empleados públicos están obligados
a una entrega política a la
democracia y a los ciudadanos.
Basados en las obras de Weber,
Wilson y Taylor, principios como los
de eficiencia, eficacia, jerarquía,
centralización, expertise constituían
los valores fundamentales que
debían
guiar
la
acción
administrativa ( modelo ethos
burocrático ) y el modelo ethos
democrático,
los
valores
a
promover en primer lugar, serían los
del régimen democrático y el interés
general.
Esta Sesión tiene como objetivo dar
a
conocer
los
elementos
imprescindibles a considerar para
propender a una ética y eficiencia
en la Administración Pública, hasta
el punto que los participantes
puedan identificar procedimientos
para la mejora de la administración,
evitando errores, y aplicarlos en su
vida profesional y de su entidad.
2.1 Antecedentes.Del estudio de la ética de los
empleados públicos sus orígenes
más remotos podrían encontrarse
en China, donde las reflexiones
confucianas
al
respecto
son
numerosas y, en algún caso, de
actualidad, o donde la escuela de
los Legistas ya desde el siglo VI
a.C. establecieron criterios claros
sobre la importancia de la eficiencia
o la objetividad . En la India del siglo
III a.C. las reflexiones de Kautilya,
que tanto impresionaron a Weber.
Sin lugar a dudas en el
pensamiento
griego
bebemos
constantemente para configurar
nuestro actual estado de reflexión
sobre filosofía moral y política y, con
ello, sobre ética pública y de los
empleados públicos. Del estudio de
Eaton sobre el servicio civil
británico, realizado en 1880, en el
que
considera
altamente
recomendables,
desde
una
perspectiva moral, la defensa de la
profesionalidad y el mérito en el
Ética Pública
En la modernidad y postmodernidad, los llamados a la reflexión
moral en la administración pública,
Notas del Participante 2.0-1
La Ética en la Administración Pública
volver a recuperar la reflexión sobre
los valores, ha sido la preocupación
más importante de las NacionesEstados, y los enfoques propugnan
como éticamente conveniente una
actuación
de
los
empleados
públicos guiada por la búsqueda de
la equidad social; deben buscar en
su actuación diaria la defensa de los
más desfavorecidos, sin por ello
olvidar la eficiencia.
Rohr (1986) defiende que los
empleados públicos no deben
guiarse por valores partidistas, ni
por criterios políticos generales que
no sean los de la Constitución; la
discrecionalidad con la que trabajan
los empleados públicos es una
realidad
inamovible.
Ante
la
necesidad de formar a dichos
funcionarios
éticamente
la
respuesta no debe ser la psicología
humanistas las teorías de filosofía
política y moral, la respuesta es la
Constitución y sus valores. Deben
guiarse por la Constitución y no
dudar en enfrentarse con el político
si éste actúa de forma contraria a
los valores constitucionales; los
empleados se convierten en una
especie de Senado permanente que
hace real la Constitución.
Finalmente Majone (1984 ) el
empleado público se incorpora a la
construcción de la democracia
diciéndole la verdad al poder,
generando ámbitos en los que la
actividad discursiva , en torno a
políticas y programas, se desarrolle
con las máximas condiciones de
libertad e igualdad entre las parte,
favoreciendo la interacción social y
removiendo
las
restricciones
ficticias que impiden el surgimiento
de la verdad a través del debate y la
persuasión.
En resumen: La moral nace con la
existencia misma del hombre, pues
Ética Pública
Sesión 2.0
históricamente no se conoce ningún
pueblo, por “salvaje” o primitivo” que
se lo quiera suponer, que no haya
tenido normas, pautas o rituales de
conducta. En cambio, la ética como
saber teórico que justifica o legitima
la conducta moral, es relativamente
reciente
y
aparece
con
el
advenimiento de la filosofía en el
siglo VI a.C. en Grecia.
La ética en la administración pública
o de los empleados públicos,
concomitante con la ética general
tiene sus orígenes más remotos ,
como lo acabamos de ver.
Retos de investigación de la ética
pública:
1) Ciudadanía y teoría democrática;
2) Virtudes éticas;
3) Tradiciones
Constitucional;
y
pensamiento
4) Educación ética;
5) El contexto organizativo;
6) La perspectiva
filosófica.
teórica
y
Con la reflexión sobre la justicia, el
reto postmoderno, el pluralismo
moral, o el interés general en la
sociedad globalizada.
2.2 La ética en la administración
o la ética para los empleados
públicos
Es una ética aplicada, en concreto,
una ética PROFESIONAL. “ Cada
practica cooperativa humana cobra
todo su sentido por intentar alcanzar
unos bienes específicos- unos
bienes internos y otros externosque deben ser alcanzados a la luz
Notas del Participante 2.0-2
La Ética en la Administración Pública
por los profesionales que trabajan
en dicho ámbito; además dichos
profesionales deben intentar desentrañar qué principios de conducta
permitirán alcanzarlos, qué valores
y hábitos es preciso incorporar para
llegar a ellos”.
Los valores externos que se permite
alcanzar como- dinero, fama, poder,
a través de actividades guiados tan
sólo por la búsqueda de dichos
bienes externos, entonces la
PROFESIÓN pierde su legitimidad
social, su credibilidad y pone en
peligro su futuro.
La ética en los empleados públicos
trata de clarificar postconvencionalmente el bien interno de trabajar
como empleado público, lo que
justifica la existencia de su
profesión, por ej. SERVIR CON
OBJETIVIDAD LOS INTERESES
GENERALES, y a partir de ahí,
definir las normas de conducta y
hábitos que deben regir su actividad
para
conseguir
legitimar
socialmente su trabajo y permitirles
sentir orgullo de realizar una labor
esencial para su país.
Los deberes del hombre para
consigo mismo, diremos que debe
amar a Dios y amarse a si mimos;
que debe la verdad a su
entendimiento y el bien a su
voluntad; que debe a todas sus
facultades
la
correspondiente
armonía, para que no sirvan como
esclavas las que deben mandar
como señoras.
Es
la voluntad una condición
necesaria para la moralidad, nada
es bueno ni malo, si no es
voluntario.
Los
deberes
del
hombre,
considerado como si estuviese sólo
en el mundo, sin un ser semejante
Ética Pública
Sesión 2.0
con el cual pudiera tener relaciones,
es una hipótesis que únicamente
tuvo lugar en los breves momentos
que
transcurrieron
desde
la
creación.
Siempre y en todas
partes se ha encontrado el hombre
en relación con sus semejantes. Las
relaciones en que vamos a
considerar al hombre nos llevarán al
conocimiento de una nueva serie de
obligaciones morales. . El hombre
está destinado a vivir en sociedad.
Existen primeramente los deberes y
derechos de la sociedad doméstica,
o sea de la familia. Donde hay
reunión es preciso que haya una ley
de unidad. Ninguna sociedad por
pequeña
que
sea
puede
conservarse ordenada sin una
autoridad que la rija, y toda
autoridad tiene sus límites.
La sociedad se extiende a
relaciones generales establecidas
por motivos de necesidad y utilidad.
Sin la autoridad política no sería
posible la conservación del orden
entre las diferentes familias, puesto
que
para
terminar
sus
desavenencias no tendrían otro
medio que la fuerza. La existencia
de un poder público es de derecho
natural, y que lo es también la
sumisión a sus mandatos.
Resumiendo, el objeto del poder
público es una necesidad del
género humano; su valor moral se
funda en la ley natural que autoriza
y manda la existencia del mismo, el
modo
de
su
formación
ha
dependido de las circunstancias,
sufriendo la variedad e inestabilidad
de las cosas humanas.
Independientemente
de
toda
sociedad doméstica y política, tiene
el individuo derechos y deberes
individuales y los que nacen de la
organización social.
Notas del Participante 2.0-3
La Ética en la Administración Pública
La naturaleza del hombre y la sana
razón enseñan que la moral es un
verdadero y muy grande interés
público. La moral no sólo pertenece
a la razón sino que constituye una
parte de su esencia, y es, además
su complemento, perfección, su
ornato.
