H. PRESBITERIO PENINSULAR EL REGALO DEL MATRIMONIO ENSAYO EXEGÉTICO SOBRE 1 CORINTIOS 7:1-9 REQUISITO PARCIAL PARA OBTENER EL GRADO DE LICENCIADO PREDICADOR IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA DE MÉXICO Pedro Villatoro Domínguez JUNIO DE 2009 ENSAYO EXEGÉTICO SOBRE 1 CORINTIOS 7:1-9 Por Pedro Villatoro Domínguez INTRODUCCIÓN. Antes que nada, el pasaje bíblico que a continuación expongo, es parte de una de las cartas más estudiadas para conocer a fondo la naturaleza humana de la iglesia y cómo Dios la está santificando. Siendo la Iglesia la comunidad de los redimidos y santificados en Cristo, es una creación de Dios. Pero como ella se integra por seres humanos que, aunque regenerados, siguen teniendo inclinación al mal, Dios la sigue perfeccionando a través de la santificación. Por ello se afirma que la Iglesia “ya” es salva, pero que “todavía no” es perfecta, pues está siendo santificada hasta el día de su glorificación final. Esto es muy interesante en esta carta en particular, puesto que el mismo apóstol Pablo se dirige a los corintios como “iglesia de Dios”, como los “santificados” y aquellos que son “llamados a ser santos” (1:2) , pese a que les dirigiría palabras terribles de corrección por sus divisiones, por sus abusos, y aún más, por su inmoralidad. Pero ellos debían aprender a corregir errores y abusos que estaban dejando pasar por alto. Y uno de ellos era la inmoralidad sexual tan arraigada en la sociedad corintia. Y puesto que para ser una iglesia santa es necesario tener familias santas, esta porción de la Palabra de Dios nos reenfoca a los aspectos del matrimonio que son importantes considerar en nuestra forma de relacionarnos y amarnos como pareja, en la santidad que Dios nos da. 1 Por esto hoy, para nosotros, que vivimos en una era tan confusa y caótica en cuanto a valores familiares, e inmersos en una sociedad aún más corrupta como la corintia del Siglo I, debemos aprender a mirar en el espejo de la Revelación de Dios, y comprender los principios que de ella emanan para renovar nuestra santa vida matrimonial. Puesto que para los corintios hacer esto les llevaba a una mejor vivencia de la santidad de Dios, así también hoy si queremos vivir en el plan de Cristo para nuestros matrimonios y hogares, tenemos que comenzar a hacer cambios en nuestra forma de relacionarnos como pareja y como amantes en la santidad del matrimonio. Esto lo entendió bien el apóstol Pablo. Espero por tanto, poder expresar en estas pocas páginas, una investigación bíblica y exegética que ayude a las parejas creyentes a hallar una comprensión mejor del matrimonio, viéndolo no como una necesidad u obligación estresante o conflictiva, sino como un regalo de Dios para personas específicas, para la glorificación de su nombre. 2 RESUMEN HISTÓRICO DE LA CARTA A LOS CORINTIOS. A fin de comprender los detalles de esta porción de las Escrituras, es importante comprender algunos aspectos históricos y sociales sobre la sociedad y la cultura corintia, para así interpretar las implicaciones de este mensaje para ellos y para nosotros hoy, en nuestras familias e iglesias. Pablo fundó la iglesia de Corinto cerca del año 50 AD, durante su segundo viaje misionero, luego de su visita a Atenas (Hch. 18:1–7). Con sus predicaciones en la sinagoga, comenzó esta obra (Hch. 18:8) en la cual trabajó durante 18 meses. La obra fue continuada por Apolos (1 Cor. 3:6), un poderoso orador proveniente de Alejandría, quien contó con el apoyo de Aquila y Priscila (Hch. 18:24–28)1. Parece deducirse de 1 Cor. 5:9, que Pablo ya había escrito a los corintios una carta sobre el no juntarse con fornicarios (inmorales sexuales), que posiblemente no entendieron o no quisieron obedecer (además, la carta no fue preservada). Y estando en Éfeso (52-54 AD), durante