EL REGRESO DEL MUERTO (o la capacidad de supervivencia de la industria tabacalera) Augusto Pérez Gómez, Ph.D. Director, Corporación Nuevos Rumbos El título de esta conferencia, que parece más el de una novela de Alejandro Dumas, se explicará por sí solo en unos minutos… Hace cerca de 40 años que viene desarrollándose en Occidente una intensa campaña, promovida por organismos internacionales como la OMS y la OPS, por muchos gobiernos (en cabeza de sus ministerios de salud) y por universidades y centros de investigación sobre cáncer, para mencionar solamente a los actores más visibles. Esta gigantesca campaña es contra el tabaco y sus efectos letales sobre el organismo humano. Luego de más de 400 años de uso libre e indiscriminado del tabaco, de un enriquecimiento casi ilimitado de las compañías que lo producen y lo procesan, y de muchos millones de muertos prematuramente, Occidente decidió finalmente frenar ese crecimiento desbordante y tratar de ahorrarse billones de dólares en atención en salud. Y desde hace 30 años, es claro que ha logrado efectos importantes: el número de fumadores ha disminuido notablemente, las restricciones para fumar en lugares públicos y en ámbitos cerrados, en el lugar de trabajo, en aviones y en transporte público, en hoteles, restaurantes y bares, lograron imponerse con apoyo público y en muchos países, en el curso de algunos años. La población parece tener clara conciencia de los efectos devastadores del hábito de fumar sobre la salud (aun cuando entre los jóvenes esa conciencia no es tan clara, y no se aplica a la marihuana, que tiene mucha más brea que el tabaco) y en el imaginario colectivo ya nadie parece considerar que una persona con un cigarrillo en la mano es alguien particularmente atractivo e interesante: solo figuras míticas como Humphrey Bogart mantienen su popularidad a pesar del cigarrillo, pero es justamente porque se le asocia con épocas remotas y desaparecidas. Igualmente, una buena porción de la población sabe que el consumo de sustancias legales precede el de sustancias 1 ilegales, y que es extremadamente improbable que alguien que nunca ha fumado tabaco fume marihuana. Así, con una sonrisa optimista llegamos a pensar que en pocos años el problema de los varios millones de muertos anuales asociados al hecho de fumar serían solamente un mal recuerdo. Pero creo que empezamos a alegrarnos demasiado pronto. Creímos que la gente aceptaría masivamente el verse libre de humo, y en nuestra imaginación empezamos a construirle el ataúd a las tabacaleras. Pero no solamente esta pretensión era bastante ingenua, pues el problema en sus estado actual está todavía lejos de encontrarse bajo control, sino que olvidamos que se trata de una industria con un poder gigantesco, que contribuyó a través del comercio al desarrollo de Europa y algunos de cuyos miembros fueron pilares de la construcción de Estados Unidos (Peter Stuyvesant, John D. Rockefeller, los Whitney, los Vanderbilt y los Roosevelt, por ejemplo, casi todos ellos emparentados entre sí). Hoy en día ese poder permite influir sobre personajes políticos de primer nivel, lo que ha provocado que ciertas leyes nunca fueran aprobadas en diferentes países del mundo, o que se reconsideraran decisiones que parecían definitivas, como el no fumar en los hoteles o en los restaurantes. Más aun, ese poder ha llevado a que instituciones como la Food and Drugs Administration no tenga el poder de ingerencia sobre los derivados del tabaco que sí tiene sobre todos los otros productos de consumo humano en los Estados Unidos. Este último hecho tiene unas consecuencias incalculables, como trataré de mostrar más adelante. La realidad es que no teníamos ningún motivo para pensar que la industria tabacalera aceptaría pasivamente su destrucción. Teniendo en cuenta que la mayor parte de las marcas de cigarrillo que se consumen en Colombia estás asociadas a Philip Morris (PM) y British American Tobacco (BTA) es especialmente a las acciones y estrategias de estas dos grandes empresas (aun cuando no exclusivamente) que nos referiremos en lo que sigue. Para los objetivos de esta charla, pienso que tales acciones y estrategias pueden dividirse en tres capítulos: 2 1. Los llamados ‘programas de acomodación’, 2. Los niños y jóvenes como objetivo, 3. La diversificación de los productos 1. Los programas de “acomodación”1 Se trata de un conjunto de iniciativas que han sido analizadas con detalle por el Dr. Sebrié y sus colaboradores, a quien ustedes ya han escuchado, y por consiguiente me limitaré a señalar los aspectos esenciales. Por ejemplo, el núcleo es lograr que el tabaco sea aceptable socialmente, con lo cual se recurre a esa