La ética pública puede entenderse
como un hacer colectivo, un
proceso en el que la colectividad y
los individuos van generando
aquellas pautas de conducta y
aquel carácter que permiten un
mejor desarrollo de la convivencia y
una mayor expansión de la
autonomía y libertad del ser
humano. En este proceso están
involucrados
los
ciudadanos
individualmente y, también, las
organizaciones e instituciones del
estado, las entidades económicas y
empresariales, las organizaciones y
asociaciones civiles, las actividades
profesionales y la opinión pública.
2.3 Empleado Público.Para empezar, qué es una
PROFESIÓN. Una profesión amplia,
con diferentes especialidades en su
seno y en la que caben otras
profesiones, que tienen su propia
deontología a la que añaden valores
propios del empleo público.
Para que exista una PROFESION
desde una perspectiva ética es
preciso:
1. Una
conciencia de
su
existencia;
2. Un corpus de teoría y
conocimiento transmisible
3. Un ideal social;
4. Una organización formal que
promueva sus intereses;
5. Una organización nacional
que
reconozca
líderes
Ética Pública
Sesión 2.0
sobresalientes en su calidad
humana y profesional; y,
6. Unos estándar éticos.
Todas las profesiones tienen su
propia deontología, un código ético
que guía su actuación desde una
perspectiva ética. La deontología
profesional supone asumir la
responsabilidad de las propias
actuaciones.
El pluralismo vigente no presenta un
modelo único de moralidad y
conviven distintas escalas de
valores en nuestra sociedad, pero
habrá que buscar el compromiso
básico respecto de aquellos que
son común denominador en una
sociedad democrática.
La investigación de la ética para
empleados públicos
En general en ética administrativa
interesa conocer los valores que
guían a los individuos y a las
organizaciones, los estándares de
conductas y normas definidas y
promovidas en las instituciones
administrativas, los contextos en los
que se toman las diferentes
decisiones y cómo afectan a éstas,
y las conductas concretas que
siguen los empleados públicos.
El gran problema con la ética
corporativa es el de la necesidad de
hacer
convivir
los
valores
burocráticos y los democráticos.
Generar una cultura organizativa
adecuada desde un perspectiva
ética, en la Administración Pública,
exige ser capaces de integrar y de
agregar, ser capaces de generar
políticas y programas que sean
eficaces y hacerlo de forma que
revelen
adecuadamente
las
preferencias
de
todos
los
ciudadanos afectados directa e
Notas del Participante 2.0-4
La Ética en la Administración Pública
indirectamente. Los valores y la
cultura
corporativas
están
íntimamente
relacionados.
Los
valores se convierten en cultura
cuando demuestran que sirven para
integrar internamente
y para
adaptar la organización al entorno:
en definitiva, cuando tiene éxito y
son enseñados a los nuevos
miembros como la forma correcta
de percibir, pensar y sentir; a partir
de ese momento dichos valores se
convierten en creencias básicas y
son asumidos casi inconscientemente por los miembros de la
organización, guiando su conducta.
El éxito primario consiste en que la
organización respete todos los
procesos, creencias y valores
constitucionales.
Definir unos valores apropiados y
socializar a los miembros de la
organización en los en los mismos
se convierte en una labor ética de
máxima importancia.
Las sociedades modernas son
pluralistas, es decir, son sociedades
donde conviven valores muy
diferentes
que
deben
ser
mutuamente respetados, siempre
que sean razonables. No obstante,
también existen unos valores
primarios o básicos que son los que
permiten la presencia y expresión
de los demás.
Esos valores
primarios son fruto del consenso
global de la sociedad. Son
reconocidos
en
ellos
los
fundamentos de los derechos y
libertades democráticos; de ahí que
se expresen constitucionalmente y
guíen la conducta de nuestras
instituciones.
Los empleados públicos deben
respetar los valores sociales
primarios, así como los que
configuran las bases del régimen
Ética Pública
Sesión 2.0
constitucional democrático; respetar
luego los valores instrumentales de
su organización siempre que sean
coherentes con dichos valores
finalistas, este respeto se facilita si
los valores de referencia se
explicitan ( expresa y claramente )
Adecuadamente.
2.4
¿Porqué hablar de ética y
eficiencia de las administraciones
públicas?
Hay tres grupos de razones para
que haya aumentado el interés por
la ética en muchos campos de la
actividad social. Son razones de
coyuntura comunicativa, razones de
estructura social y económica y
razones de mejora personal.
1.
Las razones de coyuntura
comunicativa.
Esto porque en todos los países, y
regularmente, los medios de
comunicación
están
ahora
denunciando hechos relacionados
con la corrupción. Eso hace que
tanto la opinión pública como la
“opinión publicada”, que no son
exactamente lo mismo, estén
sensibilizados ante los “escándalos”
y este es un poderoso factor para
que la Administración Pública
reaccione, más aún si esto ocurre
en países democráticos en los que
esta opinión se traduce después en
los resultados que arrojan las urnas
electorales.
Bastaría esta razón para que los
políticos se preocupasen por la
ética en las administraciones que
dirigen, pero en este caso sería más
una razón de eficiencia y estética
política que de ética propiamente
dicha. Además, un comportamiento
basado en este criterio sería
oscilante. Aparecería cuando los
Notas del Participante 2.0-5
La Ética en la Administración Pública
Sesión 2.0
diversos medios de comunicación
denunciaran y entonces se crearía
“alarma social” que generaría
comportamientos de apariencia
ética por miedo. Cuando estos se
generalizaran, las noticias dejarían
de aparecer y, por así decirlo, se
bajaría la guardia otra vez hasta
que los nuevos comportamientos no
correctos hicieran volver a aparecer
noticias de los escándalos que
generarían otra gran ola de
comportamiento
ético
y
así
sucesivamente.
Como
diría
Andrews, un clásico profesor de
Harvard, sería un asunto de ida y
vuelta.
Sin desechar la influencia de este
factor, optimistamente, diría que hay
razones estructurales que empujan
en la misma dirección.
2.
Razones estructurales.
postmodernismo.
El
Por la importancia como aporte a
este
estudio
de
la
ética,
transcribimos a continuación un
resumen de lo que destacan
algunos escritores de el libro
TEORIAS
E
INSTITUCIONES
CONTEMPORANEAS
DE
LA
EDUCACION ( Antoni J. Colom,
Josep Lluís Bernabeu, Emilia
Domínguez y Jaune Sarramona) de
las Teorías de la postmodernidad y
la educación, “ La postmodernidad
se conforma como una alternativa
de futuro que fundamentalmente se
asienta en el desarrollo del
pensamiento a partir de la obra de
Nietzsche, sobre todo, en lo que se
refiere a la concreción del
superhombre y a la <muerte de
Dios>, al demostrar la posibilidad de
un mundo sin absoluto y sin
postulados axiológicos, en donde la
relativización y las capacidades
humanas son sustitutos supera-
Ética Pública
dores de las <verdades> que el
hombre
de
la
modernidad
necesitaba y requería para asentar
sus creencias y aun su propia
mismidad. En la postmodernidad el
hombre se bastará a sí mismo y no
necesitará de falsas apoyaturas,
inventadas para su supervivencia y
para salvaguardar sus falsas
seguridades ( valores, Dios, verdad,
etc.).
Asimismo, la postmodernidad se
fundamenta en la tecnología, que a
la larga es quien apostará la nueva
<seguridad> al hombre. Gracias a
la tecnología el hombre no requiere
de lo externo (la sociedad, los
valores, etc.).
La tecnología
profundiza en la individualidad y
evidencia todas las posibilidades
que el individuo encierra en sí
mismo. La tecnología es pues la
constructora
de
este
<superhombre>, ya que gracias a
ella es capaz de renovar el
conocimiento y aumentar sus costas
de saber.
Por último, la teoría de sistemas
procura en el plano de la ciencia la
supremacía de la postmodernidad,
en contra del <mundo de la vida>,
de las relaciones humanas y de las
necesidades humanísticas propias
de la modernidad. Los sistemas se
convierten así en el lenguaje
cientificista, que deja al descubierto
una explicación de la realidad sin
referirse para nada a los mundos
morales y axiológicos propios del
hombre y de la sociedad ilustrada,
típica de la modernidad.