su tercer viaje misionero, el apóstol Pablo recibió la visita de algunos de la familia de Cloé, que le informaron sobre algunas divisiones y pleitos en la iglesia (1 Cor. 1:11). Otros, como Estéfanas, Fortunato y Acaico (1 Cor. 16:17), llevaron una carta que los corintios habían escrito, pidiendo el consejo de Pablo sobre varios temas pastorales que afectaban de una u otra forma a su iglesia: que si era bueno el matrimonio o no (aspecto que estudiaremos más profundamente en este trabajo), que si la comida ofrecida a los ídolos afectaba espiritualmente; que si los dones 1 Es interesante como podemos ver a Priscila y Aquila, una pareja judía integrada plenamente en el desarrollo misionero, como modelo vivo de matrimonio en Cristo, para la congregación gentil de Corinto. 3 espirituales debían seguirse usando y cómo; de qué forma se debía dar la ofrenda para los cristianos de Jerusalén y que si Apolos regresaría con ellos (1 Cor. 7:1, 25; 8:1; 12:1; 16:1, 12).2 A través de estos informes verbales, Pablo descubrió una serie de irregularidades que estaban aconteciendo en la iglesia y que afectaban su testimonio cristiano: problemas de división a causa del caudillismo enarbolado por algunos; inmoralidad de la peor especie, al descubrirse un caso de incesto; litigios civiles entre hermanos en la fe, por falta de amor; inmoralidad sexual con prostitutas (seguramente del templo de Afrodita, la diosa del amor y la belleza); hombres y mujeres que profetizaban y hablaban en lenguas en desorden; abusos en la cena del Señor por el egoísmo de los más ricos; y la negación de la resurrección del cuerpo debido a influencias proto-gnósticas (caps. 1–4; 5; 6; 12; 15). Posteriormente, se suscitaron algunos problemas en la congregación que tuvieron que ser allanados por Timoteo (1 Cor. 4:17; 16:10-11), y los cuales le hicieron a él regresar a Corinto (2 Cor. 1: 23-2:1). Luego, al no poder volver, escribió otra carta, muy severa (2 Cor. 2:3-9), “con muchas lágrimas”, que produjo arrepentimiento en ellos y un efecto reconfortante para él (2 Cor. 7:8-13).3 Después de recibir las buenas noticias de parte de Tito (2 Cor. 1:12ss y 7:5-16), escribió otra carta a los corintios (la segunda canónica), y en donde señalaba que pasaría por allí en un viaje futuro (Hch. 20:1ss; 2 Cor. 9:5; 12:14; 13:1,10), de donde iría luego a Jerusalén (donde fue apresado). 2 Carson, D., France, R., Motyer, J., & Wenham, G. (2000, c1999). Nuevo comentario Biblico : Siglo veintiuno (electronic ed.) (1 Co 1.3). Miami: Sociedades Biblicas Unidas. 3 Desafortunadamente esta carta no se ha preservado, y se le relaciona con alguna parte de 2 Cor., especialmente porque los caps. 10-13 no concuerdan con el espíritu de los caps. 1-9. Pero eso es improbable, porque es más comprensible que el apóstol haya escrito en dos periodos, y haya cambiado su actitud hacia los corintios. 4 BOSQUEJO DE LA PRIMERA CARTA A LOS CORINTIOS. Saludos 1:1-3 Oración de agradecimiento I. MODELOS DE ACCIÓN QUE DEBEN SER CORREGIDOS A. Las divisiones y conflictos 1. 2. unidad II. 1:4-9 1:10-6:20 1:10-4:21 La prioridad de la obra Cristo para nuestra unidad 1:10–3:23 La sabiduría divina y la dirección apostólica como medios para la 4:1–21 B. Disciplina eclesiástica por un caso de incesto 5:1-13 C. Pleitos judiciales entre creyentes ante jueces incrédulos D. La santidad del cuerpo vs la prostitución del alma 6:9-20 DUDAS CLARIFICADAS A LOS CREYENTES CORINTIOS A. Sobre la pureza e importancia del matrimonio B. Sobre la libertad en Cristo C. Sobre la adoración 7:1-16:4 7:1-40 8:1-11:1 11:2-14:40 1. El uso del velo en las mujeres 2. El abuso en la comunión 3. Amonestación sobre los dones espirituales 11:2–16 11:17–34 D. La realidad e importancia de la resurrección E. Las ofrendas para los necesitados en Jerusalén F. Los planes ministeriales 12:1–14:40 15:1-58 16:1-4 16:5-9 Instrucciones acerca de los colaboradores Saludos finales 6:1-8 16:10-18 16:19-24 5 ESTUDIO EXEGÉTICO DE 1 CORINTIOS 7:1-9. PASAJE EN DIFERENTES VERSIONES. Reina Valera Revisada (1960) La Biblia de las Américas Nueva Versión Internacional Dios Habla Hoy 1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno le sería al hombre no tocar mujer; 1 En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno es para el hombre no tocar mujer. 