1 EDAFOLOGÍA Suelo: es la capa superficial de la corteza terrestre con elementos sólidos procedentes de la erosión de las rocas y de materia orgánica, líquidos y gases que ocupan los poros del suelo (CO2). Horizontes.- Son las diferentes capas que componen un suelo y en su conjunto indican el perfil de ese suelo. Horizonte D: es el más profundo y se compone de la roca madre inalterada. Horizonte C: lo conforma una degradación de la roca madre. Horizonte B: es una capa intermedia de acumulación de sustancias lixiviadas de las capas superiores y alteración de elementos del horizonte C. Horizonte A: es la capa más superficial en la que se diferencia una capa A0 o cobertera de hojarasca, una capa A1, de color oscuro, fruto de la descomposición y una capa A2, más clara, que es una zona de lixiviación, donde se pierden sustancias y se arrastran a las capas inferiores. Factores: resulta de la alteración de la roca madre por el clima (crioclastia y disolución) y los seres vivos. Roca madre: Según sea la roca madre los suelos pueden ser silíceos (sueltos y permeables), calizos (porosos y permeables) y arcillosos (compactos e impermeables). Clima: es el elemento más influyente de la edafogénesis. El agua de las precipitaciones permite la actividad biológica y condiciona el lixiviado o disolución y arrastre. Si el lavado es excesivo, se produce un empobrecimiento del suelo en bases y se acidifica. Las temperaturas condicionan la actividad química y bacteriana, mayor cuanto más elevada. Según el clima, los suelos pueden ser zonales o clímax, azonales e intrazonales, no relacionados con el clima sino con la naturaleza del roquedo. Topografía: En las zonas llanas o deprimidas se acumulan suelos gruesos mientras que en las pendientes la erosión y el deslizamiento lo hacen escaso. Seres vivos: Las plantas enriquecen el suelo incorporando a los estratos superiores las bases que sus raíces toman de los inferiores, aunque algunas como las coníferas lo acidifican y empobrecen. La microflora (bacterias y hongos) descompone la materia orgánica muerta y la incorpora al suelo formando el humus, de color pardo oscuro o negro, aporta ácidos que descomponen la roca madre. Algunas bacterias fijan en el suelo el nitrógeno del aire y así pude ser tomado por las plantas. Animales subterráneos 2 como hormigas, lombrices, roedores remueven el suelo, lo airean y lo hacen ligero para que así las plantas puedan arraigar mejor. Ser humano: Puede alterarlo destruyéndolo o mejorándolo con abonos y repoblaciones adecuadas. Tiempo: La constitución del suelo es un proceso lento y se distinguen los suelos jóvenes (incompletos) de los evolucionados (completos). TIPOS DE SUELO.- Según su origen y evolución o en relación a sus características. Según áreas climáticas y en función de la roca madre. Suelos zonales.- Suelos de clima oceánico.- Bastante evolucionados, ricos en materia orgánica y ácidos, lixiviados por las precipitaciones. La acidez se refuerza cuando la roca es silícea y la vegetación clímax se sustituye por el pino o el eucalipto. Los suelos ácidos requieren (cal) abonado para su aprovechamiento agrícola. 1. Tierra parda húmeda: tipo dominante, excelente tierra de cultivo si se le añade cal. 2. Rankers: en las zonas más altas o de mayor pendiente, con fuerte erosión, escasa evolución, mínimo espesor. El horizonte orgánico reposa directamente sobre la roca madre. Sólo aptos para pastos y bosques. 3. Tierra parda caliza: muy extendido, altos rendimientos en judías y maíz. 4. Terra fusca: de montaña, sobre calizas, aprovechamiento forestal. Suelos de clima mediterráneo.- 1. Tierra parda meridional: es el típico sobre rocas silíceas en el oeste peninsular, pobre por su acidez, falta de humus y estructura suelta. Se dedica a dehesa y pastos o la agricultura si se encala y abona. 2. Suelo rojo mediterráneo: sobre roquedo calizo, con horizonte arguílico (arcilloso) por disolución del carbonato cálcico. Color rojizo debido al óxido de hierro. Es una buena tierra de cultivo para vid. 3. Terra rossa: 4. Vertisuelos o tierras negras (bujeos): se sitúan sobre arcillas y margas. Son los suelos más fértiles de España, dedicados al secano. Son característicos de las Campiñas, la Tierra de Barros (Badajoz) y de la cuenca de Pamplona. 5. Suelo gris subdesértico o serosem: típico de zonas de clima estepario árido, rico en caliza y pobre en humus, con tendencia a la salinización debida a la acusada evaporación. Sólo permiten el cultivo si es de regadío. Se dan en el valle medio del Ebro, el SE peninsular y Canarias. Suelos azonales e intrazonales.- Son aquellos que se encuentran en cualquier zona ya que no dependen del clima sino del roquedo o la topografía. Suelos azonales: Son suelos de perfil incompleto debido a falta de tiempo para formarse o a su ubicación en pendientes que, por erosión y arrastre, no acaban de formarse. 3 Suelos intrazonales: Son suelos bien definidos, adaptados a factores locales ajenos al clima. 1. Pardos calizos y rendsinas: Son los suelos típicos sobre calizas, con escasa potencia (las rendsinas son aún más débiles y alternan con afloramientos rocosos), abundante carbonato cálcico, aptos para cultivos leñosos, cereales y leguminosas. 2. Aluviales: los de las orillas de los ríos, específicos de huerta. 3. Encharcados: En zonas endorreicas, pobres en nutrientes, se drenan, se abonan y cultivan, resultando un fracaso a corto plazo porque se vuelven a encharcar y son muy malos para la agricultura por su excesivo componente arcilloso. 4. Arenosos: áridos e improductivos por la total infiltración del agua, no obstante los que se encuentran en zonas de clima favorable (muchas horas de sol y temperaturas suaves) y tradición tecnológica agrícola (Almería) se emplean como mero soporte de las plantas y se montan invernaderos en los que el cultivo es hidropónico (alimento en el agua de riego). 5. Salinos: son los de las marismas y zonas con excesiva evaporación, poco aptos para la agricultura. 6. Volcánicos: improductivos si son litosuelos y muy fértiles si son cenizas.