bandera tan peligrosamente agitada de quienes se describen a sí mismos como ‘libertarios’ o ‘liberacionistas’, como si todo lo que se oponga a las fronteras que ellos señalan (que con frecuencia están claramente demarcadas por la extraordinaria dimensión de sus bolsillos) debiera ser considerado como una forma de esclavitud y de opresión. Es la bandera de la ‘tolerancia’, que convierte en aceptable virtualmente cualquier cosa. Muy inteligentemente, la industria tabacalera creó ‘slogans’ como “The courtesy of choice” y la “Convivencia en armonía”, cuyo trasfondo es uno de los lemas más venerados por las defensores de las posmodernidad y otras falacias semejantes (y no soy yo quien las llama así, son Alan Sokal y Jean Bricmont, los autores de ‘Impostures intelectuelles”: respectivamente, muy respetados internacionalmente profesores de Física en las Universidades de New York y de Louvain): ese lema es la veneración irrestricta por lo diferente, incluso si esa diferencia me destruye a mi, a mis hijos, y a los hijos de los que defienden ese lema. En mi humilde opinión personal, esta es una de las más desaforadas consecuencias de un pensamiento pretencioso pero profundamente superficial (si se me permite este oximorón) y autodestructivo: para ser consistente con la idea contemporánea vigente de apertura y de 1 Para este punto me basé fundamentalmente en dos artículos: Sebrié, E.M., Schoj , V. y Glantz, S.A. (2008) Smoke free environments in LatinAmerica: on the road to real change?; y Sebrié, E.M., y Glantz, S.A. (2007). “Accomodating” smoke-free policies: tobacco industry’s Courtesy of Choice programme in Latin America. tobaccocontrol.bmj.com 3 tolerancia, debemos aceptar –e incluso aplaudir- que haya lugares especiales para fumar en los sitios de trabajo, en los aeropuertos, en los hospitales, en las cafeterías, en los restaurantes, en los baños e incluso en los ascensores… Las tabacaleras han logrado que los hoteles reversen la medida “extrema’ de no permitir que se fume en sus predios, y que se creen áreas para quienes desean fumar, porque sería sencillamente una cuestión de cortesía ante quienes son diferentes (fumadores) y porque en este mundo hay espacio para todos –fumadores y no fumadores- y debemos aprender a vivir en armonía…. Pero independientemente de nuestras opiniones personales, debemos mirar todo esto con ojos profesionales, y la realidad es contundente: los programas de las tabacaleras han sido inmensamente exitosos en la medida en que han logrado evitar demasiadas restricciones gubernamentales sin despertar reacciones negativas del público. Han logrado detener la aprobación de leyes bastante restrictivas. Han convencido a los hoteleros, restauradores y dueños de bares, casinos y similares, así como a los propietarios o gerentes de muchas empresas privadas, de que tiene sentido crear áreas para fumadores en nombre de la cortesía, el respeto por los otros y la libertad de escoger. O de que es posible, con su ayuda, utilizar la tecnología para mantener el aire limpio y no molestar a los no fumadores. La jugada es perfecta… Una situación de jaque de la que no resultará fácil librarse. 2. Los niños y los jóvenes como objetivo Pero todo esto, por supuesto, no sería suficiente para restablecer los saldos bancarios que registran pérdidas – o por lo menos, índices de crecimiento negativos- muy cuantiosas. Había que abrir el horizonte y pensar con cuidado. El resultado es que empezaron a mirar con gran interés a los que en vez de ser clientes del futuro podrían serlo ahora mismo, y en esos países en donde las normas son laxas. Es decir, los países en vías de desarrollo, y especialmente América Latina 4 El elemento clave en lo que a nosotros se refiere es que América Latina es un eje fundamental de las nuevas iniciativas de las tabacaleras, no solamente en lo que concierne a las estrategias de acomodación, sino que este continente , con sus más de 400 millones de habitantes, de los cuales más del 30% son jóvenes convencidos de su invulnerabilidad, representan un mercado potencial muy atractivo. Muchos de esos jóvenes fuman (alrededor del 30%), o están dispuestos a hacerlo: y eso hace una clientela neta de 40 millones de jóvenes. Permítanme mostrarles dos diapositivas que suelen impresionar mucho a los padres de familia, que como de costumbre son los últimos en enterarse, pero que las tabacaleras conocen perfectamente hace décadas: Edad de inicio de consumo de alcohol y cigarrillo 70 65,5 61,9 60 50 40 30 30 15,2 18,8 20 10 0 6,8 0,4 Menos de 10 años 10 a 14 años Alcohol 15 a 19 años 1,3 20 a 24 años Cigarrillo Claramente se observa que cerca del 81% se inician antes de los 14 años en alcohol