Pertinentemente, la educación de la
postmodernidad se basará en lo
teórico, en la filosofía de los
sistemas, a fin de dar una
explicación
científica
de
la
educación sin referirse a los fines
Notas del Participante 2.0-6
La Ética en la Administración Pública
últimos, a los valores y a las
verdades absolutas propias de las
moralidades de la modernidad. La
teoría de los sistemas es capaz de
explicar la educación sin aportes
humanísticos, y por tanto con
posibilidades científicas. A nivel
práctico, la educación postmoderna
se asentará en
las nuevas
tecnologías de la información como
elemento básico de desarrollo del
saber y de la innovación del
conocimiento. En este sentido, un
cambio en la escuela, en los
contenidos, en el profesorado y en
los propios objetivos del saber y de
la cultura configurarán la estructura
de la educación del futuro”.
Señalan que la postmodernidad es,
ante todo, la filosofía de la
desmitificación
y
de
la
desacralización, lo que implica
graves repercusiones en el terreno
de la ética al no existir imperativos
categóricos.
Todos aquellos que pertenezcan a
un par o tres generaciones
anteriores a la actual ya no son
modernos, son postmodernos, lo
que significa que han pasado a
formar parte de una era cultural
posterior a la modernidad.
La modernidad se caracteriza por el
racionalismo, por la creencia que la
razón es el instrumento que nos
dará el progreso que anhelamos los
seres
humanos.
Para
los
modernistas (siglo XIII, Guillermo de
Ockam, Descartes, Hume) lo que no
se demostraba empíricamente no
era científico.
La
corriente
cultural
de
la
modernidad supuso un avance
científico impresionante pero no
resolvió la gran cuestión del
hombre: la búsqueda y el hallazgo
Ética Pública
Sesión 2.0
de la felicidad. Supuso también la
especialización de las instituciones
sociales, lo que supuso la
especialización de las ciencias. Así
la empresa era la encargada de
crear
riqueza
(Business
is
Business). Las administraciones
públicas eran las encargadas de
repartir la riqueza. Las religiones,
los intelectuales cuidaban del
aspecto ético, por eso eran dejadas
a la esfera de lo íntimo. En la
modernidad la moralidad no es una
cuestión social sino sólo personal.
Al observar que la razón no era la
respuesta a todas las preguntas,
aparece la reacción postmoderna,
cuestionando las bases ideológicas
de cualquier otra propuesta, por eso
no existen esquemas absolutos de
interpretación de la realidad, la
postmodernidad es plural.
La respuesta a las inquietudes
básicas del hombre, las que le
ayudan a alcanzar la felicidad, no
son exclusivas de una institución,
deben ser compartidas por todas.
La
empresa
ya
no
es
exclusivamente una máquina de
hacer riqueza. El Estado no sólo
debe dedicarse a repartirla. Las dos
tienen que dar también respuestas
al sentido de la vida. La ética es
parte de su misión. Las ciencias
pueden ser autónomas, lo son en su
método, pero no independientes.
Están jerarquizadas, y, por encima
de todas, están las ciencias
morales, aunque no sean empíricas
sino normativas, como ocurre con la
ética, que es la ciencia del “deber
ser”.
Así pues, el movimiento social de la
postmodernidad lleva consigo esta
preocupación profunda por la ética
como respuesta a las inquietudes
Notas del Participante 2.0-7
La Ética en la Administración Pública
del hombre, la preocupación por la
ética, es en sentido estructural.
Dentro de la economía, que es la
ciencia de la optimización de
recursos que son escasos, se sabe
que hay factores exógenos a sus
modelos que son vitales para
entender el funcionamiento de una
economía, uno de ellos, el más
importante es la confianza, que no
se puede comprar ni vender, pero si
se puede construir, cuando los
diferentes agentes de la economía
se comportan de manera previsible
siendo solidarios, se comportan de
manera ética.
Para que funcione una economía en
la actual situación global, es
indispensable un comportamiento
ético. Los países con costes de
transacción altos (sistema de
arbitraje general, conocido como
poder judicial y aumentar la
confianza mediante el comportamiento ético) por falta de ética,
repelen la inversión exterior, por el
grado de incertidumbre que crean,
sólo atraen las especulativas y a
corto plazo y también se produce la
migración de capitales nacionales
que se refugian en lugares más
estables.
Una parte sustancial de ese
comportamiento
ético
en
la
economía actual reside en la
Administración
Pública.
Las
empresas en un mundo global
compiten con otras de otros países.
Por tanto competen a ellas y su
entorno. Una empresa que tenga un
entorno con costes de transacción
inferiores puede incluso ser menos
eficiente internamente y estar en
mejores condiciones que otra en
circunstancias contrarias. Así pues
es necesario un comportamiento
ético para poder competir. No en
Ética Pública
Sesión 2.0
balde, en la última reunión de los
países más pobres, cuyo número no
deja de aumentar, se llegó a la
conclusión de que el principal
obstáculo para su desarrollo era la
corrupción de sus gobiernos y
administraciones públicas.
Por tanto, hay razones coyunturales, de repercusión en los medios
de
comunicación,
y
razones
estructurales, de tipo cultural (la
postmodernidad)
y
económico
(costes de transacción) que abogan
por la necesidad de una mejora
ética en la administración.
3.
Razones personales para la
ética
Tal como lo concibieron los
clásicos la ética es una ciencia para
tomar “buenas decisiones”. Para
tomar una buena decisión es
necesario tener en cuenta tres
niveles de criterios: el nivel
económico o de eficacia, el nivel
socio – político o de atractividad y el
nivel ético o de consistencia. Si
alguna vez se está tomando una
decisión y no se tienen criterios
incluidos en los tres criterios
probablemente se cometerá un
error.
La
realizada
es
lo
suficientemente compleja como
para incluir siempre estos tres
aspectos.
Por tanto, por razones prácticas es
necesario tener en cuenta el nivel
ético a la hora de decidir.
Pero además, la ética es una
ciencia de la persona. Su objeto es
ayudar a la toma de decisiones para
la mejora del sujeto que las toma.
Para el desarrollo del decisor. Los
clásicos ya decían que era
preferible soportar una injusticia que
provocarla. El que la soporta sufre,
Notas del Participante 2.0-8
La Ética en la Administración Pública
pero permanece igual en su interior,
el que la provoca se hace injusto.
La razón más poderosa para actuar
éticamente en la Administración
Pública es que, al hacerlo, los
tomadores de decisiones, los
políticos y los empleados públicos,
están mejorando ellos mismos. Se
acercan cada vez más al último fin
del hombre, que es la felicidad.
Una Administración Pública que no
actúe éticamente corrompe y
degrada a sus componentes. De ahí
la gran responsabilidad que tienen
los que la dirigen. De sus
planteamientos depende la calidad
de las personas que componen la
administración.
Hasta aquí las razones que deben
hacer que académicos, políticos,
directivos públicos y funcionarios en
general, se preocupen de la mejora
ética de las Administraciones
Públicas. Las tres razones son
importantes, pero la última es la
verdaderamente clave. Lo que hay
que perseguir no es que la
Administración sea ética, sino que
sus componentes estén en la vía de
la mejora ética permanente.
2.5
Cómo mejorar el nivel ético
de las organizaciones públicas
De conformidad con diferentes
autores, todo proceso de cambio
requiere de dos factores: los
procedimientos y el liderazgo. La
mejora
ética
de
las
Administraciones Públicas es un
proceso de cambio. Abordaremos
cada uno de estos factores.
2.5.1 Procedimientos para la
mejora
ética
de
las
Administraciones Públicas
Ética Pública
Sesión 2.0
Vamos a centrarnos en tres tipos de
procedimientos: los procesos de
selección y formación de personas,
los códigos de comportamiento y la
aplicación de las normas.
1.
Procesos de selección
formación de personas
y
Si la ética tiene que ver con la
mejora de las personas, partir de
una buena base es importante. Dice
Nicolás Luca de Tena, fundador de
la empresa española Multiasistencia, que prefiere contratar
jóvenes sin experiencia laboral, su
razonamiento es que si tienen
experiencia hay que hacer que
desaprendan todas las ideas que
han aprendido en su trabajo
anterior, para luego enseñarles lo
que culturalmente se necesita saber
y vivir en su empresa. En temas
éticos suele ocurrir lo mismo, es
más sencillo hacer que un árbol
nuevo crezca recto, que enderezar
un árbol viejo y torcido.