1 Paso ahora a los asuntos que me plantearon por escrito: «Es mejor no tener relaciones sexuales.» 1 Ahora paso a contestar las preguntas que ustedes me hicieron en su carta. Sería preferible no casarse; 2 pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 2 No obstante, por razón de las inmoralidades, que cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido. 2 Pero en vista de tanta inmoralidad, cada hombre debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo. 2 pero, por el peligro de la prostitución, cada uno debe tener su propia esposa, y cada mujer su propio esposo. 3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 3 Que el marido cumpla su deber para con su mujer, e igualmente la mujer lo cumpla con el marido. 3 El hombre debe cumplir su deber conyugal con su esposa, e igualmente la mujer con su esposo. 3 Y tanto el esposo como la esposa deben cumplir con los deberes propios del matrimonio. 4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 4 La mujer no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino el marido. Y asimismo el marido no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 4 La mujer ya no tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposo. Tampoco el hombre tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposa. 4 Ni la esposa es dueña de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposo, ni el esposo es dueño de su propio cuerpo, puesto que pertenece a su esposa. 5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. 5 No os privéis el uno del otro, excepto de común acuerdo y por cierto tiempo, para dedicaros a la oración; volved después a juntaros a fin de que Satanás no os tiente por causa de vuestra falta de dominio propio. 5 No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo, y sólo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a unirse nuevamente; de lo contrario, pueden caer en tentación de Satanás, por falta de dominio propio. 5 Por lo tanto, no se nieguen el uno al otro, a no ser que se pongan de acuerdo en no juntarse por algún tiempo para dedicarse a la oración. Después deberán volver a juntarse; no sea que, por no poder dominarse, Satanás los haga pecar. 6 Reina Valera Revisada (1960) La Biblia de las Américas Nueva Versión Internacional Dios Habla Hoy 6 Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. 6 Mas esto digo por vía de concesión, no como una orden. 6 Ahora bien, esto lo digo como una concesión y no como una orden. 6 Todo esto lo digo más como concesión que como mandamiento. 7 Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. 7 Sin embargo, yo desearía que todos los hombres fueran como yo. No obstante, cada cual ha recibido de Dios su propio don, uno de esta manera y otro de aquélla. 7 En realidad, preferiría que todos fueran como yo. No obstante, cada uno tiene de Dios su propio don: éste posee uno; aquél, otro. 7 Personalmente, quisiera que todos fueran como yo; pero Dios ha dado a cada uno diferentes dones, a unos de una clase y a otros de otra. 8 Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; 8 A los solteros y a las viudas digo que es bueno para ellos si se quedan como yo. 8 A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo. 8 A los solteros y a las viudas les digo que es preferible quedarse sin casar, como yo. 9 pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando. 9 Pero si carecen de dominio propio, cásense; que mejor es casarse que quemarse. 