y casi el 70% en cigarrillo; el 99.6% se ha iniciado en el consumo de alcohol antes de los 19 años, y el 98.7% en cigarrillo. Las compañías tabacaleras saben a la perfección que quienes van a mantenerles su alto nivel de vida son personas que han comenzado a fumar alrededor de los 13 años, y por ello han diseñado productos específicamente para ellos: 5 cigarrillos que producen menos resequedad en la boca y que son fáciles de prender. Ya veremos más adelante otros detalles significativos. Incidencia anual de consumo de alcohol y cigarrillo según sexo Manifiestamente, el máximo incremento de casos nuevos ocurre en secundaria, es decir, en menores de edad. Y si ustedes miran con un poco de atención, verán que esa incidencia se manifiesta de manera más elevada en las mujeres universitarias, lo que explica una parte de la tercera estrategia, que veremos a continuación. Pero antes de eso hay algunos comentarios que debemos considerar. Hace alrededor de 8 años, cuando yo era Consejero Presidencial en el área de las drogas, Philip Morris le ofreció a la Presidencia un aporte sustancial para desarrollar campañas de prevención en menores; como yo soy de una naturaleza un tanto paranoide, rechacé la ayuda, y el tiempo mostraría que mis dudas estaban más que justificadas: esas ayudas esconden casi siempre (por lo menos en lo que se refiere a las tabacaleras) planes muy bien pensados que implican dobles y triples juegos. En el plano psicológico eso significa que el hecho de que usted sea paranoico no implica que realmente no lo estén persiguiendo… Si las intenciones de las tabacaleras con respecto a los jóvenes son realmente ‘honestas’, ¿por qué invierten tanto dinero en publicidad de sus productos en revistas cuyo principal público son los jóvenes, como Rolling Stone y Sports Illustrated?¿Por qué la campaña conocida como Joe Camel estaba específicamente dirigida a adolescentes, con lo que lograron que el consumo de esa marca (que afortunadamente no está en Colombia) pasara de 2.5% a 14% entre los jóvenes de 18 años en 1995? Y si realmente sus intenciones son honestas, ¿por qué quedan tantas preguntas sin responder con respecto a los jóvenes en la sección final de esta charla? 3. La diversificación de los productos2 2 En esta sección le debo mucho al trabajo publicado por AHA,ASA,CAN & ALU (2008). Big tobacco’s guinea pigs: how an unregulated industry experiments on 6 Si nos imaginamos la primera estrategia como una pequeña obra maestra de diplomacia, y la segunda como un acto de maquiavélica traición, la tercera podría describirse metafóricamente como un abanico envenenado. Esta estrategia comprende múltiples medidas que incluyen el engaño, la intoxicación deliberada, la presentación engañosa de productos y la manipulación de la publicidad. Aquí están los hechos: a. Aun cuando el tabaco masticado ha sido una de las tradiciones más características de los Estados Unidos, la bola de tabaco en el carrillo y los constantes escupitajos verde-negruscos le han quitado popularidad en una sociedad que se precia de ser muy aséptica. Entonces han aparecido formas de tabaco masticable con sabores de frutas, de dulces y de alcohol, que hacen innecesario el escupir, y píldoras de tabaco que se ponen debajo de la lengua y que tienen aspecto de una caja de chicles, por lo que son indetectables para los maestros. Estos productos están claramente dirigidos a estudiantes de secundaria. Me han informado que varios de estos productos se pueden comprar en Bogotá, aun cuando por el momento son vistos como una extravagancia y no tienen una comercialización masiva. Pero según la Fundación Nemours, en Estados Unidos hay entre 12 y 14 millones de usuarios de tabaco sin humo, como lo llaman en ese país, la mitad de los cuales tienen menos de 21 años y la mitad desarrollaron el hábito alrededor de los 13 años. b. Han desarrollado cigarros y cigarrillos con sabores de frutas que resultan particularmente atractivos para los jóvenes de ambos sexos c. Han creado la competencia de Nicoret y los parches de nicotina, pero no han producido pruebas de su eficacia d. Han sacado al mercado productos con aspecto de bombones para niños, y esos productos se encuentran con frecuencia en los mismos estantes de dulces y chicles, y se venden por unidades, no por cajas; American kidsand consumers. www.tobaccofreekids.org/productsreport . Las fotografías de la presentación también son de este informe. 