En
nuestras
administraciones
públicas eso es igual. Si la
procedencia de los funcionarios
está viciada, la labor es casi
imposible.
El problema, que también existe en
la empresa privada, es como
evaluar la calidad ética de una
persona, y si eso es realizable de
acuerdo
con
los
derechos
constitucionales de nuestros países.
Aunque existen “test éticos” que
contienen
mecanismos
como
preguntas cruzadas para averiguar
la coherencia de las respuestas su
utilidad es dudosa. Primero porque
el comportamiento ético no depende
sólo de la concepción intelectual
que sobre las cosas tenemos.
Incluye más aun la voluntad. Por
Notas del Participante 2.0-9
La Ética en la Administración Pública
tanto saber que una persona piensa
correctamente no garantiza que
actúe así aunque es un paso.
Segundo porque una persona muy
poco escrupulosa e inteligente
podría contestar no de acuerdo con
lo que él piensa, sino en función de
lo que él cree que esperan los
examinadores. Es decir a mayor
grado de cinismo, si se es muy
inteligente, mayor posibilidad de
engaño.
Por último, debe tenerse en cuenta
que al ser este un tema relacionado
con las creencias íntimas de los
candidatos
podrían
haber
restricciones legales a la hora de
discriminarlos por esa razón.
El otro mecanismo para mejorar la
selección ética de los empleados y
los
responsables
de
la
Administración Pública, es utilizar
las
primeras
fases
de
la
incorporación
a
la
carrera
administrativa para hacer hincapié
en el aspecto ético y de servicio del
trabajo en la Administración Pública.
Las Escuelas de Funcionarios de
distintos niveles y cuerpos siempre
han tenido el doble objetivo de
profundizar tanto en aspectos
técnicos del trabajo, como en lo se
ha dado en llamar “el espíritu de
cuerpo”. Un ejemplo clásico son las
academias militares. Probablemente
en las mismas sería más barato
contratar los estudios técnicos con
la universidad clásica, pero seria
muy difícil de construir con otro
sistema el llamado “espíritu militar”.
Desgraciadamente
en
muchos
casos estos cursos iniciales no
existen, o se han convertido en un
mero trámite, dado que lo esencial
para
formar
parte
de
esa
Administración son las pruebas de
Ética Pública
Sesión 2.0
acceso, donde las hay. Una
propuesta en este sentido sería
recuperar el verdadero enfoque de
las Escuelas de Administración
internas de manera que no fueran
un trámite y se pudiera analizar, con
un período de tiempo razonable el
nivel del comportamiento ético de
los
aspirantes.
Aunque
este
mecanismo no sea infalible, y pueda
dar
lugar
a
favoritismos
y
subjetividades, creo que sí los
evaluadores son correctos es mejor
que no tener nada. Por ejemplo, en
la Escuela del Cuerpo Nacional de
Policía de Ávila, España, se
expulsan aquellos aspirantes en los
que se detecten inclinaciones a un
comportamiento tipo “Rambo”. La
Policía es el garante de la seguridad
del ciudadano y no un héroe ávido
de notoriedad.
Ni que decir tiene el que si la
selección por criterios éticos es
importante en el caso de los
funcionarios en general, es vital
para el nombramiento de los cargos
de
dirección
en
las
Administraciones
Públicas.
Sin
embargo estos criterios deben
hacerse
compatibles
con
la
elaboración
de
una
carrera
administrativa objetiva, asunto nada
fácil.
Cuando
el
funcionario
está
ejerciendo su función una vez
incorporado necesita a su vez
mecanismos que le ayuden a
comportarse éticamente, veamos
dos de ellos: los códigos de
comportamiento y la aplicación de
control.
2.
Los Códigos de Comportamiento. Utilidad y condiciones
para su eficacia.
Notas del Participante 2.0-10
La Ética en la Administración Pública
Los Códigos de Comportamiento,
también llamados “códigos de
ética”, son un conjunto de
principios, normas de obligado
cumplimiento y recomendaciones
que ayudan a los miembros de una
organización a actuar correctamente. Su uso está generalizado
tanto en las Administraciones
Públicas, como en las grandes
corporaciones empresariales.
El enfoque de un Código de
Comportamiento puede hacerse de
dos maneras: a) porque la
organización no se fía de sus
componentes, en cuyo caso será un
código de tipo jurídico, plagado de
prohibiciones; b) porque queremos
ayudar a los miembros de las
organizaciones a resolver dilemas
éticos que se les presentan en el
ejercicio profesional y a resistir a las
tentaciones que se les presente.
Los códigos basados en este
segundo enfoque, aunque también
contienen prohibiciones, aportan
además mecanismos de consulta y
ofrecen sistemas de ayuda a la hora
de resolver situaciones conflictivas.
Con el primer enfoque estamos
dando por sentado la desconfianza
como principio de la relación
organizativa, con lo que agravamos
la situación. El segundo enfoque sin
dejar de ser realista aporta una
visión positiva de la realidad.
Los Códigos Éticos tienen muchas
utilidades y algún peligro. Su
principal servicio es el de ayudar a
mejorar a las personas de la
organización como tales, si no es
así no merece la denominación de
ético. Pero además produce otros
efectos beneficiosos:
Sesión 2.0
-
-
-
-
Mejora la imagen de la
organización
que
los
promulga.
Evita daños legales en el
futuro, al reducir el riesgo de
comportamientos incorrectos.
Ayuda a disuadir a terceros a
la
hora
de
efectuar
proposiciones incorrectas.
Ayuda
a
decidir
en
situaciones de incertidumbre,
cuando nos movemos en las
zonas grises muy comunes
en la vida real.
Sirve como vehículo de
comunicación de criterios
éticos.
Este último beneficio puede ayudar
a la mejora del nivel ético de una
Administración, vía programas de
formación. Una forma de hacer
llegar el Código es mediante
seminarios y talleres de discusión
del mismo. Su utilidad es mantener
el nivel de conciencia sobre la ética,
servir de recordatorio y ayudar a
profundizar antes, los nuevos
problemas.
Sin embargo, la promulgación de un
código ético o de comportamiento
también comporta algún peligro. Si
una vez promulgado no se aplica el
nivel de cinismo de la organización,
y quienes se relacionan con ella, se
eleva a los intentos posteriores de
poner en marcha otras medidas de
mejora ética serán cada vez más
difíciles. Los códigos éticos llevan
consigo la exigencia de cumplirlos.
La experiencia dice que; “no tener
un código ético puede dar lugar a
problemas, pero que tenerlo es
seguridad de que los habrá, aunque
ayudará a decidir mejor”.
En
la
mayoría
de
las
administraciones de los gobiernos
tienen o bien un código ético, o el
Ética Pública
Notas del Participante 2.0-11
La Ética en la Administración Pública
Sesión 2.0
impulso para promulgarlo, ¿Cuáles
son las condiciones para que sea
verdaderamente eficaz?
La experiencia indica que hay
algunas condiciones para que sea
eficaz:
-
-
-
-
Que sea apoyado por la
máxima autoridad, por la cúpula
política y que el tono del
comportamiento de esta cúpula
sea acorde con el código
propuesto.
Un código tiene que tener
una cierta tensión utópica de
mejora, pero debe ser también
realista. Dicen los clásicos que
la ley debe ser “Posibilis”. Si las
normas de un código no se
pueden cumplir es mejor no
promulgarlo. Pero si el código
sólo expresa lo que ya ocurre
no servirá para ayudar a la
mejora de los miembros de la
organización. En ese sentido la
tensión hacia la solidaridad
interna y externa es una
referencia obligada.
Un código debe de llevar una
serie de mecanismos anexos
que apoyen su aplicación. Un
Consejo de Vigilancia que
tenga la misión de velar por el
cumplimiento del mismo, que
pueda servir de consejero para
resolver dudas en conflictos
éticos, que permanezca atento
a la evolución de la realidad
para actualizar el contenido a la
vista de nuevos problemas
(como puede ocurrir con la
aparición de discriminaciones
por origen o razas en países en
los que no había este problema
hasta la fecha y se dispara la
emigración, ejemplo España).
El Consejo de Vigilancia debe
estar compuesto por personas
que reúnan tres requisitos: a)
Ética Pública
-
independencia de criterio, b)
experiencia y prestigio profesional; y c) probada autoridad
moral. Suele estar compuesto
por personas que ya no están
en la vida activa y que no tienen
que competir en el futuro por un
puesto profesional, de manera
que
puedan
actuar
con
independencia.