9 Pero si no pueden dominarse, que se casen, porque es preferible casarse que quemarse de pasión. 9 Pero si no pueden controlar su naturaleza, que se casen, pues más vale casarse que consumirse de pasión. PALABRAS CLAVE EN LENGUAS ORIGINALES: DEFINICIÓN Y OBSERVACIONES. Versículo/ Palabra clave Palabra raíz Definición Observaciones 1 Japtesthai Japtomai Tocar, tener relaciones sexuales 2 Porneias Porneia Fornicación, Inmoralidades sexuales Esta palabra se usa eufemísticamente para cargar la idea del contacto sexual. Aunque el término más usado es fornicación, la idea va mucho más allá de un contacto sexual previo al matrimonio; más bien, tiene que ver con un sinnúmero de prácticas 7 sexuales condenadas por Dios: adulterio, homosexualismo, lesbianismo, etc. 3 Ofeilen Ofeilo Estar obligado a, deber, cumplir con Expresa el grado de responsabilidad que se pide de los cónyuges Apodidoto Apodidomi Dar, rendir, entregar Como una recompensa o un pago Eunoia Eunoia Benevolencia, buena voluntad Palabra que aparece en el Textus Receptus y que inclinaba la traducción a sentimientos más que acciones. Por ej., RV09 traduce: “El marido pague a la mujer la debida benevolencia”. No aparece en los mejores manuscritos. 4 Exousiadzei Exousiadzo Ejercer autoridad, control, poder, ser dueño de La relación de pertenencia del uno al otro, es revolucionario en la época de Pablo, porque pone a la esposa en una nueva condición. 5 Apostereite Apostereo Privarse, negarse, rehusarse, defraudarse El deber conyugal no debe ser quitado de la relación de pareja, a menos que se cumpla una condición mejor. 7 Karisma Karisma Don, regalo Tanto el matrimonio como el celibato son regalos 8 de Dios a quienes él quiere. 8 Enkrateuontai Enkrateuomai Ejercitar autocontrol, dominio propio; contenerse; ser dueño de sí. Observe como esta palabra puede relacionarse inversamente a exousiadzo, donde se dice que el otro es dueño de uno. Pyrousthai Pyroo Lo contrario cuando no puede dominarse uno mismo. Arder, quemarse, ser consumido por pasión sexual, lujuria. 9 COMENTARIOS EXEGÉTICOS Me ha parecido muy interesante hacer un estudio más profundo de este pasaje. En ocasiones se había leído, pero por sus características, se lee demasiado rápido y no se capta en ocasiones su importancia. Pero al leerlo así, perdemos de vista expresiones del pensamiento paulino que nos sorprenden aún hoy en día con respecto al matrimonio y a las relaciones conyugales. En primer lugar, al exponer el apóstol Pablo sus puntos de vista (inspirados por Dios, por supuesto), comprende perfectamente que el cuerpo es parte fundamental para la vida de adoración a Dios. Anteriormente había señalado la importancia de ser templo del Espíritu de Dios (6:19) y de glorificar a Dios en el cuerpo y en el espíritu, comprados por él. ¡Él nos dice que le pertenecemos a Dios! Y por lo tanto, todo lo que nosotros hagamos con nuestro cuerpo, afecta también nuestra relación con él. Los nicolaítas del Apocalipsis, así como los libertinos en Gálatas, o los inconstantes y carnales de Corintios, son ejemplo del tipo de creyente que nunca deja sus inmoralidades, puesto que piensa que el cuerpo es malo y que nada que le pase afecta su espíritu. Pero Pablo deja muy en claro que este pensamiento es uno de los signos que manifiestan a los grupos heréticos que “prohibirán casarse y darse en casamiento” (1 Tim. 4:3). En segundo lugar, Pablo enseña que la vida con Dios no gira en torno al placer. Él conocía muy bien la situación de los creyentes corintios y cómo sufrían presión en su sexualidad, al vivir en una ciudad con el templo de la diosa Artemisa. Dicho ídolo