7 igualmente, han hecho modificaciones en los cigarrillos para disminuir la resequedad y el calor en la boca, que resultaba particularmente desagradable para los principiantes e. Han desarrollado productos destinados específicamente a incrementar el consumo de cigarrillos en mujeres; y no hay duda que sus estrategias han funcionado, como se vio en la diapositiva sobre prevalencias. f. Las tabacaleras incrementaron la cantidad de nicotina en los cigarrillos en 12% entre 1995 y 2007, como lo demostraron la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard y el Departamento de Salud Pública del estado de Massachussets. Pero eso nunca se lo advirtieron al público. También agregaron amoníaco al tabaco, lo cual hace más rápido el efecto de la nicotina sobre el cerebro. Algunos estudios consideran que esta es la razón del inusitado éxito de Marlboro, que pasó de ser una marca menor de Philipp Morris, a ser la marca más vendida del planeta. g. Las tabacalera engañaron deliberadamente al mundo con historias como los cigarrillos “Light” o bajos en brea. Hay pruebas de que sabían que todo eso era falso, por lo cual esa publicidad fue retirada por orden judicial; pero sabiendo cómo quedan las imágenes de la publicidad en la mente de las gentes, quitaron los anuncios de “light’ y mantuvieron las cajetillas idénticas, o les agregaron otro nombre, con lo cual los clientes siguen creyendo que compran algo menos dañino. Así evitan que dejen de fumar. La publicidad que anuncia que una determinada marca tiene la virtud de haber controlado los elementos cancerígenos es igualmente falsa y carente de pruebas. Pero la ausencia de regulaciones permite que las tabacaleras digan cualquier cosa sin tener que probarlo. Conclusión La industria del tabaco está muy lejos de haber perdido la partida. Es indiscutible que sus asesores han inventado una multiplicidad de estrategias, 8 que van desde las completamente legales (como promover sitios de fumadores y de no fumadores), hasta las completamente ilegales (como dar información falsa sobre un producto peligroso) que les han permitido y, probablemente, que les permitirán durante un cierto tiempo mantener parte de su poderío. Hay pruebas fehacientes de que las tabacalera reclutan jóvenes, crean y mantienen la adicción y evitan que los fumadores dejen de fumar, a pesar de las pruebas que relacionan el fumar con graves trastornos de salud, y específicamente con cáncer de pulmón. Quienes consideramos que sus procedimientos son inaceptables jamás podremos caer en la trampa de proceder como ellos, es decir, recurrir a trucos como decir falsedades. Pero sí hay muchas cosas que podemos hacer: 1. No aceptar con esas compañías ningún tipo de arreglo o componenda (por ejemplo, que financien campañas supuestamente preventivas), a menos que acepten condiciones que prueben al más exigente que no utilizarán esas ayudas como propaganda o como una forma de hacerle creer al público sus buenas intenciones. Como es extremadamente improbable que acepten esas condiciones, lo mejor es considerarlas como antagonistas y no como eventuales aliados 2. Recurrir sin descanso a los medios de comunicación para desenmascarar los procedimientos altamente censurables a los que recurren las tabacaleras 3. Crear programas de prevención masivos para niños y adolescentes 4. Prohibir toda forma de publicidad que pueda resultar atractiva para los niños y adolescentes; incluso, prohibir la publicidad en los sitios que son frecuentados por niños y adolescentes, como los supermercados 5. Incrementar los controles gubernamentales sobre la venta de cigarrillos a menores de edad; y prohibir la venta conocida como de ‘menudeo’, es decir de cigarrillos sueltos, para lo cual es indispensable vincular a los vendedores ambulantes 6. Buscar que se incrementen las regulaciones sobre las sustancias contenidas en los cigarrillos 9 7. No permitir por ningún motivo la introducción en nuestro país de los nuevos productos de las tabacaleras En síntesis, y para terminar, esta guerra no está ganada, pero tenemos muchos elementos para hacerle frente a unas compañías que no dudan en recurrir a cualquier argucia, por más cuestionable que sea desde el punto de vista ético, para mantener su poder. Referencias AHA,ASA,CAN & ALU (2008). Big tobacco’s guinea pigs: how un unregulated industry experiments on American kidsand consumers. www.tobaccofreekids.org/productsreport . OPS (2002). La rentabilidad a costa de la gente. Washington D.C.: PAHO. Sebrié, E.M., y Glantz, S.A. (2007). “Accomodating” smoke-free policies: tobacco industry’s Courtesy of Choice programme in Latin America. tobaccocontrol.bmj.com Sebrié, E.M., Schoj , V. y Glantz, S.A. (2008) Smoke free environments in LatinAmerica: on the road to real change? Sebrié, E.M., y Glantz, S.A. (2007). “Accomodating” smoke-free policies: tobacco industry’s Courtesy of Choice programme in Latin America. tobaccocontrol.bmj.com 10