Dependiendo del Consejo de
Vigilancia o independiente de él
puede haber una “línea abierta”,
telefónica o electrónica, que
reciba denuncias, anónimas o
no, y que de una manera
confidencial
y
por
vía
administrativa investigue de
oficio, de manera discreta y
confidencial
las
denuncias
recibidas sobre actuaciones no
éticas de los componentes de la
organización.
Estas
líneas
suelen estar servidas por
servicios especializados en el
trato de denuncias o quejas
anónimas. La implantación de
este sistema puede ser muy
polémico por lo que se
recomienda un estudio muy
profundo antes de ponerla en
marcha. No obstante puede ser
una alternativa al recurso a la
denuncia en los medios de
comunicación que suele ser
más polémico y llevar consigo
perjuicios sobre la fama de las
personas aunque se rectifique si
la denuncia no es cierta. Las
“Fiscalías Anticorrupción” creadas por algunas legislaciones
podrían asumir este papel
previo a la incoación de un
expediente judicial.
Unas normas que suelen incluir los
códigos
éticos
de
las
Administraciones Públicas son las
referentes a los “conflictos de
intereses”, y dentro de ellas las que
Notas del Participante 2.0-12
La Ética en la Administración Pública
regulan los hechos supuestos de
incompatibilidad entre cargos y
situaciones dentro y fuera de la
administración. Estas normas son
complejas, puesto que por una
parte ayudan a resolver problemas
éticos, y por otras deben ser
prudentes
para
impedir
que
personas con grandes cualidades
se alejen del sector público al ver
mermadas
sus
posibilidades
futuras. También es delicado fijar el
límite de las incompatibilidades por
vía familiar, si no hay límites puede
ser una forma de eludir la ley y si es
demasiado rigurosa puede disuadir
a los más capaces de servir a lo
público.
Lo mismo pasa con las normas que
imitan los mandatos en los cargos
públicos. La permanencia larga e
indeterminada en el poder puede
generar hábitos perniciosos. Pero la
experiencia también indica que la
limitación de mandatos excesivamente corta, además de ser un
inconveniente para la eficacia de la
gestión, muchas veces no sólo no
ha sido un freno a la corrupción,
sino que al contrario la ha alentado.
Por eso hay que ser prudente y
observar las circunstancias de cada
país y cada momento a la hora de
plantear un código de comportamiento.
En resumen, la utilización de un
código ético no es una panacea, ni
está exenta de riesgos pero puede
ayudar a mejorar el nivel ético si se
plantea con cordura y se apoya con
instrumentos
útiles.
Pero
la
existencia de las normas no es
garantía de su aplicación. La
aplicación correcta es otro de los
instrumentos para la mejora ética de
la organización.
Ética Pública
Sesión 2.0
Los servidores públicos, cualquiera
que sea el nivel en el que se
desempeñen en la organización
institucional, están en la obligación
de actuar con orden, moral,
disciplina y profesionalismo, para
mantener y ampliar la confianza del
público. Por lo tanto, el servicio que
se presta, en ningún momento
estará subordinado a la utilidad o
ventaja personal.
El servidor ejecutará sus funciones
observando los códigos, normas y
procedimientos que su profesión,
oficio, actividad o especialidad le
demanden, así como cumpliendo y
haciendo cumplir las disposiciones
legales que rijan su actuación
técnica.
No podrá recibir ningún beneficio
directo o indirecto de personas sean
éstas naturales o jurídicas, y no
intervendrá en asuntos en los que
tenga interés personal y en los que
participen su cónyuge, hijos o
parientes hasta el segundo grado
de
afinidad
o
cuarto
de
consanguinidad.
3.
Aplicación correcta de las
normas. y los mecanismos de
control
Si la existencia de normas es un
elemento básico para la mejora
ética de las administraciones
públicas, su aplicación estricta y
pública es otro elemento básico.
Los mecanismos de control legales,
mediante
los
servicios
de
intervención previa, o a posteriori,
mediante
los
“Tribunales
de
Cuentas o Entidades Fiscalizadoras
Superiores” son mecanismos que
aplicados con diligencia y rigor
ayudan a mantener la tensión ética
en la organización.
Notas del Participante 2.0-13
La Ética en la Administración Pública
Sin embargo, hay que tener también
prudencia a la hora de establecer
los procesos de control. Si estos
son excesivos pueden ir en contra
de la eficiencia de la administración,
dilatar los plazos y crear retrasos
innecesarios.
En especial debe estudiarse con
detenimiento los procedimientos
para los contratos que realizan las
administraciones para servirse de
bienes y servicios, para suministrar
ambos por vía indirecta gestionados
por gestores privados, o para
realizar obras públicas. La leyes
que regulan las subastas, los
concursos y licitaciones, deben ser
rigurosas, a la vez que ágiles, si se
deteriora la eficiencia tampoco es
ética, porque se están utilizando
mal unos recursos que son de los
ciudadanos.
La célebre división de poderes de
Montesquieu es también una
garantía de justicia y equidad pro el
equilibrio que comporta. Cuanto
más independientes sean los unos
de los otros, siempre que exista el
control democrático por parte de la
ciudadanía sobre cada uno de ellos,
mayor será esta garantía.
Todos estos, los procedimientos de
selección y formación, los códigos
de comportamiento y la aplicación
de los mecanismos de control, son
instrumentos que ayudan a la
mejora del nivel ético de la
administración en que se aplican.
Para que los instrumentos referidos
sean útiles es necesario que exista
otro factor que es el liderazgo.
Ética Pública
Sesión 2.0
2.5.2 El Factor Liderazgo. Las
tres reglas.
La esencia del liderazgo es muy
discutida. El liderazgo, según la
moderna ciencia política sólo se
puede entender si está basado en
valores morales y tiene como fin la
mejora de los liderados de acuerdo
con esos valores. El liderazgo por
tanto está indisolublemente unido al
comportamiento ético, cuando no es
así lo que se logra es un pseudo
liderazgo,
cuando
no
un
antiliderazgo.
Los
instrumentos
antes
mencionados no sirven para nada si
en la cúpula y a lo largo de la
administración no hay un sentido de
servicio. Las personas son capaces
de los mayores esfuerzos y
sacrificios si encuentran sentido a lo
que hace. Transmitir este sentido es
la misión del liderazgo. Un liderazgo
que se desparrama en toda la
organización en mini liderazgos
singulares, pues una de las
condiciones del líder es su
capacidad de contagio. La principal
misión del líder es desarrollar
líderes a su alrededor. Líderes
dispuestos a defender y difundir los
valores morales que sustentan la
acción emprendida.
El líder debe tener tres dimensiones
básicas: Visión de futuro, Capacidad psicosocial para comunicar e
ilusionar con ella y Valores morales.
Su fórmula es 2V+C (Visión,
Valores y Comunicación). Sin Visión
y Comunicación es simplemente un
referente moral pero no un líder. Sin
Visión puede ser un administrador,
pero no un líder. Gestionará la
situación pero no un proceso de
cambio de mejora ética. Sin Valores
morales no sólo no es un líder sino
una persona peligrosa.
Notas del Participante 2.0-14
La Ética en la Administración Pública
Hay tres reglas prácticas para el
desarrollo de ese liderazgo. Reglas
que conviene recordar en este
momento, aunque sean, como casi
todo lo importante en esta vida, de
sentido común.
La primera regla es: No impedir el
ejercicio del liderazgo a los
miembros de la organización.
Significa que cuando las condiciones para actuar siguiendo valores
morales exigen la heroicidad se
está dificultando el ejercicio de la
ética. Todos podemos ser héroes,
pero no se está obligado a ello. Un
ejemplo: cuando los salarios de los
funcionarios públicos están por
debajo de ciertos niveles se está
dificultando de manera ostensible el
ejercicio del liderazgo. Cuando la
honestidad implica un sacrificio, no
ya para el funcionario, sino para su
familia, la responsabilidad de los
que dirigen esa Administración es
corregirlo.
La segunda regla es: explicar la
necesidad de una ética para la
persona y la organización. Para
ello es útil el Código de
Comportamiento en la medida que
sirva para el proceso de formación
que antes se indicó.