reclamaba una adoración centrada alrededor de la prostitución sagrada y donde las mujeres sacerdotisas se prestaban para todo tipo de aberraciones sexuales. De ahí que los valores corintios giraban alrededor de la 10 sensualidad y el placer sexual ilícito. Así que el cuestionamiento al apóstol tenía que ver con este razonamiento y preocupación. Así los hermanos corintios se preguntaban: “¿Será posible vivir agradando a Dios si tengo sexo con mi esposa? ¿Será pecado casarme entonces?” En tercer lugar, Pablo enmarca bien su respuesta dentro del plan de Dios para cada persona. Su respuesta breve y concisa: “bueno sería que no tuviera relaciones sexuales”4, no está inclinada a señalar que siendo soltero o casado se disfruta de mayor placer o no. Aunque él señala las ventajas del celibato, y expresa su deseo porque solteros y viudas, y todos los hombres, se quedaran como él, no deja de lado a Dios. No enfoca su mirada en el hombre o en la mujer, para centrar el matrimonio o el celibato en sus deseos caprichosos. Más bien, enfoca su mirada en el creador del matrimonio y argumenta que Dios tiene para cada uno un propósito en su condición. Por ello, dice que uno debe regocijarse en el estado en que Dios le ha puesto, ¡para que en él se le dé la gloria solamente al Señor! En cuarto lugar, explica de forma nueva las relaciones maritales. Entendiendo que el matrimonio (gameo) es un regalo de Dios (karisma), y que es igual en calidad y valor que el ser soltero (agamos), comienza a dar una serie de lineamientos para el desarrollo conyugal saludable (especialmente en el contexto corintio): 1. El esposo debe tener a una sola esposa, así mismo la esposa. Es decir, uno con una, y una con uno. ¡No se vale la poligamia! En la época de Pablo, entre los griegos se consideraba como un ideal el repartirse entre una esposa para los hijos, una amiga para el amor y prostitutas para el placer. Aquí, en 4 El verbo tocar era un eufemismo, en gr. y en latín, como en algunos idiomas contemporáneos, para referirse al acto sexual, de modo que ésta es una traducción adecuada del pasaje. 11 cambio, Pablo presenta la vida sexual como un compromiso de toda la persona humana (6:13) para con otra persona humana. Y eso es bueno delante de Dios (Gn. 2:24-27). Aunque Pablo señala que “sería bueno no meterse con mujer”, “no casarse” o “no tocar”, no debe entenderse por ello que es mucho mejor el estado célibe. Claro que él sostiene que ese estado permite al hombre servir mejor al Señor y estar más libre de las preocupaciones conyugales. Calvino por su parte sostiene que es muy importante recalcar que el apóstol habla de la bondad del celibato en términos de preocupaciones y vejaciones cotidianas, y no como Jerónimo lo entendió, a saber, como una limitante para el desarrollo en la fe5. Asimismo Mathew Henry señala que el apóstol dice a los corintios sobre el matrimonio que “esa regla perfecta deja a los hombres en libertad de servirle en la manera más apropiada a sus poderes y circunstancias, de las cuales los demás no suelen ser buenos jueces.” 6 2. El esposo debe cumplir su deber marital (relaciones sexuales) con su esposa, y ella con él. Las versiones antiguas traducían la oración sin ninguna referencia a las relaciones íntimas de la pareja. Pero esta porción de las Escrituras, es una de las que tiene mayor énfasis sobre el acto sexual dentro del marco matrimonial, y especialmente porque su exposición es más enfática en el contexto corintio. Aquí no hay otro consejo más que el que repitió líneas anteriores: “huyan de la fornicación” (6:18). Es decir, que para evitar en los casados el caer en pecado por su incontinencia, deben unirse en uno a 5 Calvin, John. Commentaries on the epistles of Paul the apostle to the Corinthians. John pringle, trad. Vol. I. Revisado en Christian Classics Ethereal Library. Grand Rapids, MI, http://www.ccel.org. 6 Henry, M. (2003). Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo. (907). Miami: Editorial Unilit. 12 través de la entrega corporal, a fin de no caer en las redes de la prostitución corintia y las demás inmoralidades.7 3. Al hablarse de la pertenencia mutua y la autoridad sobre el cuerpo del otro, el apóstol está señalando el valor que cada uno de los cónyuges tiene en la relación. Ante una sociedad injusta y sensual, donde las mujeres eran valoradas como simples objetos eróticos y posesión del marido, Pablo renueva esa visión entre los cristianos corintios señalando la igualdad de derechos entre ambos esposos sobre el cuerpo del otro8. Esa “potestad” o “dominio” se traslada al otro, a fin de evitar el control déspota de uno sobre el otro que genere violaciones, abusos y humillaciones9. 4. El disfrute marital está bendecido dentro de los marcos del matrimonio en el Señor. Esto es especialmente cuando existe una relación vertical con él, que se refleje en una relación saludable entre ambos. El negarse el uno al otro en el acto sexual está prohibido, a menos que estén concientes de la peligrosidad existente y se enfoquen en crecer en oración. Pero aún así, los esposos que decidan “separarse a orar”, deben volverse a unir pronto, puesto que Satanás está presto siempre para afectar los matrimonios y desviarlos fuera 7 Las tentaciones sexuales son difíciles de resistir porque apelan a los deseos normales y naturales que Dios nos ha dado. El matrimonio incluye, en parte, la satisfacción de estos deseos naturales… Las parejas casadas tienen la responsabilidad de cuidar uno del otro. Por lo tanto, esposos y esposas no debieran negarse uno al otro sino que deben satisfacer las necesidades y deseos del otro. Biblia del diario vivir. 2000, c1996 (electronic ed.) (1 Co 7.3). Nashville: Editorial Caribe. 8 No se encuentra en la literatura del mundo antiguo otra referencia que enseñe que el esposo rinde su cuerpo exclusivamente a su esposa al casarse. En realidad, en el mundo secular, era una tradición que en el día del casamiento se declarara a la novia que si su esposo cometía adulterio con una prostituta, o con una mujer de vida fácil, no era señal de que él no la amara, sino una forma de satisfacer sus pasiones. Carson, D., France, R., Motyer, J., & Wenham, G. (2000, c1999). Nuevo comentario Biblico : Siglo veintiuno (electronic ed.). Miami: Sociedades Biblicas Unidas. 9 Desafortunadamente, muchos matrimonios cristianos viven en la violencia sexual a cada día. Y esto por no comprenderse claramente que el principio bíblico es la entrega amorosa y el entendimiento que somos propiedad de nuestro cónyuge. Eso traería mucha sanidad en las relaciones al amarse, al no negarse y al no violentar o presionar sexualmente al otro. 13 del diseño de Dios. Por un lado, puede producirse un desbalance hacia el placer sexual desmedido; o por el otro, una inclinación al alejamiento sexual. Mas en ambos, ¡el peligro de caer por incontinencia es muy alto!10 5. ¡El tener esposo o esposa es un regalo de Dios! Pablo reconoce que cada persona ha recibido de Dios su don, o carisma; es decir, uno es soltero y otro casado ¡porque Dios le regaló esa condición! A veces en nuestra sociedad se burla y ridiculiza a los “quedados” o a los que “se llenaron de hijos antes de tiempo”, porque tenemos un concepto equivocado del matrimonio y de la soltería. Ciertamente cuando los planes de cualquier persona se centran en sí mismos, y no obedecen a la voz de Dios, siendo soltero o casado, ¡no podrán recibir bendición! Pero si él o ella reciben ese estado como regalo de Dios, y le glorifican y cumplen sus responsabilidades, ¡qué gozo será disfrutar del regalo! El apóstol es claro con respecto