La tercera regla es: el ejemplo.
Nadie da lo que no tiene. El
liderazgo se transfiere por ósmosis.
Esta es la parte más exigente de la
función del líder. No sólo se trata de
un proceso de ética, sino también
de ascética. Los líderes a lo largo
de la administración deben ser
conscientes de que están en la mira
de los demás. Su ejemplo es la
mejor forma de comunicar. Si su
actuación es inconsistente con los
valores morales que dice pregonar,
su liderazgo será efímero, es decir
no será, porque la prueba de la
Ética Pública
Sesión 2.0
existencia de un liderazgo es la
permanencia de los valores y
comportamiento inspirados por el
líder,
aún
después
de
su
desaparición.
En
este
sentido
en
las
Administraciones Públicas no puede
haber una separación entre la ética
pública y la ética privada. El gestor
de lo público, sea político o
profesional, debe ser consciente de
que su ética privada y su ética
pública no pueden estar en
contradicción. Además, así se lo
demandará la ciudadanía cada vez
más.
Por todo ello el gestor público debe
evitar cometer errores en el campo
de la concepción ética. Errores que
le pueden conducir a las pseudo
éticas o a las éticas parciales.
2.6
Qué errores evitar a la hora
de hacer el planteamiento de la
ética. Las pseudo éticas y las
éticas parciales
2.6.1 Las pseudo éticas
El primer error que debe corregir un
gestor público es lo que se conoce
por el legalismo. Consiste en
pensar que el comportamiento ético
es cumplir la ley. El gestor público
debe cumplir la ley, pero la ética va
más allá. La solidaridad humana
exige ir más allá de la ley. En este
campo se plantean graves y serios
problemas. La obediencia de la ley
por encima de los derechos
humanos es más que discutible por
muy legislada que esté.
Otra pseudo ética se conoce con el
nombre de sociologismo. Consiste
en pensar que la costumbre, lo que
hacen regularmente las personas,
es lo ético. Si esto fuera así, no
Notas del Participante 2.0-15
La Ética en la Administración Pública
hubiera habido avance ético en
nuestras
sociedades.
Aún
seguiríamos con costumbres que
hoy nos parecen sorprendentes. El
“siempre se hizo así” no es excusa
para no mejorar en aspectos éticos.
La tercera pseudo ética podemos
calificarla de utilitarista. Consiste
en la teoría que indica que la ética
es necesaria porque es lo más útil,
lo más rentable. Esta interpretación
de la ética es torcida, que hay que
ser ético porque a la corta es lo más
rentable. Esta proposición no es
cierta, pues la ética es la ciencia
que ayuda a la mejora moral de la
persona, no la que le ayuda a ser
más rico, más poderoso o más
famoso. Pues no podemos esperar
el aplauso social por actuar
éticamente.
Por lo tanto, en el planteamiento
ético hay que huir del legalismo, del
sociologismo y del utilitarismo,
sabiendo los límites de la ley y de la
costumbre y pensado en la mejora
moral del os gestores y miembros
del as administraciones públicas.
La búsqueda de la mejora moral de
los miembros de las administraciones públicas puede dificultarse si
no hay una concepción completa de
la ética, si la concepción es parcial.
Sesión 2.0
este objetivo acabará alienándose
de los ciudadanos y buscando su
propia comodidad. Sin embargo, no
se puede afirmar que el bien no
importa. Importa y mucho, pero
para llegar a él es necesario
disponer de normas.
La otra ética parcial es “la ética de
las normas” Se trata de cumplir
con las normas. Una administración
Pública cuya ética se base en las
normas exclusivamente, caerá en el
legalismo
que
antes
hemos
analizado. Las normas y los códigos
son importantes, pero requieren una
finalidad, un bien que alcanzar, sin
ello carecen de sentido, quedan
frías y su interpretación literal puede
ser hasta cruel, el fin de las normas
va hacia la mejora de los que las
usan y la mejora supone la
adquisición de virtudes.
Sin embargo, una “ética de la
virtud” es también una ética
parcial. Una administración pública
que busque “paz y seguridad”
interior, sin importarle lo que ocurre
en otras zonas de la administración,
o de los ciudadanos, nunca correrá
riesgos, se limitará a ejecutar lo
más
correcto
sin
buscar
incomodidades. A fuerza de querer
ser equilibrado se olvida de los más
importantes, como comprometerse
en la mejora de los demás.
2.6.2. Las éticas parciales
Siguiendo
a
Leonardo
Polo
podemos entender que hay tres
tipos de éticas parciales.
La “ética del bien”, el objetivo es
conseguir que el agente decidor
consiga el bien. La búsqueda del
bien es algo loable, pero sin otros
apoyos acaba en la búsqueda del
confort personal, egoísta. Si una
administración pública se centra en
Ética Pública
Al llamarlas éticas parciales hemos
indicado que no es que sean malas,
sino que no contienen toda la
verdad. La concepción ética que
debe iluminar una mejora de la
administración pública debe ser una
concepción completa.
La ética de una administración
pública debe ayudar a encontrar el
bien de la comunidad donde ejerce
sus servicios. Debe basarse en
Notas del Participante 2.0-16
La Ética en la Administración Pública
Sesión 2.0
ciertas normas universales y, en
particular, en la declaración de la
ONU
sobre
los
“Derechos
Humanos”. Tiene que ayudar a
conseguir que sus componentes
alcancen, consoliden y aumenten
sus
virtudes,
individual
y
colectivamente. Es una ética
completa que busca el bien,
apoyándose en normas, mediante la
adquisición y fortalecimiento de las
virtudes.
2.7
Ética
Privada
Pública
y
Ética
La implementación de la gestión
ética en las entidades públicas es,
por sí misma, un proceso dinámico
y complejo que demanda la
participación de toda la estructura y
miembros de la entidad. Este
proceso busca orientar y direccionar
las acciones de las entidades
complementado todos sus procesos
estratégicos, coadyuvando a la
toma de decisiones públicas y a la
consolidación misional y visional.
En un mundo cambiante, todas las
organizaciones y, por ende, las
entidades públicas deben ser
abiertas, flexibles y propositivas
frente a las nuevas demandas y
necesidades sociales, por tanto, la
confianza y la legalidad de lo
público, al igual que en lo privado se
crea, se gestiona y se gana
continuamente durante el curso de
las prácticas y decisiones cotidianas
de cada uno de los miembros de las
entidades.
Como proceso complejo, la gestión
ética constante, flexible y efectiva
permite y facilita la edificación de
organizaciones
íntegras
que
consoliden
y
articulen
las
convicciones y valores individuales
de sus miembros y de la institución
Ética Pública
en su conjunto, como el desarrollo
de las funciones propias de la
gestión pública de la entidad.
La gestión ética se dirige sobre
valores construidos de manera
consensuada y argumentativa y son
expresados
posteriormente
en
prácticas, decisiones y hábitos de
comportamiento, posibilitando la
manifestación
de
conductas
colectivas que forjen una cultura de
la
probidad como andamiaje
proclive al fortalecimiento de
espacios de prevención de la
corrupción.
Un proceso complejo como la
cuestión
ética
responde,
fundamentalmente, a un esquema
integral de planificación; es decir,
parte de una línea base que sirve
como
primer
momento
de
diagnóstico para identificar la
situación actual en la que se
encuentra la entidad frente a sus
prácticas
éticas
en
la
implementación de la responsabilidad empresarial.
Después, se planifican, se ejecutan
las
acciones
y
se
ajustan
permanentemente para lograr la
administración ejemplar o situación
deseada para la entidad.
Y, por último, se verifican los
resultados, objetivos y efectos
alcanzados, ubicando un nuevo
punto
de
partida
para
el
mejoramiento
y
fortalecimiento
continuo de la gestión ética de las
instituciones.
Como
consecuencia
de
ese
proceso, se le posibilita a la entidad
la formulación de estrategias que
permiten interpretar y responder a
las necesidades y demandas
sociales, en correspondencia con
Notas del Participante 2.0-17
La Ética en la Administración Pública
los lineamientos de la responsabilidad social y de las fortalezas y
debilidades de la entidad. Y pone a
disposición de la entidad las
herramientas e instrumentos que le
permiten medir, controlar y verificar
los efectos positivos y negativos
que se generan en las relaciones e
interacciones de la entidad.
El Centro Colombiano de Responsabilidad Empresarial, a través de la
cooperación internacional de la
Agencia AID, implementó este
modelo de gestión ética en 24
instituciones colombianas; cuatro de
nivel nacional como la Procuraduría
General de la Nación, el Ministerio
de Educación o la Defensoría del
Pueblo; y veinte territoriales,
algunas de gran tamaño en
Medellín, Cali y Barranquilla.
El propósito de la gestión ética es
configurar una cultura de la
integridad de la gestión pública que
produzca
confianza
en
la
ciudadanía frente a las entidades y
los servidores públicos. Reconoce
que éstos, no sólo cumplen la ley
sino que en sus prácticas proclives
a la rendición de cuentas y a la
participación ciudadana, es evidente
un compromiso con los valores
éticos, con la defensa y la
construcción de lo público; ya que
sus servicios contribuyen con
claridad a mejorar la calidad de vida
de toda la población.
La gestión ética, en las entidades
públicas y en las empresas
privadas, está fundamentada en los
mismos principios; es básicamente
la misma y sigue un modelo similar.
Es indudable que se requieren
adaptaciones y modificaciones para
conformar
el
modelo,
las
condicionales específicas no sólo
Ética Pública
Sesión 2.0
de cada tipo de entidad sino de
cada entidad individual. En lo
referente a la corrupción, existe de
facto una responsabilidad conjunta
entre las entidades del servicio
público y la sociedad civil; y es la
gestión ética, de las entidades
públicas y de las empresas
privadas, en donde está el punto de
encuentro y, a la vez, el punto de
partida para una gestión preventiva
de la corrupción.
Las acciones de transformación.
Para implementar la gestión ética y
la posibilidad de construir confianza
en la comunidad se debe tomar en
cuenta:
1.
Primero, un diagnóstico ético
de cada entidad para conocer sus
prácticas éticas, las posibilidades y
oportunidades de mejorarlas; así
como, el compromiso de convertirse
en referencia que permita construir,
a los directivos y delegados
institucionales, la gestión ética.
Este análisis ayuda y posibilita la
interpretación cualitativa de la línea
base de cada entidad, que permite
conocer la situación de insuficiencia
crítica o no que denota una entidad.
También identifica la carencia
significativa de expresión de una
institución cuestionada por sus
integrantes en la aplicación de
principios éticos y en la gestión
transparente y proba que, de alguna
manera, cuenta con manifestaciones de búsqueda de caminos
hacia la rectitud.
Permite la transición cultural que
vive la entidad al realizar un
proceso de cambio de las viejas
prácticas que muestra avances,
pero en la siguen vigentes
manifestaciones que afectan la ética
Notas del Participante 2.0-18
La Ética en la Administración Pública
y la probidad. Requiere atención en
aspectos que no reincorporan a la
cultura organizacional de probidad.
2.
Segundo, la elaboración del
documento orientador de la gestión
ética donde se recogen, por una
parte, aspectos que identifican a la
entidad como misión institucional,
planeación estratégica y plan de
desarrollo,
y,
por
otra,
los
lineamientos y valores éticos de
esta institución para el desarrollo de
una gestión con una cultura de
transparencia. En este escenario
colectivo,
se
construyen
los
compromisos éticos, políticas o
directrices que permitan la aplicación de los valores institucionales y
la gestión ética. Los compromisos
materializan los valores frente a
cada una de las relaciones que
defina la organización, mejora las
relaciones de la entidad y permite el
establecimiento de las relaciones
que éticamente debe construir con
esos sistemas de interacción.
Los compromisos éticos se concretan en estrategias a ejecutar, que
dan prioridad a planes de acción
que intervienen en la minimización
de los riesgos de integridad que
presentan
algunos
procesos
internos de la entidad.
Los compromisos éticos asumidos
por la entidad no sólo se orientan al
conocimiento y la razón sino a la
efectividad, al sentir un cambio
cultural para necesariamente por
cambios emocionales para que en
su interacción con los otros
dominios de la razón y la actuación
se den transformaciones efectivas
en el modo de vivir.
La movilización de un proceso
complejo de la gestión ética, la
cultura de la organización, consta
Ética Pública
Sesión 2.0
de estrategias que comprenden en
su conjunto, la totalidad de acciones
sistemáticas y mecanismos en los
que estas se estructuran.
3.
Tercero, la estrategia organizacional, el conjunto de acciones
sistemáticas para operativizar la
gestión ética de la entidad, por
medio de la cual, se definen las
instancias organizativas, como que
se conforme el Comité de Asuntos
Éticos y se defina el gestor de ética.
Desde esa perspectiva, la ética en
la organización es un asunto
colectivo, convirtiéndose en un
proceso transversal a todas las
actuaciones que combina elementos normativos y actitudinales, por
ello, requiere de un equipo que
piense en gestiones y evalúe
asuntos éticos de la entidad.
Forma
cambio
organizativa
para
el
Para la implementación de la
gestión ética tuvo resultados la
siguiente forma organizativa:
Control de Asuntos Éticos: orienta la
gestión ética, define las políticas,
elabora estrategias para dinamizar
la gestión, promueve la conformación de comunidades de prácticas
éticas, evalúa los resultados, ajusta
la gestión y es la voz oficial de la
entidad en la interpretación de los
dilemas éticos cruciales para la
organización.
Gestor de ética: es el agente
ejecutor y dinamizador del proceso
trabaja en estrecha conexión con el
Comité de Asuntos Éticos, las áreas
de gestión humana, comunicaciones, control interno y otras. Sus
funciones principales son: coordinar
el diseño, ejecución y seguimiento a
Notas del Participante 2.0-19
La Ética en la Administración Pública
los planes de acción a partir de las
decisiones del Comité de Asuntos
Éticos, identifica y motiva a promotores de prácticas éticas en las
distintas dependencias, promueve
la
realización
de
acciones
formativas y comunicativas en la
institución ; coordina los procesos
de evaluación, es mediador en
situaciones de conflicto y promueve
que los procedimientos y prácticas
se ajusten a los lineamientos éticos
promovidos
por
el
gobierno
nacional, en el documento de ética
de la entidad.
Estrategia formativa: es el conjunto
de acciones pedagógicas que
permiten reflexionar, comprender y
apropiar los conceptos relacionados
con una gestión ética irresponsable,
dando validez a los procesos de
cambio organizacional. El encargado de la capacitación elabora y
ubica las acciones que le permiten
mantener
y
aprovechar
las
fortalezas del proceso y elimina o
modifica aquellos aspectos que no
funcionan. La estrategia formativa
se articula en el proceso de
implementación
participativa
y
legítima la gestión ética. Permite la
comprensión
y
dirección
del
accionar de todos y cada uno de los
miembros por medio de la reflexión,
identificación de los estándares
procedimientos éticos. Interioriza los
valores.
Para lograr nuevas disposiciones
conductuales y distinciones es
necesario afectar al sentir de las
personas mediante dos aspectos: la
vivencia y la reflexión. La vivencia
permite poner a las personas en la
situación emocional para que
sientan y generen empatías o
rechazos hacia aquello que debería
preservarse o modificarse; y la
reflexión,
permite
confrontar
Ética Pública
Sesión 2.0
argumentos propios y ajenos para
darse a entender y dar razón de lo
que se quiere y no y para hacerse
cargo de la vida y sus consecuencias. La vivencia completentada con la reflexión, constituyen un
poderoso movilizador de cambios.
Estrategia comunicativa: es el
conjunto de acciones metódicas de
comunicación pública, aplicado a la
comunicación organizacional, que
permita trazar la ruta crítica e ideas
reguladoras de la gestión ética.
Cuando se habla de crear
condiciones desde la comunicación
para hacer posible la gestión ética
del servidor público es importante,
más que pretender condicionar o
persuadir a ese funcionario con la
intención de modelar o condicionar
su conducta moral, se le debe
ofrecer elementos para que pueda
construir un criterio ético que le
ayude a discernir, en la continuidad
de
sus
actuaciones
como
profesional y como ciudadano, el
sentido de sus acciones y la
valoración de sus comportamientos
oficiales o privados.