a dicha condición: la persona casada ha recibido a su cónyuge como regalo de Dios, mientras que el soltero ha recibido su continencia como el suyo. Pero ambos son para glorificar a Dios. 6. Al referirse a personas no casadas, es decir, solteros y viudas, les dice que sería mejor que se quedaran así, como él (posiblemente viudo, si llegó a ser fariseo y rabí del sanedrín). El apóstol ha discutido sobre las relaciones entre esposo y esposa, ahora él comparte su propia respuesta. Él no dice que ser célibe sea lo mejor, sino que sí es bueno, y como lo señala después, para “servir mejor al Señor” (7:32, 40). 10 Recordemos el caso de David y Betsabé (2 Sam. 11), como ejemplo de lo que la incontinencia y el alejamiento conyugal puede provocar. 14 7. El apóstol hace una advertencia a solteros sin continencia: ¡no debe quedarse en ese estado para el cual no está diseñado! Estar soltero en esas condiciones puede provocar grandes “fuegos incontrolables en el corazón” por estar llenos de deseos sexuales incontrolables. Tal persona debe aceptar que el don que Dios tiene para él o ella es el matrimonio y que debe hacerlo para agradar a su Señor. 15 CONCLUSIONES. Este pasaje enseña mucho sobre las relaciones conyugales y la bendición de estar casado, ¡es un regalo de Dios estar en esta condición! Pero también existen ciertos aspectos que deben considerarse en las relaciones mutuas y en el apoyo recíproco, especialmente en la entrega del uno al otro y la disposición a la expresión del amor a través de la sexualidad. Como la Escritura lo enseña, Dios creó al Ser humano, hombre y mujer, para complementarse y formar familias. Pero a algunos les ha dado un don especial: mantenerse firmes en su soltería glorificando al Señor en su condición. El ser célibe trae la ventaja de esforzarse más en las cosas de Dios que uno que es casado. Pero trae la complicación de que ante las presiones sexuales y la perversidad de la carne, uno debe estar seguro que ese don es de Dios y es para la gloria de Dios, porque de lo contrario será “mejor casarse que estarse quemando (7:9)”. Pero lo más importante además de esto, es que a través del cuerpo nosotros podemos agradar y glorificar a nuestro Dios. No hay permiso para usar el cuerpo de la forma en que ya no conviene para un hijo y una hija de Dios, puesto que hemos sido redimidos y santificados en Cristo. Por lo tanto, las relaciones conyugales de un creyente están definidas por lo que Dios quiere y lo que él ha diseñado para el matrimonio: amor a una persona, entrega a una persona y disfrute de una persona. Finalmente, agradezco a nuestro buen Dios por su Palabra, ya que he aprendido a disfrutar mi condición como uno que ha sido bendecido con el regalo del matrimonio, para la gloria de su nombre. Amén. 16 BIBLIOGRAFÍA Carson, D., France, R., Motyer, J., & Wenham, G. (2000, c1999). Nuevo Comentario Bíblico, Siglo veintiuno (1 Co 1.3). Miami: Sociedades Biblicas Unidas. Biblia del diario vivir. 2000, c1996, (1 Co 7.3). Nashville: Editorial Caribe. Strong, J. (1996). The exhaustive concordance of the Bible: Showing every word of the test of the common English version of the canonical books, and every occurence of each word in regular order. (electronic ed.) (G1125). Ontario: Woodside Bible Fellowship. Tuggy, A. E. (2003). Lexico griego-español del Nuevo Testamento (392). El Paso, TX: Editorial Mundo Hispano. Strong, J. (1997, c1996). The new Strong's dictionary of Hebrew and Greek words (electronic ed.) (G1125). Nashville: Thomas Nelson. Vine, W., Unger, M. F., & White, W. (1997, c1996). Vine's complete expository dictionary of Old and New Testament words (electronic ed.) (2:161). Nashville: Thomas Nelson. Henry, M. (2003). Comentario de la Biblia Matthew Henry en un tomo. (907). Miami: Editorial Unilit. 17