Formar criterios de valor: es el
universo ético particular de cada
individuo
no
necesariamente
requiere de un marco complejo de
conocimientos teóricos o técnicos,
por el contrario, lo que confiere
coherencia
al
comportamiento
individual es la capacidad de
interrelacionar y combinar los
principios de valor, de manera que
en cada circunstancia concurran en
su totalidad. Esto supone mirar la
ética como un instrumento concreto
para enfrentar las impredecibles
circunstancias del quehacer diario.
Formar criterios éticos quiere decir
generar contextos que le permitan
al individuo sentir que es parte de la
Notas del Participante 2.0-20
La Ética en la Administración Pública
construcción
de
un
proyecto
democrático de nación y que, en
cada comportamiento y en cada
actuación, no sólo posibilitar su
futuro sino garantizar un horizonte
para los suyos y todos sus
conciudadanos.
Seguimiento y de evaluación: es el
conjunto
de
instrumentos
y
mecanismos para gerenciar el
impacto de la gestión ética. Implica
el diseño de indicadores, la
promoción de una auto evaluación
periódica por unidades de trabajo y
la implantación de cada una de las
instancias organizacionales.
El conjunto de actividades que se
desarrollan con esta estrategia
pretende generar dinámicas de
retroalimentación, a través de las
cuales la entidad modifica sus
acciones
para
ajustarse
las
demandas sociales y satisfacer
oportunamente sus responsabalidades y compromisos. Pretende
igualmente obtener información
oportuna y confiable sobre el
cumplimiento de las actividades
programadas, logros obtenidos y
utilización de recursos, para la toma
de decisiones que permitan realizar
las correcciones y reorientaciones
necesarias
durante
la
implementación de la gestión ética.
El propósito de la gestión ética es
configurar una cultura de la
integridad, que produzca confianza
en la ciudadanía, frente a las
entidades y los servidores públicos.
Reconocer que éstos, no sólo
cumplen la ley sino que sus
prácticas, proclives a la rendición de
cuentas y a la participación
ciudadana,
es
evidente
un
compromiso con los valores éticos,
con la defensa y la construcción de
lo público, ya que sus servicios
Ética Pública
Sesión 2.0
contribuyen con claridad a mejorar
la calidad de vida de toda la
población.
La gestión ética, en las entidades
públicas y en las empresas
privadas, está fundamentada en los
mismos principios, en básicamente
la misma y sigue un modelo similar.
Es indudable que se requieren
adaptaciones y modificaciones para
conformar
el
modelo,
las
condiciones específicas, no sólo de
cada tipo de entidad sino de cada
entidad individualmente.
En lo referente a la corrupción
existe de facto una responsabilidad
conjunta entre las entidades del
servicio público y la sociedad civil.
Es la gestión ética, de las entidades
públicas y empresas privadas, en
donde está el punto de encuentro y
a la vez el punto de partida para
una gestión preventiva de la
corrupción.
2.8
Una Nueva
Gestión Pública
Ética en la
El Presidente de la República del
Ecuador dictó un Decreto en el que
declaró el combate a la corrupción y
a la impunidad como política de
Estado. Hoy le corresponde tomar
acciones
y
dictar
medidas
complementarias
para
hacerla
realidad.
Se debe extirpar la corrupción
pública y privada, pequeña y
grande, cubierta y encubierta,
visible o no. Debemos construir una
nueva ética a base de la formación
y recuperación de valores como la
honradez, el amor al trabajo, la
responsabilidad, la solidaridad, la
corrección, la humildad y la justicia.
Notas del Participante 2.0-21
La Ética en la Administración Pública
Combatir la corrupción y evitar la
impunidad debería ser la gran
cruzada nacional, tarea de todos los
Organismos de Control, de todos
los organismos del Estado, de las
Instituciones y organismos de la
sociedad civil y de los trece millones
de ecuatorianos. Necesitamos una
nueva ética en la gestión pública.
Debemos generar la cultura de la
honestidad, del cumplimiento del
deber con eficacia, eficiencia y
oportunidad, con capacidad e
inteligencia
Desde una perspectiva puramente
económica, las conductas que se
ajustan a la ley y respetan los
valores resultan convenientes. El
rigor en el cumplimiento del Derecho, al eliminar la incertidumbre,
abarata los costos, disminuye los
riesgos y alienta la competencia
legítima. Al contrario, la corrupción
constituye un enorme costo para los
países, porque pervierte y devalúa
la obra pública, aleja a las inversiones serias y desalienta a los que
no saben conducirse en el mundo
precario y riesgoso de la coima y la
mentida. Hay que ver la ética desde
el punto de vista de la conveniencia
económica. No hay forma más
eficiente de administrar el Estado
con personas que manejen lo ajeno
con más rigor que lo propio.
La corrupción es un problema
mundial grave y difícil y por ello
requiere acciones enérgicas y
debemos comenzar por nuestro
país.
Si queremos tener países diferentes
y encontrar cura a la corrupción,
debemos intervenir activamente en
la educación en valores con
nuestros hijos y transmitirles
mediante
el
ejemplo
propio
comportamientos positivos para que
Ética Pública
Sesión 2.0
tengan una personalidad propia y
no adquirida con conductas y
comportamientos importados. Sólo
así tendremos familias felices, con
valores y países sin corrupción.
Analizando el concepto de la ética,
no podríamos entenderla para los
fines que persigue este evento
como la ciencia de las costumbres.
La ética es más bien un concepto
filosófico que se ocupa de la moral y
de las obligaciones subjetivas; del
hombre. Por ser un principio metapolítico está sobre la esfera de las
leyes de la naturaleza y de la ley de
los hombres, pero cuya violación
acarrea sanciones de orden legal o
administrativo,
dentro
de
un
régimen jurídico concebido con
criterios eminentemente éticos.
La ética está formada por un acto
de
conciencia
voluntaria
del
hombre, conciencia que es derivada
de la formación moral, social,
religiosa, política o académica de
cada uno. Dentro de esta concepción individual, la ética trasciende la
esfera de lo personal para alcanzar
la ética colectiva y se crea así lo
que podríamos denominar la ética o
la moral pública.
Para quienes consideramos que el
fin del Estado es la búsqueda del
bien común, entendido como el
conjunto de condiciones concretas
que se imponen a la sociedad para
que el individuo logre el pleno
desarrollo de su personalidad,
consideramos igualmente que así
como existe una jerarquía de
valores en la conciencia individual,
también existe una primacía de
valores en los entes colectivos que
permite la aplicación preferente de
unos sobre otros o la primacía del
bien común sobre los bienes
individuales.
Notas del Participante 2.0-22
La Ética en la Administración Pública
Entendida así la ética como estado
de conciencia individual pero
también como condición de la
existencia de la sociedad del
Estado, debemos analizar al
individuo, en el ejercicio de una
función pública, es decir, cuando
participa en forma personal efectiva,
directa y concreta como titular de un
órgano del Poder Público, es decir,
cuando adquiere la categoría de
funcionado.
2.9 Resumen
A lo largo de la sesión hemos visto
las razones por las que las
administraciones públicas necesitan
un
comportamiento ético,
se
analizó las condiciones necesarias
Ética Pública
Sesión 2.0
para la mejora ética en las
administraciones públicas, descritos
los errores conceptuales en los que
se puede caer, la ética pública y la
ética privada e ideas para ir hacia
una nueva ética en la gestión
pública.
Los comportamientos de una
administración pública son influidos
por el entorno que le rodea. La
administración pública no está
aislada, se ubica en un determinado
espacio económico y cultural, su
nivel ético dependerá también del
nivel del entorno que la rodea, por
tanto, si la sociedad civil en la que
se inserta es corrupta, será muy
difícil que la administración pública
resulte eficaz, por ello es necesario
la colaboración entre el sector
público y sector privado.
Notas del Participante 2.0-23
La Ética en la Administración Pública
Sesión 2.0
SESION 2
Presentación de láminas en power point
En esta sección del Manual del Participante se presenta las
láminas en power point del contenido de la Sesión 2, que
ayudará al facilitador y a los miembros del aula a captar de un
manera resumida, los contenidos más importantes de la
presente sesión; y, servirán de base para el inicio de
discusiones, rueda de preguntas, ejercicio y otras actividades.
Ética Pública
Notas del Participante 2.0-24
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